LA FUNDACIÓN DE GIPUZKOA CON CUATRO TENENCIAS NABARRAS

 

LA FUNDACIÓN DE GIPUZKOA CON CUATRO TENENCIAS NABARRAS

 

Aitzol Altuna Enzunza


Getaria, cabeza de la tenencia nabarra de Iputz.
En el istmo del monte de San Antón, más conocido como "el ratón de Getaria" que fue una isla hasta el siglo XVI, estaría el castillo nabarro: “Levantándose un castillo en la cima con su ermita. Junto con San Telmo en Zumaia, San Telmo en Hondarribia, la de Saturraran, San Juan de Gaztelugatxe, denotan por su toponimia, su uso anterior como fortaleza defensiva en la costa”




Mapa: Eneko Del Castillo


El historiador nabarro Pedro de Agramont y Zaldivar (Tudela 1566-1635) en su libro "Historia de Navarra" decía que:

 “Siempre han estado los guipuzcoanos sujetos a la corona de Navarra, no por encomienda, sino como súbditos y vasallos. Porque si esto no fuera, nos les hicieran mercedes como les hacían, assi a caualleros particulares como a iglesias u monasterios”.


Sancho III el Mayor y su hijo Sancho Garçea el de Nájera

La tenencia de Iputz está documentada desde Sancho III el Mayor en el año 1025, pero además, en las hoy tierras gipuzkoanas, había otras dos divisiones administrativas o tenencias nabarras más, creadas para la mejor defensa del territorio a finales del siglo XII reinado de Sancho VI el Sabio (1150-1194). 


Se trataba de las tenencias de Aitzorrotz (cuenca del río Deba) y la de Hernani-San Sebastián,  que llegaba a abarcar todo Oarso Aldea, tierras éstas últimas que pertenecieron al vizcondado de Lapurdi, y en las que rey nabarro había fundado sobre el año 1180 la villa de San Sebastián-Donostia.

Toda la información sobre el origen de Gipuzkoa se puede leer en el artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/gipuzkoanos-de-nabarra.html)


Las tres tenencias nabarras son los tres tejos del actual escudo de Gipuzkoa, a la que luego se incorporó el señorío de Oñate de los Gebara, los tenentes de toda la Nabarra Occidental antes de la invasión castellana de 1199-1200.

Toda la información sobre la invasión de la Nabarra Occidental en el artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/bizkaia-fue-invadida-entre-1199-1200.html)



Gipuzkoa fue conquistada junto con el resto de la Nabarra Occidental en diferentes acometidas castellanas que acabaron con la toma del castillo de la Mota de la villa de San Sebastián-Donostia (monte Urgull), la cual defendía su tenente Juan de Bidaurre, recompensado después por el rey nabarro por su valentía en la lucha. 


Con Castilla, el modelo político cambió radicalmente, los castillos del rey pasaron a manos privadas, a los Parientes Mayores y sus allegados, los que además se construyeron o reforzaron sus torres o casas-torre, que tomaron las dimensiones, estructura militar y residencial de estos castillos, multiplicándose de manera increíble.

Hoy, tenemos constancia arqueológica o documental de al menos diez castillos de realengo nabarros en Bizkaia, trece en Gipuzkoa y muchos más en Alaba (Antton Arrieta Valverde "Euskal Herriko Gazteluak"), pero habría probablemente, muchos más. 

Sobre los trece castillos nabarros de Gipuzkoa hablamos en https://lehoinabarra.blogspot.com/2023/05/trece-castillos-nabarros-de-gipuzkoa.html?m=1



Toda la información sobre el origen de la Guerra de Bandos en el artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/09/origen-de-la-guerra-de-bandos-en-bizkaia.html).

Toda la información sobre el origen de la casas-torre en el artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2021/01/origen-y-transformacion-de-las-casas.html


Castilla y León en los siglos XIII-XVI, era un reino con un modelo político descentralizado y atomizado (común a gran parte de Europa), con una corona sin casi presencia en los territorios conquistados como en la Nabarra Occidental, lo que provocó la escalada social de las familias favorables a la causa de los Haro-Trastámara o bando oñacino desde el siglo XIII y hasta finales del s. XV en el caso de Gipuzkoa, aunque la solución final no llegó hasta la concordia del año 1620 entre las villas amuralladas y las anteiglesias o Tierra Llana de Bizkaia.

Prototipo completo de Castillo nabarro medieval
(Garaño, en la Cuenca de Iruñea-Pamplona, entre Egillor y Saldise en Ollo)

El rey invasor desde Burgos (capital del norte de Castilla), sustituyó la originaria soberanía nabarra por la suya en San Sebastián en el año 1202 y en Hondarribia en 1203, hizo lo propio con el resto de Gipuzkoa y en toda la Nabarra Occidental, siempre bajo la violencia armada del ejército invasor advirtiendo que: “si alguien actuare contra este mandato incurre en la regia indignación y pague 400 aureos (1.000 en el caso de San Sebastián)”.

Hondarribia

Pese a tener todo su territorio marítimo invadido por los aquitanos-ingleses (imperio angevino) y por los castellanos en ese siglo XII, Sancho VII el Fuerte de Nabarra, llegó a un acuerdo con Baiona para que fuera el puerto de salida de las mercancías del reino que seguía libre, alternando Baiona este puesto con Hondarribia desde 1245. Tras la muerte de Sancho, Baiona ratificó su compromiso en 1248 con Thibalt I (José María Lacarra “Historia del Reino de Navarra en la Edad Media”).

TRES FRONTERAS DE MALECHORES EN GIPUZKOA

 

LAS NUEVAS FRONTERAS, ANTECEDENTES


En la frontera entre Nabarra y Aragón, separados en 1136 tras la muerte de Alfonso I el Batallador, se puso orden en los años siguientes. 

En el encuentro de Monteagudo en el año 1209, al sur del reino de Nabarra, Sancho el Fuerte (1194-1234), acordó con el soberano aragonés Pedro II, no admitir a los vasallos huidos de uno u otro lado, ratificando de este modo los dos soberanos la que se llamó "Hermandad contra los Malhechores" establecida desde un lustro antes, entre los representantes de todas las localidades colindantes en ambos reinos con las Bardenas reales, convertida para entonces en un lugar de bandidaje. 

Este sería un antecedente que se repetirá en la nueva frontera con Castilla, como vamos a ver.


LA PRIMERA FRONTERA DE MALECHORES: CON ALTA NABARRA

En la nueva frontera de 1200, la que dividió la Nabarra Occidental del resto, el acuerdo y la pacificación tardó mucho más en lograrse, casi dos siglos. 

La nueva frontera entre nabarros de Gipuzkoa y los que quedaron dentro del reino de Nabarra, creó una situación insostenible al imponerse una frontera militar donde antes había pastos comunales sin amojonar, lo que trajo el bandidaje o el robo de ganado, se convirtió además en refugio de gente perseguida en el reino adyacente, con varias importantes escaramuzas entre los puestos de vigilancia de ambos lados, sobre todo en tiempos de necesidad o de ociosidad de las huestes que en más de 300 unidades se hacinaban en la frontera, 500 si contamos con las casas-fuerte de Leiza, Eraso, Lekuberri y las de Lesaka, Goizueta y Bera. 

Mapa Iñaki Sagredo "Intervenciones arqueológicas en Navarra"

La propia Castilla promovía estos actos vandálicos, para mantener la tensión fronteriza y evitar la ociosidad de sus huestes o el pillaje en territorio propio. Los oñacinos de Gipuzkoa, robaban en los siglos XIII-XIV en el reino de Nabarra libre, llegando a robar todo el ganado de la colegiata de Orreaga-Roncesvalles, pero también hacían incursiones por Castilla y atracaban de igual modo a los mercaderes de Burgos. 

Las luchas de los llamados banderizos, estaban además en su máximo apogeo, lo que entra de lleno en la cuestión como vamos a ver.

Castilla reforzó su dominio en la Nabarra conquistada creando villas a lo largo de la nueva frontera, como las de Segura (1256) o la de Tolosa (1256), así hasta que en el año 1310 el rey de Castilla Fernando IV mandó fundar la villa de Garmendia de Iraurgui después Salvatierra de Iraurgi, la actual Azpeitia, valle donde se fundó poco después la villa de Azkoitia (1324), en San Martín de Iraurgi. Esta última fracasó y se volvió a refundar más abajo, a pie del monte Izarraitz en 1331. 

Primer mapa con solo Gipuzkoa, Amberes s. XVI

En Azpeitia y en el valle de Iraurgi en general, para entonces, y desde hacía muchos siglos, ya existía una población, eran los terrenos de las familias nabarras de Ozaka e Iribarrena dentro de la anteiglesia o “eleizate” del románico nabarro de Soreasu. 

Se le asignó a Azpeitia el fuero también nabarro de Vitoria-Gasteiz, fundada un año después que San Sebastián por el mismo rey nabarro Sancho VI el Sabio, fueros de villa que en realidad, solo concedían derechos de carácter económico y obligaciones de fortificación y defensa a una población preexistente, constituida municipalmente como anteiglesia con su Concejo abierto (todo sobre la organización municipal en el reino de  Nabarra: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/11/las-instituciones-nabarras-de-bizkaia.html).

  

Entre 1256 y 1383 se fundaron una veintena de villas, sumadas a las cinco costeras que tenían su carta puebla para entonces, ya que fue prioritario para Castilla crear una flota de barcos y marineros para sus intenciones expansivas y comerciales (San Sebastián-Donostia, Hondarribia, Mutriku, Getaria y Zarautz).


Berriatua edo Sulengua dorrea Mutrikuko portuan. Dorrearen ondoan, ontzi batzuk, eta bertara igota haur batzuk. Aldapan, emakume bat eta neskatxa bat. Argazkia: Ojanguren, Indalecio, pasadan mendearen erdialdean

Toda la información sobre los marineros y la armada de Nabarra en el artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/12/la-armada-de-la-nabarra-occidental.html.



La poderosa familia de Azpeitia de los Oñaz era la más perjudicada por la nueva frontera, por tener intereses en Urbasa, en la Burunda, en el Goierri gipuzkoano y en los pastos comunales de Aralar, tierras a caballo entre la Nabarra conquistada y la Nabarra libre (según A.Clavería “Historia del País Vasco Tomo IV), lo que hará que esta familia creara una fuerte conflictividad en la zona.

Sobre el desmochamiento de estas casas-torre como ésta, cuna de San Ignacio (Eneko López de Loyola, de la familia Oñaz), se puede leer el artículo:
https://lehoinabarra.blogspot.com/2021/02/el-desmochamiento-de-las-torres-en-la.html


Para defenderse de los excesos "señores de la guerra" y, en el caso de Gipuzkoa, de la situación de anarquía o bandidaje en la que se encontraba la nueva frontera, se crearon las Hermandades, las cuales no tuvieron éxito alguno en el caso de Bizkaia, pero sí en Gipuzkoa y, en parte, también de Alaba, donde se impusieron a los bandos, convirtiéndose en el germen del órgano que unificó y gobernó estos dos territorios.

Según comenta la Enciclopedia Auñamendi, la primera tregua de la frontera entre nabarros conocida es del año 1261 y se celebró en Eznatea, entre los representantes de Castilla y de Nabarra ante las continuas quejas de asaltos, robos etc. de los habitantes de la región. 

A esta primera reunión, siguieron otras ese mismo siglo y principios del siguiente, donde las principales familias de la comarca de los Amezketa, Murgia, Lazkano y Oñaz, andaban implicadas, aliadas muchas veces con sus linajes en la Nabarra reducida e incluso con sus familiares del vizcondado de Lapurdi con el que eran también fronterizos, llegando a asediar y quemarse sus torres, e incluso tomando temporalmente con sus ejércitos villas como la de Leitza cercana al castillo de Gorriti (1314).

Castillos nabarros en Gipuzkoa, Iñaki Sagredo Garde

Un problema añadido y de donde toma el nombre la contienda, era que, aprovechando el desorden, en las montañas fronterizas de los valles de Burunda y de Arakil o en sus inmediaciones, se refugiaban los perseguidos por la justicia procedentes de Nabarra, pero también de Gipuzkoa e incluso de Bizkaia o Alaba, siendo la nueva frontera en un refugio de bandidos y malhechores apoyados, muchas veces, por los propios jefes de linaje.

Infografía del castillo de Gorriti

 

Incluso los castillos fronterizos de Ausa, Ataun, Gaztelu y Gorriti que tenía el rey de Nabarra, fueron varias veces atacados. En 1279 los huestes gipuzkoanas tuvieron cercado el castillo de Ataun, destruido después por un incendio en 1290. 

“En 1304 se celebró entrevista entre el merino de Iruña y Pedro López de Salzedo, merino de Gipuzkoa. Hacia 1306 el merino de Iruña, Juan de Nekuesa, entró en Gipuzkoa con ocho jinetes y trescientos peones acompañado de las comunidades de la tierra de Larraun y de las montañas, tratando de liberar al gobernador del castillo de Gorriti, prisionero de los gipuzkoanos. En estas expediciones se ajusticiaba a cuanto malhechor caía en manos enemigas. En una de las emboscadas los guipuzcoanos mataron, entre otros, al merino de Iruña y a su hijo” (Lema Pueyo -2017-).


LA SEGUNDA FRONTERA DE MALECHORES: CON LAPURDI

Mapa de la web Nabarlur, Eneko Del Castillo

En la nueva frontera por su lado más oriental de la antigua tenencia de Hernarni-San Sebastián, al estar el vizcondado de nabarro de Lapurdi  (creado también por Sancho III el Mayor en el siglo XI), ocupado por el duque de Aquitania-Gascuña y rey de Inglaterra, los encontronazos fueron también intermitentes. 

En el año 1320, el Concejo de los vecinos de Oiartzun, solicitaron la fundación de Villanueva de Oyarzun, actual Orereta-Renteria: “para protegerse de los ataques, robos y abusos que sufrían […] por quanto ellos eran poblados en frontera de Navarra e de Gascuenna (Gascuña)…”. 

La villa de Renteria-Orereta, Villanueva de Oiarso
Errenteria-Orereta (Kutxateka: Rafael Munoa)


Por tanto, el problema fronterizo creado por la invasión castellana, se extendió también con la nueva frontera, debido a la invasión aquitana sobre Nabarra a finales del siglo XII.


Pasaia s. XVII 

Para saber más sobre la conquista de Lapurdi:

https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/la-conquista-de-lapurdi-el-origen-de.html

Para saber más sobre el origen de LApurdi:

https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/origenes-de-lapurdi-vizcondado-nabarro.html


Restos del castillo de Gorriti en el monte Santa Bárbara y una reconstrucción de cómo sería


LA TOMA DE LOS CASTILLOS DE AUSA Y ATAUN

El momento que marcó la escalada de la violencia en la Frontera de Malechores en Gipuzkoa con Alta Nabarra, es la conocida como Batalla de Beotibar en tolosaldea, que tuvo lugar en el año 1321, aunque no fue más que una escaramuza más y no una batalla entre dos tropas propiamente dicha, como después ensalzó la mitología épica.

Huestes de señores gipuzkoanos, decidieron tomar el castillo de Gorriti fronterizo, de donde partían los robos desde el reino baskón  (además de desde el castillo de Lekunberri); el propio gobernador de Nabarra recuperó la fortaleza y quemó varias casas en Berastegi (Gipuzkoa), pero los banderizos gipuzkoanos-oñacinos al mando de Gil López de Oñaz, plantaron cara a la expedición a la que derrotaron en Beotibar.


El cronista nabarro José Moret Mendi (s. XVII), se acercó a lo ocurrido al escribir: "consta de cierto que este año (1321), por la parte de Guipúzcoa se arrimaron tropas y hubo movimiento de armas en aquella frontera, entrando en los fines de Navarra con hostilidad rompida de robos".

En el año 2021, el historiador Xabier Irujo junto a Larraitz Ariznabarreta, han publicado sendos libros analizando los datos de archivo y las exageraciones de los historiadores de distintas épocas, ensalzado la Batalla de Beotibar como si fuese la defensa de los gipuzkoanos frente a un ataque de los "franceses" al principio y frente a "nabarros después". Es así como demuestran que los incidentes nacieron por el robo de animales, debido a la nueva frontera y la división del comunal en dos Estados.

De los 60.000 soldados que historiadores como  Juan Martínez de Zaldibia señalaban en la contienda (s. XVI), los documentos los dejan en 500 (toda Alta Nabarra contaba precisamente con 60.000 habitantes aproximadamente), de una lucha de gipuzkoanos contra tropas francesas, los bandidos son la mitad gipuzkoanos y la otra mitad alto nabarros, es más, el castillo de Gorriti no fue tomado.

El hecho cierto y que es excepcional, es que estos bandidos armados por Señores de la Guerra como los Oñaz, derrotaron a los soldados que desde el reino de Nabarra se mandaron para el control de la frontera y para apresar a los bandidos recuperando los animales, produciéndoles 30 bajas.

Bordoi-dantza de Tolosa, en conmemoración de la Batalla de Beotibar

 

“Batalla de Beotibar”, canto épico más antiguo en euskera de 1321:

“Mila vrte igarota

vra vere videan.

Guipuzcoarroc sartu dira

Gazteluco echean,

Nafarroquin batu dira

Beotibarren pelean”

Versión de E.Garibay, Compendio Historial, Amberes 1571


En el año 1335, las tropas del señor de Lazkao, partidario del rey de Castilla en ese momento, asediaron el castillo nabarro de Ausa, y el reino de baskón perdió su fuerte defensivo en el macizo montañoso de Aralar. A su tenente, significativamente Pedro Ladrón de Gebara, le supuso la pérdida de todo su patrimonio Etxaleku y Ubade, así como su palacio de Yaben-Ihaben.

Ausa 
Foto: Iñaki Sagredo Garde
"Castillos que defendieron el reino. Tomo III" -2008-


Es así por lo que, finalmente, se creó, tras muchas vicisitudes, peleas y la ocupación de los castillos nabarros de Ausa y posteriormente el de Ataun (1378), “La Hermandad de frontera”, para poner paz entre hermanos, se denominó: “Hermandad de los Hipuzcoanos e de los Navarros”. Sería una Hermandad más, sino fuera porque su creación, fue el germen de la actual provincia de Gipuzkoa.


Castillo roquedo de Ataun 
Foto: Iñaki Sagredo Garde
"Castillos que defendieron el reino. Tomo III" -2008-

 

Es muy significativo también, que fuera de la nueva frontera interna impuesta por Castilla a Nabarra, la primera "batalla" registrada en Gipuzkoa sea muy tardía, del año 1317, se trató en realidad un encontronazo o escaramuza entre hijosdalgo del valle del río Urola.

La cuestión no se resolvió del todo, y un territorio fronterizo quedó exento de multas y de impuestos, con un nombre tan singular como Franqui(a), de “franquicia”: “sobre el Campo de Franquia dada por la Jurisdición de Castilla y Navarra. El original esta en el archibo de Villafranca (de Ordizia, Gipuzkoa)”.

«...comenzando de donde se juntan los dichos dos Rios de Olasau y Esquibar lasa et de ai a donde los behedores incaron un palo et de alli a dar a una aia demochada, et de alli a donde corttaron un Roble por medio et pusieron una Cruz por mojon, y de alli en treintta y quatro estados en un Roble que pusieron por mojon et le señalaron, et de alli a ochenta estados a otro Roble pequeño ..fallamos... que el Campo, como plaza que se ffaze entre el Rio maior llamado Olasau (hoy Leitzaran), que deziende para el Valle y Herrerías de Leizaran, y el Rio pequeño llamado Esquibar lasa (hoy se llama precisamente Franqui), que abaja de Navarra e llega fasta una aia que esta enzima de donde pareze que antiguamente hubo Herreria... lugar de Leiza”. 

Franki baserria edo borda, Leitzako Zaharrena, Manuel Lasarte bertsolaria jaio zen bertan
https://www.diariovasco.com/culturas/leitzako-bordarik-zaharrena-20181013171819-nt.html


LA TERCERA FRONTERA DE MALECHORES: CON BIZKAIA


“Porque los fijosdalgo de la merindat de Marquina me mostraron e dixieron por çierto que cada que acaesçie que los de tierra de Quipusta (sic) querian entrar e robar e afurtar a tierra de Viscaya, que non auian otro logar por do entrar sy non por el canpo que diçen Aspilça, que es en el valle de Marquina, por la qual dicha entrada auian entrado por muchas veses en los tienpos passados fasta aqui los de tierra de Quipusca, e auian fechos muchos robos e furtos e fuerças, e muchos males e dannos en los mios basallos e en la mi tierra de Viscaya” “Colección Documental del Archivo Municipal de Marquina (1355-1516) “Enríquez, J. (1989). En el texto, se ve que todavía en esos siglos, Gipuzkoa era "Giputz(a)"

Nabarlur, Eneko Del Castillo

Ante una nueva posible invasión castellana, Sancho VI el Sabio de Nabarra, tuvo que reforzar las líneas defensivas del reino, para ello creó nuevas villas amuralladas como las de San Sebastián o Getaria, así como nuevas tenencias o territorios administrativos más pequeños bajo un gobernador con labores organizativas, defensivas y recaudatorias en nombre del rey, creando así las tenencias alabesas de: Zaitegi (1188), Arluzea (1181), Burandón y la duranguesa de Aitzorrotz (1184), las cuales reforzaban el control de las entradas al reino por los caminos principales. 




Llegada a Getaria desde el Camino de Santiago Costero

La tenencia de Aitzorrotz abarcaría todo el valle de la Leintz, con el río Deba como eje vertebrador, y el castillo del mismo nombre sería la puerta de entrada al valle desde el sur.

En los siglos XI-XII, la comarca del río Deba demostraba una gran actividad molinera, ferrona y marinera. Este río era navegable hasta las tierras de Elgoibar, donde se embarcaba hierro (para saber más sobre la industria ferrona en esos siglos: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/origenes-de-la-industria-ferrona-en-la.html). 


Foto y reconstrucción del castillo de Aitzorrotz o Atxorrotx en Eskoriatza por Iñaki Sagredo Garde donde se han encontrado restos de la defensa del castillo por la tropas nabarras



Tras la invasión castellana, en la zona entre los ríos Artibai y el Deba, se produjo el mismo fenómeno de bandidaje y Guerra de Bandos. Toda la comarca se llamó Markina, una “marca” intermedia entre Bizkaia, Gipuzkoa y Aitzorrotz, que parece que fue creada en ese momento por Castilla. 

Según el historiador bizkaíno E. Labayru en su libro "Historia de Bizcaya" (1900), se intentó crear una nueva merindad con la comarca de las actuales poblaciones de Markina-Xemein, Mallabia, Soraluze, Eibar y Elgoibar.

Asegura Labayru que: "Cuando menos se puede asegurar que desde 1200 en adelante no pertenecieron a Bizcaya los territorios de Eibar, Placencia y Elgoibar", probablemente porque serían parte de la tenencia de Aitzorrotz, desgajada de la tenencia de Durango. 

La tenencia de Durango, compartía tenente desde Eneko López "Ezkerra" a mediados del siglo XI, y acabó en el mayorazgo de los López de Haro desde 1212 tras la Navas de Tolosa.

En el año 1346, Alfonso XI de Castilla, mandó amurallar la pequeña población ferrona de San Andrés de Eibar, en un meandro del río Ego, afluente del Deba. La villa constaba al principio de una sola calle, cuya muralla acotaba en su entrada y salida el Camino Real; en el siglo siguiente, se crearon tres nuevas calles.



Se llamaba Marquina de Yuso al lugar donde se fundarían las villas de realengo sobre poblaciones preexistentes de Placencia de Soraluze (1343) y Villanueva de San Andrés de Eibar (1346), por donde transcurría el Camino Real entre Bizkaia y Gipuzkoa, la principal ruta comercial de la comarca. Por otra parte, estaba Marquina de Suso, donde se fundaría Villamayor de Marquina o Elgoibar en el mismo año (1346). 

Todas ellas se integrarán en la Hermandad de Gipuzkoa cuando estas se reunieron en Getaria en 1375. 


Antigua casa-torre y palacio de Untzueta en Eibar.
Según el historiador y banderizo Lope García de Salazar (1399-1476), en Gipuzkoa solamente quedaron intactas la de Olaso (Bergara) y la de Untzueta (Eibar).
Existe la noticia anterior al siglo XII, por la cual una joven de la casa Unzueta se casó con un pariente de los reyes de Nabarra


En el lado bizkaíno, se fundaría por parte del señor de Bizkaia don Tello, Villaviciosa de Marquina o Markina en 1355, encabezando la merindad del mismo nombre con el valle de Aspiltza, el cual, espiritualmente dependían de Santa Lucía de Garai, la primera ermita de Bizkaia según la tradición, y por donde atravesaba el Camino de Santiago de la costa: 

"Don Tello fijo del muy noble rey don Alfonsso, Señor de Viscaya e de Aguilar porque los fijosdalgo de la Merindad de Marquina me mostraron e dixieron por cierto que cada que acaesce que los de la tierra de guipuscoa querian entrar a robar e a furtar a tierra de Viscaya".

Labayru: "Por el espacio de siglo y medio o dos estas dos villas en el lenguaje popular recibieron el nombre de Marquina la Mayor (Elgoibar) y Marquina la nueva o menor (la de Bizcaya)". 

Al año siguiente y por el mismo motivo, se fundó la villa de Elorrio (1356), dada la conflictividad de la frontera y los robos que los gipuzkoanos infringían en el duranguesado, según se explica en la carta puebla de Elorrio dada por Don Tello: "los de Guipuzcoa han á entrar á robar et á furtar, et facer mal, et daño alguno en nuestro Señorío de Vizcaya".

Por tanto, la conquista castellana trajo una nueva frontera conflictiva, que se resolvió fundando villas amuralladas a ambos lados ante los robos y bandidaje de la zona y repartiándose las poblaciones entre Bizkaia y Gipuzkoa.

Toda la información en el artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/la-tenencia-nabarra-de-aitzorrotz-en-el_45.html.


Diócesis y Arciprestazgos de Bizkaia en el siglo XII, F. García Cortázar (2018), estaba en Bizkaia el arciprestazgo del valle de Leniz o Leintz hasta su salida por la costa en Mutriku siguiendo el curso del río Deba, que coincidiría además con la tenencia de Aitzorrotz. Se llamaba arciprestazgo del valle de Leniz o de Mondragón  según Labayru, el cual tenía sus juntas en Mañaria  (Bizkaia).
Labayru también comenta cómo, toda esta comarca, estaba fuera del arciprestazgo mayor de Gipuzkoa o de Ibarra, perteneciente al obispado de Pamplona. Eran las poblaciones de: "Eibar, Elgoibar, Bergara, Anzuola, Elgueta, Plasencia de las Armas, Oñate, Arechabaleta, Escoriaza, Mendaro (un barrio -de Elgoibar-), Astigarribia, Salinas y las anteiglesias del valle de Leniz (...)" , pertenecientes al obispado de Calahorra y La Calzada. 
Significativamente también, en Gipuzkoa había un tercer arciprestazgo, el de Hondarribia, perteneciente al obipado de Baiona, que se reunía en el campo de Aristi cerca de Irun.


Mapa de Eneko Del Castillo. Mutriku-Astigarribia estaba en realidad dentro de la Diócesis de Calahorra y el arciprestazgo de Leintz


LA LIBERACIÓN DE GIPUZKOA

El momento histórico que se vivió tras la invasión del Occidente nabarro y el vizcondado de Lapurdi, es políticamente más complejo de lo que se pretende desde  la óptica de Castilla, que es la que se ha impuesto.

Es así como vemos, que muchos de los cabezas de los linajes o Parientes Mayores de Gipuzkoa, estaban todavía al servicio de Nabarra tras la invasión desde el mismo siglo XIII y sobre todo en el XIV.

Casa torre de los Gebara del siglo XIII cercana al castillo (reconstrucción "Historia General del País Vasco" dirigido por Julio Caro Baroja)

En el año 1276, según J. Baleztena (1978), eran varios los miembros de la familia Gebara, tenentes de toda la Nabarra Occidental en el momento de la invasión, los que constan como mesnaderos o miembros del ejército de Nabarra: Pedro Vélez de Gebara, Sancho Ladrón de Gebara y Juan Sánchez de Gebara. El primero de ellos todavía recibía 350 libras tornesas del rey de Nabarra en 1305 ("Documentos navarros en los Archivos Nacionales Franceses").  

El señor de Oñati y Merino Mayor de Gipuzkoa entre 1330-32, Beltrán Ibáñez de Gebara, el señor más importante de Gipuzkoa, tenía muy buena relación con el rey de Nabarra, con el que colaboró contra el bandolerismo en la "Frontera de Malechores". Pedro Ladrón de Gebara era el alcalde del castillo nabarro de Ausa cuando lo tuvo que rendir ante la invasión castellana en 1335, por lo que fue castigado como hemos visto. 

 

En el año 1350, las cuatro principales familias banderizas de la zona oriental de Gipuzkoa —el señor de Lazkano Lope García de Murua, Martín López de Murua, el señor de Larrea Martín Gil de Oñaz  y Ochoa Martínez de Berastegi—se convirtieron en vasallos del rey Carlos II “el Bravo” de Nabarra, a cambio de una renta anual global de 900 libras carlines pagada en dos plazos. 

Dentro de la "Guerra de los 100 años", 1353 de los 313 soldados que fueron a Normandía a defender esas tierras del rey Nabarra, 103 eran gipuzkoanos, encabezados por Ferrán Gil de Oñaz, Gil Martínez de Loiola y Pedro de Murua. A su retorno a Nabarra, Carlos II había conseguido los ducados de Foix y Beárn pasasen a soberanía nabarra y en manos del rey nabarro pero con soberanía francesa, los de Toulouse, Chartres, Champagne, Brie, Amiens y Bigorra, además de Normandía con ayuda inglesa, por lo que en este ducado la soberanía era del rey de Inglaterra, pero algunas de estas posesiones fueron efímeras ante la reacción de su cuñado el rey francés (Fernando Sánchez Aranaz "Carlos II de Navarra").

Sello y escudo de Carlos II

Un año más tarde, en el año 1351, el señor de Oñati Beltrán Vélez de Gebara, prestaba homenaje y se declaraba vasallo del monarca nabarro, a cambio de la donación perpetua de tres villas en la merindad de Estella-Lizarra como eran Riezu-Erretzu, Oko y Etaio.

La vinculación entre el señor de Oñati y el soberano nabarro, se estrechó todavía más en 1355, al dotar éste a su vasallo con "feudos de bolsa", en concreto con diez mesnadas que habían de rentarle 200 libras anualesEn 1363 recibió las pechas de Vidaurre, Villatuerta, Lerin, San Cristóbal de Berrueza etc. 


El propio rey de Nabarra fue el padrino de su primer hijo (para saber más sobre los Gebara: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/09/los-gebara-tenentes-de-la-nabarra.html)


Castillo de Gebara en la cumbre, del que no quedan más que unos lienzos de muros tras su voladura en el año 1839 por el general cristino Zurbano tras la Primera Guerra Carlista, donde fue un bastión muy importante de los foralistas (dibujo del blog Martin Ttipia).

Las circunstancias de la historia dieron un gran vuelco a favor de Nabarra en los años 1363 y 1367, cuando Carlos II el Bravo recabó la ayuda de varios Estados para recuperar toda la Nabarra Occidental. 





Libro de Armería de Nabarra del siglo XVI con el escudo primigenio de Nabarra, donde también aparecen los Gebara con sus cinco panelas con fondo rojo, el segundo escudo arriba por la izquierda (para más información sobre el escudo de Nabarra: https://lehoinabarra.blogspot.com/2018/11/nabarra-mejor-sin-cadenas.html)
Según la tradición las panelas sobre fondo rojo del escudo de los Gebara, vienen de la batalla de Arrato (s. XII), serían las hojas de álamo que levantaron la tropas de los Gebara cuando lucharon contra los Mendoza y que cayeron en el río Zayas o Zadorra según las fuentes, que estaba teñido de rojo con la sangre de sus enemigos.
El origen y desarrollo de esta batalla se puede leer en:



Enero de 1367 podría haber sido definitivo para Gipuzkoa, cuando se pactó en Libourne que Carlos II de Nabarra y Eduardo el príncipe “negro” de Gales (príncipe por tanto de Inglaterra y de Baskonia-Aquitania o la “Guyenne” que inclusía el vizcondado de Lapurdi) defenderían a Pedro I el Cruel en su derecho a heredar la corona castellana.

El otro aspirante era su hermanastro por parte de padre, el hijo bastardo de Alfonso XI de Castilla, Enrique II el Impotente de Trastamara (condado dado por su padre). A cambio, Pedro I prometió la devolución de Alaba, Gipuzkoa y La Rioja a Nabarra; Bizkaia fue prometida, sin embargo al príncipe de Gales por su apoyo.

Se le asignaron a Carlos II de Nabarra las villas y castillos de Tolosa (Mendikute), de Segura, de Mondragón, Oiartzun (Beloaga), Hondarribia y “Sant Sebastián” (la Mota), además de las villas de Getaria y Motriku, cuyo tenente será el Sr. de Huart (Amezketa).

Carlos II liberó la Nabarra Occidental y La Rioja, haciéndose fuerte en Vitoria, Logroño, Salvatierra-Agurain, Santa Cruz de Kanpetzu y en Gipuzkoa durante 5 años (1368-73), con el beneplácito del pueblo que se levanta con él; además contaba con la ayuda de alabeses y gipuzkoanos de las familias de los Oñaz, Lazkano, Murua, Berastegi, Beltrán Belaz de Gebara, los Amezketa y otros. 

Se trataba de una hueste de gipuzkoanos que controlaban precisamente la Frontera de Malechores. Al frente estaba Pedro de Amezketa y el señor de Oñate, D. Beltrán Belaz de Gebara. Carlos II fortificó para su defensa Salvatierra de Alaba, Saltierra de Esca, Santo Domingo de la Calzada, Vitoria y Logroño entre otros.




El contingente más numeroso del siglo XIV en la Nabarra Occidental y La Rioja, fue el reclutado precisamente por Beltrán Belez de Gebara y señor de Oñati en 1362 y alcanzó los 408 hombres a favor de Carlos II "el Bravo" de Nabarra que después repitió en 1368.

El señor de Oñate, cuyos dominios se extendían en aquellos años por Alaba, Gipuzkoa y Alta Nabarra, era uno de los nobles con una mayor capacidad de convocatoria. 

En 1368, durante la liberación de gran parte de la Nabarra Occidental, Pedro López de Murua, señor de Amezketa, fue capaz de reunir 121 combatientes, a los que se podían añadir los 60 reclutados por sus hermanos. 

El resto de los vasallos alabeses y gipuzkoanos de Carlos II "el Bravo" de Nabarra, contaban sus hombres por decenas, con contingentes de entre 10 y 50 hombres. 

Los efectivos de las compañías gipuzkoanas al servicio del rey de Nabarra entre el 19 de noviembre y el 19 de diciembre de 1368 era de:

- Ayero, señor de Ugarte 50 (y dos hombres de armas o caballeros con armadura)

- Sancho Sanz de Ugarte y Sancho Martínez 10

- Pedro López de Murua, señor de Amezketa120 (y un hombre de armas o caballero con armadura)

- Juan Pérez de Murua, su hermano y 45

- Martín López de Murua, su hermano y 15

- Lope Ibáñez, señor de Etxazarreta 10

- Pedro López de Aguirre 10

- Rodrigo, señor de San Millán 40

- Juan Pérez, señor de Berrosoeta 20

- Miguel Ibáñez de Urkiola 30

- García Martínez, señor de Berastegi 40

  Total 339, más los más de 400 de los Gebara

Mapa de Eneko del Castillo: "Atlas histórica de Navarra: territorio, Estado y lengua"

 

Durante la liberación de gran parte de la Nabarra Occidental entre 1368-1373 por Carlos II, los Gebara participaron junto al rey de Nabarra, siendo decisiva su participación. 

Perdió el conde de Oñati la importante plaza de la villa de Salvatierra-Agurain frente a Castilla en la contienda, y con ello el favor de Carlos II que le dejó sin las rentas de las villas mencionadas. 


Pero su hijo, Pedro Belez de Gebara II, señor de Oñati, siguió el vasallaje a Nabarra, lo mismo que su nieto y biznieto, por lo que recibieron rentas similares a las anteriores de Carlos III "el Noble".

Tras el final de la guerra civil castellana, el rey vencedor, Enrique II el Impotente, logró expulsar a las tropas nabarras, por ello, quizás para comprar su neutralidad, la corona castellana concedió grandes prebendas a los Gebara, los principales señores opositores a Castilla en la Nabarra Occidental: 

"En 1370 se en­señorearon de las poblaciones de Eskoriatza y Aretxabaleta, y en fecha indeter­minada, quizá unos años después, por medio de usurpaciones, se apoderaron de Leintz-Gatzaga. Intentaron someter a su jurisdicción la propia villa de Arra­sate-Mondragón, donde fracasaron" ("De Ipuzkoa a las Hermandad de las Villas de Guipuzcoa s.VI-XV" J.A. Lema Pueyo -2017-).

Por tanto, aquella llamada "merindad nabarra de Gipuzkoa" fue el antecedente de la actual provincia con 4 tenencias nabarras. Las fechas y las circunstancias políticas que hemos visto, con una gran parte de Gipuzkoa dispuesta a volver a su reino natural, estuvo sin duda detrás de esta aprobación por parte del rey castellano de la familia borgoñesa de los Trastámara. 



ORGANIZACIÓN TERRITORIAL ANTES DE LA CREACIÓN DE LA HERMANDAD DE GIPUZKOA

 

La Gipuzkoa actual, como hemos visto, se constiuyó con 4 tenencias de Nabarra.

En la frontera con Aquitania-Gascuña, el propio Sancho VI el Sabio fundó sobre el año 1180 la villa marinera de San Sebastián como hemos dicho, a la cual dio su fuero que se usará de referencia para otras villas portuarias, así como un amplio alfoz con territorios que antes pertenecieron al vizcondado de Lapurdi.


Sancho VI el Sabio (Atarrabia-Villava)

Dice así el Artículo 11.1 de la Carta de villa de San Sebastián: "Doy a los pobladores de Sant Sebastián, desde Undarabia hasta Oria, de Arrenga hasta San Martín de Arano toda la región que yo poseo, dentro de aquel término y todo lo que allí está sea de realengo".

En este artículo se da el alfoz a la nueva villa, de modo que se acota como jurisdicción de San Sebastián toda la comarca Oarso y alguna más de la comarca del río Oria: “ya que cuando Sancho el Sabio fundaba San Sebastián le daba un término, jurisdicción o alfoz amplísimo, tanto que dentro de este término se asentarán en tiempo medieval varias villas burguesas como Fuenterrabía, Irún, Oyarzun, Rentería, Lezo, Pasajes, Astigarraga, Hernani, Urnieta, Lasarte, Usurbil y Orio” (J.L. Orella Unzué  “El fuero de San Sebastián y su entorno histórico”). 

Por tanto, esta tenencia nabarra se regiría por su fuero primero, reunido en su Junta o Concejo cerrado, y por el Fuero General de Nabarra en cualquier otra cuestión no recogida en el mismo, Fuero General que fue compilado por el mismo rey Sancho VI el Sabio.

Dentro del reino de Nabarra existía, al menos desde el siglo XI, la tenencia de Iputz, con capital en la villa de Getaria, contaba la misma con tenentes o gobernadores nabarros propios o compartidos. 

Su frontera occidental marina estaba en San Andrés de Astigarribia en Mutriku, perteneciente a la tenencia de Bizkaia. 

San Andrés de Astigarribia
Lugar donde finalizaba Bizkaia 
según escribía el obispo Bernardo de Baiona en 1108

Pero, a diferencia de lo que ocurría en Bizkaia o en Alaba, donde conocemos la existencias unas Juntas señoriales desde el siglo XI, no conocemos que hubiera una Junta General de la tenencia de Gipuzkoa (Iputz-koa), lo cual no quiere decir que no existiese, dada la escasa documentación que poseemos (para más información sobre estas Juntas de Bizkaia desde el siglo XI, se puede leer el artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/origenes-de-las-juntas-y-fueros-de.html).



Los primeros Batzarres, se celebraban delante de los árboles juramentales. Estas Juntas, son similares a las de Baigorri o Arberoa en Baja Nabarra, a las de los valles de Ronkal, Salazar, Baztan etc. en Alta Nabarra, a los Biltzarres de las tenencias de Lapurdi o Zuberoa (Silbiet), a las Juntas de la Cofradía de Arriaga en Alaba, a las de Las Enkartaciones (Avellaneda), duranguesado (Gerediaga), Larrazabal (valle de Orozko), Gernika-Morga-Errigotia (Bizkaia) y un largo etc.


Juntas Generales de Gerediaga de la tenencia de Durango donde también existió un árbol hasta el siglo XVIII, cuadro con los representantes municipales sentados con su característica indumentaria y con el "chuzo", lanza o vara de alcalde llamado "fiel regidor", que nos da una idea de cómo eran estas Juntas o Concejos abiertos.

En las tenencias de Iputz y en la de Aitzorrotz, la organización territorial se dividía a su vez por parroquias o anteiglesias y por valles. El Batzarre-Biltzarre, llamados en castellano Concejos o Juntas abiertas, son las instituciones que representaban a cada uno de los territorios con cierta autonomía dentro del reino de Nabarra. 

Para el siglo XII, las tres tenencias de la actual Gipuzkoa, ya estarían municipalmente constituidas, con sus Juntas Vecinales o Concejos Abiertos, los cuales haría de centro aglutinador de una población dispersa de barriadas con sus cofradías o ledanías (ermitas): 

"Con todas las cautelas en cuanto a datación relativa a sus inicios, la arqueología da a entender que en una horquilla que iría de 1000 a 1200 ya debían de estar consolidadas (las parroquias) -¿siempre con la misma advocación?- San Esteban de Lartaun en Oiartzun, San Pedro de Aia, San Esteban de Laskoain en Tolosa, San Pedro de Iromendi en Bidania, San Miguel de Irura, San Martín de Askizu y San Salva­dor en Getaria" ("De Ipuzkoa a las Hermandad de las Villas de Guipuzcoa s.VI-XV" J.A. Lema Pueyo -2017-).

Los valles históricos de la tenencia de Iputz que tendrían sus Junta del Valle

Además, muchas de las parroquias, se reunirían a su vez en las Juntas de los valles para resolver problemas comunes. Tenemos constancia de la Junta de la Alcaldía Mayor de Sayaz y de Areria, dos de las tres  que se integrarán después en la Junta de las Hermandades de Gipuzkoa junto a la de Aiztondo, las cuales aparecen en un documento nabarro del año 1027 en las demarcaciones del obispado de Pamplona, cuando se reconstruyó la catedral (Enciclopedia Auñamendi http://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/eu/alcaldia-mayor-de-sayaz/ar-20005/). 

Aunque este y otros documentos, parecen ser falsificaciones o extrapolaciones del siglo XII y XIII, siguen teniendo el mismo valor para lo aquí tratado.

En las Junta de las Hermandad de Gipuzkoa celebrada Getaria de 1375, se dice que hay tres Alcaldías Mayores, y en la de 1397 ya nos da sus nombres, eran las de Aiztondo, Areria y Saiatz. 

La Alcaldía Mayor de Aiztondo, estaba formaban la villa de Asteasu y los Concejos de Astigarraga, Larraul y Sorabilla (hoy un barrio de Andoain). 

"Historia de Euskal Herria" -Lur- 

El Alcalde de Asteasu, que era la principal población, ejercía a su vez las funciones de Alcalde Mayor para temas judiciales y de representación, pero después, cada localidad tenía su Concejo y gestionaba sus recursos. La parte de Urnieta se separó en 1615 y Astigarraga en 1660.

Tolosa y el valle de Aiztondo

La segunda Alcaldía Mayor era la de Areria. Según la Enciclopedia Auñamendi, la Areria estaba representada en la Junta de 1397 de Getaria por Pedro Eizaga, en nombre de los Concejos de Lazkano, Olaberria, Itsaso y Arriaran (hoy un barrio de Beasain), territorio de los Parientes Mayores de los Lazkano y en menor medida de los Arriaran. Los Lazkano, se nombraron Alcaldes vitalicios de Areria, causando grandes quebrantos a sus circunvecinos.


En el año 1460, se les quitó la "vara de alcaldía", mediante la intermediación del rey de Castilla Enrique IV, desde entonces, era elegido anualmente como Alcalde un representante de cada Concejo, según un documento de 1462 que nos da idea de cómo debió de ser su funcionamiento anterior, igual a los documentados por ejemplo en el valle de Ayala, en el de Llodio o en Bizkaia (toda la información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/05/las-juntas-de-ayala-derecho-pirenaico.html).

En algún momento del siglo XV, se adhirieron a Areria los Concejos de las anteiglesias de Ezkio, Gabiria y Zumarraga, pero se separaron en el año 1661, para formar una nueva Alcaldía en 1679, junto a los Concejos de Ormaiztegi, Astigarreta y Gudugarreta (las dos últimas hoy barrios de Beasain). 

Barrio Arriaran de Beasain
"Un pequeño dominio feudal detentado por un linaje adscrito a los Parientes Mayores. Ejercía, incluso, el patronazgo de la Ermita de Loinaz, a cierta distancia de la Casa Solar. Fueron también patronos de la iglesia Parroquial de Arriaran. La Casa Solar se conserva en uso todavía. Recibe el nombre de Jauretxe (Jauregi-etxe; Casa Palacio) y de la construcción medieval ha conservado la puerta en arco apuntado y varias saeteras, lo que permite sospechar que fue una casa-torre".
https://www.kulturweb.com/adm/ficha.asp?tipoficha=2&que=177&id=640&L_Id=63&idioma=es


La tercera Alcaldía Mayor, era la de Saiatz, que aparece en el documento de 1027 de la catedral de Pamplona como "Seyaz". Se extendía la misma por la comarca
central de Iputz, incluía las "universidades" (ledanías o cofradías) de los Concejos de Aia, Beizama, Bi­dania, Errezil y Goiatz, conocidas como las "cinco aldeas de la sierra". 

El Alcalde Mayor, solía ser una persona renombrada de la comarca, pero cada aldea tenía cinco tenientes que gobernaban y administraban la justicia civil y criminal. 

Desde 1563, las aldeas de la sierra lograron poder elegir Alcalde Mayor ellos mismos anualmente, en Concejo cerrado con sello y arca común. La única función del Alcalde era la representación comarcal en la Juntas Generales de Gipuzkoa. 

En el año 1651, se agregó la pequeña villa de Albistur a esta Alcaldía. La Junta se celebraba en la ermita de San Juan Bautista de Iturriotz de Aia, junto a la venta, donde harían noche sus miembros.


Ermita San Juan Bautista y la venta de Iturriotz en Aia (revista Bertan y turismo vasco.com)

Estas tres Alcaldías Mayores, parecen ser los restos de lo que fue el realengo gipuzkoano dentro de Nabarra, antes de la fundación masiva de las villas y el control de éstas del territorio por absorción o "avecinamiento" de las anteiglesias como vamos ver.


LA CREACIÓN DE LA HERMANDAD DE GIPUZKOA

En el libro "La Navarra Marítima” Tomás Urzainqui y José María Olaizola, comentaban como, en el año 1348 se intentó desde la corona castellana implantar en Gipuzkoa el Ordenamiento de Alcalá, para conformarse como merindad castellana, lo cual obligó a los gipuzkoanos a organizarse para evitarlo, haciendo de la Hermandad que ya existía como en otros lugares de los reinos de Castilla, Nabarra o Aragón, un instrumento válido para ello, al ser el único en común y con cierta continuidad. 

Aumenta la documentación sobre la Hermandad de Gipuzkoa durante ese siglo XIV, así sabemos de sus Juntas de los años 1362, 1363, 1370 y 1373, pero donde se ve también su discontinuidad y falta de poder todavía.

Ilustración medieval donde se le entrega la cabeza de Pedro I el Cruel de 36 años a su hermanastro Enrique II de Trastámara el Fratricida


Tras ganar Guerra Civil castellana por la corona, Enrique II de Trastámara el Impotente y el Fratricida, aprobó La Ordenanza de la Hermandad de Gipuzkoa, que fue promulgada en diciembre del año 1375, tras la reunión de la Junta de Hermandad celebrada en Tolosa y presidida por el enviado real, antecesor del corregidor, García Pérez de Camargo.

Tolosa 1830


Las fechas y las circunstancias políticas que hemos visto, con una gran parte de Gipuzkoa dispuesta a volver a su reino natural, estuvo sin duda detrás de esta aprobación por parte del rey castellano de la familia borgoñesa de los Trastámara.


Vamos a seguir en parte, lo escrito en el trabajo   J.A. Lema Pueyo -2017-, para ver cómo se consolidó la actual provincia de Gipuzkoa. 

La Junta fue dominada por las villas de Gipuzkoa, lo que marcará su configuración final, muy similar a la que estaba pasando en Alaba y, sin embargo, con notables diferencias sobre Bizkaia.

Gracias a las Ordenanzas aprobadas, la Hermandad podía tomar medidas de ordenación de la Justicia, ya que se establecieron siete “alcaldes” o jueces de Hermandad para gran parte de la actual Gipuzkoa, con jurisdicción en causas criminales y facultad de dictar sentencias inapelables. 

Las Juntas se siguieron reuniendo de forma discontinua sobre todo por temas relacionados con las Guerra de Bandos en los años 1378, 1379, 1387, 1390 y 1392. Pero, por otro lado, los propios Parientes Mayores trataban de controlar las Juntas de las Hermandades desde sus casa-torre dentro de las villas.


El salto definitivo tuvo lugar en el año 1397 en la villa de Getaria, antigua capital de la tenencia Nabarra de Iputz. En esta "Junta Hermandad General de Gipuzkoa", tomaron parte las 25 villas gipuzkoanas, gran parte d
el valle de Leniz (Aitzorrotz) y el de Oiartzun, así como la Tierra Llana o sin amurallar de las tres alcaldías Mayores de Saiatz, Areria y Aiztondo, para hacer un frente común ante los linajes o bandos. 
Las Junta se celebraban en la iglesia de San Salvador de Getaria, donde se conservaba el Archivo de Juntas que fue destruido por un incendio.

Además, la Junta tuvo una ayuda no esperada. Beltrán Ibáñez de Gebara, Señor de Oñati, y el caballero más poderoso de Gipuzkoa, apoyó a la Hermandad como instrumento de represión contra los de Oñaz y los de Lazkano (Orella Unzué “La hermandad de frontera entre el Reino de Navarra y la provincia de Guipúzcoa Siglos XIV-XV”).

Si la Junta General de Bizkaia había nombrado a todos los bizkaínos "hijodalgos", la de Gipuzkoa lo hizo en la de 1397, lo que suponía ventajas fiscales y sobretodo legales, asegurando la igualdad ante la ley o Fuero, a cambio sobre todo de soldados a petición real, tanto para la defensa de Gipuzkoa como para cualquier guerra en la que se viera inmersa la corona castellana.

Toda la información sobre la nobleza o hidalguía universal, así como de "la palabra de vasco" y lo que suponía, en el artículo https://lehoinabarra.blogspot.com/2017/03/la-nobleza-universal-y-la-palabra-de.html?m=1


En esta Junta, se reforzó la figura del alcalde Mayor de la Hermandad como cabeza de la misma, pero, sobre todo, se redactó un cuaderno de Ordenanzas, con las sentencias y leyes dictadas sobre todo para el control y pacificación del territorio contra los Parientes Mayores.

Sus antecedentes, serían los mismos que los del Fuero Viejo de Bizkaia de 1452, el código penal del año 1342 redactado por orden del señor de Bizkaia Juan Nuñez de Lara y aprobado en las Juntas de Bizkaia, ya que las normativa foral heredada del reino de Nabarra, no constaba por escrito en estas tierras y se transmitía de forma oral, aunque era muy similar en todas sus regiones (para más información se puede leer el artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/un-solo-derecho-pirenaico-en-todo-el.html). 

Además, estaba el cuaderno del Corregidor de Bizkaia y veedor de Gipuzkoa Gonzalo Moro: "Hay que concluir que en 1342, la redacción de Núñez de Lara ha entrado a configurar el llamado Quadernio del Fuero de Vizcaya y el cuaderno del doctor Moro será denominado mejoramiento del Fuero (1394)” (J.L. Orellá Unzué “La Hermandad de Vizcaya” 1320-1498).

Intento de pacificación de los bandos ante Gonzalo Moro, 
 Corregidor de Bizkaia, oidor de la Audiencia y veedor del rey de Castilla en las Enkartaciones y Gipuzkoa durante los años 1394-1427.
Cuadro de José de Echenagusia Errazquin "Echena" (Hondarribia 1844- Roma 1912). 

Ya en el preámbulo del Cuaderno de Ordenanzas de la Hermandad de Gipuzkoa de 1397, se justificaba la constitución de dicha institución ya que: “[…] por ello podrían bevir mejor en justicia et en pas e sosiego por la tierra ser montañosa como es et entendiendo que non aviendo hermandad en la dicha tierra que la tierra se despoblaria et seria menguada de justicia lo qual seria su gran deservicio…”.



La base organizativa por “distritos” estaba encabezada por las 6 principales villas gipuzkoanas: Donostia/San Sebastián, Tolosa, Segura, Getaria, Azkoitia y Arrasate-Mondragón, que se repartían los gastos por “hogueras” o viviendas, así como su peso en las Juntas.

Se trata de un proceso de “avecindamiento”, que se dio en Gipuzkoa de manera similar al producido para entonces Alaba con Vitoria-Gasteiz y Salvatierra-Agurain, no así en Bizkaia, donde la Tierra Llana de las anteiglesias se impuso finalmente a las villas. 

La villa de Segura-Erraztiolatza


El “avecindamiento”, suponía que las anteiglesias se integraban administrativamente en la jurisdicción de las villas cabecera con sus Concejos cerrados (menos democráticos en general y dominados por los bandos urbanos), contribuyendo en proporción a sus “hogueras” o viviendas en los gastos comunes, pero conservaban sus términos con sus Concejos abiertos para solucionar problemas locales, así como el derecho de uso de sus bosques y montes.

Juntas de Usarraga (se sabe de ellas entre los años 1440 y 1700), en Bidania, lugar originario de las Juntas de las Hermandades Gipuzkoa antes de su rotación por la villas más importantes. Grabado: Juntas de 1470, según el cuadro de Gregorio Hombrados Oñativia.

Es así como la villa comercial de Tolosa, acabó ampliando su jurisdicción a una veintena larga de anteiglesias cercanas, la villa Segura-Errastiolatza 16, Ordizia 9, Arrasate-Mondragón 7. 

El caso contrario fue el de San Sebastián-Donostia, el cual fue perdiendo su amplio alfoz nabarro como hemos visto, aunque logró integrar a otras 4 anteiglesias: Aduna, Alkiza, Andoain y Zizurkil, aunque pleiteando en este caso con Tolosa hasta 1479. 

Con todo ello, como explica Lema Pueyo: “Se dibujó así un mapa municipal que perdu­raría, en sus rasgos básicos, hasta el siglo XVII”.

Caserío Usarraga-Zar (Enciclopedia Auñamendi)

 

EL LUGAR DE LAS JUNTAS GENERALES DE GIPUZKOA

Las Juntas Generales de la Hermandad de Gipuzkoa, buscaron un punto de encuentro en el centro del territorio, bajo un árbol juramental y un refugio para sus celebraciones en caso de mal tiempo, como las del resto del país. Tuvo ese honor desde 1444 Usarraga en Bidania y el caserío Usarraga-Zar por su posición central en la geografía gipuzkoana. 


En el cuadro rojo central Bidania y a su izquierda (Oeste), en el otro cuadro, Azkoitia

El otro lugar de reunión, era en las campas de Basarte y en la ermita de Santa Cruz adyacente en Azkoitia: "cualquier Concejo o persona singulares de la dicha provincia, u otros señores o personas singular de Gipuzkoa, que sean tenidos de facer los dichos llamamientos a Usarraga o a Basarte, a qualquier de ellos, e non a otra villa o lugar, so pena que el que lo contrario ficiere pague mil maravedís" (Enciclopedia Auñamendi).


Convento de Santa Cruz de Azkoitia




Estas Juntas se reunieron desde 1472 de manera ordinaria dos veces al año en primavera y otoño (13 días después de La Pascua de Resurrección y la fiesta de Todos Los Santos respectivamente), además de otras extraordinarias a petición de los interesados, modelo similar o igual al que ya había en Bizkaia por ejemplo.

Se llamarán Juntas Generales de Gipuzkoa y se reunían los "procuradores" o representantes de las villas y los tres Alcaldes Mayores, por un máximo 12 días para tomar resoluciones (aunque podían seguir reunidos hasta 25 días), sin una capital o cabeza del territorio, ya que se iba rotando entre las villas más importantes: Tolosa, San Sebastián-Donostia y Segura, en menor medida, también Azkoitia, Azpeitia, Bergara y Arrasate-Mondragón.

El archivo de las Juntas y Diputaciones se remonta al nacimiento de la Hermandad de Gipuzkoa (siglo XIV). No tuvo sede permanente hasta 1530, en que la Junta General, reunida en Zumaia el 4 de mayo, acordó establecer su archivo en Tolosa, en la iglesia de Santa María. Éste fue su emplazamiento hasta que en 1904 la Diputación construyó un edificio de archivo en Tolosa, en el paseo de San Francisco. 
http://www.artxibogipuzkoa.gipuzkoakultura.net/historia-es.php


“Para tener derecho a la participación se exigían requisitos de residencia permanente en la villa, buena reputación, capacidad de obrar y determinados niveles de riqueza o asociados a la capacidad fiscal, expresada cada vez más en millares. Eran modelos de elección indirecta, que combinaban la co-optación -los miembros más destacados del equipo saliente nombraban los electores del nue­vo equipo-, con el sorteo -el llamado sistema insaculatorio-.” (Lema Pueyo -2017-).

Todavía en los mapas actuales de Gipuzkoa,
se pueden apreciar las diferentes tenencias Nabarras 


La aprobación y la continuidad de las Juntas Generales de Gipuzkoa, fue posible por un elemento adicional, su función de facilitador militar para la corona castellana: 

“Para el co­nocimiento de la capacidad militar de las poblaciones del territorio, sobre todo en previsión de una campaña, se recurría a la revista o alarde, que se realizaba en cada jurisdicción local, debiendo el alcalde correspondiente informar al respecto al corregidor. Iniciada la guerra, era posible que los reclutadores combinasen el reclutamiento voluntario con el forzoso efectuado por sorteo, como se constata en Arrasate-Mondragón a inicios del siglo XVI” (Lema Pueyo -2017-). 

Es decir, la corona acudía a la Junta General de Gipuzkoa y solicitaba soldados, provisiones, armas etc. de una manera que le resultaba muy cómoda y sin coste adicional.


EL ESCUDO DE GIPUZKOA


Los bardulos sería  el pueblo euskaro que habitaban Iputz, los karietas la de Aitzorrotz y baskones la de Hernani-San Sebastián 

Según el historiador de Felipe II de Las Españas, el mondragonés Esteban de Garibay (1533-1599), el escudo anterior a los cañones franceses, eran los tres tejos con el río y un rey nabarro sentado. 
Sello de provincia de principios del siglo XVI

El primer escudo que tenemos de la actual Gipuzkoa con las tres tenencias nabarras, es un sello para las actas de la que ya no será Hermandad, sino “Juntas de las villas de Gipuzkoa y las tres alcaldías” de 1463. En la misma, aparece un rey de Castilla y tres tejos debajo, uno por cada tenencia nabarra. Sus nuevas Ordenanzas se promulgaron otra vez en Getaria por el rey de Castilla Enrique IV en julio de 1457.

"Los mapas del rey planeta" s. XVII (para Felipe IV de Las Españas)

LA DEFINITIVA CONSTITUCIÓN DE LA PROVINCIA DE GIPUZKOA

 

La segunda época más álgida de las Guerras Bandos y su culminación, así como su canto de cisne, acabó con la quema de Arrasa­te-Mondragón el 23 de junio de 1448. Por ello, en el año 1468, la Junta General de Gipuzkoa, consiguió distintas prerrogativas y competencias judiciales y penales del rey castellano, que demuestran la primacía de las villas sobre quienes osaran colaborar con los bandos de Gipuzkoa, Bizkaia, Alta y Baja Nabarra, Alaba, señorío de Oñate e incluso Lapurdi. 

La población de Arrasate estaría al pie del castillo nabarro de Santa Bárbara:
¿Dónde estaba, pues, Arrasate? No es difícil la respuesta. Por arriba se extendía hasta la cima de Santa Bárbara y por abajo hasta el meandro del río Deba, en la actualidad desaparecido fruto de la canalización del río. Pero, una vez más, por fortuna, haciendo un pequeño esfuerzo, aún lo podemos localizar. Al urbanizar el barrio de San Andrés, se construyó una nueva calle junto al río a la que se denominó Errebuelta. Ahí es donde se encontraba Arrasate, en torno a lo que desde 1910 es el Paseo de Arrasate: http://www.euskonews.com/0532zbk/gaia53204es.html
Primera cooperativo Ulgor en el barrio San Andrés


La villa de Leintz-Gatzaga, consiguió por vía judicial su independencia del señorío de los Gebara en el año 1493 y pasó a formar parte de la Junta General de Gipuzkoa en 1496. Mientras, las vecinas poblaciones de Eskoriatza y Aretxabaleta que seguían en la misma situación como hemos visto, formaron parte de la Juntas Generales de Gipuzkoa desde 1497, compartiendo alcalde de Hermandad con la villa de Leintz-Gatzaga; pero seguirían, a la vez, bajo control de los Gebara hasta 1556.

 

Cuadros "Historia de Euskal Herria" (edit. LUR)


El Señorío de Oñati no se integrará en Gipuzkoa hasta 1845, desde su creación con Nabarra en el siglo XII, donde era un señorío de los Gebara, único caso en Gipuzkoa, como pago a sus importantes servicios a la corona nabarra de esta familia. 


Santuario de Arantzazu en Oñate antes de su reforma integral en los años 50-70 del siglo XIX. Es la patrona de Gipuzkoa desde 1918.

Oñate u Oñati, se integró en Gipuzkoa y no en Alaba que también la pretendía y con la que mantenía una estrecha relación, con tres condiciones: construir una carretera Oñati-Ormaiztegi, 20.000 reales anuales y ampliar su universidad.

Gipuzkoa fue constituida como "Provincia de Gipuzkoa" en el año 1696, hasta entonces era llamada "tierras de Gipuzkoa".


Gipuzkoa, mapas del siglo XVI (Amberes y Alemania)