LIBRO: LA HISTORIA OCULTA DE BIZKAIA (III), LA FORMACIÓN DEL SEÑORÍO

LIBRO: LA HISTORIA OCULTA DE BIZKAIA (III)

      
TOMO I: ORÍGENES DE BIZKAIA

      TOMO II: EL NACIMIENTO DE BIZKAIA

      

TOMO III: LA FORMACIÓN DEL SEÑORÍO



La Ley primera del Fuero Nuevo de Bizkaia del año 1526 decía: “Los bizkaínos, así de las villas como de la Tierra Llana de Bizkaia, como de las Encartaciones, como de Durango, que non deben responder al pedido (del señor) ni al de su Tesorero ni Recaudador”. 

En este artículo foral, vemos dos tipos de divisiones: la de las diferentes tenencias nabarras (Bizkaia nuclear, Durango y Enkartaciones) y otra municipal: la Tierra Llana o sin amurallar (anteiglesia) y las villas. Esta segunda distinción, tiene un significado que vamos a tratar de explicar, donde el proceso de creación de las Juntas del Señorío de Bizkaia sobre una base municipal, discurre durante toda la Edad Media y no finaliza hasta la Edad Moderna.


Tenencias las nabarras en el siglo XI y las que fueron surgiendo en XII en rojo, de ellas, solo el valle de Orozko volvió a Bizkaia en el siglo XVIII, Aitzorrotz se integró en el siglo XV en Gipuzkoa y el Valle de Llodio y el de Aramaiona en Alaba por esas fechas (https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/05/las-tenencias-nabarras-de-llodio-y-ayala.html)



El historiador bilbaíno José Ángel García Cortázar, sitúa la población Bizkaia en el año 1500 en:

• Villas y ciudad de Orduña: sobre 25.000 habitantes (5.550 fuegos u hogares)
• Anteiglesias o Tierra Llana (sin murallas): sobre 24.500 habitantes (5.500 fuegos)
• Casas censuarias (arrendatarios del señor de Bizkaia): 5.100 habitantes (1.130 fuegos)
• Enkartaciones: 9.675 habitantes (2.150 fuegos)
• Duranguesado 3.312 (736 fuegos)
Total unos 67.00 habitantes y 15.000 fuegos u hogares. 

Cuadros "Historia de Euskal Herria" (edit. LUR)

Las villas fueron surgiendo entre los siglos XI al XIV y ganando en habitantes a costa de la Tierra Llana. Para finales del siglo XV, la población de Bizkaia estaba dividida a partes iguales entre las villas y las anteiglesias o Tierra Llana, pese a ser éstas cuatro veces y media más en número. 

Los representantes de los municipios de Bizkaia en la Sala de Juntas de Gernika, estaban divididos por merindades, después, estaban las Villas y la ciudad, para finalizar, se sentaban los representantes de las tenencias nabarras integradas en Bizkaia tras la conquista del año 1200 de las Enkartaciones (tres tenencias nabarras diferentes), Durango y Orozko, ésta última desde el siglo XVIII, quedando fuera territorios anteriormente bizkainos o durangueses como el valle de Llodio, alto Deba (Aitzorrotz) o Aramaiona.

Nabarlur, Eneko Del Castillo




LAS ENKARTACIONES: TRES TENENCIAS NABARRAS

Mapas Eneko Del Castillo (blog Nabarlur)


San Esteban de Karrantza

Las primeras aldeas tras la caída del Imperio Romano Occidental, aparecen en Europa en torno al año 800. En Bizkaia se abrirán claros en los bosques y en el litoral, pero éste pronto se volverá peligroso por las incursiones normandas. Se han encontrado restos arqueológicos de estas aldeas en el caso de las Enkartaciones: en Bermejillo en Güeñes, San Esteban de Karrantza, San Pedro de Zarikete en Zalla o en la Cerrada de Ranes en Zierbana.

San Pedro de Zarikete

Además, los bizkaínos volvieron a habitar las cuevas tras la caída del Imperio Romano buscando un refugio seguro, es el caso de al menos Urdillo en las Enkartaciones (Peña Mortera en Lanestosa).

Estela de la Cerrada de Ranes, poblamiento de los siglos IX-X en Zierbana


Sancho III el Mayor (1004-35) creó la pequeña tenencia de Ugarte con su puerto de “Uhart” con tierras al Oeste del río Ibaizabal-Nervión probablemente en la desembocadura del río Galindo, sería probablemente la zona conocida como el Puntal, hoy municipio de Barakaldo donde se mantiene el topónimo. Incluso el nombre de la tenencia podría formar parte de "Portugalete": Portu-Ugalde-eta (puerto en la ribera).

Sancho III el Mayor y su hijo Sancho Garçea el de Nájera

Las tres tenencias en las que estaba dividida las Enkartaciones, aparecen en un documento del año 1040, fecha en la que se extendió la escritura de donación de arras del rey de Nabarra Garçés el de Nájera (el hijo de Sancho III el Mayor) a su mujer dona Estefania, el texto aparece por primera vez en el libro "Historia Crítica de Vizcaya" (Tomo I de 1924) de Gregorio Balparda de Las Herrerías (Portugalete 1874-1936), donde nos dice que: “Senior Lope Bellacoz, et senior Galindo Bellacoz, cum Colindris et cum Huart, et Mena, vel Tutela (Retes de Tudela en Artziniega), et Lanteno cum omni pertinentia eorum. Garsia Ciclave cum Samanos et cum sua pertinentia”.


Por tanto, se nombran las diferentes tenencias, entre ellas Uhart y Colindres de los hermanos "Bellacoz" (cuyo apellido se ha intentado derivar de manera forzada al apellido también euskaro "Velasco"), y la de Sámano de Garsia Ciclave.

 Tumba del rey Sancho Garçés "el de Nájera" (1012-1054) y de su esposa Estefanía de Foix (1014-66), en la entrada a la cueva que hay en el monasterio de Santa María la Real. 

En el documento de fundación de Santa María del Puerto de Santoña del año 1047, aparecen otra vez estos tenentes. En su trabajo “La restauración de Santa Maria del Puerto y el rey García de Nájera: un caso de encomendación monástica”, María Isabel Loring García deja bien claro, tras analizar todos los textos y libros importantes sobre el tema, que los firmantes de la fundación:

“En resumen todos estos personajes no sólo están ampliamente documentados como suscriptores de los diplomas de García de Nájera en los años inmediatamente anteriores y posteriores al 1047, fecha del documento otorgado por dicho monarca al monasterio del Puerto (se refiere a Santa María en Santoña), cuando no en ese mismo año, caso de Fortún López, sino que además todos ellos desempeñan un destacado papel político y militar en territorios castellanos, alaveses y vizcaínos recientemente incorporados al reino de Navarra”.

Santa María la Real de Nájera, San Juan de la Peña en Jaca, San Prudencio de Armentia en Alaba, Valpuesta, San Millán de la Cogolla y San Salvador de Oña son templos fundados o con estrecha relación con estos dos reyes


Sigue después Loring García: "Munio Muñoz era conde de Álava; la fortaleza de Poza, de la que era señor Sancho López, se levantaba en la región septentrional de la Bureba; Tetelia, Tetega o Tedeja, tajo el mando de Fortún López, era una fortaleza de Castilla la Vieja situada en el desfiladero que va desde Trespaderne en Castilla a Oña en la Bureta; los señores Lope y Galindo Velázquez (sic.) lo eran de Colindres en Trasmiera, de Lanteno en Ayala, de Mena, donde según Lacarra se encontraba la fortaleza de Tutela o Tudela (Retes de Tudela en Artziniega) también bajo su mando, y por último de Huart, Ugarte, en tierras de Vizcaya. Por lo que respeta al senior Diego Alvarez, en la documentación no ha quedado constancia sobre qué territorio o fortaleza ejercía su señorío, sin embargo podemos afirmar que algunos de sus parientes lo ejercieron en tierras de Alava y de las Asturias de Santillana”.

“Comite Monnio Munnioz (signum) feci et confirmabi. Senior Loppe Hellakoz (signum) feci et confirmabi. Senior Galindo Bellakoz (signum) feci cf confirmabi. Senior Fortun Lopez (signum) feci et confirmabí. Senior Sancio Lopez qui (signum) feci et confirmabi. Didaco Aluariz (signum) feci et confirmabi. Gonsaluo Gideriz (signum) feci et confirmabi. Fredinando Gonsaluiz (signum) feci et confirmabi.(....).

Santa María del Puerto en Santoña

En el año 1051 reinando Garçés el de Nájera, en un documento de donación del monasterio de Axpe de Busturia a San Millán de la Cogolla de Yuso que el mismo había fundado del señor de Bizkaia Iñigo López “Ezkerra” (la firma real es Enneco) y su mujer Doña Toda, aparece como confirmante, entre otros, "senior Lope Blascoz Baracaldonensis",  que podría ser otro tenente de Uharte.

“Sub nomine Christi redemptoris nostri. Ego igitur senior Enneco Lopez, gratia Dei comiti, una pariter cum uxore mea domna Tota, concedimus tibi patri spirituali Garsia Alavensis terre episcopo et condonamus omni voluntate unum monasteri iuxta maris, cui vocabulum est Sancte Marie de Izpea, subtus Penna, in territorio Busturi, cum sua decanía pernominata. Baretzi, etiam et illo decimo de Busturi, (....) sennor Lope Garceiz Arratiensis confirmans, senior Lope Blascoz (Vellacoz) Baracaldonensis confirmans, sennor Sancio Annussolz Aberancanensis confirmans, domna Leguntia Esceverrianensis confirmans, domni Galindo presbiteri confirmans”.


E. Labayru quien a finales del siglo XIX en su "Historia del Señorío de Bizcaya", nos da el nombre de otro posible tenente de Ugarte (aparece Uhart): "En 1093 se encuentra una luminosa donación verificada por D. Tecla al precitado San Millan y su abad Blas, en la cual se dan a conocer muchos términos o barriadas de los alrededores do Bermeo y personajes de aquella fecha. Refierese a la anteiglesia de Albóniga.

Por ella la condesa D. Tecla ofrece a S. Millán el monasterio de la insinuada república, junto al mar, con todo lo que le pertenecía, tierras, huertas, frutales, árboles o montes y todos sus pastos, Esta cédula la mandó escribir juntamente con sus hijos D. Diego Lopez y Sancho López, firmándola los siguientes: el abad Lope de Munguía; el de Abadiano, D. Sancho; el de Bolibar, del mismo nombre, y D. Isinario o Aznar, abad de Aranzazu, en Arratia, y luego Munio Nunnusuz de Laukiniz. Salieron fiadores los señores o ricos hombres Iñigo Diaz de Murueta, Sancho Oggandez de Lángara, Fortún Sánchez de Letona, Sancho Iñiguez de Ugarte (Uhart) y Lope Sánchez de Urquiza (…)".

Santa María de Pobeña

Otra nueva donación al monasterio de San Millán de la Cogolla, en este caso de la iglesia de Santa María de Pobena del año 1102 realizada por doña Elo Bellacoz, se descubre que la hoy barriada de Pobeña de Muskiz estaría en manos de los "Bellacoz" y "en territorio de Sámano", lo que le lleva a decir a E. Labayru, que la Junta de Somorrostro a la que pertenece Muskiz, estaría en esta tenencia: "María de Pubeia  in territorio Samano; et esto ibi Palatio sito iuxta Sancta María". Firman el documento sus hijos, otra gente sin cargo y el merino de Mena "Lope Enneconis".

En realidad el Valle de Somorrostro eran dos entidades: los Cuatro Concejos del documento (Muskiz, Zierbana, Abanto de Suso y Abanto de Yuso) y Los Tres Concejos (Santurtzi con Ortuella, Santa María de Sestao y San Salvador del Valle-Trapaga).


Estos documentos no llevan a concluir que:

Juan Manuel González Cembellín en su libro "Torres de las Enkartaciones" (2004), concluye que las Encartaciones en su sentido primigenio (todos los territorios al Oeste del río Ibaizabal, también llamado Nervión desde el siglo XIX), estarían divididas en tres tenencias nabarras.

Detalle de los municipios actuales de Bizkaia incluidos en cada tenencia.
Alonsotegi pertenecía dentro de Nabarra a Arrigorriaga (en amarillo)



- La tenencia oriental de Colindres llegaría por la costa a Laredo-Santoña y por el sur incluiría hasta Lanestosa y Karranza.

- La tenencia occidental de Uhart o Ugarte la conformarán las comarcas de: Barakaldo como principal centro poblacional y puerto de embarque del hierro, los Tres Concejos del valle de Somorrostro (Santurtzi que incluía Ortuella, Santa María de Sestao y San Salvador del Valle-Trapaga), el Valle de Salcedo (Zalla y Güeñes), Valle de Gordexola, Concejo de Sopuerta y el Concejo de Galdames, además de Balmaseda.

- La tenencia central sería la de Sámano, con la comarca del río Agüera (Turtzioz, Villaverde de Trucíos y Artzentales), los Cuatro Concejos de Somorrostro (Muskiz, Zierbana, Abanto de Suso y Abanto de Yuso mencionado) y la costa de Samano-Castro Urdiales.

E. Labayru aclara que Castro Urdiales en el siglo XI estaba dentro del reino de Nabarra y pertenecía a la Junta municipal de Sámano, por tanto, dentro de esta tenencia, aunque en el propio documento de 1040 dice que en Castro mandaban  Dª Munia y sus hijos.


En la gesta Gesta Henrici II et Gesta Regis Ricardi del año 1190 que conservada en el Museo Británico del cronista inglés de Yorkshire Roger Van Hoveden (fallecido en 1201), asistente-embajador-mediador desde 1174 del rey inglés Enrique II, habla de que en ese año, Nabarra llegaba hasta las aguas de Castro Urdiales (Sriptores Rerum Anglicanarum ed. Frankfurt 1601, pa.672):

 “Se sabe que toda la tierra que está cerca del mar hasta Hispania es tierra del rey inglés (Ricardi o Ricardo Corazón de León); y se prolonga hasta el puerto que se llama de Oiasouna, que divide la tierra del rey de Inglaterra de la Navarra. Y la tierra del rey de Navarra empieza en el puerto de Oiasouna, y llega hasta las aguas de Castro (Urdiales) que divide la tierra del rey de Navarra de la tierra de Castilla (…) (“Navarra sin fronteras impuestas” Tomás Urzainqui).

Tradicionalmente se pensaba que el fuero de villa de Castro Urdiales había sido entregado el día 10 de marzo del año 1163, fecha que fue aportada por el erudito vallisoletano del siglo XVII, Gabriel de Henao, en su obra “Averiguaciones de las antigüedades de Cantabria”, publicada en 1689. Aunque unos años antes otro autor, Gonzalo Méndez de Silva, había fechado el fuero en el año 1173 en su obra 'Población general de España' de 1645, que encajaría mejor con la ocupación militar de una parte del reino de Nabarra, pese al Laudo arbitral de Londres de 1177, donde se exige, por parte del monarca inglés al castellano, la devolución de todas las tenencias y castillos recientemente ocupados al monarca nabarro: “Et ego rex Aldeffonsus in tempore quo incarnationes introivi decimo quarto kalendas augusti sub era millessima ducentessima decima tertia in Sancto Dominico de la Calzada propia manu…” ("La Navarra marítima" Tomás Urzainqui).

Pero, en el año 2016, Jesús A. Solórzano, decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cantabria, hizo público el hallazgo de la copia del privilegio inserto en un privilegio del rey Alfonso X del año 1255 y conservada en el Fondo Marqués de Villarias del Archivo Histórico Foral de Vizcaya. El documento contiene una parte de la concesión del Fuero de Logroño a Castro Urdiales por los reyes Alfonso VIII y su esposa Leonor de Inglaterra, fechado el 10 de marzo de 1202. Este mismo rey dio el fuero de villa a Laredo en el año 1200.

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Hasta 1200 las tenencias de Samano y Ugarte siguieron en Nabarra, sin embargo, para la de Colindres, sí que hay un documento de Alfonso VIII en los cuales entrega San Juan de Burgos la iglesia de San Martín de Sopuerta en 1178 tras su conquista de 1173.


 (Para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/bizkaia-fue-invadida-entre-1199-1200.html)


Castro Urdiales en el siglo XVI con su castillo nabarro, libro Iñaki Sagredo Garde "Navarra, castillos que defendieron el reino" 





En el cuadro, el Abra en el año 1760, en la margen derecha y en rojo, Astrabudua-Erandio. Sobre dónde estaría el puerto nabarro mencionado en el siglo IX de donde salía el hierro:
En la margen izquierda se ve el Puerto de Portugalete y su playa, la unión de los ríos Galindo e Ibaizabal-Nervión en el Puntal de Barakaldo, y, seguido, la playa de Sestao con su fondeadero.

Finalmente, se vislumbra la figura zigzagueante del río Kadagua que nace en el valle de Mena y recorre Balmaseda, Zalla, Güeñes y Alonsotegi en las Enkartaciones, para desahogar en la frontera entre Barakaldo y Zorroza. Zorroza pertenecía a la anteiglesia de Abado y fue dada  a Bilbao en su alfoz de villa en 1300, lugar que también recibe el nombre del Puntal: "dende como ba el camino de Echabarri fasta la sierra de Ganguren (Galdakano) et dende fastal puntal de fondo de Deusto en derecho de Luchana (hoy un barrio de Erandio y otro de Barakaldo separados por la ría)".

Barakaldo 1858, con el Puntal al fondo entre el río Ibaizabal y el Galindo


José Ángel Fernández Carvajal (2010) "Para muchos autores Huart podría corresponderse al Ugarte de Barakaldo, a orillas de la antigua vega de Galindo; barriada situada junto al municipio de Trapagaran y a la que podrían unirse los actuales barrios de Kareaga y Retuerto". La proximidad de Portu-Ugaldeta o Portugalete (villa desde 1332 sobre una población anterior), da más posibilidades a la desembocadura del río Galindo.

La salida natural del mineral se haría por los viejos puertos medievales de Ugarte-Galindo o la ribera de Ansio. En ellos, aparecieron estructuras y materiales romanos en el solar en el que se levantó la antigua planta de laminación de Altos Hornos de Vizcaya. Tras el abandono de esta industria, y durante los trabajos de excavación para la cimentación del BEC, aparecieron de nuevo estos materiales.

Altos Hornos de Vizcaya en el río Galindo, s. XIX, con el monte Serantes al fondo

El Puntal en el río Galindo en el año 2020 


LOS CASTILLOS DE NABARRA EN LAS ENKARTACIONES ACTUALES

En el trabajo de Fernández Carvajal comentando sobre los castillos nabarros en las Enkartaciones y nos da la posibilidad de que existiersn al menos otros dos en la tenencia de Ugarte: "Tampoco debemos desestimar la posibilidad de detectar estructuras adscribibles a este último elemento. Un control efectivo sobre el territorio por parte de los monarcas Navarros podía haber derivado en la construcción de pequeños castillos en zonas en las que era aconsejable un control más directo. La localización de los montes La Mota y Goronillo a la espalda de Ugarte pueden arrojar luz en este aspecto, ya que al topónimo del primero podemos añadir los indicios (localización y visibilidad) detectados en el segundo”.


La Mota cuyo nombre denota la existencia de un castillo
con una estela con una cruz griega incisa en la tenencia de Ugarte

Goronillo con las vista a el Abra en la tenencia de Ugarte

En las tierras nabarras de las Enkartaciones, se sabe de otros dos castillos nabarros, el castillo De la Piedra de Zalla y el de Balmaseda sobre el alto que controla el pueblo y la vía Pisorica que vendría desde Castro Urdiales, según el fraile barakaldés de Irauregi Martín Coscojales (1542-1607) en su libro “Antigüedades de Vizcaya”, tendrían el mismo origen, la defensa de la zona de los musulmanes primero, después de asturianos y castellanos, pues estarían construidos sobre el año 735. De este Castillo de Piedra, solo quedan unas ruinas tras ser volados durante las Guerra Carlistas (s. XIX):

“Balmaseda fue poblada hacia el año 735 por los naturales de la comarca, con el objeto de impedir que se internasen los moros por aquella parte de Vizcaya, reforzando con dos castillos que aún existen”. Coscojales no aporta documentación alguna, por lo que habría que habría que enclavar esta afirmación dentro de las abundantes leyendas sobre el origen de Bizkaia.

Castillo de Piedra en Zalla. 
Fue reconstruido por Bernardino Fernández de Velasco, Condestable de Castilla en 1500. 
En un documento del Archivo de Bizkaia del año 1718, nueva reconstrucción del castillo: En la Ferreria de Baldebollina juri / dizion del conzexo de Zalla Encartazion del M.N. Y / M. L. Señorio de Bizcaia a primero dia del mes de dizienbre / y año de mil setezientos y diez y ocho años nos hemos / ajustado y conbenido entre nos Inocencio An / tonio de Llarena y Salzedo Sindico de dichas Encarta / ziones de la una parte y Thomas de las Ribas y Bartolome / de los Heros vecinos de la villa de Valmaseda de la / otra en que dichos Bartolome y Thomas han de tillar las tres / salas del Castillo de Piedra que esta en juridizion de / dicho conzexo de Zalla (...). 
El castillo fue volado en gran dos veces, durante la Primera  (1833-1840) y Segunda Guerra Carlista en 1876.

Balmaseda y lugar donde estaría el castillo nabarro

IGLESIAS, ERMITAS, ESTELAS Y NECRÓPOLIS NABARRAS EN LAS ENCARTACIONES 


José Ángel Fernández Carvajal (2010), restos arqueológicos altomedievales nabarros de las Enkartaciones

Santurtzi en un óleo del siglo XVI

Además, E. Delmas (Bilbao 1820-Madrid 1892), serían también San Miguel de Zalla fundada conjuntamente por los señores de Ayala, Salcedo y Zalla en el siglo XII. Por otro lado, Santa María de Güeñes sería también del s. XII, fundada por Martín Sánchez. También hay restos románicos en San Miguel Arcángel de Ahedo en Karrantza (s. XII), en los Santos Mártires de Lanestosa (s. XII), y por último San Miguel de Linares es mencionada en una donación del año 1214 a Santa María La Real de Nájera, por lo que sería al menos del siglo XII.

En su trabajo “Arqueología de la Alta Edad Media en Las Encartaciones” José Ángel Fernández Carvajal (2010) comenta las últimas excavaciones en las Enkartaciones, donde se han encontrado restos arqueológicos de los siglos IX al XII por tanto poblaciones que existían dentro del reino de Nabarra, en lugares como: San Mamés y la Cerrada de Ranes en Zierbana, San Cipriano de Ranero, Pando, Salduero, San Esteban y Soscaño en Karrantza, bajo el subsuelo de Balmaseda, San Lorenzo de Bermejillo en Güeñes, San Pedro Zarikete en Zalla, San Mamés y el Cerrada de Ranes en Zierbana, La Casería en Trapaga (una estela) y posiblemente en San Martín de Carral en Sopuerta. También se han encontrado pequeños restos de cerámica altomedievales en Lanestosa en la cueva de Urdillo.

San Lorenzo de Bermejillo (Gueñes)
(Fotos Juan Luis Fernández Gutiérrez)



LOS DIFERENTES TERRITORIOS DE LA ENKARTACIONES

Se fueron uniendo los diferentes territorios de las Enkartaciones en los siglos sucesivos y la conformaban finalmente 10 repúblicas o municipios y 3 villas (Balmaseda, Lanestosa y Portugalete), con igual funcionamiento que el resto de Bizkaia.

El Valle de Somorrostro con dos entidades: Los Tres Concejos (Santurtzi-Ortuella, Santa María de Sestao y San Salvador del Valle-Trapaga) y los Cuatro Concejos (Muskiz, Zierbana, Abanto de Suso y Abanto de Yuso).

Estela de Trapaga siglo X-XI, 
aunque según A. Mañaricúa la cruz es posterior en un intento de cristianizarla

El Valle de Salcedo formado por dos concejos: Concejo de Güeñes, dividido en cuatro cuadrillas: Bermejillo, Goikouria, Santxosolo y La Ribera. Concejo de Zalla con las cuadrillas de Mimetiz (Corillo), Aranguren, Sollano, Taramona (La Herrera) y Valdahedo (Otxaran).

Valle de Carranza con los concejos menores de Sierra, San Esteban y Soscaños, Santecilla, Biañez y Aedo.

En vano en el valle de Karrantza en Nuestra Señora de Soscaño, 
conservada un vano del siglo XI dentro de la propia iglesia.

Valle de Gordejuela dividido en las cuatro cuadrillas de Zaldu, Zubieta, Sandamendi e Irazagorria.

Valle de Turtzioz que cuenta con los tercios del Puente, La Calera, Gordón, Cueto, Romaña y Pando.

Valle de Artzentales, compuesto por los lugares de Linares y Traslaviña.

Concejo de Galdames está dividido en cuatro anteiglesias: Galdames de Suso, Galdames de Yuso, Loizaga y Montellano.

Concejo de Sopuerta está dividido en seis anteiglesias: Sopuerta, Mercadillo, Baluga, Olabarrieta, Bezi y Avellaneda (Wikipedia).



San Bernabé de Urioste en Ortuella (entonces parte del Concejo de Santurtzi), lugar de reunión de los Tres Concejos del valle de Somorrostro
(Fotos Juan Luis Fernández Gutiérrez)


Los "Ajuntamientos" "se realizaban en lugares significativos: los Tres Concejos en la ermita de San Bernabé de Urioste, los Cuatro Concejos en el sitio de El Crucero o en la iglesia de San Julián de Muskiz. Cuando existía un interés común los representantes de todos ellos se reunían en la denominada “Junta General del valle y tierra de Somorrostro” que se efectuaba en el lugar del Pino del Casal, en San Pedro de Abanto.

Iglesia de San Julián de Muskiz

En Portugalete los ayuntamientos abiertos se realizaron en el pino del campo de la iglesia de Santa María, pero el regimiento solía reunirse en casas de particulares -frecuentemente en la del alcalde- hasta que se dotó de edificio público para esta función. Por su parte, los vecinos de Barakaldo hasta que se dispuso de casa consistorial se reunían en la iglesia de San Vicente. Los concejos agrupados se convirtieron en municipios independientes en el año 1841 (tras la pérdida de los Fueros o leyes de Nabarra), pasando cada uno a disponer de su correspondiente alcalde, regimiento y ayuntamiento particular.

Los cambios más importantes a partir de entonces se dieron en los años 1866, en que el barrio portugalujo de La Chicharra se agregó a Santurtzi, y en el año 1933, en que los barrios de Errepelega, Ribas y Galindo se unieron a Portugalete separándose de Santurtzi. Entre ambas circunstancias, un nuevo municipio surgió en el año 1901, en razón de la desanexión de Ortuella del de Santurtzi, los cuales, hasta el año 1981, mantuvieron la denominación de Santurce-Ortuella y Santurce-Antiguo, respectivamente" (Goio Bañales "El mundo naval de las Encartaciones").

San Julián de Muskiz


Juan Eustaquio Delmas en su libro “Guía histórica descriptiva del viajero en el Señorío de Vizcaya” sobre la fundación de Balmaseda, relata: “Hallándose en Castro Urdiales el señor de Bortedo D. Lope Saenz o Sánchez de Mena, descendiente del conde de Ayala D. Vela, y con el consentimiento de su hijo D. Diego, dio, como señal de regocijo por una victoria que el rey de Castilla D. Alonso VIII acababa de obtener, la carta puebla o privilegio de fundación de villa”. Es difícil determinar a qué batalla se refiere dicha victoria, pero tuvo que ser importante y relacionada con la conquista de la Nabarra Occidental entre los años 1199-1200. El Valle de Mena es uno de los territorios que Castilla invade y no devuelve a Nabarra tras el regicidio de Sancho El de Peñalén en 1076 por sus hermanos con la ayuda del rey de Castilla Alfonso VI.

En el año 1199 recibió Balmaseda la carta de villa tras la ocupación militar de la Nabarra Occidental (aunque la población es anterior según las diferentes catas arqueológicas llevadas acabo en la calle conocida popularmente como La Cárcel), aunque puede que fuera en el año 1200 según otros autores como Fernando Morente (libro sobre municipios publicado por la Diputación de Bizkaia). Don Lope Sánchez de Mena, Señor de Bortedo, ricohombre de la corte de Alfonso VIII de Castilla, otorgó el fuero nabarro de Logroño a Balmaseda.

El Señor de Bortedo era pariente de los traidores López de Haro y por tanto de los Ayala. Su fundación fue por tanto posterior a la de Durango cuando menos, pues esta villa adquirió tal rango con Sancho VI el Sabio de Nabarra entre los años 1150-1180 (junto a las villas de Vitoria y de San Sebastián).

Puente Viejo de portazgo de Balmaseda que conducía a la única judería de Bizkaia, 
y cuyos cimientos son del siglo XII, por tanto, dentro del reino de Nabarra 
(José Ángel Fernández Carvajal -2010-)

La villa de Lanestosa fue entregada en dote por D. Diego Álvarez de Santillana a su hija Doña Toda al casarse en el año 1079 con el señor de Bizkaia D. Lope Iñiguez (1044-1093, hijo de Iñigo López “Ezkerra”) y dependía de San Millán de la Cogolla (La Rioja): “Ego igitur — dice la escritura del becerro de San Millán— donna Toda, filia de senior Didaco Alvarez... concedo et confirmo meam rationem que ad me pertinuit in Finiestra (o Hiniestra, se mudó en Fenestrosa, Finestosa, Fenestosa o Finestrosa), illos meos collazos cum suis hereditatibus ad integritate cum divisa...”.

Lanestosa incorporó al señorío personal de los Haro al señorío de Bizkaia en 1287, adquiriendo la carta de villa por Lope Díaz III de Haro, por lo que tenía el último voto entre las villas bizkaínas en las Juntas: “E yo Don Lope, Conde de Haro e señor de Vizcaya, otorgo que sea mayorazgo en Vizcaya por siempre jamás”.

Lanestosa

LA INCORPORACIÓN DE LAS ENKARTACIONES A BIZKAIA

Tras la invasión de la Nabarra Occidental entre 1199-1200 por las tropas castellanas y las del najerense Diego López de Haro II "El Malo", las tres tenencias de las Enkartaciones fueron incorporadas al señorío de Bizkaia de los Haro en 1212 para su gobierno, tras la actuación de Diego López y su hijo Lope Díaz "Cabeza Brava" al frente del ejército castellano en la Batalla de Navas de Tolosa (Jaén), que les hizo acreedores de las mismas ante el rey de Castilla Alfonso VIII.

Mapa de la Nabarra Occidental, llamada toda ella "Bizkaia" 
hasta finales del siglo XIX 



Además, los Haro, recibieron las tres tenencias de la actual Gipuzkoa, el condado de Alaba y el valle de Ayala incluido en valle de Llodio, es decir, toda la Nabarra Occidental, la será conocida como "Bizkaia" toda ella hasta en mapas de finales del siglo XIX, siendo, hasta esas fechas, la palabra "bizkaíno" sinónimo de vascoparlante o euskaldun, independientemente de su territorio de origen. Los Haro perdieron pronto el gobierno de la mayoría de estos territorios menos el señorío de Bizkaia.

La lucha entre ganboínos pro-nabarros y oñacinos pro-castellanos, está muy presente en la configuración actual de las Enkartaciones, encabezados en las mismas por los Belasco (ganboínos junto con los Abendaño, Gebara o Arteaga) y los Salazar (oñacinos con los pendencieros de los Butrón a la cabeza), además de los Marroquín, Loizaga, Zamudio, Salcedo etc. presentes con sus casa-torre y parientes en las Enkartaciones.


La representación de las Juntas Generales de Gernika se estructuró sobre la base de los municipios a finales del siglo XV desde las primeras reuniones en Aretxabalagana (Alto de Morga) y Idoibaltzaga (Errigoiti). Las Juntas de Bizkaia finalmente la formaban 72 anteiglesias junteras (elizate o elizaurre), 21 villas, 1 ó 2 representantes de Durango y 2 representantes de las Enkartaciones.

En el preámbulo del Fuero General de Bizkaia de 1452, el Fuero Viejo, todavía se decía: “en la tierra del condado e señorío de Vizcaya é de las Encartaciones” y en la ley primera de los Fueros de Bizkaia se podía leer: “los bizkaínos, así de las villas como de la tierra llana de Bizkaia, como de las Encartaciones, como de Durango, que non deben responder al pedido (del señor de Bizkaia) ni al de su Tesorero ni Recaudador”.


Los montes bocineros servían para comunicar las reuniones de las Juntas Generales, según la leyenda tardía del historiador de Galdames Antonio Trueba (s. XIX), así como para alertar de la posible presencia de tropas extranjeras. El Kolitza era el monte bocinero de las tierras nabarras de las Enkartaciones o Enkarterriak junto al Ganekogorta.
                         


Las Enkartaciones mantenían sus reuniones, incluso tras unirse al Señorío, en la Casa de Juntas de la Abellaneda en Sopuerta (escrita históricamente con “b” y sólo tardíamente con “v”, “Urrestieta” en euskera).

El árbol juramental de la Abellaneda fue quemado durante la ocupación francesa a principios del siglo XIX, en contra de lo que podría pensar, nos cuenta el bilbaíno J. E. Delmas, a mediados de ese mismo siglo, que era un roble. En estas reuniones, entre otras cuestiones, se decidía quién acudía a Gernika.

Torre de Sestao en la Plaza del Casco derribada en 1931

Tal y como relatan en “Introducción a la Historia Medieval de Álava, Guipuzcoa y Vizcaya en sus textos” J.A. García Cortázar y otros, las Encartaciones: “No tiene unidad. Santurce y Gordexola son Bizkaia desde el siglo XI (sic., pero no aporta documentación), Sopuerta, Somorrostro y Carranza desde el siglo XII, Lanestosa sobre finales del siglo XIII. Baracaldo se separó de las Encartaciones en el siglo XIV incluyéndose en la merindad Vizcaína de Uribe”.

Es decir, los municipios enkartados fueron integrándose dentro de las Juntas Generales de las anteiglesias y villas de Bizkaia en Gernika, abandonando una a una las reuniones de la Abellaneda.

La villa de Balmaseda se unió al señorío de Bizkaia en 1399, hasta entonces pertenecía al señor de Bortedo en el valle de Mena como botín de guerra.

Barakaldo, pese a que como hemos visto está documentado desde el siglo XI, su núcleo principal actual de la Anteiglesia de San Vicente, es del año 1322 y en 1340 se convierte en parroquia gracias a Don Sancho López de Barakaldo, Don Lope Gonzalo de Zorroza y Don Galindo Retuerto que, a terceras partes, la desmiembran de la de Santa María de Erandio, su anteiglesia original. Fue vendida por sus nietos a los Butrón y García de Salazar.

Pero parece que la iglesia ya existía. En el año 1082 el conde de Bizkaia Lope Iñíguez (1050-1093, hijo de Eneko López Ezkerra) entregó al monasterio de San Millán de la Cogolla en La Rioja: unummonasterium... Sancti Vicenti de Uharte in territorio Bizcahie, cum tres decanias, una Ibargorocica, et alia... Tuda, et illa eccelesia Sancti Micaelis arcangeli in portu de Bermelio... cum terris, hortis, pomiferis, arboribus, montibus, et pascuis omnibus, antiquo usu determinatis. Por tanto, parte que parte de la tenencia de Uharte ya formaba parte de Bizkaia, probablemente Barakaldo pero quedó dentro de la anteiglesia de Erandio.

En el año 1366, por concesión del Señor de Bizkaia Don Tello, mediante el pago de una cantidad estipulada según Lope García de Salazar en su 
"Libro de las Bienandanzas e Fortunas" (1471), se sumó en calidad de Anteiglesia a la tierra llana bizkaína, Merindad de Uribe. Tenía voto y asiento 33 en las Junta Generales de Gernika. Contaba entonces la Anteiglesia con doscientas fogueras (hogares).

San Vicente de Barakaldo

Barakaldo no se integró en la diócesis de Burgos que sustituyó a la de Valpuesta. Barakaldo fue disputado a Burgos por Calahorra en los últimos años del siglo XII, hubo una sentencia del papa Lucio III en la cual mandó restituir a Burgos los territorios con sus diezmos usurpados, pero el obispo de Calahorra no obedeció. Es así como en 1229, ambos obispos acordaron que el termino de Barakaldo quedaría integrado en el Diócesis de Calahorra-La Calzada, obispado al que perteneció hasta la creación del de Vitoria, ya a mediados del siglo XIX. Ocurrió lo mismo con Gordexola.



Tras un intento de incorporación de todas las Enkartaciones a las Juntas de Gernika en 1628 que fracasó, se fueron sumando a la Juntas de Gernika diferentes municipios enkartados: Gordexola y Güeñes en 1642; en 1668 Zalla, 1672 Galdames y en 1682 los Tres Concejos del Valle de Somorrostro, es decir Santurtzi-Ortuella, Santa María de Sestao y Trapaga-San Salvador del Valle: “Las entidades incorporadas lo hicieron con voto activo y pasivo, en esta instancia jurisdiccional superior, sin perder, sin embargo, su relación y estructuración con las instituciones encartadas. A efectos de pago de repartimientos, en el acuerdo de 25 de Agosto de 1699 quedaron tanto las adheridas al Señorío como las otras corporaciones encartadas, obligadas al pago de sus contribuciones al gobierno particular de Abellaneda”.

Torre de los Salazar en Portugalete

En 1779 las Enkartaciones se unieron a Bizkaia plenamente y ya no tuvo Fueros diferentes. En 1804 la Junta de la Abellaneda quedó disuelta y los Concejos enkartados incorporados a la Tierra Llana. Hoy en día las poblaciones de las margen izquierda de la ría Ibaizabal-Nervión, no se han reincorporado a la comarca bizkaína de las Enkartaciones.

Territorios enkartados como Villaverde de Trutzioz, Castro Urdiales, Limpias o Colindres entre otros, estuvieron también dentro de Bizkaia y muchos más se regían por sus Fueros, pero finalmente no se afianzaron en el señorío (más información https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/04/territorios-de-las-enkartaciones-que-se.html)




EL DURANGUESADO





En el libro “Introducción a la Historia Medieval de Álava, Guipuzcoa y Vizcaya en sus textos” J.A. García Cortázar y otros, comentan que el “Senior lope garçeiz arratiensis” (que luego donará “total villa radice un villa Arestegiza” en 1053), es un de los firmantes de la donación de Santa María de Aspe de Busturia (escrito como “Izpea”), junto al señor de Bizkaia Iñigo López (firma como “Enego”) y su suegro el rey de Pamplona-Navarra Sancho García IV el de Nájera: “reinante Garsea rex in Pamplona, in Castella Vetula et in Alava” (las tierras de frontera), año 1051-53. En otro documento un poco anterior, del año 1051, el “rex Garsea” junto con el “dux Enego Lopez”, dan a todos los monasterios de “Bizcaia et Duranco”: “ingenuidad y libertad” y firma reinando “in Pamplona et in Alaua et in Bizcaia”.





Por tanto Eneko o Iñigo López “Ezkerra” tenía un título superior al de conde y en ese documento de 1053 de Sancho Garçea o García IV “el de Nájera”, es donde se da entender que Munio Sánchez era el “comes” en Durango y que estaba subordinado al “dux” Iñigo López, aunque el documento parece extrapolado y no es segura la información y sí en el documento de 1051 que dice que Iñigo López era literalmente: “dux in illia piltria que uoatatur Bizcaia et Duranco”, por tanto como un único tenente para ambos territorios.

En el año 1053 los condes de Durango, Doña Leguncia y el mencionado don Munio Sánchez, fundaron San Agustín de Etxebarria con las aldeas de Memaia, Mendraka, Zenika, Gazeta, Berrio y Murgoitio.



La merindad de Durango se reunían en junta ordinaria en el auditorio viejo de Kurutziaga, en los arrabales de la villa de Durango, y las Juntas extraordinarias se hacían en la campa de Gerediaga, delante de la ermita de San Salvador y San Clemente. 

En 1578 se compró el caserío Zubiaurre de Astola para evitar la influencia de la villa de Durango. Se reunían los "14 pueblos" de Durango, las 11 anteiglesias y las villas de Durango, Ermua y Otxandiano. No participaba de las mismas la villa de Elorrio, unida desde 1630 a la anteiglesia de San Agustín de Etxeberria. Contaba el duranguesado con su conde propio al principio, que era a su vez el duque o señor de Bizkaia poco después. Desde 1095 Durango forma parte de Bizkaia aunque con un estatus particular.

Juntas de Gerediaga 

La villa de Durango se creó en la zona de Tabira perteneciente hasta entonces a Abadiño, por ello se llamó “Tavira de Duranco”, recibió sus fueros entre los años 1179 a 1182 bajo el reino de Nabarra, sería por tanto la villa más antigua de Bizkaia, iría desde la iglesia de Santa Ana a la de Santa María de Uribarri. Los historiadores clásicos Iturriza, Garibay y Henao, dicen que la villa de Durango la fundó por Sancho VI el Sabio. La Crónica de Ibargüen-Cachopín del siglo XVI, dice que Sancho VI de Nabarra "nombrado el Sabio y de otra manera, el Valiente, dio fueros a la villa de Durango que agora es Bizkaia que entonces hasta el lugar de Nabarra del pueblo e anteiglesia de Hechano de la merindad de Çornoça hera suyo...".


San Pedro de Tabira

En su libro “La gasconización medieval occidental del reino de navarra” el doctor en historia José Luis Orellá y Unzúe comenta que: “Del 15 de abril de 1179 es el laudo arbitral que el rey inglés realizó sobre las pretensiones territoriales de los dos monarcas enfrentados, Alfonso VIII de Castilla y Sancho el Sabio de Navarra. Ante la mutua desconfianza suscitada, ambos reyes se apresuraron a fortalecer sus respectivas fronteras. Sancho el Sabio aseguró los núcleos de población más importantes de estos territorios dando fueros a San Sebastián, Fuenterrabia, Vitoria y Durango”.

El fuero de la Merindad de Durango apareció incompleto en una misal de la iglesia de San Agustín de Etxebarria (actualmente pertenece a la villa de Elorrio). Estaban de Labayru lo llamó al publicarlo por primera vez “Fuero antiguo de la merindad de Durango ”, sería del siglo XII, lo que nos da una idea del derecho foral de Bizkaia por aquél entonces, el texto habla de herencias, juicios, ventas, ordenamientos municipales, ganado, obras públicas, ventas ambulantes, Juntas etc. de toda la “merindad de Durango”, es decir, de todo la tenencia o condado durangués. Sería el primer Fuero escrito conservado, incluso anterior al del rey Teobaldo I mandó escribir que data de 1238.

En el Fuero duranqués se habla de la existencia de la villa de Durango:

“Otrosi, si algun ruano que non sea raigado en la tierra llana de Durango/ le echasse fiador a algun durangues contra otro por deuda que ayan en/ otra qualquier manera/ que al que fuer de Durango y lo traxier a pleito/ en la villa e non lo quisier sacar alla al fuero de la tierra”.

Caserío Zubiarre en el barrio Astola de Abadiño


El Fuero del condado durangués fue escrito de nuevo en 1342. En 1628 Durango perdió su autonomía dentro de Bizkaia y se le aplicará desde entonces el Fuero bizkaíno mediante Escritura de Unión entre el Señorío de Bizkaia y la Noble Merindad de Durango: “La villa de Durango formaba parte de la comarca denominada del duranguesado pero no perteneció a la Merindad de Durango; las cuestiones comunes con las demás villas de la comarca y las anteiglesias duranguesas eran solventadas por medio de la Junta de los Doce Pueblos. Desde los inicios de la historia escrita, la comarca duranguesa aparece dentro de la órbita del reino de Nabarra. La Merindad de Durango y el duranguesado en su totalidad son, por ese entonces, tierra separada dentro de Bizkaia, es decir, que obedeciendo a igual señor que el Señorío, mantiene una vinculación peculiar con su instancia superior.”



“Colección documental del archivo municipal de Durango” Fuentes documentales medievales del Pais Vasco, Eusko Ikaskuntza, Sociedad de Estudios Vascos (San Sebastián-Donostia 1989) Concepción hidalgo de Cisneros Amestoy, Elena Largacha Rubio, Araceli Lorente Ruigomez, Adela Martínez Lahidalga:

“Fuero de Labradores de Durango”, es un texto que ha llegado hasta nosotros de forma defectuosa e interpolada y que algunos han atribuido a los reyes navarros Sancho el Sabio o Sancho VII el Fuerte en la segunda mitad del siglo XII. Ciertamente que se trata de un fuero dado a los labradores de Durango, no es por lo tanto un fuero municipal. Tiene como objetivo regular y regir las condiciones de la tierra y de sus cultivadores. Habría que incluirlo dentro de los Fueros Menores de regulación de pechas agrarias tan comunes en tiempo de estos reyes navarros. 

El texto que se nos conserva es del siglo XVI, está escrito en romance, y por lo tanto debe ser leído críticamente desechando las interpolaciones que contiene. El texto de este fuero lo integró Miguel de Alonsotegui en su Crónica de Vizcaya y más tarde lo transcribió Llorente en sus Noticias Tomo III pag. 374-376 atribuyendo el texto al rey Navarra García el Restaurador datándolo en 1051. El famoso historiador del Señorío Labayru transcribe en el apéndice de su tomo segundo un texto obteniéndolo de un traslado de 1732. Es un texto más largo y elaborado que el Fuero de Labradores de Durango. Al no estar fechado no es posible atribuirlo a rey alguno. (LABAYRU: II, 775-786)”.



(…) Con esto tendríamos que afirmar con la doctrina historiográfica, que Durango fue fundada por algún rey navarro en fecha posterior a 1051 en que cita García el de Nájera a Durango como “patria'' o tierra en significación paralela a la de Vizcaya. Garibay e Iturriza dan la paternidad de la villa de Durango al rey navarro Sancho el Sabio. De ser así y relacionando la fundación de Durango con otras villas navarras terminales de su reino, San Sebastián en 1180, Vitoria en 1181, habría que coincidir con Henao y Llorente y afirmar que la villa de Durango habría sido fundada por el rey navarro Sancho el Sabio después de 1180”.

Como hemos dicho, las Juntas de Bizkaia, finalmente, la formaban 72 anteiglesias junteras (elizate o elizaurre), 20 villas, 1 ó 2 representantes de Durango y 2 de las Enkartaciones. La merindad de Durango en 1740 pasó a tener 7 votos en Junta.


Fiel regidor o alcalde de Izurza con los dantzaris y su "chuzo"

La primera vez que se habla de una merindad en Bizkaia es en el año 1082 y después en una escritura de venta entre el abad de Abadiño y el de San Martín sobre la ermita de San Martín de Iurreta: “…Blagga Ezteriz merino en tota Bizcahia”. El señorío de Bizkaia quedó compuesto por cuatro merindades, que eran: Arratia, Busturia, Markina y Uribe, además de la de Bedia (Bedia-Lemoa, la más pequeña) y las dos del duranguesado de Zornotza y Durango, más las villas y la ciudad de Orduña así como las Enkartaciones donde seguirán reuniéndose los Concejos en la Abellaneda (y no toma el nombre de merindad). 

Al frente de las merindades se hallaba un merino o juez que impartía justicia. Las merindades también celebraban sus Juntas de Infanzones o reuniones. Las fronteras entre las merindades eran las lomas de los montes, quizás por eso “El balcón de Bizkaia” se encuentre en el paso desde Durango por el monte Oiz antes de llegar a Munitibar, justo en la antigua frontera entre el duranguesado y la Bizkaia nuclear. La frontera occidental entre el Señorío de Bizkaia y el condado de Durango estaría en Etxano, hoy Amorebieta-Etxano, en el territorio que lleva el significativo nombre de “campas de Nabarra”.

Palacio Zubiaur que se situaba en las Campas de Nabarra


En Etxano se cuenta que: «En su jurisdicción se levantaron, durante el medioevo varias casas solares y armeras: las de Larrea, Alzaibar y Arechaga, las de Belaustegui y Nafarroa, enclavada esta ultima a 500 mts de la parroquia de Amorebieta, en uno de cuyos ángulos estuvo plantada la mojonera o limite divisorio entre el señorío de Bizkaia y el ducado de Durango (sic), los bizkaínos de común acuerdo, la arrancaron el 28 de Enero de 1150 (ante la ocupación castellana que pretendía usarlo como mojón entre ambos reinos, se trata probablemente del 1150 de la Era Hipánica, es decir del año 1198). 

La Torre de Larrea data del año 877 y su fundación se atribuye al rey Iñigo de Navarra (sería el hijo de Eneko Aritza, Garsea Eneko o Iñigo García, años 852-882, por tanto Eneko el “joven”), que la cedió, junto a un extenso señorío, a su alférez mayor Iñigo de Lara». «(...) En Amorebieta fueron las casas solares y armeras, base de la acción pobladora. Las más antiguas son la de Andrandegui, la de Aldana (año 844), Cancelada, Garay, Zubiaur, Jauregi, Ibarra y Berna (...)». Por tanto, familias defensoras del reino nabarro. En Etxano existe hoy en día el topónimo “Nafarroako errota” y una zona llamada Nabarra en Amorebieta .


Torre o Palacio Muntxaratz

Una de las leyendas más conocidas del duranguesado cuenta como Doña Urraca, hija del rey de Nabarra Sancho VI “el Sabio”, se casó en 1172 con Pedro Ruiz, señor de la casa de Muntxaratz de Abadiano (municipio cercano a la villa de Durango en el camino a Elorrio y el puerto de Kanpazar). El hijo mayor, Ibon, era el destinado para ser el heredero pero era odiado por su hermana menor, Mariurrika. Un día en el que se encontraban en el monte Anboto, mientras el hermano dormía después de comer, movida por el odio y la envidia, Mariurrika arrojó a su hermano con la ayuda de una criada por las verticales paredes de la montaña. A su regreso dijo que su hermano se había despeñado. Acosada por la conciencia, una noche se presentaron en Muntxarantz los Ximelgorris o genios diabólicos. Desde entonces desapareció y se dice que habita en las cuevas del monte Anboto.





LA TENENCIA NABARRA DEL VALLE DE OROZKO



La tenencias de Ayala, Llodio, Orozko, Orduña y Mena, nacieron del hermano del señor de Bizkaia Eneko López “Ezkerra”, llamado Sancho López.

Su hijo, Lope Sánchez, firmó por primera vez como tenente nabarro de Ayala y Mena en 1095 y su hermano Diego, ese mismo año, firmó en una escritura de Santa María de Nájera con “Ayala” como apellido, desde entonces, así fueron conocidos los señores de Ayala: “Sennior Lope Sanxoz obteniente (sic.) Mena et Ayala”.

Un tercer hermano, más joven, Garçea o García Sánchez, gobernará el valle de Orozko a principios del siglo XII, todo parece señalar, que, como en el caso de Llodio, Orozko hasta entonces estaba dentro del señorío de Bizkaia.

La creación de la tenencia de Orozko como la de Llodio, Ayala u Orduña, obedece a un mayor control y defensa de los puertos de montaña de Orduña y Altube con castillos y casas torre de importantes parientes mayores, zonas de paso obligatorio de las mercancías hacia la meseta y lugares por donde podía entrar el enemigo, como así fue en numerosas ocasiones como veremos.

Garçea Sánchez, era hijo por tanto de Sancho López. Se casó dos veces según el libro de Luis de Salazar y Castro "Historia genealógica de la Casa de Haro" (1959), la primera vez con Anderquina y la segunda con Mayor. No sabemos bien a qué linajes pertenecían, aunque parece que una de ellas era hija de la Casa de Salcedo en Güeñes (Enkartaciones).

Le siguió al frente del señorío de Orozko su hijo Sancho García, a quien en el libro mencionado se le llama Sancho Díaz, apodado de Zurbano, por residir en anteiglesia alabesa de este nombre. Se casó con Alberta Iñíguez, de la Casa de los señores de los Cameros en La Rioja. Tuvieron tres hijos, García Sánchez, Alberta Sánchez y Juana Sánchez. La segunda hija, Alberta Sánchez de Orozko, se casó con el señor de Ayala y Salcedo Garcí-Galíndez, hacia 1180.

El señorío de Orozko no se integró en el de Ayala y el tercer señor de Orozko fue García o Garçea Sánchez, hijo de los anteriores, el cual se casó con Aldonza Iñíguez de Mendoza. Tuvieron por hijos a Eneko o Iñigo García y Sancho García. Este caballero empezó a usar como apellido el toponímico de Orozko.

El resto de los señores de Orozko, lo serán con Castilla y no con Nabarra, damos sus nombres y una pequeña biografía al final de este artículo.

Batalla de Nájera

Nos interesa el décimo de los señores de Orozko y último antes de pasar el título y el valle a la casa principal de los Ayala. Se llamaba Eneko o Iñigo López, alcalde y frontero mayor de Lorca (Murcia), rico-hombre de la Corte del rey Alfonso XI de Castilla.

Se casó Eneko con María de Meneses, tuvieron por hijos a otro Eneko o Iñigo López de Orozko, María de Orozko y Juana de Orozko. Sus acciones bélicas se confunden con las de su hermano, en las Crónicas de Alfonso XI aparece cuando menos como vencedor en una batalla en el año 1344.

Sirvió después Eneko a Enrique II de Trastámara, en la guerra que mantuvo por la corona Castellana contra su hermanastro Pedro I. El día 3 de abril de 1367, tuvo lugar la Batalla de Nájera entre las fuerzas de Enrique II y las de Pedro I, de la que resultó vencedor este último. En dicha batalla fue preso Iñigo López de Orozko y asesinado por el propio rey Pedro I "el Cruel".

Es así como quedó confiscado el señorío de Orozko por Pedro I "el Cruel" de Castilla, y perteneció durante un breve período a la corona castellana.

Cuando el último descendiente directo de los Ayala, Juan Sánchez "el Negro", señor de Salcedo, murió en 1322, Leonor de Guzmán, la favorita de Alfonso XI de Castilla, compró gran parte de sus bienes y señoríos, aprovechando la lucha interna que surgió dentro de la poderosa familia de los Salcedo-Ayala por su herencia. Finalmente, Fernán Pérez de Ayala, sobrino del difunto, fue quien se hizo con la herencia  (tras ser asesinado su hermano por los Murga y Abendaño en una masacre de 200 personas), volviendo a comprar a Leonor estos bienes y títulos nobiliarios en 1349; contó para ello con la ayuda de los Abendaño (sus enemigos), los cuales aportaron la tercera parte. En la parte que se refiere a Orozko, se señala en el contrato de compraventa:

"E vendo vos más la casa fuerte de Horosco con la justicia e señorío del dicho valle de Horosco, segund que io é e lo poseo e la casa fuerte de Oquendo e la casa fuerte de Marquina (Zuia) e el palacio de Derendano que es en Ayala, con los labradores e solares poblados e por poblar e el palacio de Burgena que es en Varacaldo, las quales casas fuertes e palacios io compré de Lope García de Salazar y de Martín Urtiz de Atharte, cauezaleros que fueron de don Juan Sánchez de Salzedo...".

En este documento se nombra el señorío de Orozko y los bienes que tiene en el valle Leonor de Guzmán, pero parece que su redacción estaba falseada, lo cual será muy importante en el devenir de valle como veremos.

Pedro López de Ayala

El rey de Castilla Enrique II , vencedor finalmente ante su hermano Pedro I "el Cruel", hizo donación a Pedro López de Ayala (el canciller Ayala e hijo de Fernán) de:  Artziniega, el valle de Llodio, el valle de Orozko y el monasterio de Respalditza como hemos visto (Toro, a 5 de septiembre de 1371).

Todo el valle de Orozko y de Llodio queda en manos de los Ayala y el documento es cierto, lo que parece invalidar el anterior, ya que estos valles no podían estar en manos de Enrique II y de Fernán Pérez de Ayala a la vez.

Caserío Arasketa de Orozko

LOS CASTILLOS DE UNZUETA Y LARRAGORRI

Desde el castillo de Untzueta en la misma cima del monte que le da nombre, se controla el puerto de Altube, pero mucho más, por ejemplo, se divisa todo el valle de Orozko, Zeberio, parte del valle del río Nervión (Amurrio, Orduña o Llodio), el castillo de Malmasín (Arrigorriaga) y otros montes como Gorbea, las montañas del duranguesado o los de la costa bizkaína, también los lindes con Castilla y Cantabria más allá de la sierra Gorobel o Salvada.

Reproducción del castillo de Untzueta en Orozko (Revista AVNIA)

J. I. Ibarguen en su Crónica General del siglo XVI, nos cuenta que el capitán Opamio construyó el castillo en el año 549, lo cual hay que situarlo dentro de las leyendas habituales de la época. La crónica señala también que su dueño Abuminio de Unzueta, murió en el año 935 cuando fue quemado el castillo.

El castillo probablemente fue construido o reconstruido a de mediados del siglo XI, no sabemos si por el rey nabarro Sancho Garçea "el de Nájera" para defender el territorio o por el propio Eneko o Íñigo López "Ezkerra", conde o señor de Bizkaia.


Bolaño usado contra el castillo de Untzueta,existen muchos en la zona del castillo

Los primeros datos escritos sobre el castillo nabarro de Orozko, son de después de la conquista castellana de la Nabarra Occidental que tuvo dos ataques, en primero en el año 1173 y el definitivo entre 1199-1200, durante los cuales el castillo de Untzueta debió de ser tomado por las tropas de los Haro o sus parientes los Ayala aliados con el rey castellano Alfonso VIII (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/bizkaia-fue-invadida-entre-1199-1200.html).


Sí tenemos constancia escrita de los asaltos protagonizados por el rey castellano Alfonso X "el Sabio" de Castilla, que lo cercó en el verano de 1277, cuando la nobleza bizkaína se rebeló ante su autoridad y su intromisión en los asuntos del señorío. Igual fortuna sufrió el castillo en 1289, siendo el protagonista en esta ocasión Diego López de Salcedo de la familia Ayala, que llegó bajo las órdenes del rey castellano Sancho IV de Castilla (reinó entre 1284-1295).

El rey de Castilla Sancho IV ordenó tomar Bizkaia ante la sublevación de los nobles, pero el castillo de Untzueta se resistía (año 1288-89). E luego el rey fue a cercar a Portilla de Torres e combatiola con engeños e tomola e envió a Vizcaya a don Diego López de Salcedo e tomola, salvo un castillo que dicen Unzueta que se tovo e mandolo cercar e combatir con engeños ... (Fernán Sánchez Tovar “Crónica del rey don Sancho el bravo”).


Restos del castillo nabarro de Untzueta. 

De nuevo fue sitiado el castillo de Untzueta en el año 1332 por Alfonso XI, cuando quiso ser nombrado señor de Bizkaia haciendo frente a los Haro, siendo rechazado por los parientes mayores:

El rey de Castilla quiso quitar a los Haro el señorío de Bizkaia, pero no pudo por la resistencia de los bizkaínos: “De cómo el rey don Alfonso (XI) fue a Vizcaya et de lo que y fizo (en el castillo de Untzueta, año de 1332). Et estando en esta villa, venieron y los de la tierra de Ayala et los de la tierra de las Encartaciones et otorgaron al rey el señorío de aquellas tierras et el rey envió sus merinos et sus alcaldes et sus oficiales. Et partió dende et entró en Vizcaya et pasó cabe el castiello de Unceta et fue a Bilbao ...et porque los castiellos de Unceta et de Munchete et de Sanct Miguel de Ereño et de la peña de Sanct Joan tenían omes fijosdalgo con omenage por doña María, mujer de don Joan Nuñez, el rey quisiéralos cobrar todos o algunos dellos, si pudiera ...” (Corónica del rey don Alfonso el onceno, s. XIV)

En el año  1357, fue el rey mencionado Pedro "el Cruel", quien intentó tomarlo cuando perseguía a su otro hermano Don Tello (señor consorte de Bizkaia), ocasión que terminó con la destrucción de la fortaleza, defendida por el arratiano Juan de Abendaño y Juan López de Aldape y Martín Sánchez de Bedia.

Monte Untzueta donde estaba el castillo

Hoy no queda nada de la calzada que llegaba hasta la montaña, pero sí se conserva en el museo de Orozko alguna de las bolas o bolaños de piedra utilizadas a modo de proyectiles para la defensa de esta atalaya o castillo bizkaíno, así como los restos de una catapulta de grandes dimensiones que nos dan una idea de la defensa del mismo.

Revista AVNIA 

Existía en Orozko, al otro lado del valle, otro castillo, del cual solo nos queda el nombre, "castillo de Larragorri", documentado tardíamente y del cual no se ha encontrado su emplazamiento, aunque solo puede ser medieval.

Juan Picaza (AVNIA nº 2 -año 2003-): “Beste gaztelu bat izan ei zen Santa Marina gaineko Jesuri (edo Gesuri) deitu tontorrean (Castillo de Larragorri deitutakoa), Orozkoko mendebaldean, mendi horri “El Castillo” ere deitzen diote eta gazteluaren arrastoak ba ei dira han” (Había otro castillo al parecer sobre Santa Marina en la cima llamada Jesuri-Gesuri, en el oeste de Orozko, a ese monte también se le llama "El Castillo" y hay restos del castillo allí).

Su construcción se atribuye a los “Mairu” o genios de la tierra, como tantas construcciones antiguas y crónlech  (mairubaratz) en toda Euskal Herria (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2016/05/el-enigma-de-los-mairubaratz-una.html).




ENTRE ALABA Y BIZKAIA

En 1394, el valle de Orozko se había integrado plenamente en la “Hermandad de Bizkaia”, creada por el “oidor” o Corregidor castellano del Señorío de Bizkaia Gonzalo Moro para luchar infructuosamente contra los banderizos o parientes mayores, la cual en Bizkaia no tuvo el éxito que sí tuvo en Álaba. En 1464, se firmó un acuerdo con el señorío de Orozko y su Junta de Larrazabal, por el cual se concedía la función de arbitraje al Corregidor de Bizkaia, evitando así depender de Alaba para los asuntos judiciales.

En la Jura de Fernando de Aragón “El Falsario” o “El Católico” de los Fueros Viejos de Bizkaia en 1470, en nombre de su mujer Isabel "La Católica" que era la señora de Bizkaia, están los apoderados de Orozko y Llodio, así como Castro Urdiales.

Orozko junto a Llodio dentro de las Hermandades de Alaba 

Sin embargo, desde 1507 hasta 1558, estuvo el Valle de Orozko integrado en la Hermandad de Alaba. No sabemos las razones que llevaron al valle a integrarse en la esta Hermandad, pero puede que la pertenencia del valle a la familia Ayala esté detrás de ello como pasó con Llodio. La vida del valle de Orozko dentro de la Hermandad alabesa, transcurrió de forma pacífica hasta 1552, año en el que estalló el conflicto entre el valle de Orozko que pretendió separarse y Alaba que se resistía.

Consiguió Alaba una Carta Real a su favor, y convocó unas Juntas particulares para los días 3 y 4 de enero de 1556 en la que se abordó la pretendida separación del valle de Orozko y se designaron agentes de la Provincia en la Corte para que se opusieran a las pretensiones de Orozko (la mayoría de estos datos están sacados de "Emblemática del valle de Orozko" Juan José González Sánchez).

El valle de Orozko no cejó en sus intentos y encaminó el conflicto por vía judicial, logrando en el Consejo sentencia de vista en 1558, declarándolo ser del "Condado, Fuero y señorío de Bizkaia, y por libre y exento de las Hermandades de Alaba", lo que se confirmó por auto de revista en 1568, desde cuyo tiempo quedó para siempre el Valle de Orozko separado e independiente de la provincia de Alaba.

En el 1574 intentaron incorporarse los de Orozko al señorío de Bizkaia, pero, diversos intereses contravenidos, echaron al traste sus pretensiones.

En el año 1620 se incoó un nuevo pleito contra el conde de Ayala por la incorporación al señorío de Bizkaia, alegando que cuando el conde de Salvatierra y señor de Ayala, Pedro López Ayala, se alzó con los Comuneros de Castilla, le fueron incautados todos sus bienes para la corona, solicitando se aplicara el Edicto.Veremos que este argumento resultará determinante más de un siglo y medio después.

En abril de 1624, en la reunión de la Junta General del señorío de Bizkaia, acudieron Miguel García de Olarte y Esteban de Anuncibay, dueños de las mismas casas en dicho valle, en representación del valle de Orozko, diciendo como estaba reincorporado en el Señorío y que se regían por el mismo Fuero, solicitaron que se le admitiese a él. En prueba de su buena disposición, ofrecía cuatrocientos hombres armados si surgía la guerra que se temía con Holanda, solicitando que los capitanes de estas tropas fueran nombrados por su señoría Juan González de Salazar, Corregidor del Señorío.

Ayuntamiento de Orozko en Zubiaur de 1754

En 1632 surgió un pleito entre el señorío de Bizkaia y el valle de Orozko, donde se ve su dependencia del mismo en varios temas: "Otrosi propusieron los dichos síndicos generales, Joan Ochoa de Galarza Sancho Martínez de Uribarri, que los Valles de Orozko y Llodio gozan la sala del dicho juez mayor y los fueros del dicho Señorío, diciendo que son dependientes de él, en cuya observancia el dicho Señorío a gastado muchos millares de ducados y los ha gastado cada día... En esta fecha se les hace un requerimiento, para que contribuyan a los gastos que dichos servicios ocasionan, y en el caso de que se nieguen a hacerlo se les amenaza con la exclusión de la dicha sala y gozamiento de los dichos Fueros (sic)".

En 1642, 1646, 1656 y 1702, el valle de Orozko participó, como en anteriores ocasiones anteriores, con hombres y/o dinero en el regimiento obligatorio del señorío de Bizkaia para las guerras en las que incurría la corona de Las Españas. A Okendo en Ayala, a Orozko y a Llodio se les encuentra en 1688 pagando los impuestos o albalá de las ferrerías al Señor de Bizkaia y rey de Castilla.

Desde el año 1661, el señorío de Bizkaia concedió a los habitantes de los valles de Llodio y a los de Orozko, la posibilidad de adquirir la vecindad bizkaína con solo demostrar su procedencia.

La casa torre de Aranguren fue construida en torno al año 1500. Los Orozko, emparentados con los Aranguren desde el siglo XIV, fueron los dueños de este edificio hasta el siglo XVII. El representante más antiguo de los Aranguren de Orozko fue Pedro Ochoa de Aranguren, que nació en el Valle de Orozko hacia 1490. Con el escudo de los Olarte.


EL JUICIO QUE SUPUSO LA ENTRADA DE OROZKO EN BIZKAIA

Estanislao Labayru en su “Compendio de la historia de Bizkaia”, explica cómo se incorporó, de forma bastante singular, el valle de Orozko al señorío de Bizkaia. Todo empezó con un nuevo pleito en la Chancillería de Valladolid contra la Casa de Ayala por la posesión del señorío de Orozko en el año 1759 interpuesta por el valle de Orozko, el cual se vio apoyado esta vez por el señorío de Bizkaia dos años después. 

El demandado era Jacobo Francisco Eduardo Fitz-James Stuart y Colón de Portugal (1718-1785), duque de Veragua y Berwick, pero que además era conde de Ayala y señor de Orozko. El título de conde de Ayala fue creado por Felipe III de Las Españas en 1602, a favor de Antonio de Fonseca y Ayala, y daba continuación al antiguo señorío de Ayala, condado ayalés que heredó su hijo Fernando. La hija de éste, Teresa, se casó con Pedro Manuel Colón de Portugal (descendiente de Cristóbal Colón) y su nieta Catalina con Jacobo Fitz-James Stuart y Bugh de sangre real británica, los cuales eran los padres del demandante.

Estaba casado Jacobo con su pariente lejana María Teresa de Silva y Álvarez de Toledo, hija de la duquesa de Alba María Teresa Álvarez de Toledo y Haro. El hijo de Jacobo y María Teresa, fue Carlos Bernardo Fitz-James Stuart Silva (Liria 1752-Madrid 1787), entre sus muchos títulos nobiliarios, estaba el VIII conde de Ayala, quedando así el título en la todopoderosa Casa Alba que es su poseedora actual.

 El demandante Jacobo Francisco Eduardo Fitz-James Stuart y Colón de Portugal (1718-1785) 
Duque de Veragua, duque de Lliria y Jérica, duque de Berwick, duque de la Vega de Santo Domingo y conde de Ayala


Jacobo Fitz-James Stuart, basaba su derecho a la posesión del señorío de Orozko en el documento de compraventa otorgado en 1349 por Leonor de Guzmán a favor de Fernán López de Ayala, y su conversión en mayorazgo en el año 1373. Pero el fiscal de la Real Chancillería, el doctor Juan de Miranda y Oquendo, en su memorial, da por falso dicho documento, así desde de la página 14 a la 33 se dedica a desbrozarlo y mostrar las incoherencias que, a su juicio, el documento contiene. Demostrada su falsedad, todos los demás actos de carácter jurídico carecerían de valor.

Pero existía otro documento posterior que también hemos mencionado, donde Enrique II Trastámara, ya como rey de Castilla: “hace merced de la Jurisdicción del Valle de Orozko y Llodio a Pedro López de Ayala (el canciller Ayala, hijo de Fernán)”, en pago por la ayuda prestada en su guerra contra su hermano Pedro I “el Cruel”.

Este documento también fue recurrido por el valle de Orozko y el señorío de Bizkaia por la condena en 1521 del emperador Carlos I de Alemania a perder todos sus bienes a Pedro López de Ayala, el canciller, los cuales pasaron a la corona, debido a su apoyo y participación en el alzamiento de los Comuneros de Castilla contra Carlos I como también hemos visto.

Aunque esta sentencia fue revocada en 1524 y todos los señoríos devueltos al hijo de Pedro López de Ayala, Atanasio, el valle de Orozko y el señorío de Bizkaia, alegaban que: "esos bienes, digo, nunca se restituyen, ni se le quitan al donatario, por más que el delincuente, a quien confiscaron, vuelva a la gracia del Soberano, y obtenga una plena abolición de su delito". Así mismo, hicieron una distinción entre los mayorazgos erigidos a partir de bienes adquiridos y los creados en base a bienes o derechos donados por los reyes, como era en esta ocasión, en cuyo caso, bastaba la simple voluntad del rey para que se puedan confiscar. Concluyeron su alegato, resaltando la pertenencia ancestral del valle de Orozko al señorío de Bizkaia.

El documento de Juan de Miranda y Oquendo: "Sobre que se reintegre y restituya a la Corona, y Patrimonio Real la Posesión del Señorío, Jurisdicción, y Vasallage del valle de Orozco, uno de los comprendidos como Parte integrante del mismo Señorío de Vizcaya, de que injusticamente se halla despojada (sic.)".
Documento del juicio donde también se ve que el duque de Veragua y "Barbik" (Berwick), firmaba también como conde de Ayala



La sentencia de la vista se falló en 1768, siendo favorable a Jacobo Fitz-James Stuart, pero fue recurrida hasta dos veces, por lo que en 1774 y 1777 hubo nuevas sentencias, confirmando la primera. Finalmente, el valle de Orozko y el señorío de Bizkaia recurrieron a la apelación en grado de segunda suplicación ese mismo año de 1777, y la sentencia definitiva tuvo lugar el 15 de julio de 1782, revocando esta vez las anteriores e imponiendo perpetuo silencio al duque de Veragua y Berwick y conde de Ayala, el cual perdió de este modo el señorío, jurisdicción y vasallaje sobre el valle de Orozko. El valle de Orozko quedó en este juicio definitivamente unido a Bizkaia e incorporado a la Corona de Las Españas como señores de Bizkaia desde 1379.


En la Junta general del 22 de julio de 1782, comunicó al señorío de Bizkaia la noticia. El acuerdo al que se llegó con el valle de Orozko, constaba de los siguientes capítulos:

-Capítulo primero: dicho valle de Orozko quedaba sujeto a todas las cargas existentes en el señorío de Bizkaia, sin distinción de las demás villas y anteiglesias.

-Segundo capítulo, se procedería a efectuar la fogueración del valle (saber el número de vecinos con derecho a voto y obligación tributaria).

- Tercer capítulo, se consignaba que Orozko sería convocado a las Juntas Generales de Bizkaia disfrutando de voz y voto.

-El cuarto indicaba que el Valle quedaba sometido al gobierno universal del señorío: "sin alterarle el particular político y económico que hasta aquí había tenido y tiene, ni la jurisdicción que en primera instancia competía a su alcance ordinario entre sus vecinos y moradores en los casos y cosas que había lugar por fuero y derecho (…)”.

-En el capítulo quinto, se aclaraba que pleitos se reservaban al corregidor de Bizkaia, los mismos que en el resto del señorío.

-Finalmente, en el último capítulo se aclaraba cómo todo gasto que surgiese de la dificultad de su entrada a formar parte del señorío de Bizkaia, correrían a cuenta de dicho valle de Orozko.

El Valle de Orozko aceptó estas condiciones en Junta General celebrada por sus vecinos en la campa de Larrazabal el 31 de julio de 1784, quedando definitivamente adscrito al señorío de Bizkaia al acudir a la Junta celebrada en Gernika el 2 de abril de 1785 y acabando con el "señorío de Orozko" que desapareció, ya que Orozko se integró formando la séptima merindad de Bizkaia y acudía a las Juntas Generales con un único voto.

Una vez dentro del salón, en la primera sesión, se procedía a convocarlos por Merindades, según el orden de las siguientes nueve divisiones políticas de Bizkaia (que en algún caso, no coincide con su antigüedad como cabría esperar, es el caso de Markina que es posterior a la merindad de Zornotza):

1. Merindad de Uribe 
2. Merindad de Busturia 
3. Merindades de Arratia y de Bedia-Lemoa 
4. Merindad de Markina 
5. Merindad de Zornotza 
6. Villas y Ciudad 
7. Enkartaciones 
8. Merindad de Durango 
9. Merindad de Orozko

Sala de Juntas de Gernika con los señores de Bizkaia, 
incluido los legendarios como Juan Zuria, 
el primero por la izquierda con el escudo de Bizkaia con el roble de Gernika 
y los lobos de los felones López de Haro 
https://lehoinabarra.blogspot.com/2018/12/la-felonia-de-los-lopez-de-haro-y-como.html


LA JUNTA o BATZARRA DE LARRAZABAL EN OROZKO

La costumbre ancestral de hacer Junta General en Larrazabal, es citada por primera vez en una acta de 1464, lo que nos remonta necesariamente, a la Alta Edad Media. Al inicio del documento se lee: "...en el campo de Larrazabal, que es en el valle e Tierra de Orozco, donde se acostumbra hacer Junta General del conceyo".

"So el árbol de Larrazbal de este Valle de Orozco" (Acta de la Junta del 6 de julio de 1670). Lo que nos dice que había un árbol sagrado.

"En la campa de Larrazbal de este Noble Valle de Orozco de el Mui Noble y Mui Leal Señorio de Vizcaya paraje acostumbrado para celebrar actos de juntas generales" (Acta del 22 de agosto de 1779).

"En la Campa de Larrazabal, que en ydioma Bazcongado se titula de Batzarra, notoria en la Merindad de este Noble Valle de Orozco" (Acta 6 de julio de 1783).

Revista AVNIA


El valle de Orozko hacía sus Junta en las campas de Larrazabal, donde se encontraba la ya desaparecida casa-torre y ferrería de Orozko, muy cerca de la actual casa palacio Jauregia que puede verse junto a la carretera, y en cuyo muro de piedra se conserva todavía una puerta en arco apuntado que podría haber pertenecido a la mencionada casa Orozko, propietaria, también, de la ferrería. El origen del termino Orozko, podría estar relacionado con el de esta torre. Los habitantes del lugar aún señalan con precisión la campa concreta, no arriba, cerca del caserío Larrazabal (ver foto), si no más abajo, en una loma cercana a Jauregia.


Palacio Jauregia del siglo XVII.
La venta en 1523 de los bienes del canciller Ayala y conde comunero de Salvatierra a Sancho Díaz de Leguizamón por Carlos V de Alemania (no existía el título "de España" sino I de Castilla, pese a que también se le nombra modernamente como I de España), tuvo lugar en una Pamplona-Iruñea recién conquistada. Entre los bienes vendidos, se encontraba: "La torre y casa de Orozco y la casa vieja que estaba delante de la torre, con sus lugares viejos y robledales, manzanales, montes y heredades y con todas las otras cosas a lo susodicho anexo y perteneciente y la herrería que estaba junto a la torre, con sus montes y casas a la dicha herrería anexas y pertenecientes y el molino que estaba junto a la dicha torre y herrería, con todas sus pertenencias y todo lo a ello anexo y perteneciente".

Pero no fue el único lugar donde se celebraron las Juntas. Aún hoy continua en pie y en buenas condiciones la ermita de Santa Catalina en Jauregia, perteneciente a la anteiglesia de San Martín de Albitzu-Elexaga, un pequeño templo donde oían misa los representantes de las Juntas antes de acudir a la reunión en la cercana campa de Larrazabal, o, incluso acogía a la propia Junta cuando llovía, hacía mucho frío o nevaba: "En la Hermita de la gloriosa Santta Catthalina de Sena, sita en esta Merindad y Valle de Orozco, donde en tiempo de aguas se celebran las Juntas Generales en la forma acostumbrada" (Acta 22 de diciembre de 1782). 

Santa Catalina


Pero había un tercer lugar de reunión. En el libro, "Paseos por Orozko", Pedro Mari Ojanguren, señala que "(...) de época relativamente reciente, viene la noticia de que alcalde, regidores y síndico del valle, después de haber oído misa en la ermita de Santa Catalina, en Jauregia, y como estaba lloviendo, bajaron a efectuar su reunión a la ermita de San Antón, frente a Zubiaur; la casa de Orozko era próxima a Larrazabal".
Zubiaur, Orozko (Bizkaia). Caserío en la plaza de Doña Casilda Iturrizar. En la calzada del primer plano se ubicó hasta 1953, en que fue derribada, la ermita de San Antón. Fot. Mikel Garikoitz Estornés Zubizarreta, 1992.

Parece ser que San Antón gustó tanto a los junteros que, incluso cuando no llovía y tampoco hacia frío, continuaron haciendo uso de ella, desplazando el antiguo lugar del batzarre. El ensanche del acceso a la nueva parroquia de Zubiaur determinó su derribo en 1953, con lo que se perdió para siempre un elemento patrimonial importante, impidiéndonos ver aquella alta espadaña con campana que al parecer tuvo. Desde 1754 que se construyó la casa consistorial o ayuntamiento, también se usaba la sala de Juntas de la misma para el batzarre.

Barrio de Murueta


El gobierno de la Junta de Orozko en Larrazabal, la componían las cuatro anteiglesias de: San Pedro de Murueta, San Martin de Albitzu- Elexaga, San Bartolome de Olarte (representante a su vez de las parroquias de San Lorenzo de Urigoiti y de Andra Maria de Zaloa) y San Juan de Orozko.


Zaloa

En la Junta de Larrazabal se trataban todos los asuntos referentes al valle, entre ellos el nombramiento de cargos, la administración de montes comunales, pastos, remates de neveras o neveros, aprovechamiento de granos del bosque (castañas, bellotas y hayucos) y aguas del común, mantenimiento de caminos y veredas, multas y subastas o infraestructuras para el valle.


Kirikiñausiak o ericeras de Orozko, donde se guardaban las castañas de los comunales.

En las Juntas de Larrazabal para el buen gobierno del valle, se congregaban: "...escuderos y hombres buenos de la dicha Tierra e valle de Orozco, clérigos e legos, e labradores, estando ende ayuntados los alcaldes y oficiales, hijosdalgo...", y ademas los altos cargos, a saber: el Alcalde de Hermandad con jurisdicción para conocer y librar todas las cosas y causas que conocen los alcaldes de Hermandad de Bizkaia, los alcaldes ordinarios ...la jurisdicción ordinaria, civil y criminal, de la dicha tierra y valle de Orozko. y los fieles regidores, también con funciones ejecutivas.

Caserío Munikogoikoa s. XVI


Ademas, el señor de Ayala podía nombrar un Alcalde Mayor y a su representante el merino, que estaba obligado a jurar sobre la cruz y santos evangelios en la Junta de Larrazabal, que usaría bien y fielmente el dicho oficio.

Sabemos por un documento fechado en 1464 que nos da Pedromari Ojanguren, que los habitantes del valle, venían encontrando problemas en su funcionamiento interno merced a la intromisión de pleno en sus derechos mas tradicionales por parte del señor de Ayala. Convertido también en señor de Orozko por avatares históricos, García de Ayala, sobrino de Pedro López de Ayala (que no debe confundirse con su abuelo, el famoso Canciller de Ayala), sometió a los habitantes de Orozko al arbitraje del Corregidor de Bizkaia por sus diferencias, manifiestamente públicas, sobre la forma de gobernar el valle. 

La sentencia arbitral, por otra parte, no le salió nada favorable y tuvo que aceptarla realizando juramento sobre la cruz y los evangelios, lo que demuestra el carácter no feudal de este señorío, sometido a las ordenanzas del valle e incluso al Fuero de Bizkaia en todo lo que sobrepasase al primero.

Casa torre Torlanda o Legizamon, s. XV. Esta torre fue otra de las requisadas por Carlos I a Pedro López de Ayala, por su participación en la revuelta de las Comunidades, y vendida en 1523 al bilbaíno Sancho Díaz de Leguizamón. 

Orozko reunió con el tiempo a sus cuatro anteiglesias en un solo ente administrativo como todas las demás Juntas en el 1841, el ayuntamiento actual, con la pérdida foral tras la Primera Guerra Carlista y por imperativo legal de la nueva Constitución de Las Españas (censaria, de unos pocos hombres ricos) y la desaparición de las formas tradicionales de gobierno, mucho más participativos y democráticos.

Pese a ello, el pueblo vasco siguió ignorando o adaptándose como pudo a las leyes impuestas por el Gobierno militar del General Espartero y los posteriores gobernantes de Madrid o de Las Españas hasta la Segunda Guerra Carlista (1872-76), cuando se produjo la pérdida casi total de los Fueros. 

En las Elecciones de las Juntas Generales para el bienio 1860-1862, los municipios electores de los Diputados Generales fueron:

- Por el bando oñacino:

      Anteiglesia de Luno
      Anteiglesia de Bedia
      Anteiglesia de Ibarruri (hoy Muxika)

- Por el bando ganboíno:

      Anteiglesia Kortezubi
      Anteiglesia Murueta
      Valle de Orozko

Puente barroco de Anuncibai en Orozko


Se puede afirmar con rotundidad que el modelo pirenaico, aún hoy no ha sido democráticamente superado, por ser de listas abiertas o incluso de elección aleatoria de los cargos (en muchos lugares se accedía a ellos por turnos), por la participación de un representante de cada hogar o "fuego" (esté en propiedad o en alquiler) en todas las decisiones que le atañe y sin supuestos intermediarios que nada consensúan con sus "representados" como en el modelo partitocrático actual.

Era así el derecho foral, de abajo a arriba, desde las Juntas de los barrios, a las Juntas de los municipios y a las Juntas de los valles como el de Orozko en Larrazabal, de donde saldrían los representantes a la Junta General de señorío en Gernika para lo que requiriese el bien común de Bizkaia. Para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2017/06/los-fueros-el-derecho-comun-todo-el.html

San Juan Zaharra de Orozko, layando en Auzolan o Lorra, figura del derecho pirenaico hoy desaparecida, tras varias guerras para defenderlo, y donde de la centralización castellana salió victoriosa (Foto P.M. Ojanguren). 


RESTOS NABARROS EN OROZKO

Sobre la tenencia Nabarra de Orozko, Pedro Mari Ojanguren comenta en “Paseos por Orozko”: “¿Cuándo se constituyeron las parroquias de Orozko como tales? No hay noticias de ello, como tampoco las hay del resto de Bizkaia. Pero si situamos la creación de los arciprestazgos, entre ellos el de Orozko, a finales del siglo XII, podemos aventurar que las parroquias también son de ese mismo tiempo.

A ello contribuye, por otro lado, la datación en estas fechas de muchos de los templos parroquiales de Bizkaia, las de San Bartolomé de Olarte, Zaloa y Urigoiti incluidas (de la que dependían más de una dieciséis ermitas), y la desaparición, al tiempo, de las cesiones de “iglesias propias” a los monasterios renombrados de la Cogolla, Oña, etc.”

Ermita de Santos Fabián y Sebastián de Egurriartu


Orozko tuvo hasta 6 iglesias parroquiales, sería de origen nabarro y por tanto la más antigua: la Ermita de Santos Fabián y Sebastián de Egurriartu (perteneciente a la parroquia de San Bartolomé de Olarte).

San Bartolóme de Olarte


1. La propia iglesia San Bartolomé de Olarte tiene una portada románica por el acceso sur, quizás también la de Zaloa (foto más arriba).

Santiago de Katadio


2. Santiago de Katadio y San Fausto de Okeluri (parroquia de San Juan).

Santa María de Goikiria


3. Santa María de Goikiria (parroquia de San Martín de Albizu-Elexaga). En la iglesia de San Juan Bautista había una virgen María románica tardía trasladada desde la ermita de Goikiria.

San Miguel de Mugarraga


4. San Miguel de Mugarraga o Beraza (de documentación más antigua, ya en el s. XIV), tenía además una necrópolis altomedieval en la campa sur hoy desaparecida.

San Isidro de Manzarbeitia

5. San Isidro de Manzarbeitia (ambas en la parroquia de San Juan).

Santa Marina de Arrola o Agirre

6. Santa Marina de Arrola o Agirre (parroquia de San Juan).


7. San Lorenzo de Urigoiti tiene en su cabecera un lucero abierto románico.


Iglesia de San Román, hoy de San Juan

8. San Juan de Orozko (hasta el siglo XV de San Román), de la que no quedan restos de la primitiva iglesia.


Estela bajo medieval (sobre el s. XII). 
En la cima de un resalte conocido
como Kurtzegan, entre el collado de Urizar y
una cumbre llamada Kolometa. El topónimo Kurtzegan nos 
evidencia su anterior presencia (AVNIA nº 2).


Estela medieval de Arane, la leyenda cuenta que una chica
que iba de Murgia al caserío Arane de Orozko fue atacada por los lobos y murió
allí mismo. No se encontraron de ella más que los pelos. En su lugar se puso esta estela y se hizo un pequeño oratorio.
 



El Macizo del Gorbea es el que confiere al valle de Orozko un carácter especial. Declarado Parque natural en 1994, es el parque más extenso de la Nabarra Occidental, con una extensión total de 20.016 hectáreas. El Parque acoge el Biotopo protegido de Itxina, perteneciendo en su totalidad al municipio de Orozko, con un total de 571 hectáreas.


GENEALOGÍA DE LOS SEÑORES DE OROZKO TRAS LA CONQUISTA DE LA NABARRA OCCIDENTAL


En su trabajo "Emblemática del valle de Orozko", Juan José González Sánchez, nos da el listado de señores de Orozko, lo transcribimos a partir del cuarto donde nos habíamos quedado:

4º Íñigo García fue el cuarto señor de Orozko, se dice que estuvo en la batalla de las Navas de Tolosa, en el año 1212. Se ignora quien fue su esposa, pero se asegura que fueron sus hijos: Lope Iñíguez, e Inés de Orozko. 


5º Lope Iñíguez de Orozko, primero de este apellido, fue uno de los trescientos caballeros que tuvieron repartimiento en las conquistas de Baeza (1227) y Ubeda (1234). Ninguno dice con quien casó. Tuvo por hijos a: Íñigo López, y Mencía Iñíguez.

6º Íñigo López de Orozko, fue sexto Señor del Valle de Orozko, rico-hombre de Castilla, y ayo del Infante Fernando, más tarde rey de Castilla, con quien después estuvo en la conquista de Sevilla (1248). No consta con quien fue casado, pero se asegura que fueron sus hijos: Lope Iñiguez, Martín Iñiguez de Orozko y Fortún Iñiguez de Orozko.

Casa de Orozko 
En campo de plata, una cruz de gules cargada de ocho aspas de oro, y acompañada de cuatro lobos de sable como el de los Haro (su casa matriz), afrontados dos a dos. Bordura general de gules, cargada de ocho aspas de oro.
Las armas de este linaje se formaron, por lo que cuentan las crónicas, en dos etapas. En el año 1212 se halló Iñígo García en la batalla de las Navas de Tolosa y que por esto regló las armas en la forma de cruz que después uso su familia. La Casa de Orozco trae por armas, en campo de plata cruz colorada con cinco aspas de oro y en los cuatro huecos que deja la cruz otros tantos lobos negros como la Casa de Haro. En la toma de Baeza, que fue en el año 1227, se encontraba Lope Iñíguez, hijo de Iñigo García. Y por haber sido dicha conquista el día de San Andrés, tomaron muchos linajes el aspa por armas y otros orlaron con ellas las que ya tenían. Entre los que así lo hicieron estaba la Casa de Orozco.

7º Lope Iñíguez de Orozko. El año 1255 seguía el partido del infante don Enrique, hijo del rey Fernando III de Castilla, y de don Lope Díaz de Haro, Señor de Bizkaia, con quienes pasó a Aragón (Gerónimo de ZURITA, Anales de la Corona de Aragón, 1610: Libro III, cap. II, fol. 169 vº). Garibay refiere como se quebrantaron las paces que se habían hecho entre el rey Teobaldo (Navarra) y Alfonso X el Sabio, rey de Castilla; y que favoreciendo Jaime I, rey de Aragón, al de Navarra, se partió a Estella, donde llegaron el Infante don Enrique, don Lope Díaz de Haro, y sus parientes e hicieron pleito de homenaje al rey de Aragón de servirle contra cualquier «Príncipe del Mundo”, entre los cuales nombra a Lope Iñíguez de Orozko. Casó con Juana Ruiz, quinta señora de Hita y Buitrago, y tuvieron por hijo a:

8º Ruy López de Orozko, octavo señor de Orozko, que murió peleando en la batalla de Martos (Jaén), año 1275. Casó con su prima segunda Mencía Fernández de Valdés. Fueron sus hijos Juan Fernández, y Diego Fernández de Orozko.


Martos (Jaén)

9º Juan Fernández de Orozko, señor del Valle de Orozko y de otros muchos estados en el reino de Toledo, en tiempo del rey Alfonso XI, y Adelantado Mayor del reino de Murcia, por don Fernando Manuel, príncipe y señor de Villena. Casado con Juana Manuel, hija de don Juan Manuel, príncipe y señor de Villena. Fueron sus hijos: Iñigo López, Iñigo López de Orozko y Lope Iñiguez de Orozko.

Nevero de Itxina

10º Íñigo López de Orozko, fue el décimo Señor del Valle de Orozko, cuya participación en la Batalla de Nájera y su asesinato por Pedro I "el Cruel", ya hemos narrado.

Por tanto y a partir del décimo de los señores de Orozko, quedó el señorío de Orozko en la familia principal de los Ayala desde 1349 (creado el mayorazgo como tal en 1373), hasta integrarse en el señorío de Bizkaia como la séptima merindad en 1785.

Cueva de Supelegor en Itxina, vivienda de Maddi, 
diosa principal de la religión vasca.


LA TENENCIA NABARRA DE ORDUÑA 


«Los hijos de La Antigua, la celestial patrona,
Honor de la Vasconia y amor del orduñés,
Trayendo ricas perlas, que adornen tu corona,
¡Oh Virgen de Begoña! acuden a tus pies»


"La aparición de su imagen es tan antigua, que no hay noticia positiva que determine el tiempo en que fue. Solo se sabe por algunos papeles, y constante tradición derivada de gentes en gentes, o de sucesión a sucesión, que fue mas de mil años ha, sobre un moral, que todavía se conserva, con la mayor frescura, frente de su santa casa, tan hermoso, como que todos los años produce abundante y sazonado fruto"  José Antonio de Armona y Murga, historiador ayalés (año 1789). El moral o morera primigenio, ya no se conserva y en su lugar se puso un retoño del mismo.

El matemático, cosmógrafo, navegante, lingüista y licenciado en leyes, Andrés de Poza y Yarza nacido en Orduña (1547-1595), conocido como Licenciado Poza (que da nombre a una conocida calle de ambiente bilbaína), decía de su población natal: «Orduña Ciudad y Cámara de Vizcaya está situada en un valle muy fértil y ameno, al paso de la más áspera, y fragosa Peña del Reino. Su población antigua fue donde está ahora el Santuario de Nuestra Señora de Orduña la vieja; si no que después acá, el Rey Don Alonso décimo, en uno con Dª Violante su muger… Tiene la Ciudad, aldeas de su jurisdicción, y son las siguientes: Ripa, Cedélica, Lendoño de yuso y Lendoño de Suso, Velandia, Mendeica, Arteaga, y Poza».  

Torre de Poza

J. R. Iturriza (Berriz 1741-Munitibar 1812) comentaba en el mismo sentido que: “En el siglo VIII, con motivo de haber llegado a los moros a Miranda (de Ebro), erigieron los naturales del contorno de Orduña, un castillo y al abrigo de él, una corta población que fue aumentando posteriormente (...) y su primitiva parroquia donde al presente se halla el devoto santuario de Nuestra Señora de Orduña la Antigua, sobre un pequeño arroyo a la falda oriental de una elevada peña, por cuya causa se le originó el nombre de Urgoña o Urdoña que denota sobre agua o acuoso”. Aunque este relato no es más que uno de los habituales de la época y no se basa en documento alguno, sin embargo, no estaba tan lejos de la realidad.

PRIMEROS DOCUMENTOS SOBRE ORDUÑA

Tal y como hemos visto, es en las crónicas neogóticas de Alfonso III de Asturias del año 886, es cuando aparece por primera vez Urduña-Orduña ("Urdunia"), también Bizkaia ("Biscai") y Alaba ("Alabanque"),  como "tierras poseídas por sus moradores", junto a las tierras de lo que ya era el núcleo de los “nauarri”, nombrados así por primera vez en las crónicas francas en el año 769: Berrueza, Deio y Pamplona. 

Lendoño de Arriba o Goikoa (Enciclopedia Auñamendi)

En los "Falsos Votos de San Millán", el conde Fernán González de Castilla, en pago por la ayuda del Santo riojano contra los sarracenos, otorgó un privilegio al monasterio de San Millán de la Cogolla por el que las poblaciones del condado alabés debían pagar unos tributos estipulados, entre ellos las "Campas de Gabiña" que podrían corresponder a Lendoño de Arriba o Goikoa en Orduña.

Fernán González (910-970), estuvo casado con la infanta nabarra Sancha desde el año 932 (hija de Sancho Garçés I y Toda Aznarez), casada con anterioridad con Ordoño II de León y con el conde de Alaba Alvaro Herremellariz, del que poseyó a su muerte el condado pero dentro del reino de Nabarra. Fernán, por tanto, se convirtió en conde consorte de Alaba tras el enlace matrimonial. Fernán González consiguió unificar desde su condado de Lara los pequeños territorios de Castilla o "los Castillos" como se llamaban entonces, además, logró cierta "independencia" del reino de León en el año 950.

Boda entre Sancha en el 932, condesa de Alaba, y Fernán González, conde Castilla

En el año 959, el pretendiente al trono leonés, Sancho, apoyado por cordobeses y pamploneses, avanzó hacia León, mientras los nabarros caían sobre el condado castellano. Sancha habría muerto para entonces en ese mismo año 959, no sin dar a luz a 8 vástagos; probablemente, su viudo Fernán González retenía el condado contra la voluntad de Nabarra. Los condados o tenencias en Nabarra no eran hereditarios, sino que los asignaba el rey, pudiendo un mismo tenente tener varios o ser desposeído de los mismos en cualquier momento. Vencido en Zirueña, Fernán González fue hecho prisionero y llevado a Pamplona junto con su nueva mujer, Urraca, con la que tuvo dos hijos más. Urraca era también hija de los reyes de Pamplona García Sánchez I (hijo de los anteriores) y la condesa de Aragón Andregoto Galíndez. 

Aún después de recobrar la libertad, el conde castellano quedó bajo la influencia de Pamplona, pero sin ejercer ya más en el condado sobre Alaba, el cual pasó a manos de Alvaro Sarracines, como se lee en una escritura tardía del año 988.

Fernán González en la catedral de Burgos

Pero estos votos son "falsos" y fueron redactado hacia el año 1195. Sin embargo, en el año 1133, Alfonso VII de Castilla, donó a San Salvador de Oña (Burgos) y a su presbítero Álvaro "la villa de Gabiña", supuestamente en territorio de Orduña en Lendoño Goikoa o de Arriba. En 1149, este abad Álvaro Velaz de San Clemente de Obaldia (Madaria, Ayala), ofreció a San Millán de la Cogolla "la villa de Gabiña". Hoy, no hay una población con ese nombre, por lo que es difícil saber su ubicación.

Hay noticias históricas muy tempranas, a comienzos del siglo X, que atestiguarían la existencia de un monasterio dedicado a Santa María  "bajo la Peña Mayor", es decir, a los pies de la peña de Orduña: "Sancta María sub Penna Maiore".

El historiador bilbaíno Andrés E. Mañaricúa (1911-1988) en su libro “Obispados en Álava, Guipúzkoa y Vizcaya hasta la erección de la diócesis de Victoria”, comentaba que no creía que se tratase de Nuestra Señora La Antigua de Orduña: “En 937, el abad Lifuare y sus monjes Oveco, Dulquiti y Belastar —los dos primeros son calificados por Lifuare de presbi-teros y los tres de "regulantes meos"— donan al monasterio de San Esteban de Salcedo varias iglesias situadas en el valle de Pinedo, Abalca, Abecia y "Sancta maría sub penna maiore". El privilegio se extiende siendo Ramiro rey de León y Fernán Gonzalez conde de Castilla y (conde consorte de) Álava. El obispo Munio lo leyó y confirmó. Todas las iglesias citadas se hallan en Álava. Salcedo, cuya iglesia parroquial sigue dedicada a San Esteban, es cabeza del ayuntamiento de su nombre. Pinedo se halla en Valdegobia y Abecia y Ondona —donde pudiera situarse Santa María bajo la pena mayor— al pie de la Pena de Orduña, en el ayuntamiento de Urcabustaiz”. 

Pero realmente, Gujuli-Ondona no está "sub" o bajo la peña, sino justo sobre ella, en la explanada tras el puerto de Orduña. Ésa es, sin embargo, la descripción perfecta de la Nuestra Señora de La Antigua de Orduña. El texto anterior de "Falsos Votos de Fernán González" y éste, parecen más bien señalar que el condado de Alaba llegaba en aquél entonces hasta Orduña.


Ficha Técnica de la Diputación Alabesa sobre la iglesia de Santa María en Ondona en Gujuli-Ondona, de la que no queda nada, hoy es una simple campa sin restos arqueológicos en superficie a la espera de una cata arqueológica. No se divisa peña alguna desde este lugar.

Texto 525 completo del Códice de San Millán (fecha crítica 937):
"Cum nostras ecclesias qui sunt in Valle de Spineto: Sancti Stephani et Sancti Christofori, et alia ecclesia Sancti Clementi et Sancti Martini et Sancti Salvatoris in loco qui dicitur Abalca. Et alia ecclesia Sancti Emiliani et Sancti Iacobi in Abezia. Et alia ecclesia Sancta Maria sub Penna Maiore. Istas cum suis pertinentiis, tam in montes quam in fontes, et cum suis hereditates, et cum omnia nostra ganantia. Ego Lifuare presbiter, cum meos regulantes Oveco presbiter, et Amate presbiter, et Ulaquida presbiter, et Oveco presbiter, et Dulquiti presbiter, et Belastar monachi qui tradmus ad regula roboravimus. Si quis vero homo ex nostris aut extraneis disrumpere in aliquo hec nostra offertione voluerit, in primis ira Dei descendat super eum, et demum cum Iuda traditore sit sortitus. Et ad rege parte exsolvat IIII or libras cocto auri; et duplum ad regula. Facta carta era DCCCCLXV a, II kalendas decembris, regnante Regimiro in Legione, et comité Fredinandi Gondissalviz in Castella et in Alava. Hecscrip[ta] Monnio episcopo, primitus legi et confirmavit.

Nuestra Señora de La Antigua con el Txarlazo al fondo y su virgen de la Peña en la sierra de Gorobel o Salvada, referente y muga natural del valle de Orduña. A la derecha la mora, retoño de la que se plantó al fundar la iglesia. 

En el siglo XIII, un documento del Vaticano, habla de una iglesia en Orduña llamada “Nuestra Señora la La Vieja” (se denominó así antes de pasar a llamarse "La Antigua" en el siglo XVII), por contraposición a la nueva parroquia dedicada a la Virgen en el casco amurallado de la villa, iglesia de Santa María de la Asunción o Andra Mari fundada probablemente en el siglo XII. 

Se trata de  una bula del papa Bonifacio VIII fechada el 10 de noviembre de 1296 donde se dice: "...habiéndose hecho saber por parte de nuestras queridas hijas en Cristo, las beatas que viven con hábito de monjas y bajo institución de la Orden de Santa Clara en la iglesia de Santa María la Vieja de Orduña...” (Revista AVNIA 5). Por esas fechas, en 1296, se había instalado la primera comunidad de mujeres religiosas en Bizkaia, serán las clarisas de Orduña.

Las clarisas de Orduña: “filiarum sororum vivetium sub habitu Monialium et secundum instituta Ordinis Sanctae in Ecclesia Sanctae Mariae veteris de Urdunia”
Iglesia-fortaleza de Santa María, construida sobre otro templo nabarro del siglo XII, y restos de la muralla del siglo XIII.

Capitel románico de la iglesia original, conservado en el Museo Arqueológico de Bizkaia 

El propio historiador Andrés de Mañaricúa, escribía: "Textos conservados de principios del XII nos acercan a localizaciones como Menoyo, Maroño, Agiñaga y Menagaray de 1114 (en Ayala), Arbileta en 1192 (en Orduña), etcétera, hasta el listado conservado de 1257 en el que se relacionan las parroquias de la diócesis de Calahorra en la carta del obispo Don Jerónimo Aznar aportándonos localizaciones del valle de Orduña como San Juan de Aloria (hoy Amurrio), Santa Ana de Mendeica y el despoblado de Barracarán en Délica (enclave de Amurrio en Orduña)". Por tanto, estas iglesias y otras más como veremos, ya existían en el siglo XII.

Mendeika

CÓMO SE FORMARON LAS POBLACIONES DEL VALLE DE ORDUÑA

Sobre cómo se formaron las poblaciones de Orduña y Alaba, escribía el doctor en historia J. L. Orella Unzué: "La tierra alavesa se asemejaba a la Cuenca de Pamplona, su realidad social se presentaba algo privatizada y contaba con una actividad agrícola más rentable que en la montaña. Junto al tenen­te o conde (nabarro) aparecen unos propietarios, los caballeros alaveses, que son súbditos del rey de Pamplona. Sancho VI el Sabio se comprometerá en el acuerdo de 1179 a respetar sus heredades fuera de las tierras realengas. La estructura socio-política alavesa, al igual que la de los espacios colindantes de Orduña, Ayala y las Encarta­ciones, se basaba en poblados". 

San Juan de Aloria  en Arrastaria, arzobispado de Orduña (hoy Amurrio)

Sigue Orella: "Un documento fechado en 1150, por el que establece una concordia entre el abad de Leire y el obispo de Pamplona, menciona expresamente a Belorado entre los territorios gobernados por el rey navarro: Regnante rege Garsia (El Restaura­dor) in Nauarra et in Alaua et in Biccaya ei in Belforat. Hasta 1162 no se generaliza a todos esos territorios pertenecientes al Reino de Pamplona como ya englobados con el mismo nombre territorial de Navarra” («El Derecho en el Fuero de San Sebastián», Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos. Congreso El Fuero de San Sebastián y su época. 1981). 

 “La

Por tanto, la población de Orduña se hizo sobre una antigua ledanía o cofradía ("udahala" en euskera) de Nuestra señora de Santa María al pie de la Peña, probablemente la más antigua de Bizkaia de las dedicadas a la virgen María que después bajó al llano. Dentro del reino de Nabarra, Orduña ya tenía una especial relevancia y estaba emplazada donde hoy se alza el casco histórico de la ciudad como vamos a ver (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2018/11/nabarra-creo-los-pueblos-de-bizkaia.html). 

Era Orduña un importante paso de mercancías entre la costa (ruta desde Castro Urdiales-Balmaseda y Bermeo-Llodio), a la meseta castellana, como veremos en otro artículo, cuando menos desde época romana atravesada por importantes calzadas. Tras la conquista castellana, el muro y el castillo nabarro de Orduña se vieron reforzados. 

En azul la ruta más antigua que se conoce y que fue una calzada romana, la cual conduce a Balmaseda o al valle de Mena y a la costa (https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/los-primeros-pobladores-de-la-ria-de.html). En rojo, la segunda ruta comercial por Amurrio, en realidad, una variante (también con restos de asentamientos romanos). El camino a Llodio en verde (donde también existe una lápida romana), con la bifurcación en Areta hacia el valle de Orozko y el puerto de Altube en amarillo

NACIMIENTO DE LA TENENCIA NABARRA DE ORDUÑA

La tenencia de  Orduña, como las de Ayala, Llodio y Orozko, nació del hermano del señor de Bizkaia Eneko López “Ezkerra”, llamado Sancho López, y en concreto de sus hijos Lope Sánchez y Diego Sánchez, que tendrían las tenencias de Ayala, Mena, Orduña y Llodio, y un tercer hermano, el más joven o Garçea,  Orozko.

Ruinas de Santiago de Langreriz en Berberana sobre Orduña en la sierra Gorobel o Salvada

E. Labayru en su "Historia de Bizcaya" cuenta como: “Sancho López, el hermano del verdadero Iñigo López, que cito, aparece poseyendo muchas propiedades en Alaba y en los señoríos de Ayala, Mena, Llodio y Orduña. Así es que ya en 1075 D. Lope Sánchez dona a San Millán de la Cogolla la parroquia de Nanclares y los manzanares de todas las posesiones que tenía en el valle de Orduña: “Ego igitur senior Lope Sangiz…domino meo Sancto Emiliano et tibi abbate Blasio…concedo el confirmo Jacobi monasterio de Langreiz (hoy Berberana) cum pertinentia totum ad integritatem…Et in valle de Urdunia in totas villas suos manzanares”. En el mismo documento se donan además bienes de varias poblaciones burgalesas pero pertenencientes al reino de Pamplona-Nabarra.

Escudo de los Ayala

Así, uno de los hijos, Lope Sánchez, firma como tenente nabarro de Ayala y Mena en 1095 y su hermano Diego, ese mismo año, firma en una escritura de Santa María de Nájera con “Ayala” como apellido y, desde entonces, así fueron conocidos los condes de Ayala: “Sennior Lope Sanxoz obteniente (sic.) Mena et Ayala” y Diego o “Didaco Sanxoz obtinente Castella usque Tetega”, por tanto, en la Castilla Vieja y Tertenga (el enclave de  Amurrio en Orduña ¿?), dentro del reino de Nabarra. Un tercer hermano, Garçea o García Sánchez, gobernará el valle de Orozko.

La tenencia Nabarra de Orduña, abarcaba también los hoy municipios ayaleses de Délika, Tertenga, Urruno, Aloria y Artomaña (todos ellos hoy en Amurrio en el valle de Arrastaria), separados de Orduña por Fernán Pérez de Ayala cuando se hizo con el señorío ayalés en 1379, los cuales participaban hasta entonces en la vida municipal de la villa, eligiendo uno de los dos alcaldes y procuradores y 12 de los 24 "hombres buenos" del concejo como veremos.

Aunque quizás, el valle de Urkabustariz, también formó parte de la tenencia nabarra de Orduña, viendo que formaba parte de arzobispado orduñés como vamos a ver.


EL ARCIPRESTAZGO DE ORDUÑA

Andrés E. Mañaricúa, en el libro mencionado sobre las diócesis de la Nabarra Occidental, nos hace un resumen de la cuestión. Señalaba el historiador bilbaíno que en el siglo XI el valle de Llodio y probablemente el de Ayala junto con Orduña, estuvieron dentro de la diócesis alabesa de Armentia primero y en la de la Calahorra-Santo Domingo, tras la invasión de Castilla de 1076 tras la muerte de Sancho el de Peñalén que elimina la de Armentia.


Sigue Andrés de Mañaricúa: "Más difícil es señalar el límite de las diócesis de Álava y Valpuesta a partir del Nervión y en dirección Sur principalmente, aunque es muy probable fuera el mismo que dividió el condado alavés del castellano. Por los datos que ofrecen algunas escrituras del Cartulario de Valpuesta, vemos claramente que Valpuesta se internaba en Álava por Valdegobía hasta cerca de Amurrio, citándose expresamente los nombres de Pojabas, (Retes de) Tudela, que fue más tarde arciprestazgo, Espejo, Gurendes, Bóveda, Acevedo, Entrambasaguas hasta las proximidades de Amurrio. En Vizcaya se internaba por Arceniega, el litoral hasta el Nervión y dudosamente en tierra de Ayala y arciprestazgo de Orduña (...).

Iglesia en Uria en Lendoño de Abajo

Nos cuesta creer que se internara por tierras de Ayala y Orduña, ya que en la relación de pueblos de la diócesis de Calahorra hecha el año 1257 y ordenada por arcedianatos y arciprestazgos figuran ya los arciprestazgos de Ayala y Orduña como integrados en el obispado calagurritano, y parece más bien que había de figurar en el de Burgos, si allí hubiera llegado la jurisdicción de Valpuesta, puesto que a esta diócesis se incorporó la desaparecida sede de Valpuesta hacia el año 1086, como la de Álava se agregó a la de Calahorra al año siguiente" (Para más información sobre la pertenencia de Orduña a la diócesis de Alaba primero - no a Valpuesta-,  y a la de Calahorra-La Calzada después, se puede leer: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/04/hasta-donde-llego-la-diocesis-nabarra.html).


El listado de los municipios pertenecientes al Arciprestazgo de Orduña nos lo aporta también Mañaricúa: "Uzquiano, Abecia, Santa María de Orduña, Velandia con sus aldeas, Delika, Urrunu, Tertanga, Artomana, Aloria, Aryietu, Lezama, Berracaran, Unza, Apreguindana, Ondona, Oyardo, Guyuli, Izarra, Abornicano, Belunza, Larrazqueta". 

Por tanto, Amurrio con el valle de Arrastaria (Aloria, Artomaña, Delika y Tertanga, pertenecientes a Orduña hasta 1379), Lezama (Amurrio), el valle alabés de Urkabustaiz (Uzkiano, Abezia, Urruno, Gujuli-Ondona, Belunza, Unza-Aprendikana, Izarra, Abornikano, Larrazketa, Berrakaran-Unza y Oiardo) y el valle de Orduña. 

Pico del Fraile en la sierra de Gorobel dominando el valle de Arrastaria

LA FUNDACIÓN DE LA ACTUAL ORDUÑA

Como hemos visto, desde finales del siglo VIII, pero fundamentalmente en los siglos IX y X, se produce una transformación en la red de poblamiento materializada en la presencia de nuevos templos y asentamientos fundados, en la mayoría de las ocasiones, por iniciativa campesina, los llamados montañeses, donde ya estaban organizados en sus Juntas, Concejos o Batzarres, de modo que los excedentes productivos escaparan del control de las aristocracias locales, revirtiendo en la propia comunidad aldeana al ser entregados a sus propias iglesias.

Virgen nabarra de la Antigua.
La actual estatua es gótica del siglo XIV.

Detalle de la portada y capital de La Virgen de la Antigua, no se han realizado excavaciones arqueológicas para datar mejor su construcción
El Santuario actual es una construcción barroca del siglo XVIII, que luce en su exterior el escudo de la Ciudad de Orduña. En su interior un interesante retablo neoclásico acoge la imagen de la patrona bajo el prototipo de Andra Mari gótica. El lugar donde se ubica marca los orígenes de poblamiento de la zona, por lo que anteriores construcciones anteceden a la actual, como queda de manifiesto en la portada ojival gótica que encontramos en un lateral bajo pórtico renacentista, donde en pleno siglo XVI se ubicó una hospedería y una ermita anexa (Blog del Ayuntamiento de Orduña).

Patrona de Orduña desde el 8 de mayo de 1639.
En San Clemente de Arbileta, tenemos la presencia de un sepulcro con cubierta monolítica a doble vertiente que, pudiera fecharse entre los siglos IX y X, si atendemos a algunas investigaciones efectuadas en el territorio. 

La primera referencia documental a San Clemente de Arbileta está fechada el 18 de marzo de 1198 como hemos visto, en el que Alfonso VIII de Castilla dona a la iglesia de Calahorra el "Òmonasterium beati Clementis quod dicitur Haruireta, quod situm est in Orduña Suriguren, cum ovni suo iure et mnibus directuris et pertinentiis suis, tam heremis quam populatis, que ad iam dictum monasterium petinet uel pretiere debent iure hereditario imperpetuum habendum et irreuocabiliter possidendumó".


Restos góticos de San Clemente de Arbileta o Haruireta (Arqueología Medieval en el valle de Orduña" J.M.Martínez Torrecilla, A. Plata Montero y JL. Solaun Bustinza"). El templo contaba con un hospital de peregrinos junto con el de San Lázaro (la primera mención de ambos es sin embargo del siglo XVI).
 
Por su parte, la iglesia de San Pedro de Lendoño ha arrojado resultados negativos en cuanto a la presencia de estructuras, depósitos o sepulturas que demuestren la existencia de un templo o necrópolis medieval en sus inmediaciones con diferentes tumbas en laja. No obstante, sí se pudo documentar un nivel de ocupación fechado entre los siglos VIII al X que permite confirmar la existencia de un asentamiento en Lendoño de Arriba desde, al menos, época altomedieval. 

La primera vez que aparece en un documento  Lendoño es en el año 1123 y hace mención al origen de un tal Alvaro Muñoz -Alvaro Munnioz de Lendortio- que desea ser enterrado en Santa María, muy posiblemente de Valpuesta, a la que dona todos sus bienes, sin que en ningún momento se haga alusión a una iglesia en Lendoño.

San Pedro de Lendoño de Arriba o Goiti en Orduña. La aldea de Lendoño de Arriba se sitúa al noroeste de la villa de Orduña, en un rellano de la ladera oriental de Sierra Salvada y junto a una importante vía de comunicación de la Sopeña ayalesa.

El barrio de Zedelika se encuentra ubicado al norte de Orduña, a media ladera de la vertiente sur de la peña Kokutxa, protegida de los vientos del norte. Su ermita se encuentra ligeramente apartada del caserío, en el extremo suroeste, junto al camino que lleva a Lendoño de Abajo. 

Uno de estos nuevos asentamientos se emplazaría en Zedelika, cuyo origen podríamos retrasar hasta el siglo VIII. De hecho, cada vez existen mayores evidencias materiales que invitan a pensar en este siglo VIII, no como un periodo de transición hacia el siglo IX sino, como una centuria de suma importancia en la configuración del poblamiento altomedieval, caracterizado por la aparición de nuevos asentamientos estables. 

En el caso concreto de San Román de Zedelika, se ha permitido documentar cómo entre los siglos VIII al XI existía una necrópolis altomedieval, que debe interpretarse como la prueba palpable de la primitiva aldea de Zedelika, dotada de una iglesia parroquial que, sin embargo, acabará convertida en simple ermita hacia el siglo XI o la mitad del siglo XII. En el siglo X-XI, la actividad política y religiosa se dispara desde la Corte de Nabarra como hemos visto.

En el siglo XI, se ha constatado el abandono poco a poco de estas necrópolis de Zedelika, Lendoño Goikoa y Arbileta, lo cual parece marcar la bajada al llano de los "montañeses" como se les denomina en los Fueros de la comarca, como los que también habría en los alrededores de Nuestra Señora de La Antigua, para crear el núcleo principal de Orduña dentro del reino de Nabarra en un proceso de creación de nuevas poblaciones que se repite por todo Bizkaia (para más informaciónhttps://lehoinabarra.blogspot.com/2018/11/nabarra-creo-los-pueblos-de-bizkaia.html).

San Román de Zedelika

La anteiglesia de Orduña con Nabarra se construiría con Santa María de la Asunción como referencia y constaría de las tres clásicas calles, dos exteriores (la actuales Harategia-Carnicería y Burdin-Yerro) y una central o Artekale-Del Medio. La primitiva iglesia-fortaleza de Santa María, estaría en uno de los extremos del muro junto al mismo, siendo de un tamaño mucho más reducido que el actual, y es probable que este núcleo inicial ya contara con un castillo o fortaleza: 

"Con anterioridad (a la fundación de la villa), cabe suponer la existencia de un castillo, y quizás una primera puebla o núcleo poblacional asentado a sus pies (...), resulta plausible sospechar la presencia de un primitivo asentamiento, muy posiblemente en el mismo lugar donde se levanta el núcleo fundacional de la villa, en las actuales calles Burdín, Artekale y Harategi. Los trabajos arqueológicos efectuados hasta la fecha no permiten precisar el origen de este asentamiento, si bien su existencia antes de la fundación señorial de 1229 está fuera de dudas".


Plano de Orduña dentro del reino de Nabarra (en naranja), primera muralla y ubicación del templo original de Santa María o Andra Mari en rojo. En Azul, lugar donde estaba el castillo del siglo XIII, quizás construido sobre otro anterior (Arqueología Medieval en el valle de Orduña" J.M.Martínez Torrecilla, A. Plata Montero y JL. Solaun Bustinza")

Sigue el texto: "(...) No existen argumentos para sostener que las murallas sean prefundacionales (a la villa), aunque también es verdad que tampoco los hay para decir lo contrario, es decir, que sean coetáneas a la fundación de la villa. 

En lo que respecta al castillo, poco o nada conocemos sobre su origen (...). Anterior al siglo XIII nada sabemos de él, aunque parece lógico pensar en un origen previo, vinculado quizás al primer asentamiento poblacional. De hecho, algunos de los estudios efectuados sobre poblamiento se apoyan en el estudio de fortificaciones, principalmente en el trabajo de P. Toubert (1973) sobre el incastellamento, en el que presenta un modelo de configuración social basado en la fundación de castillos(Arqueología Medieval en el valle de Orduña" J.M. Martínez Torrecilla, A. Plata Montero y J.L. Solaun Bustinza" -2006-). 

Burdin Kalea, que va desde Santa María a la plaza del Ayuntamiento y la Aduana llamada plaza de Los Fueros, donde aún se puede ver una de las puertas del recito primigenio nabarro.

ORDUÑA, LA FUNDACIÓN DE LA VILLA

Vistas del valle de Orduña (blog del Ayuntamiento)

Las tierras de Ayala fueron quistadas por Castilla probablemente en su acometida de 1173 y no fueron devueltas pese al Laudo Arbitral Internacional de 1177 que así lo determinaba. Este hecho estaría documentado con las donaciones comentadas, como la primera referencia documental a San Clemente de Arbileta en Orduña, que está fechada el 18 de marzo de 1198, en la que el rey Alfonso VIII de Castilla la dona a la diócesis de Calahorra. También la donación de Alvaro Velaz de 1149 de "Gabiña", que se haría dentro del reino de Nabarra, por lo que los monjes del santuario, intentaron remontar su validez hasta Fernán González en 1195, lo que sería otra demostración que para esas fechas Castilla había ocupado la tenencia nabarra de Orduña.

La conquista castellana de la Nabarra Occidental, fue propiciada por las grandes familias encabezadas por los Haro y sus parientes los Ayala, queriendo quedarse así en propiedad las tenencias o crear villas que les paguen fuertes rentas por sus privilegios. Es por ello que Orduña pasó por distintas manos hasta acabar integrándose en Bizkaia. 


En 1229 los señores de Bizkaia Lope Díaz II “Cabeza Brava” (1170-1236) y su mujer doña Urraca, dieron a Orduña el mismo fuero que Sancho VI el Sabio de Nabarra había dado a Gaste(h)iz para hacer la villa de Vi(c)toria Nueva (una ampliación del fuero de Logroño). 

La anteiglesia de Orduña, parece que les pertenecía desde la donación del rey Fernando de Castilla en su matrimonio en 1218 junto a  la villa de Balmaseda en las Enkartaciones actuales (villa desde el año 1200), hasta entonces en la tenencia de Ugarte (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/04/las-enkartaciones-tres-tenencias.html).

Lope Díaz III incorporó Orduña al señorío de Bizkaia
 
Estaba el señor de Bizkaia Lope Díaz III (nieto del anterior), en tierras de Murcia con el rey de Castilla Alfonso II en el año 1272, cuando, según la Crónica de Alfonso X de Castilla, hubo una revuelta de los nobles contra su rey, siendo los principales cabecillas de la conjura, el conde Nuño de Lara y sus hijos, exigiendo más tierras y castillos entre los conquistados. El rey de Castilla cedió en todo ante sus nobles, según un arreglo firmado en Sevilla. Entre los muchos firmantes, estaban el señor de Bizkaia Lope Díaz III y Lopez de Mendoza, señor de Llodio.

El señor de Bizkaia Lope Díaz III, consiguió que le devolviese el rey castellano Orduña y Balmaseda, que se las había quitado en 1255 por haber jurado defender espadas al rey Jaime de Aragón y que era de los Haro desde su abuelo Lope Díaz II "Cabeza Brava" como hemos visto.

Pero, además de confirmar el fuero de la villa, Lope Díaz III incorporó Orduña y Balmaseda al "mayorazgo de Bizkaia" para siempre de manera indisoluble: “et sobre todo esto, en uno con doña Joana mía mujer, et con míos D. Diago et Doña Mari Díaz, et con mía buena voluntad et suya dellos, do a Horduña (sic.) por mayoradgo Vizcaya para siempre jamás, que nunca se partan una de la otra en ningud tiempo non la pueda donar ninagenar a ome del mundo por ninguna menara, a menos de Vizcaya”.

Revista AVNIA
Restos del muro del castillo de Orduña donde los Padres Josefinos 
y la campa actual donde estuvo el castillo.
(Arqueología Medieval en el valle de Orduña" J.M.Martínez Torrecilla, A. Plata Montero y JL. Solaun Bustinza")

ORDUÑA Y BIZKAIA SE LIBERAN DE CASTILLA

Con el asesinato en Alfaro (La Rioja) de Lope Díaz III en 1288 por orden de su rey ante la arrogancia de éste, el hijo de Alfonso X, Sancho IV "el Bravo" de Castilla (reinó entre 1284-1295), ocupó y recuperó para sí Orduña y Balmaseda. 

En venganza por la muerte de su padre, el hijo de Lope Díaz III, llamado Diego López IV de Haro (¿? – 1289) y noveno señor de Bizkaia entre los años 1288 y 1289, se unió a Nabarra y Aragón para combatir a don Sancho "el Bravo" y reconocer como rey de Castilla a Alfonso de la Cerda "el Desheredado". 

En esto, los parientes mayores e hijodalgos de Bizkaia respondieron al llamamiento de Diego y se armaron sus casas fuertes y castillos, apellidándole por señor de la tierra bizkaína, logrando en un principio liberar toda Bizkaia (E. Labayru "Historia de Bizcaya"). 

La cosa se le complicó a Diego López, ya que varios pueblos fueron cayendo en manos del rey castellano Sancho, entre ellos Labastida, Orduña y Balmaseda, los cuales habían sido liberados de los castellanos por bizkaínos junto a las tropas de Nabarra. Finalmente, Sancho ocupó de nuevo toda Bizkaia. La muerte de Diego López IV sin hijos, hizo que su herencia fuese muy disputada. 


ORDUÑA, SALE Y ENTRA DEL SEÑORÍO DE BIZKAIA

A finales de ese siglo XIII, aprovechando los disturbios tras la muerte de Sancho IV de Castilla (1295), Diego López V "el Intruso" (fundador de la villa de Bilbao en 1300), usurpó el señorío de Bizkaia a su sobrina María Díaz de Haro I "la Buena" (1270-1342), que era la heredera natural del señorío como hermana de Diego López IV. En compensación, el hijo de Sancho IV y nuevo rey, el infante Fernando IV de Castilla (1285-1312), le dio a María Díaz de Haro las importantes y prósperas villas de Orduña y Balmaseda en 1307, así como otras más fuera de Bizkaia, quedando estas dos villas de nuevo fuera del señorío de Bizkaia. 

Pero, poco después murió Fernando, y su hijo, el rey de Castilla Alfonso XI (1311-1350), se enfadó con María Díaz de Haro y su esposo Juan "el Tuerto", y les volvió a quitar Orduña y Balmaseda, quedando en su patrimonio real, según él, para siempre.

Reyes de Castilla de la casa francesa de Borgoña

Finalmente, Alfonso XI de Castilla cambió de opinión, y dio las dos villas bizkaínas a su hijo y de Leonor de Guzmán "la Favorita", Enrique II de Trastámara, y éste a su hermano D. Tello, esposo de la señora de Bizkaia Juana de Lara (1370), por su apoyo contra su otro hermano, Pedro I "el Cruel", el cual quería hacerse con la corona castellana. 

Al morir don Tello sin descendencia, el señorío de Bizkaia y las villa de Balmaseda y Orduña, pasaron a Juana Manuela, esposa de su hermano Enrique II, madre del infante D. Juan, futuro señor de Bizkaia (1376) y rey de Castilla (1379), quedando de nuevo unidas al señorío, pero sin participar de las Juntas Generales de Bizkaia.


Hoy Orduña es el único municipio con título de "ciudad" en Bizkaia, otorgado por Enrique IV de Castilla en el año 1467 y reafirmado por Fernando de Aragón “el Falsario” en 1484 en nombre de su mujer Isabel "La Católica", señora de Bizkaia, cuando era importante frontera con Castilla y una de las grandes urbes de Bizkaia. El rey aragonés obligó a todos los que circularan en el amplio corredor entre Castro Urdiales, Balmaseda hasta el río Ebro, a pasar por Orduña, lo que le dio aún más relevancia.


Aduana de Orduña inaugurado a finales del siglo XVIII, construida en parte con lo que quedaba de las piedras del castillo.
El castillo de Orduña fue derruido tras el alzamiento contra Carlos I de Alemania y I de Castilla de Pedro López de Ayala, conde de Salvatierra y conocido como el Canciller Ayala, siendo uno de los líderes comuneros revelados contra su rey en 1521, lo que supuso la desaparición del mayorazgo de Ayala, la venta de todos sus bienes y la destrucción de otros. El castillo de Orduña fue incendiado en 1523 y desmantelado poco a poco y arrasado por las sucesivas obras del colegio de los Jesuitas desde 1678 (Para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/05/las-tenencias-nabarras-de-llodio-y-ayala.html)

LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA DEL VALLE DE ORDUÑA: LA VILLA-CIUDAD DE ORDUÑA Y LA JUNTA DE RUZABAL

Fuero de la villa de Orduña (versión en castellano) de 1229: "Conocida cosa sea a todos los homes que esta carta vienen, como yo Don Alonso por la gracia de Dios Rey de Castilla, en uno con la Reina Dª Violante mi mujer, e con mi fijo el Infante Don Fernando, do e otorgo a todos los de Orduña, porque yo les poblé, también a los que agora son como a los que serán de aquí­ adelante para siempre jamás, hayan el fuero de Vitoria en todas cosas, ansí como lo han los de Vitoria. E otorgamosles todas franquezas que han los de Vitoria (fuero basado en el de Logroño), e que no den portad­go en todo mi regno, sino en Toledo, Sevilla, e Murcia: Sacando ende moneda que darán a mí, e a todos los que reynaren después de mi en Castilla y en León".

"Etiam si oportuerit me moru tecum non negabo” 
Aunque tenga que morir por ti, no te negaré 
(escudo de Orduña, en referencia a Bizkaia). 

José Luis Orella Unzué (Pamplona 1935), doctor en Historia y en Derecho, en su trabajo “Los Fueros vascos y la bilateralidad política” explica que: “Los fueros municipales se componen de un doble contenido: Por una parte el dador del fuero sea rey, abad o señor recoge los usos y costumbres ancestrales de esa villa y a este primer suelo jurídico le añade una serie de privilegios como puede ser el tener feria, tener mercado, una disminución de pechas o peajes etc. A esta segunda parte del contenido foral municipal como fruto de una concesión real, se le considera como privilegios".

Muralla de Orduña

Al hacer la villas, lo que se pretendía era pacificar el territorio, además de potenciar y dar seguridad a las rutas comerciales con un lugar de descanso. El fuero de villa suponía privilegios de amurallamiento, poder hacer ferias o cobrar impuesto al paso de mercancías del que estaban exentos los villanos. Pero suponía también importantes cargas, como el pago de impuestos para mantener la corona o el reclutamiento obligatorio de soldados en caso de guerra y su servicio fuera del territorio bizkaíno que el propio Fuero de Bizkaia prohibía. 

El señorío de Bizkaia, entendido como tal el conjunto de los bizkainos, siempre se opuso a la creación de villas que beneficiaba sobre todo al señor de Bizkaia (que era quien las concedía), que le restaba rentas, población y le obligaba a pagar nuevas pechas, como los portazgos de paso, villas a las que se reconducía todo el comercio y donde se hacían las ferias, como los 8 de Mayos de Orduña, en detrimento de las anteiglesias.


Por otra parte, las villas tenían su propia organización, aunque muy similar a la de los valles, y, al principio, no acudían a la Juntas Generales de Bizkaia, después fueron aceptadas pero con un solo voto conjunto (s. XV, incluida la ciudad de Orduña), hasta lograr su igualdad de un voto por villa como las anteiglesias, las antiguas "udahala", llamadas también cofradías y ledanías, origen y base del derecho pirenaico o Fueros de Nabarra-Baskonia.

Al igual que ocurrió en las villas de Mungia, Larrabetzu o Errigoiti, en Orduña, coexistía la villa con la anteiglesia con su Junta fuera de la jurisdicción de la villa, y en ella se aplicaba directamente el Fuero de Bizkaia, el cual se escribió en Idoibalzaga en Errigoitia  en 1452, aunque para entonces, Fernán Pérez de Ayala, ya había escrito los Fueros de Ayala en 1373, muy similares, al estar basadas ambos en el derecho pirenaico  en la mayoría de sus leyes (https://lehoinabarra.blogspot.com/2019/12/errigoitia-la-ultima-villa-y-cuna-del.html). 

Paso de Ronda y el muro antiguo que integra la iglesia de Santa María en la muralla de la ciudad

Adríán Celaya (Barakaldo 1917- Bilbao 2015), en su libro sobre el origen de Bizkaia, explicaba que, en todo lo que no estaba recogido en el fuero de la villa, se aplicaba primero el Fuero de Bizkaia, solo de forma supletoria desde Juan I y tras pasar la titularidad del señorío a la familia real castellana (1379), se aplicarían después el Fuero Real de Alfonso X de 1255 (que mejoraba los fueros de algunas villas en cuanto al comercio y gobierno municipal) y por último el Ordenamiento de Alcalá de 1348 de Alfonso XI de Castilla, por lo que éstos dos últimos tenían una aplicación reducida en tierras bizkaínas, por el ejemplo en el derecho sucesorio dentro de las villas. 

(Arqueología Medieval en el valle de Orduña" J.M. Martínez Torrecilla, A. Plata Montero y J.L. Solaun Bustinza" -2006-). Una primera ampliación (en lila) fue "fundada por el
monarca castellano Alfonso X, ampliaría la villa hacia el noroeste con seis
nuevas calles (actual calle Zaharra, Francos, Urruño, Donibane, Lukas y Mikel
Deuna) formando el núcleo septentrional; y otra tercera (en verde), fechada quizás en el
siglo XIV o XV, que puede identificarse con las calles Burgos, Berria (Nueva) y
Cantarranas estableciendo el núcleo meridional.

Los fueros de la villa de Orduña. Los fueros contemplaban la existencia de 24 hombres, de los cuales 12 "hombres buenos" eran elegidos por el “concejo común” y otros 12 “a voluntad de todos”. La villa contaba con 2 alcaldes, uno de los cuales tenía que vivir fuera de la villa. De los dos procuradores, uno debía de proceder de fuera de la villa y era nombrado por el “concejo común” y el otro era nombrado por el “concejo cerrado”. La elección de cargos por parte de poblaciones de fuera de la villa o ciudad,  supone que los pueblos de la jurisdicción de Orduña (la tenencia Nabarra), tenían influencia directa en lo que pasaba en ella. 

Entre estas poblaciones, estaría los que quedaron fuera de Orduña en 1379 tras el pleito con el señor de Ayala Fernán Pérez de Ayala, las poblaciones de Délica, Tertenga, Urruno, Aloria y Artomaña, todos ellos hoy en el municipio de Amurrio, además de Arbieto (Orduña). 

Los 24 hombres del concejo y los 2 procuradores, debían de dar el visto bueno a los gastos de los 2 alcaldes. Estos "hombres buenos", eran responsables de la política concejil, el alcalde de dentro y el procurador de fuera, tenían sendas llaves del arca donde se guardaban los sellos, las cuentas y los documentos de los privilegios de Orduña (J.M. González Cembellín “Orduña en la Edad Media: del concejo abierto al concejo cerrado”).

Además de la ciudad de Urduña  o Orduña, existía la Junta de Ruzabal dentro de su alfoz o territorio jurídico, con los cuatro concejos que se regían directamente por el Fuero nabarro o pirenaico.


LA JUNTA DE LARRUAZABAL O RUZABAL


"Las reuniones tenían lugar en un alto, más o menos equidistante de los cuatro concejos que componían la Junta: Lendonobeitia, Lendonogoitia, Belandia y Mendeika. La carretera actual que une Maroño con Urduña, y que fue construida allá por los años treinta, puede haber trastocado un tanto la ubicación física de aquel lugar de encuentro. 

El cruce de la carretera principal con el ramal que lleva a Mendeika es conocido hoy como el Alto de la Junta, precisamente donde finaliza el duro y sinuoso repecho que sube desde el barrio Ugarte de Belandia, uno conocido como Erregana (506 m) y otro, más al norte, como San Miguel (538 m). 

La campa de reunión se ubicaba entre ambos oteros (campa de San Miguel), aunque más cercana al segundo que al primero. No podrá verse el roble que dicen que hubo y bajo el cual se cobijaba la asamblea, de las Ordenanzas aprobadas en el siglo XVI: ...para que nos juntemos en junta general en este dicho logar e campo de Ruyzabal junto a un roble que está en dicho campo" (Revista AVNIA nº 3 año 2003 de donde transcribimos la mayor parte).


De la Junta solo nos queda una gran viga de roble que tiene un par de huecos para guardar el rico archivo propiedad de la Junta. Cuenta con cuatro candados, uno por alcalde, por lo que se hace imprescindible la presencia de todos ellos para poder ser abierta. La Kutxa se custodia en la iglesia de Belandia. Belandia y sus aldeas eran una parroquia más de las cuatro que pertenecían al Arciprestazgo de Orduña como hemos visto. 

Revista AVNIA, Kutxa de Ruzabal

La organización es de abajo arriba. En cuanto a los cargos, sabemos que el concejo de cada aldea, reunido probablemente junto a algún árbol singular de común y bajo el pórtico de alguna iglesia ante el mal tiempo, nombraba a sus dos fieles o regidores y a los "hombres buenos", es de suponer que el día de San Miguel o en fechas cercanas como era costumbre. El fiel, llamado también regidor y más tarde alcalde de barrio o pedáneo, era el órgano ejecutivo de la aldea, velando siempre por todos los problemas que pudieran surgir y encargado, asimismo, de la guardia y custodia del archivo de la Junta.

Iglesia de Belandia

La Junta de Ruzabal estaba por encima de cada concejo de los cuatro barrios en los asuntos que atañen a cada uno de sus vecinos, además de gestionar toda actividad referente a ganadería, agricultura y explotación forestal del comunal. 

El primer documento en el que aparecen citadas las aldeas de Ruzabal data del año 1257, por lo que su existencia podemos remontarla a la Alta Edad Media.

En el año 1424, una sentencia arbitraria confirma unas ordenanzas sobre el monte común de Belandia y Mendeika, apareciendo ya un concejo o batzarre para ambos pueblos que se reunía en la iglesia de Santa Eulalia. 

En ese documento se menciona a las figuras de "fieles" (equivalentes a los actuales alcaldes), guardas y una normativa explicita que rige los aprovechamientos de ese monte, causa, al parecer, de habituales problemas. No será hasta 1461 cuando pueda leerse: "...la Junta de las dichas aldeas e de sus ornes buenos", encargados estos de vigilar los arroyos y caminos. 

A partir de esta fecha las referencias irán en aumento hasta llegar a 1516, año en que fueron aprobadas las Ordenanzas de la Junta de Ruzabal, un texto que permite conocer tanto su funcionamiento como su organización.

Belandia

Los fieles de cada concejo, en número de dos, se encargaban de convocar la Junta Ordinaria, a repique de campana, poniéndolo en conocimiento de todos los vecinos. También, a requerimiento de éstos, podían congregarse, siempre que el vecino peticionario justificase ante el fiel la necesidad de la reunión. Del mismo modo, si alguno de los concejos se creyera perjudicado en cualquier cuestión ganadera o de montes, podía instar a la celebración de Juntas. Finalmente, y aquí se entrevé la supeditación de Ruzabal a la villa o ciudad de Orduna, debían reunirse siempre que el regimiento de la ciudad así lo determinase.

La dirección y moderación de los debates en la Junta eran tarea de los fieles del consejo, ayudados en este caso por el capitulo VI de las Ordenanzas, que regula los castigos y multas a imponer. 

La asistencia a Juntas estaba reservada a todos los vecinos de los cuatro concejo con carácter de obligatoriedad so pena de cinco maravedíes salvo fuerza mayor, enfermedad u otra circunstancia grave. Todavía en 1893 cuando las Juntas habían quedado ya casi disueltas, se castigaba a un vecino de Lendoñogoitia a pagar multa de una peseta por no asistir al Concejo. 


La Junta era también la encargada de elaborar las Ordenanzas, nombrar cargos, defender sus derechos ante la villa o ciudad de Orduña y todo aquello que pudiera afectar a la vida diaria de su comunidad de aldeas.

Guardas, montañeros y escribanos, eran otros cargos elegidos por el concejo de la aldea, mientras que los sobrefieles, los procuradores (para defender los pleitos), y en ocasiones los hombres buenos, salían de las elecciones en Junta. Los sobrefieles eran una especie de concejales encargados de vigilar a los fieles, revisando sus acuerdos y dictámenes. Así, cuando un particular no estaba de acuerdo con la decisión de su fiel, podía recurrir al sobrefiel para impugnarla. 

Ayuntamiento de Orduña. 
Construcción original de finales del siglo XVI, adosada a una torre del s XIII, la única que se conserva de las que discurrían por las murallas y que se erigió en primera casa concejo en el siglo XV (blog del Ayuntamiento).

La Junta de Ruzabal no poseía atribuciones judiciales. Eran, el Regimiento de la Ciudad y su Alcalde Juez, los encargados de administrar justicia, a veces interesadamente y en perjuicio de las aldeas. 

La dependencia económica de la Junta era problemática, ya que el monopolio del tráfico comercial, la fijación de precios, el control de pesos y medidas y la centralización del mercado era potestad de de la villa o ciudad de Orduña, lo que ocasionó no pocos pleitos de los vecinos de Ruzabal contra su ciudad, algunos de ellos apelados y ganados en la última instancia en la Chancillería de Valladolid, último órgano judicial de apelación de Bizkaia.

Como todas las demás Juntas o batzarres, desaparecieron casi en su totalidad las de Ruzabal en el año 1841, tras la pérdida foral y la centralización en Castilla de la corona de Las Españas (como se llamaba entonces), tras perder la Primera Guerra Carlista, integrándose la Junta de Ruzabal en la ciudad de Orduña, por imperativo legal de la nueva Constitución de Las Españas (censaria, de unos pocos hombres ricos) y la desaparición de las formas tradicionales de gobierno, mucho más participativos y democráticos. Es más, se puede afirmar con rotundidad, que aún hoy no han sido superadas: democracia directa frente a  partitocracia o cesión de tus derechos a un grupo de políticos con intereses propios.


Foto de Mendeika (Enciclopedia Auñamendi)
El 4 de mayo del 2016, la Junta de Ruzabal celebró el V centenario de la aprobación de sus ordenanzas. En Mendeika (alto de la Junta, campa de San Miguel, santo que denota su posición en un alto y su culto nabarro), exactamente en el mismo lugar en el que el 4 de mayo de 1516 se reunió la comunidad, junto a un viejo roble, para aprobar sus usos y costumbres. Allí para recuerdo de este hecho, se puso una placa conmemorativa y se plantó un retoño del árbol de Gernika.



OTROS TERRITORIOS QUE FUERON DEL SEÑORÍO DE BIZKAIA

LA TENENCIA NABARRA DEL VALLE DE ARAMAIONA

Aitzol Altuna Enzunza

             Aramaiona (hoy Aramaio) en Alaba, 
   valle enclavado entre este territorio, Bizkaia y Gipuzkoa.


Juan Pérez de Abendaño fue el III señor del valle de Aramaiona, Urkizu y Arrieta, descendiente de los Vela o Bela Ladrón de Gebara, últimos tenentes de la Nabarra Occidental a finales del siglo XII. 

Nació Juan Pérez de Abendaño en Arratia (Bizkaia) hacia el año de 1220, fue hijo de Pedro Martínez de Abendaño (Arcipreste de Alaba), el cual tuvo que huir siendo mozo desde la población de Abendaño (a las afueras de la capital alabesa), debido a los enfrentamientos de su familia con los habitantes de la villa nabarra de Vitoria-Gasteiz. 

Pedro fue acogido en casa de su tío Sancho de Galdakano, hijo del que construyó la iglesia Andra Mari de Elexalde y que repobló la comarca, construyendo numerosas casas torre y reestructurando todas las vías de comunicación, al estar acantonadas las tropas invasoras castellanas en al castillo cercano de Malmasín en Arrigorriaga, pese al Laudo Arbitral Internacional de Londres de 1177 que exigía su retirada (https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/07/origen-de-los-abendano-cabeza-los.html). 

Según Fernán Pérez de Ayala, en el libro sobre su genealogía familiar escrito en el año 1371, se casó Juan Pérez de Abendaño con la hija de don Pero Ortíz, I señor del valle de Aramaiona y descendiente directo de los reyes de Nabarra. Recibió Juan el señorío del valle de Aramaiona tras la muerte sin descendientes legítimos de su cuñado, Pedro Ortíz, II señor del valle de Aramaiona. 

Tuvo Juan por hijos a Pedro o Pero Ortíz de Abendaño (nacido en 1250), que será el IV señor de Aramaiona, y a Mayor de Abendaño (1260), esta última se casó con Gómez González de Butrón, lo que atraerá a esta importante familia cabeza de los oñacinos bizkaínos, hasta el valle de Aramaiona tal y como veremos. 


Pedro Pérez o Martínez de Abendaño (Arcipreste de Alaba) se casó con Pascuala Sánchez de Zurbano, fue el Abendaño que huyó a Bizkaia al valle de Arratia a finales del siglo XII, donde fue acogido por su tío Sancho de Galdakano II. 
Es en Galdakano a principios del siglo XIII donde nacieron los primeros Abendaños de Bizkaia (en Puentelatorre o casa torre de Urgoiti), entre ellos Juan de Abendaño, que será el III señor del valle de Aramaiona, además de señor de Urkizu (merindad de Arratia) y de Arrieta (merindad de Uribe), el cual se casaría con Anastasia de Alegría, según la Crónica de Ibargüen-Cachopín (s. XVI).
                        
El banderizo muñatón Lope García de Salazar en el siglo XV, afirmaba también que Juan Pérez de Abendaño se casó con una hija del señor de Aramaiona y que el señorío del valle de Aramaiona era del hermano de ésta. El hijo de este matrimonio, Pedro Ortiz de Abendaño, poblaría Urkizu en Arratia y heredaría Aramaiona de su tío del mismo nombre que su sobrino, al no tener éste descendencia legítima. 

Comenta García Salazar, como Pedro o Pero Ortíz de Abendaño que nació sobre el año 1250: «pobló en Urquiçu, por quanto las comunidades de Arratia enbiaron por él porque los agraviavan los de Cumelçu e otros escuderos comarcanos. E señoreó Arratia toda e eredóse en ella. E eredó Aramayona por don Pero Ortiz, su tío. Este Pero Ortiz de Avendaño casó con fija de don Martín Roiz de Gautiques».

Mapa de Eneko del Castillo

Los dos hijos varones del matrimonio de Pedro Ortiz de Abendaño con la primogénita de los Gautegiz-Arteaga, se repartieron los solares de Urkizu en Igorre, Aramaiona, Muxika y Arteaga:

Martín Ruiz de Abendaño, heredaría la casa familiar de Urkizu y se casaría con Doña Mencía de Gebara, linaje de primer orden de Bizkaia, lo que supuso un salto económico y social para esta familia que pasó a encabezar el bando ganboíno, convirtiéndose en la familia más importante de Bizkaia durante los siglos siguientes.

Su hermano Fortún García de Abendaño, sería el V señor del valle de Aramaiona, además de señor de Muxika y de Arteaga; fue patrono de diversos monasterios por toda Bizkaia, entre otros, el de Santo Tomás de Arrazua (duranguesado). 

Según Lope García Salazar en su "Libro de las Bienandanzas e Fortunas", el hijo de Fortún García fue otro Pedro Ortiz de Abendaño, por tanto VI señor de Aramaiona. En el año 1337, el hijo de Martín Ruiz de Abendaño de nombre Juan de Abendaño (descrito como un personaje agresivo y ambicioso), mató a su primo Pedro Ortiz de Abendaño en "Urguti" (Urgoiti, Galdakano, lugar de la casa torre mencionada):

 “seyendo primos, fuendose en solas, en compañía, dándole con las armas por detrás. La causa por que lo mató, fue porque ya en Arratia manda más que no él, que era tenido por mayor, e porque no dejó fijo heredero, quedó todo en poder de Arratia en el dicho Juan de Avendaño (…)”. 


Casa torre de Urgoiti o Puentelatorre en Galdakano en Meatzeta,
era la construcción que se ve en la foto a la derecha, la cual fue bombardeada en 1936 por aviones fascistas españoles. Es la primera casa torre de los Abendaño en Bizkaia, cuando fueron acogidos por los Galdakano, según Fernán Pérez de Ayala y Lope García de Salazar. 
Sabino Agirre Gandarias describía la casa torre: "Y de la segunda, frontera al palacio renacentista de Urgoiti, que por su situación al borde del Ibaizábal es conocida como torre de La Puente, se conservaban: los gruesos muros de sillería con siete metros de alto, y, además de diversas aspilleras y la puerta de diamante de dos discos, el uno de redondeles y el otro estrellado". 

La tercera explicación de los primeros señores de Aramaiona, viene de la mano de la Crónica de Ibargüen-Cachopín, ya de finales del siglo XVI, la cual remonta también el señorío del Valle de Aramaiona a la familia real de Nabarra, pero cambia  o confunde alguno de los nombres de los protagonistas, aunque en el fondo, es la misma historia. 

Llama así al primer Abendaño de Aramaiona Fortún García (y no Pedro) y a su hijo Juan (y no Fortún García como en las dos crónicas anteriores):

"Y con tanto buelbo a tratar del nonbrado don Pero Urtíz de Abendaño, arçipreste de Álaba, que tubo carnal conbersaçión con dona Gostança de Çurbano siendo donzella y anbos y dos solteros, en quien ubo un solo hijo y heredero [fol.25vto.] llamado Juan Pérez de Abendaño y Arratia, que hedeficó de su primera fundaçión el cadalso de Urquiçu en el balle de Arratia e por ello se le aplicó este sobrenonbre de Arratia. 

Este dicho Juan Pérez casó con doña Anastaçia de Alegría y (dato que no dan las otras dos crónicas), entre otros, tubieron por su hijo mayor y heredero a Fortún Garçía de Abendaño (Pedro en las otras dos crónicas), el cual casó con doña Thoda de Aramayona, hija de don Pedro Martínes de Aramayona, deçendiente de los reyes de [en blanco, sería de Nabarra], y entre otros tubieron por su hijo mayor a don Juan Pérez de Abendaño (Fortún García en las otras dos crónicas), que heredó a Aramayona, e a Martín Ruiz de Abendaño, que heredó a Urquiçu.

Este Juan Pérez de Abendaño y Urquiçu heredó el balle de Aramayona (Fortún García en las otras dos crónicas), porque Fortún Pérez (Pedro Ortiz en las otras dos crónicas), su tío, señor della, murió sin hijos. [fol.23r.] Y le puso este nuebo fundador a este su solar de Urquiçu por su blazón y armas naturales y nuebas de su origen particularmente una banda, la mitad della por la parte de abaxo de sable, ques una pieça armera de las de Abendaño arriba referidas, e por la parte de arriba color de gulez, que es la que le quitó por fuerça de armas al referido solar de Sumelçu, su vezino, cuando las pendençias de la fundaçión de Urquiçu". 

                         sanch
Sancho VI el Sabio

Por tanto, el señorío del Valle de Aramaiona se remonta a las tenencias creadas por Sancho VI el Sabio (1150-1194) de Nabarra a finales del siglo XII para mejor defensa y administración del reino nabarro, como las tenencias de Oñati y de Aitzorrotz (Bergara-Mondragón) de esas mismas fechas, ambas fronterizas con Aramaiona (https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/la-tenencia-nabarra-de-aitzorrotz-en-el_45.html). Estas nuevas tenencias tenían como objetivo controlar los pasos estratégicos de montaña a la parte marítima del reino baskón, para intentar evitar así una nueva invasión de Castilla.

Este hecho está también recogido en el libro del primer historiador de Bizkaia Lope García Salazar en el "Libro de las Bienandanzas e Fortunas" (s. XV), cuando señala que el primer señor de Aramaiona recibió el dominio y el poder sobre el valle directamente del rey de Nabarra.

                       

                           
 Iglesia de la Asunción del barrio Barajuen

Antes del siglo XII, el valle de Aramaiona pertenecía probablemente al duranguesado, que compartía tenente en el siglo XI con la Bizkaia de los López de Haro (hasta su expulsión) y después de los Bela-Gebara (https://lehoinabarra.blogspot.com/2018/12/la-felonia-de-los-lopez-de-haro-y-como.html). Estuvo Aramaiona en la órbita de Bizkaia hasta el último tercio del siglo XV. 

El valle de Aramaiona era y es una agrupación de diferentes “salgos” o barrios sin un núcleo principal, con numerosas caserías y bordas dispersas por la zona, donde no se ha encontrado de momento una evidencia arqueológica de su existencia hasta el siglo XIII, salvo las tumbas del siglo X de la ermita de San Pedro de Letazur en el barrio de Arexola camino Ibarra, hoy semiderruida. En Torralde (barrio Barajuen) había un castillo, propiedad del señor de Aramaiona desde donde señoreaba todo el valle. 

Tenencias de la Nabarra Occidental en el siglo XI, Eneko Del Castillo

En este valle de Aramaiona, los Garai los Arexola fueron las otras dos grandes familias durante la Edad Media y Moderna, las cuales, se enfrentaron muchas veces contra el señor de Aramaiona, para lo que contaron con los Gebara, señores Oñati (tenencia nabarra creada en 1149), cuyo conde disputaba parte de la comarca al de Barajuen. 

El funcionamiento del valle sería muy similar al del valle de Ayala, dentro del derecho pirenaico, regido en este caso por el Fuero de Bizkaia como veremos (https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/05/las-juntas-de-ayala-derecho-pirenaico.html), aunque son conocidos los excesos que sobre la población y las mujeres del valle cometieron algunos de los señores Aramaiona.
          
              
La población original del valle estaría en Murugain, 
donde hay restos de un poblado de la Edad Media 
(Sonia San José  y Xabier Peñalver 2003).


La crónica de Ibargüen-Cachopin, nos narra unos hechos dramáticos en el valle de Aramaiona por la posesión del señorío, enclavadas estas disputas dentro de las Guerra de Banderizos, precisamente entre las familias principales de los ganboínos y de los oñacinos, los Abendaño y los Butrón, que además eran parientes lejanos como hemos visto:

"Gómez González çerca a Barajoen y no la toma: 

En el año de Señor de mill e cuatro cientos e quarenta e cinco años (1445), entró Gómez Gonzalez de Butrón con todos sus parientes en Aramayona, cercó la cassa fuerte que le tenía Pedro de Abendaño tomada e cercada tres semanas. E bino Pedro de Abendaño en su socorro e hobieron muchas escaramuças, porque la tierra es fragosa. E porque Pedro de Abendaño no quiso pelear y la casa hera fuerte e bastecida, no la pudo tomar, e obo muchos homes heridos e muertos en los conbates, e en otros lugares, y partieronse así cada uno a sus comarcas e quedó la comarca, quedó la casa e la tierra por el dicho Pedro de Abendaño según de primero".

Lugar donde se alzaba el castillo de Barajuen


En el año 1448 se produjo el hecho de armas más importante de la Guerra de Banderizos con la quema de la villa de la tenencia de Aitzorrotz, Mondragón (que todavía no formaba parte de la Hermandad de Gipuzkoa), tras la cual, el hijo de Gómez González de Butrón, Juan Alonso de Muxika, recuperó Aramaiona arrebatándosela a Pedro de Abendaño. 

Sigue la Crónica de Ibargüen-Cachopín: "Gómez González cobra a Barajuen en el año del Señor de mill e cuatro cientos e cincuenta años (1450): 

Cobró Juan Alonso de Muxica, hijo de Gómez González, el castillo de Barajoen que es en Aramayona, que la tenía en poder de los de Aramayona, que se le abían llabantado con él e contra la tierra e su jurisdición. E cobróla porque se la bendieron algunos de los que la tenían, e cobró luego el señor de la dicha tierra de Aramayona".

Dª Sancha Ochoa de Ozaeta escribió los siguientes versos por el asesinato en Ibarreta de su marido Martín Bañez de Artazubiaga en 1448, partidario oñacino durante las luchas banderizas:

“Onetako larran jabilt ikara

Lau aragurek berean berala,

Martín Bañez Ibarreta ildala,

Artuko dot eskubatean gueçia,

Bestean suçi yraxeguia:

Errecodot Aramaio gustia”

(La tierra tiembla bajo los pies

Y lo mismo las carnes de los cuatro miembros,

Porque Martín Bañez ha sido muerto en Ibarreta,

En mano una mano tomaré un dardo

Y en la otra un haz de leña encendida:

Incendiaré todo Aramaio).


Versos oñacinos durante la quema de Arrasate-Modragón que también menciona a Aramaio:

"Il didila Unçueta ta Uergara,

Çaldibarrec bere partea debala,

Aramayo suac erre Açala

[t]a sumiadila gurayarra,

[ç]erre çeuren Jauna ezçencan enpara".


Castillo de Butrón a finales del siglo XIX que nos da una idea de cómo eran estos "castillos" o casastorre.

Castillo de Butrón a finales del siglo XIX 
que nos da una idea de cómo eran estos "castillos" o casastorre.


A finales del siglo XV, en el año 1489, se crearon las "Hermandades de Alaba", precisamente para el control de malhechores o banderizos, es decir, contra el abuso de los señores y para impartir justicia. En el siglo siguiente, se crearon las Cuadrillas de Alaba (en 1567), las cuales, en un principio eran seis: Vitoria-Gasteiz, valle de Zuia, valle de Ayala, Mendoza, Salvatierra-Agurain y Laguardia (la Sonsierra de Nabarra de la merindad de Tierra Estella-Lizarra, invadida en 1463 a Nabarra por Castilla, hoy Rioja Alabesa). 

Aramaiona entró en las Hermandades alabesas y después como exclave en la Cuadrilla de Laguardia, aunque hoy está en la de Gorbeialdea-Zuia.

"Sangre en Bilbao: Linaje y Bando (1473-1487)" Alvaro Cartagena Vega. En el recuadro de abajo a la derecha, se observa cómo Aramaiona fue un lugar habitual de las "Guerra de Banderizos" (https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/guerra-de-banderizos-tras-la-conquista.html).


En el libro “Introducción a la Historia Medieval de Alava, Guipuzcoa y Vizcaya en sus textos” (1979),  J.A. García Cortázar y otros, comentan que Aramaiona entró en Alaba mediante una escritura de unión que decía: “Este es el asiento y capitulado que pasó entre la provincia de la ciudad de Vitoria y Hermandades de Álava, de una parte, é la tierra y valle de Aramayona, é vecinos é moradores della otra; de la entrada de la hermandad de la dicha tierra con la dicha provincia”. 

Pero, tal y como explicaba el catedrático en derecho foral Adrián Celaya Ibarra (Barakaldo 1917-Bilbao 2015), en su libro “Aforados y no aforados de Bizkaia”: “Todavía hoy (s. XXI), en Aramaiona y Llodio se aplica el Fuero de Bizkaia en temas civiles”. 




LAS TENENCIAS NABARRAS DE LLODIO Y AYALA



La historia de los valles colindantes de Llodio-Laudio y Ayala-Aiara va unida, y es casi imposible contar la historia de uno sin nombrar al otro.

Como hemos mencionado varias vesces, es en las crónicas neogóticas de Alfonso III de Asturias del año 886, es cuando aparecen por primera vez a Bizkaia y a Alaba, pero en referencia a Alfonso II el Casto (760-854), por tanto, al período que sigue a la muerte del duque baskón Waifre a manos francas (768).

En ese mismo siglo en otro par de documentos, tenemos el nombre de varios pueblos del valle de Ayala. En su “Catalogo Monumental de la Diócesis de Vitoria” la historiadora e investigadora Michaela Portilla (1988), nos decía que: “sabemos también que en el año 864 existían varias iglesias en Ayala y en el Valle de Mena, entre ellas la de San Vicente de Añes, donadas por el Conde Diego Porcelos al monasterio de San Félix de Oca del que más tarde pasarían al de San Millán; entonces estaban ya pobladas Lejarzo, Ervi, Sojo, Obaldía –la actual Madaria-, y Salmantón”.

La ermita de Madaria (barrios de Obaldia y Txabarri), donde se celebraban las juntas municipales.
En 1114, Don Diego López de Lejarzo donó al monasterio de San Millán de la Cogolla la iglesia o monasterio de Santa Cecilia y San Clemente de Obaldia, junto con sus heredades. Entre los que firman como testigos, se encuentra Don Sancho García de Obaldia.

En ese mismo año 864, sabemos de la existencia de Retes de Tudela, hoy una barrio de Artziniega,: “cuando una familia encabezada por una mujer, por Elduara, y sus hijos, (…) donaba a la iglesia de Santa María de Tudela “todos los bienes muebles e inmuebles que poseían, es decir, edificios, manzanos – pommares–, viñas –vineas– y tierras de sembrar –terras sationaviles–, “todas cuantas en este mismo valle obtuvo nuestro padre”, el marido de Elduara ya fallecido, quien habría llegado a esta elevada zona del sur de Artziniega para asentar su hogar”.

Santa María Magdalena en Retes de Tudela "Estudios de arqueología alavesa" J.L. Solaun Bustiza

La primera mención a una población del valle de Llodio, es del monasterio de San Víctor y Santiago de Gardea en el cartulario de San Millán de la Cogolla el día 5 de mayo del año 964, en el que se alude a la donación del mismo, con todas sus posesiones, al monasterio de San Esteban de Salcedo. En este caso los protagonistas son don “Scemedoño” y su hermana Marina, quienes por propia voluntad dicen: "concedemos y confirmamos al monasterio de San Esteban y Santa María de Salcedo, en la persona de su abad Nuño, nuestro monasterio de San Víctor y Santiago, situado en el lugar que decimos Gardea, con sus tierras, viñas, molinos, manzanares y demás pertenencias, tanto bienes muebles como inmuebles”. Pero el documento no es auténtico y las firmas son manifiestamente anacrónicas, por lo que habría que situarlo dentro de los documentos que los grandes monasterios llegaron a falsificar para justificar diezmos y demás contribuciones.


Ermita de Santa Cruz de Gardea

En un documento del año 1040, sobre la escritura de donación de arras del rey de Nabarra Garçés el de Nájera (el hijo de Sancho III el Mayor) a su mujer dona Estefania, nos dice que: “Senior Lope Bellacoz, et senior Galindo Bellacoz, cum Colindris et cum Huart, et Mena, vel Tutela (Retes de Tudela en Artziniega), et Lanteno (Ayala) cum omni pertinentia eorum. Garsia Ciclave cum Samanos et cum sua pertinentia”.

Tenencia de Llanteno y al Oeste la de Retes de Tudela (Artziniega)

Por tanto, se nombran las diferentes tenencias de una misma comarca. Las tres de las Enkartaciones: la de Sámano de Garsia Ciclave, y las de Uhart o Ugarte y Colindres en manos de los hermanos "Bellacoz" (cuyo apellido se ha intentado derivar de manera forzada al apellido también euskaro "Velasco"). Además, estos hermanos tienen la tenencia de Mena y otras dos del valle de Ayala: la de Retes de Tudela (Artziniega) y la de Lanteno. Por tanto, a principios del siglo XI no existe la tenencia de Ayala como tal y tampoco la de Llodio.


¿HASTA DONDE LLEGABA BIZKAIA EN EL SIGLO XI?

El primer historiador de Bizkaia, Lope García de Salazar, entre leyendas y verdades, en su libro "Crónica de Vizcaya" (1454) nos habla de la frontera histórica de Bizkaia. El relato se repite, pero con nuevas variantes en su segundo "Libro de las Bienandanzas e Fortunas" (1471). Se trata de la leyenda de Jaun Zuria, la cual se remonta documentalmente a Pedro Alfonso, hijo natural del rey de Portugal y conde Barcelós (1287-1354) en el “Livro das Linhagens”, aunque con el nombre de From, hermano del rey de Inglaterra (los datos completos en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/sobre-la-leyenda-del-primer-senor-de.html)


La leyenda sobre Jaun Zuria, que ya vimos, habla de una batalla entre astur-leoneses y bizkaínos que habría tenido lugar en Padura sobre el año 870, en el pueblo de Arrigorriaga, “pedernal de piedras rojas”, se habría llamado así tras esta batalla por la sangre derramada, aunque la traducción es también parte de la leyenda; tampoco parece acertada la posibilidad que se deba el nombre a las minas de hierro de Ollargan que convertirían las piedras de la zona en rojas o “bermejas” como dice el conde Barcelós, pues son bastante lejanas al centro del municipio.

Lo más probable es que el topónimo “Arrigorriaga” sea “pedernal de piedras peladas”, ya que “gorri” en euskera se puede traducir también como “pelado” (como el monte Aitzgorri entre Gipuzkoa y Alaba), ya que la Iglesia Parroquial de Arrigorriaga, Santa María Magdalena, está sobre un montículo de piedras cercano al río y pelado de vegetación.

La torre de Luiando

La batalla la ganaron los bizkaínos, que persiguieron a los astur-leoneses hasta un árbol en Luiando, llamado Malato (una encina), a 2 leguas de Arrigorriaga, entre Llodio y el valle de Ayala, donde clavaron sus armas. Desde entonces, los bizkaínos defenderán ellos su territorio hasta este árbol y a partir de allí como mercenarios a sueldo.

Lope García Salazar (s. XV): "Los vizcaínos, alegres, aclamaron a Jaun Zuría por señor y Conde de Vizcaya, y repartieron a medias con él los montes y monasterios y le prometieron ir con él siempre que lo necesitase. Hasta el árbol Malato irían a costa de ellos, sin sueldo, pero que les había de dar sueldo si fuesen de allí adelante. Asimismo, los leoneses que pudieron escapar subieron por la peña Garobel que está sobre Ayala, y al llegar sobre la sierra gritaron “salvos somos” y por eso se llama Salvada”.

Santa Magdalena de Arrigorriaga y la supuesta tumba de Ordoño II de Asturias

La tumba del príncipe asturiano Ordoño, sería según la tradición, la que está en el pórtico de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Arrigorriaga, profanada hace dos siglos por las tropas napoleónicas en busca de tesoros, pero donde sólo aparecieron unos huesos y una espada hoy desaparecida; según el historiador Andrés de Mañaricua, sería la espada de un soldado que estaba haciendo el Camino de Santiago sobre el siglo XIV, debido a la indumentaria que se describe del caballero con la Cruz de Santiago en el pecho.

Jaun Zuria clavando su espada en el árbol Malato de Luiando donde acaba Bizkaia

El árbol Malato, como mojón por el suroeste de Bizkaia con Alaba, aparece incluso recogido en la Ley V del Título I del Fuero Nuevo de Bizkaia de 1526, que concuerda con la Ley VI del Fuero Viejo de los Hijosdalgo de Vizcaya de 1452, que dice así: "Otrosí dijeron Que habían por Fuero y Ley que los caballeros Escuderos, hombres Hijosdalgo que dicho Condado y Señorío, así de la tierra llana como las villas y ciudad de él; y sus adherentes siempre usaron y acostumbraron ir cada y cuando el Señor de Vizcaya los llamase, sin sueldo alguno, pero esto hasta el Árbol Malato, que es en Lujaondo (Luiando).

Pero si el Señor con su Señoría, les mandase ir allende del dicho lugar, su Señoría les debe mandar pagar el sueldo de dos meses, si hubiesen de ir aquende los puertos; y para allende los puertos de tres meses, y así dando el dicho sueldo ende que los dichos Caballeros, Escuderos, Hijosdalgo usaron y acostumbraron ir con su Señoría a su servicio doquier que les mandasen; pero no se les dando dicho sueldo, en dicho lugar, nunca usaron ni acostumbraron pasar del dicho Árbol Malato; y que la dicha exención y libertad, así se les fuese siempre guardado por los Señores de Vizcaya".


El padre Manuel Larramendi (1690-1766) y después el escritor bizkaíno Antonio Trueba (1816-1889), decían que la palabra Malato es en verdad Malastu (lozanía), pero el mismo Trueba señala que es más probable que signifique “malatus” enfermo (o incluso "leproso"), justo lo contrario, pues en algunos textos se habla de que está seco o que sólo le quedan las raíces, así en las Crónicas de Lope García Salazar del siglo XV se le llama "árbol gafo", es decir, encorvado. El árbol malato se replantó en 1729 y se puso una lápida en el lugar.


En unos versos épimedievales anónimos recogidos por Juan Gorostiaga en la obra "Épica y lírica vizcaína antigua" publicada en 1952, se dice:

"Odoldurik heldu guiñan
mallatu arbola onetara
eta urren datozenak bere
alan ikusiko gaitubela"

(Cubiertos de sangre llegamos 
a este árbol Malato 
y los próximos que lleguen 
nos verán del mismo modo)


El último gran historiador vizcaíno, Andrés de E. Mañaricúa, considera la leyenda de Jaun Zuria cuentos familiares de la Casa de Haro que es lo más probable. Esta la leyenda nos habla sin embargo de dos cosas ciertas: de batallas entre bizkaínos e invasores astur-leoneses y de que Bizkaia termina históricamente tras el valle de Llodio en el árbol Malato de Luiando, incluso así se consideraba en el siglo XVI cuando se escribe el Fuero Nuevo de Bizkaia. Hay quien asegura que el árbol de escudo de Bizkaia es éste y no el de Gernika.

Casa torre de Murga seguido de Luiando, controlaría la muga en el señorío de Ayala, surge de un hijo bastardo del señor de Ayala


NACIMIENTO DE LAS TENENCIAS NABARRAS DE LLODIO, AYALA, OROZKO Y ORDUÑA

Como hemos mencionado con Orozko u Orduña, las tenencias de Ayala y Llodio, nacieron del hermano del señor de Bizkaia Eneko López “Ezkerra”, llamado Sancho López, y de sus hijos Lope Sánchez y Diego Sánchez, que tendrían las tenencias de Ayala, Mena, Orduña y Llodio, y de ellas nació también la de Orozko, del hermano más joven o Garçea.

Es uno de los hijos, Lope Sánchez, el que firma por primera vez como tenente nabarro de Ayala y Mena en 1095 y su hermano Diego, ese mismo año, firma en una escritura de Santa María de Nájera con “Ayala” como apellido y, desde entonces, así fueron conocidos los condes de Ayala: “Sennior Lope Sanxoz obteniente (sic.) Mena et Ayala” y Diego o “Didaco Sanxoz obtinente Castella usque Tetega”, por tanto, en la Castilla Vieja, dentro del reino de Nabarra. Un tercer hermano, Garçea o García Sánchez, gobernará el valle de Orozko. Por tanto, parece que la tenencia de Ayala, nace a finales del siglo XI.


Iglesia San Pedro de Lamuza en Llodio

Las Juntas del valle de Ayala serán “presididas por el señor de Ayala o por sus delegados, se reunían los infanzones, escuderos e hidalgos ayaleses para abordar las cuestiones inherentes a la administración de un territorio dividido en cinco circunscripciones menores o cuadrillas: Sopeña, Lezama, Amurrio, Llanteno y Oquendo”, a la que se uniría la tenencia nabarra de Artziniega-Retes de Tudela (sobre las Juntas de estos valles, haremos otro artículo).

Camino Real por Sopeña

En un documento de San Millán de la Cogolla de 1095 se habla claramente por segunda vez de un señor de Ayala en la consagración de la iglesia San Pedro de Lamuza de Llodio o Laudio por el obispo Pedro Aznar. Un señor de Ayala que representaba a las aldeas que pagaban al obispado de Nájera, sustituida por la de Calahorra-La Calzada, una cantidad de bienes para poder mantener la propiedad de la iglesia: “Et si episcopus voluerit concilium tenere cum abbate de Ayala veniat a Harriestaria et ibi veniant ad concilium suum”.

Tal y como explica Andrés E. Mañaricúa, se trataba de consagrar San Pedro de Lamuza y hacer una concordia con los señores y demás moradores de estas tierras sobre presentación de clérigos, diezmos y otros tributos que debían pagar los pueblos de Kexana (Lujana), Perea, Arispaldiza (Respaldiza), Murga, Olahuezanahar (Alabeza), Orube, Derendano, Marrieka y Obaldia, todos ellos ayaleses. Por tanto, no implicaba la pertenencia de Llodio al señorío de Ayala, demuestra más bien lo contrario. También es significativo que no esté firmado por el señor de Llodio, lo que da a entender que todavía no existía el señorío.

Años más tarde, en un documento de 1143 conocido como los “falsos votos del conde castellano Fernán González del año 939”, sobre el mismo monasterio, aparece otra mención al señor de Ayala.

El texto de 1095 dice que: “Ita ut de illo flumine qui venir de Angulo ad iuiaçabal”. Por tanto, llama al río que discurre por Orduña, Ayala y Llodio: Ibaizabal.


Es más, el nombre romano de "Nerua", solo se usaba en los libros de historia o ambientes intelectuales, no fue de uso habitual por la población bizkaína y ayalesa hasta el siglo XIX, hasta entonces, todo el río era Ibaizabal con dos ramales, el que venía del duranguesado y el que venía del valle de Ayala, a modo de una "Y".

Moneda del emperador Nerva (96-98 d.C.), similar a la hallada en Plentzia
"IMP.NERVA.CAESAVG."

El primer historiador bizkaíno Lope García de Salazar, en su "Libro de las Bienandanzas e Fortunas" escrito en es el siglo XV, cita cuatro veces "Ybayçabal" hablando de las presas de los Leguizamón y ninguna Nervión. En 1793 el historiador Iturriza y Garate, dice que ambos ramales se llaman Ibaizabal en el "nombre vulgar vascongado", donde podría estar la imposición final del término Nervión, al romanzarse los habitantes de la ría primero y los valles de Llodio y Ayala después.

En el libro “Compendio de la Historia de Bilbao”, Teófilo Guiard Larrauri (1876-1946), comenta que: “San Antonio Abad, es conocida usualmente como San Antón. Está construida esta parroquia, la segunda de Bilbao, sobre los peñascos que sirvieron de base al antiguo alcázar, a orillas del Ibaizabal (...)" (edit. Caja de Ahorros Municipal, 1907). Como vemos, todavía el mejor conocedor de la historia de Bilbao del siglo XX y su archivero municipal, como fue el historiador Teófilo Guiard, llamaba Ibaizabal a la ría de Bilbao, como antes está documentado con Esteban de Garibay (s. XVI), Gabriel de Henao (s. XVII) o el padre Manuel Larramendi (s. XVIII). El término Nervión-Nerbioi fue aceptado como el único por la comisión de onomástica de Euskaltzaindia  en 1998. 


Nacedero del Nervión en Delika

LA APARICIÓN DEL SEÑORÍO DE LLODIO Y EL ENCUMBRAMIENTO DE LOS AYALA

Tras la traición de los López de Haro (1076), el señorío de Bizkaia no seguía en manos de los descendientes de Iñigo López "Ezkerra", sino de los Gebara (familia alabesa de los Vela o Bela), ni era parte del reino de Castilla, sino que en poco tiempo volvió al reino de Nabarra (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2018/12/la-felonia-de-los-lopez-de-haro-y-como.html).

Este hecho quedó reflejado en una escritura de Nájera, cuando Doña Urraca de León-Castilla y Alfonso I “El Batallador” estaban en 1110 preparándose para la conquista de la Zaragoza musulmana, aparece en un documento “Didacus Lupus dominante in Naxera et Granione”, Diego López I, el nieto de Iñigo López “Ezkerra", pero no como señor o conde de Bizkaia. En la toma de Zaragoza, junto a Alfonso I, estaban también García Galíndez de Ayala, Ladrón de Gipuzkoa o su cuñado Gastón de Bearne y Lapurdi.

Cuando el rey de Nabarra, Alfonso I el Batallador, tomó Zaragoza el 18 de diciembre de 1118 a los musulmanes, avanzó la frontera del reino de Nabarra hasta Garray (la antigua Numancia), mandó la repoblación de Soria a Eneko o Iñigo López señor de Llodio e hijo de Lope Sánchez, el cual también ayudó a el Batallador en la toma de Tudela, Cervera y Galipienzo, designándole la gobernación de Soria y de Burgos: “Senior Enegus Lupi in Soria et in Burgos”. Este señor sería Eneko López de Llodio según E. Labayru, uno de los sobrinos de Eneko López "Ezkerra". 

Es en otro documento de 1124, aparece el mismo tenente de Llodio, llamado “Ego igitur sennior Enneco Lopez de Llodio”, en una escritura de confirmación de la parroquial de Nanclares a San Millán de la Cogolla, otorgada por éste y calcada sobre la que su padre había otorgado en 1075 que hemos visto con Langreiz o los manzanares de Orduña.

El mismo Eneko, firma en 1127 en calidad de testigo en una donación de Santa Cruz de Fresnada a San Millá de la Cogolla, diciendo que era “dominante Llodio y Castela Vetula (o Vieja)”. Sería el primer señor de Llodio documentado ya en el siglo XII.

Por tanto, dentro del reino de Nabarra, el valle de Llodio el de Ayala y el de Llodio, eran dos tenencias diferentes.

Torre de Mendoza

Es en 1135 cuando aparece el primer Mendoza como señor de Llodio, era uno de los hijos del mencionado Eneko o Iñigo López de Llodio. Se trata de la confirmación de la donación de la villa de Alesón al monasterio de Santa María de Nájera, tras haber traicionado a Nabarra y bajo el emperador castellano Alfonso VII: “Lope Lopez de Mendoza testis”. Estas títulos en Castilla y su parentesco con los López de Haro, familia de la cual proceden los Ayala, nos hace sospechar de su traición a Nabarra.

El último señor legítimo de Bizkaia fue Juan Belez de Gebara, los demás, lo fueron por conquista y usurpando el señorío a Nabarra quien lo había creado. Señala la Enciclopedia Auñamendi, como los señores de Bizkaia "D. Pero Vélez, hijo de D. Vela Ladrón (familia Gebara), Sr. de Vizcaya y Guipúzcoa, fue Sr. del castillo de Malvecin, en la frontera castellana (en Arrigorriaga, dando a entender que ya había caído Ayala y Llodio), a cuyo asedio y toma asistió (1174). La tradición le quiere casado en dos ocasiones: primero con D.ª María Álvarez, y en segundas nupcias con D.ª M.ª Sánchez de Salcedo, Sra. de Ulibarri-Gamboa, e hija de Sancho García de Salcedo, Sr. de Ayala.

Por lo que este matrimonio significaría de enraizamiento profundo de los Ladrón en tierra alavesa, podríamos suponer con fundadas razones de verosimilitud que en épocas de D. Pedro Vélez o de sus más inmediatos antecesores o sucesores, se asientan los Ladrón en tierras de Guevara y obtienen el señorío de Oñate. Tuvo D. Pedro Vélez dos hijos (uno con cada mujer), reseñados en todas las crónicas. De la primera tuvo a D. Ladrón, a quien nos atreveremos a denominar Sr. de Guevara y Oñate, y de la segunda a Sancho Pérez, Sr. de Gamboa y cabeza de la casa de Gamboa, por haberlo heredado sus padres en tierras de la madre".

Por tanto, los banderizos de los Ganboa (asentados en esta población alabesa de Ulibarri y Ganboa), cabeza de los pronabarros, serían descendientes de los Bela e indirectamente de los Ayala.

Juan Eustaquio Delmas en su libro “Guía histórica descriptiva del viajero en el Señorío de Vizcaya” sobre la fundación de Balmaseda, relata: “Hallándose en Castro Urdiales el señor de Bortedo D. Lope Saenz o Sánchez de Mena, descendiente del conde de Ayala D. Vela, y con el consentimiento de su hijo D. Diego, dio, como señal de regocijo por una victoria que el rey de Castilla D. Alonso VIII acababa de obtener, la carta puebla o privilegio de fundación de villa”. La invasión de Bizkaia empezó por las Enkartaciones desde el valle de Mena en 1199 y desde Ayala-Llodio por el castillo de Malvecín o Malmasín.

EL ESCUDO DE LOS HARO Y DE LOS AYALA

El primer texto donde aparece incorporado el topónimo "Haro" al apellido de la familia López, se ha encontrado en una escritura de 1117, en la cual Diego López I "El Blanco" es nombrado: "Donus Didacus Lópiz de Faro". 


Los Haro y los Ayala son la misma familia y comparten escudo familiar. Diego López II de Haro "el Malo" (1152-1214, "el Bueno" en Castilla) fue el que invadió Bizkaia por el Oeste en 1199-1200. Además, fue el primero de su familia que usó el apellido Haro, lo que consta en los documentos a partir de 1184, añadiéndo al escudo los primitivos lobos de sable en campo de plata, en alusión al nombre «Lope» y que eran padre e hijo, Lope Díaz II de Haro "Cabeza Brava", el cual acompañaba a su padre en todas las batallas. 


Los corderos atravesados en las bocas de los lobos hacen alusión a la participación en la batalla de las Navas de Tolosa y el botín allí conseguido en 1212 por Diego López II “el Bueno o el Malo". La bordura con aspas de San Andrés, a la toma ese día de Baeza en 1227, de su hijo Lope Díaz II de Haro “Cabeza Brava”. 

Hasta aquí es también el escudo de Bizkaia junto al árbol de Gernika que se añadió en el siglo XV, pero se sustituyeron las aspas de la bordura por cinco Leones rampantes además de añadirse un León soporte que asoma la cabeza por el frente. Desde 1986 se han quitado los lobos y los leones del escudo de Bizkaia.

Son significativas también las cadenas del escudo de los Haro (aunque en algunas representaciones se omitan), ya que hacen alusión a su procedencia Nabarra (Tierra Estella-Lizarra). El propio Diego López II "El Malo", se exilió en Nabarra hasta tres veces, tras enfrentarse otras tantas veces a su rey castellano (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2018/12/la-felonia-de-los-lopez-de-haro-y-como.html)

Beato de Saint-Sever 1050-1070 ("Caput Vasconiae", reino de Nabarra)


TRAS LA CONQUISTA CASTELLANA (1173-1200)

Tras la conquista de la Nabarra Occidental por Castilla que finalizó en el año 1200, la siguiente mención al señor de Llodio, es en tierras de Murcia con el rey de Castilla Alfonso II en el año 1272, cuando, según la Crónica de Alfonso X de Castilla, hubo una revuelta de los nobles contra su rey, siendo los principales cabecillas de la conjura, el conde Nuño de Lara y sus hijos, exigiendo más tierras y castillos entre los conquistados. El rey de Castilla cedió en todo ante sus nobles, según un arreglo firmado en Sevilla. Entre los muchos firmantes, estaban el señor de Bizkaia Lope Díaz III y Lopez de Mendoza, señor de Llodio. Desde esta época, los Ayala se trasladaron a la Corte castellana en Toledo.


LLODIO Y AYALA DENTRO DE ALABA

Poco después, es la primera vez que aparece Llodio dentro de Alaba, es en un documento del año 1291, cuando Lope de Mendoza, señor de Llodio, representa a el valle en la Junta de Arriaga. Su hijo, otro Lope de Mendoza señor de Llodio, llegó a almirante en el ejército castellano y estaba entre los alzados reinando Alfonso el Sabio en 1332, en las revueltas señoriales contra el concejo de Vitoria encabezada por Juan Martínez de Leyva.

La "Voluntaria entrega" 

La Cofradía de Arriaga era la unión de las grandes familias alabesas: “Las Juntas Generales de los cofrades se celebraban en el campo de Arriaga (actual parque de Arriaga en Vitoria-Gasteiz, dentro del cual se encuentra la ermita de San Juan de Arriaga, en memoria de aquellas). En estas Juntas se elegía al señor de la Cofradía, se impartía justicia y se trataban los problemas que les concernían como grupo. En definitiva, esta institución refleja la capacidad de autogobierno de una parte del territorio alavés durante la Edad Media.

La Cofradía tenía un carácter eminentemente nobiliar, como se constata al repasar la condición social de los cofrades, entre los que hay miembros de la alta nobleza (ricos omes), alto clero (obispo de Calahorra) y baja nobleza (infanzones, caballeros o escuderos). Todos ellos disponían de inmunidad fiscal (hidalguía) que les eximía de pagar pechos o tributos y servicios. Micaela Portilla estudió a estos cofrades, entre los que encontramos a Guevaras, Haros, Mendozas, Hurtado de Mendozas, Velascos, Salazares, Ayalas...” Joxe Garmendia.


Nos cuenta el historiador de Salvatierra-Agurain, Fernando Sánchez Aranaz, como se produjo la "Voluntaria entrega" de la cofradía de Arriaga al rey de Castilla Alfonso XI y el motivo de que muchos nobles, como los Ayala y los Haro, hubieran traicionado a Nabarra: "La creación de nuevas villas y los favores concedidos a Vitoria, que adquirió la centralidad política y económica del territorio alavés, provocaron una situación de crisis en la Cofradía de Arriaga. La citada crónica de Alfonso XI, nos dice que “desque fue conquistada la tierra de Álava et tomada a los navarros, siempre ovo señorío apartado”, es decir, distinto al del rey, de donde se deduce que antes, con Navarra, no lo tenía.

Es de reseñar como la rapacidad y actitud oligárquica de los señores alaveses, extensiva al resto de sus homónimos vascongados, quienes en 1200 traicionaron a su reino, el de Navarra, a cambio de la obtención de privilegios feudales en sus señoríos, fue capaz de cambiar de forma en 1332 para seguir manteniendo su poder. Tal proceso habría sido inviable en el Reino de Navarra, regido por el derecho pirenaico (los Fueros de Nabarra)". Para más información: https://martinttipia.com/2016/06/20/que-fue-la-voluntaria-entrega/


EL SEÑORÍO DE AYALA Y SU EXTENSIÓN POR BIZKAIA CON LOS SALCEDO


Conjunto monumental de Quejana o Kexaa, fundado por Fernán Pérez de Ayala

El último descendiente directo de los Ayala, Juan Sánchez de Salcedo "el Negro", murió en 1322, en esa fecha, Leonor de Guzmán, la favorita de Alfonso XI de Castilla, compró el señorío de Orozko y el de Llodio.

Una rama de los Ayala se había desplazado a Güeñes en las Enkartaciones a finales del siglo XII. Así lo describe  Lope García Salazar, en su "Libro de las Bienandanzas e Fortunas"(s.XV), donde cuenta como “Muerto este don Galindo Velasques, dexó por fijo eredero a don Garci Galindes, que fue el quarto señor de Ayala e el primero que dellos tomó las armas e el nombre de Salsedo, porque fue a morar a Salsedo (en Güeñes, las Encartaciones) e eredó aquel solar e vienes de aquel conde don Rubio, su aguelo, que eran dos salses verdes en campo amarillo, que así las traya aquel su aguelo",

Tras la muerte de Juan Sánchez de Salcedo, señor de las casas de Ayala y Salcedo en las Enkartaciones (en Güeñes, hacía donde se había desplazado la familia), acaecida hacia el año 1332, y a falta de descendientes varones, se disputó la herencia de este poderoso linaje entre las facciones ganboina y oñacina, representadas respectivamente por los Murga (bastardos de los Ayala) y los Ayala de Toledo, resultando victoriosa esta última, de cuyo bando eran dependientes todas las casas y solares de Somorrostro. El poder de los Ayala se manifestó especialmente en el valle de Barakaldo, en el que dispusieron de casas censuarias, torres, ferrerías y monasterios. En especial, el monasterio de Burtzeña y las torres o castillo de Lutxana (Goio Bañales "El mundo naval de las Encartaciones").

Torre de Lutxana de los Ayala en Barakaldo. Según Adrián Celaya en su libro sobre el origen de Bizkaia, el señor de Ayala, desde su torre de Lutxana, fundó en Burtzeña, el primer monasterio de Bizkaia en el año 1228, de la orden de la Merced (donde hoy se alza la iglesia se hallaron 47 tumbas y los restos del monasterio).

Monasterio de las mercedarias de Burtzeña (Barakaldo)

Al de poco, en 1349, Fernán Pérez de Ayala (Toledo 1305-Vitoria 1385), sobrino del difunto Juan Sánchez de Salcedo (tras ser asesinado su hermano por los Murga y Abendaño en una masacre de 200 personas), consiguió heredar el señorío de Ayala  (tras ser asesinado su hermano por los Murga y Abendaño en una masacre de 200 personas). Fernán Pérez de Ayala volvió a comprar el señorío de Llodio con la ayuda de los Abendaño (sus enemigos), los principales señores de Bizkaia desde su solar en Igorre-Arratia, que aportaron la tercera parte. Fernán Pérez de Ayala vivía entonces fuera del señorío, en la capital de Castilla de entonces, que era Toledo.

Desde finales del siglo XII hasta 1332, estuvo Llodio dentro de la Cofradía alabesa de Arriaga como señorío de los Mendoza. Pocos después, el valle pasó a los Guzmán para acabar finalmente en la línea principal de los Ayala. Tal y como señala la Enciclopedia Auñamendi: “Fernán Pérez de Ayala, padre del canciller, compró los derechos sobre Llodio a Leonor de Guzmán, favorita del rey Alfonso XI de Castilla, por escritura extendida en Gibraltar el 27 de diciembre de 1349. Doña Leonor los poseía a su vez por compra efectuada anteriormente a su legítimo detentador Lope de Mendoza”.


El texto de la venta fue: "Sepan cuantos esta carta vieren como io, doña Leonor de Guzmán otorgo e conosco que vendo e do por juro de heredat para siempre jamás a vos Ferrand Pérez de Ayala que rescibides e comprades para vos e para vuestros herederos el valle de Llodio con el monesterio de Lamuza e con el señorío e con la justicia e con los labradores e heredades segund que lo compré a don Lope de Mendoza e con el palacio de Arçua e con las heredades, solares e labradores que a dicho palacio pertenesce segund lo io compré a dicho don Lope, el qual monesterio et palacio son dentro en el valle de Llodio; el qual valle de Llodio, que vos io vendo e doy como dicho es, ha linderos de la vna parte Viscaia e de la otra parte el valle de Horosco e de la otra parte Ayala e de la otra parte el valle de Oquendo". 

"E vendo vos más la casa fuerte de Horosco con la justicia e señorío del dicho valle de Horosco, segund que io é e lo poseo e la casa fuerte de Oquendo e la casa fuerte de Marquina (Zuia) e el palacio de Derendano que es en Ayala, con los labradores e solares poblados e por poblar e el palacio de Burgena que es en Varacaldo, las quales casas fuertes e palacios io compré de Lope García de Salazar y de Martín Urtiz de Atharte, cauezaleros que fueron de don Juan Sanchez de Salzedo...". 

Pero el documento o es falso o estaba falseado en parte, tal y como se demostrarán siglos después en el juicio por el valle de Orozko ante la Chancillería de Valladolid  en 1768 junto con el señorío de Bizkaia contra el duque de Veragua y Berwick y conde de Ayala.

El rey de Castilla Enrique II (Toro, a 5 de septiembre de 1371), confirmó la donación de Artziniega, valle de Llodio, valle de Orozko y el monasterio de Respaldiza a Pedro López de Ayala (el canciller Ayala), esta vez sí que el documento está bien documentado: "...damos vos en donación pura y no revocable, por juro de heredat, para agora y para siempre jamás, para vos y para vuestros herederos y para aquellos que de vos descendieren de línea derecha, que lo vuestro ouieren de haber y de heredar, la nuestra puebla de Arce niega e otrosí vos damos el valle de Llodio e otrosí vos damos el nuestro valle y tierra de Horozco e otrosí vos damos el monasterio de Arespaldiza, que es en Ayala...".  

Este documento sí es cierto, lo que parece invalidar el anterior, ya que estos valles de Llodio y Orozko, no podían estar en manos de Enrique II y de Fernán Pérez de Ayala a la vez.

Tumbas del Canciller Ayala y de su mujer Leonor de Guzmán (no confundir con la favorita del Alfonso XI) en el centro 
y el de su padre Fernán Pérez de Ayala en el lateral

El mayorazgo de Ayala realmente se funda en 1573 sobre el solar de los Ayala en Quejana-Kexaa, alrededor de una primitiva iglesia y por Fernán Pérez de Ayala, el recopilador del Fuero ayalés, el cual le añadió una casa-palacio, un torreón y fundó un monasterio dominico para monjas de clausura en 1378.

Fernán Pérez de Ayala, era señor de Ayala, Llodio, Arrastaria, Urkabustaiz y Kuartango en Alaba donde era miembro de la Cofradía de Arriaga, merino mayor de Gipuzkoa, en el reinado de Pedro I de Castilla, y merino mayor de Castilla en el Enrique II. También fue señor de Torrejón de Velasco, adelantado mayor de Murcia y merino mayor de Asturias.

Tumba de Fernán Pérez de Ayala en Quejana

Su hijo es conocido como el Cancillar Ayala, Pedro López de Ayala (Vitoria 1332-Calahorra 1407) era señor de Ayala y Salvatierra, canciller mayor de Castilla, camero mayor del rey Pedro I de Castilla, corregido y merino mayor de Gipuzkoa, alcalde mayor de Toledo, merino y alcalde mayor de Vitoria-Gasteiz, oidor de la Audiencia Real de Castilla con Juan I.

Por tanto, con la compra a Leornor de Guzmán por Fernán Pérez de Ayala del señorío de Llodio, desapareció el mismo de sus títulos y parece que quedara inserto en el mayorazgo de Ayala.

Fernán Pérez de Ayala y su hijo el Canciller Ayala, museo de Quejana

En la Guerra de Comunidades de Castilla contra el nombramiento de flamencos como gobernantes de Castilla por el emperador Carlos V de Alemania, nuevo rey de Las Españas, Pedro López de Ayala, conde de Salvatierra y Señor de Ayala, será uno de sus cabecillas.

Fue designado en 1520 «Capitán General en las tierras, é Provincias de Guipúzcoa, é Alaba, y en las Encartaciones del Condado de Vizcaya, que está, é de todas las Ciudades, é Villas, é Lugares, Behetrías, é Merindades que en ello caben, y está en los Puertos de la Mar”, contra la línea monárquica de apoyo a Carlos V del Diputado General de Alaba, Diego Martínez de Álava.

La carta real despachada contra él, en Burgos el 7 de mayo de 1521, ordenaba a los vasallos del conde, que eran los de los valles de Orozko, Llodio, Okendo y Luyando, que se alcen contra él, le desconozcan, le nieguen la obediencia, le retiren sus rentas, incumplan sus cartas, e incorporadas a la Corona, estén sujetos al señorío de Bizkaia, disfrutando de sus Fueros, como ya lo estaban antes, prometiéndoles no tomarlos ni ponerlos bajo la jurisdicción de Pedro López de Ayala, ni la de sus sucesores.

Ejecución de los cabecillas Comuneros

Pedro de Ayala, vio desbaratada su facción comunera el viernes 19 de abril de 1521 en el puente de Durana, entre Gamarra y Retana, por Martín Ruiz de Abendaño (cabecilla de los ganboínos, descendiente de Juan de Abendaño), quien le cogió seiscientos prisioneros incluido su jefe, Gonzalo de Barahona, que sería ajusticiado en abril del año 1522 en la plaza de la Leña (Vitoria).


Tras la derrota, comenzó su peregrinaje de exiliado hasta su muerte de forma natural en 1524. En 1525, tras la muerte del conde de Salvatierra, la corona llegó a un acuerdo con su hijo Atanasio de Ayala, en virtud del cual se le devolvía todo lo confiscado a su padre, salvo lo que se hubiese vendido. 

LOS AYALA QUEDAN FUERAN DEL SEÑORÍO DE BIZKAIA

Con el canciller Ayala, esta familia llegó a su máximo poderío y comenzó su declive. Encabezaba, junto con los Butrón, el bando oñacino procastellano en Bizkaia, con sus parientes los Salcedo de las enkartaciones, recibiendo el vasallaje de importantes linajes, entre los que se contaba el de Salazar y Muñatones, pero el auge de estos en la segunda mitad del siglo XV, provocó el enfrentamiento por el dominio en el valle de Somorrostro y Barakaldo, a pesar de pertenecer a la misma parcialidad y bando.

Las guerras entre ambos afectaron seriamente a la comarca, sobre todo en los años 1450-1480. El resultado final, en cierta forma inesperado, fue la pérdida casi total por parte de los Ayala de sus propiedades en Somorrostro en beneficio de los Salazar y, sobre todo, de los Velasco, quienes supieron aprovechar los vaivenes de la situación para hacerse con las importantes fortalezas y preeminencias de los Ayala en Barakaldo.

De esta forma, sumaron esta anteiglesia a su imperio que ya contaba en Las Enkartaciones con claro dominio en las zonas de Trucíos, Zalla y Balmaseda, más Castro Urdiales (sacada por Pedro Fernández de Velasco de la Hermandad de las Marismas), que le sirvieron de cabeza de puente en su intento de hacerse por las armas con el Señorío de Bizkaia en 1471 (Goio Bañales en el libro mencionado). Es así como los Ayala desaparecen de la historia de Bizkaia.

Casa torre de los Salcedo en Güeñes


LLODIO Y SU INTEGRACIÓN EN BIZKAIA

Llodio, sin embargo, volvió a integrarse en Bizkaia. En la Jura de Fernando de Aragón “El Falsario” o “El Católico” de los Fueros Viejos de Bizkaia en 1470, en nombre de su mujer Isabel "La Católica" que era la señora de Bizkaia, están sus apoderados, Fernández de Ugarte y Pero Ortíz de Anuncibay, como “representantes por la merindad de Llodio" y no ya por el señorío. Por tanto, las dos familias propietarias de los dos grandes palacios de Llodio. También estaban en la misma los representantes de Orozko, así como Castro Urdiales.


Casa torre Ugarte

En el siglo XV, aparece Llodio incorporado a Bizkaia, pero por poco tiempo. En 1491, Los Reyes “Católicos de Castilla y Aragón, a petición de los vecinos del valle de Llodio que decía recibir “injusticias y daños” de los bizkaínos, concedieron que Alaba recogiese y amparase al valle de Llodio".

A principios del siglo XV, se crearon las Hermandaded de Alaba  "para el control de malhechores, contra el abuso de los señores y para impartir justicia", a la que se incorporó el valle de Ayala hacia 1463 y el de Laudio-Llodio en 1491.

Es así como Llodio volvió a Alaba y, junto a Orozko y Ayala, conformaron una única Hermandad dentro de la misma, estando sus gobiernos en manos de la misma familia.


Palacio Anuncibai: ... El linaje de Anunçiuay, su fundamjento fue vn escudero que fue fijo dalgo de Alaua, que era nieto de don Gastea de Arburu de Alaua, que fue noble e mucho esforçado cauallero en armas e era francés, quel seyendo mançeuo fue criado de don Diego Lopes de Aro, el bueno, señor de Bizkaia e fue mucho preçiado en su casa ("Libro de las Bienandanzas e Fortunas", Lope García Salazar, s. XV)


Pese a estar insertados en las Hermandades de Alaba y en la Cuadrilla de Ayala (creadas en 1567), Llodio se regía por el Fuero de Bizkaia (y no por el de Ayala), desde siempre. Tampoco se integraron en las Juntas de Ayala de Zaraobe, manteniendo las suyas en las campas de Basalarrina, frente a la iglesia de San Pedro de Lamuza, como veremos en otro artículo. 
Hermandades Alabesas, la 17 es Llodio y la 54 Orozko 
En verde oscuro el valle de Aramaiona de los Abendaño

En el año 1661, Bizkaia concedió a los habitantes de Llodio y a los de Orozko, la posibilidad de adquirir la vecindad bizkaína con solo demostrar su procedencia.

En 1663 los representantes de Llodio Luis Zubiaur y Andrés de Acha, solicitaron a las Junta Generales de Bizkaia por las injusticias que padecían, esta vez por parte alabesa, su incursion en Bizkaia. La Junta de admisión se celebró el 21 de octubre de 1664 y la petición fue aceptada al año siguiente, en 1665, atendiendo a la “bizkainía” (sic.) del valle, el cual siempre acudía a la defensa de los puertos bizkaínos en caso de guerra o alarma. El señorío de Bizkaia intentó que se aceptará a Llodio como parte de Bizkaia saliéndose de las Hermandades y Cuadrillas alabesas, pero no parece que tuvieran éxito en sus gestiones con la corona castellana.

Curiosamente, a Okendo en Ayala, a Orozko y a Llodio, se les encuentra en 1688 pagando los impuestos o albalá de las ferrerías al señor de Bizkaia y rey de Castilla.

No parece que Llodio entrase de nuevo en las Juntas de Bizkaia, pero como tantos otros municipios, sí que disfrutó de sus Fueros o leyes, las más avanzadas de su época en derechos universales y de seguridad jurídica. Así, en la Junta General de Bizkaia del 20 de julio de 1740, se ordenó que no se diese el pase o uso de los reales despachos obtenidos por Llodio, por más que no contribuían a los gastos del señorío hacía a la defensa de usos, costumbres y leyes, y no convenía que Bizkaia se empeñase en nuevos dispendios. Por este tiempo, Limpias, Colindres u Orozko entre otros muchos, se encontraban en las mismas condiciones que Llodio.

Llodio se quedó definitivamente en Alaba, en la Cuadrilla de Ayala, que se compone los municipios de Laudio-Llodio, Amurrio, Ayala-Aiara, Okondo y Artziniega.



RESTOS ARQUEOLÓGICOS NABARROS EN AYALA Y LLODIO



Dentro de la iglesia de la virgen de la Encina de Artziniega, se han encontrado restos de un poblamiento tardorromano de los siglos V y VI. Alteradas por un pequeño reciento superpuesto de la primera iglesia altomedieval. En la necrópolis exterior del templo, se localizó una estela discoidea con decoración incisa de motivos astrales, datada de los siglos IX-X. 





Menoio


San Juan de Erbi

Soxo


También sería románica la base de la iglesia de Nuestra Señora del Yermo o Ermu. La ermita de Santa Lucía forma parte, junto con la iglesia de Santa María y el campanario exento, del conjunto de Nuestra Señora del Yermo o Ermu. Hubo hasta tres iglesias consecutivas en el mismo emplazamiento. La del nivel más bajo, sería la levantada en los siglos XI-XII, y desde su origen estuvo asociada a una necrópolis.


Un equipo de arqueólogos encabezados por Sergio Escribano del Grupo de Investigación en Patrimonio Construido, descubrió varias sepulturas, una de ellas de cubierta monolítica, que no se alinea con los muros de las dos últimas iglesias, sino con los restos del aludido templo primigenio (2017). 




TERRITORIOS DE LAS ENKARTACIONES QUE SE QUEDARON FUERA DE BIZKAIA



Goio Bañales en su libro “El mundo naval de las Encartaciones”, explica como: “En la Alta Edad Media el territorio comprendido entre los ríos Asón y Cadagua (o Salcedón) se gobernaba por el denominado “Fuero de Bezio”. Este amplio espacio se dividió en dos merindades; una de ellas, la más occidental, en la margen derecha del Asón, mantuvo este nombre cuando pasó a formar parte de un corregimiento anexo al de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar, mientras que la merindad más oriental, bañada por el río Cadagua, que se identificaría como “Las Encartaciones”, gozaría de su propia Junta en Avellaneda. 

Al término de la Edad Media esta división administrativa se consolidó, aunque tanto unos como otros siguieron considerándose a sí mismos como “vizcainos”, apelativo que es frecuente observar documentalmente, al menos hasta muy entrado el XVIII, por ejemplo, en los naturales de Laredo, Colindres, Limpias y Santoña, en ocasiones tales como cuando sus vecinos realizaban pruebas de hidalguía y genealogía o cuando respondían en diversas circunstancias declarando su vizcainía.


La playa de Muskiz desde el Penón de Ojeda

En este sentido es importante diferenciar la Bizkaia nuclear, que suele llevar anexo el término de “El Señorío”, con la Bizkaia global, que suma a ésta los territorios vizcaínos de Las Encartaciones, Durango, Orduña, Orozko, los lugares aforados de las Merindades en Burgos (Moneo, Villarán, Bustillo, Bascuñuelos, Villalacre, Villaverdin, Momediano y Paresotas), Colindres, Limpias, y otros que en diversos momentos se consideraron de esta misma naturaleza (BAÑALES. Ruta Aduanera) Por lo que respecta a Somorrostro no hay duda de que a pesar de hallarse sujeto a la ordenanza general encartada redactada en el año 1394 según el texto propuesto por el doctor Gonzalo Moro, y posteriormente al Fuero Viejo Encartado redactado en 1503, aún siguió rigiéndose por el Fuero de Bezio  (aparece Briçio)en los aspectos más comunes, como la transmisión de bienes. Por esta razón, todavía en el año 1511 se escribía: “…la tierra de Somorrostro, ques en el Fuero de Briçio…” (ARCh.V. R. EJECUTORIAS. Caja 259-8.).

Villaverde de Trutzioz

Villaverde de Trutzioz quedó fuera pese a ser reclamada insistentemente por el Señorío y queda como un enclave extraño rodeado de tierras bizkaínas. Villaverde de Trutzioz perteneció al señorío de Bizkaia desde el siglo XII al XIV según  E. Labayru en “Compendio de la historia de Bizcaya".

En el siglo XIV el linaje de los Avellaneda se hace con Villaverde de Trutzioz, gracias a la donación realizada por los señores de Bizkaia (por la participación de Ochoa de Avellaneda en la batalla de Aljubarrota en 1385). En 1440 Diego de Avellaneda lo vende a Pedro Fernández de Velasco, segundo conde de Haro, por 50.000 maravedíes. Éste último, al repartir el patrimonio entre sus hijos, lo cedió a Antonio de Velasco y posteriormente éste a su hermano Pedro. Esto derivó en la continuada vinculación a la familia Velasco, Duques de Frías y Condes de Haro pasando a pertenecer al Señorío de los Condestables de Castilla apartándolo de Las Encartaciones del Señorío de Bizkaia (aunque con ciertas vinculaciones con las Juntas de Avellaneda). Similar situación vivió el municipio vecino de Guriezo.

Villaverde de Trutzioz

En el libro “Introducción a la Historia Medieval de Alava, Guipuzcoa y Vizcaya en sus textos” J. A. García Cortázar y otros comenta que: “Villaverde de Trucios es tierra encartada, en 1480 Pedro Fernández de Velasco, conde de Haro casa de los condestables de Castilla, lo compró a Diego de Avellaneda, a quien, a su vez, el Señor de Bizkaia donara el valle y la iglesia. En el siglo XIX dieron estas tierras a Cantabria donde nunca estuvo ni tuvo relación alguna, convirtiéndose en un enclave nuevo rodeado de municipios vizcaínos”. Según E. Delmas, Trutzioz sería una deformación de Iturriotz. Cantabria no existe como tal hasta 1982 y hasta el siglo XIX se cree que los cántabros de los textos romanos eran los vascos, cuando recibe su estatuto de autonomía, ni estas tierras acudían para nada a la provincia de Santander anterior. (para más información https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/las-seis-cantabrias-y-los-baskones.html y https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/09/el-nabarro-cantabrismo.html)

La decisión de dárselo la provincia de Santander o de Cantabria, es poco comprensible, pues sus pobladores, nada tienen que ver con los de esta provincia española, siendo difícil su gestión administrativa.

Mapa del geógrafo francés Nicolás de Fer del año 1705

Clolindres y Límpias

También fueron parte del Señorío municipios “encartados” como Colindres o Limpias que se regían por el Fuero de Bizkaia. Colindres y Limpias estuvieron dentro del señorío entre 1400-1508 según escribe Labayru en su libro “Compendio de la historia de Bizcaya”, e intentaron su inclusión en el Señorío de forma conjunta varias veces más, como en 1675, la última en el siglo XVIII, en el año 1722.

Otro historiador, Florencio Amador Carrandi, en su libro "Investigaciones históricas de Vizcaya y los lugares de Limpias y Colindres", demuestra que estos municipios iban a ser vendidos, al ser de realengo, por el rey de Castilla Enrique III como señor de Bizkaia en 1399 para conseguir dinero en su guerra contra Portugal. Pero los representantes de estos dos municipios y el de Balmaseda que entraba en el lote, consiguieron reducir la cantidad a la mitad y pagarla entre ellos (2/3 Balmaseda), a cambio, el señor de Bizkaia, les dejara continuar "e con el dicho señorío de Vizcaya ya según que fasta aquí fuísteis", coletilla que se repite varias veces en la carta firmada por Enrique III. El Becerro o libro de behetrías de Castilla de ese mismo siglo, confirma que estos dos municipios no eran de Castilla.

Aunque también es verdad, que estos municipios que disfrutaban de los Fueros de Bizkaia, no aparecen representados en las Juntas de Bizkaia, bien como firmantes de las actas de las Juntas en Gernika o en la Abellaneda.

Este documento de Enrique III, fue firmado por cada uno de los señores de Bizkaia y reyes de Castilla y de Las Españas después, hasta 1820, cuya copia se adjuntaba al original. En la Constitución española de ese año, por un lado, se pide a Limpias y Colindres que participen de los gastos del enviado provincial de Bizkaia, lo que demuestra en otro documento oficial, su pertenencia al señorío. Pero por otro, a partir de ese año, parece que quedaron enclavados en la nueva provincia de Santander que nació de esa Constitución y en el partido judicial de Laredo, pese a que también están recogidas las quejas de sus enviados municipales y su deseo de seguir en Bizkaia.




Castro Urdiales

Fue Castro Urdiales la que con más ahínco ha intentado volver al señorío bizkaíno. En el año 1394 Castro Urdiales se unió a Bizkaia desde su antigua tenencia de Sámano. Así, está entre los municipios que firmaron el Fuero Viejo de Bizkaia de 1452 y están presentes en Gernika en su jura del mismo por el señor de Bizkaia y rey de Castilla Enrique IV en 1457.



Pero quedó Castro Urdiales separada el 4 de marzo 1471, cuando el Señor de Bizkaia lo ordenó así, ocupaba hasta entonces asiento en Juntas. Pese a ello, en los años 1562, 1576, 1665, 1667, 1676 y 1678, trató de volver a entrar en el Señorío, pero Bilbao veía en él a un posible competidor y se negó constantemente. En 1738, a cambio de 140.000 escudos, obtuvo el permiso de Felipe V para integrarse en Bizkaia hasta 1741 en que fue revocado por la presión de Bilbao. Entre 1748-1763 perteneció de nuevo al señorío de Bizkaia, año en el que volvió al Corregimiento.

En 1765 Castro Urdiales con Sámano se unieron a la Junta de Castilla, a pesar de ello, en 1774, en 1796 y el 10 de marzo de 1799, fue admitida por la Junta de Merindades de Bizkaia por última vez.

En su escudo municipal aparece el árbol de Gernika:

"Castro soy y siempre he sido,
Vizcaya firme en mi asiento"


Escudo de Castro Urdiales con el árbol de Gernika en el centro y una cadena como bordura


El Valle de Mena

El valle de Mena fue conquistado en 1076 por Alfonso VI, quien lo incorporó a Castilla: "a pesar de la voluntad expresada por sus vecinos no consiguió integrarse en Bizkaia en sus intentos de los años 1833 y 1924 (…). Si nos guiamos por la torres de los gamboínos y oñacinos podremos comprobar con qué nitidez se perfilan, ya en la Edad Media, los límites y el contorno de la actual Comunidad Autónoma Vasca” (Goio y Julen Bañales). El Valle de Mena llegó en 1822, a solicitar su anexión a Bizkaia, petición que reiteraron en 1844.

Santa María de Siones s. XII

Mena ha sido siempre una tierra de paso desde la costa al interior por donde discurría la calzada romana de Pisorica. El mismo señor de Bortedo que le concedió a Balmaseda, le dio la carta de villa en 1199 o 1200 con el fuero nabarro de Logroño a Villasana de Mena. Desde 1118 hasta el año 1260 los Haro actuaban como gobernadores de Mena e incluso hasta el presente judicialmente ha pertenecido a la jurisdicción de Balmaseda: “Al parecer, la unión de ese Valle a Vizcaya procede de 1118, cuando el rey atribuyó el señorío de Mena al citado don Lope Sáenz, señor de Vizcaya, quien se titulada un año después, al tiempo de conceder el mencionado privilegio, “señor de Vizcaya y Mena”, y, como tal, otorgó el fuero de Logroño a Mena (…). Según Bustamante Bricio, Mena perteneció a las Encartaciones en el siglo XV, y sus diputados para dicha hermandad eran designados tradicionalmente en el pórtico de la iglesia de San Miguel Arcángel de Maltrana” (“Ordenanzas del Valle de Mena” Pedro Andrés Porras Arboledas, profesor de historia en la Complutense de Madrid).


J.M. Sasia hace un resumen de aquellas primeras Enkartaciones o Enkarterriak cuando comenta: "no son hoy Encartaciones de Bizkaia ni el valle de Mena ni Castro Urdiales ni Otañes, ni Sámano con su junta, Colindres, Limpias y Laredo. Todas estas zonas fueron con seguridad históricas tierras de Bizkaia y encartadas. Por supuesto, el enclave de Villaverde de Trutzios que queda rodeado de ayuntamientos bizkaínos".

En realidad serían más bien territorios baskones que se integraron en el reino de Nabarra, donde bizkaínos y alabeses contribuyeron a repoblar tras las acometidas visigodas y musulmanas primero y asturianas después, dónde los señores de Bizkaia de la familia López de Haro y las guerras de banderizos tuvieron mucho que decir en la incorporación o no al señorío de Bizkaia de esas “tierras encartadas”.


OTRAS POBLACIONES CASTELLANAS QUE PERTENECIERON A BIZKAIA

Mapa de la Primera Guerra Carlista (1833-1839) donde todavía se representa el reino de Nabarra con todo su territorio, incluidas las tenencias enkartadas, el Valle de Mena, Miranda de Ebro y gran parte de La Rioja. El mismo mapa es usado en durante la segunda Guerra Carlista en 1876, pero ya Nabarra aparece en minúscula al quedar Alta Nabarra reducida a una provincia en 1841.


Es notable constatar que Valderejo (Alaba), o las tierras de Castilla Vieja que van de Montes de Peña y Sierra de Tesla-Moneo, Oteo, Momediano etc. (territorio de los autrigones prerromanos como las Enkartaciones actuales), también se regían por el Fuero de Bizkaia, así como pueblos al Oeste del Valle de Mena y demás tierras hoy burgalesas de Moneo, Villarán, Bustillo, Bascuñuelos (claramente nombre de una repoblación), Villalacre, Villavertín, Momediano y Pare-Peña, tierras del reino de Nabarra controladas tras su ocupación militar por la familia López de Haro.

En el trabajo “Euskadi, Navarra y la Rioja en la reordenación provincial del estado (1800-1850)", Jesús Burgueño de la universidad de Lleida (1994), recoge como, tras la invasión francesa y su intento de reestructurar las Españas por primera vez en provincias, en el segundo intento en el año 1813:

“La delimitación final de Vizcaya y Guipúzcoa acabó siendo la tradicional, si exceptuamos la incorporación de Orduña a la provincia de Vitoria, propuesta por los mismos diputados vascos. En cuanto a la provincia alavesa, además de los territorios burgaleses que ya agregaban Bauza y Larramendi a su Provincia Vascongada: Condado de Treviño, Miranda de Ebro -que así lo había pedido-, Junta de Villalba de Losa (que formó parte de Alaba en el s.XV)-, etc., ahora se le añadían el resto de pueblos al norte de los montes Obarenes y sierra de Oña y al este del río Jerea o Losa (Valle de Tobalina, Frías, Santa Gadea del Cid y otros), siguiendo también en esto la sugerencia de los parlamentarios vascos. Por contra, no se aceptó ni la propuesta de incorporar Oñati a Vitoria -rechazada por aquel Ayuntamiento ni tampoco la petición de las localidades alavesas de Llodio y Okondo de pertenecer a Vizcaya.

El hecho es que en el último momento se decidiese mantener los límites tradicionales de Vizcaya con Cantabria, en contra de la voluntad del Valle de Mena y de Castro-Urdiales”.

Puente de Frías

En su trabajo “Origen y evolución de las Encartaciones de Bizkaia”, Goio y Julen Bañales comentan: “Los aforados de Moneo y los de Losa consiguieron integrarse en Bizkaia, y fueron incluidos en su jurisdicción natural, en el corregimiento de la Av (b)ellaneda. El “Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal” llama a estos pueblos “desaforados” por haber perdido “sus fueros de provincia” a principios del siglo XVIII".

En “Ruta por los enclaves extraterritoriales aforados al Fuero de Bizkaia” José Ángel Lecanda habla de que: Los aforados de Moneo, entre Medina de Pomar y Trespaderne, contaban con cuatro núcleos de población sin solución de continuidad entre ellos: Bustillo y Moneo como núcleo central, Villarán y Bascuñuelos, espacialmente insertos en otras unidades administrativas. Éstos, al igual que algunos otros de esta misma comarca, como Nofuentes, capital de la Merindad de Cuesta Urria, estuvieron aforados.

La primera vez que aparecen en las actas de la Junta de Abellaneda es en 1556, aunque en el siglo XVI no solían acudir a la Junta, por lo que la propia institución les solicitó en varias ocasiones su asistencia, ya que junto al resto de las repúblicas de Las Encartaciones debían contribuir financiera y militarmente. En 1591 estos enclaves se reintegraban oficialmente al Señorío de Bizkaia, y en el siglo XVII quedaban definitivamente adheridos a la Junta de Abellaneda.



Su estatuto jurídico venía de antiguo. Ya en el Becerro de las Behetrías, de mediados del siglo XIV, aparecen como aforados Bascuñuelos (Valle de Tobalina), Villarán, Villalacre y Villaventín (Valle de Losa, además de Momediano y Paresotas que también eran aforados). Y esta situación foral, es decir, diferenciada fiscal, militar y administrativamente de la Merindad de Castilla Vieja por su nexo a Las Encartaciones, tuvo que ser defendida insistentemente. En 1338 y 1386 Villarán y Bascuñuelos pleitearan contra la villa de Frías, como durante todo el siglo XVI lo harán ante la Merindad de Castilla la Vieja por los intentos de ésta de envolverlos bajo su jurisdicción. También Villarán protestará ante el Condestable de Castilla a comienzos del siglo XVI porque éste no respetaba sus privilegios fiscales derivados de su pertenecía al Señorío de Bizkaia.


La razón de su situación está en la presencia, antigua y extensa, de los Señores de Bizkaia en la zona. Ya Don Diego López de Haro, en 1287, exoneraba del pago de ciertos tributos a los súbditos de Nofuentes, y en 1366 el Señor de Bizkaia Don Juan Nuñez de Lara confirmará esa exención.

En 1618 el propio Felipe II librará carta real reconociendo los privilegios de los Aforados y su vinculación a Bizkaia, y en 1696 y 1710, ante las injerencias de la Merindad de Castilla Vieja, vuelve a reivindicarse el aforamiento bizkaino y la adscripción a la Junta de Abellaneda.

“Estas tierras del noroeste de Castilla eran en la cultura anterior a la romanizad, como igualmente lo testifica la arqueología, tierras autrigonas, por tanto en estrecha relación con el ámbito de la lengua vasca. Además estas tierras gozaban en su derecho privado unas instituciones típicas del sistema jurídico pirenaico, lo mismo que todas las tierras que estaban a su costado oriental” (“Sancho III el Mayor” José Luis Orella Unzué .

Colindres, Palacio del Condestable de Castilla


Otros territorios que se rigen por el Fuero de Bizkaia

Chorographie des royaumes d`Aragon, de Navarre, et de la Province de Biscaye [Material cartográfico] / dirigée par Mr. Philippe censeur royal (1787)


El Valle de Valderejo, apéndice del de Valdegobía rodeado de tierras burgalesas, y las burebanas poblaciones de Fuentebureba y Berzosa, en ambos casos con menor intensidad y duración, también estuvieron bajo la jurisdicción del fuero bizkaino, al que llegaron por otorgamiento de su señor solariego. Valderejo entró en el Señorío en 1278 y lo abandonó, para pasar a la Hermandad de Álava, en el siglo XV; Berzosa fue comprada por el Señor de Bizkaia en el XIV y Fuentebureba se obtuvo por donación en el mismo siglo, pero en 1486 los Reyes Católicos agregaron las dos a la Corona.

Valderejo, estrechamente relacionado con el comercio enkartado de la costa hacia el interior, fue dado por Alfonso X de Castilla a Diego López de Haro (1273) a condición de que se respetasen sus Fueros, los cuales eran los de Bizkaia.



AITZORROTZ


                      Lugar donde se encontraba el castillo de Aitzorrotz (Iñaki Sagredo Garde)

El condado después señorío nabarro de Bizkaia abarcaba hasta el año 1184 desde el río Nerbión hasta el río Deba, por tanto incluía la parte de habla bizkaína de la Gipuzkoa actual, es decir, casualidad o no, se trata de todo el territorio costero del pueblo prehistórico vasco de los karistios o karietas. La pervivencia de un euskera occidental (el llamado también euskera bizkaíno) en todo el valle del Deba, se ha debido probablemente a su fuerte vinculación económica con el resto de comarcas bizkaínas y sobre todo alabesas que también lo hablan, con Gasteiz o la villa de Vitoria (1181) como gran centro divulgador potenciado por la invasión castellana de 1200 que desconecta esta comarca de la capital del reino de Nabarra donde se había producido una unificación del euskera según señala el lingüista Koldo Zuazo (“Euskalkiak, euskeraren dialektoak” -2008-).

Ante una nueva posible invasión castellana Sancho VI el Sabio de Nabarra tuvo que reforzar las líneas defensivas del reino y creó nuevas villas amuralladas así como tenencias o territorios administrativos bajo un gobernador puesto por el rey, creando así las tenencias de: Zaitegi (1188), Arluzea (1181), Salinillas de Burandón o Aitzorrotz (1184), las cuales reforzaban el control de entrada al reino de los caminos más importantes. Es así como en el año 1184 bajo el reinado de este rey que se creó la tenencia de Aitzorrotz, con ello la comarca del Alto Deba quedaría fuera del señorío de Bizkaia, con el territorio de los municipios actuales de: Leintz-Gatzaga, Eskoriatza, Aretxabaleta, Arrasate-Mondragón del valle de Leintz así como Bergara. Este sería el Camino Real que desde Bergara pasaba a la tenencia de Iputz por Zumarraga en el Goierri y continuaría por toda la ribera del río Oria con Tolosa como principal núcleo hasta San Sebastián-Donostia.








La tenencia de Aitzorrotz se controlaba desde el castillo de Aitzorrotz -donde actualmente se ubica la ermita de Santa Cruz en Eskoriatza- y estaba por tanto en el paso estratégico de Arlaban en Leintz-Gatzaga con sus salinas conocidas y explotadas desde época romana, el petróleo de entonces. Arlaban es el paso obligado del comercio del valle del Deba a la capital alabesa Vitoria-Gasteiz, fundada como villa sobre la anterior puebla de Gastehiz en 1181 por el mismo Sancho VI el Sabio, la principal plaza comercial de Alaba o la Llanada (“A-laua”) y de muchos kilómetros más a la redonda. La tenencia de Aitzorrotz se completaba al menos con otros castillos en Elosua (Bergara) y en el que estaba ubicado en villa existente en la tenencia y principal núcleo poblacional que era la ferrona Arrasate (castillo de Santa Bárbara). 

Todos los caminos comerciales del reino nabarro estaban jalonados por estas pequeñas fortalezas-castillos nabarros, diseñados y pensados más para el control de caminos o impartición de la justicia que para la defensa del territorio, pues el enemigo se encontraba muy al sur, donde las líneas defensivas la marcaba la región del río Ebro.

"En nombre de Dios omnipotente, yo Sancho por la gracia de Dios rey de Navarra, hago esta carta de confirmación y consolidación para todos vosotros mis pobladores de la nueva Victoria tanto presentes como futuros. He dispuesto voluntaria y razonadamente poblaros en dicha villa que impuse por nuevo nombre, a saber Victoria, que antes se llamaba Gastehiz. Y Vitoria nace porque se la necesita como villa fuerte y bien poblada para que desempeñe una función estratégica y militar de defensa de la frontera de su vecino" Sancho VI el Sabio.



Iñigo de Oríz sería el primer tenente de Aitzorrotz (1184-1188) que en 1185 también lo era de la tenencia nabarra de Iputz (creada sobre el año 1025 entre el río Deba y el Urumea) y en 1187 de Alaba. En 1194 Pedro Ladrón (familia Gebara) era tenente de Aitzorrotz ya con Sancho VII el Fuerte (1194), hijo del anterior rey: “Con Sancho VI el Sabio de Navarra, la familia Ladrón queda desplazada al prescindir el rey nabarro de los servicios de Bela o Vela Ladrón, hijo de Juan Belaz (tenente de Malvecín o Malmasín), en 1179 (aunque esta cuestión es dudusa pues la enciclopedia Auñamendi señala como tenente a D. Pero Bélez, hijo de D. Bela Ladrón). Sancho trata de imponer el sistema de tenencias, con tenentes fácilmente sustituibles por el rey: Diego López (1181-1182), Iñigo Oriz (1184-1188), Pedro Ladrón en 1194 y Lope Sánchez en 1195. Siendo en este período, Alava y Guipúzcoa una tenencia conjunta controlada desde la fortaleza navarra de Aitzorrotz en Arlaban” (César González Mínguez).

Iñaki Sagredo Garde, tras las excavaciones en Aitzorrotz del Grupo Larrate S.L. en el 2009 y posteriores, ha publicado un resumen de los resultados en su trabajo “Intervenciones arqueológicas en las tenencia de Aitzorrotz y Zaitegi” (edit. Nabarralde 2011) han encontrado restos de cerámica del siglo V, bien de un asentamiento anterior o de una fortificación anterior al castillo. En la capa de cal del fondo del aljibe, apareció una moneda del rey nabarro Sancho VI el Sabio.


Tras su conquista castellana, el castillo de Aitzorrotz es mencionado en las crónicas castellanas de 1237 de Ximénez de Rada como uno de los castillos “obtenido” y “adquirido” (“obtinuit” y “acquisivit”) por su rey Alfonso VIII de Castilla. Después hay un silencio que denota su pérdida de importancia y sólo es mencionada en 1462 y 1463 en las luchas entre Pedro I y Enrique IV de Castilla.

Además de numerosos vestigios de castillos, en Gipuzkoa todavía quedan resto arqueológicos visibles del reino baskón de Nabarra en el arte románico que esconden sus ermitas e iglesias. El arte románico de la Nabarra Occidental, pero también el de los Pirineos y el del resto del reino, es el arte de estilo arquitectónico llamado “románico nabarro” introducido por Sancho III el Mayor (1005-35) y sus descendientes mediante la reforma Cluny (Borgoña), que convirtió a nuestro reino en puntero en toda Europa.

Sobre la creación de villas y la forma de vivir de los nabarros de la tenencia de Aitzorrotz, Tomás Urzainqui, en su artículo “Mondragón-Arrasate, villa Navarra” (Noticias de Navarra, 2010) explica:

“La extensión del Fuero navarro de Vitoria-Gasteiz el 15 de mayo de 1260 a Arrasate-Mondragón, tras la rebuscada dicción de Alfonso X de Castilla, ha generado la confusión sobre la fecha de fundación de la villa y la impostura del 750 aniversario. Sin embargo, los documentos demuestran que dicha villa navarra existía desde muchos años antes. La carta municipal de 1260 no significa en absoluto su nacimiento o fundación. La villa de Arrasate-Mondragón en el valle de Leniz, con sus industrias de ferrerías y salinas, ya existía antes de la conquista castellana de 1200, al igual que San Sebastián, Vitoria-Gasteiz o el puerto de Bilbao en la tenencia de Malbecin.
Santa Bárbara, lugar donde estaba en el Castillo de Arrasate-Mondragón

Arrasate fue un cruce de los caminos que se dirigían, directamente o a través de Vitoria-Gasteiz, desde la capital Pamplona-Iruñea hasta la costa. Estas vías públicas, como en el resto de Navarra, se llamaban erregebidea. La demarcación eclesiástica del arciprestazgo de Leniz, coincidente con la del citado valle navarro, fue creada en la jurisdicción del obispado occidental de Armentia, cuya capitalidad se ha mantenido siempre como inicialmente lo era, en la villa de Arrasate-Mondragón. El territorio navarro de la actual provincia de Guipúzcoa estaba en el interior y retaguardia de Navarra, por lo que las pocas fortificaciones que había estaban dirigidas desde las dos tenencias de Aitzorroz-Arrasate y de San Sebastián-La Mota. La conquista de la Navarra marítima en 1200, como después la de 1512 en la Navarra oriental, no supuso un cambio de gente, no hubo corrimientos de población.


En 1080 Orbita Azenariz, al formalizar una donación en el valle de Leniz al monasterio de San Millán de la Cogolla, nos deja la primera constancia escrita de la única villa existente en el mismo valle: insuper tribuo in villa de Leniz, ubi sal conficitur, unam domum cum habitatore suo Mames, qui habet partem in salsa aqua, ut ipse et qui postea fuerit, cum illa domo serviat in S. Emiliano.

A partir del agua salada, mediante el proceso de evaporación en dorlas (de donde vendría “dorleta”, el nombre de una ermita del lugar) -grandes calderas de hierro a las que se aplicaba por debajo fuego de leña-, obtenían la sal en el valle de Leniz, cuya capital era la villa de Arrasate-Mondragón. Al tiempo que en las cercanías y en el monte Udala encontraban las venas del mineral de hierro que era fundido con carbón vegetal y con fuelles en las olak o haize olak, moldeándolo con martillos manuales y después con la fuerza motriz hidráulica en los errota olak. Es decir, la mencionada ubicación in villa se refiere a Arrasate-Mondragón, por ser la única villa del valle de Leniz hasta que surgieron las villas de Salinas en 1331, Arechavaleta y Escoriaza en 1630. 

No se trata de la pequeña localidad de Salinas. Mondragón-Arrasate era la cabeza del valle de Leniz con murallas, y el castillo de Arrasate (Santa Bárbara) sede con el castillo de Aitzorroz de la tenencia navarra de este mismo nombre. En Navarra el derecho público y el privado están íntimamente relacionados; el derecho público local navarro descansa en las circunscripciones de los valles como el de Leniz. Los vecinos de Mondragón, tras su separación municipal del valle de Leniz en 1260, continuaron ejerciendo sus derechos comunales (montes, campos, ríos, pastos y ejidos) en el resto del valle de Leniz.



El euskara moderno se desarrolla en el ámbito social del Reino de Pamplona, o Estado de Nabarra, coincidiendo la Euskal Herria contemporánea en el mismo espacio humano. La unidad de la lengua tiene su origen en la unidad política navarra. La dialectización se produjo como consecuencia de la división impuesta por la conquista castellana, surgiendo de dicha partición el núcleo occidental alrededor de Vitoria-Gasteiz y su mercado, derivándose después el resto de los dialectos conforme se iba apagando la hegemonía del euskara como lengua principal en Navarra tras la invasión y ocupación castellana.

La resistencia armada de los nabarros occidentales a la conquista castellana ha quedado probada fehacientemente en la larga y tenaz defensa de Vitoria-Gasteiz, con los vestigios arqueológicos de las destrucciones y acciones militares de aquel año, también en numerosas poblaciones y fortalezas, entre las que se haya la de Aitzorroz (en cuyas recientes excavaciones en el año el irundarra Iñaki Sagredo ha encontrado restos de la batalla y de la quema de las tropas castellanas de su castillo), así como por la permanencia de los tenentes navarros occidentales a las órdenes de Sancho VII mucho después de 1200, algunos de ellos vinculados a las familias Guevara y Mendoza: Sancho Pérez de Guevara continuó de tenente de Dicastillo y Guillermo de Mendoza tenente de Irurita en 1214. La muerte de algunos de los tenentes en el campo de batalla en Malbecin y Treviño”.

Tras la invasión castellana, en la zona entre los ríos Artibai y el Ego, se produjo el mismo fenómeno de bandidaje y Guerra de Bandos, similar al creado entre Gipuzkoa y la Nabarra libre. 

El río Deba era navegable hasta Elgoibar, donde se embarcaba hierro y quedaba la comarca como una “marca” intermedia entre Bizkaia, Gipuzkoa y Aitzorrotz. Se llamaba Marquina de Yuso al lugar donde se fundarían Placencia de Soraluze (1343) y Villanueva de San Andrés de Eibar (1346), por otra parte, estaba Marquina de Suso, donde se fundaría Villamayor de Marquina o Elgoibar, las cuales se integrarán en la Hermandad de Gipuzkoa. En el lado bizkaíno se fundaría Villaviciosa de Marquina o Markina en 1355 en la merindad del mismo nombre.

Elgoibar o Villamayor de Marquina fue dexanesionada por el rey castellano  Alfonso XI el 20 de diciembre de 1346. En la misma carta puebla se decía: ", ..desde el agua de Lasalde arríba fasta Pagolaça e dende fasta la penna de Larrazcanda e dende arriba al campo de Orendayn".


Las poblaciones de Eibar, Plasencia de las Armas (Soraluze), Elgoibar y Mendaro pertenecieron a la merindad bizkaína de Markina al menos entre 1397 y su separación sobre 1415.



El valle de Leniz (Alto Deba) fue donado al conde de Oñate en 1374, al morir sin descendencia el titular en 1501, pasó a ser de realengo y se integró en Gipuzkoa en 1558. Por tanto, el valle de Leintz y Bergara (tenencia de Aitzorrotz) no se incorporaron definitivamente a Gipuzkoa hasta casi el siglo XVI.

Gipuzkoa, Nabarlur.blospot.com, Eneko Del Castillo

Oñate-Oñati desde 1149 era ya un señorío feudal de los Gebara separado de Bizkaia (único caso en Bizkaia y Gipuzkoa). En ese año 1149 Ladrón de Gebara (señor de Bizkaia, Gipuzkoa y Alaba) se titula "priceps nabarrorum" en un documento en el que concede a su hijo Bela el condado de Oñate (documento falso, pero que sí puede contener un hecho cierto). Oñate se integró en Gipuzkoa y no a Alaba que también la pretendía y con la que mantenía estrecha relación, con tres condiciones: construir una carretera Oñate-Ormaiztegi, 20.000 reales anuales y ampliar su universidad.


Por tanto, la tenencia de Aitzorrotz (Valle de Leniz o Alto Deba y Bergara) quedarían fuera del Señorío con Sancho VI el Sabio(1184) y el Bajo Deba como consecuencia de la invasión castellana (1199-1200): Bergara, Eibar, Elgoibar, Mendaro, Soraluze, Mutriku, Arrasate-Mondragón, Aretxabaleta, Oñati, Bergara o Leintz-Gatzaga.

Lugar donde estaba el castillo de Elosua, Bergara


Enciclopedia Auñamendi: “Donación de Astigarribia (1081), hoy un barrio de Mutriku en la margen izquierda del río Deba): Entre las escasas noticias de ese breve paréntesis sobresale la donación que el conde Lope Iñíguez (de Vizcaya, Alava y Guipúzcoa) hace a San Millán del monasterio de San Andrés de Astigarribia situado en lo que entonces eran límites de Vizcaya y de Guipúzcoa: inter Vizcahia et Ipuzcoa. En correspondencia, San Millán le regala una mula de quinientos sueldos. El documento tuvo después dos adiciones, una en 1091, de ratificación, por haber llegado la aprobación real, y otra, en 1108, en la que se da noticia de la consagración de la iglesia de San Andrés por el obispo Bernardo de Bayona (Lapurde). En esta nota también se sitúa a Astigarribia in fine Vizcahie”.

"...de iIfo monasterio S. Andree apostoli et vocato Stigarrivia, inter Vizcahia et Ipuzcua sito, qui est ex parte regis.”
"Pro iussione abbatis S. Emiliani fuit consacrata ecclesia S. Andre apostoli in Stigarrivia in fine Vizchie a Bernardo episcopo de Sancta Maria de Lapurde et prior in eodem monasterio Petrus monachus en milessima centessima quadragesima sexta"


LA CONFIGURACIÓN FINAL


Ondarrua

Las Juntas de Bizkaia finalmente la formaban las mencionadas 72 anteiglesias junteras (elizate o elizaurre), 20 villas, 1 ó 2 representantes de Durango y 2 de las Enkartaciones. La merindad de Durango en 1740 pasó a tener 7 votos en Junta.

El Señorío de Bizkaia estaba compuesto por seis merindades, que eran: Arratia, Bedia, Busturia, Durango, Markina, Uribe y Zorrontza (Zornotza, Amorebieta-Etxano), más las villas y la ciudad de Orduña, así como las Enkartaciones. Al frente de las merindades se hallaba un merino o juez que impartía justicia. Las merindades también celebraban sus Juntas o reuniones. Las fronteras entre las merindades eran las lomas de los montes.

Las Juntas de la merindad de Uribe (Juntas de la comarca o merindad) se solían celebrar en los aledaños de la ermita de San Miguel de Arbildua ubicada en el barrio de Lauro (Lujua-Loiu). Las anteiglesias que componían la merindad de Uribe fueron: Barakaldo, Abando, Deusto, Begoña, Etxebarri (hasta el XVI Galdakano), Galdakano, Arrigorriaga, Arrankudiaga, Lezama, Zamudio, Lujua-Loiu, Sondika, Erandio, Leioa (hasta el XVI Erandio), Getxo, Berango, Sopelana, Urduliz, Barrika, Gorliz, Lemoniz, Gatika, Laukiz, Maruri, Morga, anteiglesia de Mungia (también existía una villa de Mungia), Gamiz, Fika, Bakio, Fruniz, Meñaka, y Derio. Esta merindad fue la mayor, la que más municipios congregaba: treinta y dos, serían la Bizkaia Nuclear con la de Busturia (Urdaibai).

San Miguel de Arbildua, Loiu

Las anteiglesias de Bizkaia que no tenía ni voz ni voto en Juntas en el siglo XVII según recoge Labayru en su libro “Compendio de la historia de Bizcaya” eran: San Juan de Gaztelugatxe, San Pelaio de Bakio, Ea, Alboniga, Kanala, Akorda, Gabika, Albiz, Barinaga, Bernagoitia, Bedia (Galdakano), Zaratamo (Arrigorriaga), San Miguel de Basauri (Arrigorriaga), Alonsotegi, Zollo, Arakaldo, Larrauri, Ipiña (Zeanuri) y Lamindano.

Las Juntas Generales son las instituciones que representan a cada una de las tenencias y territorios con cierta autonomía dentro del reino de Nabarra. Las células políticas son los municipios y villas tras constituirse como tales, antes lo eran los valles, unicamerales por tanto.

Las Juntas se van conformando poco a poco y deciden sobre temas relacionados con su ámbito de actuación: el Señorío de Bizkaia, la Cofradía de Arriaga, enkartaciones, duranguesado, Baigorri, Arberoa o las del Ronkal, Salazar, Aiala, Baztan etc. Ocurría algo parecido en los Biltzarres (Lapurdi) o Silbiet (Zuberoa), equivalentes a las Juntas Generales.

Son estas Juntas Generales de los territorios nabarros continentales y las de las provincias de la Nabarra Occidental, las que adquieren con el paso del tiempo mayor importancia, creando unidades diferenciadas, enfrentadas a leyes, reyes y Estados diferentes a los de su natural formación.

La primera Junta General de Bizkaia documentada fue celebrada en 1053 donde se reunieron “in presencia omnium seniorum de Bizcaia” ante la cual el “tenente” o Señor de Bizkaia bajo el reino de Nabarra D.Iñigo López, y su mujer Toda Ortiz donaron el monasterio de “Gastelugach” y otros bienes a San Juan de la Peña en Aragón (jacetania, cerca de Jaca), perteneciente entonces al reino de Nabarra (“Cartulario de San Juan de la Peña II” A.Ubieta Arteta). La segunda posible mención a las Juntas en la actual Bizkaia es del año 1075 y aparece en un documento del párroco de Abadiño con al Abad de San Millán (La Rioja, reino de Nabarra) sobre la pertenencia de Arandia en el duranguesado a dicho monasterio: “…Vanimus illuc et fecimus questionem cum señoribus et homines de terra…”

Sin embargo, la primera mención explícita A LAS ANTEIGLESIAS es del año 1342 como hemos dicho, en un documento de los Fueros y Capitulaciones de Hermandad donde aparecen gobernando Juan Núñez de Lara casado con la señora de Bizkaia María López de Haro: “...estando don Juan Núñez y doña María en la Junta de Guernica, llamados a Junta General e tañidos las cinco bozinas”.

En Bizkaia, cada representante del municipio o valle era elegido mediante insaculación o suertes en sufragio familiar universal para acudir a las Juntas Generales, cada "fuego" (hogar) un voto. Se celebraban en los primeros siglos una media de entre 2 y 4 Juntas Generales de Bizkaia al año sin fecha previa y duraba un día de normal pero se podía alargar hasta 5 días. Tenían derecho al mismo "los vecinos con nobleza y limpieza de sangre demostradas", “limpia de sangre y no de judíos, moros, ni de su linaje” como dejó escrito la Inquisición. Seguía esta norma vigente en el año 1814, pues se requería, además de lo anterior, para asistir como represente municipal de las villas o de la Tierra Llana, tener más de 25 años, “ser vecinos o propietarios del mismo pueblo, de la mayor instrucción, inteligencia y probidad”. En 1854 se añadió que el diputado “cuya renta no baje anualmente de los 50 ducados”. Se miraba para ellos los apellidos (de donde lo tomará luego Sabino Arana), que debían de ser oriundos de la provincia (casi todos, salvo los francos de los burgos y las minorías).


Las citaciones a Juntas se harían, según los casos, mediante mensajeros o encendiendo hogueras en las cumbres, al igual que en caso de alarma. Las hogueras se encendían en los cinco montes bocineros. Al principio, la orden de reunión partía de los Parientes Mayores (Handikis) y tras la invasión, por parte del Corregidor castellano.

El corregidor será el equivalente a una virrey (también llamado Merino Mayor o incluso Adelantado Mayor como aparece más en el caso de Gipuzkoa al igual que en zona mora), siendo Gonzalo Moro de Valladolid el primero de ellos a finales del siglo XV, en nombre de la señora de Bizkaia Isabel la Católica y de su marido Fernando “el Falsario” (el cual fue el único rey en recorrer toda la Ruta Juradera en nombre de su mujer, al cual también Juró los Fueros), debido a la unión de herencias del señor de Bizkaia y el rey de Castilla en la misma casa.

Tomás Moro está enterrado en la misma ermita de de Santa María la Antigua de la Sala de Juntas de Bizkaia en Gernika. En teoría deberían de recorrer estos corregidores el señorío descansando 4 meses en Bermeo, otro tanto en Durango y en Bilbao (sus principales villas), pero la villa de Bilbao es la única que en realidad albergó a los corregidores. El cargo estaba sometido a una auditoría anual, y varios fueron los que acabaron con sus huesos en la cárcel. Su cargo le hacía dirigir el señorío según Fuero, representar al Señor de Bizkaia (y rey de Castilla) y velar por sus intereses, dispensar justicia y encabezar las Juntas.



Esta costumbre es antiquísima, en época romana se sabe que los negocios públicos se ventilaban por medio de “juntas” a las que concurrían los personajes más notables de cada pueblo, y cuando estas familias eran débiles se ponían al amparo de otra (esto recuerda a los banderizos y clanes).

Frente a las anteiglesias o “Tierra Llana, sin amurallar”, estaban las villas, concedidas por los reyes con su carta de privilegios que recibía el nombre de “fuero de villa”.

Las villas de Bermeo (ratificado su fuero por Castilla en 1285) o Durango (primera villa de Bizkaia, entre 1150-1180), ya tendrían una carta fundacional con Nabarra, al igual que probablemente muchas villas costeras gracias a su importancia debido al comercio naval con el Norte de Europa y sus astilleros, pero no se han encontrado sus cartas pueblas originales y sólo se sabe de las posteriores castellanas de los siglos XIII-XIV.

Santa Lucía de Gerrikaitz, primer ermita de Bizkaia según la tradición

Tienen el carácter de villa en Bizkaia en la actualidad: Placencia de Butrón o Plentzia que fue refundada en 1299 pues la primera fundación no tuvo éxito pero se sabe que fue a principios del siglo XIII pues en el documento de refundación hace referencia el señor de Bizkaia a este fracaso de “Lope Díaz, mi abuelo” (1170-1236), así como Otxandiano (ratificado en 1239), Bilbao (1300), Lekeitio (1325), Ondarroa (1317) y Gernika (1366) en la costa (la ría de Gernika era navegable hasta esta villa con puerto), en el interior Gerrikaitz (1366, Munitibar), Mungia (1376), Errigoiti (1376), Larrabetzu, (1376, con el nombre de Villanueva de Berresonaga) Areatza-Villaro (1338), Elorrio (1356), Ermua (1297), Markina (1355), Ugao-Miravalles (en 1375 y pese a la oposición de Bilbao, que veía en ella una importante competencia, pues se convertía en importante villa en el camino a Orduña y después por Altube ya comentado) y las enkartadas de Portugalete (1322), Lanestosa (1287) y Balmaseda (1199). Orduña tiene categoría de Ciudad, la única de Bizkaia.

El fuero nuevo de Bizkaia (1526) ley VIII Título I indica que el sr de Bizkaia no puede mandar hacer villa ninguna en Bizkaia, sino estando en la Junta de Gernika y consintiendo en ello todos los bizkaínos.

La mayoría de estas villas en realidad ya estaban pobladas, Gernika, por ejemplo, cuna junto con Bermeo y todo Urdaibai del señorío de Bizkaia bajo el reino de Nabarra, recibirá sus fueron de villa por el señor de Bizkaia Don Tello en el año 1366 y se separará entonces de la anteiglesia de Luno, pero la comarca ya estaba habitada hacía milenios y el río Oka o ría de Gernika era navegable hasta el puerto de la anteiglesia de Luno como lo demuestran los yacimientos romanos de la vecina Forua.

Los barcos podían acceder hasta la casa del Puerto de Suso o de abajo (Luno está en un alto) desde la bocana de la ría de Urdaibai, Gernika era por tanto durante el reino de Nabarra, el puerto de Luno: “Sepan cuantos esta carta privilegio vieren como yo, Don Tello, con placer de todos los vizcaínos, fago en Guernica población e villa que se dice Puerto de Guernica .../... otrosi mando que non debes portazgo ni treintazgo ni precio de nave nin Bagel, nin de otra mercancia, que venga e vaia de este lugar de Guernica”.


Los fueros de villa como el de Don Tello a Gernika, en realidad sólo conceden derechos de carácter económico y obligaciones de fortificación y defensa, normalmente a una población preexistente como es el caso de Gernika. En la primera mención de la anteiglesia de San Pedro de Luno también se menciona su puerto de Gernika y data del año 1051, se trata de un cartulario de San Millán de la Cogolla (La Rioja), dice así en tiempos del rey nabarro Garsea IV el de Nájera,: “Et ego Garsia nutu Dei pontifex cum consensu clericorum meorum simili tenore donatione confirmati- oneque,promitto et condono praefactu Santa Marie cenobio illas tertia de Udai Balzaga, et de Luno, et de Gernica, et de Gorritiz en naiuso, et de Vermeio, et de Mundaka et Busturi assuso, ad intgritate confirmo donandapar eterna secula, amen”.

En municipios como Elorrio y Mungia, subsistieron durante siglos la villa y la anteiglesia, regida ésta por los Fueros de Bizkaia. En Mungia, por ejemplo, la iglesia de San Pedro y la torre de Villela pertenecían a la anteiglesia y la de Santa María y la casa-torre de los Butrón a la villa. Mediante la Concordia de 1883 se unieron ambas, una fuente de mármol rojo de Ereño en el municipio así lo recuerda: "Biak bat eta biena".

El fuero de la villa nabarra de Jaca es el más antiguo, después ampliado para Logroño por el rey castellano Alfonso VI. Todas las villas de Bizkaia tienen el fuero de Logroño (el de Orduña se basa en el de Vitoria que a su vez se basa también en el de Logroño), otorgados por los señores de Bizkaia y no por reyes, con la duda de los dos primeros que serían dentro del reino de Nabarra, el de Durango y el primero de Bermeo al menos.
Wasconum
En la villas de Bizkaia no se reconocían los privilegios a los infanzones (sí en los de Gipuzkoa y en la mayoría de los de Alaba, salvo los de Vitoria-Gasteiz y el de Salvatierra-Agurain), por lo que a las villas bizkainas llegaron pocos infanzones, aunque también los hubo, como los Lezama-Leguizamón en Bilbao.

Hoy, el derecho Pirenaico o nabarro (los Fueros), sobrevive en el derecho privado de la Tierra Llana o anteiglesia, en la legislación de las herencias por ejemplo.


LA DIPUTACIÓN FORAL DE BIZKAIA




En la Nabarra Occidental, tras su invasión por Castilla en 1200, las Juntas Generales serán el equivalente a un gobierno autónomo confederado a la corona castellana de cuyas Cortes no participaban. Su capacidad no se limitaba a organizar, defender y legislar el territorio, sino que además mantenían relaciones internacionales con otros reinos o regiones, tanto comerciales como de guerra. Por ejemplo, en la batalla de Winchelsea de 1350 fue derrotada la flota de la Nabarra Occidental al intervenir a favor de Francia y contra Inglaterra. Tras esta batalla las Juntas Generales de Gipuzkoa pactaron en la torre de Londres el primer convenio para faenar en mares británicos a cambio de que los gipuzkoanos dejasen de hostigar a las flotas inglesas, de devastar sus costas y de apoyar a los franceses durante 20 años. Incluso se firmó que Gipuzkoa se mantendría neutral en caso de guerra entre Inglaterra y Castilla. El rey de Inglaterra Eduardo II, ese año 1350, pidió a los obispos ingleses organizaran rogativas para que se rezase a Dios de este modo: "Líbranos, Señor, de la peste de los baskones". Entre 1353 y 1482 hubo pactos de amistad, comercio y navegación de las regiones litorales nabarras e Inglaterra.

En 1499 nacieron los “Regimientos” para poder hacer frente a las necesidades de los territorios, pues las reuniones de las Juntas Generales y de las Cortes de Nabarra o de su Consejo Real, eran insuficientes ante el aumento de la población y de las nuevas necesidades económicas y judiciales. Así, en Bizkaia por ejemplo, existió el “Regimiento particular” desde 1570, el “Regimiento de la Tierra Llana” y el “Regimiento de las villas y ciudad” (unidas a veces en el “Regimiento General”). Estos “Regimientos” serán los antecesores de las Diputaciones Generales, a imitación de la que ya tenían los catalanes desde 1359 “Diputació del General de Catalunya” (estamentales y delegadas de las Cortes del principado).

Tenían los Regimientos la misma función en todos los territorios nabarros y fue la de Alta Navarra la primera Diputación General en surgir de ellos de manera definitiva en la Edad Moderna en el año 1625. La Diputación General se apellidará “Foral” al fundamentarse en los Fueros y el derecho pirenaico.

En la Diputación General de Alta Navarra existía un representante del clero, dos de la nobleza y cuatro del pueblo llano (pero con dos votos), por tanto era una constitución similar a las Cortes. La Diputación y las Cortes eran presididas para un virrey impuesto por España tras la conquista (figura similar a la que existía en las demás de colonias españolas). 

A partir de 1678 la composición de la Diputación fue de un representante por el clero, dos por la nobleza, dos por Pamplona y dos por el resto de las merindades. Por tanto, en Alta Navarra (hoy llamada Comunidad Foral Navarra dentro de la administración española) era la Diputación estamental a diferencia de lo que ocurría en el resto de territorios nabarros.

En 1574, del “Regimiento particular” nació el germen de la Diputación General de Bizkaia para gobernar el señorío en su día a día, con 6 Diputados y presidida por el Corregidor impuesto por la corona española (similar al virrey), con voz pero sin voto y como representante del señor de Bizkaia, título que poseía por herencia la corona española desde 1378. No será definitiva la constitución permanente de la Diputación General de Bizkaia hasta el año 1630, por tanto 5 años después que la de Alta Navarra. Al residir el Corregidor en Bilbao, estos “Regimientos” se celebraban en esta villa en detrimento de Bermeo, “cabeza del señorío” hasta 1602. Casi de la misma fecha son las Diputaciones del resto de territorios.

Desde el siglo XVI se tiene noticia de Juntas mixtas no permanentes entre órganos de tres territorios de la Nabarra Occidental (Bizkaia, Gipuzkoa y Alaba), con el fin de armonizar sus relaciones y presentar un frente unido a la corona castellana-española.

Con el transcurrir de los años, se empezó a pedir un patrimonio para ser Diputado, patrimonio con el que se respondía de la gestión realizada al dejar el cargo tras los dos años que duraba el mismo en un “juicio de residencia” (como ya ocurría en época romana con los cargos públicos). En Bizkaia, en el año 1748, para ser Diputado General (equivalente a un presidente territorial) se requería un gran patrimonio de 20.000 ducados y la mayoría de los Diputados Generales de Gipuzkoa tenían títulos nobiliarios en España. El de Diputado General era un puesto donde se turnaban los bandos gamboíno y oñacino en la que se hallaba dividida las fuerzas políticas en la Nabarra Occidental (equivalentes, salvando las distancias, a los partidos políticos de actuales).



Pese a todo, en 1850 y pese a perder la Primera Guerra Carlista (que fue eminentemente una guerra por los Fueros en tierras nabarras), en Gipuzkoa, de 93 municipios 9 eligieron concejales en votación pública, 1 los concejales salientes y 82 por insaculación o a suertes como marcaba la tradición o derecho pirenaico, los cuales acudían a las Juntas de Gipuzkoa.

Existían otra serie de figuras forales además del Diputado General que encabezaba la Diputación y sus miembros o junteros, figuras como las de “consultores del Fuero”, los “síndicos o vocales”, “regidores”, “secretarios”, “tesoreros” etc. que velaban por la correcta aplicación de los Fueros (los consultores y los síndicos), levantaban actas de las reuniones o llevaban las cuentas del territorio. Normalmente existía un cargo gamboíno y uno oñacino por cada figura foral. En 1776 se creó en Bizkaia la figura de los “Padres de la provincia” con los ex Diputados Generales, a modo de un Senado consultivo que se sentaban los primeros asientos en las Juntas Generales.

Tras diferentes conquistas que acabaron con la libertad del reino de Nabarra, las leyes imperialistas castellanas -inglesas o francesas en su caso-, necesitan el visto bueno de las Juntas Generales o de las Diputaciones, en caso contrario, el síndico aplicaba a cualquier “contrafuero” la sentencia: "se obedece pero no se cumple" de la figura jurídica llamada “Pase Foral”.

El Fuero de Bizkaia lo señala así: “Otrosí, cualquiera carta que el Señor de Vizcaya diere contra fuero de Vizcaya, que sea obedecida y no cumplida”. Existe el Pase Foral de manera contrastable desde el siglo XV, en el caso de Alaba y Gipuzkoa desde 1417 y en Bizkaia desde el año 1452 (Fuero Viejo). El "Derecho de Sobrecarta" en Alta Navarra es la misma figura jurídica: “Que las células dadas en agravio de las Leyes del Reyno, aunque sean obedecidas no sean cumplidas”.

Como dejó escrito el Consejero de los Reyes Católicos: “e como vizcaynos (denominación que abarcaba a todos los nabarros occidentales) tengan antiguas leyes e costumbres que puedan desnaturarse del rey si atentare quebrantarlas” (Sentencia del derecho pirenaico: “leyes antes que reyes”).

EL EUSKERA EN LA DIPUTACIÓN DE BIZKAIA

En 1614 para acudir a las Juntas de Bizkaia en representación de un municipio, se requería saber “romance” (sic.). Entre 1762-66 parte de las acta se traducen “para mayor inteligencia de algunos que no hayan entendido lo que se ha tratado en lengua castellana”. El discurso de Zamakola de 1804 es pronunciado en euskara “para inteligencia de los señores vocales que no entiendad el idioma castellano”. La exigencia del castellano para acudir a Juntas era una pretensión la burgüesía bizkaina (mucha de ella bilingüe en el siglo XVIII y bien situada con sus segundones en Madrid) contra el resto del Señorío, donde casi nadie lo hablaba.

En los años 1833,1839, 1841 y 1848 en plena guerra foral o carlista, se tradujeron gran parte de las actas de las sesiones al euskera. Así en 1848 se dictaminó que las sesiones “diesen principio con la lectura de expedientes y documentos en el idioma castellano, y se continuará en el vascongado, procediéndose a la discusión en ambos idiomas”. A modo de anécdota se puede contar que a principios del siglo XIX Barakaldo no pudo mandar representante a juntas por no haber nadie en el municipio que supiera castellano.


LA INVASIÓN DE LA NABARRA OCCIDENTAL




“También es verdad que cuando se conquista por segunda vez un país que se había rebelado anteriormente es más difícil volverlo a perder, porque el señor, después de la rebelión, no tiene tantos reparos en asegurar su posición castigando a quienes le son hostiles, individuando a los sospechosos, y reforzando sus puntos débiles (….)
Pero la dificultades aparecen cuando se conquistan dominios en una región con lengua, costumbres y leyes diferentes, y hay que tener mucha suerte y mucha habilidad para conservarlos” Nicolás Maquiavel “El Príncipe”.


LA FELONÍA DE LOS LÓPEZ DE HARO




El rey de Nabarra Sancho Garcés o García IV fue asesinado en una cacería cuando contaba con 14 años en el año 1076, empujado por el barranco de Peñalén por algunos nobles y dos de sus siete hermanos, Ramón y Ermesenda, por eso es conocido como García “el de Peñalén” (entre Funes y Alesves, Villafranca). Los hermanos del rey asesinado recorrieron el reino y trataron de ganarse al Pueblo que los repudió.

El rey de León y conde de Castilla Alfonso VI estaba detrás del asesinato de su primo Sancho Garcés IV, el cual rindió honores a la fratricida Ermesanda en las Cortes de Castilla. El otro fratricida, Ramón, se escondió en la Zaragoza del reyezuelo musulmán Muqtadir. Alfonso VI “el Emperador” aprovechó el desconcierto y entró en reino baskón donde encontró apoyo en algunos nobles nabarros; llegó el castellano-leonés hasta Sangüesa, pero el Pueblo y la mayoría de nobles nabarros derrotaron a las tropas castellanas.

La primera felonía, la felonía primigenia de los López, tuvo lugar en ese año 1076. Para entonces Iñigo López “Ezkerra” se había retirado a favor de su hijo, Lope Iñiguez (1077-1093). Lope Iñiguez, junto con su padre, su suegro y otros magnates, juró fidelidad al rey Alfonso VI rey de Castilla-León, tras el fratricidio del rey de Nabarra. En ese mismo año, Lope Iñiguez se hizo cargo de las tenencias de Alaba y de Gipuzkoa además de seguir en la de Bizkaia, mientras que el gobierno de las tierras riojanas fue encomendada al conde García Ordóñez, yerno del asesinado Sancho “el de Peñalén” y parte de la conspiración.

Tras el regicidio de Sancho Garcés IV “el de Peñalén”, el traidor Iñigo López aparece en un documento castellano de Alfonso VI en 1082 en el que demuestra tener un “iure hereditario” por sus campañas en La Rioja a favor del castellano-leonés y contra Nabarra. En ese documento el felón Iñigo, da San Vicente de Ugarte (hoy Barakaldo) al monasterio riojano de San Millán de la Cogolla (recogido por G. Monreal “Las instituciones públicas del señorío de Vizcaya hasta el siglo XVII” 1974).

Otro documento de pocos años después de la reina castellano-leonesa Doña Urraca es más claro, pues el nieto de Iñigo, Diego López I recibe un “privilegio de inmunidad” sobre sus tierras “a perpetuidad extensa a sus herederos” (G. Balparda “Historia crítica de Vizcaya y de sus fueros” 1974). Según comenta Balparda en “Historia crítica del señorío de Vizcaya y de sus Fueros” (1974), los Haro, pese a ser expulsados por Alfonso I, tenían heredades, aldeas, monasterios collazos y bienes raíces en Bizkaia.

Es decir, los López, pasaron de ser tenentes o administradores de un territorio en nombre del rey de Nabarra a tener derecho a herencia de tierras y títulos nobiliarios robados a Nabarra, un buen motivo económico y de poder para su traición. López de Haro se pasó a Castilla por la herencia del señorío “nobilis familiari diocidio”. Pese a pasarse a Castilla, el hijo mayor de Iñigo López “Ezkerra” de nombre Fortun o Fortunio, siguió en Nabarra con el importante cargo de Alférez Mayor, también sus hermanos Garcia y Galindo.


Aunque ya Iñigo López “Ezkerra” era tenente de Bilibio con Nabarra desde 1073, castillo en las afueras en las Conchas de Haro, tomaron el apellido los felones de los Haro tras haberle sido concedido por parte de Alfonso VI “el Emperador” a Diego López I (1093-1124) el señorío de la villa de Haro, el cual la repobló en su zona de Villabona. Sin embargo, el primer texto donde aparece incorporado el topónimo a su apellido se ha encontrado en una escritura de 1117, en la cual el hijo de Diego López I, Lope Díaz I es nombrado con la siguiente mención: "Donus Didacus Lópiz de Faro".

Alfonso I “el Batallador”, rey de Nabarra y conde de Aragón, recuperó toda la Nabarra Occidental en el año 1109, por tanto, 31 años después de su ocupación o quizás del simple cambio de soberano mediante un vasallaje feudal de los Haro a Castilla-León, que habría dejado todo ese territorio nabarro en una indeterminación jurídica Internacional, pues ni el territorio ni el título les pertenecía a los Haro, por lo que el cambio de reino sólo se podía dar de hecho y no de derecho. Es difícil vislumbrar si tan pocos años supusieron alguna variación para las tierras nabarras occidentales y para los nabarros que las habitan.

Que el señorío de Bizkaia no seguía en manos de los López de Haro queda reflejado en una escritura de Nájera, cuando Urraca y Alfonso I “El Batallador” estaban en 1110 preparándose para la conquista de Zaragoza, aparece “Didacus Lupus dominante in Naxera et Granione”, pero no firma como señor o conde de Bizkaia. Parece que la boda real trajo la recuperación del señorío a Nabarra.

Tras la derrota en Castrogeriz de las tropas castellanas encabezadas por Diego López frente a Alfonso I, es nombrado un tal Lope Iñiguez conde de Bizkaia. Estaba emparentado con los Aznar de Gipuzkoa fue nombrado conde de Bizkaia. Pero en 1113 se reconcilia Alfonso I con Diego Lopez que aparece junto a el en un documento firmando como Diego Lopez dominante en el castillo de Burandón en Alaba y en Bizkaia. Diego López se encontraba con la reina de Castilla Urraca en el año 1117 y firma como “dominador en Haro” y no como señor de Bizkaia. En las coronación del hijo de Urraca como rey de Castilla al año siguiente firma con el mismo título. El Obispo Munio tras volver de Roma por un encargo de la reina Urraca de Castilla, teme pasar por territorio del rey Alfonso I “el Batallador”, por lo que con un indígena que sabe la lengua vasca pasa por “Alpes ingreditur: rinde Ipusciam, et pero Navarram, et per Viscayam et pero Asturiam praeter mare quod extremis Hispaniae rupibus alliditur; nun eques pedes praeterit”. En la toma de Zaragoza junta a Alfonso y su cuñado Gastón de Bearne y Lapurdi, estaba Diego Lopez de Haro, García Galíndez de Ayala y Ladrón de Gipuzkoa.

En la toma de Haro intentaron los nabarros sitiar a Diego López I, aunque parece que llegaron a un acuerdo sin llegar a rendir la población. Alfonso I cambió los tenentes nombrando a nuevos nobles nabarros afines. Así, en el año 1113 Alfonso I “el Batallador” dio la tenencia de Nájera que incluía Haro a Fortún Garcés Cajal, uno de los nobles más fieles al rey nabarro, que mantuvo el señorío de La Rioja hasta 1134 que fue conquistada por Castilla en gran parte. Diego López se mantuvo al lado del rey nabarro hasta 1124, cuando se produjo la segunda felonía por lo que fueron expulsados del reino baskón de Nabarra dejando de ser Señores de Bizkaia a favor de las familia alabesa de los Bela o Ladrón de Gebara.

El título de “señor de Bizkaia” pertenece a la corona Nabarra, por lo que sólo pudieron usurparlo los Haro contra derecho tras invadir la Nabarra Occidental con sus tropas comandadas por el magnate castellano Diego López II “el Malo” junto a las tropas del rey de Castilla que acabó en el año 1200.


GALDAKANO, BASTIÓN EN LA DEFENSA DEL REINO DE NABARRA



El contexto histórico

Alfonso I “el Batallador”, rey de Nabarra, indica en un documento que reina (1134): “desde Belorado hasta Pallars y desde Bayona hasta Monreal”. Se trata de Monreal del Campo, entre Calatayud y Teruel, conquistado a los musulmanes en 1120 y perdido de nuevo en 1134.

En el siglo XII la situación volvió a cambiar, desde la capital de nuestro reino llegaron aires renovadores con Sancho VI el Sabio (1150-1194). Se fundaron villas como la de San Sebastián en 1150-1180, la de “Victoria” en 1181 sobre la puebla de “Gastehiz” (hoy Vitoria-Gasteiz), quizás con castillo o derivado de “Joven-Gazte , o la villa bizkaina de Durango en 1150-1180. Todas ellas sobre poblaciones ya existentes que pasaron a ser villas con derecho a comercio y con dominio directo del rey y sus arcas reales. Villas defendidas por sus propios habitantes en caso de guerra, salvando así a los Parientes Mayores (haundikiak o aitonen semeak) y sus intereses particulares. Con todo ello se impulsó notablemente el comercio y las rutas comerciales.

El reino de Nabarra, hija del ducado baskón, supuso una revolución religioso-social en la Nabarra costera que hoy no podemos imaginar, donde debieron de tener una gran influencia las innumerables iglesias levantadas donde antes apenas había construcciones de piedra, y más aún en aquella escasa población de tradición oral, la definitiva evangelización con la predicación de letrados clérigos que debieron de llegar con ellas desde otros territorios del reino nabarro, que por tanto eran euskaldunes (diócesis de Armentia, Nájera o Pamplona); de esta época datan también los primeros cultos marianos tan extendidos en estas tierras, como el de la Virgen Blanca o de las Nieves introducido por el propio Sancho VI el Sabio en un auténtico sincretismo con al culto pagano anterior a la diosa Mari o Amalur.

Esta frenética actividad eclesial y de construcción, debió de llevar consigo una uniformización en estas tierras de aspectos tan importantes como el idioma, pues es muy improbable que antes se hubiera producido una presión político-social suficiente desde el centro del reino para que el filólogo Koldo Mitxelena (1915-1987) hablara de un euskera medieval unificado.



El ataque castellano

Pero no todo era paz en el viejo reino baskón. Cuando alcanzó la mayoría de edad, Alfonso VIII rey de Castilla, retomó la conquista del reino de Nabarra que sus antepasados ya habían intentado ocupar. Atacó el viejo reino el 18 de septiembre de 1173 donde era tenente Don Bela Ladrón de Gebara (apodado “Ladrón de Nabarra”), señor de Bizkaia y una de las familias más importantes de Nabarra (con tierras y casa-torre principal en Alaba –Garaio- y Señores Feudales de Oñate ). Los López de Haro eran los anteriores señores bizkainos, traidores expulsados en 1124 del reino nabarro por su venta a Castilla a cambio de tierras y privilegios sobre todo en la zona de Haro y Nájera (La Rioja), donde ya poseían con Nabarra una casa-torre y haciendas en Bilibio, en las Conchas de Haro, frente del castillo de Buradón pero en la otra orilla del río Ebro. Tras su traición, el señorío pasó a los Gebara, en el momento de las últimas acometidas castellanas contra la Nabarra Occidental.

El origen de la familia Gebara nos lo explica la Enciclopedia Auñamendi partiendo de Orbita Aznárez o Bela Aznar (“Bela=cuervo”), tenente de Gipuzkoa (1054-1080) con el rey de Nabarra Sancho “el de Peñalén”. Su hijo fue Eneko Beilaz (romanzado como “Iñigo Velaz”), el cual fundó su casa solariega en la Llana Alabesa al casarse con Doña Mayor Ladrón en 1149 (heredera de Oñate y Gebara, aunque el documento es falso, sí parece cierto el hecho). Murió Eneko Beilaz en la toma de Baiona de 1131 junto a las tropas Alfonso I “el Batallador”. Su hijo Ladrón Iñiguez, apodado "Princeps navarrorum", será el primer señor de Bizkaia de esta familia, además de conde de Gipuzkoa y Alaba (1124-36 y 1140-55), y que detentará otras tenencias como las de Aibar o Viguera (La Rioja). Se casó Ladrón Íñiguez con la hermana del rey García Ramírez “el Restaurador” (1134), de cuya entronización fue artífice directo. Le siguió su hijo Bela Ladrón “de Nabarra” como señor de Bizkaia y Gipuzkoa entre 1138-40 y 1155-1174, que se casó con una hija natural del rey de Nabarra García Ramírez “el Restaurador”. Un hijo de ambos fue Pedro Bélez de Gebara, que engendró a Juan Bélez de Gebara, señor de Bizkaia, Gipuzkoa y Alaba hasta al menos 1179, cuando la documentación de los últimos señores de la Bizkaia libre se vuelve más confusa o inexistente. E. Labayru, historiador bizkaíno del siglo XIX en su “Compendio de la historia de Vizcaya”, comenta que el apodo “Ladrón” (de Gebara), viene porque el primer señor de Bizkaia de esta estirpe nació casi muerto y “robó” la vida.

Libro oficial de Armería del reino de Nabarra, donde los Gebara constan ccomo una de las 12 grandes familias


La invasión imperialista partió de las Enkartaciones, territorio aún libre según la documentación de la época : “Et ego rex Aldeffonsus in tempore quo incarnationes introivi decimo quarto kalendas augusti sub era millessima ducentessima decima tertia in Sancto Dominico de la Calzada propia manu…” .

En la versión castellana del armisticio de 1175 que intentó poner paz entre ambos reinos, Alfonso VIII de Castilla propuso a Sancho VI el Sabio de Nabarra, según recoge Tomás Urzainqui en su libro “Nabarra, sin fronteras impuestas”: “Y Yo, Don Alfonso, rey de Castilla, he dado por quito del castillo que tiene Nabarra a Leguín y Portilla, y he dado por quito del castillo que tiene de Godín. Y, además de esto, Yo, don Alfonso, rey de Castilla, doy por quito a vos, don Sancho, rey de Nabarra y de Álava, a perpetuo para vuestro Reino, conviene a saber: desde Ichiar y Durango, que quedan dentro de él, exceptuando el castillo de Malvecín (junto al puerto llamado de Bilbao)...”

Muchos historiadores han tomado esta frase del rey castellano para señalar que Nabarra fue invadida hasta el presente en esa fecha en su territorio de Bizkaia hasta el duranguesado, sin embargo el documento parece contradictorio, pues señala que no se devuelve Bizkaia a Nabarra y sí Durango, pero la misma frase acaba con “exceptuando el castillo de Malvecín (junto al puerto llamado de Bilbao)”, por tanto el invasor se quiere quedar sólo con un castillo de la Bizkaia nuclear en la anteiglesia de Arrigorriaga .

Lo que sí parece claro es que la situación de ocupación de Bizkaia -incluida el duranguesado- no fue duradera, pues la gesta “Regis Ricardi” de 1190 y conservada en el museo británico, habla de que en ese año Nabarra llegaba hasta Castro Urdiales, así lo recoge en el libro “Navarra sin fronteras impuestas” Tomás Urzainqui: “Se sabe que toda la tierra que está cerca del mar hasta Hispania es tierra del rey inglés; y se prolonga hasta el puerto que se llama de Oiasouna, que divide la tierra del rey de Inglaterra de la Navarra. Y la tierra del rey de Navarra empieza en el puerto de Oiasouna, y llega hasta las aguas de Castro (Urdiales) que divide la tierra del rey de Navarra de la tierra de Castilla (…).



Sancho el Sabio propuso un pacto a Alfonso VIII, el sometimiento de la disputa al rey de Inglaterra, cuñado de Alfonso VIII. Alfonso acepta, el laudo arbitral es de 1177. Sancho el Sabio pidió ante el rey inglés la devolución de todos los territorios recién usurpados en 1174-75, tierras de La Rioja y Montes de Oca, así como las fortalezas conquistadas en 1173 por los castellanos y no devueltas (que rompían la tregua firmada por ambos reyes en Fitero por 10 años en 1167), fortalezas de: Quel (Arnedo, La Rioja), Leguín (Urroz), Portilla (Alaba) y Malvecín (Malmasín) y las plazas tomadas tras el regicidio de Sancho García el de Nájera y Ramírez el de Peñalén, asesinados por los castellanos y conspiradores, y las usurpadas a García Ramírez el Restaurador, padre de Sancho el Sabio, por Alfonso VI y VII respectivamente, pues han pertenecido siempre al reino, es decir, la restitución de las fronteras del reino tal y como eran a la muerte del gran rey nabarro Sancho III el Mayor, “Señor de los baskones” y de “Wasconum nationem”.

El rey de Nabarra Garçés o Garçía Ramírez "El Restautador"

“Devolución de Cudeio (Bahía de Santander), Monasterio (Rodilla), Montes de Oca, valle de San Vicente (La Riojilla), valle de Ojacastro, Cinco Villas (Siete Villas de Anguiano), Montenegro (Cameros), sierra de Alba hasta Ágreda y las tierras comprendidas entre esos puntos y Navarra…”

En el Laudo de 1177 se recoge además este inserto: «Esta es la carta de paz y concordia que fue hecha entre Alfonso de Castilla y el rey Sancho de Navarra en la abadía llamada de Fitero. Fue grato a ambos monarcas establecer paz y concordia entre ellos por doce años y así se hizo. Y decidieron firmar este juramento y jurarlo tanto ellos como sus barones respectivos sobre el altar y sobre los Cuatro Evangelios, a fin de mantener dicha concordia y treguas fielmente, sin mala voluntad y sin engaño por doce años. Y si alguno de estos reyes o barones infringiese estas treguas y no diera satisfacción a la querella subsiguiente en un plazo de cuarenta días, que quede como perjuro y alevoso. La carta fue hecha en la era de 1205 (año 1167), en el mes de octubre. Que la tregua dure desde la siguiente fiesta de San Martín por diez eños. Y que se querelle la parte que en doce años de duración del acuerdo se vea lesionada.»
[Termina el inserto de 1167 y siguen las alegaciones de Sancho VI el Sabio de Navarra.]
“Precisamente, fue lesionado [el rey de Navarra] durante un plazo de diez años al habérsele arrebatado los castillos de Quel, Leguín, Malvecin y Portilla”.

Sancho VI el Sabio de Nabarra

El Laudo tiró por el camino del medio, no quería entrar en restituciones anteriores al reinado de los reyes demandantes, dictaminó que se devolvieran las tierras a Nabarra usurpadas después de la muerte en 1158 de Sancho III de Castilla (el padre de Alfonso VIII), lo que suponía en la práctica la pérdida de casi toda La Rioja, la Bureba y Castilla Vieja, territorios históricos de Nabarra y reconquistados por Sancho el Sabio. Castro Urdiales (Urdalaitz), que seguía siendo Nabarra según documentación de la época, sería de nuevo la frontera occidental reconocida, así como Bizkaia y Alaba, junto a Logroño, Belorado, Grañón o Pancorbo que seguían siendo también nabarros y frontera con Castilla.

Tras el regicidio de Peñalén (1076), el traidor Iñigo López (todavía no tiene el topónimo “Haro”), aparece en un documento castellano de Alfonso VI en 1082 en el que demuestra tener un “iure hereditario” por sus campañas en La Rioja a favor del castellano y contra Nabarra. En ese documento el felón Iñigo, da San Vicente de Ugarte (hoy Barakaldo) a San Millán de la Cogolla (recogido por G. Monreal 1974 “Las instituciones públicas del señorío de Vizcaya hasta el siglo XVII”). Otro documento de la reina castellana Doña Urraca de 1110, es más claro, pues el nieto de Iñigo, Diego López recibe un “privilegio de inmunidad” sobre sus tierras “a perpetuidad extensa a sus herederos” (G. Balparda 1974 “Historia crítica de Vizcaya y de sus fueros”).

El 26 de junio de 1110 la reina Urraca de Castilla, esposa de Alfonso I de Nabarra desde el año 1109 a 1114, concedió a Diego López el dominio solariego sobre sus tierras o la impunidad de sus posesiones impidiendo que “el sayón real entre en su señorío (de Bizkaia) non pro homicidio, non pro fornicio, neque pro fruto, non pro abnuda, non pro ulla facienda mala neque bona”

Es decir, los López, pasaron de ser tenentes o administradores de un territorio en nombre del rey de nabarra a “propietarios” con derecho a herencia de tierras y títulos nobiliarios con Castilla, un buen motivo económico y de poder para su traición. Bizkaia, aunque vuelven a Nabarra poco después con Alfonso I “el Batallador”, pero tras la invasión de 1200, el título de señor de Bizkaia aparece vinculado a los López de Haro como patrimonio familiar (según J.Lacarra 1972 “El señorío de Vizcaya y el reino de Navarra en el siglo XII”), y “lo gobierna política y jurídicamente para sí y sin intervención aparente o inmediata de otro poder superior” (L. Serrano 1976 “Orígenes del Señorío de Vizcaya en época anterior al siglo XIII”).


Recorrido del ejército castellano en su conquista

Diego López II de Haro “el Bueno” y a veces “el Malo” (1164-1214) fue el primero de su familia que usó el apellido “Haro” que repobló su familia en 1117, era Diego hijo de Lope Díaz I de Haro, conde de Nájera (a. 1126-1170) y de la condesa Aldonza Rodríguez. Fue un magnate de primera importancia en el Reino de Castilla durante el reinado de Alfonso VIII (1158-1214) y tomó parte de la invasión del señorío de Bizkaia, del condado de Durango y del resto de la Nabarra Occidental.
Desempeñó un papel decisivo en el ascenso del linaje Haro así que en la construcción de la identidad nobiliaria de este grupo, que iba a dominar la sociedad política castellana,y castellano-leonesa,durante todo el siglo XIII. Pero, entre 1179 y 1183, se exilió por primera vez en Nabarra, por lo que es casi imposible que antes de esa fecha Bizkaia estuviera ya en manos castellanas. Volvió Diego a la corte castellana en posición de fuerza, obteniendo el oficio de alférez, uno de los dos más prestigiosos con el de mayordomo mayor. Su primer exilio le permitió obtener del rey los territorios que había gobernado su padre, e invadidos a Nabarra, La Rioja, Castilla la Vieja y Trasmiera (no así Bizkaia que seguía dentro del reino baskón de Nabarra). Obtuvo además las tenencias de la Bureba y de Asturias de Santillana del Mar.

Sobre la posible ocupación de Castilla de las Enkartaciones antes de 1198, “No hay testimonio alguno de esta supuesta incursión en aquella región” pág.137 J. Fernando Elizari “Sancho VI el Sabio, rey de Navarra”.

A cambio, a Sancho el Sabio, se le reconocía el resto del territorio y se le indemnizaba con 30.000 maravedíes durante 10 años (seguramente por la pérdida de esos territorios, plazas y fortalezas, pero no se explicita). Ambos reyes firmaron el auto así como 15 obispos, el rey inglés y 6 nobles ingleses.

Este laudo vuelve a demostrar la pertenencia a Nabarra de todos los territorios occidentales reconocidos aquí internacionalmente, incluida la fortaleza Nabarra de Malmasín defendida por su tenente (gobernador) nabarro Pedro Belaz (Vélaz) del ejército de ocupación castellano, y no devuelta pese al Tratado Internacional firmado por el rey castellano y la “fidelidad probada de sus moradores naturales” a Nabarra según consta en el laudo arbitral firmado en Londres y llamado “Division of Kingdons of Navarre and Spain”. En este Laudo se dice que “La lengua de la delegación Nabarra es el euskara” como recoge Tomás Urzainqui en su libro “La Navarra Martítima”

La fortaleza Nabarra de Malmasín controlaba el llamado “camino de Etxebarri” que conectaba la capital bizkaina, Bermeo, con la meseta por Orduña, así como el camino que partía de Abusu (llamado popularmente también como “la Peña”) hacía el barrio Ollargan entonces ambos en Arrigorriaga, atravesando el hoy parque público de Mehatzeta-Montefuerte . El camino seguía por la carretera que llevaba desde Bilbao a Burgos o Vitoria por Orduña a través de Buia y Pancorvo.

Eneko del Castillo: “Al parecer en 1179 aún no se habían hecho las restituciones cuando se firmó el pacto de Cazorla entre aragoneses y castellanos, que fue utilizado por estos para presionar a Sancho a firmar un pacto entre Nájera y Logroño el 15 de Abril de 1179 (AGN, Cartulario III, p. 33-36 y 215-218). Se restituían los castillos según lo acordado en Londres, el nabarro se quedaba con Rueda a cambio de no percibir los 3.000 maravedís anuales del castellano. Juan Bela optó por hacerse vasallo de Castilla por lo que el gobierno de estas tierras pasó a Diego López Ladrón, hijo de Lope Ladrón. (J. Mª Lacarra, H. R. N., Tomo II, pág. 69 a 83)”.

La repoblación de Galdakano

Las guerras contra el intento de conquista por Castilla y las numerosas muertes de baskones que conllevaron, hizo que tras este laudo los reyes de Nabarra tuvieran que repoblar estos territorios y reestructurar las vías comerciales para evitar el paso por la cercanías de la fortaleza de Malmasín, plaza militar ocupada como cabeza de puente por Castilla con la intención de una posterior ocupación de todo el señorío nabarro de Bizkaia.

Así fue como Sancho de Galdakano, emparentado con los reyes de Nabarra, vino desde la capital del reino y repobló la comarca por mandato del rey de Nabarra; se asentó primero en Bedia, población que entonces pertenecía a la parroquia de Galdakano, y después pasó su casa solariega a Galdakano, donde mandó construir una “torre o castillo” , conjunto defensivo cercano a Malmasín (unos 5 Km en línea recta separaban ambos castillos). En Bedia pudo quedar el hijo de Sancho, del mismo nombre que el padre, en la casa-torre de Tosubando (cerca del palacio Gortazar), aún hoy en pie, cuya existencia está constatada desde 1075 y fue fundada por Sancho Ortiz de Bedia.

El primer historiador bizkaino, preboste de Portugalete y merino de Castro Urdiales, el banderizo Lope García de Salazar (1399-1476), en su "Libro de las Bienandanzas e Fortunas", nombra a la familia de Galdakano como de las más antiguas e importantes de Bizkaia, de la que dice estaba emparentada con los reyes de Nabarra:

“El linaje de Vedia e de Usansolo son de buenos escuderos antiguos e de Vedia es agora principal del Sancho Ortis de Vedia, que se falla que aviene en siete generaciones del cauallero de Galdaño, que fue natural de Nauarra, e vino a poblar allí, e viene del de padre en padre”. Sancho Ortis de Bedia se sabe que era contemporáneo de García Salazar (preboste de Bilbao y merino en Bedia), esas “siete generaciones” nos llevarían a finales del siglo XII.

“Porque estos linajes de Vizcaya se faze mencion en algunos logares, sepan todos que mejor lugares señalados e los mas antiguos de Vizcaya después que en ella ovo pobladores fueron cuatro que avian renta e divisas e labradores que fueron estos que se siguen: el solar de Urquiza, el solar de Larralus, el solar de Galdacano, el solar de Ayanguis, que eran cuatro donde vienen muchos escuderos”.

Existe otro relato que aparece en la “Crónica de Vizcaya” de Lope García de Salazar (1454) y en su "Libro de las Bienandanzas e Fortunas" (1471-76), historia que se corrobora por un texto anterior escrito por Fernán Pérez de Aiala en su Genealogía de la Casa de Aiala (“Árbol verdadero de la casa de Ayala”), que fue escrita en 1371, pero cuando el autor ya tenía 76 años, por tanto eran hechos recientes conservados de forma oral .




Lope García de Salazar escribe así este otro relato en su segundo libro:

“En el año que la villa de Vitoria (fundada en 1181) era del reino de Nabarra (antes de 1200), havia una linaje de caballeros en una aldea cerca de ellas que llamaban e llaman agora San Martín de Avendaño, que eran poderosos en la comarca, e fasian continuamente muchos enojos a los pobladores de Vitoria, de lo cual todo el dicho concejo se enviaron querellar al rey de Nabarra, su señor, e fallaronlo en una huerta mirando con algunos caballeros que estaban con él, como le dieron su querella, tomo el una espada al mensajero dellos e corto con ella unas dies cabezas de verzas e dixoles “los de vitoria sodes para poco que a los que asi vos fatigan debriades les facer como yo fise estas berzas”. Con esto se fueron a la dicha villa e acordaron en aquello, todo el pueblo levantaronse una noche e fueron sobre aquellos caballeros de Abendaño que allí fasian su vivienda, e sus palacios e heredamientos que estaban descuidados, e quemaronlos e mataronlos a todos con fijos e mujeres con toda su generación, sino un mozo, hijo mayor dellos, lo saco de noche envueltos en sus vestiduras, e fuese con él a Arratia, e criollo allí Don Sancho de Galdacano (casado con Teresa de Ayala, hija de Fernán de Ayala), hijo del caballero de Galdacano, e seyendo ya ome, ovo convención con la dicha villa que tomase orden de la iglesia, que no curase de fecho de caballería e que entrase en la tierra, e fisieronlo arcipreste de Alva, e salió omo para mucho, e tomo por manceba un fija de Don Sancho García de Zurbano…e fizo en ella a Juan Pérez de Abendaño”.

La villa de Vi(c)toria Nova, fundada sobre la puebla de Gasteiz


Estas luchas se enmarcan en las constantes disputas entre las villas y los grandes señores, pues las villas respondían ante el rey al que pagaban sus impuestos por sus privilegios, quedando fuera del control de los grandes señores que dominaban el resto de la comarca. Pese a esta matanza, los Abendaño, a cuya familia pertenecía por ejemplo la casa-torre de Urgoiti o Puentelatorre en Usansolo (el caserío cercano aún conserva su escudo), eran del bando ganboíno, es decir, pro nabarro.



Desde entonces los Abendaño serán una de las grandes familias asentadas en Galdakano y en la comarca, junto a las de Isasi, Aldape o Basozabal y la principal, la de Galdakano y Torrezabal, todos ellos serán los fundadores del actual Galdakano.

Roldán Jimeno, en su trabajo "Lurralde antolamendua, gizarte eta kristau kultura", explica como en el siglo XI, las actuales Llanadas de Alaba y Alta Navarra, tenían el territorio estructurado en muchos y pequeños municipios de 1 a 3 kilómetros, con unas 30 casas sencillas. Al sur, en la frontera musulmana, la poca gente vivía en cuevas o bajo el amparo de las fortalezas. Por su parte, los Pirineos, se empezaron a repoblar a partir de la segunda mitad del siglo IX, relacionado con los grandes rebaños y el ganado de verano. La costa, superó la crisis de la caída del Imperio Romano con gentes venidas desde la Llanada Alabesa y la comarca de Pamplona.

Galdakano estaría limitado por los montes de Arteta, Pagatza, Upo, Mandoia y la sierra de Ganguren, la población viviría en sus laderas, “todo el municipio es montuoso”, tal y como lo describió el corregidor de Bizkaia Felipe de Mella sobre 1789 , siendo el río Ibaizabal la columna vertebral de la anteiglesia que atraviesa de Oeste a Este.



La primera mención conocida de Galdakano es del invasor castellano Alfonso VIII del 14 de marzo de 1175, confirma a la orden de Cluny el monasterio de Santa María de Nájera con todas sus heredares y derechos como lo habían hecho los reyes anteriores, entre ellos “in Biscaia Albagano, Barrica, Santa Aren”. Unos años después, en 1193, el obispo García de Calahorra hace una relación de las iglesias de las que no percibe derechos episcopales por impedírselo el monasterio de Nájera y cerrando la relación están la “ecclesia de Barrika” y la “ecclesia de Aldacanos” . El entregar iglesias y ermitas para el abastecimiento de los monjes de los grandes monasterios interiores para que tengan pescado y otros alimentos, era muy común en toda la Edad Media y se practicaba en todos los reinos. Los límites eclesiales se mantuvieron desde época romana y, en todo caso, no corresponden con los límites políticos, tal y como lo demuestra Roldán Jimeno en su tesis doctoral recogida en su libro “la cristianización de los vascones”.

Pero los obispos no tenían permitido entrar por Fuero en Bizkaia, así los arciprestes eran los verdaderos gobernadores de la iglesia bizkaina, una especie de pequeños obispos. El primer obispo en entrar en Bizkaia fue el de Calahorra en 1545, Díaz de Luco, tras promulgarse el Fuero Nuevo (1526), pues en el Fuero Viejo (1452) todavía lo tenía prohibido. Tiene similitud con lo que ocurría ya en el reino de Nabarra, pues hasta el siglo XIV el clero no forma parte de las Cortes o poder legislativo.

El cambio de nombre de “Galdakano” a “Galdakao” impuesto por Euskaltzaindia recientemente, carece de tradición escrita alguna que lo sustente y menos de un uso oral anterior, por lo que es difícilmente comprensible, además de deformar el sentido etimológico del término: Galda= cuesta, -aka=pluralizante y -no=diminutivo (aunque puede que sea –ano simplemente “lugar de” del latín –anus, s.XII Calahorra, La Rioja); Galdakano=muchas cuestas pequeñas o lugar de cuestas. En el primer documento escrito en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja) aparece “Albagano” y “aldacanos”, que refuerzan la idea. Lope García de Salazar (s.XV) convierte la “k” en una “ç”, escribiendo “Galdaçano”, siendo “aldatza” o “aldapa” el equivalente a “cuesta” en castellano. A la vista de los primeros documentos, el nombre original podría ser, simplemente: Aldapano a la que se le añadió posteriormente la “G”. Hay filólogos quien ven una palabra latina en el término Galdakano de “termas” (“calidas”), pero es difícil pensar que en Galdakano existiera una ciudad romana desconocida hasta el momento que los sustente y no para de haber una mera finca (o varias), además, los primeros nombres del pueblo alejan más esta posibilidad. La Sede episcopal de Calahorra pasa a Santo Domingo de la Calzada en 1227.

La de Sancho de Galdakano es además la familia constructora de la Iglesia divisera Andra Mari de Elexalde de finales del siglo XII del municipio galdakoztarra, no lejos del núcleo inicial de Galdakano en las faldas de la sierra de Ganguren en la zona de Santa Marina. Su nombre original sería Santa María de Ganguren .

"…tiene una iglesia parroquial de advocación de Santa María, una en Echevarri y otra en la Colación de Bedia, fundada según relaciones antiguas, por el caballero don Sancho de Galdácano, pariente del rey de Navarra hacia el año 1200 en el plano de un ribazo alto y paraje solitario, por causa del lejanía y subida penosa que había a la parroquia antigua de Santa Marina de Ganguren, la cual iglesia de Santa María reedificada y ampliada posteriormente es de una sola nave…con bóvedas, seis altares, órgano, 112 sepulturas, cementerio a la redonda y espadaña de piedra sillar morena para campanas de reloj a la testera…" Juan Ramón Iturriza, 1793, "Historia General de Vizcaya".


Sobre el origen de Galdakano




El núcleo originario de Galdakano se encontraba por tanto en el cordal de la sierra de Ganguren-monte Avril, en el alto del monte Ganguren, cerca de las actuales antenas de televisión y del camino natural ancestral, ruta trashumante pastoril, después calzada romana, camino de Santiago en el siglo IX-X y Ruta Juradera tras la invasión castellana.

En este alto existió una ermita o iglesia Nabarra del siglo XI de advocación de Santa Marina por lo que la zona se conoce como Santamañe o Santa Marina, con tumbas o sepulcros sobre piedra coetáneos de los antiguos moradores de Galdakano, que hacía de núcleo aglutinador de la población dispersa de toda la comarca, tanto de la ladera sur (Bedia, Zaratamo, Etxebarri y Galdakano), como de la norte (Lezama y Zamudio) . Con Sancho III el Mayor (1004-35) se introduce el arte románico desde Leire (el primer románico peninsular) en las tierras de su reino con la reforma cluny, arte románico que desaparece en el siglo XIII dando paso al gótico. Por tanto, todo el arte románico bizkaino, alabes o gipuzkoano es nabarro.

(Para mucha más información https://lehoinabarra.blogspot.com/2019/03/la-historia-nabarra-de-galdakano.html)

La reforma benedictina de los “monjes negros” de cluny, supuso la centralización de la Iglesia que dependía directamente del Papa, y era el abad de cluny el que nombraba a los abades de los más de mil monasterios clunienses que se fueron creando, frente al sistema mozárabe anterior, donde cada monasterio elegía su abad del modelo votando cada monje con bolas negras y blanca. Con la reforma se daba más importancia a las escrituras.

Con Sancho III “el Mayor” el reino nabarro alcanzó su máxima extensión y se consolidó definitivamente en Europa, todos los territorios de habla vasca están bajo su poder (salvo la comarca de Tudela, donde subsistiría el euskera en bilingüismo o trilingüismo junto con el árabe y el mozárabe), incluida toda la Baskonia Continental (Pirineos-río Garona) .

“La introducción y el asentamiento del cristianismo, para los cuales se dan fechas muy diversas (válidas posiblemente las tempranas y las tardías a la vez, para diversas partes del país), contribuyeron a la consolidación del nuevo orden, cuya culminación podemos poner en el establecimiento del reino de Navarra, nuestra mayor realización política”, Koldo Mitxelena en “Lengua común y dialectos vascos, 1981”.

En lo que respecta a la primera parroquia de Galdakano, Santa Marina es una santa gallega cuya adoración se intensificó en los siglos IX-X-XI en relación con el Camino de Santiago de la costa, anterior al interior amenazado constantemente por los musulmanes, y que tendría en esta pequeña iglesia una importante parada de gran devoción con su pila bautismal, libro de bautismo y párroco.

La iglesia llegó a contar con hospital de peregrinos y con una escuela donde aprendieron los hijos de los grandes señores de la comarca como los Abendaño e incluso de Bilbao como los Bertendona en el siglo XVI, en temas no sólo religiosos sino también en matemáticas, gramática, lengua etc., las clases se impartirían en la casa del rector adyacente a la ermita, como lo atestigua el galdakoztarra Francisco de Egia, rector y cura en la misma.

Cerca de esta iglesia, a media ladera, hallamos el dolmen de Irumugarrieta (en terrenos de Bilbao), que nos habla de una población paleolítica y del eneolítico. De la Edad de Bronce (entre 2.800 a.C. y el 1.000 a.C.) existen cinco asentamientos (Ganguren, Aspuru, Artxanda 1, 2 y 3) y un túmulo (Aspuru ), encontrados todos ellos en Galdakano, precisamente en la denominada como “Estación pastoril de Artxanda”, mojón de pastos comunales compartidos entre varios municipios cercanos a la iglesia de “Santamañe”. Es importante constatar que entre el asentamiento de la Edad de Bronce de Berreaga (Mungia) y el de Malmasín (Arrigorriaga) debió de haber otro en Ganguren, pues esta pequeña sierra impide la visión entre ambos asentamientos y hay restos suficientemente significativos de esa época para pensar que pudo haber un asentamiento más importante no encontrado aún. Tras la caída del Imperio Romano, la población en las laderas del monte Ganguren se incrementaría a tenor de las tumbas o necrópolis sobre piedra y debido a lo estratégico de este monte La función de “visagra” del municipio como zona entre el Txorierri y Ibaizabal-Nervión es antiquísima.

Dolmen de Gaztelukolanda


La función comercial de Galdakano era la más importante en los siglos XI y XII bajo el reino de Nabarra, pues ésta ruta por el cordal, en la sierra de Ganguren, bajaba por Etxebarri (entonces perteneciente a Galdakano junto a Bedia), para tomar dirección San Miguel de Basauri-Arrigorriaga. Este camino pasaba por la ladera de Malmasín y era controlado por la fortaleza de su cima. Era conocido como “el camino de Etxebarri”. Bajaba desde Gudubikolanda (o Kurubikolanda) y la Torre de Arbolantxa que controlaba el paso, por la calzada denominada Andabide hasta la torre de Etxebarri y la ermita San Esteban en el barrio Kukullaga (originaria de la posterior anteiglesia), sita en la zona conocida como Eleiza-zarra, a media ladera, lo que nos da idea de su antigüedad . Llegó a contar con casa cural, hospital y cementerio.



El camino llegaba a la península de Legizamon por el puente del mismo nombre, puente de pago controlado por el antiguo linaje de los Legizamon (Lezama-Legizamon) y la torre de Legizamón sobre el río Ibaizabal-Nervión, para dirigirse a Orduña por la ladera de Malmasín (Arrigorriaga).
“Es de destacar que en esta época continuaban los furores de las luchas de banderizos y se daba rienda suelta a las venganzas comprimidas, como sucedió en 1321, en el que fue quemada y derribada la torre vieja de Leguizamón, por los de Martiartu y los de Zamudio , pereciendo todos los hijos del famoso pariente Diego Pérez de Leguizamón (menos un niño) con sesenta hombres y catorce mujeres, y antes de esta hubo también colisión entre los de Leguizamón y los vecinos de Bilbao, aunque seguida afortunadamente de una tregua”. Labayru “Compendio de la Historia de Vizcaya”

Este “camino de Etxebarri” era más frecuentado en esos siglos que el que siguiendo por la Sierra de Ganguren hacia el monte Avril llegaba a Bilbao, pues éste era más largo y penoso para alcanzar la meseta por Orduña .

LA INVASIÓN DE LA NABARRA OCCIDENTAL


Alfonso I el Batallado, rey de Nabarra

Por tanto, queda demostrado que el Señorío de Bizkaia y las Enkartaciones no fueron invadidas hasta la última acometida castellana contra la Nabarra Occidental que comenzó en 1198.

“(…) un príncipe que sea medianamente hábil siempre se mantendrá en su Estado, a menos que se lo arrebate una fuerza extraordinariamente poderosa, y aunque lo pierda, en cuanto el conquistador se enfrente a alguna advesidad, lo volverá a recuperar (…) Porque un príncipe natural tiene menos motivos y menos necesidad de ofender, por lo que es natural que se a más amado por su súbditos (…)”, Nicolás Maquiavelo “El príncipe”.

La ruta por Begoña y Bilbao fue impuesta por el rey castellano Alfonso XI y desechado “el camino de Etxebarri”, ante la importancia que adquirió Bilbao como puerto para Castilla. En la carta puebla de Bilbao de privilegios y franquicias (otorgado por María Díaz de Haro II en 1348, sobrina de Diego López de Haro V, en una especie de “refundación” pero que poco aportó), se prohibe expresamente usar este camino de Etxebarri y la compra-venta en todo su recorrido, para obligar a los comerciantes a pasar y desarrollar su actividad en Bilbao. Etxebarri no se independiza de Galdakano hasta 1508-10.



“Como continuaba la guerra contra los moros, el rey Fernando el Emplazado, estuvo acompañado, entre otros señores, por don Diego López de Haro V, durante el sitio de Algeciras, donde encontró este último la muerte en los primeros días de Enero 1310. Entonces los vizcaínos proclamaron por su Señora a doña María Díaz de Haro I.

En la primavera de este año, cuando los bilbainos se enteraron del fallecimiento de don Diego, comprendiendo que la cédula de fundación de la villa carecía del carácter de la verdadera legitimidad por provenir del intruso don Diego López de Haro V, acudieron a doña María Díaz de Haro suplicándole la revalidación de le cédula de su tío, a lo cual accedió el 25 de Junio, otorgando la carta privilegio igual a la de don Diego, pero con el aditamento que el camino que va de Orduña a Bermeo, atravesando por Echébarri, que fuese por la villa de Bilbao” Labayru “Compendio de la Historia de Vizcaya”.

El camino Bermeo-Orduña era el más antiguo de los que comunicaba la capital bizkaina con la meseta castellana y el segundo en importancias tras el que enlazaba Bermeo con Durango y subía por Urkiola hacia la importante villa nabarra de Gasteiz, controlado el camino por el castillo de Astxiki del que apenas queda nada.

Galdakano, comarca clave para el reino de Nabarra




Pero la importancia de Andra Mari para el reino de Nabarra, le venía dada por su privilegiada posición en un alto y por estar situada en el paso del camino que desde Bermeo, capital de Bizkaia hasta 1602 y su principal puerto , por Mundaka, Axpe-Busturia, Forua, Gernika y Muxika, se dirigía hacia el alto de Gerekiz o de Morga, atravesaba la anteiglesia de Morga y la ermita de Aretxabalagana del siglo X de San Esteban de Gerekiz, y bajaba al barrio de Goikolejea con su iglesia románica y la villa de Larrabetzu con la iglesia de San Bartolomé (siglo XII, también de época Nabarra). Todos ellos en la históricamente conocida como “Ruta Juradera”, Camino Xacobeo o de Santiago, anterior calzada romana y paso ancestral.

El camino continuaba en ese siglo dirección Lezama subiendo por su barrio de Legina en la falda norte de Ganguren-Santa Marina (Santemañe), pasando por su ermita de San Antolín , también construida en época del reino de Nabarra a finales de ese convulso siglo XII. Desde la ermita se alcanza el cordal de la sierra Ganguren, donde el caminante o el comerciante, podía seguir dirección Orduña por la iglesia-ermita de Santa Marina bajando por el “camino viejo de Etxebarri”, pero también, a finales de ese siglo XII, lo podía hacer por el barrio galdakoztarra de Uraburu y su caserío, pasando por Andra Mari de Elexalde . Es el llamado en la cartografía histórica de Bizkaia como “El Camino de la Iglesia Vieja”. A la iglesia de Andra Mari se trasladaría el hospital de peregrinos de la ermita de Santa Marina de Ganguren.



Desde la iglesia de Santa Marina en el monte Ganguren, la vista de todo el valle es espectacular: desde Bilbao con su Casco Viejo al fondo, Begoña, San Miguel de Basauri, Arrigorriaga, Zaratamo, Etxebarri y Galdakano hasta Andra Mari. Por la ladera Norte el Txorierri, con Lezama justo debajo con su suave y antiguo eleizbide (con su santutxu o humilladero al pie), Zamudio, Sondika y Derio. Por el noroeste se puede observar Goikolejea, núcleo originario de la villa de Larrabetzu, y seguir con la mirada perderse la “Ruta Juradera” y Xacobea dirección Morga o los montes Jata y Sollube previos a la costa bizkaina. Por el Este, al fondo, el duranguesado y el Oiz. La vista de pájaro sobre Malmasín y su castillo sería la mejor posible.

La parte de Usansolo (Labega-Gorosibai-Oinkina-Lekubaso) se controla perfectamente desde Andra Mari y puede que ya existieran algunas de las abundantes casa-torre de la zona de las que hablaremos.

Todo el territorio se estructura viariamente con una serie de puentes entre los que destacan el puente de Bengoetxe o del “mercadillo” y el puente de Urgotia o Latorre (Puentelatorre) sobre el río Ibaizabal. Desde Andra Mari se puede observar perfectamente Malmasín (incluso desde Torrezabal), su pared Oeste esquina Sur tiene una vista privilegiada de ese monte, es además la pared y esquina más antigua y donde estaba el campanario viejo como magnífica atalaya. Desde Andra Mari se pueden ver también las antenas sobre la cima del Ganguren, donde estaba la antigua iglesia parroquial Santa Marina de Galdakano.



Respecto a la defensa del Señorío, Andra Mari de Elexalde tiene una vista inmejorable de 3 de los 4 montes bocineros de la Bizkaia durante el reino de Nabarra (sin las Enkartaciones). Se observa el monte Ganekogorta por el Oeste y el Oiz y el Gorbea por el Este. Desde Santa Marina se ven todos los montes bocineros de Bizkaia, pues también se ve el Sollube de llamada a los bizkainos de Bermeo-Busturia y de toda la comarca de Urdaibai.

Además, una señal de humo desde el monte Kolitza (Balmaseda, detrás del Ganekogorta ), también sería visible desde Andra Mari y Santa Marina. El Kolitza es el monte bocinero de la tenencia Nabarra de las Enkartaciones o Enkarterriak junto al Ganekogorta. Por tanto, es la sierra de Ganguren un lugar estratégico vital para la defensa del Señorío de Bizkaia (aunque la leyenda de que desde ellos se llamaba con un cuerno a las Juntas es tardía y no está documentada).

Respecto a los puestos de contro para un mejor control del territorio (señales de humo o de otro tipo), desde la iglesia de Santa Marina, se verían los castillos nabarros de Gazteluzar (monte Ereñozar, Usansolo-Bedia), monte Gazteluzar (Llodio-Okendo, Alaba), Untzueta (Orozko), Malmasín (Arrigorriaga) y Gaztelumendi (monte Bizkargi, Larrabetzu-Morga), que controlarían la ruta comercial Bermeo-Orduña.

Ganguren desde Malmasín donde se ve la bajada el Camino Viejo de Etxebarri por San Antonio

Es más, Andra Mari era también un punto estratégico en un alto desde donde se diversifican varios importantes caminos hacia la meseta y el interior del señorío nabarro de Bizkaia. De igual modo, la ruta de Barazar a la villa de Vitoria-Gasteiz fue reforzada por Nabarra. Procedentes de Iurreta junto a la villa de Durango (con carta de villa dada por Sancho VI “el Sabio” sobre 1180), llegaron a Arratia los “Yurregoikoa", instalados en el valle arratiano sobre 1198. Esta familia procedía de D. Celinos y era de sangre real Nabarra según J. E Delmas. Esta familia dará con el tiempo nombre a una nueva anteiglesia con el nombre de Igorre o Iurre. Actualmente la casa torre se ha reconvertido en el palacio Vildósola (hoy dentro del municipio de Artea-Castillo de Elejabeitia), por tanto dentro del reforzamiento de la frontera y de los caminos reales o “erregebidea” que conectaban la costa y el interior baskón.



Existían en las inmediaciones de las casa-torres de Galadakano las ferrerías de aire de Gomentola (o Komentola, la más interesante del municipio y la mejor conservada) y Asabola, en las faldas meridionales del monte Otzagari, cerca de Lekubaso-Arteta, lugar conocido por sus metas de hierro, bosques de buena madera y viento. Son las ferrerías más antiguas de Galdakano junto con la de Torrezabal. En esta zona y hacia Itzaga (antes llamada Olaeta), un reciente estudio encabezado por Xabier Orue-Etxebarria (2008), se habrían encontrado numerosas “haizeolas” o ferrerías de monte de época Alto Medieval, después llamadas también “agorrola” o de secano frente a las de agua. Habría este tipo de ferrería en numerosas partes del municipio, siendo la de mayor densidad la zona de Mehatzeta-Itzaga hasta el -puente de Torrezabal y también en Bedia.

Este camino se dirigiría hacia la fortaleza de vigilancia Nabarra de Untzueta en Zeberio. Untzueta no era un castillo muy grande, como 50 metros de largo y 20 de ancho y perteneció también a los Abendaño, pero antes pasaría por el castillo de Gazteluzar (del que sólo queda el topónimo y que estaría cerca del monte Mandoia), tomando después rumbo al castillo y tenencia Nabarra de Zaitegi en Altube (tenencia y castillo nabarro creados por Sancho VI el Sabio en el siglo XII) y a Orduña, donde se han encontrado restos de un castillo del siglo XII, para ganar la meseta, camino que conduce a Miranda de Ebro o Salinas de Añana y su importante comercio de la sal. Desde Zeberio por Orozko y el puerto de Altube, el comerciante podía dirigirse a Vitoria-Gasteiz y la capital del reino, Pamplona-Iruñea, o hacia los grandes monasterios nabarros.



Esta ruta por Lekubaso se convertiría en una alternativa al camino que venía desde Bermeo y bajaba por el “camino de Etxebarri” dirección Orduña y la meseta, quizás para ello se construyó el castillo de Gazteluzar. El camino de Lekubaso evitaba así la fortaleza de Malmasín y las tropelías de las tropas imperialistas castellanas en ella acantonadas. Del mismo modo, desde el monte bocinero de Ganekogorta, las rutas de las Enkartaciones, podía evitar el camino que transcurría por Buia y la ermita Abrisketa en las faldas de Malmasín por otro que conducía a otro castillo cimero, curiosamente también llamado Gazteluzar, entre los montes Ganekogorta y Untzueta (Gordexola-Okondo).

La ancestral ruta trashumante o comercial Bermeo-Orduña (luego Camino Xacobeo y después “Ruta Juradera”), con su desvío por el “camino de la Iglesia Vieja” hacia el camino de Usansolo, bien a Lekubaso-Untzueta o bien Bedia-Arratia-Barazar, marcaron la creación y la vida comecial de Galdakano durante siglos, con sus puentes de Bengoetxe (del mercadillo) y Puentelatorre, sin olvidar el “camino de Etxebarri” y el puente de Legizamon.

CONCLUSIONES




Aunque algunos de los monumentos en su estructura actual o en la última antes de su demolición, son mucho más recientes que la toma de la Nabarra Occidental por Castilla, son como mojones en el Camino Real y en los caminos comerciales abiertos por el reino nabarro, el Estado vasco. La mayoría de estos caminos discurren por pasos, vados y rutas ancestrales.

Galdakano era un estratégico cruce de diferentes caminos comerciales en el siglo XII, con una magnífica posición para el control de la zona. El cambio de lugar de la parroquia y la relevancia de Andra Mari, es la mejor iglesia bizkaina de su época, se debió a la necesidad militar de repoblar y reestructurar el territorio Bedia-Galdakano-Etxebarri-Lemona, ante la toma de la fortaleza de Malmasín por el ejército castellano y su represión contra la población de las anteiglesias de la zona, ejército que se acantonó en la fortaleza y que se negaba a abandonarla pese al laudo arbitral internacional en su contra, lo que hace que el reino mandase a Sancho de Galdakano a poner orden en el lugar que se había convertido en un foco de conflicto ante el imperialismo castellano.

En el siglo XII era la conocida posteriormente como “Ruta Juradera” que comunicaba la entonces capital de Bizkaia, Bermeo, el camino comercial que tenía mayor importancia de los que atravesaban Galdakano. Andra Mari de Elexalde-Torrezabal se convirtieron en un importante punto en el altozano y nudo de caminos que venían desde la capital bizkaina, Bermeo-Larrabetzu por Legina y desde Bilbao-Etxebarri por Bengoetxe y Zuazo, y que se diversifican hacia todos los puntos del reino nabarro.

Sancho de Galdakano reestructuró los caminos desviando el principal que partía de Bermeo hacia Orduña (y desde el siglo XVI también por Altube o Barazar) por Usansolo-Lekubaso y sus casas-torres , para evitar las cercanías de Malmasín, haciéndolo pasar por la iglesia, controlando así a las tropas de ocupación castellanas acantonadas en Malmasín pocos años antes (1173), que impedían la vida normal de la comarca y de la anteiglesia Nabarra de Galdakano.


Tosubando en Bedia, torre del siglo XI


Al principio se asentó en Bedia en Tosubando, perteneciente entonces a la parroquia de Santa Marina de Galdakano, pero quizás las circunstancias políticas con la ocupación militar castellana de Malmasín, hizo que se inclinara por Elexalde-Zabal(e)a en Galdakano finalmente. En Bedia y en la torre de Tosubando, entonces perteneciente al valle de Arratia, permanecería su hijo.

Es más, la familia de D.Sancho de Galdakano formaba parte de la élite guerrera del reino de Nabarra y era cabeza de su linaje. Eran de su linaje, cuando menos, las torres de Isasi e Isasigoikoa en Galdakano y Tosubando en Bedia.

Sancho VI el Sabio murió pacíficamente en el Palacio Real de Pamplona, le sucedió Sancho VII el Fuerte, su hijo y de Sancha de Castilla, nacido probablemente en Tudela, donde residirá y morirá.
Es el 16º rey de Nabarra, mandó construir la Colegiata de Roncesvalles donde será enterrado. Este rey medía más de 220 cm de altura.



Su hermana, Blanca de Nabarra, estaba casada con el rey de Castilla y primo suyo, Alfonso VIII que tantos quebraderos de cabeza dio a su padre y más dará a él.

Los reyes de Nabarra, Aragón y Castilla luchaban juntos contra los hispano-musulmanes cuando la noticia de la derrota del ejército castellano llegó oídos de Sancho el Fuerte que estaba en Toledo, éste replegó su ejército y entró en Soria y La Rioja con la intención de recuperar sus tierras, las que quedaran fuera del reino tras el laudo arbitral de 1177 y las sorianas ya desde el pacto de Tamara . Finalmente se llegó a un nuevo pacto de no-agresión entre los tres reyes católicos por intermediación de la Iglesia Católica en 1196. En febrero o marzo de 1196 de se juntaron en la mesa de los tres reyes entre el Moncayo y Ágreda, por el que se dan castillos rehenes a cambio de ayuda mutua.


Moneda de Sancho el Fuerte encontrada en la isla de Lekeitio que demostraría, junto a otras pruebas documentales, la pertenencia del señorío de Bizkaia a Nabarra durante su reinado


El Papa Celestino III ya había excomulgado a Sancho (después lo haría Inocencio III) por sus buenas relaciones con los hispano-musulmanes (para defenderse de Castilla) y la acogida de judíos en nuevos núcleos de población, aunque también por no querer entregar las plazas de Rocafort (castillo de Isturitz en Otsozelaia, cerca de Lapurdi pero en Baja Navarra) y Rocabruna (Lizarra-Estella, Lizarra originariamente “Lizarrara”) a Ricardo Corazón de León que las reclamaba como parte de la dote de su esposa la princesa navarra Berenguela, prometidas por Sancho VI el Sabio. La excomunión dejaba, para la entonces poderosa Roma, abierta la conquista de Nabarra a un mejor rey católico, una vez más.

Ricardo había perdido su posición en Gascuña (Baskonia) cuando ésta fue atacada por el rey francés, el capeto Felipe Augusto, con el que Ricardo se enemistó en la Cruzadas. Sancho el Fuerte peleó contra el francés y lo mantuvo alejado de las tierras nabarras de Iparralde lo que le llevó a hacer las paces con su cuñado.



Baja Navarra volvió al reino de forma indisoluble desde 1194. El castillo de Bidazune-Bidache fue construido por Simón de Monforte (1180-1200), su propietario Viviano de Agramont poco después firmó un acuerdo de vasallaje al rey de Nabarra Sancho VII el Fuerte, gracias a lo cual las tropas aquitano-inglesas no se pudieron hacer con el territorio que se configuró después Bajar Navarra.

Con Sancho VII el Fuerte el señor de Agramont en el año 1202 firma la unión de sus dominios al Reino de Nabarra, apartándose de Inglaterra que controlaba Gascuña desde el año 1152. Veinte años después que el señor de Agramont se une al de Luxe por matrimonio, ambas casa partían del mismo tronco común, del vizconde de Akize, reafirmando con ello el territorio perteneciente al Reino de Navarra al norte de los Pirineos, lo que hará de paso que Lapurdi y su pricipal puerto, Baiona se convierta en la principal salida por mar de las mercancias de Nabarra.

Los almorávides que mandaban en el al-Andalus por esas fechas son desplazados del poder por una nueva invasión de tribus bereberes de la montañas que se había hechos con el control en el norte de África (Túnez, Argelia y Marruecos actuales), son los almoharaves (“defensores de la unidad” del Islam 1145-1223), mucho más radicales en lo religioso que todos los gobernantes anteriores.

Sancho VII buscó una alianza con el rey moro de Valencia y Murcia en 1195 (eran plazas musulmanas independientes del poder central), pero todo quedó truncado tras la derrota del rey moro por el Miramamolín de Marruecos (Califa o Comendador de los Creyentes), al almohade Yusuf I (1163-1184). En 1195 el hijo de Yusuf I, Aben Jacob (en árabe Abü Yüsuf Ya qüb al-Mansur 1184-1199), después entró en Castilla y derrotó a Alfonso VIII en Alarcós (a mitad de camino entre Toledo y Córdoba), entre los derrotados estaba el traidor Diego López de Haro, que ya no era Señor de Bizkaia.

En su libro “Sancho VII El Fuerte”, Luis Javier, Fortún y Pérez de Ciriza (Colección Reyes de Navarra): “El 28 de mayo de 1196, Sancho VII el Fuerte fue llamado de nuevo “rex navarrorum” por la curia romana y fue ratificado por el Papa en febrero de 1197. Pero lo excomulgó de nuevo por aliarse con los musulmanes ese mismo año 1197 por el cardenal Gregorio al servicio de Castilla. Se sabe que el Papa Inocencio (1198-1216) trató de averiguar si eran ciertas estas acusaciones si que sepamos el resultado de sus pesquisas, aunque se sabe que eran excusas castellanas contra Sancho para justificar sus invasión.
En 1196 el Vizconde del Beárn, el conde de Zuberoa y el de Tartas, se hacen vasallos del rey Sancho VII el Fuerte (…).
En 1198 logró rechazar el ataque tras jurar casarse con la hermana de Pedro II de Aragón, pero después el Papa Inocencio II le excusó de ello al ser parientes en tercer grado. Pero Pedro retuvo Burgui y Aibar”.



Una bula papal de Celestino III el 20 de febrero de 1197 reconoce otra vez a los reyes de Nabarra como “rex” y no como “dux” como lo venían haciendo desde el testamento incumplido de Alfonso I el Batallador el cual pretendía dejar el reino en manos de las órdenes militares religiosas, contra lo que se rebelaron todos los nobles y el pueblo nabarro.

El cronista padre Moret, basándose en un cronista coetáneo a los hechos, el inglés del siglo XIII Rogelio Hoveden, cuenta como una princesa musulmana, hija del sultán de Marruecos, había quedado prendada del rey de Navarra, fascinada por las historias que corrían sobre su valentía. Llena de desesperación, rogó a su padre que ofreciera su mano al navarro, amenazando con suicidarse si no lograba su propósito.

En 1197, Sancho VII se quedó con los Castillo rehén de los castellanos dados en la Mesa de los Tres Reyes, lo que provoca su enfado. En 1198 Alfonso VIII atacó Nabarra y tomó Miranda de Ebro o las Inzuras, mientras Pedro de Aragón llegó hasta Aibar y Burgui en el Ronkal. Pero el rey aragonés devolvió lo conquista a Nabarra tras serle prometida Costanza como esposa, hija del rey Navarro, con la que no pudo desposarse al impedirlo el Vaticano por ser primos. Castilla, rencorosa con el aragonés, se retiró de los territorios nabarros recién conquistados.

Sea cierta o no la historia, según el historiador coetáneo el inglés Havenden, Sancho VII parte a Marruecos en 1196 para conocer a la hija del rey Miramamolín (Aben Jacob), el cual parece mandó una embajada a Pamplona ofreciendo la mano de su hija, tesoros y toda la España musulmana (todo el tercio sur). Pero el Papa Celestino III, tras recomendación de Alfonso VIII, le exhorta a abandonar tal empresa y unirse a castellanos y aragoneses (sus enemigos) contra los hispano-musulmanes.

“Hacía tiempo que los reyes castellanos habían descubierto la importancia de utilizar el factor religioso como arma política. Con gran astucia la diplomacia castellana logró arrancar al·Papa Celestino III (28 de mayo de 1197) una bula e instrucción al legado en España, Cardenal de San Angelo, para tratar de disuadir al navarro de dicha boda” (Joxe Garmendia Larrañaga).



Sancho pasó todo 1197 en Roma negociando. Mientras, Aben Jacob tuvo que volver a Marruecos para sofocar la rebelión producida en la capital de su reino. En primavera de 1198 Sancho VII acudió a Marruecos en busca de Aben Jacub para culminar el matrimonio o sellar un pacto con el musulmán, esto segundo es más probable, pero no se ha hallado documentación alguna. Pero Aben Jacub había muerto y la regencia era de su hermano, siendo el heredero su hijo de corta edad, Muhammad al-Nasir, 1199-1223 (derrotado después en las Navas de Tolosa, conocido también como Mohamed el Verde), con lo que la gestión se complicó y Sancho VII el Fuerte permaneció 2 años en aquellas tierras, aunque esta dato no parece correcto.

El historiador arabista de Huarte Ambrosio Huici Miranda (Huarte 1880- Valencia 1973) en su trabajo “Las Navas de Tolosa”, niega lo narrado por el historiador inglés y coetáneo a los hechos Havenden de la princesa musulmana y el viaje de Sancho al norte de África por ser un sin sentido, pues un rey Miramamolín nunca hubiera dejado gobernar a un rey cristiano sobre musulmanes. Yacub “No se concede pacto entre judíos ni a la de los cristianos desde que se alzó el poder almohade (masmundi) y no hay en todos los países musulmanes del Magreb sinagoga ni iglesia alguna”

Explica Huici: “Veamos ahora de restablecer los hechos que dieron lugar a la invenciones de Havender. La muerte de Yacub, 23 de enero de 1199, se sabría en Navarra por febrero o marzo, con la primavera debió de comenzar el sitio a Vitoria, que sabemos dirigía Alfonso VII personalmente el 5 de junio; Sancho el Fuerte, incapaz de romper el cerco y preocupado con la muerte de su aliado Yacub (…). Sancho logró un nuevo pacto de los almohades que le dieron dinero y joyas, pero no la ayuda de armas que quería, es decir, que los musulmanes atacaran el sur de Castilla para que Alfonso VIII soltara Vitoria. Pero la rebelión del rey moro de Baleares “Yahia ben Gania” en Ifriquia (norte de África)”. En julio de 1198 estaba Sancho en Tudela según un documento que firma y en marzo de 1201 firma otro. Pero otro documento de Burgui en el Ronkal es firmado por Sancho en febrero de 1199, por lo que no estuvo tanto tiempo fuera del reino como se creía. El rey Miramamolín Yacub murió el 23 de enero de 1199 y su hijo Anasir fue proclamado sucesor al día siguiente, no hubo lucha alguna por el trono según la documentación almohade.




Dejó Sancho VII el reino en manos de su cuñado Ricardo Corazón de León en su viaje por tierra de moros, pero éste murió al poco tiempo en la toma de Chalud conquistada por su enemigo el francés Felipe Augusto. Ricardo murió el 6 de abril de 1199.

En su libro“Sancho VII El Fuerte”, Luis Javier, Fortún y Pérez de Ciriza (Colección Reyes de Navarra) comenta que: Entre julio de 1198 y marzo de 1201 no hay documentos de Sancho VII el Fuerte en Navarra. Aragón no atacó a Navarra en 1199, Castilla fue sola a su conquista.

Sancho el Fuerte fue retenido en el norte de África donde no le dejaron fletar barcos para regresar, fue obligado por el recién nombrado rey almohade Miramolín y su tío a luchar contra el gobernante de Túnez que se había rebelado contra ellos.


Alfonso VIII de Castilla y su mujer Alienor de Aquitania

Ya en primavera de 1198, aprovechando la ausencia del rey, entró Alfonso VIII de Castilla con su ejército en tierras Navarras con la ayuda de los aragoneses al mando de Pedro II de Aragón (que atacan por Aibar, Sangüesa, Ronkal y Burgui, zona limítrofe a su reino) y la del despechado Diego López de Haro II, hijo del también traidor y Señor de Nájera y La Rioja, Soria y parte de la Bureba, Castilla Vetula, las tierras de los euskaros autrigones robadas a Nabarra y que quedaron fuera del reino tras el laudo de 1177, entregadas en recompensa a su traición.

En el año 1170 Alfonso VIII de Castilla se había casado de nuevo, esta vez con otra Eleonor, hija de Enrique II de Plantagenet y hermana de Ricardo Corazón de León, rey de Inglaterra, Gascuña (Baskonia) y Aquitania. Junto a la excomunión de Sancho VII el Fuerte, Alfonso VIII alegaba que Gascuña formaba parte de la supuesta dote de su esposa tras la muerte de Ricardo Corazón de León, y que para pasar de Castilla a Gascuña para tomarla se interponía el Reino de Navarra. Alfonso no quería sólo Gascuña.

El ejército navarro paró el primer golpe y las tropas enemigas se retiraron del reino en primera instancia. El pueblo y la mayoría de las fortalezas nabarras se resistieron. El pueblo fue fiel al Reino de Nabarra y a su independencia hasta el final. El rey llegó a hipotecar el Palacio Real para poder hacer frente a la invasión castellana iniciada el año 1198, según sus propias palabras: “cuando los reyes de Castilla y Aragón me atacaron tratando de privarme de mi reino”.

Sancho VII El Fuerte, rey de Nabarra

Alfonso VIII retomó la conquista de Nabarra en 1199 aprovechando la muerte de Ricardo Corazón de León. Comenzó de nuevo la conquista de la Navarra Occidental por las armas. En 1199 Alfonso VIII atacó por Pancorbo y cercó Vitoria. No pudo tomar los castillos de Portilla (rioja alabesa), Trebiño, Toloño, Laguardia, Ausa y cuevas de Arana, por lo que dirigido sus tropas hacia los castillos de San Sebastián (la Mota), Hondarribia, Aitzorrotz (Eskoritza-Arlaban), Beloaga (Bergara), Ausa (Abaltzisketa-Zaldibia), Ataun y Mendikute (Arzorozia).

Desde Aitzorrotz volvería a invadir el duranguesado el castellano como en 1173, desgajado el territorio en una tenencia separada de Bizkaia en 1184 por Sancho VI el Sabio para su mejor defensa, tenencia del Alto Deba y Bergara con la villa amurallada de Mondragón-Arrasate como principal núcleo poblacional. El Bajo Deba sería tomada también por las tropas castellanas, desgajándolas de Bizkaia y quedando el los siguientes siglos como una tierra fronteriza o marca llamada Markina de Suso y de Yuso hasta finales del siglo XV que se incorporan a Gipuzkoa.

Por el Oeste, el ataque a Bizkaia debió de estar encabezada por Diego López de Haro II “el Malo” con tropas propias, no con las milicias del pueblo bizkaíno que defendían su territorio hasta el árbol Malato según Fueros, aprovechando el castillo de Malmasín en Arrigorriaga tomado por los castellanos y no devuelto pese al laudo internacional de Londres de 1177 que reconocía la territorialidad Nabarra de toda Bizkaia.

Sobre la posible ocupación de Castilla de las Enkartaciones antes de 1198, “No hay testimonio alguno de esta supuesta incursión en aquella región” pág.137 J. Fernando Elizari “Sancho VI el Sabio, rey de Navarra”. Por tanto, y frente a las interpreteciones de algunos historiadores, la frontera entre la Nabarra ocupada y la libre son las que marca el laudo arbitral de 1177:
“Se sabe que toda la tierra que está cerca del mar hasta Hispania es tierra del rey inglés; y se prolonga hasta el puerto que se llama de Oiasouna, que divide la tierra del rey de Inglaterra de la Nabarra. Y la tierra del rey de Nabarra empieza en el puerto de Oiasouna, y llega hasta las aguas de Castro (Urdiales) que divide la tierra del rey de Nabarra de la tierra de Castilla (…).

Alfonso VIII de Castilla

El único documento conflictivo es el armisticio de 1175 cuando Alfonso VIII de Castilla propone a Sancho VI el Sabio de Nabarra:“(…) Yo, don Alfonso, rey de Castilla, doy por quito a vos, don Sancho, rey de Nabarra y de Álava, a perpetuo para vuestro Reino, conviene a saber: desde Ichiar y Durango, que quedan dentro de él, exceptuando el castillo de Malvecín (junto al puerto llamado de Bilbao)...”.

Muchos historiadores han tomado esta frase del rey castellano para señalar que Nabarra fue invadida hasta el presente en esa fecha en su territorio de Bizkaia hasta el duranguesado (condado adjunto al señorío de Bizkaia hasta entonces). Sabemos que el duranguesado comenzaba en las “campas de Nabarra” en el centro del actual municipio de Amorebieta-Etxano.


La misma frase acaba diciendo “exceptuando el castillo de Malvecín (junto al puerto llamado de Bilbao)”, por tanto el invasor pretendía quedarse con el castillo de la Bizkaia nuclear en la anteiglesia de Arrigorriaga fuera del duranguesado que tenía ocupado desde 1173. De este texto los historiadores han interpretado que no devolvió las tierras nabarras de Bizkaia, las cuales “obtuvo” o que “adquirió” usando la terminología que el historiador del rey de Castilla Ximénez de Rada aplica a la conquista. La coletilla “junto al puerto llamado de Bilbao”, no deja lugar a dudas de que no se trata de un castillo del duranguesado que pudiera tener un nombre similar.

Lo que el texto da más bien a entender es que el duranguesado y toda la comarca del río Deba hasta Itziar, fue invadida por las tropas del rey castellano que vinieron desde el sur y entraron por el castillo de Aitzorrotz en el alto Deba (Arlaban) perteneciente a Bizkaia todavía, mientras que la Bizkaia nuclear fue sin embargo invadida por el Oeste por las tropas del paladín del rey de Castilla Diego López de Haro II, aprovechando la mesnada que el rey castellano tenía acantonada en el castillo de Malmasín de Arrigorriaga junto al puerto de Begoña llamado Bilbao.


Sancho de Galdakano organizó a finales del siglo XII alrededor del castillo de Malmasin en la comarca de Galdakano una línea defensiva a modo de una maraña de casas torre y puentes y construyó la iglesia defensiva de Andra Mari de Galdakano, para ello contó con sus familiares como los Isasi con dos casas torre y los Jugo, Aperribai, los Legizamon, los Etxebarri (familias del municipio de Etxebarri desgajado siglos después de Galdakano), su hijo desde Tosubando en Bedia etc.

Tal y como hemos comentado ya, Juan Eustaquio Delmas en su libro “Guía histórica descriptiva del viajero en el Señorío de Vizcaya” sobre la fundación de Balmaseda, relata: “Hallándose en Castro Urdiales el señor de Bortedo D. Lope Saenz o Sanchez de Mena, descendiente del conde de Ayala D. Vela, y con el consentimiento de su hijo D. Diego, dio, como señal de regocijo por una victoria que el rey de Castilla D. Alonso VIII acababa de obtener, la carta puebla o privilegio de fundación de villa”. Es difícil determinar a qué batalla se refiere dicha victoria, pero tuvo que ser importante y relacionada con la conquista de la Nabarra Occidental.

Gasteiz, que era la principal plaza armada de Navarra dentro de un entramado de fortalezas por el sur, resistió el sitio durante 7-9 meses hasta las Navidades al mando del veterano militar Martín Txipia (anterior jefe militar de Garazi), hasta que el obispo de la Pamplona acudió en busca del rey para pedir a Sancho el Fuerte que permitiera la rendición de la ciudad y salvar así a sus habitantes, encontrándolo, como hemos visto, ayudando a asentarse en el poder al nuevo rey miramamolín. Txipia fue recompensado por su tesón con tenencias en Artaxona, Mendigorria, Miranda, Azagra y Milagro. En 1189 Martín Txipia dominaba el país de Ciza en Bajar Navarra para Sancho VI el Sabio con Arnaldo Ramón de Tartas y los Agramont. “Sancho VII El Fuerte”, Luis Javier, Fortún y Pérez de Ciriza (Colección Reyes de Navarra) comenta que fue “El Obispo de Pamplona que fue a pedir la rendición era García Fernández”.



José Luis Orella Unzué, “La Batalla de Vitoria”: “Ya desde la conquista de Vitoria-Gasteiz que había supuesto en la villa la destrucción de la muralla Alfonso VIII quiso recompensar a la ciudad y hacer olvidar a los vitorianos los sinsabores del asedio y destrucción. Pensó en la construcción de la nueva catedral de Santa María para lo que tenía que aprovechar el terreno de las murallas y ampliar el espacio de la colina para dar amplitud a la futura iglesia, aunque dejara a la cabecera de la misma mal asentada en un terreno de relleno”.

Recreación de la entrada a Vitoria-Gasteiz en el siglo XII


En la lucha para conquistar la Nabarra occidental, Trebiño y su castillo se resistió 4 años a los castellanos así como la fortaleza de Portilla (que aparece en el escudo de la hoy provincia, remarcando que era la “puerta” o “portilla” al reino nabarro). Existía además desde el siglo IX una fortaleza nabarra en el paso entre Trebiño y la Llanada alabesa en Zaldiarán. Finalmente sólo lo consiguieron mediante trueque por la fortaleza de Inzura en las Ameskoas.

“Las tropas de Alfonso VIII y tras un asedio prolongado y sangriento de la ciudad, se apropiaron de Vitoria y de las restantes villas burguesas fundadas por los reyes navarros, a excepción de Portilla, Trebiño y Laguardia” “Sancho III el Mayor” José Luis Orella Unzué (edición “Reyes de Navarra”).

El Señorío de Trebiño fue fundado en el siglo XI por los reyes de Navarra, y Sancho el Sabio le da la carta de villa en el 1151, siendo Sancho VII el Fuerte el que mandó construir el castillo ahora destruido, su nombre anterior era el de Uda. El río Ayuda de Trebiño no es más que la deformación de Ibai-Uda.

San Vicentejo en Trebiño


Tras su fuerte resistencia al invasor castellano Trebiño fue desgajado y se creó un condado feudal con él, siendo así castigado con más impuestos y gravámenes. Trebiño será usado como punta de lanza contra el resto del reino nabarro, creando un condado señorial que en 1366, con los palentinos Manrique. Pero los condes de Trebiño, nunca habitaron el condado sino que permanecían en la corte castellana. En 1458 Trebiño se vio separada de las Hermandades alabesas. En 1832, cuando se hizo la repartición de las provincias, Trebiño quedó enclavado en Burgos contra la voluntad de sus habitantes, que intentarán volver a Alaba en 1940 y 1958, con el plebiscito favorable de más del 95% de la ciudadanía y desoído por las autoridades, españolas para entonces. Trebiño tiene sólo sentido como enclave español en tierra Nabarra, buscado debilitar una futura posible recuperación del Estado vasco, es por tanto espejo de la ocupación militar que continúa. En la reordenación de 1832 es también cuando se crea la provincia de Logroño hoy de La Rioja.



Trebiño, Laguardia de Nabarra (“Biasteri” es un topónimo de la zona y no su homónimo en euskera) y Gasteiz eran ciudades de realengo, que pertenecían directamente del rey y no estaban sus ejércitos en manos de los banderizos o Pariente Mayores (Señores feudales) como en el resto de los territorios navarros, eran ciudades fuertemente amuralladas con ejército permanente para defensa del reino, por eso su resistencia a la conquista fue mayor.

Laguardia de Navarra fundada por Sancho II Garcés Abarka (el fuero de villa se lo dio Sancho el Sabio) con el nombre de “Guardia de Navarra”. Laguardia cuyas murallas fueron erigidas por el rey nabarro Sancho Abarka en el siglo X e incluía a Elciego hasta su segregación en 1583, villa que hoy ha perdido su nombre original por simplemente “Laguardia”. 

Los castellanos no pudieron sostener su invasión en la Sonsierra donde se enclava Laguardia de Nabarra y las tierras de Bernedo, municipios de Laguardia de Navarra, Labastida (tomada después), Samaniego, Labraza-Oion, Paganos, Ábalos y San Vicente de la Sonsierra (estas dos últimas hoy La Rioja), cuya capital era Guardia de Nabarra (hoy Laguardia), seguirán en Nabarra, enclavada dentro de la merindad de Estella al igual que las tierras de Bernedo hasta 1460, año que le son arrebatada de nuevo por las armas a Nabarra junto a Los Arcos (comarca adyacente de Alta Navarra) y oficilamente desed 1463. Inan de Hualde, alcaide de Assa (Lantziego), murió defendiendo su posición. Los Arcos volverán a integrarse en Alta Nabarra por petición expresa de sus habitantes en el siglo XVIII.

Era el año 1200 cuando lo que quedaba de la Bureba, Castilla Vetula, y La Rioja dentro del reino, así como parte de Alaba (salvo La Rioja alabesa y tierras de Bernedo) y Bizkaia, caen en manos castellanas, con ellos también los castillos nabarros que controlaban los principales caminos del reino en Bizkaia, así como sus villas amuralladas.


Gipuzkoa corrió su misma suerte al ser casi toda ella Tierra Llana (anteiglesias) y no villas, es decir, sin murallas importantes al no ser fronteriza y la población leal a sus reyes. La amurallada San Sebastián opuso cumplida resistencia, con el tenente de Sancho el Fuerte, Juan de Bidaurre al frente (uno de los ricohombres del reino) defendió su castillo de la Mota (donde hoy está el enorme Cristo), además de los castillos de la tenencia de Oarso en Hondarribia y Beloaga, creado como tenencia diferente al resto de Gipuzkoa en 1199 al igual que Aitzorrotz con el valle del Deba (1184, hasta entonces dentro del señorío de Bizkaia), por lo que fue recompensado después por el rey nabarro con tenencias en Irurita, Mendigorria, Biana y los Arcos, hasta 1237.



El castillo de Ausa (Aralar, Abaltzisketa-Zaldibia) y Ataun fueron recuperados (ambos en Gipuzkoa) y no cayeron en manos castellanas de hasta 1355 y sólo por la traición de su tenente Pedro Ladrón de Gebara, lo que le supuso la pérdida de todo su patrimonio, incluido su palacio de Yaben.

Existen restos de armas y de lucha en los castillos de Mendikute (Albistur), AtsTxiki y Aitzorrotz (las excavaciones se han retomado en el 2009).



Cayeron también los valles pirenaicos del Baztan tras fuerte lucha, así como las Ameskoaz y Miranda de Arga por el sur, y llegaron los castellanos a Estella en 1202; Alfonso VIII quería todo el reino de Nabarra, la parte conquistada en 1200 no se diferenciaba en nada al resto del reino.

El escudo del Baztan es un tablero de ajedrez y fue dado por Sancho el Fuerte por ser un juego de simulación de guerra donde todas las piezas defienden al rey (se cree que tras la Batalla de las Navas de Tolosa de 1212).

Sancho el Fuerte consiguió regresar de África en 1201 y reclamó sus territorios, el rey de Castilla, Alfonso VIII se negó a devolverlos. Pedro II de Aragón sí reconoció la soberanía del navarro y selló la paz casándose con una hermana del Sancho.

Trató el rey navarro de conseguir de nuevo una alianza con los almohades musulmanes, que reinaban sobre al-Andalus y el Magreb para recuperar las tierras conquistadas, la última entrevista con Al-Nazir será en 1211 en su jaima, por tanto un año antes de matarlo en la Navas de Tolosa, pero sin éxito.

Tras la conquista de la Navarra Occidental Sancho el Fuerte cambió la estructura política del reino, afianzando las ideas de su padre, disminuyendo el peso de los tenentes que pretendían ejercer como Señores feudales y que habrían jugado un papel fundamental en la pérdida territorial de Nabarra, al venderse algunos de ellos al enemigo castellano o aragonés.



En el 1200 la Navarra occidental fue por tanto invadida por Castilla y sus fortificaciones fueron destruidas por miedo a un levantamiento. Conservaron sus leyes navarras (Fueros), diferentes en muchos aspectos a las castellanas, tenían también un idioma diferente al resto del reino Castellano y nada que ver en cultura, era la conquista de un Estado a otro, de una nación a otra.

Castilla introducirá siempre que pudo administradores castellanos y tratará después de extender el idioma del conquistador así como sus propias leyes, como es normal y habitual en toda invasión.
Las provincias costeras están en esta época eran menos pobladas que las interiores, pero empezaban a despuntar gracias al comercio marítimo; es necesario añadir que su desarrollo cultural y social era equiparable e igual de complejo que el de cualquier otro lugar de la Europa Bajo Medieval, tanto en la costa como en el interior, imagen lejana a la que se intenta vender de bucólicos pastores o agricultores perdidos entre montes.

La Nabarra occidental era interesante para Castilla por poseer buenos puertos, buenos marinos, ferrones, constructores de barcos, mineros, canteros y paños (Durango) de reconocido prestigio. Pero sobre todo la posibilidad de tener una gran flota naval que Castilla ansiaba y no tenía al no poseer apenas costa y que pronto empezó a construirse, pues Castilla en ésta época apenas poseía salida al mar, el reino de León-Asturias al que no se unió definitivamente hasta 1230 con Fernando III (tras ser separado por Fernán González en el 950), se lo impedía.

Los marinos baskones ya navegaban por todo el mundo conocido como lo demuestran diferentes libros comerciales de Brujas de 1200 y los barcos de la Navarra marítima en el puerto egipcio de Alejandría descritos por Benjamín de Tudela en el 1170.


El rey invasor desde Burgos sustituyó la originaria soberanía nabarra por la suya en San Sebastián el 16 de agosto de 1202 y en Hondarribia en 1203 (después hará los propio con el resto de villas bizkainas y de la Nabarra occidental), cambiando su Carta Puebla de Villa nabarra por la castellana, siempre bajo la violencia armada del ejército invasor, dejando bien claro que: “si alguien actuare contra este mandato incurre en la regia indignación y pague 400 aureos (1.000 en el caso de San Sebastián)”. El chronicon burgense dice que en la “Era 1240 (año 1202 d. C.) fue abrasada Vitoria y muchos hombres y mujeres en el dia de Pascua y la noche precedente”.

El 31 de diciembre de 1200, desde Toledo, Alfonso VIII obligó a los mutrikuarras a entregar a la Orden Militar de Santiago la ballena que anualmente daban hasta entonces al rey de Nabarra. El invasor castellano, entregó a esta misma orden en 1205 desde San Sebastián a las casas y heredades de "Gorocica". A partir de la conquista, "los diezmos del mar" o impuestos a la actividad marinera, se controlarán desde Burgos donde estaría el "Consulado del Mar".

Las teoría "pactistas" posteriores del carlismo, fuerismo o del nacionalismo vasco, carecen de base histórica, pues los derrotados en una guerra jamás pactan, sólo firman lo que el vencedor les impone. La idea de que la relación entre nabarros y españoles es sólo a través del rey, como en el imperio austrohúngaro o entre Suecia y Noruega, tendría que partir de una unión por matrimonio como se produjo entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón (conocidos como los "Reyes Católicos") que no se dio.

Carlos IV, Príncipe de Biana, en 1450 habla en sus crónicas de la conquista de la Nabarra Occidental sobre una base de documentos hoy desgraciadamente perdidos y también el cronista de los reyes de Castilla coetáneo de los hechos, Jiménez o Ximénez de Rada en su “Crónicas de España”, de origen nabarro: "El rey D. Alonso fue sobre él e ganol' veinte e cinco logares entre villas y castiellos, que eran muy buenos, e después desto vino a su mesura, conosciendo que le errara e tornol' ende catorce castiellos, e retuvo para sí los once, que fueron estos: Fuenterrabia, San Sebastián, e la villa de Vitoria, Lucnuena, e Campezu, e Santa Cruz, e toda Alava, e Lepúzcoa" (IV, cap. XI, edic. 1704)

A finales del siglo XII hay documentos en el monasterio de Irantzu sobre el robo de tropas castellanas de ganado en la comarca cercana a Estella.



Coetáneas a los hechos por tanto, sólo han llegado hasta nosotros las crónicas castellanas de Ximénez de Rada que dicen “obtinuit” o “acquisivit” sobre las que Garibay en el siglo XVI creó la idea del pacto entre Gizpuzkoa y Castilla, por lo que las Juntas Generales en el siglo XVII llegaron a dar una recompensa al que aportara el documento, el falsificador fue Antonio Nobis. Coetáneas a los hechos por tanto, sólo han llegado hasta nosotros las crónicas castellanas de Ximénez de Rada que dicen “obtinuit” o “acquisivit” sobre las que Garibay en el siglo XVI creó la idea del pacto entre Gizpuzkoa y Castilla, por lo que las Juntas Generales en el siglo XVII llegaron a dar una recompensa al que aportara el documento, el falsificador fue Antonio Nobis. Garibay fue comisionado por la Juntas de Gipuzkoa en 1559 para defender la tesis del pacto de incorporación a Castilla frente a los castellanos que defendían la conquista encabezados por Pedro Alcocer.

En el año 1332 el documento que dice “Traslado del fuero de S. Sebastián sacado a petición del concejo de la villa de Guetaria”, dice que: “Don Alfonso de Castiella, que Dios perdone, que la dicha villa conquistó” Idoia Arrieta (2011).


“La conquista castellana de Álava, Guipúzcoa y el Duranguesado (1199-1200)” el doctor en historia Jon Andoni Fernández de Larrea: “En lo referente al verbo acquisivit, un análisis de su aparición en las mismas crónicas nos muestra que el mismo se utiliza para indicar la captura de numerosas plazas que sabemos se realizó mediante la fuerza. Sería el caso de Huesca, Zaragoza, Calatayud y Daroca por Pedro I y Alfonso I de Aragón.

De Almería por Alfonso VII de Castilla. Del califa almohade que totam Africam acquisivit, et suio gladio subiugavit. Aunque sin duda el ejemplo más revelador es la captura por Fernado I de Castilla de Viseu, Lamego y Coimbra en el Norte de Portugal a mediados del siglo XI, donde el propio Jiménez de Rada nos narra con detalle los combates que llevaron a su conquista. Es evidente que el verbo acquisivit pudo ser empleado tanto para indicar la captura sin violencia de castillos y ciudades como su toma por la fuerza”.

En el siglo XIII existe La "Crónica General de España" la cual no pone en duda la invasión: "El rey D. Alonso fue sobre él e ganol' veinte e cinco logares entre villas y castiellos, que eran muy buenos, e después desto vino a su mesura, conosciendo que le errara e tornol' ende catorce castiellos, e retuvo para sí los once, que fueron estos: Fuenterrabia, San Sebastián, e la villa de Vitoria, Lucnuena, e Campezu, e Santa Cruz, e toda Alava, e Lepúzcoa" (IV, cap. XI, edic. 1704)

“En el año del Señor de 1660, las Juntas Generales de Gipuzkoa, reunidas en Zestoa, suscribieron un acuerdo por el que declaraban espurio el documento pergeñado por Antonio de Nobis, de auténtico nombre Antonio de Lupián Zapata, en el que se aseguraba que en 1200 la "Provincia de Guipúzcoa" habría pactado con el rey de Castilla Alfonso VIII la incorporación a su Corona.

Tal acuerdo no significaba que anteriormente los guipuzcoanos creyesen en la veracidad de la teoría del pacto, salvo algunos personajes interesados como Esteban de Garibay y compañía, sino que en ese momento se ven obligados a dejar clara su postura ante las invenciones del tal Lupián.

Antonio de Lupián Zapata fue un clérigo ibicenco, fallecido en 1667, quien escribió varias crónicas supuestamente históricas, entre ellas el "Cronicón de Hauberto", donde hace gala de su prolífica inventiva, digna de mejor causa.” Fernando Sánchez Aranaz.



“La conquista castellana de Álava, Guipúzcoa y el Duranguesado (1199-1200)” el doctor en historia Jon Andoni Fernández de Larrea: “La cuestión más polémica de la conquista castellana es la supuesta colaboración, o falta de resistencia, que la aristocracia de Guipúzcoa y de Álava pudo prestar al ataque de Alfonso VIII y la entrada pactada bajo su soberanía. Ninguna de las crónicas del siglo XIII hace la más mínima referencia a ello, como tampoco la hacen las crónicas navarras de los siglos XIV y XV. Ni siquiera Lope García de Salazar, el autor que más páginas dedica a la historia del País Vasco medieval, nos habla de nada parecido.



Nada hay escrito sobre el tema hasta la segunda mitad del siglo XVI. Es Esteban de Garibay quien narra por primera vez cómo, al invadir Alfonso VIII Álava, los guipuzcoanos –ofendidos por desafueros desconocidos que les habría infligido el rey de Navarra– decidieron transferir su fidelidad al monarca castellano (GARIBAY, Esteban de. Los quoarenta libros del compendio historial de las chronicas y universal historia de todos los reynos de España, t. III, Lejona, 1988 (facsímil de la edición de 1628); Libro XXIV, capítulo XVII, pp. 168-171.).

Con posterioridad la bola de nieve fue creciendo, las Juntas de Guipúzcoa ofrecieron a mediados del siglo XVII una recompensa a quien aportara el documento en el se recogería tal pacto y el falsificador más reputado del XVII hispano, Antonio de Nobis –alias Lupián Zapata– aportó una copia del supuesto documento, que no fue aceptado como auténtico por la institución foral. Desde entonces la polémica sobre el tema no ha cesado.

Debemos entender la narración de Garibay en el contexto en el que fue escrita. Garibay pretende explicar desde una óptica pactista el origen del régimen foral guipuzcoano y para ello remonta éste al momento de la definitiva incorporación del territorio a Castilla y lo hace nacer de un compromiso entre el príncipe y la comunidad política guipuzcoana. El texto de Garibay guarda enormes semejanzas con otros relatos que nos ofrecen una visión pactista de las relaciones políticas entre el soberano y el pueblo –más bien las élites políticas de éste–. Por citar sólo los ejemplos de los otros territorios del País Vasco peninsular tendríamos el prólogo del Fuero General de Navarra –que retoma la narración del fuero de Sobrarbe– remontando el pacto al levantamiento del primer rey tras la invasión musulmana, y a Lope García de Salazar y el relato de Jaun Zuria y la batalla de Arrigorriaga. Por lo que se refiere al caso alavés, Landázuri toma la argumentación de Garibay y la traslada, sin modificación, a Álava en la misma cronología, la conquista de 1200. Es éste, la necesidad de justificar históricamente la relación pactista entre la Provincia y el rey, y no otro el sentido que hemos de dar a la narración por Garibay de la conquista castellana”.


En su testamento de 1204, cuando se cree enfermo de muerte, Alfonso VIII promete devolver las tierras conquistadas (término que el mismo rey usa) a Nabarra injustamente, pero tras recuperarse no lo hace, y los sucesivos reyes nabarros hasta el último siempre reclamarán estas tierras como propias.

Mandó escribir Alfonso VIII: “Prometo, si Dios me diere salud, restituir al rey de Navarra todo lo que tengo desde el puente de Araniello, hasta Fuenterrabia (...). Porque sé que todos los lugares reseñados deben de ser del Reino de Navarra y pertenecer a él”. Araniello sería probablemente Arano, entre Goizueta, Hernani y Renteria, por tanto lo que quiere devolver el castellano es la tenencia de San Sebastián. La Sonsierra y las tierras de Bernedo es lo único devolvió Alfonso VIII a Sancho VII el Fuerte de todo lo conquistado.



Alfonso VIII atacó también Lapurdi en 1205 al considerarlo parte de la dote de su esposa, pero no pudo tomar Baiona con lo que abandonó el vizcondado. Su idea era conquistar Baskonia o Gascuña, pero observó que los nobles gascones no estaban por la labor e incluso pidieron ayuda a Sancho el Fuerte, curiosamente no al rey inglés, pues siempre se sintieron lejos de Inglaterra, lo que hace que Alfonso abandonara la campaña.

Baiona será el nuevo puerto navarro desde entonces tras un acuerdo entre Enrique II de Inglaterra y Sancho VII, alternando a pesar de todo, con Hondarribia (desde 1245 y Baiona ratifica su compromiso en 1248).

En 1207 Sancho el Fuerte no tuvo más remedio que firmar una tregua con el rey castellano. Desde ese momento reivindicar ser nabarro en la Nabarra occidental se considera alta traición al rey de Castilla y penado en consecuencia.

“También es verdad que cuando se conquista por segunda vez un país que se había rebelado anteriormente es más difícil volverlo a perder, porque el señor, después de la rebelión, no tiene tantos reparos en asegurar su posición castigando a quienes le son hostiles, individuando a los sospechosos, y reforzando sus puntos débiles (….)
Pero la dificultades aparecen cuando se conquistan dominios en una región con lengua, costumbres y leyes diferentes, y hay que tener mucha suerte y mucha habilidad para conservarlos” Nicolás Maquiavelo, “El Príncipe”.

Cuando murió, ahora sí, Alfonso VIII, Sancho el Fuerte volvió a reclamar las tierras usurpadas a su heredero Fernando III el Santo, éste, que no lo era tanto, prometió pero tampoco devolvió lo robado. Fernando III hizo prometer a su hijo, en 1234, la devolución de las tierras navarras occidentales a Teobaldo I, rey de Nabarra a la muerte de su tío Sancho VII el Fuerte, pero éste tampoco cumplió su promesa.

Sancho VII el Fuerte tomó parte en la batalla de Las Navas de Tolosa, nombre de una fortaleza musulmana, que supuso el inicio de la actual Andalucía (16-VII-1212, Jaén) contra los hispano-musulmanes, por petición castellana que estaba siendo derrotada, junto con los demás reyes cristianos de la península y franceses, contra su amigo el rey Miramolín al-Nazir.

Se cuenta, aunque es probable que sea una leyenda, que acordaron el ataque tras una reunión que tuvo lugar en La Mesa de los Tres Reyes, entre Alfonso VIII de Castilla, Sancho VII de Navarra y Alfonso II de Aragón, entre Agreda y Tarazona, cada rey en su reino (“La Navarra Marítima” Tomás Urzainqui y José María Olaizola).


Diego López II

“Sancho el Fuerte no fue a las Navas por “salvar España” representada por Alfonso VIII de Castilla, del que sólo atroces agravios había recibido, acudió por que la Iglesia, con su incontrastable influencia, le indujo a la empresa; al servicio de la cristiandad. La carta que sobre la cristiandad escribe el arzobispo de Narbona al abad de cister es muy clara: “y sobre la venida del rey de Nabarra, que entonces estaba enemistado con el rey de Castilla, porque habíamos pasado de camino a vernos con él, para persuadirle que viniese en socorro del pueblo cristiano”. “Nabarra, el Estado político de Vasconia”, A. Ortueta.

Antes de partir a Las Navas de Tolosa Sancho el Fuerte logró volver a ser admitido por la Iglesia que lo reconoce como “rex”, es decir, rey, y hace prometer al Papa Celestino III, interesado en la lucha contra los hispano-musulmanes almohades de este gran guerrero, la devolución de las tierras usurpadas por Castilla, por su puesto luego le da largas y recibe sólo Marañón (Tierra Estella cerca de Alaba) por el rey castellano a cuenta de la ayuda recibida.

Los gamboínos, en teoría desde hacía poco vasallos del rey castellano, estuvieron en Las Navas de Tolosa junto al rey navarro, así como caballeros de Lapurdi, Zuberoa con su vizconde al frente y los del Beárne. Incluso en el siglo XIV siguieron combatiendo con los reyes navarros como con Carlos II de Evreux que llevó a Normandía a 105 gamboínos.

A los robos, rencillas, revueltas o pequeñas guerras entre las villas y los grandes señores que veían en ellas un enemigo pues quedaban exentas de su poder al responder directamente ante el rey, se sumó las constantes incursiones armadas del ejército castellano y su mayor poderío militar, consiguió la división de las familias más importantes de la Nabarra Occidental, surgiendo dos linajes enfrentados o bandos, uno, comprado por Castilla, los oñacinos encabezados por los traidores López de Haro y los Oñaz de Gipuzkoa, y otro fiel a sus reyes naturales, los ganboínos: son las llamadas “Guerras de Banderizos” .

Los ganboínos de la Nabarra Occidental siguieron fieles a Sancho VII el Fuerte. Los ganboínos acudieron y lucharon con Sancho VII en la Batalla de Las Navas de Tolosa en 1212 (provincia de Jaén), ya que Sancho había logrado la promesa del Papa de apoyarle en la devolución por Castilla de las tierras que recientemente le habían sido arrebatadas, la Nabarra Occidental, mientras. El apoyo papal hubiera supuesto la restauración segura del territorio a sus legítimos reyes pues ningún rey se habría arriesgado a una excomunión. Al frente de las tropas castellanas estaba el traidor Diego López de Haro II y su hijo Lope Díaz I “Cabeza Brava”, donde el pérfido y reciente Señor de Bizkaia, se resarció de la derrota que sufrió contra los musulmanes en Alarcós donde los reyes de Nabarra y León le dejaron solo. Antes de entrar en combate le dijo su hijo: "Te pido como a un padre y a un señor que no hagas que me llamen hijo de traidor, y recuperes la prez que perdiste en la batalla de Alarcos". La respuesta del padre fue: "Os han de llamar hijo de puta, pero no hijo de traidor" (aludiendo a que su esposa lo abandonó).

Sancho VII El Fuerte en la Navas de Tolosa, Jaén (1212)

El rey nabarro, refutado guerrero, se lanzó a la cabeza de un reducido número de feroces guerreros elegidos entre su ejército (incluidos los líderes ganboínos) contra el núcleo central de las tropas de “infieles”, siendo la derrota musulmana total y punto de inflexión en el dominio cristiano peninsular. A pesar de la valentía demostrada por Sancho el Fuerte, el apoyo del Papa no llegó y la Nabarra Occidental no fue devuelta a su legítimo reino.

La carta del príncipe Alfonso de Castilla al papa Inocencio III -en realidad posiblemente escrita por el arzobispo Jiménez de Rada, cronista de Alfonso VII -, señalaba que Sancho VII estaba acompañado por unos 200 caballeros. Algunos historiadores nabarros han tratado de demostrar la veracidad de la versión local de la batalla. Julio Altadill, por ejemplo, merced a curiosos cálculos, consigue “mostrar” que el contingente nabarro tuvo que ser en todo caso superior a los 3.000 combatientes y que muy posiblemente pasaría de los 7.000.

Pero la versión de los 200 nabarros destrozando la jaima musulmana ha sido admitida por muchos historiadores. Según la tradición, el total de las tropas cristianas estaría cerca de los 60.000 combatientes, con lo que el porcentaje de navarros en el choque, de ser cierta esta estimación, sería irrisorio. En tercer lugar, no todos los historiadores han coincidido en conceder a Sancho el Fuerte, que contaba 58 años de edad, y a sus caballeros la hazaña de ser los primeros en romper las cadenas y penetrar en el palenque de Miramamolín. Las fuentes contemporáneas de la batalla no dicen nada de este suceso y, de hecho, cuantas descripciones suelen darse de la disposición de las defensas musulmanas se basan en narraciones muy posteriores a 1212.

Por lo común la tradición aragonesa ha otorgado el mérito a un caballero vasallo del príncipe aragonés, llamado Aznar Pardo, y la tradición castellana, como no podía ser menos, a un caballero castellano llamado Alvar Núñez de Lara.

Es indudable que la teoría que concede la prioridad Sancho VII el Fuerte ha terminado por eclipsar las otras versiones y que, de este modo, la mayor parte de los historiadores de la segunda mitad del XIX en adelante atribuyen al Sancho la autoría de la hazaña siguiendo a Moret.

Lo que sí es cierto es que Sancho VII el Fuerte no consiguió su objetivo parcialmente, sí consiguió reconciliarse con el poder papal, pero no la devolución por Castilla de la Nabarra Occidental, pues sólo recibió del castellano Marañón a cuenta de la ayuda recibida (Tierra Estella, cerca de Alaba).

En Gipuzkoa, Castilla se apresuró a crear villas para defender la nueva frontera, JL Orela Unzué, “La Batalla de Vitoria”:: “Tanto el victorioso Alfonso VIII como el derrotado Sancho VII el Fuerte se dedicaron, a partir del año 1200, a asentar y fortificar la frontera común a ambos reinos que se convirtió en frontera de malhechores. El rey navarro estabilizó la nueva frontera fortificando una primera línea de castillos con Buradón, Toloño, Herrera, Toro, Marañón, Punicastro, Monjardín, Lana y Orzorroz. Por su parte los reyes castellanos ¬olvidados los desvaríos testamentarios de Alfonso VIII o los fracasados intentos matrimoniales de Fernando III, ambos a dos proyectos de devolución a los navarros de los territorios conquistados¬, pensaron también en fortalecer la frontera. Y en este intento de armar la nueva frontera de los malhechores contra Navarra hay que situar el proyecto de fundación de villas burguesas de Alfonso X el Sabio en 1256.”

Casa natal de Eneko López Oñaz de Loyola, San Ignacio


La nueva frontera entre nabarros de Gipuzkoa y los que quedaron dentro del reino de Nabarra, la Nabarra reducida, crea una situación insostenible al imponerse una frontera militar donde antes había pastos comunales sin amojonar, lo que trajo bandidaje, robo de ganado, refugio de gente perseguida en el reino adyacente y demás escaramuzas a ambos lados, sobre todo en tiempos de necesidad o de ociosidad de las huestes que en más de 300 unidades se hacinaban en la frontera (500 si contamos con las casas-fuerte de Leiza, Eraso, Lekuberri y las de Lesaka, Goizueta y Bera).

La familia de los Oñaz era la más perjudicada por tener intereses en Urbasa, Goierri gipuzkoano, pero también dentro del reino en la Burunda o en Aralar: tierras a caballo entre la tierra conquistada y la Nabarra libre (según A.Clavería “Historia del País Vasco Tomo IV).

La propia Castilla promovía éstos actos vandálicos en reino ajeno para mantener la tensión fronteriza y evitar la ociosidad de sus huestes o el pillaje en territorio propio.

Hubo después cruentas batallas entre bandos procastellanos y pronabarros como la de Gudubikolanda en el mojón entre Bilbao, Etxebarri, Zamudio y Galdakano de 1230 encabezados por las importantes familias de los Parientes Mayores de los Legizamon y Zamudio . En estas batallas la anteiglesia de Galdakano se mantuvo fiel a sus reyes naturales y Estado de Nabarra, siendo proganboíno, liderada la anteiglesia y sus famosos ballesteros por los descendientes de Sancho de Galdakano y Torrezabal.

“Compendio de la Historia de Bilbao” (edit. Caja de Ahorros Municipal, 1907) Teófilo Guiard Larrauri: “En Gudubico-landa, conocido como el “Campo de la lid”, documentos del año 1270 nos dicen que los desafíos de los cabecillas de los bando oñacinos y gamboínos se hacían allí. Para ello se fijaba el cartel del desafío en la iglesia de Santo Torcaz de Abadiño- Después las peleas pasaron al patio y al cementerio de la catedral de Santiago (1478)”.

Torre Leguizamón en Kukullaga, Etxebarri, la torre original sería al menos del  s. XII

“En el año del Señor de mil CCLXX años oviendo enemistad entre los Çamudianos e los de Legiçamón, que eran vezinos, el çerro en medio, que Vilvao no era poblada estonçes, (e) aplazaron pelea para en el Canpo de la Lid, que es sobre Santo Domingo, Ordoño de Çamudio e Urtud Sánchez de Çamudio e Ochoa Urtiz de Çamudio, sus hermanos, con Diego Pérez de Ligiçamo e con Juan Días de Arvolancha. E peleando reziamente e muertos e feridos muchos e ya cansados los unos de los otros, allegó Pero de Lusarra, sobrino de Diego Pérez de Ligiçamo, fijo de su hermana, de partes de Busto con XXII omes e dioles por de costado. E como los falló cansados, fueron vençidos e corridos fasta Çamudio. E morieron d'ellos en el canpo e en el alcançe LXXX omes de los Çamudianos; de los de Legiçamó[n] morieron X omes”. ("Libro de las Bienandanzas e Fortunas" 1471-76, Lope García de Salazar).


Palacio Leguiazamón en Etxebarri siglo XVIII


“Don Lope Díaz de Haro, IV del nombre. (1254-1288):

Don Lope Díaz de Haro IV sucedió a su padre don Diego López de Haro III en el Señorío de Vizcaya el año 1254, cuando todavía era menor de edad.
En el año 1270 fue cuando tuvo lugar en Vizcaya, en el Monte Abril, sobre Santo Domingo, la lucha entre los zamudianos y los de linaje de Leguizamón, en la que, según cuenta el historiador Lope García de Salazar, hubo muchos muertos y heridos, debiéndose la victoria de los de Leguizamón al sobrino de éste, Pedro de Luzarra, que acudió con los de Deusto, cuando todos estaban fatigados con la pelea.

En 1280 la casa de Leguizamón en Vizcaya, perdió a don Diego Pérez Leguizamón, el vencedor de los zamudianos en 1270, porque los de Zárraga y Martiartu, coligados, le armaron una celada en Castrejana; y habiendo tomado aquél por el camino de las Mulas y sus hombres por el atajo, fue sorprendido y degollado a la edad de treinta años” Labayru “Compendio de la historia de Vizcaya”.

La reconstrucción de la iglesia Andra Mari de Elexalde sobre 1250, pocos años después de su primera construcción, pudiera ser porque quedara semiderruida durante la invasión castellana o en las posteriores guerras de banderizos entre los favorables al Estado baskón o pronabarros y los vendidos a Castilla a cambio de poder, puestos dados por los castellanos a sus partidarios o tierras conquistadas a los musulmanes.

Estas luchas acabaron con el tiempo en simples tropelías ante el consentimiento real, que llevaron a una fuerte ofensiva a las Juntas Provinciales y las Hermandades contra los banderizos confiscándoles bienes e incluso ordenando muertes.

Los labradores censuarios (no así los señores o “handikis”) de Galdakano y de otras anteiglesias (Arrigorriaga y Zaratamo), pasaron voluntariamente en 1375 a pertenecer a Bilbao tras concedérselo el futuro señor de Bizkaia, el infante Don Juan (después rey de Castilla), lo que les daba el amparo de su fuero de villa , para unir así sus fuerzas contra los banderizos y sus tropelías .


E. Labayru “Compendio de la Historia de Bizcaya”:“El 18 de Marzo de 1375 contrajo matrimonio el infante don Juan (señor de Vizcaya); y agravándose el estado de perturbación en que se encontraba Vizcaya por culpa de los banderizos, y a repetidas instancias de muchos campesinos fundó en el mismo día 1 de Agosto de 1376 las villas de Munguía, Larrabezúa y Rigoitia, siendo la causa de estas poblaciones, los muchos males que recibían las merindades de Uribe y Busturia por no estar pobladas. Las cartas poblacionales son casi iguales y a Larrabezúa se le llamó Villanueva de Berresonaga.

Al mismo estado de perturbación obedece el privilegio que recibieron los labradores de las anteiglesias de Galdácano y Zarátamo, de pertenecer a la villa de Bilbao como vecinos, los cuales fueron de los llamados censuarios del Señor, dando a Bilbao sobre ellos la jurisdicción mero mixto imperio, jurisdicción que más tarde perdió Bilbao por abandonar el nombramiento de fieles que debía hacer en ellas.

Las casas labradoriegas vecinas de Bilbao eran ciento seis de Galdácano y San Juan de Bedia, y cincuenta y cuatro en Arrigorriaga, Zarátamo y San Miguel de Basauri.”



“El malestar general que experimentaba Vizcaya por las guerras de los linajes, obligó al rey don Enrique (de Castilla) a enviar en 1394 a Gonzalo Moro, atendiendo la petición de los procuradores que le envió el Señorío a fin de que formulasen una constitución de hermandad. (…).

Con la invasión de la Nabarra Occidental, Bilbao surgió como importante puerto de mercancías, salida de la lana castellana y del hierro del Señorío, para en el siglo XVII desplazar en la capitalidad a Bermeo. Este hecho, hizo que la iglesia Andra Mari quedara a desmano, ya que el comercio con la nueva capital bizkaina se hacía por el Camino Real que cruzaba la anteiglesia de Oeste a Este, perdiendo importancia el camino que venía de Bermeo por Andra Mari .

EL PASO A LA CORONA CASTELLANA



Juan I de Castilla, señor de Bizkaia

El título de señor de Bizkaia no pasará a la corona castellana hasta 1378. El paso del título de señor de Bizkaia fue una cuestión de herencias, pero el señorío ya formaba parte de la corona castellana desde la ocupación militar de la Nabarra Occidental de 1200 pese a las continuas rebeldías de los señores de Bizkaia contra la corona de Castilla que les llevó a integrarse en Nabarra durante varios años pero de forma temporal, hasta que el ejército castellano entró en tierras bizkaínas y puso fin a la situación. Así fue como desapareció la figura del señor de Bizkaia y empezó a ejercer como tal el rey de Castilla, figura lejana para el pueblo.

Al traidor Lope Díaz de Haro II le siguió su hijo Diego López de Haro II, el cual traicionó al reino de Castilla y buscó refugio en la corte de Sancho VII el Fuerte sobre al año 1201. En 1202 aparece en un docimento en la Estella-Lizarra(ra), como tenente en defensa de la frontera con Aragón. Las tropas castellana tuvieron que entrar en Bizkaia al asalto y Diego López de Haro II huyó para refugiarse entre sus pariente de León. Logró ser perdonado por su rey castellano, de ahí que encabezara de nuevo las tropas castellanas en la Navas de Tolosa en 1212. Pero no terminaron ahí los avatares de los Haro contra la Corona castellana-


ORIGEN DE LA GUERRA DE BANDOS EN BIZKAIA

Aitzol Altuna Enzunza 


Dicho para señalar que vamos "de mal en peor":
"Pasamos de Oñaz a Gamboa"


"Guerrea espa baquea, gustia da enea" 
("tanto la paz como la guerra me pertenece", lema familia Fruniz, según la Crónica Ibargüen-Chachopin, s. XVI)


El banderizo muñatón Lope García de Salazar, escribió en el siglo XV un conjunto de libros a los que tituló "El libro de las Bienandanzas e Fortunas", donde relata numerosos episodios relacionados con las Guerras o Lucha de Banderizos o banderías, así como la genealogía de sus protagonistas, convirtiéndose en el primer historiador de Bizkaia. 

Este autor, remonta el origen de las "Lucha de Banderizos" al tiempo en que Bizkaia, Alaba y Gipuzkoa eran libres dentro del reino de Nabarra, cuando la tierra se gobernaba por "Hermandades", las cuales, habiéndose juntado como todos los años el primero de mayo para hacer sus cofradías, debieron realizar el rito de llevar grandes candelas de cera, de 100 o 150 kilos de peso, a ciertas iglesias. Surgió una discusión porque unos querían llevarlas a hombros y otros a pie, bajo mano. 

El alboroto fue a más, convirtiéndose en tumulto; los primeros, gritando que a hombros, "que decían en vascuence gamboa que quiere decir por lo alto" y los otros "decían en vascuence oñas, que quiere decir a pie". Tanto porfiaron los unos y los otros que llegaron a pelear, muriendo mucha gente de unos y otros". 

Torre Salazar de Portugalete y el monumento al banderizo Lope García de Salazar,
 primer historiador de Bizkaia (s.XV)



En realidad, detrás de la disputa entre las grandes familias, está la conquista de la Nabarra Occidental por Castilla y los numerosos desordenes que ello produjo a finales del siglo XII, los cuales continuaron durante toda la Edad Media al polarizarse esta región en dos bandos (para más información sobre la invasión https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/bizkaia-fue-invadida-entre-1199-1200.html). 

Así lo señalaba también el antropólogo e historiador español Julio Caro Baroja (1914-1995), cuando decía que "es probable que la división quedara condicionada por la enemistad de dos grandes linajes en su origen. Uno el de los Mendoza que, en una época en que el condado de Álava andaba revuelto, parecen haberse inclinado hacia Castilla, y el otro el de los Guevara, que se inclinaban más hacia Navarra".


Joseba Asiron Saez (Iruñea-Pamplona 1962), presentó su tesis doctoral en el año 2010, titulada “El palacio señorial gótico en la Navarra señorial, palacios de cabo de armería y torres de linaje”. En la misma, explica el ex alcade de Iruñea-Pamplona, que la mayor parte de estos banderizos o “ahaide nagusiak” de todo Euskal Herria, radicaban en los denominados “palacios de cabo de armería”, categoría jurídica específicamente nabarra, cuya antigüedad es difícil de concretar, pero que estaba ya bien consolidada para los siglos XI-XII. 

"Los apellidos y los escudos de armas de estos primitivos linajes figuraban desde antiguo en un Libro de Armería, conservado hasta hoy, donde pueden encontrarse linajes tan significativos como los de Lasaga, Uriz, Aibar, Ezpeleta, Garro, Ursúa, Urtubia, Góngora, Mauleón, Azpilcueta, Arazuri, Jaureguízar o Zabaleta. 

Junto a ellos, además, aparecen los palacios de los territorios históricamente vinculados al antiguo reino Nabarra. Tan sólo el territorio guipuzcoano cuenta con una treintena de palacios en el armorial nabarro, figurando apellidos históricos como Oñaz, Emparan, Amezketa, Zarauz, Lazcano, Berástegui etc.”.

Mapa tras la separación de Nabarra y Aragón a la muerte de Alfonso I "el Batallador" (Eneko del Castillo)


Oinaz eta Ganboaren
errierta handia
ikusirik lur zelaia
jota dago mendia
Gabriel Aresti Segurola (Bilbao, 1933-1975)
Arrasateko erreketaren kanta, 1448


LAS CAUSAS DE LA GUERRA DE BANDOS EN BIZKAIA


Tras la conquista de la Nabarra Occidental, el poder los Parientes Mayores fue en aumento, dando lugar a constantes batallas. Los motivos a partir del siglo XIII fueron:

1. El control del comercio entre la costa y el interior
2. La fundación de las villas y los labradores censuarios del señor de Bizkaia
3. La fundación de Bilbao
4. Los "monasterios" de los Parientes Mayores
5. El modelo descentralizado y semi-feudal de Estado 

En el siglo XIII estaba la sociedad bizkaína fragmentada, ya que acababa de sufrir una guerra que supuso su invasión por Castilla, tras pertenecer 300 años al reino de Nabarra, Estado que sucedió pacíficamente tras su descomposición, al ducado de Baskonia, fundado otros 300 años antes (se puede consultar al respecto el libro entero en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/la-historia-oculta-de-bizkaia.html). 

Sus tenentes nabarros o señores, los Gebara, acababan de ser sustituidos después de la invasión de la Nabarra Occidental (1199-1200), tras gobernar durante 76 años (1124-1200), por lo que muchas de las familias del señorío estarían en el punto de mira de los felones de los López de Haro, anteriores tenentes o señores nabarros desde el año 1040, expulsados por los propios bizkaínos y el rey de Nabarra por su paso a Castilla por primera vez en el año 1076, tras el regicidio de Sancho "el de Peñalén" (para más información sobre estos hechos: https://lehoinabarra.blogspot.com/2018/12/la-felonia-de-los-lopez-de-haro-y-como.html y https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/09/los-gebara-tenentes-de-la-nabarra.html).


Casa torre de los Gebara


Partiendo de esta tensa situación social, la Guerra de Banderizos fue provocada por diferentes cuestiones de índole económico-social, las cuales, llevaron a las familias más acomodadas a disputas intestinas del famoso lema que señalaba Lope García de Salazar de "más valer". 

La primera cuestión que causó una gran desorden tras la invasión, fue el control de las mercancías bizkaínas hacia la meseta por los señores de Bizkaia: el pescado de sus puertos y todo tipo de productos relacionados con la caza de la ballenas, pero también el hierro y sus derivados incluidas todo tipo de armas, así como los famosos paños del duranguesado.

Ignacio M.ª Carrión Arregui comentaba que "El País Vasco (sic.) se convirtió, al menos desde mediados del siglo XIII, en uno de los principales focos siderúrgicos europeos que, juntamente con el sueco, dominaron el abastecimiento de hierros de calidad del área atlántica europea durante la Edad Media" ("Precios y manufacturas en Gipuzkoa en el siglo XVI: la fabricación de armas de fuego” ).


Hoy sabemos que la explotación del hierro era importante en toda la Nabarra Occidental siglos antes (sobre el hierro bizkaíno en la Edad Media se puede consultar: https://lehoinabarra.blogspot.com/2016/11/el-horno-vasco-la-protoindustria.html). 

 

El historiador español Pedro Medina a mediados del siglo XVI, dejó escrito: «Hay en Vizcaya y Guipúzcoa trescientas ferrerías donde por lo menos se labran en cada una mil quintales de hierro y acero. Destos CCC mil quintales, la tercia parte poco más o menos se gasta en la misma tierra en las naos y otros navíos y otras cosas; otra tercia parte se labra en herramientas de todas suertes y armas, artillería y clavazón y herraje que sale hecho; otra tercia parte sale en barras" ("Libro de grandezas y cosas memorables de España" año 1548, Madrid, CSIC,1944, 169-170). 


Había  por tanto muchos fabricantes de clavos, herrajes, anclas o de elementos de hierro para la construcción naval, pero también de armas blancas y de fuego, cuchillos, herraduras, rejas de arar y otras piezas de hierro que salían hacia la Nabarra libre y hacia Castilla.



- La cuestión del control de las mercancías, engarza con la segunda causa de un gran desorden social, como fue la creación de nuevas villas por los señores de Bizkaia, empezando por la costa en el caso de Bizkaia, lo que iba contra los intereses de los bizkaínos y de sus Juntas Generales  (para más información sobre estas Juntas Generales: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/origenes-de-las-juntas-y-fueros-de.html). 

El objetivo era lograr nuevos impuestos con la fundación de esas villas, la repoblación de la costa potenciando su actividad comercial y militar (las levas), vital para Castilla.

Tal y como señala el doctor en historia y especialista en la Edad Media vasca, Ernesto García Fernández:  “El monopolio comercial fue una de las prerrogativas que con más ahínco defendieron las villas en los términos de sus jurisdicción por motivos fiscales ciertamente, pero asimismo para promocionar el desarrollo demográfico y económico en el interior de su perímetro amurallado” (“Teoría y praxis política a finales de la Edad Media” 2013). 


Esta lucha por el tráfico comercial, como vamos a ver, se dio desde el principio en la nueva villa de Bilbao con su entorno más inmediato (Galdakano-Arrigorriaga-Zaratamo y también con anteiglesias de su jurisdicción, como Abando, Deusto o Begoña, las cuales lograron independizarse en 1500), pero también se produjeron en las de villas de Bermeo con Busturia o de Portugalete con el Valle de Somorrostro, entre otros muchos ejemplos.


Junto a las villas, los señores de Bizkaia tenían otra forma de conseguir nuevas rentas, a través de los labradores censuarios o arrendamientos de explotaciones agrícolas a los bizkaínos que cada vez se hicieron más numerosas.



Bermeo, principal puerto bizkaíno hasta 1602 y 
lugar de residencia tanto del tenente o señor de Bizkaia como del Juez Mayor de Bizkaia dentro del reino baskón de Nabarra. 
Fernando II de Aragón "el Falsario" ("el Católico" en Castilla y Aragón), en 1475, todavía se refería a Bermeo como: "cabeza de Vizcaya" ("caput Biscaiae") y "la villa principal, primera y más importante, la más poblada, la más rica y poderosa"  (para más información https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/bermeo-y-urdaibai-nucleo-de-la-bizkaia.html)


Abando en el 1575 (hoy un barrio del ensanche de bilbaíno, por donde discurre la Gran Vía de Diego López de Haro V), con Portugalete al fondo


La tercera cuestión, fue la intervención de los López de Haro en el señorío a favor de la creación de la villa de Bilbao como principal puerto comercial de Bizkaia para la salida de los productos castellanos, frente a los anteriores de Bermeo o incluso Barakaldo-Portugalete, ésta en el mismo río Ibaizabal (siglos después llamado Nervión, retomando el nombre latino que le impusieron los romanos https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/los-primeros-pobladores-de-la-ria-de.html). 



- Incluso cabe una cuarta cuestión más, ya que también hubo disputas por el patronazgo de iglesias diviseras, llamadas también "monasterios", como se conocían a las de construcción laica sin intervención de la Iglesia Católica (todas las de las anteiglesias de Bizkaia), sobre la cuales también hubo una intervención del señor de Bizkaia, pasando muchas de ellas a ser de "realengo" o explotadas directamente por los López de Haro-Trastamara que cobraban el "diezmo" de la Iglesia Católica, el impuesto más importante después de la alcabala (pagado por Gipuzkoa y Alaba desde finales del siglo XIV) o el "Pedido" de Bizkaia.  


Intento de pacificación de los bandos ante Gonzalo Moro, 
 Corregidor del rey de Castilla en Bizkaia durante los años 1394-1427,
Cuadro de José de Echenagusia Errazquin "Echena" (Hondarribia 1844- Roma 1912). 



- Hubo una quinta cuestión, que en realidad es la principal. El condado o señorío fue dirigido siempre desde la lejanía por los López de Haro desde sus posesiones castellanas o riojanas en el mejor de los casos. 

Ningún López de Haro de los que gobernó el señorío nació en Bizkaia, y menos cuando se unieron a la familia real castellana de los borgoñeses Trastámara (con Juan I el infante, señor de Bizkaia desde 1371 y rey de Castilla desde 1379). 

Los reyes de Castilla, como señores de Bizkaia, casi ni pisaron estas tierras (algunos, solo para jurar los Fueros), por lo que nombraban corregidores al modo colonial, entre los cuales, solo Gonzalo Moro entre 1394-1427, tuvo un peso real sobre los banderizos, a los que, sin embargo, consentía sus tropelías.


Sirva de muestra, la descripción de la riqueza de su propia casa que hace el banderizo muñatón Lope García de Salazar, la cual nos sirve de resumen de las fuentes de riqueza de los banderizos (significativamente, tiene bienes y cargos en villas y en la Tierra Llana), según describe el historiador bilbaíno J.A. García Cortázar en “Investigaciones sobre la historia medieval del País Vasco”, los Salazar tenían: 

"Iglesias o partes de las mismas (San Vicente de Baracaldo, San Llorente de Virbujillo...), mortuorios (en Sopuerta, Galdames, Somorrostro), alcaldía (de Sopuerta), prebostad (de Portugalete), merindad (de Castro, comprada a Fernando González de la Marca), ferrerías (de Carranza, Arenado, los Vados, Urdudoquieta,...), molinos y aceñas (de Belmonte y otros lugares), manzanales, viñas (de Islares y Castro), solares, casas, torres y palacios (en Islares, Vitoria, Castaños, Valperri...), derechos sobre los puertos (de San Martín, Musques y Ciérvana) y sobre las venas, cuyo precio aumentaron".

Castillo de Muñatones donde estuvo encerrado por su hijos Lope García de Salazar


Las Hermandades que intentó implantar el rey de Castilla Enrique III junto a Gonzalo Moro para luchar contra ellos a finales del siglo XIV (aunque según E. Labayru y otros autores hubo otras Hermandades anteriores, incluso desde finales del siglo XII), no tuvieron éxito alguno en el caso de Bizkaia, donde, además, pronto dejaron de participar las anteiglesias o Tierra Llana (no amurallada), a diferencia de Gipuzkoa y, en parte, también de Alaba.




Por ello, el poder real estaba en las grandes familias locales, armadas con poderosos ejércitos como veremos, lanceros y ballesteros que ofrecían al señor de Bizkaia y al rey de Castilla en sus aventuras de conquista o en sus guerras intestinas: conquistas en territorios musulmanes, disputas en territorios europeos, ataques y conquistas a Nabarra o luchas por la corona.

Es esto mismo lo que se recoge de boca de los propios Parientes Mayores o cabezas de los banderizos en el trabajo de José Ramón Díaz de Durana y Jon Andoni Fernández de Larrea “El discurso político de los protagonistas de las luchas sociales en el País Vasco al final de la Edad Media” (2004)

En el año 1518, los linajes gipuzkoanos justificaban su existencia ante el rey y se quejaban de las labores de la Hermandad de Gipuzkoa que se solapaban con las suyas:
 
“… los dichos Parientes Mayores como son anteriores y mejores y fundadores d’esta Provinçia sienpre han usado e usan y usaran de servir a Sus Altezas con sus armas y caballos y escuderos y parientes en espeçial contra los enemigos de la santa fe catholica asi como contra moros e turcos e otros ynfieles, por lo qual tienen sus patronazgos y deçimas, asy por mano de Sus Altezas como teniendo yglesias deviseras de tienpos ynmemoriales a esta parte ante el Conçilio Lateralense, asy por mano de Sus Altezas como por expresa tolerancia del Santissimo. 

Y con esto no solamente sirben contra los enemigos de la fee, pero en todos los tienpos de neçesidad han defendido toda esta patria en todas las guerras que se han ofresçido en todas estas fronteras de Françia e Nabarra e Ynglatierra, como caballeros e ydalgos e defensores de la patria e fundadores d’ella e çimiento y tronco e çepa de que proçeden todos los otros ydalgos d’esta patria porque a los semejantes caballeros e prinçipio de ydalguia e fundadores de la patria es propio e natural de defender e pelear y guerrear contra los enemigos con sus armas, caballos e escuderos y parientes, que a ellos no es dado de goardar los ganados del canpo ni harar ni ronper la tierra”.




1. LAS RUTAS COMERCIALES EN BIZKAIA EN LA BAJA EDAD MEDIA


En color azul, la ruta más antigua que conducía desde la meseta por Orduña a Balmaseda o al valle de Mena (con restos de una calzada romana), llegando hasta la costa por Castro Urdiales o el valle de Somorrostro; en rojo, la segunda ruta, en realidad una variante. El camino por Llodio, en color verde, discurre desde la costa y llega desde Miraballes-Ugao (con Zeberio a su derecha), donde también se han encontrado de época romana; con la bifurcación en Areta en amarillo hacia el valle de Orozko y el puerto de Altube .


Las rutas comerciales del pescado en escabeche, salazón o fresco de los puertos marineros bizkaínos como Plentzia, Ondarroa, Lekeitio o Bermeo, transcurrían por los pasos de montaña de Urkiola (duranguesado), Barazar (valle de Arratia o incluso por Dima), Altube (valle de Orozko) y Orduña hacia los santuarios y monasterios del interior del reino de Nabarra.


Monasterio de Santa María la Real de Nájera, monasterio de San Juan de la Peña en Jacetania, Basílica de San Prudencio de Armentia (Vitoria-Gasteiz), Colegiata de Valpuesta (Burgos), Monasterio de San Millán de la Cogolla (La Rioja) y el Monasterio San Salvador de Oña (Burgos), principales acreedores de las iglesias de Bizkaia.


Los cenobios riojanos (San Millán, Nájera, Calahorra-La Calzada), alabeses (Estibaliz o Armentia), castellanos (Oña) o aragoneses (San Juan de la Peña), poseían derechos sobre ermitas y bienes en Bermeo, Axpe de Busturia, Mundaka, Pobeña o Barrika en la costa de Bizkaia para su abastecimiento de pescado, pero también en el interior, por ejemplo, sobre la iglesia Santa María Magdalena de Arrigorriaga (por San Salvador de Oña desde comienzos del siglo XII) o sobre Andra Mari de Galdakano desde finales del siglo XII, según consta en dos documentos najerenses (todos ellos dentro del reino de Pamplona o Nabarra). 

A la vuelta, la recua de mulas, traía productos de La Rioja, Alaba, Alta Nabarra o Castilla, especialmente trigo y vino, escasos en la costa bizkaína. En el “Libro del Buen Amor” del Arcipreste de Hita (1343), se describe la batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma y se dice: “cuantos en el mar viven vinieron al torneo, arenques y besugos vinieron de Bermeo”.


Pero en los puertos de la Nabarra Marítima también se movían otras mercancías. Comenta Iñaki Bazán del Untzi Museoa-Museo Naval de Gipuzkoa, en su trabajo sobre la piratería (2006), como desde el año 1260 la presencia de barcos bizkaínos (nombre genérico que abarcaba toda la Nabarra Occidental) en los puertos ingleses, era especialmente intensa, con Dover, Hastings, Hythe, Sandwich y Winchelsea, para incluir a Bristol, Exeter, Londres o Southampton. Transportaban hierro bizkaíno, vino de Burdeos o pastel de Toulouse (tinte) a Inglaterra, y traían de vuelta lana y paños a diferentes destinos, como el Mediterráneo. 

Los navegantes baskones, durante esos siglos, monopolizaban el mercado marítimo según las “Crónicas de Flandes”: transportaban hierro, aperos, utillaje, saín de ballena y vino propios, lana, hilados, badana y lona de la parte aún independiente del reino (Alta y Baja Nabarra), azafrán y arroz de Aragón, cereales, cuero, cera, azogue, hilados y sebo de Castilla y de Andalucía aceite de oliva, miel, azúcar y frutos secos, a cambio de paños y tejidos de lana y seda de Monpelier, Rouen, Gante, Brujas e Inglaterra.

En el año 1296 se creó la "Hermandat de las villas de la marina de Castiella con Vitoria", también conocida como "Hermandad de las marismas". Formaban la Hermandad  las cuatro villas de Santander, Laredo, Castro Urdiales y San Vicente de la Barquera y los puertos nabarros de Bermeo, Getaria, San Sebastián-Donostia y Hondarribia, además de la villa interior de Vitoria-Gasteiz. 



Cántigas de Santa María de Alfonso X de Castilla escritas en gallego-portugués (1270-1282), el idioma de la Corte y de la cultura

Miniatura 36


Según Iñaki Bazán, "Los objetivos principales de esta hermandad de la marina de Castilla fueron los de defender sus propios intereses comerciales en el Atlántico; garantizar el libre tránsito de mercancías y mercaderes entre los reinos de Castilla y Portugal; y arbitrar soluciones ante los problemas que se planteaban entre los distintos concejos que la conformaban. Pero también se pretendía hacer frente de forma más efectiva a las incursiones piráticas por el Atlántico y evitar las acciones de corso. A partir de mediados del siglo XIV se produciría el declinar de esta hermandad".



"(...) En la década de 1490 se contaban anualmente más de 60 buques vascos en los puertos ingleses, desde Chester en el noroeste hasta Hull en el noreste. Su importancia resulta evidente atendiendo a los números: en ellos se importaba entre un 85 y un 90% del hierro (materia prima o manufacturado) adquirido por Inglaterra y se transportaba entre un 10 y un 15% de las exportaciones de lana y paños ingleses. Durante esta época los principales puertos fueron Bristol y Londres. En el primero se constata una mayor presencia de transportistas guipuzcoanos, especialmente de San Sebastián, Fuenterrabía o Pasajes; y en el segundo de vizcaínos, de Bilbao, Bermeo, Lekeitio u Ondarroa". 

En la Baja Edad Media, las rutas principales desde la costa bizkaína, eran las que unían Bermeo, bien con la villa nabarra de Durango por Gerrikaitz-Munitibar para tomar el puerto de Urkiola hacia La Rioja (llamada la Ruta del Vino y del Pescado), o bien con Orduña hacia Castilla o por Vitoria-Gasteiz hacia Alta Nabarra.



La salida de las mercancías de los puertos, minas y ferrerías de Bizkaia, tenía en la Baja Edad Media, como una de sus principales rutas, el camino Bermeo-Orduña y Bermeo-Vitoria por el valle y señorío de Llodio, donde además había "hospitales" para viajeros y peregrinos como en Galdakano (en la iglesia parroquial de Santa Marina y después en la Andra Mari de Elexalde), en Llodio, en Luiando, Amurrio, Orduña etc. 

Desde allí, transitaba el camino por las laderas del monte Malmasín y su castillo, donde hacía uno con la ruta comercial que provenía desde Castro Urdiales y Balmaseda, para dirigirse por Arrigorriaga y su iglesia de María Magdalena hacia el valle de Llodio, donde, en el nudo de Areta, tenía dos opciones: seguir por el puerto de Altube hacia Vitoria-Gasteiz por el valle y señorío de Orozko, o hacia Castilla por Murga en el valle de Ayala y la fortificada Orduña, ambas rutas controladas por los Ayala y sus parientes desde los siglos XI-XII.











LA RUTA POR LAUDIO-LLODIO Y COMO LLEGÓ A SER LA PRINCIPAL


Este camino por el valle y señorío de Llodio, terminó por imponerse como veremos.

Restos del puente Medieval de Vitorica en Llodio

El camino nacía en la capital bizkaína y su población más importante que era Bermeo, seguía por Luno (entonces con su puerto de Gernika https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/gernika-el-puerto-nabarro-de-luno.html), por Muxika y Morga a Larrabetzu (posterior Ruta Juradera), atravesaba el monte Ganguren en Galdakano por Gumuzio, bajaba por el puente del Mercadillo de Bengoetxe en la Alta Edad Media y en la Baja Edad Media por el "Camino de Etxebarri", desde Arbolantxa, junto a la casa-torre de esta familia y por la casa-torre de Etxebarri, para atravesar el río Ibaizabal por la península de los Legizamon, donde esta familia cobraba portazgo al paso de las mercancías y personas.

Palacio barroco de Legizamón en la península del mismo nombre del río Ibaizabal, hoy reconstruido.
Torre de Legizamon en Kukullaga, 
en la bajada del Camino de Etxebarri, derruida y desaparecida, 
en la falda sur de la sierra de Ganguren.
       (Andrés E. de Mañaricúa "Santa María de Begoña")



Para más información sobre:




Iglesia María Magdalena de Arrigorriaga del siglo XI y documentada a principios del XII


LA LUCHA POR EL CONTROL DEL "CAMINO DE ETXEBARRI": EL COMIENZO DE LAS GUERRA DE BANDOS

La primera de las peleas por el control de las mercancías y los impuestos que se les cobraban a las recuas que transcurrían por el estratégico Camino de Etxebarri en las laderas del monte Ganguren, se produjo pocos años después de la invasión castellana (1199-1200). 

Torre de Zamudio en el valle de Asua, hoy también del Txorierri, 
en la otra falda (norte) del monte Ganguren



El historiador Sabino Aguirre Gandarias, sitúa en el año 1234 la primera batalla por la disputa del Camino de Etxebarri en su libro "Las Dos primeras Crónicas de Vizcaya" sobre el historiador muñatón del siglo XV Lope García de Salazar, del que transcribe:  

"Jueves XVI días de noviembre de la era mil e CCLXXII (1272 de la Era Hispana, por tanto en el año 1234) en el campo de la lid ("Gudubikolanda", frontera actual entre Galdakano, Lezama, Bilbao y Etxebarri) ovieron peleado D. Diego Peres de Leguiçamon, padre de D. Sancho Dias, e D. Juan Yñigues d´Arbolancha, sobrenombre Lata Abe, e Pero Sanches Oreja de Leusarra, sobrino de Diego Peres, fijo de su hermano; e de la otra parte D. Ordoño de Çamudio e don Furtun Sanches de Çamudio, e don Ochoa Mandagulis. E fueron muertos ochenta hombres de los Zamudianos, e vencidos e huidos hasta la dentro de Zamudio, e de la parte de Leguiçamon e Arbolancha e Leusarra non murieron más de dos hombres". Por tanto, se de una lucha entre los habitantes dos de las principales casas-torre a los dos lados del monte Ganguren por Santo Domingo, "el çerro en medio".


En este primer encontronazo, ya tenemos el motivo de la primera disputa y a varias de las grandes familias con sus casas-torre defensivas: Los Legizamon y los Arbolantxa de Etxebarri (que pertenecía a Galdakano) y, al otro lado de la sierra del monte Ganguren, a los Zamudio, a los Mandaguliz de Lezama y a los Leuxarra de Gatika, parientes éstos últimos de los Legizamon.

La sierra del monte Ganguren, desde donde estaba el castillo de Malmasin, en cuyas laderas se aprecia el "Camino de Etxebarri", controlado en su cima por la torre de los Arbolantxa (cuya ubicación exacta se desconoce), el cual bajaba por el actual barrio de San Antonio (hilera de casas en el centro) hasta la península de Legizamon. A la izquierda de la foto, la bajada por el Alto de Santo Domingo de los zamudianos por Otxarkoaga-Begoña, la ruta alternativa que resultó la vencedora.


En el mismo "Libro de las Bienandanzas e fortunas” (1471-76), Lope García de Salazar, describe la segunda batalla entre bandos por este estratégico camino: “En el año del Señor de mil CCLXX años (1270) oviendo enemistad entre los Çamudianos e los de Legiçamón, que eran vezinos, el çerro en medio, que Vilvao no era poblada estonçes, (e) aplazaron pelea para en el Canpo de la Lid, que es sobre Santo Domingo, Ordoño de Çamudio e Urtud Sánchez de Çamudio e Ochoa Urtiz de Çamudio, sus hermanos, con Diego Pérez de Ligiçamo e con Juan Días de Arvolancha". 

Mojón de las poblaciones de Galdakano, Etxebarri, Bilbao y Lezama en Gudubikolanda (literalmente "el Prado de las dos Batallas"), cercana a la torre o castillo de control en la campa de "Gaztelu", donde, a mediados del siglo XV, tuvieron lugar al menos otras dos cruentas batallas entre los Butrón y los Abendaño, con 100 muertos en la primera de ellas, según los "Anales Breves de Vizcaya" de Lope García Salazar (1399-1476), el cual vivió en esa época, siendo ese siglo XV el momento cumbre de las Luchas de Banderizos.



Sigue la crónica: "E peleando reziamente e muertos e feridos muchos e ya cansados los unos de los otros, allegó Pero de Lusarra, sobrino de Diego Pérez de Ligiçamo, fijo de su hermana, de partes de Busto con XXII omes e dioles por de costado. E como los falló cansados, fueron vençidos e corridos fasta Çamudio. E morieron d'ellos en el canpo e en el alcançe LXXX omes de los Çamudianos; de los de Legiçamó[n] morieron X omes”.

Los Etxebarri, junto con los Legizamon y los Arbolantxa (territorio perteneciente entonces a Galdakano como hemos dicho, hasta principios del siglo XVI que se independizó), controlaban desde sus casas-torre el "Camino de Etxebarri". Significativamente, las dos últimas, serán dos de las tres familias que tendrán la orden de Diego López de Haro de fundar, junto a los Basurto de la familia Ayala, la villa de Bilbao.


2. LA FUNDACIÓN DE LAS VILLAS POR EL SEÑOR DE BIZKAIA

José Luis Orella Unzué (Iruñea-Pamplona 1935), doctor en Historia y experto en derecho foral, en su trabajo “Los Fueros vascos y la bilateralidad política”, explica que: “Los fueros municipales se componen de un doble contenido: Por una parte el dador del fuero sea rey, abad o señor, recoge los usos y costumbres ancestrales de esa villa y a este primer suelo jurídico le añade una serie de privilegios como puede ser el tener feria, tener mercado, una disminución de pechas o peajes etc. A esta segunda parte del contenido foral municipal como fruto de una concesión real, se le considera como privilegios.

Las primeras regulaciones legales escritas están contenidas en los fueros de Sobrarbe, Jaca, Estella, Novenera, Viguera y Val de Funes, Medinaceli, etc. (…) El derecho municipal vasco se deriva del fuero de Logroño o del fuero de Jaca, en su versión estellesa de 1164”.

El fuero de villa suponía privilegios de amurallamiento, poder hacer ferias o cobrar impuesto al paso de mercancías del que estaban exentos los villanos. A cambio, se adquirían importantes obligaciones o cargas, como el pago de impuestos para mantener la corona (al señor en el caso de Bizkaia) o el reclutamiento obligatorio de soldados en caso de guerra y su servicio fuera del territorio bizkaíno (sobre todo levas o marineros), lo cual, el Fuero de Bizkaia, prohibía (la primera mención a un Fuero propio para Bizkaia es, significativamente, del siglo XIII, para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2017/06/los-fueros-el-derecho-comun-todo-el.html). 



LA TIERRA LLANA O ANTEIGLESIAS CONTRA LA VILLAS

Relacionado con la fundación de las villas, éstas precipitaron el amojonamiento del comunal entre municipios (la fundación definitiva de las anteiglesias según la conocemos hoy entre el siglo XII-XIV), hasta entonces casi inexistentes. El alfoz de la villa se hacía con bosques necesarios para la alimentación de una creciente población (leña, frutos silvestres y arborícolas, árgoma, helechos etc.) y para la explotación del hierro o la construcción naval. 

Arantza Gogeascoa en su trabajo “Los montes proindivisos de Vizcaya” (1999), describe como en el siglo XIV, había 50 montes proindivisos en toda Bizkaia, sobre todo en las merindades de Markina y Durango, seguidos de las merindades de Busturia, y Zornotza con una proporción del 75% de municipios, después las de Arratia, Bedia y las Enkartaciones en torno al 60%, siendo la que menos la merindad de Uribe, con tan solo un 28,5% de los municipios que participan de esta fórmula.

J.L. Orella Unzue, en su trabajo “La Hermandad de Vizcaya (1320-1498), comenta que “en 1494 se encargó por provisión del Consejo al licenciado Juan de Loarte el amojonamiento y deslinde de términos entre el Condado y Tierra Llana de Vizcaya".

Pero, sobre todo, la fundación de villas, alteraba el equilibrio de la economía bizkaína a favor del señor de Bizkaia, por lo que la fundación de villas en Bizkaia es tardía frente a otros territorios y encontró una fuerte resistencia por parte de los bizkaínos en general y por los Parientes Mayores perjudicados en cada caso en particular. 

Las villas no quisieron participar de los Regimientos Generales (antecesores de las Diputaciones), con constantes pleitos con la Tierra Llana o anteiglesias. De hecho, las villas estuvieron fuera de las Juntas Generales del Señorío de Bizkaia al tener sus leyes "fueros" de villa y sus propias Juntas y Regimientos, salvo para temas puntuales (como la creación de las Hermandades o la toma de posesión de un nuevo Corregidor, por ejemplo). 

Solo participarán desde el siglo XVI y de forma más o menos continua en las Juntas Generales de Bizkaia en Gernika, y de forma permanente, desde la Concordia de 1630, que además se considera, significativamente, el fin de la Guerra de Bandos (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/11/la-lucha-entre-las-anteiglesias-y-las.html). 



Por ejemplo, en una de las últimas tres villa como fue Mungia (1376, junto a Larrabetzu y Errigoitia), su carta puebla llevaba una serie de pechas o tributos al señor de Bizkaia, equivalentes a los impuestos actuales (toda la información en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2019/12/errigoitia-la-ultima-villa-y-cuna-del.html):

“Y mando y tengo por bien que el consejo de la dicha villa de Monguia que me pague a cada año por pecho consejil zinco mill y quinientos maravedis, y estos maravedis que los paguen al mi thesorero por los tercios del año (…)".

Los labradores que viniesen a poblar la nuevas villas, tenían que pagar unas “pechas” o impuestos, no así los hijodalgos. Sin embargo, para favorecer la formación de las villas, tanto los labradores como los hijosdalgo que viniesen a poblar las nuevas villas de Mungia, Larrabetzu y Errigoitia, estaban exentos de estas pechas y tributos durante los primeros 6 años.

Las villas recibían el privilegio de poder realizar un mercado semanal y no pagaban portazgo ni peaje por el transporte de mercancías:

“E otrosi, que la dicha villa de Monguia que haia un dia de mercado en la semana, en el dia que escogiere el consejo y alcaldes de la dicha villa. E otrosi, por facer bien y merced a los vecinos y moradores de la dicha villa de Munguia es mi merced que no paguen portadgo ni peage nin pontage ni otro tributo alguno en todo el mi Señorio segun que las otras villas de Vizcaia”.



Villa de Bermeo, "cabeza de Bizkaia", 
de su muralla, hoy solo queda la puerta de San Juan (de Gaztelugatxe) 


No tenemos constancia de la existencia de villas en el condado después señorío de Bizkaia, antes de la invasión castellana (1199-1200), sí en el condado adjunto de Durango, con creación de la villa del mismo nombre por Sancho VI "el Sabio" (1150-1194). 

Tras la conquista de las tres tenencias de las Enkartaciones, el señor de Bortedo del valle de Mena (pariente de los Ayala y de los López de Haro), fundó inmediatamente la villa de Balmaseda en 1199 o 1200, y poco después, en 1202, la villa marinera de Castro Urdiales, en la frontera anterior a la conquista entre Castilla y Nabarra, territorios que entonces no pertenecía a Bizkaia. Significativamente, la villa de Balmaseda quedaba así fuera de la Junta de la Abellaneda y fue constante motivo de trueque por el señor de Bizkaia y después por el rey de Castilla, como otras villas: Orduña, Límpias, Colíndres etc.

Para más información sobre la conquista de la Nabarra Occidental: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/bizkaia-fue-invadida-entre-1199-1200.html

Para más información sobre las tenencias de las Enkartaciones durante el reino de Nabarra: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/04/las-enkartaciones-tres-tenencias.html


Escudo de Plentzia




En el siglo XIII, la primera villa bizkaína en fundarse sería  Plentzia (o Plaçencia de Butrón), con Lope Díaz (entre 1200 y 1236). Después, en 1285 la "cabeza de Bizkaia", Bermeo, pasó a ser villa y, con el cambio de siglo, se fundó la villa de Bilbao en 1300 como veremos. 

Orduña en 1229, Lanestosa en las enkartaciones en 1287, así como las duranguesas de Otxandiano entre 1236-54 y Ermua en 1297, no estaban dentro de la Juntas Generales del Señorío de Bizkaia. 

Significativamente, tras Bilbao, se fundaron las villas de Ondarroa (1317), Portugalete (1322) y Lekeitio (1325). Todas ellas recibieron su carta puebla por los Haro, señores de Bizkaia (y no por la corona castellana). 

Las principales poblaciones marineras de Bizkaia por tanto, fueron las primeras en tener fuero de villa, lo que demuestra el especial interés de los López de Haro en potenciar y controlar los puertos bizkaínos, la principal riqueza en esos siglos del señorío junto a la explotación del hierro, lo que le daba además una importante flota naval de marineros a Castilla sin sobre-coste alguno.


En el caso de Plentzia, su carta puebla le autorizaba a la importantísima caza de la ballena hasta Portugalete. En el mismo año 1200, desde Toledo, el rey invasor Alfonso VIII, obligó a los marineros de Mutriku (1209, perteneciente a Bizkaia dentro de Nabarra y su frontera oriental), a entregar los beneficios de la primera ballena cazada del año a la Orden Militar de Santiago, ballena que hasta entonces daban al rey de Nabarra. 

A partir de la conquista, "los diezmos del mar" o de la actividad marinera, se controlarían desde Burgos (capital del norte de Castilla en sustitución de Frías), donde se creó el "Consulado del Mar".

Escudos Ondarroa y Lekeitio con las ballenas 


LOS IMPUESTOS DEL SEÑORÍO AL SEÑOR DE BIZKAIA

La fiscalidad de Bizkaia durante la Baja Edad Media (diferente a la de Gipuzkoa y Alaba), marcó las políticas de la corona de Castilla como señores de Bizkaia, siendo las villas su principal fuente de ingresos, después los labradores censuarios y los patronazgos de iglesias, sin olvidar el impuesto a la fundición del hierro. Mientras, las anteiglesias o Tierra Llana, contribuía a los gastos directos del señorío y no tanto al de sus señores. 


Desde mediados del siglo XV “El Pedido” a la hacienda bizkaína se perpetuó en una cantidad fija, similar a la alcabala gipuzkoana y alabesa, que sin embargo, tenía como base otra serie de tributos al no ser tierras "de señorío", sino "merindades" y desde el siglo XV Gipuzkoa "provincia".


Diputación foral de Bizkaia del s. XIX


El resumen de los impuestos o "Pedido" que al menos desde los Trastámara (1371) recibían los señores de Bizkaia, es muy significativo, lo que se "pedía" como a quién no se pedía (Tierra Llana o Anteiglesias). 


En su trabajo “La Hacienda Medieval en Álava, Guipuzcoa y Vizcaya” Ernesto García Fernández (Iura Vasconiae 2009) resumía:

 

“El pedido vizcaíno, parece ser el resultado final de un proceso centralizador de la hacienda señorial que englobaba varias rentas o tributos: el pedido de los labradores censuarios (arrendatarios), el pedido de las villas, los derechos de ferrerías, los derechos por el uso de montes, de seles y las rentas de los prebostades (los prebostes eran los funcionarios del rey en las villas como hemos visto y cobraban un impuesto por ejercer su labor).

 

Las rentas y derechos del señor de Vizcaya, a tenor del articulado de los fueros y cartas pueblas de los siglos XII al XIV, fueron más diversos: En los fueros de las villas de Bermeo, Durango, Plencia, Bilbao, Ondárroa, Ermua y Lequeitio se dejó para el señor un tercio de los diezmos de las iglesias parroquiales, en Bermeo, Lequeitio y Portugalete tenía derecho a un quinto de la pesca capturada, tuvo en algunos casos derechos económicos por construir nuevos molinos (Bermeo, Ondárroa, Lequeitio), percibía la novena y el arenzazgo (arenzatico: multas a los asesinos) en Lanestosa, Valmaseda y Durango, penas pecuniarias derivadas del quebrantamiento del contenido de los fueros, la fonsadera en Ochandiano (gastos para la guerra), peajes por el tránsito de mercancías en Guernica, Bilbao, Durango y Ermua, etc.”.


 

El capítulo IV del Fuero Viejo de Vizcaya de 1452 define los derechos fiscales que el Señor de Bizkaia poseía en el señorío. El pago del llamado "El Pedido", aparece recogido como una fuente de ingreso fundamental para las arcas de los señores de Bizkaia:


Cuanto es el pedido de Vizcaya y quién lo ha de pagar Otrosí dijeron que los Señores de Vizcaya que hobieron siempre en los labradores su cierto pedido, é en las villas de Vizcaya hobieron siempre sus pedidos tasados según los privilegios á las tales villas dados, é diez é seis dineros viejos por cada quintal de fierro que las ferrerías de Vizcaya é de las Encartaciones é de Durango labraren por lo seco de los montes, é sus monasterios, é la mitad de la guarda del verde en los montes acostumbrados é sus seles é la  prebostades de las villas, é otro pedido nin tributo, nin alcabala, nin moneda, nin servicios los vizcaínos é de las encartaciones é durangueses, nunca lo hobieron"


Seguido, el propio Fuero aclara que esta circunstancia no es nueva sino de siempre, ya que los bizkainos "hijodalgos" (que en el siglo XV lo eran todos por la ley de la "hidalguía universal"), estaban libres de "pedidos e servicios e monedas": 


"antes todos los vizcaínos fijosdalgo e fijosdalgas de las Encartaciones, de Vizcaya y Durangueses siempre fueron franqueados y libres é quitos de todo pedido é servicios, é monedas é alcabalas, é otros tributos cualesquiera que sean, de cualesquier manera que sean (...)".





El cambio de la Hacienda bizkaína fue más relevante del que parecería a primera vista, ya que quedó en manos de las familias más poderosas, otro motivo más para sus disputas del "más valer":

 

"Una panorámica general de las haciendas medievales nos permite apreciar una serie de cambios. Desde el siglo XI el poder de recaudar en Álava, Guipúzcoa y Vizcaya fue una competencia de los señores de Vizcaya o de los reyes navarros o castellanos. En el transcurso de los siglos XII al XV, como en otras comarcas de la Corona de Castilla, los señores o los reyes fueron desprendiéndose de parcelas de ese poder a favor de los gobernantes locales, provinciales o señoriales".


Cuadro de Mendieta del año 1609, juramento ante Fernando de Aragón "el Católico o el Falsario"



LABRADORES CENSUARIOS 


Además,  los señores de Bizkaia, recibieron numerosas tierras (seles y ejidos), así como caserías que alquilaban a los llamados "labradores censuarios", los cuales irán creciendo en número, y que suponían, según un estudio del historiador José Ángel García Cortázar (Bilbao 1939), el 7,5% de la población bizkaína en el año 1500, de los cuales recibían importantes rentas, lo que creará otro núcleo de fricción con los infazones.


Las casas censuarias (arrendatarios del señor de Bizkaia) en el año 1500 eran de 5.100 habitantes (1.130 fuegos). Se trataba de nuevas incursiones del poder señorial en la Tierra Llana que llegó a ser un recurrente lugar de conflicto con los Parientes Mayores.





4. LA FUNDACIÓN DE LA VILLA DE BILBAO, ANTIGUO PUERTO DE BEGOÑA

Es significativa la desafección de Castilla a finales del siglo XIII de los López de Haro, cuando se hacen mercenarios a favor del rey de Francia, y más áun el listado de nombres que les acompañaban, tan significativos como los que no le acompañaban. 


Curiosamente desde Estella (Nabarra), origen más probable de los López de Haro, el 13 de octubre de 1281, el señor de Bizkaia Lope Díaz de Haro III (1245-1288), se comprometió a servir al rey de Francia con trescientos caballeros, a cambio de una pensión de catorce mil libras tornesas. Junto a él, y como testigos, “están presentes sus «caballeros» Sancho Sánchez de Zumelzu (Arratia, enemigo de los Urkizu o Abendaño en el valle), Juan Galíndez de Múgica, Rodrigo Ibáñez de Lezama, Ochoa de Villela (provenientes de los Aranguiz, como los Butrón e Ibargüen, Casas fundadas en el siglo XIV), Adán de Yarza (Lekeitio-Isparter), Juan Martínez de Basurto, Rodrigo Ochoa de Lezama, Ochoa de Zamudio y otros”. 



Tan solo 3 años después, el mismo Lopez Díaz III “otorga desde Vitoria ciertos privilegios fiscales a Orduña y, de nuevo, encontramos junto a él a su alférez Juan Sánchez de Salcedo (de los Ayala), a Ochoa de Zamudio, a Fortún Galíndez de Zamudio y al «alcalde de Vizcaya» Rodrigo Ibáñez de Zamudio” (Arsenio Dacosta “Los linajes de Bizkaia en la Baja Edad Media” 1997).


Esta lista de ilustres nombres, será poco después la columna vertebral de los oñacinos y las grandes familias beneficiadas de la fundación de Bilbao por el hermano de Lope Díaz de Haro III, don Diego López V de Haro "el Intruso" (1250-1310), el cual arrebató el señorío a su sobrina María Díaz de Haro I (1270-1342), que sin embargo le sucederá como veremos. 


El señor de Bizkaia Lope Díaz de Haro III, fue mandado asesinar en 1288 en Alfaro por su cuñado el rey de Castilla Sancho IV "el Bravo", por su felonía y desmedida ambición.




La torre de Lezama en las faldas de la sierra del monte Ganguren en el barrio Aretxalde, fue reconstruida sobre otra anterior del siglo XI-XII y ampliada hacia el año de 1360 por don Pedro Ruiz de Lezama, por lo que nos da una idea de este tipo de torres medievales.

El señor de Bizkaia, Diego López de Haro V “el Intruso” (hermano del anterior como hemos dicho), dio la carta puebla para fundar una nueva villa en 1300 sobre el antiguo puerto de Begoña llamado Bilbao (nombre de una casería en la margen izquierda de la ría, conocida actualmente como Bilbao La Vieja), donde "mareantes" bermeanos controlaban un pequeño puerto comercial de aires marineros a orillas del Ibaizabal, pero varios kilómetros río arriba.


Bilbao dentro de Nabarra como puerto de mareantes de Begoña y tras la fundación de la villa en el año 1300

El importante alfoz o territorio dado a Bilbao (donde ya existiría la entonces iglesia o ermita de Santiago), hacía desaparecer varias anteiglesias ya constituidas como Begoña (documentada en el siglo XII, en el año 1161), Deusto (aparece en el mismo documento y hay un sepulcro trapezoidal del siglo X-XI) y Abando, además de afectar sustancialmente a Galdakano (que incluía Etxebarri y Bedia) o a Arrigorriaga (que incluía Basauri y Alonsotegi)



Le dio el señor de Bizkaia un alfoz o territorio amplio, y, entre otras prebendas, el pago de portazgo a las mercancías que bajaban por el Camino de Etxebarri y que llegaban desde Bermeo, aunque no lo dice explícitamente: “Ansi como biene por encima de la sierra et al bado de Echebarría fasta encima la sierra de Ganguren et dende fasta el puntal del fondon de Deusto en derecho de Luchana ansi como habedes partidos los términos et amojonados con todos los de Zamudio et de Alfoz de Uribe (...)".

Iturritxualde o monte Avril desde el s. XIX, Gaztelu junto a Gudubikolanda, 



Vista del monte Ganguren desde el promontorio de Gaztelu. Lugar con una cantera y numerosas piedras labradas de alguna antigua construcción. Justo a su pie está Gudubikolanda o Kurubikolanda, junto a los restos de uno de los dólmenes de Artxanda. 


Por tanto, el alfoz de la villa de Bilbao, incluía terrenos de diferentes municipios o anteiglesias ya existentes, entre ellos, varios de Galdakano en las faldas del monte Ganguren en el entorno de Etxebarri, como eran Artxanda hasta el mojón de Gudubikolanda (con una torre, castillo o puesto de control cercano en Gaztelu) y parte de Arbolantxa con su casa-torre, con ello, se potenciaba el "Camino de los Zamudianos" por Santo Domingo (el que se usa hoy) y se perjudicaba el "Camino de Etxebarri".


Además, le dio a Bilbao Diego López de Haro V, las minas de Ollargan de Arrigorriaga (más las minas del Morro de Bilbao La Vieja), otro de los municipios perjudicados por la fundación de la villa bilbaína junto a Portugalete y Barakaldo en la ría o Bermeo.


Pero no tuvo Diego López mucho éxito con su prebenda de garantizar el cobro de las mercancías a su paso por Bilbao. Por eso, a su muerte, el 25 de junio del año 1310, su sobrina la señora de Bizkaia María Díaz de Haro I, reafirmó los fueros la villa de Bilbao y mandó, esta vez explícitamente, que el "el Camino de Etxebarri" pasara a Bilbao y que atravesara el monte Ganguren desde Zamudio por el alto de Santo Domingo y Arbolantxa, aplicando fuertes penas al que no lo hiciera así: 

“Ninguno fuese osado de tener compra ni venta, ni regatería ninguna en todo el camino cabo que va de Areta (Llodio) fasta la villa de Bilbao, é cualquier que lo ficiere que peche á mí en pena cien maravedís de la moneda nueva é el merino que le fallare, tome aquella reventa para sí”. 

Para más información sobre el nombre y la fundación de Bilbao: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/bilbao-puerto-nabarro.html.
María Díaz de Haro I "la Buena"


Esta nueva carta de villa y sus añadidos, fueron confirmados después por el rey de Castilla Alfonso XI en Burgos el 30 de julio de 1315, y provocaron muchos encontronazos entre los banderizos o las familias más poderosas de Bizkaia, a cuya cabeza estaban los ganboínos de los Abendaños y los oñacinos de los Butrón.

La de los Abendaño, era entonces la principal familia bizkaína, descendientes del último de los Gebara tenentes con Nabarra, se trataba de Pedro Ladrón de Gebara (conde de Oñati y tenente de Bizkaia, Gipuzkoa y Alaba). Uno de sus hijos será el cabeza de los ganboínos pronabarros en Alaba desde Ullibarri-Ganboa y otro el primer Abendaño alabés,  asentados a finales del siglo XII a Puentelatorre en Galdakano, acogido el último de ellos siendo un mozo por Sancho de Galdakano ("Genealogía de los Ayala" Pedro López de Ayala 1371, para más información sobre los Abendaño: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/07/origen-de-los-abendano-cabeza-los.html). 

Se expandieron los Abendaños por el valle de Arratia (torre Urkizu de Igorre, arrendada por sus parientes los Aldape-Galdakano) y por casi toda Bizkaia (Arteaga, Muxika, Zeberio e incluso Aramaiona), sobre todo, tras el matrimonio de Martín de Abendaño con su pariente lejana Mencía de Gebara a finales del siglo XIII (para más información sobre los Gebara: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/09/los-gebara-tenentes-de-la-nabarra.html). 

Urkizu en Igorre, valle de Arratia (Enciclopedia Auñamendi)

           
La situación debió de ser casi de guerra civil en Bizkaia, pues tal y como narra la Crónica de Ibargüen-Cachopín (s. XVI), los Abendaños, se plantaron con sus tropas en el centro de Bilbao:

"Agora es de saver que en el año de mill e treçientos e beinte (1320) e un años Juan de Abendaño, hijo de Martín Ruiz de Abendaño (poseedor, entre otras, de la casas torre de Urkizu en Igorre y Puentelatorre en Galdakano) entró en la villa de Vilbao con poderosa gente que tenía por el linage de Leguiçamón e çercó a Hochoa Pérez de Arbolancha en la torre de la plaça que hera de Juan Sánches de Arbolancha, su hermano, e estaban con ellos los de Asua e los de Susunaga e los de Guecho, e ubo una fuerte pelea a la entrada de la villa, e fueron muertos e feridos munchos hombres de ambas las partes, e fue herido el dicho Juan de Abendaño por los garderos, e lo baçió con una saetada, e ansí non obo peligro".



Sigue la crónica: "E como lo supo doña María Alfonso, muger de Gonçalo Gómez de Butrón (controlaría entre otras la villa de Plentzia), juntó todo el solar de Butrón e fue en su acorro, porque Gonçalo Gómez fallesçía de la tierra e hera en corte. Esta doña María Alfonso con todo el solar de Butrón púsose en la atalaya de Bilbao, en la rentería, e como Hochoa de Salaçar sopo que estaba allí, fue en su ayuda acorro con todo su solar. 

E bino en aiuda de Juan de Abendaño, su abuelo, Juan López de Ganboa con mucha e buena gente. E otrosí, bino en ayuda de doña María Alfonso e de los de Butrón, Fortún García de Arteaga, su yerno. E, no çesando las peleas noches y días, bino Gonçalo Gómes de corte, e, porque no fuesen adelante los homeçillios, el doctor Gonçalo Moro, ca hera corregidor de Biscaia, ficó treguas del Rey e espaçiéronse todos a sus solares e cadalsos e casas". 


En esta narración vemos ya a las principales familias banderizas, donde se ven claramente los dos bandos y los intereses de los unos y de los otros, aunque los bandos no fueron estancos del todo, ya que fueron tres siglos de disputas donde los intereses económicos y sobre todo los matrimonios (que se dieron incluso entre Abendaños y Butrones), creaban nuevas alianzas. 

La división en Bandos, estaba incluso presente en la Diputación de Bizkaia desde mediados del siglo XVI (se empezó a elegir un Diputado por bando y cada municipio era de una parcialidad), hasta la abolición foral a finales del siglo XIX.

Bilbao en 1300, donde los Arbolantxa y los Legizamon con sus casas-torre controlan el puente estratégico de San Antón junto al puerto con su portazgo o impuesto de paso, que contaba entonces con un alcázar y después con la iglesia actual. Estas dos familias ostentaron durante años el título de "prebostes" de Bilbao, o delegados del señor y rey de Castilla en la villa, con algunas atribuciones judiciales pero, sobre todo, atribuciones fiscales sobre las mercancías que entraban en la villa y que eran una gran fuente de riqueza.

En 1479 por ejemplo, el titular del mayorazgo de Legizamon de nombre Tristán, tenía entre sus rentas "peajes del hierro" y doze mill e cuatroçientos e cuarenta maravedíes, que avedes y tenedes en el pedido y rentería de la dicha villa bilbaína" además de otras rentas de patronatos, manzanales, huertas, montes para la madera y el carbón, molinos como el de "Achaibai" (Aperribai de Galdakano) y al menos de tres ferrerías (Sabino Aguirre Gandarias "Las dos primeras crónicas de Vizcaya").Todo ello nos señala las diferentes fuentes de riqueza de los Parientes Mayores del interior bizkaíno. Tenían viviendas en Bilbao al menos en las calles Somera, Askao, San Nicolás y Portal de Zamudio.

El mayorazgo (concesión regia que impedía la separación y la enagenación de la propiedad familiar), por parte de los Legizamon de Etxebarri contenía: “(...) todo solar, que nos hemos en Echavarri: es a saver, toda la cassa, y torre fuerte, e cassas, e Palacios, e lagares, e bodega, e horno, que son en el dho lugar de Echevarri (…), y entradas, y salidas, que al dho solar de Echevarri pertenecen, e deven, e pueden pertenecer, de la hoja del monte, asta la piedra del rio, terminado todo cuanto pertenece al dho solar desde el camino mayor de Languren (Ganguren), asta el rio e vado que es llamado de Echevarri, e desde Eporibay (Aperribai en Galdakano), asta el río, e arroyo de Ascaray (son los dos ríos mojoneros entre Galdakano y Etxebarri); e mas vos damos, e donamos, e firmamos con todo el dho solar de Echavarri (…)". En esta parte del testamento habla de un "camino mayor de Ganguren".




Bilbao a finales del siglo XVIII, láminas de Moroni, detalle de la vida comercial y lúdica de la villa

Bilbao en el siglo XIX donde se distingue perfectamente el camino que desde Zamudio baja por el alto de Santo Domingo hasta el puente de San Antón junto a la iglesia, el antiguo ayuntamiento, la catedral de Santiago etc.


La situación llegó a su punto más álgido cuando: “En el año del Señor de MCCCXLII (1342), este Juan de Abendaño, seyendo ome mucho vulliçioso, e guerrero, e para mucho, fasia guerra al conçejo de Vilvao, de un castillo que tenía en un otero sobre las veneras de Bilbao, que llamavan Malpica, e salieron los de la villa todos, e pelearon con el açerca del castillo, e fueron vençidos e corridos fasta la puente de la Villa, e quedaron muchos muertos dellos, e dexaron muchas armas” (Ibargüen-Cachopín).


No mucho después, el nuevo señor de Bizkaia Juan Nuñez de Lara, en una escritura de 1348, da por perdida una mercancía que había “traspasado el camino de Chávarri a Bermeo”. En otra escritura concede permiso a los hijodalgos y labradores de Bizkaia para que pudieran portear trigo y pana para su precisa manutención por dicho “Camino de Chávarri”.


Todavía en el año 1349, otra vez D. Juan Nuñez de Lara, señor de Bizkaia, a petición de Joan Saenz de Arbolantxa, preboste para entonces de la villa de Bilbao, dio orden a sus oficiales del señorío y en la villa de Bilbao de que se apoderasen “por descaminados de aquí adelante todas las bestias con sus cargas que pasasen por Echebarri y no por Bilbao”, advirtiendo de paso que si los de la hermandad de fijosdalgo de Bizcaya tuviesen cédula o carta te privilegio para ir por otro camino que el señalado, le enviasen para verlas y las mandaría guardar.

EL ACUERDO, LA FUNDACIÓN DE LA VILLA DE MIRAVALLES EN UGAO

Plaza de Ugao

En el año 1375, los labradores censuarios (arrendatarios) del señor de Bizkaia de Galdakano (que incluía Bedia, pero no así el Etxebarri de los Legizamon), Arrigorriaga (que incluía San Miguel de Basauri) y Zaratamo, pidieron al infante Juan I su inclusión en la villa de Bilbao para la defensa de sus vecinos, ante los constantes ataques de los infanzones de la comarca, molestos por las pérdidas económicas que les causaba el nuevo Camino Real que venía desde Bilbao y atravesaba Galdakano, por delante precisamente de estas caserías galdakanesas hacia el cruce de Urgoiti, donde se bifurcaba hacia Arratia o hacia el duranguesado por la merindad de Zornotza (anteiglesias entonces de Etxano, Amorebieta, Ibarruri y Gorozika), dividiendo así estos municipios en dos, la zona censuaria defendida por Bilbao y la zona infanzona (para más información https://lehoinabarra.blogspot.com/2019/01/los-dos-galdakanos-entre-1375-y-1610-el.html).

El camino Real a su paso por Galdakano (naranja) y el Camino de Santiago del siglo XII (en verde)

La inestabilidad social solo concluyó tras varias intervenciones armadas de las tropas castellanas de los señores de Bizkaia (que siempre gobernaron el señorío desde la lejanía como hemos visto), y solo tras varias concesiones comerciales a los hijodalgo o infanzones nabarros de Galdakano y de Arrigorriaga, como la fundación por el infante Juan I señor de Bizkaia (todavía no era rey de Castilla) de Villanueva de Miravalles en Ugao en 1375 en terrenos de Zeberio o Santo Tomás de Olabarrieta (valle que comunica Arratia y el valle del río Ibaizabal-Nervión), donde los Abendaños de Galdakano (Puentelatorre) y Arratia (Urkizu), eran los principales señores. La villa de Bilbao se opuso a su creación, pero sin éxito.


"Quiero que sepan todos quantos este previllejo e carta bieren que los homes buenos, así hijosdalgo como labradores, de la comarca de dicen Ceveriano, que es en el mi señorío de Vizcaya cerca de la mi villa de Bilbao, benieron a mi e me pidieron merced que mandase e tobiese por bien e les ficiese merced que ellos que podiesen facer e poblar e cercar una villa en el logar que agora dicen Ugao, que es en la dicha comarca, porque ellos podiesen y poblar e morar e ser guardados e defendidos e amparados al mi servicio e a pro de ellos e, otrosi, a pro comunal de la mi tierra. 

E el concejo e homes buenos de la mi villa de Bilbao e sus procuradores se opusieron contra esto que los dichos escuderos e labradores me demandavan diciendo que la dicha villa no debía ser poblada en la dicha comarca ni yo lo debía mandar ni consentir por quanto seria en grand // (Fol.6vº) perjuicio de la dicha villa de Bilbao, e contra los previllejos que los de la dicha villa han, dados por los señores que han seydo fasta aquí en Vizcaya e por mi, en que digeron que se contenía que de la dicha villa de Bilbao fasta en Areta que non oviese venta ni reventa (…). 

Otrosi, que seria grand daño e perjuicio de la dicha villa de Bilbao por quanto el pan e el fierro e otras muchas mercadurias que se van agora a vender a la dicha villa de Bilbao que se venderan e descargaran en la dicha villa si se despoblase (sic), lo qual seria mui grand daño e perdida e menoscavo a la dicha villa de Bilbao (…)".


Un añadido o cláusula a la carta de la Villanueva de Miravalles en Ugao, daba una importante renta a otro de los hijos de los mencionados Martín Ruiz de Abendaño y Mencía de Gebara que ya señoreaba el territorio, de nombre Juan de San Juan (nacido en Urkizu 1320-1394), I señor de Villarreal de Alaba y Ballestero Mayor de Castilla, llamado así por la heroica defensa de los Abendaño encerrados durante un mes en San Juan de Gaztelugatxe en 1334 contra las tropas castellanas de Alfonso XI, el cual quería hacerse con el señorío frente a Juan Núñez de Lara. La cláusula dice así:

"Otrosi, por quanto, al tiempo que nos dimos el dicho previllejo a la dicha Villanueva de Miravalles mandamos por una cláusula de suso, en el dicho previllejo contenido, que los homes buenos de la dicha villa diesen en cada año al dicho tesorero en emienda del monasterio de Olavarrieta con su término e términos, dimos a la dicha villa por termino de aquella quantia que fuese fallada por los libros de nuestros contadores en que Juan de Sant Juan de Abendaño tenía de nos en quenta de la tierra que de nos tenía el dicho monesterio, fue fallada por los dichos libros que el dicho Joan de Sant Juan tenía el dicho monasterio e con todas sus pertenencias e derechos en cada año en quantia de tres mill maravedis; 

(Al margen: merced del monasterio de Olabarrieta) es nuestra merced que los dichos concejos, oficiales, escuderos e labradores e pobladores de la dicha Villanueva de Miravalles hayan para siempre jamas por término de la dicha Villanueva al dicho monasterio de Olabarrieta con su término e derechos e pertenencias, segund que de suso en el dicho previllejo se contiene, e que den e paguen en cada año al dicho nuestro tesorero por los tercios del año los dichos tres mill maravedis en emienda del dicho monesterio".



Comerciantes bizkaínos

Esta nueva villa estaba en el camino de los puertos de Orduña o de Altube por el señorío del valle de Llodio (gobernando por parientes de los Haro y los Ayala, donde acababa Bizkaia entonces), camino también muy antiguo, ya que por él discurrió una calzada romana, pero que entonces se vio muy beneficiado pasando a ser el principal del señorío de Bizkaia (para más información sobre el señorío de Llodio: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/05/las-tenencias-nabarras-de-llodio-y-ayala.html).

Por tanto, gracias a la fundación de la villa de Bilbao y su gran auge comercial, el camino de Areta-Llodio, ganó en relevancia desplazando a todos los demás, pero provocó una lucha por el control del comercio en Bizkaia que está en la base de la Guerra de Bandos.

Cruce de Areta en Laudio-Llodio


4. EL REPARTO DE MONASTERIOS COMO PREVENDAS DEL SEÑOR

Tal y como demuestra el historiador bizkaíno E. Labayru (Batangas en Filipinas 1845-Bilbao 1904) en su "Historia de Bizcaya" (1900), en el siglo XIV, había: "En suma: veintiocho iglesias (28) que pasan por diviseras o fundación particular (...) ante sesenta y una (61) que no tienen ese origen (de realengo), cuatro (4) dudosas y algunas, muy pocas también, de desconocido principio". 

Entre las realengas, estaba por ejemplo, Andra Mari de Galdakano, fundada por Sancho de Galdakano en el siglo XII venido desde la corte Nabarra, lo que nos indica un "traspaso" de la propiedad de la fábrica. 

Sigue comentando Labayru: "Un buen número de contiendas y litigios se ha evidenciado cuán ilegítimamente arrogaron muchos particulares el título de patronos diviseros, del cual les despojaron la Real Cámara una veces, otras la Cancillería de Valladolid, y algunas la Sagrada Rota (tribunal del Vaticano)". 

También hubo litigios por patronazgos entre los banderizos y los Concejos municipales en Lekeitio, Begoña, Lezama, Mungia y un largo etc.

Lekeitio, basílica Andra Mari de la Asunción de Nuestra Señora

Lekeitio grabado del s. XVI, era la cuarta villa de Bizkaia en importancia tras Bermeo, Bilbao y Durango


En su trabajo “Iglesia, religiosidad y sociedad en el País Vasco durante el siglo XIV” (2007), el doctor en historia y especialista en el medievo vasco, Ernesto García Fernández, comenta que: “Los señores de Vizcaya y la propia monarquía tuvieron importantes derechos de patronato sobre iglesias del País Vasco (sic.). Ambos poderes institucionales utilizaron dichas prerrogativas socio-eclesiásticas para reforzar su autoridad desde un punto de vista político y social, así como para afirmar las relaciones de vasallaje con los caballeros vizcaínos y guipuzcoanos fundamentalmente (…).

 

Los obispos intentaron acabar con dicho modelo recurriendo para ello a las Cortes Generales de la Corona de Castilla, pero los nobles vascos o de origen vasco y aquellas villas que también poseyeron derechos de patronato sobre iglesias parroquiales supieron por una parte darle la vuelta a los argumentos de los eclesiásticos y por otra conseguir el apoyo del rey, en un momento en que el linaje de la Casa de Ayala estaba bien posicionado en las esferas de la Corte. (…).

 

No sólo la nobleza se benefició de este modelo de relaciones socio-religiosas –entre los que hay que incluir de manera particular a los señores de Vizcaya–, sino también los concejos de algunas villas vascas, que dispusieron del patronato pleno o compartido con los clérigos beneficiados de sus respectivas parroquias, algunos conventos (San Francisco de Bermeo y San Juan Bautista de Quejana), monasterios (San Millán de la Cogolla), iglesias colegiales (Santa María de Cenarruza) y la propia monarquía castellana que disfrutaron de prerrogativas similares sobre numerosos monasterios e iglesias parroquiales del País Vasco".


Ziortza-Zenarrutza

 

Sigue relatando el medievalista alabés: "Los señores vizcaínos y los reyes castellanos en Guipúzcoa y en Vizcaya, desde el momento en que alcanzaron la titularidad sobre el Señorío, utilizaron los derechos que disfrutaban sobre todo iglesias y monasterios vizcaínos y guipuzcoanos para recompensar e incentivar fidelidades, así como para ensamblar sus relaciones de vasallaje principalmente con los pobladores del Condado y de la Provincia.

 

(…) Desde luego, en Vizcaya en 1383, los clérigos beneficiados de estas iglesias de patronato se dirigieron a Juan I, rey de Castilla, a la sazón señor de Vizcaya, para solicitar un mejor reparto de las rentas ingresadas en las iglesias en concepto de ofrendas. Este dato pone sobre la palestra uno de los reiterados motivos de conflicto entre clérigos y señores de patronato. Lo llamativo del asunto es que detrás de muchas de las concesiones de patronazgo se encontraron los señores de Vizcaya o los reyes de Castilla.

 

Yo estoy igualmente convencido de que estos templos cristianos se convirtieron en instrumentos de dominación señorial desde el momento en que una serie de linajes percibieron diferentes derechos de patronato u obtuvieron prerrogativas especiales en relación con el conjunto de los parroquianos a ellos adscritos.


Linajes solariegos vascos como los Guevara, Lazcano y Balda en Guipúzcoa y en Vizcaya, los Albiz, Arteaga, Yarza, Ibáñez de Marquina, Marzana, Ibarguen, Zaldívar, Bérriz, Leguizamon, Ayala, Avendaño, Meceta, Villela, Múgica, Anuncibay, Butrón e Ibargoen gozaron de compensaciones similares otorgadas la mayoría de ellas por los reyes castellanos o los señores de Vizcaya en el curso del siglo XIV".



 El mapa sería de finales del siglo XIV y principios del XV, en él se ve cómo los señores de Bizkaia y reyes de Castilla, compraron la lealtad de los díscolos Abendaño, cabeza de los ganboínos, con los patronazgos de iglesias entre otras prebendas, como la de Santa María o Andra Mari de Galdakano 



"(...) En 1391 Juan de San Juan de Abendaño, Juan Alonso de Mújica, Gonzalo Gómez de Villela y Juan García de Areilza, caballeros vizcaínos, siendo menor de edad Enrique III, le tomaron juramento en Burgos de que se desplazaría lo antes posible a Vizcaya para jurar sus fueros, privilegios, buenos usos é buenas costumbres, libertades mercedes y tierras, según se acostumbró por los otros señores. 

Los cuatro caballeros, supuestamente representantes de los intereses de la Tierra Llana, se preocuparon de recordar al monarca que Vizcaya estaba exenta del pago de tributos a los obispados de Burgos y Calahorra (los obispos no pudieron pisar tierras bizkaínas hasta comienzos del siglo XVI, tal y como se recoge por primera vez en el Fuero Nuevo de 1526, lo que es totalmente anómalo). De esta manera protegían sus derechos de patronazgo”.


 

En la Crónica de los reyes de Castilla se comenta lo mismo: “Señor: así es verdad que de quatrocientos años acá, así que non es memoria de omes en contrario nin por vista nin oído, vos, Señor, en Vizcaya e Guipuzcoa e otros logares, e nosotros e otros Fijosdalgo que aquí non son, levamos siempre los diezmos de tales iglesias como ellos dicen, poniendo en cada iglesia clérigo, e dándole cierto mantenimiento e diezmos señalados al dicho clérigo o clérigos que sirven las tales iglesias”.

 

5. EL MODELO DESCENTRALIZADO Y SEMI-FEUDAL DE ESTADO


Dentro del reino de Nabarra, los castillos y el territorio eran gobernados por funcionarios del rey, llamados tenentes y subtenentes. Hoy, tenemos constancia de al menos 10 castillos nabarros en Bizkaia, una veintena en Gipuzkoa y muchos más en Alaba (Antton Arrieta Valverde "Euskal Herriko Gazteluak"). 

Tras la conquista de la Nabarra Occidental por Castilla (1199-1200 https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/bizkaia-fue-invadida-entre-1199-1200.html), el modelo cambió radicalmente, los castillos del rey pasaron a manos privadas y las casas torre de los Parientes Mayores tomaron las dimensiones y defensas de estos castillos (https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/09/origen-de-la-guerra-de-bandos-en-bizkaia.html).


Torre Madariaga en Busturia (Urdaibai),  perteneciente a los señores de Bizkaia Eneko López y Toda Ortiz, antes de quemarse en 1928


Castilla y León era un reino con un modelo político descentralizado y atomizado (común a casi toda Europa), con una corona sin casi presencia en el señorío y lejana para los bizkaínos, lo que provocó la escalada social de las familias favorables a la causa de los Haro-Trastámara o bando oñacino. 

Familias locales que eran los verdaderos gobernantes gracias a sus ejércitos, el control que ejercían sobre la iglesia católica y el control de los medios económicos (ferrerías, molinos, canteras, seles, ejidos etc.), familias que pasaron de sus solares en la Tierra Llana a controlar las nuevas villas, sombra alargada a la que se fue arrimando en el siglo XIV y XV el bando rival de los ganboínos. Pero, su gran poder, era por ser el ejército y la policía en nombre del rey, más, cuando las Hermandades fracasaron en Bizkaia para perseguir a los bandidos e impedir los excesos de los banderizos (solo funcionaron a finales del siglo XIV con Gonzalo Moro, pero no con la fuerza de Gipuzkoa o Alaba como hemos visto).

Era un modelo semifeudal, pero donde los Fueros o leyes del señorío permitían unas mismas leyes para todos los bizkaínos.


El historiador Jon Andoni Fernández de Larrea Rojas, explica como: “Al igual que en el resto de Europa Occidental, los monarcas castellanos bajomedievales utilizaban dos mecanismos básicos de reclutamiento militar. En primer lugar la obligación de todos los súbditos de defender el reino y, en segundo lugar, la obligación de los vasallos de prestar un servicio armado a cambio de los “feudos” de los que gozaban por mano del rey (…).

La mayor parte de nuestra información procede de las notificaciones remitidas al tesorero de Vizcaya anunciándole la concesión de alguno de estos feudos de bolsa y proceden mayoritariamente del siglo XV. No obstante algún testimonio anterior nos permite documentar su existencia al menos a mediados del siglo XIV.

(…) los feudos de bolsa eran donaciones a voluntad del señor, pero en realidad su disfrute era vitalicio. Aún más, la práctica común era que los hijos sucediesen a sus padres en la concesión de lanzas y ballesteros e incluso que los feudos pudieran traspasarse, eso sí con consentimiento del señor (…) por los relatos cronísticos y textos de las ordenanzas de hermandad, parece que los Parientes Mayores reclutaban sus contingentes armados fundamentalmente por otros mecanismos, vinculándose entre sí y con sus propios seguidores mediante fórmulas feudo-vasalláticas (…)".

Es decir, los reyes y señores pagaban estas partidas de gente armada de forma vitalicia, a las que reclamaban sus servicios en cualquier momento, como en el caso de los reyes de Francia a los Haro a finales del siglo XIII como hemos visto.

Las informaciones conservadas nos permiten afirmar, que los sistemas con los que los Parientes Mayores levantaban sus fuerzas militares, eran similares a los que empleaban el rey de Castilla y el señor de Bizkaia, o sus contemporáneos en Nabarra, Francia o Inglaterra. La creación del ejército permanente castellano al final del siglo XV, en 1493, no supuso el final del sistema y todavía en 1521 y 1529 se siguió llamando a la guerra a los Parientes Mayores, como durante la invasión de Alta Nabarra o la Guerra de los Comuneros, donde el papel de los Butrón o de los Abendaños, será muy relevante.

Un registro de cuentas del señorío de Bizkaia del año 1489, nos permite conocer el número de vasallos que debían prestar servicio armado, llegando a sobrepasar el 83% del desembolso de aquel añoEl sistema siguió en vigor a lo largo de todo el Antiguo Régimen y todavía en 1807 era mencionado su pago. 


Lanzas y ballesteros de Bizkaia para el año 1489:

Terrestres Lanzas 93 Ballesteros 145

Mareantes Lanzas 142 Ballesteros 101

Total Lanzas 235 Ballesteros 246


Por ejemplo, en el libro mencionado de Arsenio Dacosta, se señala un documento de 1486, en el que se designa como «Nómina del repartimiento de los çient e çincuenta honbres lançeros e ballesteros que han de servir los vasallos de las villas e tierra llana de las Encartaçiones (…) en la guerra contra los moros del reino de Granada». En total hablamos de algo menos de quinientos hombres armados para la década de los 80, cifra que podría coincidir con la del servicio militar regular del señor en Bizkaia a finales del siglo XV.

Tal y como explica Andoni Fernández de Larrea, esto permite confirmar que el servicio de lanzas está bien reglado en tiempos de los Reyes Católicos y, también, que de él se benefician de forma irregular cincuenta y dos linajes de Bizkaia. Cada linaje disponía de dos o tres juros de media, esto es, dos o tres servicios de armas acordados, a una media de dos lanzas y dos ballesteros por servicio. Evidentemente, los más importantes linajes —Abendaño, Butrón, Leguizamón, Salazar, Arteaga, etc.— son los que concentran el mayor número de juros y lanzas directamente a su servicio. 

Según el historiador Sabino Aguirre, el propio muñatón Lope García Salazar, contaba por esa fechas con 1.500  hombres, aunque puede que sea exagerado, ya que las tropas regulares del señor de Bizkaia en las Enkartaciones era por entonces de 150 lanzas y ballesteros. Pero la cifra parece muy exagerada.

El contingente más numeroso del siglo XIV, fue el reclutado por Beltrán Belez de Gebara en 1362 y que alcanzó los 408 hombres a favor de Carlos II "el Bravo" de Nabarra. El señor de Oñate, cuyos dominios se extendían en aquellos años por Alaba, Gipuzkoa y Alta Nabarra, era probablemente uno de los nobles con una mayor capacidad de convocatoria. Tras el tan sólo Pedro López de Murua, señor de Amézqueta, era capaz de reunir un máximo de 121 combatientes en 1368, a los que se podían añadir los 60 reclutados por sus hermanos. El resto de los vasallos alabeses y guipuzcoanos de Carlos II de Nabarra, contaban sus hombres por decenas, con contingentes de entre 10 y 50 hombres. En toda Nabarra (Alta y Baja), en ese siglo, solo cabía reclutar a unos 3.000 hombres de armas.


LA ARMADA DE BIZKAIA


No se nos olvida comentar, uno de los aspectos más importantes para corona de Castilla de la Nabarra marítima y la fundación de villas marineras de la mano de Ernesto García:

"La solicitud de la flota vizcaína o guipuzcoana por parte de la Corona de Castilla con fines bélicos y la demanda de los ejércitos castellanos de la sobresaliente producción armera guipuzcoana y vizcaína acabaron absorbiendo no pocas de las rentas de la monarquía. Estas circunstancias supusieron una inyección de dinero que desembocó en las manos de mercaderes, armadores, transportistas, artesanos y de otras gentes procedentes del País Vasco, que percibieron cantidades económicas considerables provenientes de la hacienda regia".


Desde 1484 existía además un acuerdo desastroso firmado con Fernando II de Aragón "el Falsario" –firma como rey de Las Españas desde 1492-, por el que los nabarros costeros de Gipuzkoa y Bizkaia se sometieron a levas forzosas -armar buques y marinos para las conquistas y guerras del aragonés-, a cambio de nuevos caladeros y puertos comerciales, pues se encontraban constreñidos ante tanta hostilidad al libre comercio. Los gastos hasta la embarcación corrían por cuenta de las Diputaciones, y a partir de ahí pagaba la Corona española. Cuando no salían voluntarios suficientes, se echaba a suertes, este método causaba tantos incidentes que las Diputaciones crearon una sección especial para la resolución de los conflictos.

Incluso, reinando los Reyes Católicos, se creó la llamada "Armada de Vizcaya" a finales del siglo XV de 900 hombres (Bizkaia en su sentido amplio de toda la Nabarra Occidental). Esta armada de Bizkaia, operaba desde Bermeo, pero comandada por el bilbaíno Juan de Arbolantxa. Contaba con una carraca (la nave principal de 1000 toneladas), 4 naos y una carabela. En realidad, solo funcionó como armada profesional durante un año (1492-1493), entre sus cometidos estuvo el de llevar a Marruecos al último rey de Granada, Boabdil, siendo la Armada comandada por el almirante Iñigo de Artieta de Lekeitio (aún se puede ver en la basílica de la Asunción de nuestra Señora de la villa lekeitiarra, está la tumba de éste marinero).

Sepulcro de Iñigo de Artieta, con sus donaciones como corsario y pirata, se pudo pagar el retablo en pan de oro del altar mayor de la basílica Nuestra Señora de la Asunción de Lekeitio

CONCLUSIÓN

Los marinos baskones ya navegaban por todo el mundo conocido como lo demuestran diferentes libros comerciales de Brujas de 1200 y los barcos de la Nabarra marítima en el puerto egipcio de Alejandría descritos por Benjamín de Tudela en el 1170 (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/la-marina-nabarra.html).

La Nabarra marítima junto a Alaba, era interesantes para Castilla por poseer buenos puertos, buenos marinos, constructores de barcos, ferrones, canteros, o mineros  de reconocido prestigio. Pero, sobre todo, por la posibilidad que le daba a la corona castellana de tener una gran flota naval que ansiaba y no tenía por no poseer apenas costa, pues Castilla en ésta época apenas tenía salida al mar, ya que no se unió al reino de León-Asturias definitivamente hasta 1230 con Fernando III.





Por ello, los señores de Bizkaia decidieron fundar villas, pese a la gran resistencia de los bizkaínos. Se trató en un principio de villas costeras que atraían más población a las actividades marineras de la que recaudaban grandes cantidades de dinero, y después, hicieron lo mismo en los nudos comerciales de la provincia. 

Puerto de la Paz en Abando, proyecto de Zamakola

Por tanto, la intervención constante y desde la lejanía de los señores de Bizkaia en los asuntos económicos y sociales del señorío, desequilibró las rentas y los intereses de los Parientes Mayores. La situación llegó en el siglo XIV incluso a una lucha abierta contra la nueva villa de Bilbao, la cual siempre se llevó mal con los intereses de los bizkaínos representados en sus Juntas Generales de Bizkaia (en la cuales la villas no participaron de forma continua hasta mediados del siglo XVI y de forma general desde la Concordia de 1630 https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/11/la-lucha-entre-las-anteiglesias-y-las.html), situación que se prorrogó hasta el siglo XIX (como con la matxinada conocida como "zamakolada"). 


El conflicto de intereses no acabó parcialmente hasta la creación de una segunda villa en Bizkaia, sobre una población casi inexistente hasta entonces, la de Villanueva de Miravalles en el barrio de Ugao de la anteiglesia de Santo Tomás de Olabarrieta (hoy Zeberio), como acabamos de ver.




Además, los López de Haro quisieron potenciar el comercio marítimo con la creación de un importante puerto interior ajeno a la pesca o la caza de la ballena, por donde además exportar los productos castellanos, especialmente su lana. Para ello eligieron el antiguo puerto interior de Begoña, un pequeño centro de "mareantes" o comerciantes bermeanos con sus pequeñas embarcaciones. 

Es así como le dieron un alfoz o territorio que incluía importantes minas de hierro y el control de uno de los principales pasos comerciales de Bizkaia con los impuestos como el de prebostazgo y portazgo, lo que provocó un fuerte enfrentamiento entre los Parientes Mayores o principales familias del señorío, las cuales se vieron perjudicadas o beneficiadas por estas decisiones. 

Es muy probable que estos parientes ya estuvieran enfrentados o divididos en bandos durante la invasión de Castilla (hay que recordar que es un proceso que empezó en el año 1076 y duró hasta el año 1200), ya que Castilla beneficiaba un modelo feudalizante en muchos aspectos (casi inexistente entonces con Nabarra), que interesaba a las familias más poderosas por los privilegios, patronazgos y prebendas que les otorgó la corona de Castilla como señores de Bizkaia, que solo atendía a sus necesidades económicas y bélicas. 

Casa torre de los Gebara del siglo XIII cercana al castillo (reconstrucción "Historia General del País Vasco" dirigido por Julio Caro Baroja)




“Cuando los Estados que se conquistan, como hemos dicho, están acostumbrados a vivir en libertad y a tener sus propias leyes, hay tres formas de conservarlos: la primera es destruirlos, la segunda ir a vivir allí personalmente y la tercera dejar que sigan viviendo con sus leyes cobrándoles un tributo y creando en su interior gobiernos oligárquicos que los mantengan fieles a ti. Porque dichos gobiernos saben que, al haber sido creados por el príncipe, no pueden subsistir sin su poder y su amistad (…)”.


Al escribir este párrafo Nicolás Maquiavelo en “El príncipe” (s.XVI), describió el tipo de gobierno de un Estado imperialista y descentralizado, con pocos funcionarios estatales (jueces, militares, recaudadores, administración...) y cuya unidad se basaba en la lealtad comprada de las élites locales, política de explotación colonial que ya se conoce desde época romana, con las escuelas para los hijos de los líderes indígenas para controlarlos, como en el pirineo oscense con Sertorio, por ejemplo.


Todo ello, será el germen y el armazón de la "Guerra de Bandos", que duraron, nada más ni nada menos, que 400 años (para ver cómo acabaron estas disputas, podemos leer: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/guerra-de-banderizos-tras-la-conquista.html).







EL FINAL DE LAS GUERRAS DE BANDERIZOS

“Los conflictos, las guerras privadas, que agitaron la existencia de la nobleza vasca en los siglos finales de la Edad Media, y que conocemos de forma común como la Lucha de Bandos, se desarrollaron dentro de un marco referencial de gran similitud con el resto de los espacios de Europa Occidental. Las causas, las manifestaciones, las formas organizativas, incluso las manifestaciones culturales emanadas de la misma no hacen sino mostrarnos cómo la nobleza vasca bajomedieval actuaba en unos parámetros no muy diferentes de sus homólogas europeas. Estas similitudes refuerzan la idea de una nobleza europea que comparte un fondo común de usos, prácticas e ideología más allá de las fronteras políticas” Jon Andoni Fernández de Larrea “Las guerras privadas: el ejemplo de los bandos oñacino y gamboino en el País Vasco”.


Según el Fuero de Bizkaia se llamaban “Casas fuerte” frente a las “casas llanas” o sin carácter defensivo: “Cualquier vizcaíno pueda hacer en Vizcaya, en su hereda propia, casa fuerte llana cual quisiese” (Fuero nuevo 1526).

En Bizkaia hay todavía 166 casas-torre, de las cuales 55 están en las Enkartaciones (tierras fronterizas y de repoblación), 22 en Ibaizabal-Nervión, 25 en la merindad de Uribe, 12 en Busturia, otras 12 en el Duranguesado y Bedia-Arratia, 6 en Markina, 5 en Orozko-Orduña por ejemplo (según el catálogo de Ybarra y Garmendia).

Pero en general, la torre clásica fue vivienda del Pariente Mayor, a quien no existía la obligación de tributar, y a quien se allegaban varios vecinos unidos por lazos de parentesco (lazos de sangre). La figura del Pariente Mayor no era hereditaria del todo, recaía sobre el más capacitado dentro de la familia cabecera.

Normalmente, la torre es el solar del que derivan todos ellos, origen del clan y al que todos se reconocen ligados. El dueño de la torre es el "mayor", aquel en quien el solar ha recaído en herencia generación tras generación, en forma de mayorazgo. El mayorazgo no tenía por qué recaer sobre el mayor, era común dividir las propiedades entre los hijos e hijas. También recae en él la obligación de proteger a los partidarios -allegados- que le reconocen como tal Pariente Mayor. Esto se simbolizaba en las torres antiguas, manteniendo en lo más alto de ellas los siguientes elementos: una caldera, un cuerno que servía para llamar al clan y el pendón familiar.

Recreación de la torre de Butrón

La transformación de las torres es simultánea a los cambios sociales que se manifiestan con claridad desde fines del XV. Vino dada por el cambio de ocupación de sus moradores, que fueron obligados a renunciar a cualquier tentación guerrera, tanto por la autoridad real, como por la fuerza de las "Hermandades" y por los propios vecinos, antes aliados, que ahora ven en la torre una amenaza. Pero, fundamentalmente, por la inercia de los tiempos y de las circunstancias que exigían la retirada de los "Parientes Mayores guerreros" como líderes de la sociedad para que la dirección de la dinámica social se entregase a la actividad de los comerciantes, mercaderes, militares, navegantes, empleados públicos, etc. Se crean las “Hermandades de villas” a finales del siglo XIV pero sobre todo durante el XV, contra los banderizos.

Existieron otras torres pertenecientes a Parientes Mayores que detentaban un gran poder, aunque no pueden, por diversos motivos, llegar a considerarse "señores feudales". Entre ellas mencionamos las torres pertenecientes a las casas tenidas como cabecillas de los dos principales bandos en que se hallaba dividida la sociedad bizkaína medieval: la casa de Abendaño, al frente de los ganboinos, y las de Salazar-Muñatones y Butrón-Muxica, al frente de los oñacinos. Como es lógico, sus torres sobresalían por su grandiosidad de las del resto de sus convecinos. Con todo, el grueso de las torres vascas está compuesto por edificios menores, que se hallan diseminados por todo el país.

El palacio gótico aparece en Bizkaia a finales del siglo XV, coincidiendo con el final de las luchas banderizas, como residencia sustitutiva de la torre, tanto en la urbe como en el campo, de los Parientes Mayores, comerciantes y granjeros acomodados.

Batalla entre bando en el siglo XV


Al término del siglo XV y comienzos del XVI, acabaron las guerras de banderías que habían asolado toda Euskal Herría, aunque la pacificación definitiva no vino hasta la Concordia de 1630. La pacificación del territorio hizo evolucionar el prototipo de Pariente Mayor, creando una nueva figura: dejaban atrás al guerrero para dedicar sus esfuerzos principalmente al comercio. Nacía un personaje "moderno", fruto de la "Edad Moderna", que participará en los acontecimientos más importantes de la Europa de los siglos XVI a XVIII. 

Seguirá definiéndose a sí mismo como "señor de la casa y solar tal o cual"; incluso sumará entre sus títulos el de ser "cabeza del linaje de su apellido o apellidos". Pero pronto dejará de ser una referencia parental, excepto para los estrictamente inmediatos. Los beneficios que aportaban a los mayorazgos las ferrerías, molinos, caseríos arrendados, tierras, censos, etc. transformaron a los señores de las torres en acomodados industriales, que fueron cambiando su torre residencial por palacios en las villas o hicieron modificar la torre hasta convertirla en un palacio campestre siguiendo, en ambos casos, modelos importados.




La fiebre constructiva del siglo XVI - rebasado ya el primer cuarto de siglo-, se debió a los momentos de prosperidad alcanzados por las nuevas clases sociales que habían emergido, ocupando puestos de relieve, y que, enriquecidos, hacían construir sus casas palaciegas tanto en las ciudades como en el campo. La nueva vivienda, construida por el antiguo guerrero y el nuevo burgués, mantendrá reminiscencias de la antigua. 

Sin embargo, dejará atrás muchos defectos -la falta de luces- y le añadirá otras formas, destinadas a cubrir nuevas necesidades (granero superior sustituto del almenado). Pero tampoco querrá que su vivienda se asemeje a la de un labrador común; y para ello la quiso diferenciar del caserío típico; algunas formas de diferenciarse son: poca madera, mantenimiento de viejos esquemas (patín, arcos) que añadan impronta señorial, utilización de elementos cultos, considerable grosor en los muros (mayor que el de un caserío, aunque sin alcanzar el de las torres), alguna aspillera, escudo de armas... 




Se trata de un edificio nuevo, que experimenta con varias formas, tomadas, fundamentalmente, de la arquitectura existente en el en torno (torres, casa urbana, caserío), sin que consiga desembarazarse de los estereotipos existentes. El ejemplo más claro de este tipo de construcciones lo encontramos en la "casa-palacio-torre" de Aranguren (o el desaparecido de Urreta en Galdakano)”. “Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos” de la Diputación de Bizkaia, web www.euskadi.net.


La adhesión a bandos fue tardía en Bizkaia y tuvo lugar cuando los Butrón y los Abendaño se definieron como oñacinos y ganboínos, respectivamente. Tal vez debido a la tardanza, se mantuvieron las luchas aquí durante más tiempo que en el resto de Euskal Herria.



Castilla, tras la invasión de la Nabarra occidental, siguió la política emprendida por el rey nabarro Sancho VI el Sabio, reafirmando los fueros de villa dados por Nabarra y dando otros nuevos, para contrarrestar de este modo el poder de estos señores feudales de cuya codicia se había servido la propia Castilla para invadir la Nabarra Occidental (y después hará lo mismo con el resto del reino ), de la que quedó fuera Galdakano.

Las nuevas villas que creó Castilla en la nueva frontera entre la Nabarra Occidental y el territorio nabarro que se mantuvo independiente (villas amuralladas como Kanpezo, Salvatierra-Agurain, Tolosa, Ordizia, Segura, etc.), buscaban dominar la frontera mediante verdaderas fortalezas que eran estas villas, dependientes directamente del rey castellano y con obligación de defensa por los villanos contra una posible recuperación del territorio por sus reyes naturales, a cambio de los privilegios del fuero de villa, por eso Castilla multiplicó el número de las mismas.
Bengoetxe baserria, Loiu, siglo XV-XVI

En el XV, los campesinos y las Hermandades, temerosos de las pendencias y desmanes de los Parientes Mayores -los únicos interesados en mantener las discordias- acudieron a Enrique IV en busca de ayuda. El rey hizo derribar o quemar numerosas torres o privarlas de sus elementos guerreros. Según Lope García de Salazar, en Gipuzkoa solamente quedaron intactas la de Olaso y la de Untzueta. Muchos de sus dueños fueron desterrados. 

El reinado de los Reyes Católicos y las medidas ordenadas por estos, recortando drásticamente el poder de los Parientes Mayores, potenciando las Hermandades y dictando nuevas ordenanzas en los pueblos y villas para que no se siguiese "voz ni apellido" de Pariente Mayor, significaron la definitiva desaparición de los banderizos y de sus fortalezas (Fernando el Católico prohibió, en 1498, que en adelante se construyesen en Bizkaia nuevas casas fuertes). Los últimos conflictos armados de importancia se dieron poco antes de la Guerra de las Comunidades. Los Parientes Mayores desaparecieron en aquel tiempo porque su función también desaparecerá, aunque siguieron denominándose durante algún tiempo. Su existencia formal se dilató en el tiempo, mientras pervivieron sus mayorazgos, pero no serán el referente de su linaje ni tampoco encabezarán huestes armadas, a pesar de que sigan detentando títulos y, como en el pasado, esté en sus manos la mayor parte del poder económico.

Algunos Parientes Mayores convertidos en mercaderes abandonaron el campo y se trasladaron a las villas, viviendo del producto que les proporcionaba el arrendamiento de sus propiedades -caseríos, molinos y ferrerías- y de sus inversiones mercantiles. Los que permanecieron en sus torres sometieron a estas a grandes cambios, modificándolas de una forma más acorde con las nuevas necesidades, transformándolas en residencias señoriales, eliminando elementos guerreros y dotándolas de mayor número de luces. A otras las convirtieron en casas de labor, cuyas funciones no diferirán en absoluto de las del caserío".


El nombre de los bandos viene del lugar en el que partieron los principales cabecillas: Ganboa (Alaba) y Oña (Burgos), “al pie” en castellano (en el sentido de mojón), donde está enterrado Sancho III el Mayor (como en Oñati-Oñate= ate=paso, a pie de las montañas, inicio del paso).

Los ganboa provienen de un segundón de Iñigo o Pedro Velaz de Gebara que se instaló en Ullibarri-Ganboa y un hijo bastardo suyo que se afincó en Zumaia, donde se crea la rama gizpuzkoana de los ganboa. Los Oñaz nacen de Martín López de Murua, que aparece firmando una escritura en Azpeitia en 1319 y que murió en Usurbil en un vado en uno de los primeros enfrentamientos entre linajes, y que fue, según García Salazar, el origen común de las cinco ramas de los oñaz: Lazkano (el principal), Amezketa, Loiola y Ozaeta-Gabiria. Cuenca media del río Oria y el interior del río Urumea. Los primeros enfrentamientos entre linajes datan de finales del siglo XIII. Había tres clases de nobleza, los Ayala, Mendoza y Gebara, afincados en el país y en Castilla donde eran ricoshombres, los oñacinos y ganboinos afincados sólo en el país y los hijosdalgo que dependían de éstos.

La familia de los Oñaz era la más perjudicada ante la nueva frontera tras la invasión de la Nabarra Occidental por tener intereses en Urbasa, Goierri gipuzkoano, pero también dentro del reino en la Burunda o en Aralar: tierras a caballo entre la tierra invadida y la Nabarra libre (según A.Clavería “Historia del País Vasco Tomo IV). La propia Castilla promovía éstos actos vandálicos en reino ajeno para mantener la tensión fronteriza y evitar la ociosidad de sus huestes o el pillaje en territorio propio. 

Ballestero vasco del siglo XVI,  
similar al que aparece en el escudo de armas de Galdakano


El hecho más sonado partió de los gipuzkoanos cuando una de esas huestes decidió tomar el castillo de Gorriti fronterizo de donde partían las escaramuzas desde el reino; el propio gobernador de Nabarra recuperó la fortaleza y quemó Berastegi (Gipuzkoa), pero los banderizos gipuzkoanos-oñacinos plantaron cara a la expedición a la que derrotaron en Beotibar.

“Batalla de Beotibar”, canto épico más antiguo en euskera de 1321:

“Mila vrte igarota
vra vere videan.
Guipuzcoarroc sartu dira
Gazteluco echean,
Nafarroquin batu dira
Beotibarren pelean”

Versión de E.Garabay, Compendio Historial, Amberes 1571


Los oñacinos robaban en el siglo XIV en el reino de Nabarra, pero hacían también incursiones por Castilla y robaban de igual modo a los mercaderes de Burgos, aunque no se suele mencionar tanto. Las luchas de los llamados banderizos por las diferentes opciones estatales estaban en su máximo apogeo.


Son oñacinos:

Son oñacinos las familias de Butrón y los Billela en Bizkaia, Lazkano en Gipuzkoa (Juan López de Lazkao es el iniciador de la dinastía), Mendoza en Alaba (Mendiotza) y Senpere (Saint Pée) o Amezkoa en Lapurdi (conocidos como los “Sabel Gorri”, cintos rojos). También son importantes la familia de los Amezketa, Loiola y Zabaleta (Gipuzkoa), Domezain y Luxe-Tardets (Bajar Navarra y Zuberoa, después beamonteses), Lizarazu, Usua y Santa María (Cize y Baigorri, en Bajar Navarra).

Ganboínos:

Se crea el bando cuando un hijo del Señor de Gebara se instala en el pueblo alabés de Ullibarri y Ganboa. Las principales familias ganboínas eran las de: Abendaño en Bizkaia, Olaso en Gipuzkoa, Gebara en Alaba y Urtubi en Lapurdi (“Sabel Xuri”, cintos blancos). También los Ugarte (Renteria), Alzate (Bera), Ezpeleta y Garro (Lapurdi), el país de Mixe y parte de Zuberoa.

Estas guerras de banderizos no se dan en Alta Navarra-Bajar Navarra hasta la ocupación castellana (beaumonteses-agramonteses), lo cual es un indicativo de un trasfondo político relacionados con la ocupación del reino nabarro y la lucha por el poder. En la hoy provincia de Nabarra o Alta Navarra y Bajar Navarra, la lucha banderiza se dará en el reinado de Juan II Trastamara de Aragón (padre de Fernando el Falsario, “el Católico” en España), entre Beaumounts, familia bastarda de los Evreux (apellido de origen normando donde poserían numerosas tierras y pertentencias) cuyas tierras eran principalmente del “saltus” o la Nabarra húmeda y Pirenaica (oñacinos en el resto del País Vasco), partidarios del rey Juan II de Aragón, el Usurpador, (las familias oñacinas de Iparralde en un momento dado son partidarios de Inglaterra frente a Francia), y los ricos-hombres bajo nabarros de Agramont cuya tierras eran proncipalemente del “ager” o ribereñas (el bando ganboíno en el resto del País Vasco), partidarios de los reyes legítimos de Nabarra, los hijos del rey aragonés y la reina de Nabarra.



Euskarazko esaera zaharrak:

“Butroeko meniak gazti ez iskilosai etxi (utzi), ez dute bake itunik errespetatzen”

“Gonzalo Moro tati, tai, gaxtoa gaxtigaetan daki”, Gonzalo Moro, Consejero de Juan II, rey de Castilla que castigó a los banderizos Oñaz y Ganboa.

Cervantes en “La gitanilla”, escribe: “pensará que va a Oñaz, y dará en Gamboa”.

“También en este año 1407 pelearon en Bilbao los bandos de Leguizamón y Zurbaran, y no hacía mucho que en Altamira de Busturia lucharon también Butrón y Múgica con los de Arteaga. En 1409 quemó Gonzalo Gómez de Butrón la torre de Lezama, el cadalso de Zamudio y el de Aranguren. En 1410 murieron en Somorrostro y Carranza varios banderizos, y en Orduña comenzó la lucha entre los de Zalduendo y Castro. (…)



Varios actos de ferocidad banderiza se ejecutaron en tierra vizcaína entre 1430 y 1435 por los zamudianos, los de Aedo, y los Giles y Negretes, recibiendo duro castigo por el Corregidor Pedro González de Santo Domingo, que desterró a varios y condenó a la pena de empozamiento al alcalde de Carranza, a pesar de lo cual se repitieron otras contiendas entre los linajes de Sopuerta y Galdames. (…)

El 10 de Marzo de 1457 vino a Vizcaya el rey Enrique IV, juró los Fueros, mandando derribar gran número de torres para entorpecer las luchas banderizas. El día 26 de Agosto del año 1463 se confirmaron en la Junta General, congregada so el arbol de Guernica, en nombre de su alteza el rey de Castilla, los Fueros que ya personalmente había jurado, y el acuerdo de la Hermandad que las Villas y Tierra Llana, hecho para reprimir las banderías que tenían desolada a Vizcaya.” Labayru “Compendio de la Historia de Vizcaya. (…)



“En estos años el desasosiego público en Vizcaya se mantenía tanto en la Tierra Llana como en las Villas. En las primeras primordialmente por las luchas entre linajes, y en las Villas porque entendían sus privilegios más allá de su justo sentido. Hubo siempre diferencia esencial entre la Tierra Llana, compuesta por sus setenta y dos anteiglesias y las Villas y Ciudad, por lo tanto la existencia legal y la vida civil y política de una villa no era lo mismo que la del infanzonado o Tierra Llana de Vizcaya y como las ordenanzas reales de las Villas no eran los fueros del Señorío, tratando de poner orden en todo esto los Reyes Católicos comisionaron al licenciado Garci López de Chinchilla para que extendiera un Capitulado con las villas con objeto de mejorar el bienestar de todos.

Lo más sustancial del capitulado era la prohibición de la asistencia a las Juntas Generales de Guernica a las Villas si no eran expresamente convocadas. Esta prohibición desapareció por la Concordia de 1630 entre las villas y el infanzonado”. Labayru “Compendio de la Historia de Vizcaya. (…)

Finalmente el rey de Castilla Enrique IV, el Impotente, en 1463 atajó estas luchas, desmochando las casa-torres de los señores feudales o aitonen semeak a la tercera parte, es decir reduciéndolas por arriba para que no sirvieran de defensa . La torre o castillo de Torrezabal no fue una excepción, y poco después aparece en unas escrituras de 1654 “la casa-torre derruida de Torrezabal en el barrio Zabala” (A.D.F.B. Corregimiento 911/9).

Las conocidas como “Capitulaciones de Chinchilla” (1483-1487) pusieron punto final a las confrontaciones. En 1483 el Licenciado Garci López de Chinchilla, comisionado de los Reyes Católicos, logró que Bilbao aprobara 11 ordenanzas parecidas a las de Vitoria de 1476 por las que se prohibían y perseguían los “bandos”. Pedro de Abedaño y Juan Alonso de Mugika, cabecillas oñacinos y ganboínos respectivamente, fueron condenados a destierro a Andalucía, para allí luchar contra los musulmanes españoles durante varios años, después tuvieron que rendir vasallaje y pedir perdón al rey castellano.

La ría de Bilbao en el siglo XVII


En un documento sobre el intento de los Reyes Católicos de acabar con la lucha de bandos en Bilbao en particular y en Bizkaia en general, queda acreditado que Idoibalzaga es uno de los árboles usados por la Tierra Llana o anteiglesias para sus reuniones y que en estas no participaban las villas, en el trabajo "Sangre en Bilbao: Familia, Linaje y Bando (1472-1587), lo narra Álvaro Cartajena del siguiente modo:

Desde 1435 se había intentado dejar fuera de los cargos concejiles a los banderizos, proponiéndose volver a la insaculación universal para la misma, sin éxito alguno. El 28 de febrero 1484 los Reyes Católicos confirman las ordenanzas realizadas por Chinchilla para la extinción de los males de la villa. La tarea fue ardua, ya que era bastante difícil trasladar las ordenanzas vitorianas a dos grupos amparados por leyes distintas: los hidalgos y aquellos que se regían por las legislaciones de las villas. Aunque inicialmente las ordenanzas iban a ser otorgadas solamente para Bilbao, el licenciado Chinchilla decide integrar al resto de villas en el proceso de composición del Capitulado. Como resultado de este proceso resultó el Cuaderno de Ordenanzas de Bilbao. “El Cuaderno fue mal acogido por los linajes de la Tierra Llana y de otras villas; […] En Bilbao mismo hubo problemas con su alcalde y regidores, hasta el punto de que Chinchilla fue enviado de nuevo con orden de tomar la vara y obtener una rigurosa sobre lo que en Bilbao y en las demás villas ocurría.” Debido a estos hechos, el 30 de febrero de 1484, (Doc. Nº 164) se emitirá una iniciativa al corregidor y a las demás justicias para que amparen la villa de Bilbao ante el temor de que se reanudaría la guerra de bandos.

El 2 de mayo 1487, en una carta personal del licenciado Chinchilla al condestable Pedro Fernández de Velasco, quien actuaba como presidente del Consejo de Castilla, era manifiesta su frustración ante la situación del Señorío. Este Fernández de Velasco no era otro que antiguo Condestable de Catilla de Vizcaya, al cual, habían derrotado los bandos en 1471 en la batalla de Munguía teniendo que renunciar al propio Señorío, a la construcción de un puerto y sus torres en Lutxana (Barakaldo). Chinchilla manifiesta que había obtenido un éxito pírrico, y a pesar de que había obtenido el compromiso de los alcaldes, procuradores y fieles de 15 villas, entre ellas la de Bilbao, la amenaza de los vecinos de Bermeo, quienes se había negado a acudir a la reunión, había provocado que la junta de villas acudiese a la de la Tierra Llana en la anteiglesia de Idoibalzaga (Errigoiti). El llamamiento de los Reyes Católicos se repite en 1494 y 1500, prohibiendo los bandos en los cargos municipales siendo éstos por insaculación universal y prohibiendo también el uso de todo tipo de armas.

La situación se prolongó realmente hasta la Concordia de 1630 cuando se produjo la paz definitiva, las 21 villas que tenía para entonces Bizkaia tomaron parte de las Juntas Generales encabezadas por la capital Bermeo, con asiento y voto primero por las villas, y en las mismas condiciones que las anteiglesias o Tierra Llana, encabezadas por la anteiglesia de Mundaka, con asiento y voto primero por de éstas . Es cuando Galdakano, volvió a ser una anteiglesia independiente de Bilbao.



“Las villas de Vizcaya, como creación especial y propia de los señores, separadas de la foralidad vizcaína y con constituciones distintas de la Tierra Llana, dependían directamente de los reyes de Castilla, mientras eran señores de Vizcaya. Por eso se regían por cartas pueblas, y cuando lo dispuesto en estas era oscuro o no se encontraba ordenado, se regían por el Ordenamiento de Alcalá, no disfrutando del Fuero vizcaíno hasta que llegó la Concordia en 1630” Labayru “Compendio de la Historia de Vizcaya”. Vamos a ver cómo ocurrió.

LA FORMACIÓN DE LAS JUNTAS GENERALES DE BIZKAIA

Tanto el Fuero Viejo de Bizkaia de 1452, como las Juntas Generales de Bizkaia, se crean por y para la Tierra Llana, la cual, desde el siglo XV, es toda ella "infanzona", es decir, no distingue entre sus habitantes, son todos ellos nobles, lo que supone que son iguales ante la ley o Fueros.

Por eso, las villas no participaban en las Juntas Generales de Bizkaia reunidas de forma permanente en Gernika desde el siglo XV, sino que tienen sus propias Juntas en las principales villas (Durango, Bilbao y Bermeo), a las que llaman "Regimientos", y cuando empiezan a participar de las Juntas Generales del Señorío, lo hacen agrupadas mediante sus representantes o Procuradores (https://lehoinabarra.blogspot.com/2019/12/errigoitia-la-ultima-villa-y-cuna-del.html)

Las villas, tampoco quisieron participar de los Regimientos Generales del Señorío (antecesores de las Diputaciones u órganos permanentes entre Junta y Junta), con constantes pleitos con la Tierra Llana o anteiglesias. 

Solo durante un breve período villas y anteiglesias compartieron las Hermandades contra los "malechores", de las cuales, se salieron pronto las anteiglesias, para finales del siglo XIV, y poco después, se disolvieron las Hermandades de las villas, fracasando así esta figura administrativa y penal en Bizkaia, introducida por los reyes de Castilla en todos los territorios de la corona (tuvieron más éxito en Gipuzkoa y Alaba).

Pacificación de los Banderizos ante el Corregidor Gonzalo Moro a finales del siglo XIV, único período en el que funcionaron las Hermandades en Bizkaia.
Recreación del siglo XIX, José Echenagusia


Dario Areitio y Mendiola en su libro "El gobierno universal del señorío de Bizkaia" (1943), habla de las Capitulaciones de Chinchilla del año 1487, en tiempos de los Reyes Católicos, donde señala cómo ninguna de las villas podía participar en las Juntas de Gernika, por ser éstas tan solo de la Tierra Llana o sin amurallar, las conocidas como anteiglesias:

"Por escusar los alborotos e escándalos e denegación de justicia e desobediencia e gastos e costas e otros males e inconvenientes que suelen acaecer e de fecho se suelen cometer e notoriamente se han cometido en las Juntas de la tierra llana e aprobando e ratificando lo que ya otra vez les fué mandado por el dicho Licenciado en nombre de Su Alteza y otorgado por los dichos Procuradores fué acordado mandado e determinado e sentado que ninguna villa ni ciudad del dicho ondado no sea osado de enviar Procuradores a ninguna Junta que en la tierra llana se faga a se juntar con las de la dicha tierra llana que le hícieren nín ordenar nín favorescer a ella so pena de la justicia (…)".

En el año 1487, en una carta personal del licenciado Chinchilla al condestable de Castilla Pedro Fernández de Velasco (derrotado para entonces en la Batalla de Mungia por los banderizos unidos), Chinchilla manifiesta que había obtenido un éxito pírrico, y a pesar de que había obtenido el compromiso de los alcaldes, procuradores y fieles de 15 villas (Bizkaia nuclear), entre ellas la de Bilbao, la amenaza de los vecinos de Bermeo, quienes se había negado a acudir a la reunión, había provocado que la junta de villas acudiese a la de la Tierra Llana en la anteiglesia de Idoibaltzaga (Errigoiti, otro de los lugares habituales de las Juntas hasta el siglo XV, junto con Aretxabalagana en Morga). 

Por tanto, a finales del siglo XV Bizkaia andaba revuelta, no solo en la lucha banderiza o por la dicotomía villas-anteiglesias, sino también contra el poder de Castilla que se estaba volviendo más insoportable con su presión fiscal y militar.

Escudo de Plentzia, primera villa-amurallada costera documentada,
cuya primera fundación fracasó


Es así, sigue Darío Areitio y Mendiola, como "los Reyes Católicos al confirmarlo el 24 de marzo de 1489, se prohibió a las villas concurrir a las Juntas Generales, bajo penas severísimas pero se autorizaban los ayuntamientos de tres Procuradores por cada tercio y dos por cada Merindad de la tierra llana para tratar de asuntos de interés común, en ciertos casos, lo cual no debió cumplirse al pie de la letra o cayó pronto en desuso porque se ha visto ya que en lugar de tales ayuntamientos se juntaban los Procuradores de todas las villas y ciudad con los Oficiales del Regimiento particular o tierra llana del Señorío".

Es decir, la villas y ciudad de Orduña, mandaban sus representantes a las Juntas Generales de Bizkaia pese a la prohibición de los Reyes Católicos, pero, antes acordaban el mandato en su propio Regimiento. 




 Evolución perimetral de la villa de Bilbao desde su fundación.
La carta de villa otorgada por Diego López de Haro "El intruso" al puerto de la anteiglesia Begoña, abarcaba territorios de varias anteiglesias, le daba las minas de hierro de Ollargan Arrigorriaga o el paso y control de mercancías de Galdakano en Artxanda-Arbolantxa, pero también anteiglesias enteras como la propia de Begoña, la de Deusto y la de Abando. Estas tres anteiglesias, se independizaron pronto de Bilbao (salvo el barrio de Bilbao La Vieja de Abando y sus minas del Morro), ya que siguieron con sus Juntas municipales hasta los siglos XIX y XX que se integraron definitivamente en la villa.




Los primeros Libros de Actas de la Tierra Llana de 1523 a 1542 y de 1542 a 1558 se han perdido, pero tenemos alguna información indirecta, incluso de anteriores desde principios de ese siglo. La primera Junta General registrada en los libros de acuerdos, es la celebrada el 2 de agosto de 1558, y en ella, después de enumerar a los Procuradores o representantes de las anteiglesias se dice “e así mismo los Procuradores de todas las villas e ciudad de este Señorío”. Las villas, sin embargo, no acudieron a la Junta de 1559, en general, solo acudían ante el nombramiento de un nuevo Corregidor o a la apertura de cédulas y Provisiones reales, representadas siempre por sus Procuradores y no individualmente. 



El Corregidor, como representante del señor de Bizkaia, era el que convocaba a Juntas tras el paso del señorío de Bizkaia a los franceses Trastámara con Juan I "El Infante" (1376) que será poco después rey de Castilla (1378). El Corregidor, residía en Bilbao, por lo que, tras lo dispuesto en la Junta de Gernika, se recogían las actas de los cargos en la villa bilbaína. 

Junto al Corregidor, en estas reuniones del siglo XVI, todavía participaban los Parientes Mayores, la mayoría de las veces armados, los cuales ocupaban la presidencia pero sin derecho a voto. 

En una tensa Junta de marzo de 1546, el cabeza del bando ganboíno Juan de Arteaga  (familia Abendaño), presidía la junta con el oñacino Gómez Gónzalez de Butrón. Ante la llegada del Corregidor, el de Arteaga se negó a dejar su asiento central en la presidencia al castellano, por lo que fue llevado a juicio:

“Preguntado si tiene boto en la dicha Junta, o a qué propósito fué a ella, dixo que este testigo no tiene más boto de que tienen los cavalleros de su calidad, que fue como sus antepasados, y como siempre a sido hasta aquí, porque le pareçe que es serviçio de Sus Magestades y bien de la República de este Señorío, porque sienpre es (sic) conmigo a de tratar esto”

Los apellidos de los cabezas de los bandos, son muy frecuentes entre los puestos de los funcionarios del Señorío.




Primera Junta General de Bizkaia de la que se sabe que tuvo acta es del año 1506. En ella, se ve que la representación todavía no es por anteiglesias y se nota la influencia de los Parientes Mayores, siendo el primer Diputado conocido el ganboíno Fortún García de Usunsolo (sic.), emparentado con los Aldape y Abendaño (https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/07/origen-de-los-usansolo.html)
Anterior torre de los Usansolo


Comenta su trabajo "Las Juntas Generales de Bizkaia a comienzos de la Edad Moderna" el doctor en historia Mikel Zaballa Montoya (2005): "(...) en las elecciones de 1542 se había admitido, no sin ciertas contradicciones, a San Juan de Mugaguren por síndico y a Juan Pérez de Mármex por secretario, ambos procedentes de enclaves urbanos. En todo caso, al mismo tiempo que accedieron a sus respectivos cargos, se sancionó la prohibición que en lo sucesivo los vecinos de las Villas pudiesen desempeñar oficio alguno en los órganos de gobierno de la Tierra Llana. En el Regimiento de la Tierra Llana del 7 de Mayo de 1566 (con ocasión de la necesidad de elegir dos nuevos Regidores) se ratificó la incapacitación de los vecinos de las Villas para oficios públicos del Señorío".

Es más, incluso la prohibición se intentó extender a los labradores censuarios, es decir, a los arrendatarios del señor de Bizkaia, por considerarlos similares a los villanos: "Pero la controversia apareció tras una primera disposición un tanto ambigua formulada en la Junta General del 31 de julio de 1576, en el siguiente Regimiento General del 21 de agosto, donde –además de a los vecinos de las Villas– se excluyó de forma taxativa a los censuarios. Exclusión que se justificaba en función del carácter pechero de los censuarios, a quienes se identificaba, de manera interesada, con vecinos de las Villas (lo que permitía recurrir a la dualidad jurisdiccional).

La protesta de una nutrida representación de censuarios de las merindades de Busturia y Zornotza no se hizo esperar. Después de rebatir los argumentos de la parte contraria (ellos también contribuían en las derramas del Señorío), probaron su presencia previa en órganos de gobierno (además de en sus respectivas Anteiglesias)".


Bilbao a finales del siglo XVIII, lámina de Moroni.


La crisis entre la Tierra Llana del señorío y las villas, lejos de disminuir, creció a finales del siglo XVI. En el Regimiento General de 1590, la parte oñacina en pleno menos Juan Ochoa de Mauraza, reclamó realizar la reunión sin la presencia de las villas, el Corregidor accedió a ello y los representantes de las villas tuvieron que salir de la Junta, ante lo cual, los representantes ganboínos de la Tierra Llana también se salieron de la misma. 

Los oñacinos proponían la celebración de regimientos particulares de la Tierra Llana y de las villas y ciudad por un lado, para después tratar en común los temas de interés general, los ganboínos querían que si hiciese justo al revés, una reunión inicial conjunta y después la de los regimientos particulares.

La inestabilidad se mantuvo durante todo el siglo XVI, pero se produjo un cambio importante, la elección de los cargos en general y del cargo principal, el de Diputado, empezó a realizarse por los representantes de seis anteiglesias de manera corrida, pero divididas en los bandos oñacino y ganboíno, tres por cada bando, aunque ya para entonces, muchas anteiglesias manifestaron que en ellas no había parcialidad banderiza.


Las Juntas Generales solo con las anteiglesias. 
Otra de las novedades fue la elección de dos Diputados Generales, uno por cada bando.
Andra Mari de la anteiglesia arratiana de Zeanuri, 
municipio elector por el bando ganboíno en el año 1559


La situación cambió, sin embargo, a principios del siglo XVII, como cuenta Dario Areitio y Mendiola, donde es significativo también el vocabulario utilizado, ya que se hablaba todavía del "Señorío" solo en referencia a la Tierra Llana, la iniciativa partió de las villas: 


"Mas como muchos asuntos fueran comunes a las villas y ciudad y al Señorío el 27 de mayo de 1609 se reunió la Junta general expresamente para tratar del arreglo confeccionado por los delegados de ambas partes. (...) en fuerzas civiles y pleitos y disensiones familiares ha perdido y pierde mucho acordaron que para restablecer la paz y terminar las diferencias que había se guardasen los capítulos siguientes:


Que todos los años en día que ha de señalarse por primera Junta General que se reúna se han de congregar todas las anteiglesias, villas y ciudad so el árbol de Guernica para tratar de los negocios que se ofreciesen. Además de la dicha junta anual podrán convocarse otras (…)”. 


Pero el acuerdo no entró en vigor al ser rechazado por parte de la Tierra Llana, que veían que la paridad con  las villas supondría que éstas se impondrían en las votaciones: "Los Diputados Generales adujeron que las diferencias sobre paridad entre bandos se debían resolver limitando el número de asistentes del bloque urbano a los Regimientos Generales a catorce, guarismo que equilibraba el número de miembros con derecho a voto de la Tierra Llana en ellos".


La pequeña villa de Lanestosa en las Enkartaciones, 
fue la primera villa en elegir Diputado, lo hizo por el bando ganboíno en 1630.




 

La tensión entre la villas y Tierra Llana, sin embargo duró todavía unos años más, hasta la nueva y definitiva Concordia, según narra Dario Areitio y Mendiola:

 

“Se convocó a Junta general para el 11 de septiembre de 1630 en Guernica para tratar de la escritura de unión y concordia de villas y ciudad capitulado de diecisiete artículos y como hubo discrepancia sobre qué matrícula de fogueras había de regir sí la antigua o la reformada se aprobó esta última por ser más equitativa así como el capitulado que reformaba en parte las capitulaciones del 27 marzo de 1628”. 





Andra Mari de la anteiglesia de Galdakano

En las Juntas Generales del Señorío de Bizkaia de 1636, 
participaron las villas de Bilbao y de Errigoitia, una por cada bando

Plano de la villa fracasada de Errigoitia, 
donde la anteiglesia seguía reuniéndose en su Junta de Idoibaltzaga
y donde se aplicaban los Fueros de Bizkaia frente a los fueros de la villa



Este acuerdo de 1630, se entiende también como el del fin de las Guerras de Bandos (https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/guerra-de-banderizos-tras-la-conquista.html), por tanto, tremendamente marcadas por la dicotomía de las villas y las anteiglesias en el caso de Bizkaia.


Las 21 villas y ciudad que tenía para entonces Bizkaia, tomaron desde entonces parte en las Juntas Generales del Señorío de Bizkaia, en las mismas condiciones que las anteiglesias o Tierra Llana. Mundaka tenía asiento y voto primero encabezando las 72 anteiglesias de la Bizkaia nuclear, divididas éstas a su vez en merindades encabezadas por la de Busturia (después Markina, Zornotza, Uribe y la Arratia-Bedia).  

Después se sentaban las 20 villas y la ciudad de toda Bizkaia (incluidas las de de las Enkartaciones y Durango),  encabezadas todavía por Bermeo, seguida de Bilbao y Durango, pero desde el puesto 73 tras todas las anteiglesias. Después, venían las anteiglesias de las Enkartaciones (del 93 al 102) y las del duranguesado (del 103 al 110), finalmente, el representante del valle de Orozko desde el siglo XVIII que entró a formar parte del señorío de Bizkaia (el representante con asiento 111).




Listado de las villas y anteiglesias de Bizkaia poco antes de la disolución de las Juntas Generales a finales del siglo XIX




“Oinaz eta Ganboaren
errierta handia
ikusirik lur zelaia
jota dago mendia
…….
Mondragoe hartu dute
Oinaztarrek traizioz
Gero salduko Bizkaia
urrearen prezioz”
Gabriel Aresti

Arrasateko erreketaren kanta
(1448-XVI)

Por esto los oñecinos ycieron estos versos:

[G]aldidila Vnçueta ta Vergara.
[Ç]aldibarrec bere partea debala.
[Ar]amayo, suac erre açala.
[T]a sumi a[..]la Gurayarra,
Cerren ceuren jauna ezcencan empara.

Los ganboynos despues desta vatalla, conforme al vso de la tierra porq(ue) hubiese memoria de la muerte de Gomez G(onza)lez y q(ue) habia sido muerto por ellos con otros alg(un)os, cõpusieron estos versos:
Gomez andia çanarren,
An çan Presebal bere,
Bay Joanicote bere.
Madalenaan an ey dauça
Viola tronpeta bague.
Gomizec asco lagunic,
çabal arabaarric,
Guipuz hondo ederric,

Vizcaytar urduri gogoric.

Ez diaço bacarric,
Çe an daz Presebal ylic,
Juanicotegaz lagunduric,
Chibuluen ospe bagueric,
Ez urrun Maloguenic.

Y así segun este cantar fueron muertos estos en vn sitio q(ue) llama Maloguengo errequea.

Argui yçarrac urten dau
Çeruan goyan ostançean;
Bergararroc asi dira
Trajioe baten asmaçean,
Euroen artean dioela:
Erre deçagun Mondragoe.
Lasterreon sar gayteza[n]
Cantoeco çarçayqueran,
Aen bizarac ycara çirean

Armacaz ezin eguien legez eçer
Ganboarroc su emaytean
Asi dira, ta onegaz urten daude beralan
Oñeztar barruangoac
Çein erre ez citeçan.
Gomiz Gonsaluh bertan çan,

Beragaz Presebalen caltean
Joanicoc eta beste ascoc
Eudela parte bertan.
Oyn arroc çi[tu]an luma
0çaetaco jaun gazteac;
Laster baten ygaro çan
Vraz alde bestea[n].
Ama bereac esaeusan:
Semea, çer doc orrelan?
Çaurietan curadu eta,
ama, nagoçu oera.
Egun bein ur jarruta
Ganboar seme lasterra,
Are bere lasterrago
Abendañuje Motela.
Esquerric asco emayten deusat
Andra Santa Maiñ[ari]:
Bera axeyçat sartu eta
Esara bidaldu nau ni

Ibargüen-Cachopin-en eskuizkribua (XVI.mendekoa)

K. Mitxelena. Textos arcaicos Vascos, Madrid, 1960. pág. 82-84.




 La pacificación de los bandos en el Banco de Vizcaya en la plaza de España de Sevilla s. XX




LAS PRESTACIONES MILITARES DE LOS PARIENTES MAYORES


Dentro del reino de Nabarra, los castillos y el territorio eran gobernados por funcionarios del rey, llamados tenentes y subtenentes. Hoy, tenemos constancia de al menos 10 castillos nabarros en Bizkaia, una veintena en Gipuzkoa y muchos más en Alaba (Antton Arrieta Valverde "Euskal Herriko Gazteluak"). 



Tras la conquista de la Nabarra Occidental por Castilla (1199-1200 https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/bizkaia-fue-invadida-entre-1199-1200.html), el modelo cambió radicalmente, los castillos del rey pasaron a manos privadas y las casas torre de los Parientes Mayores tomaron las dimensiones y defensas de estos castillos.

Castilla y León en los siglos XIII-XVI, era un reino con un modelo político descentralizado y atomizado (por otro lado, común a casi toda Europa), con una corona sin casi presencia en la Nabarra Occidental, lo que provocó la escalada social de las familias favorables a la causa de los Haro-Trastámara o bando oñacino desde el siglo XIII y hasta 1630, año en el que se firmó la Concordia entre la Tierra Llana y las villas. 

Durante esos cuatro siglos, el poder real estaba en las grandes familias locales, armadas con poderosos ejércitos, lanceros y ballesteros que se ofrecían al señor de Bizkaia y al rey de Castilla en sus aventuras de conquista o en sus guerras intestinas: conquistas en territorios musulmanes, disputas en territorios europeos, ataques y conquistas a Nabarra o luchas por la corona (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/09/origen-de-la-guerra-de-bandos-en-bizkaia.html). Amistadas de ida y vuelta, que incluso saltaban reinos como vamos a ver.

Reino de Castilla-León sobre el año 1500

Unas 52 familias locales eran los verdaderos gobernantes en la Nabarra Occidental (Bizkaia, Gipuzkoa y Alaba), gracias a sus ejércitos, el control que ejercían sobre la iglesia católica, mediante el patronazgo de "monasterios" o iglesias parroquiales, y el control de los medios económicos (puertos, ferrerías, molinos, canteras, seles, ejidos etc.). Estas familias, pasaron de sus solares en la Tierra Llana a controlar las nuevas villas, sombra alargada a la que se fue arrimando en el siglo XIV y XV el bando rival de los ganboínos, el bando pronabarro. 

Su gran poder, venía por ser el ejército y la policía en nombre del rey o del señor de Bizkaia como hemos dicho, más aún en el señorío, donde las Hermandades fracasaron en su función de perseguir a los bandidos e impedir los excesos de los banderizos encabezados por sus Parientes Mayores o casas principales (solo funcionaron a finales del siglo XIV con Gonzalo Moro, pero no con la fuerza de Gipuzkoa o Alaba).


Iglesia de la Asunción de Alaiza de Iruraiz-Gauna en Alaba, románico tardío, probablemente del siglo XIII. Escenas medievales de peregrinaciones, procesiones religiosas, bandidos y Guerras de Bandos. 


Era éste un modelo semifeudal, pero que, sin embargo, gracias a los Fueros pirenaicos o nabarros, tenía unas mismas leyes para todos mediante la hidalguía universal, extendida en los siglos XIV y XV a toda la población (https://lehoinabarra.blogspot.com/2017/03/la-nobleza-universal-y-la-palabra-de.html).


EL RECLUTAMIENTO MILITAR ENTRE LOS BANDERIZOS

El historiador Jon Andoni Fernández de Larrea Rojas, explica como: “Al igual que en el resto de Europa Occidental, los monarcas castellanos bajomedievales utilizaban dos mecanismos básicos de reclutamiento militar. En primer lugar la obligación de todos los súbditos de defender el reino y, en segundo lugar, la obligación de los vasallos de prestar un servicio armado a cambio de los “feudos” de los que gozaban por mano del rey (…).

La mayor parte de nuestra información procede de las notificaciones remitidas al tesorero de Vizcaya anunciándole la concesión de alguno de estos feudos de bolsa y proceden mayoritariamente del siglo XV. No obstante algún testimonio anterior nos permite documentar su existencia al menos a mediados del siglo XIV.

(…) los feudos de bolsa eran donaciones a voluntad del señor, pero en realidad su disfrute era vitalicio. Aún más, la práctica común era que los hijos sucediesen a sus padres en la concesión de lanzas y ballesteros e incluso que los feudos pudieran traspasarse, eso sí con consentimiento del señor (…) por los relatos cronísticos y textos de las ordenanzas de hermandad, parece que los Parientes Mayores reclutaban sus contingentes armados fundamentalmente por otros mecanismos, vinculándose entre sí y con sus propios seguidores mediante fórmulas feudo-vasalláticas (…)".

Las informaciones conservadas nos permiten afirmar, que los sistemas con los que los Parientes Mayores levantaban sus fuerzas militares, era similares a los que empleaban el rey de Castilla y el señor de Bizkaia, así como sus contemporáneos en Nabarra, Francia o Inglaterra. 

Es decir, los reyes, como los señores y los banderizos, pagaban partidas de gente armada incluso de forma vitalicia, a las que reclamaban sus servicios en cualquier momento, como por ejemplo los reyes de Francia a los Haro a finales del siglo XIII como hemos visto.

Palacio de los Adán y Yarza en Ispaster junto a Lekeitio

Otro ejemplo del que tenemos bastante documentación es del año 1350, cuando las cuatro principales familias banderizas de la zona oriental de Gipuzkoa —el señor de Lazkano Lope García de Murua, Martín López de Murua, el señor de Larrea Martín Gil de Oñaz  y Ochoa Martínez de Berastegi—se convirtieron en vasallos del rey Carlos II “el Bravo” de Nabarra, a cambio de una renta anual global de 900 libras carlines pagada en dos plazos.

Un año más tarde, en el año 1351, el señor de Oñati Beltrán Vélez de Gebara, los últimos tenentes de la Nabarra Occidental, prestaba homenaje y se declaraba vasallo del monarca nabarro, a cambio de la donación perpetua de tres villas en la merindad de Estella-Lizarra como eran Riezu-Erretzu, Oko y Etaio. La vinculación entre el señor de Oñati y el soberano nabarro, se estrechó todavía más en 1355, al dotar éste a su vasallo gipuzkoano con "feudos de bolsa", en concreto con diez mesnadas que habían de rentarle 200 libras anuales (para saber más sobre los Gebara: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/09/los-gebara-tenentes-de-la-nabarra.html).

El contingente más numeroso del siglo XIV en la Nabarra Occidental y La Rioja, fue el reclutado precisamente por Beltrán Belez de Gebara en 1362 y alcanzó los 408 hombres a favor de Carlos II "el Bravo" de Nabarra, cuando este rey recuperó gran parte de la Nabarra Occidental menos Bizkaia, cedida a cambio de su apoyo al príncipe de Inglaterra. 

El señor de Oñate, cuyos dominios se extendían en aquellos años por Alaba, Gipuzkoa y Alta Nabarra, era probablemente uno de los nobles con una mayor capacidad de convocatoria. 


Casa torre de los Gebara del siglo XIII cercana al castillo (foto de debajo), del que apenas queda un lienzo de su muro (reconstrucción de la casa torre de la Enciclopedia "Historia General del País Vasco" dirigido por Julio Caro Baroja)


Un registro de cuentas del señorío de Bizkaia del año 1489 (sin las Enkartaciones), nos permite conocer el número de vasallos que debían prestar servicio armado al señor de Bizkaia, llegando a sobrepasar el 83% del desembolso de aquel año 

Lanzas y ballesteros de Bizkaia para el año 1489:

Terrestres Lanzas 93 Ballesteros 145

Mareantes Lanzas 142 Ballesteros 101

Total Lanzas 235 Ballesteros 246

Por ejemplo, Arsenio Dacosta en su libro sobre los Parientes Mayores, comenta un documento de 1486, en el que se designa como «Nómina del repartimiento de los çient e çincuenta honbres lançeros e ballesteros que han de servir los vasallos de las villas e tierra llana de las Encartaçiones (…) en la guerra contra los moros del reino de Granada». En total hablamos de algo menos de quinientos hombres armados para la década de los 80, cifra que podría coincidir con la del servicio militar regular del señor en Bizkaia a finales del siglo XV.

Tal y como explica Andoni Fernández de Larrea, esto permite confirmar que el servicio de lanzas está bien reglado en tiempos de los Reyes Católicos a finales del siglo XV y, también, que de él se benefician de forma irregular cincuenta y dos linajes de Bizkaia. Cada linaje disponía de dos o tres juros de media, esto es, dos o tres servicios de armas acordados, a una media de dos lanzas y dos ballesteros por servicio. Evidentemente, los más importantes linajes —Abendaño, Butrón, Leguizamón, Salazar, Arteaga, etc.— son los que concentran el mayor número de juros y lanzas directamente a su servicio. 

Según el historiador Sabino Aguirre Gandarias, el muñatón Lope García Salazar en el siglo XV, contaba por esa fechas con 1.500  hombres, aunque la cifra parece exagerada.

Castillo de Muñatones donde estuvo encerrado por su hijos Lope García de Salazar

Durante la invasión castellano-aragonesa o española de 1512, Nabarra reducida ya a Alta y Baja Nabarra, contaba con una población aproximada de 100.000 habitantes en esta época (Bizkaia unos 65.000, similar a Gipuzkoa y Alaba), y su capital, desprovista de murallas, de entre 6.000 y 10.000 habitantes. Las Cortes de Nabarra convocaron a tan solo 300 caballeros y 4.000 soldados para defenderse de la invasión. 

Iruñea-Pamplona, con la ciudadela castellana a las afueras 
para controlar a los nabarros de Iruñea-Pamplona

La creación del ejército permanente castellano al final del siglo XV, en 1493, no supuso el final del sistema de vasallaje y todavía en 1521 y 1529 se siguió llamando a la guerra a los Parientes Mayores, como durante la invasión de Alta Nabarra o la Guerra de los Comuneros, donde el papel de los Butrón y de los Abendaños respectivamente, fue muy relevante.

En la Guerra de Comunidades de Castilla contra el nombramiento de gobernadores flamencos para el reino de Castilla por el emperador Carlos V de Alemania y I de Castilla, el conde de Salvatierra y señor de Ayala Pedro López de Ayala (Castilla 1485-Burgos 1524), será uno de los cabecillas de los "comuneros".

Ejecución de los cabecillas Comuneros

Pedro de Ayala, vio desbaratada su facción comunera el viernes 19 de abril de 1521 en el puente de Durana, entre Gamarra y Retana en Alaba, por Martín Ruiz de Abendaño y Ganboa, el cual hizo seiscientos prisioneros incluido su jefe, Gonzalo de Barahona, que sería ajusticiado en abril del año 1522 en la plaza de la Leña (Vitoria-Gasteiz). 


Torre Urkizu de Elorrio

Tras la derrota comunera, Pedro de Ayala comenzó su peregrinaje de exiliado hasta su muerte de forma natural en 1524, marcando así el principio del declive total de esta familia y el momento más álgido de los Abendaño. 

Martín Ruiz de Abendaño, fue señor de Abendaño, Ganboa, 8º señor de Villareal de Alaba, señor de la torre Urkizu en Arratia, señor de Olaso, Ballestero Mayor del Rey Carlos V de Alemania I de Castilla, patrono de los monasterios de Abendaño y Arrigorriaga, de la iglesia de Santa María de Elorrio y San Agustín de Etxebarria (también en Elorrio), Coronel de infantería Bizkaia. Fundó el mayorazgo de la familia para su hijo Prudencio de Ganboa y Abendaño con todas sus heredades. 

El sistema de "feudos de bolsa", siguió en vigor a lo largo de todo el Antiguo Régimen, y todavía en 1807 era mencionado su pago, aunque ya no se utilizaran estos servicios militares.

Para ver cómo acabaron la Guerra de Bandos, podemos leer: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/guerra-de-banderizos-tras-la-conquista.html).

"Los esponsales" 1607, boda entre Parientes Mayores de Bizkaia, 
pintado por Mendieta y Retes






LA LIBERACIÓN DE LA NABARRA OCCIDENTAL

Tumba de Sancho VII el Fuerte en la colegiata de Orreaga-Roncesvalles


En enero de 1367 se pactó en Libourne que Carlos II de Nabarra y Eduardo el príncipe “negro” de Gales (príncipe por tanto de Inglaterra y de Baskonia-Akitania) defenderían a Pedro I el Cruel en su derecho a heredar la corona castellana. El otro aspirante era su hermanastro por parte de padre, el hijo bastardo de Alfonso XI de Castilla, Enrique II, apodado de Trastamara (condado dado por su padre). A cambio, Pedro I prometió la devolución de Alaba, Gipuzkoa y La Rioja a Nabarra; Bizkaia fue prometida, sin embargo al príncipe de Gales por su apoyo.

Se le asignan a Carlos II de Nabarra las villas y castillos de Tolosa (Mendikute), de Segura, de Mondragón, Oiartzun (Beloaga), Hondarribia y “Sant Sebastián” (la Mota), además de Getaria y Motriku, cuyo tenente será el Sr. de Huart (Amezketa).

Carlos II liberó la Nabarra Occidental y La Rioja, haciéndose fuerte en Vitoria, Logroño, Salvatierra-Agurain, Santa Cruz de Kanpezu y en Gipuzkoa durante 5 años (1368-73) con el beneplácito del pueblo que se levanta con él; además cuenta con la ayuda de alabeses y gipuzkoanos de las familias de los Oñaz, Lazkano, Murua, Berastegi, Beltrán Belaz de Gebara -señor de Oñate desde 1149 y señorío independiente hasta 1845 -, los Amezketa y otros. Se trataba de una hueste de 297 guipuzcoanos al frente de Pedro de Amézqueta y el señor de Oñate, D. Beltrán Belaz de Gebara. Carlos II fortificó para su defensa Salvatierra de Alaba, Saltierra de Esca, Santo Domingo de la Calzada, Vitoria y Logroño entre otros.

Jon Andoni Fernández de Larrea Rojas: “Las guerras privadas: el ejemplo de los bandos oñacino y gamboino en el País Vasco”: “Por ello, para evaluar los efectivos militares de los bandos y linajes vamos a utilizar las informaciones más fiables, que son las que nos proporciona la hacienda real navarra de aquellos años en los que varios nobles guipuzcoanos y alaveses se hallaron a su servicio en la segunda mitad del siglo XIV. La primera constatación es la del volumen numérico de los combatientes. El contingente más numeroso fue el reclutado por Beltrán Vélez de Guevara en 1362 y que alcanzó los 408 hombres:

El señor de Oñate, cuyos dominios se extendían en aquellos años por Álava, Guipúzcoa y el Sudoeste de Navarra, era probablemente uno de los nobles con una mayor capacidad de convocatoria. Tras el tan sólo Pedro López de Murua, señor de Amézqueta, era capaz de reunir un máximo de 121 combatientes en 1368, a los que se podían añadir los 60 reclutados por sus hermanos. El resto de los vasallos alaveses y guipuzcoanos de Carlos II de Navarra contaban sus hombres por decenas, con contingentes de entre 10 y 50 hombres 61:

Efectivos de las compañías guipuzcoanas al servicio del rey de Navarra entre el 19 de noviembre y el 19 de diciembre de 1368, Hombres a pie:

  • Ayoro, señor de Ugarte 50 (y dos hombres de armas o caballeros con armadura)
  • Sancho Sanz de Ugarte y Sancho Martínez 10
  • Pedro López de Murua, señor de Amézqueta 120 (y un hombre de armas o caballero con armadura)
  • Juan Pérez de Murua, su hermano y 45
  • Martín López de Murua, su hermano y 15
  • Lope Ibáñez, señor de Echazarreta 10
  • Pedro López de Aguirre 10
  • Rodrigo, señor de San Millán 40
  • Juan Pérez, señor de Berrosoeta 20
  • Miguel Ibáñez de Urquiola 30
  • García Martínez, señor de Berástegui 40
          Total 339

(…) Un documento navarro de 1364 nos permite precisar la proporción de cada uno de ellos en un par de compañías de soldados guipuzcoanos. En la encabezada por Miguel Ibáñez de Urquiola los ballesteros suponían el 24 % de las tropas, mientras que los lanceros eran el 76 % restante. En la dirigida por Céntulo de Murua, Juan García de Murua y Lope Ochoa de Oñaz los porcentajes son muy similares, un 27'7 % para los ballesteros y un 72'7 % para los lanceros. Si estas proporciones fueran extrapolables para el resto de los contingentes alistados por los nobles guipuzcoanos, podríamos suponer que entre una cuarta y una tercera parte de sus tropas estarían compuestas por tiradores. La tercera categoría correspondería a un tipo de combatiente no muy numerosos, los cañoneros o artilleros.

(…) En algunos casos, los mecanismos de control de la administración navarra son lo suficientemente detallados como para registrar nominalmente a todos los combatientes de las compañías, figurando en dicho registro la filiación familiar que pudiera existir entre los soldados, aunque no podemos asegurar que la práctica sea exhaustiva. Así sucedió en 1353, 1364 y 1368. El análisis de los datos proporcionados por aquellas relaciones nominales nos permite deducir que el porcentaje de tropas con vínculos familiares en la misma unidad nunca llegó al 25 %.”

Enrique II de Trastamara reclamó ante al Papa la devolución de las tierras liberadas por Carlos II, pero ésta vez la Iglesia Católica y el embajador del Papa, el Cardenal Gido, se posicionó con los nabarros. Este Cardenal reclamó a su vez, en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), la “restitución de tierras” a Nabarra.


Mapa Eneko del Castillo Libro "Atlas Histórico de Navarra"


Enciclopedia Auñamendi: “La entrevista de Carlos II de Nabarra y Pedro IV de Aragón con motivo de las luchas con Castilla se celebró en Uncastillo en agosto de 1363. Aragón había sido derrotado en el tratado de Murviedro celebrado en julio del mismo año. Ahora nabarros y aragoneses suscribían un tratado secreto para repartirse el reino de Castilla si llegaban a conquistarlo. A Nabarra se le entregaría el occidente de lo que había sido reino vasco, es decir, Castilla la Vieja, Soria, Agreda, Alava, Guipúzcoa y Vizcaya. Aún así y todo, el rey de Aragón prometía al de Nabarra el viejo territorio de Jaca y su comarca. Esto, en el caso de que el rey de Nabarra diese muerte o apresase al de Castilla. Había otras cláusulas más que acentuaban la fantasía e irrealidad de lo acordado”.

Enrique II Trastámara se hizo finalmente con la corona castellana asesinando con sus propias manos a su hermano y volvió a ocupar militarmente la Nabarra Occidental.

El paso final del señorío a la corona castellana lo explica Labayru en su libro “Compendio de la historia de Bizkaia” en el tíutlo “De cómo el Señorío de Bizkaia se incorporó a la Corona de Castilla en tiempos de Don Juan I. (1370-1390):

Acabada la línea derecha de los Señores de Bizkaia con la muerte de don Tello y de su esposa doña Juana, sin que hubiesen dejado sucesión, heredó el Señorío de Bizkaia y Lara el infante don Juan, hijo primogénito del rey don Enrique II y de la reina doña Juana Manuela, quinta nieta de doña Teresa Díaz de Haro, hermana de don Lope Díaz de Haro IV, en virtud de cuyo derecho le pertenecía el Señorío a dicho infante. 

El 20 de Diciembre de 1371 pasó a Bizkaia el infante don Juan a tomar posesión del Señorío y a jurar sus fueros, y a principios del año siguiente confirmó los privilegios de Bilbao, Portugalete, Ermua, Lequeitio, Munitivar y principalmente Tabira de Durango, cuyo documento parece nueva carta-puebla por la importancia de las gracias concedidas”. (… ) El rey don Enrique, padre del infante, murió el 30 de Mayo de 1378, siendo el infante don Juan (de la familia Trastámara), ya Señor de Bizkaia, proclamado rey de Castilla y León en la catedral de Santo Domingo de la Calzada, donde había muerto su padre”.

EL ESCUDO DE BIZKAIA


El escudo de Bizkaia era la Bandera de San Andrés, usado por su marina:

“The King od Spain, as one of his minor titles, was known as the Lord of Biscay. The Biscay ensign was a White cross “raguled” on a red field. The raguled cross in heraldry is described as “trunked” (“Flag of de World” Byron Mc Candeless, 1881-1967, USA).


Eneko Del Castillo (nabarlur.blogspot.com) “El escudo de Bizkaia”:

“Los escudos heráldicos surgieron para diferenciar a los nobles que los portaban. También se pueden encontrar en monedas y sellos como es el caso del emblema de los Señores de Vizcaya, el lobo. Lope Diaz de Haro tomó como armas el lobo en alusión a su nombre, Lope. Tras la victoria en la batalla de Las Navas de Tolosa Diego Lopez de Haro añadió otro lobo, ambos cebados con un cordero en la boca en recuerdo del botín conseguido. Posteriormente se le añadió una bordura con ocho aspas o cruces de San Andrés en recuerdo a la toma de Baeza por Lope Diaz de Haro II un día de San Andrés (el escudo de San Andrés será el usado por la naves bizkaínas, pese a pertenecer a la corona castellana).

Puente de San Antón

En el siglo XV se añadió el Roble de Gernika y se sustituyeron las aspas de la bordura por cinco Leones rampantes además de añadirse un León soporte que asoma la cabeza por el frente.

Sabino Arana se basó en el escudo de Bizkaia para diseñar la ikurriña. El fondo rojo, la cruz blanca que simboliza la cristiandad de los baskones y la cruz de San Andres que simboliza los fueros y el árbol de Gernika.

Actualmente se han eliminado los lobos, representantes del señorío y los leones. El artículo cuarto de la Norma Foral 12/86 sobre signos de identidad del Territorio Histórico de Bizkaia la define así:

“El Escudo de Bizkaia responderá a la siguiente descripción: En un campo de plata, un roble de copa verde con el tronco recto y sin nudos sobre tierra, de color siena (tronco y tierra) y en su copa los tres cabos de la cruz de color blanco; y una bordura de color oro con ocho aspas de color rojo distribuidas tres en la parte superior, otras tres en la inferior y las otras dos en la mitad de cada lateral. El escudo será circuncidado por una corona de hojas de roble de color verde.”


COROLARIO

“La libertad nacional es el primero de los derechos humanos y la condición de todos los demás. El Imperialismo es especie de totalitarismo”. Iñaki Aginaga.


“Los derechos, su esencia misma, tienen que ser ganados, y después de ganados, defendidos (…) El Estado será también anterior a la persona. Hoy un individuo que no pertenezca a ningún Estado no tiene derechos”. Ortega y Gasset.

"Los derechos, por humanos que sean, sólo existen en un Estado que haga de ellos derechos fundamentales, los ampare y por tanto los define jurídicamente" (JM Ripalda, filósofo).

“Usted tiene una patria: pero yo y cuantos desgraciados han nacido esclavos, ¿qué patria podemos tener? ¿Qué leyes nos protegen? Nosotros no las hacemos, no las ratificamos, nada absolutamente tenemos que ver con ellas; lo que hacen en cambio es esclavizarnos y subyugarnos”. H.Beecher Stowe “La Cabaña del Tío Tom”. 

“No es digno de ser libre el pueblo que sufre pacientemente la esclavitud. Mas el pueblo que tiene encadenado el cuerpo, pero libre y altivo el espíritu, es desgraciada víctima, pero no vil esclavo. (…) Para amar la libertad de la patria, es preciso odiar a muerte a quien la esclaviza” (Bizkaitarra nº 28, Areitz Orbelak, Sabino Arana).

Los bizkainos, como todos los baskones: somos nabarros, pues jamás hemos aceptado ni reconocido otro Estado que no fuera el que nosotros mismos nos dimos: el Estado de Nabarra. Su ocupación militar no nos convierte automáticamente en ciudadanos de otro Estado, pues para ello tendríamos que consentirlo, mientras esto no sea así, sólo somos un pueblo o nación con nuestro Estado militarmente ocupado .

La negación del Estado vasco, conocido históricamente como reino de Nabarra, y de su ocupación militar actual, hace que Francia y España no sean democracias, pues para que exista ese modelo político, es condición indispensable un acuerdo previo, aquel en el que todas las partes quieran conformar el mismo Estado y acepten el juego de mayorías para dirimir sus diferencias, todo lo demás, no es una democracia, sino justo todo lo contrario: un Estado totalitario. El Estado totalitario moderno se viste de Estado democrático para justificarse, pero sólo engaña al que quiere ser engañado

Los baskones nos autodeterminamos en Orreaga: creamos nuestro Estado, nuestro verdadero “Aberri Eguna” fue el 15 de agosto del 778 y en el 824 que hemos rebautizado como "Askatasun Eguna".



ANEXO 

SEÑORES DE BIZKAIA LOS HARO Y LOS GEBARA


Existen 3 sagas de señores de Bizkaia:

La primera, la apócrifa, que arranca de Andeca y termina en don Zenón.
Segunda, la Zuriana, desde Lope Fortún “Zuria” y serían 5. Nos llegan envueltos en leyendas pero documentados.

Según Lope García de Salazar, hubo cinco señores de Bizkaia antes de los primeros señores que se pueden considerar históricos, que fueron:
Lope Fortun (Jaun Zuria), de Mundaka, según Ibargüen que lo identifica con Jaun Zuria por su blancura:

Munio López (909-920), también llamado Momo, Munso o Nunso López, hijo del anterior, se caso con Belasquita, hija de Sancho I Garces rey de Pamplona.
Ínigo López Esquira (920-965), apodado "el Zurdo", o lo que es lo mismo Ezkerra, hermanastro del anterior;

Lope II Iñiguez (965-1011), también llamado Lope Díaz "el Lindo", hijo del anterior, casó con una señora castellana, Elvira Bermúdez; Sancho López (1011-1016), hijo del anterior.

Algunos historiadores opinan que fueron 6 y no 5 los señores anteriores a los históricos. Según esta hipótesis, a Sancho López le sucedió su hermano, que también se llamaba Iñigo López (1016-1040), y de ahí la confusión. Este Iñigo López sería a su vez abuelo materno de Iñigo Esquirra, siendo su padre Lope Velásquez, señor de Colindres.

La tercera saga la relación de señores de Bizkaia está perfectamente documentada y empieza con Enecco Lopiz “Ezkerra” como aparece en los documentos originales, cuya grafía impuesta por los historiadores será Iñigo López “Ezquerra.

Casa de Haro

Íñigo López Ezquerra
1040-1077

Lope Íñiguez
1077-1093

Diego López I de Haro "el blanco"
1093-1124

Lope Díaz I de Haro
1124-1170

Diego López II de Haro "el bueno"
1170-1214

Lope Díaz II de Haro "Cabeza brava"
1214-1236

Diego López III de Haro
1236
1254

Lope Díaz III de Haro
1254-1288

Diego López IV de Haro "el joven"
1288-1289

María II Díaz de Haro "la buena"
1289-1295

Enrique de Castilla "el Senador"
1294-1295

Diego López V de Haro "el Intruso"
1295-1310

María II Díaz de Haro "la buena" (recupera el señorío)
1310-1322

Juan "el Tuerto"
1322-1326

María II Díaz de Haro "la buena" (vuelve tras la prematura muerte de su hijo)
1326-1333

Casa de Ladrón de Guevara

Señor de Vizcaya Inicio del mandato y  Fin del mandato
Ladrón Íñiguez
1124-1136

Vela Ladrón
1136-1143

Ladrón Íñiguez
1143-1155

Vela Ladrón
1155-1174

Casa de Borgoña

Señor de Vizcaya Inicio del mandato y Fin del mandato

Alfonso XI de Castilla
1333-1334

Casa de Haro

Señor de Vizcaya Inicio del mandato y Fin del mandato

María Díaz II de Haro y Juan Núñez de Lara
1334-1349

Casa de Lara

Señor de Vizcaya Inicio del mandato y Fin del mandato

Juan Núñez de Lara
1334-1350

Nuño de Lara
1351-1355

Juana de Lara
1355-1359

Casa de Trastámara

Señor de Vizcaya Inicio del mandato y Fin del mandato

Tello de Castilla
1355-1369?

Juan I de Castilla
1369?-1379



LA CASA DE HARO


Lope Iñiguez

Lope Iñiguez (1050-1093), segundo señor de Bizkaia sucediendo a su padre Iñigo López “Ezkerra”. Su primera aparición en la documentación medieval fue en el año 1063 en el Monasterio de San Prudencio de Monte Laturce, confirmando como tenente en Nájera.

En 1076, junto con su padre, su suegro, y otros magnates, juró fidelidad al rey Alfonso VI de León, tras el fratricidio del rey nabarra Sancho el de Peñalén (1076). En ese mismo año, se hizo cargo de las tenencias de Alaba, Bizkaia y Guipúzcoa, mientras que el gobierno de las tierras riojanas fue encomenda al conde García Ordóñez, yerno del asesinado Sancho el de Peñalén. En 1085 participó en la conquista de Toledo. Contrajo matrimonio antes de 1069 con Ticlo Díaz, hija de Diego Álvarez de Oca. Los hijos de este matrimonio fueron:

Diego López I de Haro “el Blanco” (repoblador de Haro)

Iñigo López “Ezkerra” era tenente desde 1073 de Bilibio, castillo en las afueras en las Conchas de Haro, pero tomaron el apellido de Haro al haberle sido concedido a Diego López I (1093-1124) el señorío de la villa de Haro por parte de Alfonso VI de León que repobló en su zona de Villabona. Aunque la primera aparición de la incorporación del topónimo a su apellido se ha encontrado en una escritura de 1117, en la cual aparece su hijo Lope Díaz con la siguiente mención "Donus Didacus Lópiz de Faro".

Alfonso I “el Batallador”, rey de Nabarra y conde de Aragón, recuperó La Rioja para Nabarra en 1109 que habría caído en manos castellanas tras la conjura de 1076 (por tanto, ocupación de 31 años, o quizás simple cambio de señor por los Haro), nombrando como tenentes a nobles nabarros. En Haro intentó sitiar a Diego López, aunque parece que llegaron a un acuerdo sin llegar a tomar la población. Diego contribuyó con sus mesnadas en las guerras contra los musulmanes.

Pero, en 1113 Alfonso I el Batallador sustituyó a Diego López en la tenencia de Nájera (por entonces, la principal ciudad de la actual región de La Rioja) y nombró en su lugar a Fortún Garcés Cajal, uno de los más fieles magnates del rey nabarro, que mantuvo el señorío de La Rioja hasta 1134.

Sin embargo, cinco años más tarde, en 1118 cuando Castilla intenta tomar de nuevo La Rioja, Diego López combatió en la hueste de Alfonso I el Batallador al lado de fuerzas gasconas y nabarras en la conquista de Zaragoza, que capitulaba el 18 de diciembre de aquel mismo año. Hasta 1123 las relaciones de Diego López de Haro, por entonces señor de Bizkaia y de Alaba, con Alfonso I el Batallador fueron buenas.

Hacia comienzos de 1124 comenzó Diego López I junto a Ladrón Iñiguez, una revuelta contra su señor el rey de Nabarra, que se extendió por Alaba y el norte de Burgos. Alfonso I contraatacó afianzando su autoridad en Logroño, y desde allí debió recabar el apoyo de uno de los nobles aragoneses de mayor rango, Fortún Garcés Cajal, señor de Nájera.

En agosto de 1124, seguramente tras haber tomado Haro, Alfonso I dominó Pangua (condado de Trebiño) y amenazaba Salinas de Añana (entonces llamado Valle Salado), Término y Valdegovía, que constituían las bases del poder de Ladrón Iñiguez y Diego López. No se conoce el final de la campaña, pero todo indica que acabó con victoria de Alfonso I, quien en septiembre ya estaba en la Extremadura turolense. Tras este conflicto, el Batallador impuso su dominio en su frontera occidental de Alaba, Bizkaia, norte de Burgos y La Rioja. Quizá Diego López muriese en el transcurso de esta guerra, pues no hay más menciones a él desde 1124. Tras su muerte el actual territorio de Bizkaia continuaba en manos de Alfonso el Batallador.

Más tarde aparecería Ladrón Iñiguez como señor de Alaba y Bizkaia y como vasallo de Alfonso I acudió a la movilización de la hueste del rey convocada para asediar Bayona (1130-1131) junto a sus hermanos Lope Íñiguez y Fortún Íñiguez. Por tanto, los siguientes “Haro” no poseerán el señorío de Bizkaia hasta su conquista entre 1199 (las Enkartaciones probablemente en 1173, al menos en parte).

A partir de Diego López de Haro I “el Bueno”, tercer señor de Bizkaia, se modificó EL ESCUDO de su casa, añadiéndose a los primitivos lobos de sable en campo de plata, por alusión al nombre «Lope». Los corderos atravesados en las bocas de los lobos en alusión a su participación en la batalla de las Navas de Tolosa (1212, Diego López II “el bueno o el malo”) y la bordura con aspas de San Andrés la toma de Baeza (1227, su hijo Lope Díaz II de Haro “Cabeza Brava”).

Lope Díaz I de Haro “el de Nájera” (primero en denominarse “de Haro” y en residir en Nájera)

Lope Díaz I de Haro (hacia 1110 – 1170), cuarto en usar el título “señor de Bizkaia” de la familia de los Haro entre los años 1124 y 1170. En realidad, el señorío estará en manos de los Ladrón de Gebara, dentro del reino de Nabarra.

En 1130 se asentó con toda su familia en la villa de Nájera, donde residirían también sus sucesores del señorío de Bizkaia, hasta María Díaz de Haro I.

Como su padre, siguió apoyando a Alfonso el Batallador hasta que este murió (1134), momento en el que Alfonso VII de León y Castilla hijastro de Alfonso e hijo de Alfonso VI y Urraca, se consideró con derecho a la sucesión. Tras la muerte de Alfonso I de Nabarra en 1134 sin descendencia, Lope, junto con otros nobles, tomaron el señorío de Nájera para entregárselo a Alfonso VII, rey de León. Como recompensa Alfonso de León le concedió el título de conde y le confirmó en el señorío de la villa de Haro. Fue titulado alférez Real, como aparece desde 1158.

Sin embargo, el resto de la Nabarra Occidental siguió en manos de los Ladrón de Gebara, incluido Bizkaia, fieles al rey de Nabarra Sancho Ramírez “el Restaurador”.

Tras la muerte de Alfonso VII, Lope siguió sirviendo a sus sucesores los reyes castellano-leoneses; primero a Sancho “el Deseado” y solo un año después a Alfonso VIII de Castilla, hijo del anterior el cual tenía solo tres años cuando ocupó el trono.

En 1163 aprovechando la minoría de edad de Alfonso VIII, Sancho VI el Sabio recuperó gran parte del territorio riojano, quedando Logroño, Entrena, Navarrete, Ausejo, Autol, Quel y Resa en manos nabarras. A Lope como gobernador de La Rioja le tocaría enfrentarse a las huestes nabarras en 1163 y 1167, y posteriormente a su heredero en el cargo, su yerno Pedro Rodríguez de Lara en 1174.

Acuñó una moneda llamada Lobis o Lobres, en referencia a los lobos símbolo de su linaje que figuraban en ella. Falleció en 1170 y fue enterrado en el claustro de los caballeros del monasterio de Santa María la Real de Nájera.

Diego López II de Haro “el Bueno” o también “el Malo”

El primero de su familia que usó el apellido Haro.



Diego López II de Haro dicho “el Bueno” o también “el Malo” (1162 -1214). Hijo de Lope Díaz I de Haro, conde de Nájera (a. 1126-1170) y de la condesa Aldonza Rodríguez. Fue un magnate de primera importancia en el Reino de Castilla durante el reinado de Alfonso VIII (1158-1214) y tomó parte de la invasión del señorío de Bizkaia, del condado de Durango y del resto de la Nabarra Occidental.

Desempeñó un papel decisivo en el ascenso del linaje Haro así que en la construcción de la identidad nobiliaria de este grupo, que iba a dominar la sociedad política castellana, y después castellano-leonesa, durante todo el siglo XIII. Una lucha de propaganda alrededor de este personaje clave entre sus sucesores y la monarquía en un momento de graves disturbios políticos condujo, a finales del siglo XIII, a la elaboración de una imagen negra y de una leyenda dorada, que acabaron en la elaboración de sus apodos opuestos.

Entre 1179 y 1183, se exilió por primera vez en Nabarra. Volvió a la corte castellana en posición de fuerza, obteniendo el oficio de alférez, uno de los dos más prestigiosos con el de mayordomo mayor. Su primer exilio le permitió obtener del rey los territorios que había gobernado su padre, e invadidos a Nabarra, La Rioja, Castilla la Vieja y Trasmiera (no así Bizkaia que seguía dentro del reino baskón de Nabarra). Obtuvo además las tenencias de la Bureba y de Asturias de Santillana del Mar.

Volvió a enfrentarse al rey castellano y después de su segundo exilio, extendió todavía más su zona de poder en el nordeste del reino de Castilla y lo usurpado a Nabarra, llegando a gobernar «de Almazán hasta el mar» (1196).

Al mando de la retaguardia, participó en la Batalla de Alarcos contra los Almohades en 1195 que perdió estrepitosamente Castilla, cayendo en desgracia. Le apartó el soberano a partir de 1199, cuando le quitó el oficio de alférez para provecho del conde Álvaro Núñez de Lara. Diego López se exilió una tercera vez entre 1201 y 1206, pasando al servicio de Nabarra.

Ante esta situación Alfonso VIII invadió de nuevo Nabarra con ayuda de Alfonso IX de León y puso bajo asedio a Estella-Lizarra, que era donde se encontraba Diego atacando al rey aragónes Pedro II, pero tras un largo asedio no consiguió rendir la plaza. Diego pidió asilo a Aragón pero Pedro II se lo denegó. Diego López pasó al reino moro de Valencia, desde donde atacó desairado al aragonés. Finalmente se reconcilió con Alfonso VIII de Castilla. Se había vuelto Diego imprescindible para el soberano castellano. Este, en su primer testamento de 1204, reconoció que le había perjudicado e intentó enmendar estos actos por su desmesurada reacción. Cuando Diego López decidió volver en Castilla, en 1206, Alfonso VIII puso de nuevo su confianza en él como alférez real.

En 1204, para incitarle a volver en Castilla, Alfonso VIII le reconoció el gobierno de la totalidad de Bizkaia. Ese acto marcó quizás la conversión definitiva del territorio en un feudo inalienable a la familia que iba a constituir la base de poder de los Haro en el siglo XIII.

Los reiterados exilios y este titulo, contribuyeron al mito del «feudo independiente» de Bizkaia que alimentó las controversias entre los fueristas y posteriormente por el nacionalismo vasco.

En la Navas de Tolosa 1212, al frente de las tropas castellanas estaba el traidor Diego López de Haro II y su hijo Lope Díaz I “Cabeza Brava”, donde el pérfido y reciente Señor de Bizkaia, se resarció de la derrota que sufrió contra los musulmanes en Alarcós de 1195. Antes de entrar en combate le dijo su hijo: "Te pido como a un padre y a un señor que no hagas que me llamen hijo de traidor, y recuperes la prez que perdiste en la batalla de Alarcos". La respuesta del padre fue: "Os han de llamar hijo de puta, pero no hijo de traidor" (aludiendo a que su esposa lo abandonó).

Diego López I gobernó Castilla la Vieja a partir de 1210, Santillana del Mar en 1211 y Alaba en 1213. Fue enterrado en el claustro del monasterio de Santa María la Real de Nájera en 1214.



Lope Díaz II de Haro “Cabeza Brava”

Lope Díaz II de Haro, Cabeza Brava (hacia 1170 – 1236), sexto señor de Bizkaia entre los años 1214 y 1236. Combatió con su padre en la Batalla de Las Navas de Tolosa, así como con muchas expediciones contra los moros en Andalucía, siendo la más importante la toma de Baeza en 1227 y fue apodado conquistador de Baeza, después de la cual se incorporó la Cruz de San Andrés al escudo de Bizkaia. Dio título de villa a Plentzia sin éxito. Participó en todas las disputas palaciegas castellanas. Contrajo matrimonio con Urraca Alfonso, hija del rey Don Alfonso IX de León.

Tuvo otros tres hijos con Toda de Santa Gadea, señora muy noble y principal del linaje de los Salcedos señores de Aiala. Una hija de este matrimonio, Mencía López de Haro, fue reina de Portugal al casarse con el rey Sancho II de Portugal.

Fue enterrado en el panteón real de Nájera junto a su abuelo, su padre y su hijo.

Diego López III de Haro

Diego López III de Haro (¿? – Baños de Rioja, 1254), séptimo señor de Bizkaia entre los años 1236 y 1254. Fue hijo de Lope Díaz II de Haro, señor de Bizkaia y de Urraca Alfonso de León, hija ilegítima del rey Alfonso IX de León, y señor de Bizkaia entre los años 1236 y 1254.

En los primeros años sirvió con fidelidad al rey San Fernando, el cual no le confirmó en los terrenos que gobernaba, pero quitándole su feudo de La Rioja y dejándole Castilla la Vieja. Diego no acató esta decisión rebelándose contra el rey en varias ocasiones, consiguiendo posteriormente su perdón. Se mantuvo a su lado hasta su fallecimiento, tras el cual llegó al trono Alfonso X el Sabio con quien Diego López continuó en su posición. Peleándose con el rey castellano, Diego se desnaturalizó o lo que es lo mismo, ejerció su derecho de negar la obediencia al rey (era un derecho que reconocía la legislación de la Edad Media a los señores feudales), buscando otro señor, que sería el rey de Nabarra.

Estuvo casado con doña Constanza de Bearne y de su matrimonio tuvo cuatro hijos: Don Lope Díaz III de Haro, que le sucedió en el Señorío de Bizkaia, don Diego López V de Haro “el Intruso”, que también lo ocupó, doña Urraca Díaz de Haro, que casó con su primo segundo Fernán Ruiz de Castro y doña Teresa Díaz de Haro, que se casó con don Juan Núñez de Lara el Viejo, a cuya descendencia vino a parar el Señorío bizkaíno. Fue enterrado en el panteón real de Santa María de Nájera.

Lope Díaz III de Haro

Lope Díaz III de Haro (¿? – Alfaro, 1288), octavo señor de Bizkaia entre los años 1254 y 1288. Sucedió a su padre en el Señorío de Bizkaia siendo todavía menor de edad. Se puso al comienzo bajo las órdenes del rey de Nabarra, Lope fue llevado por sus tutores a Estella en 1255 para ofrecer igualmente sus servicios al rey nabarro.

Más adelante se reconcilió con el rey de Castilla, logrando que éste le confirmase los privilegios sobre Haro que su padre había perdido y siendo armado caballero por Fernando de la Cerda, primogénito de Alfonso X.

El día 21 de abril de 1282 fue destituido del reino don Alfonso X el Sabio, y nombrado rey de Castilla don Sancho, que estaba casado con una hermana de la mujer de don Lope Díaz III de Haro, por lo cual el señor de Bizkaia era cohermano político del rey don Sancho. Esto dio a Lope un gran poder, que unido a su desmedida ambición provocó muchos problemas al rey, siendo nombrado mayordomo real, canciller y alférez Mayor, y siéndole devuelto el señorío de Haro y el gobierno de la región desde Burgos al Cantábrico.

El 8 de junio de 1288 Lope Díaz se hallaba en Alfaro y discutió por cuestiones de castillos y mujeres con Sancho IV. Agriada la discusión, Sancho ordenó que apresasen a Lope de Haro y fue entonces cuando Lope Díaz arremetió contra el rey con un cuchillo a lo que un caballero del rey le cortó la mano derecha con un mandoble y dos golpes de maza acabaron con su vida.

Diego López IV de Haro

Diego López IV de Haro (¿? – 1289), noveno señor de Bizkaia entre los años 1288 y 1289. Con la muerte de su padre comenzaron los enfrentamientos entre Bizkaia y Castilla. Diego López se unió a Nabarra y Aragón para combatir a don Sancho y reconocer como rey de Castilla a Alfonso de la Cerda.

La cosa se le complicaba ya que varios pueblos fueron cayendo en manos de don Sancho, entre ellos Labastida, Orduña y Balmaseda. En esto, Bizkaia respondió al llamamiento de don Diego y se armaron sus casas fuertes y castillos, apellidándole por señor de la tierra bizkaína. Finalmente Sancho ocupó Bizkaia. La muerte de Diego López IV sin hijos hizo que su herencia fuese disputada.

Diego López V de Haro “el intruso”

Diego López V de Haro (hacia 1250 – 1310), apodado el Intruso y hermano de Lope Díaz III de Haro y Constanza del Beárn. Por parte materna fueron sus abuelos Guillermo II de Bearne, vizconde de Bearne, y su esposa, Garsenda de Provenza.

Señor de Bizkaia entre los años 1295 y 1310. En 25 de abril de 1295, muere don Sancho el Bravo y aprovechándose don Diego López de Haro V de los disturbios de la Corte en la minoría de Fernando IV, entró en Bizkaia y la tomó sin resistencia sin que se le pudiera oponer la legítima señora de Bizkaia doña María Díaz I de Haro, porque su marido el infante don Juan se hallaba todavía en prisión desde la catástrofe de Alfaro (donde muriese Lope Díaz III de Haro).

Al quedar libre el infante don Juan, intentó conseguir que le devolvieran el Señorío y al no conseguirlo, se unió a otros descontentos, para luchar contra la reina regente María de Molina, que fue defendida por Diego López de Haro V.

Don Diego López de Haro V convirtió la aldea marítima de Begoña llamada “puerto de Bilbao” en villa el 15 de junio de 1300.

En marzo de 1307, Diego López llega a un acuerdo con María Díaz de Haro para que esta fuese su sucesora a su muerte. A principios de 1307, mientras el rey, la reina María de Molina, y el infante Juan se dirigían a Valladolid, tuvieron conocimiento de que el papa Clemente V reconocía la validez del juramento prestado por el infante Juan y por su esposa en 1300 de renunciar al señorío de Bizkaia, por lo que el infante debería atenerse a él, o bien responder al pleito interpuesto contra él por el señor de Bizkaia. En febrero de 1307 se intentó resolver el pleito sobre el señorío de Bizkaia, acordando que Diego López V de Haro conservase la propiedad del señorío de Bizkaia en tanto durase su vida, pero que a su muerte, el señorío pasase a ser de María II Díaz de Haro, a excepción de Orduña y Balmaseda, que serían entregadas a Lope Díaz de Haro, su hijo, quien también recibiría Miranda de Ebro y Villalba de Losa de manos del rey. En Lerma, donde se hallaba María II Díaz de Haro, el infante Juan, Juan Núñez de Lara el Menor, Diego López V de Haro, y Lope Díaz de Haro, hijo de este último, acordándose que prestasen homenaje en Bizkaia como futura señora a María II Díaz de Haro, al tiempo que se hacía lo mismo en los castillos que recibiría Lope Díaz de Haro.

En marzo de 1307 reunidas las Juntas Generales del señorío de Bizkaia en Aretxabalaga, Diego el Intruso reconoció a María como legítima heredera del señorío, pidiendo que fuese aceptada como señora de Bizkaia a su muerte, lo que ocurrió en 1309.

Como continuaba la guerra contra los moros, Diego López de Haro V estaba acompañando al rey Fernando IV, durante el sitio de Algeciras, donde Diego murió en los primeros días de enero de 1310 El cadáver de Diego López V de Haro fue llevado a la ciudad de Burgos, donde recibió sepultura en el desaparecido monasterio de San Francisco de Burgos junto a su esposa castellana.



María Díaz I de Haro

María Díaz I de Haro (¿? – 3 de noviembre de 1342). Señora de Bizkaia entre los años 1310 a 1322 y 1326 a 1334. Casada con el infante don Juan o Juan de Castilla "el de Tarifa", el 10 de enero de 1287, tuvo a Lope, que murió joven, a María segunda señora de Bizkaia, que casó con Juan Núñez de Lara III y a Juan de Haro (m. 1326).

Continuaban las escaramuzas entre los linajes del país y María Díaz de Haro se retiró por una temporada de los negocios públicos, dejando a su hijo Juan al cargo del Señorío. Tras ser asesinado su hijo Juan, por orden de Alfonso XI, María Díaz abandonó a Castilla. Alfonso XI intentó apoderarse del Señorío de Bizkaia, y aparentó conseguirlo mañosamente por mediación de Garcilaso de la Vega, que visitó a doña María, pero el derecho de ésta quedó en pie.

Durante su mandato se legitima la carta de fundación de Bilbao (1310) y se fundan las villas de Portugalete en 1322; Lekeitio en 1325 y Ondarroa, en 1327.

En 1322, ya viuda, fundó el convento de dominicas de Valencia de Campos, tomando los hábitos en el monasterio de Santa María de la Consolación de Perales donde se retiró, dejando como sucesor a su hijo Juan de Haro el Tuerto.

Juan de Haro “el Tuerto”

Juan de Haro, el Tuerto (¿? – 1326). Señor de Bizkaia entre los años 1322 y 1326. Fue padre de María Díaz II de Haro.

Juan de Haro heredó las posesiones de sus padres y contrajo matrimonio con Isabel de Portugal y Manuel, hija del infante Alfonso de Portugal, y nieta del rey Alfonso III de Portugal. Fue asesinado en Toro en 1326 por orden de Alfonso XI “el Justiciero”, rey de Castilla y León, por sus pretensiones de extender sus influencias al acordar la boda con la nieta del rey de Aragón, lo cual obligó a María Díaz de Haro I a salir de su retiro conventual para volver a ponerse al frente del Señorío.

Aunque el rey Alfonso XI de Castilla intentó comprar los derechos de posesión del señorío de Bizkaia, María se negó a venderlos, volviendo a estar frente del señorío. En 1334 renunció de nuevo, esta vez a favor de su nieta María Díaz II de Haro, hija de Juan el Tuerto y de Isabel de Portugal y Manuel.

María Díaz II de Haro

María Díaz II de Haro hija (¿? – 1350). Hija de Don Juan el Tuerto y de Isabel de Portugal. Señora de Bizkaia entre los años 1334 y 1349. Fue su esposo Juan Núñez de Lara IV. Al comienzo de su señorío, intentó de nuevo Alfonso XI arrebatárselo, declarándose una verdadera guerra civil entre castellanos y bizkaínos, y como al rey y a Juan Núñez de Lara les convenía la paz, llegaron a un acuerdo y Alfonso cejó en su empeño.

Durante la primera parte del reinado de Alfonso XI “el Justiciero” de Castilla, el esposo de María II, Juan Núñez de Lara, reclamó en su nombre las propiedades que habían pertenecido a su padre, guerreando contra el rey en varias ocasiones, hasta su reconciliación definitiva con el monarca, después de que éste le hubiera sitiado y vencido en la ciudad de Lerma. Después de la paz acordada entre su esposo y el rey, María Díaz de Haro y su esposo convivieron pacíficamente con el soberano castellano-leonés, que les ratificó la posesión del señorío de Bizkaia, al tiempo que se comprometía a no usar el título de señor de Bizkaia, algo que había hecho desde 1332.

El 16 de septiembre de 1348 murió, poco después de dar a luz a su hijo Nuño. Al fallecer, continuó con el Señorío de Bizkaia su marido, Juan Núñez de Lara que falleció en 1350. El cadáver de María Díaz II de Haro recibió sepultura en el Convento de San Francisco de Palencia.

Nuño Díaz de Haro y Lara

Señor de Lara y Bizkaia (1350-1355). Fue nombrado señor de Bizkaia en 1350, con 2 años de edad, pero falleció dos años después, en 1352. Fue sepultado en la capilla de San Juan Bautista de la desaparecida iglesia de Santa María de la Atalaya de Bermeo donde murió, demolida en el siglo XVIII.

En esto el rey don Pedro intentó apoderarse del niño don Nuño, pero los bizkaínos le ampararon poniéndole a salvo con la señora que le criaba llamada doña Mencía, no sin que el rey le persiguiese hasta Santa Gadea. Murió a la edad de 5 años.

Juana Núñez de Haro y Lara y Don Tello

Juana Núñez de Haro y Lara (1353-1359), XV Señora de Lara y Bizkaia, hermana del anterior y la primogénita. Contrajo matrimonio con el infante Tello de Castilla en 1354, hijo natural de Alfonso XI “el Justiciero”. Juana fue asesinada en Sevilla a los 24 años de edad en 1359, durante la guerra civil entre sus cuñados Pedro I el Cruel y Enrique II reyes de Castilla, por orden de Pedro I el Cruel.


Señora de Lara y Bizkaia (1359-1361), sucedió a su hermana en la posesión del señorío de Bizkaia pero apenas ocupó. Contrajo matrimonio en 1354 con el infante Juan de Aragón, hijo de Alfonso IV el Benigno, rey de Aragón. Señor consorte de Bizkaia por su matrimonio con Isabel de Lara, fue asesinado por orden de su primo Pedro I el Cruel, rey de Castilla y León, en Bilbao, junto a su esposa la Señora de Bizkaia y de Lara.

Don Tello de Castilla



Gernika s. XV

Esposo de Juana Núñez de Lara, siguió siendo co-señor de Bizkaia, fundó las villas de Markina (1355), Elorrio (1356) y como señor las de Gernika y Gerrikaiz (1366), hasta su muerte en 1369.

Tello de Castilla siendo Señor de Bizkaia testó en 1368 y en 1370. En su último testamento legó Bizkaia y Balmaseda a la mujer de su hermano el rey Enrique II de Castilla, Juana Manuela, hija de la hermana de Lope Díaz de Haro III y al infante don Juan (que dio carta de villa Errigoiti en 1376, la última de Bizkaia).


El título de señor de Bizkaia no pasará a la corona castellana hasta 1378. El paso del título de señor de Bizkaia fue una cuestión de herencias, pero el señorío ya formaba parte de la corona castellana desde la ocupación militar de la Nabarra Occidental de 1200 pese a las continuas rebeldías de los señores de Bizkaia contra la corona de Castilla que les llevó a integrarse en Nabarra durante varios años pero de forma temporal, hasta que el ejército castellano entró en tierras bizkaínas y puso fin a la situación. Así fue como desapareció la figura del señor de Bizkaia y empezó a ejercer como tal el rey de Castilla, figura lejana para el pueblo.





De cómo el Señorio de Vizcaya se incorporó a la Corona de Castilla en tiempos de Don Juan I. (1370-1390).

Acabada la línea derecha de los Señores de Vizcaya con la muerte de don Tello y de su esposa doña Juana, sin que hubiesen dejado sucesión, heredó el Señorío de Vizcaya y Lara el infante don Juan, hijo primogénito del rey don Enrique II y de la reina doña Juana Manuela, quinta nieta de doña Teresa Díaz de Haro, hermana de don Lope Díaz de Haro IV, en virtud de cuyo derecho le pertenecía el Señorío a dicho infante.

El 20 de Diciembre de 1371 pasó a Vizcaya el infante don Juan a tomar posesión del Señorío y a jurar sus fueros, y a principios del año siguiente confirmó los privilegios de Bilbao, Portugalete, Ermua, Lequeitio, Munditivar y principalmente Tabira de Durango, cuyo documento parece nueva carta-puebla por la importancia de las gracias concedidas.

En Vizcaya la situación era de perpetua inquietud por las luchas de los banderizos. (…)

El rey don Enrique, padre del infante, murió el 30 de Mayo de 1378, siendo el infante don Juan, ya Señor de Vizcaya, proclamado rey de Castilla y León en la catedral de Santo Domingo de la Calzada, donde había muerto su padre. (…)

Es interesante señalar este documento histórico en el que los reyes de Castilla, por primera vez, añaden a sus títulos el de Señores de Vizcaya. Fue dado el privilegio en la ciudad de Segovia a 15 días de Mayo de 1382, y la transcripción literal del párrafo que se menciona es la siguiente:

“Por ende nos acatando todo esto queremos que sepan por este nuestro privilegio, o por el treslado del signado de Escribano publico sacado con autoridad de Juez, o de Alcalde todos los homes que agora son, o seran de aquí adelante, como nos don Juan por la gracia de Dios Rey de Castilla, de Leon, de Toledo, de Galicia, de Sevilla de Cordoba, de Murcia, de Jaen, del Algarbe; de Algeciras, e Señor de Lara e de Vizcaya, e de Molina, regnante en uno con mio fijo primero heredero de los nuestros regnos de Castilla e de Leon...”::: por ende damos a vos e facemos merced del Monesterio de Begoña, que es en el término de Bilbao; e damos bos por juro de heredad para agora, e para siempre jamas con todas las rentas, e derechos, e otras cosas cualesquier que al dicho Monesterio pertenecen....”

LOS GEBARA, TENENTES DE LA NABARRA OCCIDENTAL 



Casa torre de los Gebara del siglo XIII cercana al castillo

El solar de los Gebara está en un lugar estratégico en un altozano en la Llanada alabesa, desde donde se controla las rutas hacia el valle de Leniz, a Oñate, al valle del río Oria o el camino de la Sakana por Uharte-Arakil hacia Pamplona. 

Fernán Pérez de Ayala, en su genealogía sobre su familia del año 1371, hacía descender a los Gebara de los reyes de Bretaña y de los Bela alabeses: "En tiempo del Rey Don Sancho de Aragón que fino sobre Guesca habie un Rico-ome en Navarra que se llamava Don Ladrón, que venie de padre en padre de los Reyes de Bretaña. E este era Señor de Guevara, e de la tierra de Oñate, e mucho bueno, e non habie mas que vna fija, que llamavan Doña Mayor Ladrón de Guevara, casóla con Don Yeñego Velaz fijo de Don Vela Yeñeguez que morava en Navarra a la merced del Rey".

El mencionado Lope García Salazar, en su "Libro de las Bienandanzas e Fortunas" de finales del siglo XV, nos cuenta una historia similar: "De la generaçión de los Doce Pares de Françia, vino un cavallero que pobló Álava, que traía las armas que traen los Duques de Bretaña, e fizo castillo que llaman Altamira e palaçios de Guebara, que le dexaron a Oñate, que la ganaron del Rey de Navarra, suya era Álava aquel tienpo".

  
Castillo de Gebara en la cumbre, del que no quedan más que unos lienzos de muros tras su voladura en el año 1839 por el general cristino Zurbano tras la Primera Guerra Carlista, donde fue un bastión muy importante de los foralistas (dibujo del blog Martin Ttipia).


Cuenta la leyenda familiar de los “Ladrón” de Gebara, recogida por un obispo de Burgos, que tras una batalla de Aibar (Alta Nabarra), un Gebara tuvo que sacar de las entrañas de la reina Urraca, muerta en la contienda, a un niño criado oculto como un ladrón, que después sería el rey nabarro Sancho Abarka (935-994), de donde vendrían los Gebara. Pero la madre de Sancho Abarka era la aragonesa Andregoto Galíndez y Urraca sería su mujer, hija del conde de Castilla Fernán González y de la princesa nabarra Sancha.

E. Labayru, historiador bizkaíno del siglo XIX en su “Compendio de la historia de Bizcaya”, comenta que el apodo “Ladrón” (de Gebara), viene porque el primer señor de Bizkaia de esta estirpe nació casi muerto y “robó” la vida, lo cual tampoco parece muy consistente. 

Este tipo de leyendas sobre el pasado de una familia poderosa era muy normal en la Edad Media, las cuales potenciaban y pagaban a escribanos para que las documentaran falsamente, aunque, a veces, tenían alguna parte que sí que era real.


El origen de la familia Gebara, nos lo explica la Enciclopedia Auñamendi, partiendo de Garcés Azenáriz y después de Orbita Aznárez o Bela Aznar (Bela "cuervo” y Aznar "zorro"), tenente de Gipuzkoa (1054-1080) con el rey de Nabarra Sancho “el de Peñalén”, caballerizo (1071-1074) y mayordomo (1075-1076) de este rey hasta su asesinato tras la conjura de sus hermanos y el rey de Castilla. 

Esta familia dio un salto importante con el hijo de Bela Aznar, de nombre Eneko Beilaz (romanzado como “Iñigo Velaz”), durante el reinado de Alfonso I “el Batallador” (1104-1134), el cual en el año 1105 figuraba como “senior Eneco Beguila”, dominante en tenencias tan dispersas como “Essauri et Baztan, et Burunda et in Ernani” (1096-1107).  

Tal y como explica en su libro “Cuando éramos navarros” Iñaki Sagredo Garde, “Ernani” se refería al valle del mismo nombre que llegaba hasta San Sebastián del Antiguo, probablemente la primera población de la actual Donostia-San Sebastián, y que abarcaría quizás toda la comarca de Oarso hasta Irun, entonces, parte arzobispado de Baiona y del vizcondado de Lapurdi, creado éste en la primera mitad del siglo XI por Sancho III el Mayor (para más información https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/origenes-de-lapurdi-vizcondado-nabarro.html?m=1


Mapas de Eneko Del Castillo con las diócesis dentro del reino de Nabarra, s.IX-XI
La Diócesis de Armentia-Alaba fue sustituida por la de Nájera-Calahorra-Santo Domingo de La Calzada, la de Baiona alcanzaba tierras gipuzkoanas y alto nabarras hasta 1567. Para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/04/hasta-donde-llego-la-diocesis-nabarra.html


Eneko Beilaz fundó su casa solariega en la Llanada Alabesa al casarse con Doña Mayor Ladrón, que sería heredera de los solares de Oñati y Gebara y con la que, según algunos autores, estaba emparentada, la cual aportaría además el “apellido” Ladrón a la familia. 

Murió Eneko Beilaz durante la recuperación de Baiona en el año 1131, ocupada por el duque de Aquitania, donde su participación fue decisiva. Alfonso I “el Batallador” de Nabarra y de Aragón, dejó escrito que reinaba “desde Belorado hasta Pallars y desde Baiona hasta Monreal” (Monreal del Campo, entre Calatayud y Teruel, conquistado a los musulmanes en 1120 y perdido de nuevo en 1134). 

El hijo primogénito Eneko, conocido como Eneko Ladrón de Gebara, le sustituyó al frente de las tenencias de la Nabarra Occidental de las actuales Bizkaia, Gipuzkoa y Alaba (1124 o 1131-1136 y 1140-1155), su otro hijo Lope Iñiguez fue tenente en Tafalla y señor de La Bureba (1113-1142) y otro más, Fortún, "señor" de Marcilla (1135) y de Caparroso (1136).

Mapa tras la separación de Nabarra y Aragón a la muerte de Alfonso I "el Batallador" (Eneko del Castillo)


Eneko Beilaz aparece como “conde” en el testamento de Alfonso I escrito durante la toma de Baiona, hecho poco usual en la corona nabarra. Alfonso I “el Batallador” murió sin descendencia directa en el año 1134 durante la toma de Fraga, y en su testamento dejó el reino a las a los soldado-monje de las Órdenes religioso-militares  de Palestina, Santo Sepulcro y Hospital San Juan de Jerusalén. 

(Sobre la Orden de Malta o Sanjuanistas en la Nabarra Osoa: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/03/hay-cruces-de-malta-en-andra-mari-de.html)

Dentro de la iglesia de Zizur Menor con la bandera de Nabarra-Aragón 

El testamento fue rechazado por los infanzones nabarros en las Cortes Generales, reunidas a tal efecto en la catedral de Iruñea-Pamplona, donde participó activamente Ladrón de Gebara. Los infanzones decidieron no hacer caso del testamento y Garcés Ramírez fue alzado como nuevo rey. Garcés había destacado como un gran guerrero y era entonces señor de Monzón (Aragón) y Tudela, descendiente de Sancho III “el Mayor” por parte paterna, por tanto, de la familia real nabarra. 



En el Pacto de Vadoluengo del año 1135 (población cercana a Zangotza-Sangüesa), que pretendía poner paz entre Nabarra y Aragón, Garcés Ramírez “el Restaurador” intitulaba otra vez "conde" a los Gebara, sin añadir la tenencia, dando a entender que se le daba este título de por vida a la familia, de donde vendría el condado de Oñati y el de Gebara en la Llanada alabesa.

Este hecho es insólito en la corona nabarra y parece ser el origen de esta tenencia, por lo que es difícil saber si Oñati perteneció anteriormente al condado de Alaba o al de Durango, como era el caso de las tenencias de los valles cercanos de Aramaiona o de Leniz (Aitzorrotz), creadas desde Durango ya a finales del siglo XII  (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/09/la-tenencia-nabarra-del-valle-de.html y https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/la-tenencia-nabarra-de-aitzorrotz-en-el_45.html).


Un documento apócrifo, le atribuye también a Ladrón de Gebara la creación del condado de Oñati junto a su mujer Teresa, hija del vizconde de Zuberoa y Mauleón, quienes lo habrían donado en el año 1149  a su primogénito. Pero, el documento es falso, ya que Ladrón de Gebara se casó con la hermana de Garcés Ramírez, de nombre Elvira de Monzón.

En la “Colección documental del Archivo Municipal de Oñate” (1149-1492), Irune Zumalde Igartua, transcribe el texto, que no es más que una copia simple de finales del siglo XVI, inserta en una serie de papeles y alegaciones presentadas en un pleito entre el conde y la villa de Oñati: “1149, Donación realizada por el Conde don Ladrón, Príncipe de los Navarros y su esposa doña Teresa, a favor de su hijo don Vela Ladrón de la heredad y termino de Oñate:

En el nombre de Dios Amen. Yo, el Conde don Ladrón, por la graçia de Dios, Príncipe de los Navarros do a ti, mi hijo Vela Ladrón, toda la mi heredad que e en Oñate, que quiere dezir a toda Oñate con entrada y salida y con todo lo que a mi perteneçe e se contiene dentro de los términos de la dicha tierra, assí (Fol. 3 v.) en los hombres como en los monesterios, casas y mançanales y campos y montes e ríos; e yo, doña Teresa, Condesa por esa mesma graçia, aprobando la donaçión que mi señor el Conde, tu padre, te hizo de la dicha Oñate e tierra e monesterios con todas sus pertenençias por esa misma ley e donaçión te do a ti, mi hijo Vela Ladrón, toda la mi parte que a mi perteneçe en Oñate y sus términos (…)”. 

Respecto a la gobernación del condado de Oñati, parece claro que, al menos dentro del reino de Nabarra, se aplicaría el derecho pirenaico y su funcionamiento administrativo sería muy similar a lo que conocemos del condado de Ayala (https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/05/las-juntas-de-ayala-derecho-pirenaico.html).


Oñati, torre  Zumeltzegi del siglo XIII, de la familia Vélez de Gebara, condes de Oñati


Iñaki Sagredo Garde, en su libro “Cuando éramos Navarros”, comenta como, en tiempos del rey Garcés Ramírez "el Restaurador" (1135-1150), sigue figurando en el año 1136 el conde Ladrón, como “comite Latron in Aibar et in Ipuzca”, siendo la persona más cercana al rey y recibiendo el calificativo de "príncipe de los nabarros", ya que fue el infanzón que más influyó en la restauración del reino y, sobre todo, porque se casó con una hermana del rey como hemos visto.

En verano del año 1136, Alfonso VII de Castilla, aprovechando la confusión que creó el testamento del Alfonso I, invadió las tierras nabarras de Alaba y llegó hasta la comarca de Estella, donde era tenente nabarro el conde Ladrón, el cual cayó prisionero y se vio obligado a prestar juramento a Alfonso VII. En septiembre del mismo año, ya se le documenta en la comitiva del rey de Castilla. 

El gallego Alfonso VII le concedió a Ladrón de Gebara la tenencia nabarra de Viguera de la Rioja Media (comarca de Logroño), la cual había ocupado Castilla tras la muerte de Alfonso I "el Batallador" y que estaba gobernada hasta entonces por el también nabarro Fortún Garcés Cajal.

Palacio real de Lizarra-Estella del siglo XII y una maqueta con su muralla medieval


Sin embargo, en contra de lo que pudiera parecer, Garcés Ramírez “el Restaurador” no rompió con la familia del conde; al contrario, los hijos de Ladrón pasaron a gobernar las mismas tenencias de su padre, Bela Ladrón y Lope Iñiguez serán tenentes de Alaba, Gipuzkoa, Bizkaia, Arakil, Aibar, Leguin y Tafalla. 

Según comenta Iñaki Sagredo en el libro mencionado, en la corte castellana se consideró siempre a Ladrón como un caballero nabarro, de ahí que se aluda a él como “Ladrón de Nabarra” y su hijo sea mencionado también como “Bela de Nabarra”. 

Así se explica que, tras varios años en tierras riojanas como miembro de la corte de Castilla, Ladrón volviera al reino nabarro y fuera reintegrado en sus tenencias en el año 1140. Ya un año antes, en 1139 y por un breve período de tiempo, Ladrón había estado al frente de las tenencias de Aibar y Leguín. 

Durante su “cautiverio” por Castilla, siguió su hijo Bela Ladrón de Nabarra como señor de Bizkaia, Alaba y Gipuzkoa (entre los 1136-40), después volvió a serlo su padre al regresar al reino de Nabarra. 

Tras la muerte de Ladrón en 1155 y hasta 1174, fue Bela Ladrón de Nabarra otra vez tenente de Bizkaia, Gipuzkoa y Alaba, reinando para entonces Sancho “el Sabio” (1150-1194). Bela se casó con una hija natural del rey de Nabarra Garcés Ramírez “el Restaurador” de nombre Sancha Garcés o García. 

En el año 1174 de la pérdida de Baiona y de Lapurdi a manos del duque de Aquitania y futuro rey de Inglaterra Ricardo “Corazón de León”, se hizo cargo de las tenencias de la Nabarra Occidental su hijo Juan o Johanes Belez hasta el año 1179. 


Los hechos posteriores a la conquista de 1200 que hemos visto, parecen demostrar la fidelidad al reino baskón de la familia principal de los Gebara durante la invasión de la Nabarra Occidental.

Libro de Armería de Nabarra del siglo XVI con el escudo primigenio de Nabarra, 
donde también aparecen los Gebara con sus cinco panelas con fondo rojo, 
el segundo escudo arriba por la izquierda (para más información sobre el escudo de Nabarra: https://lehoinabarra.blogspot.com/2018/11/nabarra-mejor-sin-cadenas.html)





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263. “Euskara jendea” Xamar
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266. “Iparla” IV Iñaki Aginaga
267. “Emigración de Baztan y Nafarroa Behera desde el siglo XIV” Pedro Esarte
268. “Una geografía diacrónica del euskera en Navarra” A.Irigaray
269. “Sancho Garcés III el Mayor” Colección Reyes de Navarra, Carmen Orcástegui, Esteban Sarasa
270. “Sancho Garcés III el Mayor, rey de Pamplona” Aitor Pescador, Roldón Jimeno.
271. “Sancho VI el Sabio rey de Navarra” Colección Reyes de Navarra, Juan Francisco Elizari
272. “Orhipean” Juan Carlos Goietxe “Xamar”.
273. “Gorbea inguruko etno-ipun eta esaundak” Manu Etxebarria
274. “Los campesinos vascones” Albero Pérez de Laborda
275. “Los mitos vascos” Andrés Ortíz-Oses
276. “El románico, arte de la Edad Media” E.J. Mrrom
277. “Mil nuevas noticias insólitas del País de los vascos” Iñaki Egaña
278. “Navarra, castillos que defendieron el reino V” Iñaki Sagredo
279. “Guía de Akelarre vasco” José Dueso
280. “Nabarra: reflexiones de una patriota” Iñigo Saldise
281. “Historia de Gipuzkoa” RSVAP
282. “Erromatarren kolonizakuntza” Koldo Larrañaga
283. “Erdi Aroko Jaurerriak Euskal Herrian” Fernando de Lucas
284. “Sancho III el Mayor” Colección Reyes de Navarra,J.L Orella Unzue
285. “La Batalla de San Marcial” Pedro Esarte
286. “Crónica de España, Crónica del Señorío de Vizcaya” Francisco Rodríguez García
287. “Bizkaia, Atlas de las villas medievales” Beatriz Arizaga, Sergio Martínez.
288. “Pueblo y Poder” Joseba Ariznabarreta
289. “El matriarcalismo vasco” Andrés Ortíz-Oses FK Mayr.
290. “Lo que NO nos enseñaron” Bernardo Estornés Lasa
291. “Manifiesto comunista” Karl Marx
292. “Introducción a la historia medieval de Álava, Guipuzcoa y Vizcaya” J.A. García Cortazar y otros.
293. “La Guerra de Navarra (1512-1529) Crónica de una conquista española” Peio Monteano
294. “Sancho VII el Fuerte” Colección Reyes de Navarra, Luis Javier Fortún Pérez de Ciriza.
295. “La relaciones de Soria con Euskadi” Antonio Ruiz Vega
296. “Mil años de historia vasca a través de la literatura greco-latina” Santiago Segura Munguía
297. “Síntesis de la historia de Navarra” Koldo Martínez Garate
298. “Iñigo Arista” Colección Reyes de Navarra, Manuel Ilarri Zabalo
299. “1512, 500 años de la conquista de Navarra” Nabarralde, I Congreso de Escritores Navarros en Biana
300. Iparla 11 Iñaki Aginaga
301. “La Comuna de París”, K.Marx, F.Engels, Lenin
302. “Jagi-jagi” Eduardo Renobales.
303. “500 años de la conquista” Nafarroa Bizirik, Nabarralde
304. “La Cuestión Vasca” Federico Krutwig Sagredo (1966)
305. “Estelas discoidales de Euskal Herria” Pedro Zarrabeitia Miñaur
306. “Vascones, poblamiento defensivo en el Pirineo” Iñaki Sagredo Garde
307. “Gipuzkoa ignorada” Luis-Pedro Peña Santiago
308. “Nuestros barcos” Xabier Agote
309. “Baserria” Alberto Santana
310. “Gipuzkoako dorretxeak eta leinuak” Borja de Aguinagalde
311. “Época romana” Merche Urteaga
312. “José Antonio Agirre Lekube” Edorta Jiménez
313. “De Guernica a Nueva York pasando por Berlín” José Antonio Agirre Lekube
314. “Los territorios vascos y el Estado navarro” Varios Nabarralde
315. “Los vascos a través de Garibay” Julio Caro Baroja
316. “Compendio de la historia de Bilbao” Teófilo Guiard Larrauri
317. “Antigua Roma” C. Melani, D. Fontanella y G.A. Cecconi
318. “Mapas para una nación” José María Esparza
319. “El reino de Navarra en la encrucijada de su Historia” José María Olaizola
320. “Misterios de la Edad Media” Jesús Callejo
321. “Viaje a Navarra durante la insurreción de los vascos” Agosti Xaho
322. “La raza vasca” T.Aranzadi, J.M. Barandiaran, Etcheverry
323. “historia del euskera en La Rioja” EduardoMartínez Aznar
324. “Historia del reino de Navarra en la Edad Media” José María Lacarra
325. “Las Juntas Generales del Señorío de Vizcaya” Francisco Sesmero
326. “La Casa de Juntas de Vizcaya” Francisco Sesmero
327. “La casa-torre de Vizcaya” Manuel Basas
328. “Aforados y no aforados” Adrián Celaya
329. “Auzolan kultura” Jasone Mitxeltorena
330. “Cuando éramos navarros” Iñaki Sagredo
331. “Independentziaren papela” Pako Aristi
332. “El laberinto vasco-Sabino Arana Goiri” Pedro Basaldua
333. “El contrato social” J.J. Rousseau
334. “Conquista e incorporación del reino de Navarra a Castilla” Roldán Jimeno, Gregorio Monreal
335. “Milenarismo vasco” Juan Aranzadi
336. “Consecuencias de la conquista” Nabarralde autores varios
337. “La familia, la propiedad privada y el Estado” Federich Engels
338. “Nabarra en su vida histórica” Arturo Campión
339. “Continúa la irracional conquista” Tomás Urzainqui
340. “Navarra teoría del Estado” Mikel Sorauren
341. “Hitza hormaren kontra” Victor Alexandre
342. "Embajadores Navarros en Europa” Alvaro Adot

342. “El linaje de cromagnon” Louis Carpentier
343. “Historia del mundo contemporáneo” Juan J. Fernández Sanz y Gabriel García Voltá
344. "Arqueología y poblamiento de Bizkaia. s. VI-XII" Iñaki García Camino
345. "El mariscal Pedro de Navarra" Pedro Esarte
346. "Las dos primera crónicas de Vizcaya" Andrés Aguirre Gandarias ("La Crónica de Vizcaya" García 347 Salazar y "Los anales breves de Vizcaya" Sancho Sánchez de Bilbao la Vieja").
348. "Guía histórico descriptiva del viajero en el Señorío de Vizcaya" Juan Eduardo o 
Eustaquio  Delmas.
349. “Castillos que defencieron el reino Tomo I” Iñaki Sagredo Garde.
350 “Castillos que defencieron el reino Tomo II” Iñaki Sagredo Garde.
351. “Castillos que defencieron el reino Tomo IV” Iñaki Sagredo Garde.
352. "Elementos de cultura material en el País Vasco" Miguel Agud
353. “Brevísima relación de la destrucción de las Indias” Bartolomé de las Casas
354 “La Guerra Civil en Euzkadi, antes del estatuto” Manuel Irujo
355. “La campaña de las Navas de Tolosa” Ambrosio Huici Miranda
356. “Sugearen iraultza” Josu Nabera
357. “Mairu baratzak, Pirineotako harrespilak” Xabier Peñalver.
358. “Pueblos de Bizkaia, Lemoa eta Bedia” Javier Sanz Iraeta.
359. “Pueblos de Bizkaia, Aranzazu y Artea” Arantxa Rementeria.
360. “Pueblos de Bizkaia, Carranza” Aranzazu
361. “Pueblos de Bizkaia, Zeanuri y Ubidea” Salome
362. “Pueblos de Bizkaia, Igorre” Ángel Larrea
363. “Aproximación a la historia de Ultzama” Lourdes Iraizoz
364. Pueblos de Bizkaia, Orozko” Roberto
365. “La moneda en Navarra” Ricardo Ros
366. “La Batalla de Vitoria” Fernando Sánchez Aranaz
367. “Pueblos de Bizkaia, Dima” Marta Zaballa Llanos
368. “Pueblos de Bizkaia, Areatza-Villaro” Aranazau Saratxaga
369. Pueblos de Bizkaia, Gordexola” Marco Alfredo Royo
370. “La derrota de Carlomagno” Iñaki Sagredo
371 “Pueblos de Bizkaia, Arrigorriaga” Felipe Ramos Martín
372. “Edad Media de la villa de Durango” Vicente Zavala
373. “Enciclopedia ilustrada del País Vasco” B. Estornés Lasa
374. “Pueblos de Bizkaia Gatika, Maruri y Urduliz” Ander Iturbe Mach
375. “Santa María de Begoña, en la historia espiritual de Vizcaya” Andrés E. de Mañaricúa.
376. “Rutas por las fortalezas del reino de Navarra” Juan María Feliu
377. “Sancho Garcés” Arturo Campión
378. “Aitor.La leyenda cántabra” Agosti Xaho
379. “Toponomia de Urduliz/Urdulizko toponimia” Agustín Egaña Abad
380. “Historia de la Edad Media” Jose María Lacarra
381. “Pueblos de Bizkaia Ermua. Mallabia y Zaldibia” Juan Antonio Pinedo Otaola
382. “Guipuzkoa y sus hombres” Pedro Uriarte
383. “Euskararen isobarak” Pako Aristi
384. “Independentziarako paperak” Pako Aristi
385. “Pueblos de Bizkaia Valle de Atxondo” Marisa Bengoa Guaresti
386. “Pueblos de Bizkaia Elorrio” Iñigo Agirre Kerexeta
387. “Orígenes de la nación española. El Reino de Asturias” Claudio Sánchez Albornoz
388. “Galiziako historia” Xose Estévez
389. “Eusko euskakuntza, Cuadernos de Derecho” Álvaro Navajas, JL Orella Unzué, L.M. De Salazar, Ricardo Gómez
390. “Azpilikueta, ekonomiaren aintzindaria” Oskar Arantzabal
391.“Martin Azpilikueta” Pierre Charriton
392. “Mapa bilduma/Colección cartográfico” Museo Arqueológico de Bilbao
393. “Hilerriak/Estelas” Museo Arqueológico de Bilbao
394. “Sancho El Mayor, rey de los vascos” Anacleto Ortueta
395. “Vasconiana” Julio Caro Baroja
396. “Sobre el mundo ibérico-pirenaico” Julio Caro Baroja
397. “El aporte vasco a progreso humano” Jesús Basañez
398. “Hariak” Revistas de Nabarralde
399. “Nosotros los vascos, Arte II” Editorial Lur Diversos autores
400. “El hierro en Bizkaia y en su entorno” Xabier Orueetxebarria
401. “Euskara bizitzaren kenkan” José Ángel Irigaray
402. “Obras completas” Diputación de Gipuzkoa y EHU.
403. “No sin Nabarra” Raúl Arkaia
404. “Berenguela de Navarra” Ann Trindade
405. “Leyendas de Euskal Herria” Toti Martínez de Lezea
406. “Libro de Armería del reino de Navarra” Diputación Foral de Navarra
407. “El origen de los vascos” Martín Almagro Gorbea
408. “Derecho Pirenaico” Haria Nabarralde diversos autores
409. “Hitoriografia de Vizcaya” Andrés de Mañaricúa
410. “Breve historia de la incompetencia militar” Ed Strosser
411. “Euskal Herriko historia matriliniala” Mari Carmen Basterretxea
412. “Eusko Gudaroztea” Azpeitiako Udala
413. “El Gobierno universal del señorío de Vizcaya” Dario Areitio y Mandiola
414. “De la dictadurana a la democracia” Gene Sharp
415. “San Ignacio, ¿quién era? Iñigo Bolinaga
416. “Imágenes del arcángel San Miguel en Bizkaia” Jesús Muñiz Petralanda
417. “Arte prerrománico en Álava” J. Javier López de Ocáriz
418. “Arte Medieval” Diputación de Bizkaia coordinador Iñaki García Camino
419. “Los Linajes de Bizkaia en la Baja Edad Media” Arsenio Acosta
420. “Imperofobio y la leyenda negra” María Elvira Roca Barea
421. “Vizcaya medieval” Eusko Ikaskuntza-Andrés Mañaricúa
422. “El linaje de los Avendaño” Ernesto García Fernández
423. “Erroteak-Galdakao” Ander Ros
424. “Bizkaia en la Edad Media. Tomo I” JM Gorordo Bilbao
425. “Bizkaia en la Edad Media. Tomo II” JM Gorordo Bilbao
426. “Estas guerras son muy nuestras” Col. Gasteiztarrak
427. “Gipuzkoako historia nafarra” Beñi Agirre
428. “Diócesis medievales, obispados de Álava, Guizpúzcoa y Vizcaya” A. Mañaricúa
429. “Una abadía castellana en el siglo XI San Salvador de Oña” Santiago Olmedo Bernal
430. “De psicología de los pueblos y de folclore” J.A. Ereño
431. “Ignacio Iztueta y yo” J.A. Urbeltz
432. “Iglesia Andra Mari de Erandio” J.M. González Cembrelín
433. “Influecia del euskera en la lengua castellana” Miguel Zarate
434. “La historia y geografía de España ilustrada por el euskera” J.A. Moguel
435. “Discurso sobre los Fueros vascos y miscelánea vascónica” Mateo Benigno de Moraza y Varios.
436. “El elemento arqueológico cristiano” Agustín Azcárate
437. “El franquismo en la arqueología” Juan Francisco M. Corbi
438. “Iruña-Velia el calvario de Euskal Herria” Felix Zubiaga
439. “Vasco-europeísmo VS indoeuropeísmo” Felix Zubiaga
440. “El Hko Erdi Aroko hilarri inscripzioak-Estelas e inscriociones medievales en el P.V.” Agustín Azcárate e Iñaki García Camino.
441. “Navarra y el liber Sancti Iacobi” JM Anguita Jaén
442. “Arqueología y feudalismo” JL Solaun Bustinza
443. "Sangre en Bilbao: Linaje y Bando (1473-1489)” Alvaro Cartagena
444. “La Orden de Malta” Rafael Pérez Peña
445. “Apuntes bibliográficos sobre el euskera en Barakaldo” Txeru García Izaguirre

446. “El hierro y los linajes de Vizcaya en el siglo XV” Arsenio Dacosta

447. “Baserriak. Galdakao, Casas, propietarios y habitantes desde el siglo XVI a 1936” Xabier Valencia Barahona.

448. “La civilización medieval” Iñaki Bazan

449. “Investigación histórica del castilla y ciudad de Orduña” JL Solaun Bustinza

450. “Paisajes de Orozco” P.M. Ojanguren

451. “Infancia y adolescencia de Enrique II de Navarra” Alvaro Adot Lerga

452. “Romance navarro” Fernando González Ollé

453. “Aportanciones antroponímicas, cartulario de Valpuesta” Emiliana Ramos Remedios

454. “Bilbao, desde la prehistoria hasta su fundación” Mikel Neira

455. “1620 Nafarroa Behera, fin de la soberanía” Nabarralde Varios

456. “De reteonímica navarrensi” Ander Ros Cubas

457. “La lucha de bandos en el País Vasco” J.R. Diaz de Durana

458. “Los linajes de Bizkaia en la Baja Edad Media” Arsenio Dacosta

459. “Prólogo sobre la independencia del reino de Navarra” Xabier Irujo

460. “El euskera y el paleosardo” J.M. Elexpuru

461. “Iglesia y religiosidad en el País Vasco en el siglo XIV” Ernesto García Fernández

462. “La hacienda medieval en Álava, Guipúzcoa y Vizcaya” Ernesto García Fernández