LA ARMADA DE LA NABARRA MARÍTIMA
Aitzol Altuna Enzunza
Evolución constructiva de los barcos de la Nabarra marítima Bandera usada tras la conquista de 1200 |
El pleito sobre el ducado de Gascuña y sobre todo de la Baskonia Citerior, se intentó resolver mediante una boda. La hija de Sancho VI “el Sabio” de Nabarra (1150-1194), Berenguela, se casó con Ricardo “Corazón de León” durante la Tercera Cruzada en Chipre.
Sancho “el Fuerte” dejó el reino en manos de su cuñado Ricardo, que era el gran rey guerrero de la época, mientras él iba a luchar por tierras musulmanas. Pero poco después, el 6 abril de 1199, murió inesperadamente el rey aquitano-inglés, lo que fue decisivo en la invasión de Alfonso VIII de Castilla de la Nabarra Occidental.
Sello de Bermeo de 1297 en la Cámara de Comptos de Nabarra |
"La solicitud de la flota vizcaína o guipuzcoana por parte de la Corona de Castilla con fines bélicos y la demanda de los ejércitos castellanos de la sobresaliente producción armera guipuzcoana y vizcaína acabaron absorbiendo no pocas de las rentas de la monarquía. Estas circunstancias supusieron una inyección de dinero que desembocó en las manos de mercaderes, armadores, transportistas, artesanos y de otras gentes procedentes del País Vasco, que percibieron cantidades económicas considerables provenientes de la hacienda regia" (Ernesto García Fernández “Teoría y praxis política a finales de la Edad Media” 2013).
En el año 1296 se creó la "Hermandat de las villas de la marina de Castiella con Vitoria", también conocida como "Hermandad de las marismas". Formaban la Hermandad las villas de Santander, San Vicente de la Barquera, Laredo y Castro Urdiales (no existía la actual Cantabria y las dos últimas pertenecían a las Enkartaciones), Bermeo, Getaria, San Sebastián-Donostia y Hondarribia, además de la villa interior de Vitoria-Gasteiz.
Cántigas de Santa María de Alfonso X de Castilla escritas en gallego-portugués (1270-1282), el idioma de la Corte y de la cultura
Miniatura 36 |
Según Iñaki Bazán, "Los objetivos principales de esta hermandad de la marina de Castilla fueron los de defender sus propios intereses comerciales en el Atlántico; garantizar el libre tránsito de mercancías y mercaderes entre los reinos de Castilla y Portugal; y arbitrar soluciones ante los problemas que se planteaban entre los distintos concejos que la conformaban. Pero también se pretendía hacer frente de forma más efectiva a las incursiones piráticas por el Atlántico y evitar las acciones de corso. A partir de mediados del siglo XIV se produciría el declinar de esta hermandad".