ORIGENES DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA VASCA

ORIGENES DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA VASCA

Aitzol Altuna Enzunza

Mapa de la Nabarra Occidental de 1853 con Alaba, Gipuzkoa y Bizkaia hasta el río Asón en Laredo


El primer antecedente de un gobierno común para Bizkaia, Gipuzkoa y Alaba, fue durante la conquista del reino de Nabarra.

La felonía primigenia de los López (la que después será Casa Haro), tuvo lugar en ese año 1076. Para entonces, el tenente nabarro Iñigo López “Ezkerra” natural de Tierra Estella, se había retirado a favor de su hijo, Lope Iñiguez (1077-1093).

Lope Iñiguez, junto con su padre, su suegro y otros magnates, juró fidelidad al "emperador" Alfonso VI, rey de Castilla-León, tras el fratricidio del rey de Nabarra Sancho “el de Peñalén”, a lo que habían coadyuvado a cambio de derechos feudales en La Rioja y la posibilidad de heredar los títulos nobiliarios, cosa que no ocurría en Nabarra.

En ese mismo año, Lope Iñiguez se hizo cargo de las tenencias de Alaba y de Gipuzkoa, además de seguir en la de Bizkaia, mientras que el gobierno de las tierras riojanas fue encomendada al conde García Ordóñez, yerno del asesinado Sancho “el de Peñalén” y parte de la conspiración.

Todas las felonías de los López de Haro y de cómo los propios bizkaínos los expulsaron, lo explicamos en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2018/12/la-felonia-de-los-lopez-de-haro-y-como.html

Nabarra tras la muerte de Alfonso I el Batallador. Incluía, al sur pirenaico, las actuales Alta Nabarra, La Rioja, Alaba, Gipuzkoa y Bizkaia hasta el río Asón, más la llamada después "Tierra de Bascos" de Zuberoa, Baja Nabarra y Lapurdi hasta Baiona.


Alfonso I “el Batallador”, rey de Nabarra y de Aragón, liberó toda la Nabarra Occidental al menos para el año 1109, por tanto, 31 años después de su ocupación. Alfonso I nombró como nuevos tenentes nabarros a los Gebara, que gobernaron toda la Nabarra Occidental hasta su conquista en 1200.

Aunque, toda la Nabarra Occidental, fue dada por el el rey castellano Alfonso VIII a Diego López II de Haro "el Malo" por su ayuda durante la conquista, el magnate castellano, solo consiguió mantener el condado y después señorío de Bizkaia para él y sus descendientes, aunque ninguno de ellos nació ni se crió en el mismo.

Toda la historia el origen de los Gebara en:


Desde la conquista de 1200, el término "Bizkaia", fue el nombre genérico habitual para todo el territorio de la Nabarra Occidental hasta Laredo y el río Asón, evitando así usar el término "nabarro", el cual sí se mantuvo en la Corona de Aragón para los nabarros occidentales. Esta "Bizkaia", fue profusamente representada en mapas de toda Europa,

Del mismo modo, en Castilla, "bizkaíno" era sinónimo de euskaldun o vascoparlante, daba igual de qué región fuese y, hasta el siglo XVIII-XIX, no fue sustituido, paulatinamente, por el de "vascongado".

Toda la Nabarra Occidental, Bizkaia hasta Cudeyo en Santander-Gipuzkoa-Alaba y La Rioja, agrupada como "Bizcaye" en el mapa de Philippe Pretot de 1773:
"Cosmographie universelle, physique, et astronomique, pour l'etude de touts les ages de l'histoire dirigee par m.r Philippe"
Mapa del geógrafo francés Nicolás de Fer del año 1705

Mapa de Tomás López de 1804


LA INVASIÓN FRANCESA Y LAS CONSTITUCIONES DE BAIONA Y DE CÁDIZ

Uno de los referentes para la unión de Bizkaia, Gipuzkoa y Alaba, sería el lema “(H)irurak bat” de La Real Sociedad Bascongada de Amigos del País (RSBAP), difusora de las ideas ilustradas y de la cultura en general desde 1765, donde aparece el término "bascongada/o" para tan solo los tres territorios.


Franz Johann Joseph von Reilly, austriaco (1766-1820). Entre 1789 y 1806 hizo 830 mapas para el proyecto Schauplatz der funf Theile der Welt

Un antecedente histórico más claro, fue el intento de Josef o José Bonaparte de crear una "Prefectura" franco-española con Bizkaia, Alaba y Gipuzkoa dentro de la Constitución de Baiona (Lapurdi).

Esta primera Constitución española de 8 de julio del año 1808, establecía un sistema bicameral con Senado de Infantes y Asamblea Legislativa de 172 diputados, con la apariencia de ser democrática como todas las Constituciones españolas posteriores, pero censaria y masculina, como todas las del siglo XIX, donde sólo podían votar los hombres más ricos.


Josef Bonaparte, sería el nuevo jefe de Estado y de gobierno con el título de "rey de Las Españas y de las Indias", nombre utilizado por la corona castellano-leonesa y aragonesa hasta la Primera República española de 1873.

La influencia vasconabarra en la Corte de José I Napoleón

El secretario y el presidente que escribieron la primera Constitución española, eran vasconabarros, Urquijo y Azanza, los cuales, intentaron negociar la no inclusión en dicha Constitución de Nabarra a través de los representantes de las cuatro Diputaciones Forales que se presentaron en Baiona.

Como escribió en un memorial Juan José Yandiola y que fue remitido al propio Napoleón el 26 de julio de 1808: “tiene(n) una que les ha hecho felices a sus naturales por espacio de varios siglos” escrito por el bilbaíno Mariano Luis de Urquijo.

Mariano Luis de Urquijo y Muga (Bilbao 8 de septiembre de 1769 – exilio en Paris 3 de mayo de 1817), la Alameda Urquijo de Bilbao lleva su nombre, a la que le sigue la de su amigo y también afrancesado el Teniente General de la Armada española José de Mazarredo-Salazar.
En el año 1800 él y su padre recibieron el título honorífico de Diputados Generales de la Provincia por la defensa foral que siempre hizo desde su privilegiada posición en la Corte española, de cuyos reyes recibió también el Toisón de Oro en 1812, la máxima distinción posible que pueden conceder los reyes españoles.

Por tanto, las cuatro Diputaciones Forales que gobernaban entonces la mayor parte de los territorios nabarros, intentaron integrarse en el Imperio francés y participar en su Ejército imperial, a cambio del respeto al resto de la legislación foral.

Así, en la Constitución de Baiona en su artículo 144, se hacía alusión a los Fueros vasconabarros, pero: “Los fueros particulares de las provincias de Navarra, Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, se eximirán en las primera Cortes, para determinar lo que se juzgue mas conveniente al interés de las mismas provincias, y al de la nación (a la francesa en realidad)", donde se “integraban” todas las naciones de la corona de Las Españas (el concepto de una “nación española” era inexistente todavía), supeditados al Emperador Napoleón Bonaparte, al que volvería la corona en caso de no tener descendencia su hermano Josef, según se redactó en esta Constitución.


Lo más curioso, es que el único idioma oficial en la Constitución de Baiona era el francés. En aquél entonces, el castellano no lo hablaría ni el 20-30% de la población vasconabarra, por lo que el idioma de Cervantes, de seguir con la soberanía francesa, no se hubiera hablado en el País vasconabarro, salvo, quizás, en el sur.

No menos curioso, fueron los nombres que se dieron a las regiones, llamadas departamentos o prefecturas, en esa Constitución: Cabo Machichaco para la Nabarra Occidental hasta el río Asón con capital en Vitoria-Gasteiz (por tanto, la primera vez) y Bidasoa para Alta Nabarra junto a San Sebastián-Donostia, Tolosa e Irun, al estilo de lo que se había intentado implantar en Francia tras la Revolución Francesa de 1789, queriendo con ello hacer olvidar los nombres históricos de reinos, señoríos o condados.

Incluso una parte de las Enkartaciones bizkaínas se quedarían en Cabo Mayor hasta Santander, mientras que otra parte de la Ribera Nabarra en la provincia del "Ebro y Jalón" en Zaragoza y otra en "Arlanzón" junto a Burgos.

La Constitución o Estatuto de Bayona (1808) reconocía implícitamente la existencia de 38 departamentos en la Península (ver mapa), además de la Provincia y Reino de Mallorca, con las islas de Menorca e Ibiza, y de la Provincia de las Siete Islas de la Gran Canaria, además de otras 22 provincias americanas. Andorra fue incorporada al departamento Segre y al de Bosques de l’Ebre el territorio de Fraga en la franja aragonesa, de lengua catalana.

Parte de España fue oficialmente absorbida o anexionada por Francia. Napoleón anexionó Val d’Aran al departamento gascón del Alto Garona con el comparte su lengua. Cinco meses más tarde, el mariscal Suchet formó los departamentos con capitales en Alcañiz, Huesca, Teruel y Zaragoza, que también fueron anexionados al Imperio Francés (Xabier Zabaltza Pérez-Nievas).

Thouvenot era gobernador de «Bizcaya», y Dufour y Reille, gobernadores de Navarra, territorios que también fueron incorporados al Imperio francés y por tanto, separados de Las Españas.


Es entonces cuando el labortano Dominique Joseph Garat Hiriart, antiguo ministro de Justicia y de Interior durante la Revolución y nombrado "conde del Imperio" por Bonaparte (1808), presentó al propio Napoleón el proyecto de crear un "Estado tapón" con los siete territorios históricos de la Euskal Herria de entonces, llamada Nueva Fenicia (1811), con dos departamentos, Nueva Tiro y Nueva Sidón.

Nueva Fenicia según Joseph Garat, con Bizkaia hasta Laredo

Los franceses crearon con las tres regiones de la Nabarra Occidental el "Gobierno de Bizkaia" en 1810 mediante un Real Decreto imperial y el "Gobierno de Navarra" para Alta Nabarra, ambos separados del previsto para Las Españas, aboliendo, sin embargo, los Fueros o el derecho pirenaico, mucho más democrático-participativos y garantistas, que la nueva Constitución francesa para España.

Este Gobierno de Bizkaia duró 2 años, encabezado por el francés Thouvenot, con consejeros en cada una de las provincias y manteniendo además las Diputaciones; se creó otro gobierno similar para (Alta) Nabarra.


En la propuesta de 38 departamentos (luego llamados prefecturas) hecha a Josef Napoleón por el matemático mexicano José María de Lanz (1764-1839), la mayoría con nombres de ríos, aunque hubo otras propuestas de los afrancesados Amando Melón y del historiador, sacerdote e inquisidor riojano Juan Antonio Llorente, igual de absurdas, con el único fin de diluir los antiguos reinos e imponer el castellano.

LAS CORTES DE CÁDIZ


Poco después, las "Cortes de Cádiz" que aglutinaban a los rebeldes a la ocupación francesa, proclamó una nueva Constitución el día de San José de 1812, llamada "La Pepa" por José de Nazaret, Padre Putativo "pp" de Yeshúa o Josué en hebreo, traducido como Jesús al griego.

Esta nueva Constitución, copiaba muchos de los apartados de la primera Constitución y de la francesa de 1791, como las nuevas demarcaciones administrativas.


El mapa intenta dibujar lo dispuesto en las Cortes de Cádiz, pero tiene errores, como la no inclusión de toda la comarca hasta Laredo en Bizkaia y la exclusión del condado de Trebiño de Alaba

En la Constitución de Cádiz, decía que: "El territorio español comprende en la Península con sus posesiones e islas adyacentes, Aragón, Asturias, Castilla la Vieja, Castilla la Nueva, Cataluña, Córdoba, Extremadura, Galicia, Granada, Jaén, León, Molina, Murcia, Navarra, Provincias Vascongadas, Sevilla y Valencia, las islas Baleares y las Canarias con las demás posesiones de África".

Finalmente, se optó por dividir Las Españas, en su parte europea, en 32 provincias como modelo administrativo. Es de las primeras veces que se habla de "Provincias Vascongadas" en un texto oficial y solo para los tres territorios, en referencia sobre todo, a que eran euskaldunes o vascoparlantes.

Pero, pese a la expulsión de los franceses, esta Constitución tampoco estuvo en vigor, tras la vuelta al absolutismo (sistema preferido por los españoles), con el rey Fernando VII de Las Españas, Bourbon afrancesado afín a Napoleón, a quién entregó -junto a su padre Carlos IV-, sus reinos y coronas sin resistencia alguna, a cambio de darse la buena vida en Francia.


Las cartas a Napoleón Bonaparte del rey felón Fernando VII de Bourbon en 1810 desde su lujoso retiro en Francia dejando la corona de Las Españas pacíficamente sobre José I Bonaparte, son muy elocuentes de cómo sucedieron aquellos sucesos: 

“Señor: Las cartas publicadas últimamente en el Monitor, han dado a conocer en el mundo entero los sentimientos de perfecto amor de que estoy penetrado a favor de V. M. I. Y R. y, al propio tiempo, mi vivo deseo de ser vuestro hijo adoptivo. La publicidad que V. M. I. se ha dignado dar á mis cartas, me hace confiar que no desaprueba mis sentimientos, ni el deseo que he formado y esta esperanza me colma de gozo. 

Permitid, pues señor, que deposito en vuestro seno los pensamientos de un corazón, que no vacilo en decirlo, es digno de perteneceros por los lazos de la adopción. Que V. M. I. y R. se digne unir mi destino al de una princesa francesa de su elección, y cumplirá el más ardiente de mis votos. Con esta unión, a más de mi ventura personal, granjearé la dulce certidumbre de que toda la Europa se convencerá de mi inalterable respeto a la voluntad de V. M. I., y de que V. m. se digna pagar con algún retorno tan sinceros sentimientos".

El felón Fernando VII de Bourbón, rey de Las Españas (El Escorial, 1784 - Madrid, 1833), hijo de Carlos IV, con quien mantuvo muy malas relaciones: ya como príncipe de Asturias conspiró contra su padre, agrupando a su alrededor a los descontentos con la política del valido Manuel Godoy en un partido fernandista con cierto apoyo cortesano y popular. Descubierta la conspiración, el príncipe fue condenado por el proceso de El Escorial (1807), aunque enseguida pidió y obtuvo el perdón de su padre.


ORIGEN DE LAS PROVINCIAS

Aunque el nombre común de "provincias vascongadas" existe desde finales del siglo XVII, en realidad, ninguna era una provincia, según explica el doctor en historia Xabier Zabaltza Pérez-Nieva: "El término provincia es utilizado solamente en la Corona de Castilla, donde se documenta por primera vez en 1371 aplicado a Castilla, Toledo, Extremadura castellana, Andalucía y León" (Iura Vasconiae nº5 -2008- “La Vasconia peninsular y la organización territorial española”).

Bizkaia era entonces un señorío, Gipuzkoa una "merindad Mayor" y Alaba una "merindad Menor" de Allende del Ebro dependiente de la "merindad Mayor de Castilla".

La elección del nombre "provincias vascongadas" como una más, tuvo bastante éxito, el nombre anterior más común para referirse a la Nabarra Occidental, era el de "territorios forales", pero que incluía también Alta Nabarra.

En los siglos sucesivos, el número las provincias se ampliaron:


TRAS LA SUPRESIÓN FORAL

Aunque, en el prólogo de la Constitución de Cádiz se alababa las virtudes de los Fueros vasconabarros (mucho más participativos y democráticos), en el texto quedaban eliminados de hecho, por lo que fue rechazado por el Pueblo vasconabarro, lo que supuso que después las Guerras Carlistas fuesen tan virulentas en estas tierras, donde fueron, más bien, Guerras Forales o por los Fueros, creados en su base durante el reino de Nabarra en todos sus territorios (https://lehoinabarra.blogspot.com/2017/06/los-fueros-el-derecho-comun-todo-el.html).

En la Constitución de Cádiz, surgió la idea de crear la nación española por primera vez en la historia, lo que marcará las políticas centralistas de los dos siglos posteriores, que buscarán suprimir todas las leyes y cualquier autonomía de los Estados de la corona de Las Españas y sus ancestrales naciones, junto a sus idiomas y costumbres, para dejar solo las castellanas, lo que se intentó hacer mediante varias sangrientas guerras que buscaban eliminar, físicamente, a los muchos resistentes, y siempre, tras un Golpe de Estado de los militares.


Explicamos el modelo administrativo foral del Estado de Nabarra en este artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/11/las-instituciones-nabarras-de-bizkaia.html

Propuesta Bauza-Larramendi 1821, un mapa donde se ve Bizkaia hasta el río Asón y Trebiño dentro de Alaba


Tras un Golpe de Estado y una nueva huida a Francia del rey de Las Españas Fernando VII de Bourbon, durante el llamado Trienio Liberal (1820-23), se intentó imponer la Constitución de Cádiz y, tras el informe de Bauza-Larramendi, se propuso de nuevo la agrupación de Bizkaia, Gipuzkoa y Alaba en 1822, otra vez bajo el nombre de "Provincias Vascongadas", pero sin que llegara a constituirse, tras la vuelta del rey de Las Españas y del absolutismo, eso sí, con el beneplácito otra vez, de lo que desde entonces se llamará la nación española.

"¡Vivan las cadenas"
"Muera la Libertad y vivan las cadenas"
"Viva el rey absoluto y vivan las cadenas"
"Vivan las cadenas y mueran los negros (los liberales)"

Gritos del pueblo español en 1823 ante la llegada de Fernando VII para imponer de nuevo el absolutismo, quitando los caballos del carruaje para arrastrarlo ellos en Valencia

"Es también entonces cuando se pretende fundir a Álava, Vizcaya y Guipúzcoa en una única «Provincia Bascongada», sin la Rioja Alavesa, que quedaría para Logroño, y sin la parte más occidental de las Encartaciones, que quedaría para Santander, lo que resulto fútil. Navarra obtendría salida al mar a costa de Guipúzcoa y a cambio de la pérdida de la Ribera allende el Ebro" (Xabier Zabaltza Pérez-Nievas).

La definitiva división en provincias actuales, se le atribuye al andaluz Javier de Burgos en 1833: "En realidad Burgos y del Olmo (1778-1849), secretario de estado de Fomento y enseguida ministro de Hacienda durante la regencia de María Cristina, no añadió mucho a los proyectos elaborados por sus predecesores", de hecho, no creo ninguna provincia nueva, sino que tomó lo más interesante de los proyectos anteriores conformando 49 provincias.

Sin embargo, hay que esperar a las Guerras Carlistas y la supresión de los Fueros o libertades vasconabarras para su aplicación.

Ya en el siglo XX, en 1927, durante la dictadura de Primo de Rivera, Canarias quedaría dividida en dos, con lo que serían cincuenta las provincias españolas. "En 1956 el régimen franquista elevó a la condición de provincia a las colonias guineanas (Fernando Poo y Río Muni, independizadas en 1968), y dos años después hizo lo propio con los territorios magrebíes (Ifni y Sáhara Occidental, cedidos a Marruecos en 1969 y 1976, respectivamente)" Xabier Zabaltza Pérez-Nievas) -2008-.

DE VASCONGADAS A PAÍS VASCO

El término "Provincias Vascongadas", no pasó nunca del Pirineo y fue sustituida por "País Vasco" durante el siglo XIX. Según explicaba el filólogo donostiarra Koldo Mitxelana (1984), "parece, pues, venir de Norte a Sur, lo que se confirmaría con el uso francés y acaso por el occitano".





El término "vasco" no se usa en euskera sino el de "euskaldun", tanto para decir vascoparlante (significado literal del término) o, simplemente, como sinónimo de vasco.

Sin embargo, aparece en el primer libro impreso en euskera, “Lingua vasconum primitiae” de Bernard Etxepare (1545), nabarro independiente bajo la corona de Enrique II "el sangüesino", cuya Corte financió el mismo. Etxepare escribe, en general, "euskaldunak", pero también “baskoak”:

“(…) inprimiturik heuskara, oraino eztena, eta zure hatse honetatik dadin aitzinerat augmenta, kontinua eta publika mundo guzietara eta baskoek bertzek bezala duten bere lengoajian skribuz zerbait dotrina (…)

"Mer de Basque".
Mapa de 1712 del cartógrafo y geógrafo Alexis-Hubert Jaillot para el rey francés Luis XIV, que incluye por primera vez también Iparralde o Tierra de Vascos (Lapurdi, Zuberoa y Baja Nabarra), donde aparece un inexistente "Principaute de Biscaye" con Bizkaia hasta el río Asón, Gipuzkoa y una muy mermada Alaba.

Será el lingüista W. Humboldt, en su libro “Los Vascos” (1801), quien ayudó a extender el término “País Vasco o Pays Basque" y “vasco o basque”, donde explicaba cómo, cada Estado conquistador del reino de Nabarra, intentó adaptar los términos según sus intereses:

“Cuando quieren nombrar a todo el conjunto de la nación vasca cae uno en la perplejidad y se busca en vano el término aceptable a la vez por españoles, franceses y alemanes.

Los franceses no conocen ninguna denominación general. Dicen biscayens, cuando hablan de los de la península; basques cuando hablan de los vasco-franceses; y en caso necesario recurren al antiguo nombre: cantabres (…). Los habitantes mismos se nombran según las provincias: vizcainos, guipucoanos, alabeses…Así ha perdido este desdichado pueblo hasta la unidad de su nombre".

Desde el siglo XV y hasta el siglo XIX, "cántabro" fue sinónimo de "nabarro", luego de "vizcaíno", más tarde de "vascongado" y finalmente "vasco", tal y como explicamos en varios artículos como: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/las-seis-cantabrias-y-los-baskones.html

Aita Larramendi fue otro vascocantabrista.

El polifacético polemista gipuzkoano Manuel Larramendi en 1754 decía: "Es inaguantable la bobería del común de los castellanos cuando en lo hablado y en lo escrito entienden a todos los vascongados con nombre de vizcaínos, dando a todas tres provincias el nombre propio y peculiar del señorío de Vizcaya; y de aragoneses y valencianos, que llaman navarros a los vascongados"

Por tanto, Humboldt proponía: "(…) Cuando se trate de todo el pueblo esparcido por el país vasco-francés, provincias vascongadas y Navarra: vascos”.


El historiador ronkalés, Bernardo Estornés Lasa (1907-1999), explicaba que: "Basque emigra de la mano de los escritores francófonos prenacionalistas de finales del s.XVIII, principalmente Bela, Sanadon (1785) y Dominique Garat, prendiendo en el exiliado J.A. Zamacola (1818). La guerra carlista será su mejor pasaporte, introduciendo también las versiones alemana e inglesa.

Como adjetivo referido a todo el País, separando a veces a Navarra como entidad jurídica diferenciada, englobándola de forma expresa otras, aparece en los siguientes autores al tratar la primera carlistada:

- Revista "Gentleman Magazine" (1833-1839). "Basque Country".
- Chaho (1836, "Voyage en Navarre pendant l'insurrection des basques".
- Revista "United Service Journal" (1836 y 1838). "Basque Country".
- Viardot (1836), "Navarre et les Provinces Basques".
- Henningsen (1836). "Navarra and the Basque Provinces". Stephens (1837). "the Basque Provinces".
- Herbert (1836), "Basque Provinces."
- Lord Carnarvon (1836). "Basque Provinces" (trata principalmente de Bizkaia pero dedica varios párrafos aparte a Navarra).
- Bois-le-Compte (1836), "Provinces Basques (Alava. Guipuzcoa. Bizcaye et Navarre)".
- Wilkinson (1838). "Basque Provinces".
- Anónimo (1838). "le province basque colla maggior parte della Navarra".
- Crocker (1839). "Basque Provinces of Spain".
- Hornbrook (1840). "Basque Provinces".
- Barres du Molard (1942). "la Navarre et les Provinces Basques".
- Durricu (1843). "les provinces basques".
- Loning (1844). "Die Fueros von Navarra und des Baskischen Provinzien Alava ...".

Mapa de la Primera Guerra Foral o Carlista, donde (Alta) Nabarra, seguía siendo aún un "reino" y no una "provincia" a la quedará reducida desde el "Amejoramiento" de Fuero de 1841

Tras perder esta guerra el Pueblo vasconabarro, todo el sistema foral quedaba en suspenso. El victorioso general liberal español Baldomero Espartero, quería derogar los Fueros tras el "Abrazo de Vergara" que puso fin a la Primera Guerra Foral o Carlista en 1839.

Hubo muchas propuestas en la línea del jurista vallisoletano Francisco Agustín Silvela en ese mismo año 1839, donde se mostraba partidario de: "una división territorial que, en lugar de repartir los antiguos reinos en provincias, hubiera procurado formarlas tomando terreno de unos y otros; una nomenclatura nueva que hiciese olvidar poco a poco la antigua; [...] la propagación de la lengua castellana, la publicación de códigos uniformes [...], favorecerían extraordinariamente la creación de un interés general nacional, español, y harían de nosotros un todo más compacto, más unido" (Xabier Zabaltza Pérez-Nievas).



LA LUCHA FORAL COMÚN

La lucha común durante el siglo XIX en defensa de los Fueros y contra el centralismo castellano-español, hizo que, cuatro de los territorios en los que estaba dividida la Nabarra peninsular, crearan organizaciones privadas y administrativas públicas comunes.

En 1866 la “Diputación Foral de Navarra”, propuso a las tres “Diputaciones Forales Vascongadas” crear un órgano común para dar una serie de servicios: fiscalidad, sanidad, universidades etc. Se creó lo que se llamó “Laurak bat” (Los cuatro uno), copia del lema “(H)irurak bat” (Las tres una) de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País.


Aritz Otazu agosto 2023, Editorial Mintzoa:
En aquella época, hablamos del año 1866, se estaba creando una especie de partido, o ahora sería fundación; una especie de movimiento popular, la Unión Vasco-Navarra. Y ahí se iban a hacer diferentes cosas, y aquí enmarcamos este documento, en esa Unión que pilotaba Nicasio Zabalza, que era el vicepresidente de la Diputación de Navarra. O sea, que este documento lo auspició la Diputación de Navarra, es un documento oficial"

Las Diputaciones de la Nabarra Occidental, finalmente, no aceptaron, la propuesta de Alta Nabarra. Pero hubo (y hay), centros vasconabarros con ese nombre en Buenos Aires, La Habana o Montevideo.

Cabecera del periódico El País Vasco-navarro de 1870


El Gernikako Arbola, escrito en 1853 por José María Iparragirre Balerdi (Urretxu 1820- Itsaso 1881) con música del organista y compositor Juan María Blas Altuna Maskaruga (Durango 1828-Lekeitio 1868), dice en uno de sus versos:

Ez zera eroriko
Arbola maitea
baldin portatzen bada
Bizkaiko Juntea.
Laurok hartuko 
deguzurekin parteapakian 
bizi dedineuskaldun jendea.

1877 se creó la "Asociación Euskara" con Arturo Campión, Iturralde y Suit y Olóriz entre otros, cuyo periódico se llamaba "Lau-Buru".La "matxinada" de 1894 llamada Gamazada en defensa de los Fueros, fue otro punto de unión entre todos los vasconabarros.

El segundo alzamiento foralista en nuestras tierras, creó en el sur de Nabarra entre 1873 a 1876 un pleno "Estado Federal Vasco Carlista” con las “cuatro provincias” (reducidas a esa condición tras perder la Primera Guerra Foral), por tanto con todas las atribuciones de un Estado: moneda, sellos, Tribunal de Justicia o deuda pública propia, con un centro de comunicaciones en Baiona -tras el consentimiento del gobierno francés- y, finalmente pero lo más importante, con un ejército de 24.000 soldados que lo defendían.

Llama la atención la alusión al rey como C VII, y aún más significativo, que no aparezca la palabra "España" o "Las Españas-Hispania"
En esta moneda española de Carlos VII, sí aparece Las Españas

Con la formación de un nuevo Estado nabarro pleno, un Bourbon reinaba sobre los baskones del sur, se trataba de Carlos IV de Nabarra (el príncipe de Biana no llegó a reinar, aunque fue reconocido por las Cortes), que pretendía ser Carlos VII de Las Españas, el cual buscaba, mediante el reino nabarro, el reconocimiento internacional a su corona que nunca se produjo.

El Alzamiento por la defensa foral de la llamada Segunda o Tercera Guerra Carlista,
fue casi exclusivamente vasco-nabarra


LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA

En los siglos XIX y XX, la idea francesa de dividir la corona de Las Españas en departamentos y provincias administrativas, estaba plenamente asentada.

Aunque no fue hasta la Segunda República Española en los años 30 del siglo XX, cuando se planteó crear una nueva región conjunta y con cierta autonomía para la Nabarra Occidental y Alta Nabarra, que tendrían una pequeña autonomía supeditada a las leyes o "Concierto" general de la "nación española", coletilla con la que acabó la Segunda Guerra Foral en estas tierras.


Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos, redactó el Estatuto autonomista de Estella-Lizarra, villa nabarra considerada el "arca santa" del carlismo y del foralismo. Será llamado el "Estatuto Vasco-Navarro".

El movimiento lo encabezó el alcalde de Getxo del Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV), José Antonio Agirre Lekube (Bilbao 1904-París 1960), al ser el miembro más destacado de todos los alcaldes de los 4 territorios donde se realizaron las votaciones.

Mapa del siglo XVIII de Tomás López de Vargas Machuca (Madrid 1730-1802)

Incluso hubo intentos de incluir La Rioja en el Estatuto, encabezados por el alcalde de Logroño Amancio Cabezón, abarcando el proyecto, a todos los territorios nabarros del sur a la muerte de Alfonso I el Batallador, acaecida 800 años antes años (http://www.errioxa.com/2_historia/historia.htm#republica).

La Rioja, llamada provincia de Logroño hasta 1980, estaba en la Constitución de Baiona junto a Soria y Burgos en la prefectura de Arlazón y en la región de Burgos en la de Cádiz (junto a Burgos, Soria, Palencia y Santander) y, desde 1833, en Castilla Vieja, la cual fue abarcando diferentes regiones castellanas además de la riojana.


Sobre el Estatuto de Estella, comentaba el enciclopedista ronkalés Bernardo Estornés Lasa (Isaba 1907-Donostia 1999):

"Al discutirse en 1931 en el seno de la Comisión de Autonomía de la Sociedad de Estudios Vascos la designación de la comunidad autónoma cuadriprovincial (Álava, Gipuzkoa, Navarra y Bizkaia) contemplada en el Anteproyecto solicitado por los ayuntamientos, surgen claramente las discrepancias entre los navarros no nacionalistas vascos y el resto de los componentes de dicha comisión:

- El Sr. Beunza (navarro carlista) manifestó su disconformidad con el enunciado de Estado Vasco que silencia la personalidad de Navarra y que él no asumiría la responsabilidad de que el Estado se titulase vasco en vez de llamarse vasco-navarro, como a su juicio debiera ser designado. Hicieron análogas manifestaciones los señores Oroz (navarro no nacionalista vasco) y Aizpún (navarro, no nacionalista vasco, conservador).

(...) Destaquemos, sin embargo que fue aprobado, con calurosas recomendaciones y ligeras variantes entre las cuales la de cambiar el nombre del Estatuto titulándolo vasco-navarro en vez de vasco, por la Comisión Autonómica creada el 13 de mayo de 1931 por la Diputación Navarra".


En el “Diario de Navarra”, el conservador navarro José Mari Huarte, dejó escrito en aquel año:

“En cuanto a la unión apetecida, nuestro punto de vista no la excluye, ni muchísimo menos, conforme ya se ha insinuado. No obstante, sin exigirla ni desdeñarla, nos gustaría que fuera conforme al orden natural; esto es, no siendo Navarra la que haya de unirse a los pueblos hermanos, sino siendo estos los que retornen, sin desdoro de su personalidad, autonomía, prestigios y derechos peculiares, al tronco de que se escindieron y al hogar de donde desertaron”.

Asamblea de municipios en el Teatro de Estella 14 de junio de 1931

En realidad, no desertaron, fue una conquista pura y dura como la de 1512. Toda la conquista la explicamos en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/bizkaia-fue-invadida-entre-1199-1200.html


El Estatuto Vasco-Navarro de Estella, llamado realmente "Estatuto General del Estado Vasco", establecía la vuelta a la capitalidad de Pamplona-Iruñea y su artículo 1 decía que su territorio de aplicación era:

“el integrado por las actuales provincias de Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya", el cual, constituía una entidad natural y jurídica con personalidad política propia y se le reconocía como tal el derecho a constituirse y referirse por sí mismo como Estado autónomo dentro de la totalidad del Estado español, con el que vivirá articulado conforme a las normas de la ley de relaciones concertada en el Estatuto.

Cada una de las provincias se constituiría y regiría a la vez autonómicamente dentro de la unidad del País Vasco. Se definía un Consejo Ejecutivo como Gobierno Vasco-Navarro, eligiendo cada “provincia” a la ¼ parte de los miembros (Enciclopedia Navarra).

El euskera sería oficial con el castellano. En el Estatuto se decía que “el idioma originario de los vasco-navarros es el euskara, que tendrá, como el castellano, carácter de lengua oficial en el País Vasco-Navarro”.


Este Estatuto fue ampliamente aprobado en los cuatro territorios. En Alta Nabarra, por ejemplo, los ayuntamientos a favor sumaban 304.351 habitantes (cerca del 90% del censo), 30.290 los que estaban en contra de cualquier Estatuto y tan solo sumaban 2.808 habitantes los que abogaban por un Estatuto propio.

Es muy significativo que, los ayuntamientos que votaron contra los Estatutos, eran los dominados por republicanos y socialistas españoles.

Tras estudiar todas las actas municipales sobre el primer Estatuto Vasco-Navarro, comentaba el historiador artajonés José María Jimeno Jurio (1927-2002), que el municipio de Erriberri-Olite aprobó "por siete votos socialistas a favor y tres carlistas en contra: que nada se haga en este sentido, porque desean la unión de España y no su disgregación, y todo movimiento en el sentido de la integración foral lo consideran como separatista" (revista "Punto y Hora" -1976-).

Reunión del Presidente catalán Lluis Companys y del Lehendakari Agirre en 1938

En general, el Estatuto de Autonomía se veía como un mal menor por el Pueblo vasconabarro tras la perder los Fueros. Así, en el propio Estatuto se decía:

“Según acuerdo adoptado por unanimidad en la Asamblea, los municipios vascos declaran solemnemente que la aprobación de este Estatuto no supone renuncia a la integración foral plena, concretada en la derogación total y plena de las leyes de 25 de octubre de 1839, del 16 de agosto de 1841 y todas y cuantas bien con anterioridad o posterioridad a estas fechas, hayan conculcado de alguna manera los derechos sagrados de este País”.


Pero, el Estatuto de Estella, no fue aprobado por el Gobierno Español, que obligó a un "cepillado" del mismo, basándose sobre todo en las llamadas “Enmiendas de Azpeitia”, las cuales sostenían que, la relación con la Iglesia quedaba reservada al País Vasco (como tenían, por otra parte, Alsacia o Baviera en el Estado Alemán).

El socialista español Indalecio Prieto Tuero (Oviedo 1883-México 1962), que participaba en las "negociaciones", manifestó en aquél entonces, que se quería establecer un "Gibraltar Vaticanista".


Manuel Irujo Ollo (Estella-Lizarra 1891-Pamplona-Iruñea 1981), ministro de la República Española y del Gobierno Vasco después, en su libro “La Guerra Civil en Euzkadi, antes del Estatuto”, explicaba el fundamento de estas enmiendas.


Se pedía que, el arzobispo, estuviera en Pamplona-Iruñea y se relacionara directamente con Roma sin pasar por Toledo, como ocurría hasta entonces con el arzobispo en Zaragoza o Burgos del que dependía el país vasconabarro:

"Esta cuestión era bastante más profunda de lo que pueda parecer, pues implicaba el uso del euskera en la enseñanza y en misa, así como algo tan natural como poder bautizar de Nuevo a los niños en euskera, prohibido desde el concilio de Trento (en el siglo XVI)".


Así, el euskera quedaba marginado, sin la necesidad de ser aprendido por la población a diferencia del castellano, el cual, era la única lengua que se imponía al ser obligatoria en todos los ámbitos.


Es más, aprovechando esta corrección, vinieron otras de gran calado por parte del Ejecutivo de la República Española, dejaba la soberanía en manos del Gobierno Español mediante el Tribunal Constitucional y Tribunal Supremo, que tendrían la última palabra en caso de conflicto entre ambos Gobiernos, lo que convertía al Gobierno Vasco y a las Diputaciones, en meros títeres (exactamente igual a como ocurrirá después con el llamado “Estatuto de Gernika” de 1979).



Aún así, en enero de 1932 se votó este segundo proyecto llamado el "Estatuto de las Gestoras". Se celebraron las Asambleas Provinciales de los ayuntamientos en las cuatro capitales provinciales, que se pronunciaron a favor de un Estatuto único: 423 de los 549 ayuntamientos votaron que sí, representando el 90 por ciento de la población (http://www.enciclopedianavarra.com/?page_id=9337).

Este "Estatuto de las Gestoras", fue aprobado de largo en los 4 territorios. En Alta Nabarra, lo aprobaron 161 de 267 ayuntamientos. Cifras similares si se tiene en cuenta la población de los municipios: 207.479 a favor (60%), 66.553 en contra de cualquier Estatuto y 28.891 por un Estatuto solo para Alta Nabarra (Fernando Mikelarena “Historia, memoria, ideología y política en Navarra”).

Estas cifras eran, sin embargo, muy inferiores al consenso que suscitaba el Estatuto de Estella o Vasco-Navarro y no llegaban a los 2/3 en Alta Nabarra, siendo la frustración por el "cepillado" del Ejecutivo de la República Español muy evidente, sobre todo entre el carlismo y los conservadores, que habían empezado a conspirar de nuevo su alzamiento por la restauración plena de los Fueros.


Se siguió "negociando" y modificando el Estatuto para intentar dar gusto al Gobierno de España, incluso se aceptó un Estatuto para solo los tres territorios de la Nabarra Occidental o Estatuto Vasco, pero, el Gobierno Republicano Español, pese a todas la correcciones, siempre lo rechazó.

La Segunda República Española, no quiso aprobar el Estatuto Vasco-Navarro ni el de las Gestoras, primaba para ella la unidad totalitaria de España, conseguida manu milatari en los tres siglos anteriores, tras la supresiones de la Leyes o Fueros y las libertades de los Pueblos o naciones sometidos (desmantelación institucional de la corona de Aragón-Catalunya y la de Nabarra), exactamente igual que después, la supuesta unidad "española", será lo esencial para las “tropas rebeldes” ante una España desunida y su Imperio menguante.

Teatro Arriaga el 20 de abril de 1942, Bilbao. La Filarmónica de Berlín celebrando el cumpleaños de Adolf Hitler, con Goebbels, el ministro de propaganda nazi, en primera fila.
"Qué se celebraba el 19 de abril? ¿Y qué tenía de especial el día siguiente para justificar el cambio? Hagamos memoria, que la Historia siempre nos da buenas lecciones. El 19 se recordaba la firma del decreto de la unificación del bando nacional (que fundó el partido único de Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista) y el 20 era el cumpleaños de Adolf Hitler. Hitos para ambas dictaduras"

Tras el golpe de Estado de los militares españoles contra la República en julio de 1936 y en pro de un Estado fascista gobernado por ellos, surgió de nuevo una fuerte resistencia popular y el que se llamó “Gobierno de Euzkadi” con 100.000 "gudaris" (milicias o civiles mal armados), el cual y en un principio, pretendía ser un apéndice del Gobierno Republicano Español, que entonces sí que lo quiso amparar, en busca del apoyo del nacionalismo vasco a su causa.


El Estatuto aprobado finalmente en 1936, dividía Alta Nabarra de la Nabarra Occidental. En el libro mencionado, el estellés Manuel Irujo fue clarividente al decir que: “El estatuto vascongado será la piedra angular que garantizará la separación perpetua de Euskadi, en vascongados y navarros, o lo que sería aún peor, entre vascos y navarros”.


Sin embargo, debido a la situación guerra, aquel tercer "Estatuto Vascongado", jamás estuvo en vigor. Según explicó Telesforo Monzón, lo que se se creó fue un Estado vasconabarro “de hecho”, como durante la Seguna Guerra Foral, y por tanto, un Gobierno soberano, aislado del Gobierno Español, aunque gobernara sobre un minúsculo territorio entre Legutiano en Alaba y la costa bizkaína.


A partir de verano de 1939, el Gobierno de Euzkadi, tuvo una definición exclusivamente nacional y cortó sus lazos con los partidos de ámbito español y su Gobierno de la República.


“El estatuto del 1936…yo no lo he conocido nunca. Puedo decir que he sido ministro de la Gobernación del Gobierno Vasco…y no he abierto el Estatuto (creo que justamente lo ojeé el primer día por la mañana). Ese Estatuto no se puso en la práctica jamás. Fue un auténtico fantasma. No existió tal Estatuto. Lo que ha existido es un Estado Vasco soberano. Eso sí. Eso se toca. Tiene carne, tiene espíritu, tiene alma, tiene sangre. Un Estado Vasco. Duró 9 meses…Fue un Estado independiente” Telesforo Monzón Ortiz de Urruela (Bergara 1904-1981).

Primer Gobierno de Euzkadi en octubre de 1936


LA MONARQUÍA PARLAMENTARIA

Primera edición de la Constitución española de 1978,
todavía con el escudo franquista en señal de validación
y visto bueno del Régimen fascista al mismo

Tras la muerte del dictador español y un nuevo regreso de los Bourbones como Jefes de Estado, se promulgó un Estatuto similar al último de 1936, el Estatuto Vascongado, reafirmando la preponderancia o supremacía del castellano sobre el euskera y la división de Nabarra.

El resultado final fue el llamado "Estatuto de Autonomía de Gernika", que se aplicaba en una Comunidad Autónoma Vasca (CAV), en realidad, tres regiones de la Nabarra Occidental que, a su vez, estaban mutiladas: Alaba, Gipuzkoa y Bizkaia, con capital en Vitoria-Gasteiz, pero sin Villaverde de Turtzios y la antigua tenencia nabarra de Trebiño.

Ambos enclaves, tienen relación con la conquista de Nabarra y los Haro. Para más información sobre Turtzios en https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/04/territorios-de-las-enkartaciones-que-se.html y sobre el origen de Uda-Trebiño: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/trevino-de-uda-la-invasion-continua.html.


Además, la Nabarra Occidental desde Ontón hasta el río Asón en Laredo, quedó integrado en 1982 en la "Provincia de Cantabria" de nuevo cuño, junto a las regiones de la Montaña de Burgos-Castilla, llamadas éstas Cabo Mayor en la Constitución de Baiona, integradas en Burgos en la de Cádiz y, después, individualizada la región de nuevo como "Provincia de Santander" desde 1833 mediante Real Decreto hasta 1982.


Alta Nabarra se quedó también fuera del Estatuto de Gernika, tras imponérsele, sin pasar siquiera por las urnas, un nuevo “amejoramiento” foral, continuación del impuesto en 1841, tras perder la Primera Guerra Carlista o Foral y con ello los Fueros o leyes del Estado de Nabarra, a cambio de una pequeña autonomía.

Acto del rey de España Juan Carlos I de Bourbon en Gernika, en reconocimiento del Estatuto de Gernika en febrero de 1981, imitando la jura de los Fueros de Bizkaia por el rey de Castilla (en Nabarra no hacía falta al ser las Leyes comunes:

El Estatuto de Gernika en su primer artículo, emplea un popurri de nombres para definir el territorio en el que es aplicable, lo que produce una importante confusión e incluso indefinición:

“El Pueblo Vasco o Euskal Herria, como expresión de su nacionalidad, y para acceder a su autogobierno, se constituye en Comunidad Autónoma dentro del Estado español bajo la denominación de Euskadi o País Vasco, de acuerdo con la Constitución y con el presente Estatuto, que es su norma institucional básica”.



En su Artículo 2, habla de la territorialidad del mismo, al que parece llamar, finalmente, País Vasco:

“El territorio de la Comunidad Autónoma del País Vasco quedará integrado por los Territorios Históricos que coinciden con las provincias, en sus actuales límites, de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, así como la de Navarra, en el supuesto de que esta última decida su incorporación de acuerdo con el procedimiento establecido en la disposición transitoria cuarta de la Constitución”.

En otro artículo, hablamos de los términos Euskadi/Euzkadi y Euskal Herria, su origen, evolución conceptual, la territorialidad histórica y actual, así como de la pretensión de que sea el nuevo nombre de un Estado vasconabarro: https://lehoinabarra.blogspot.com/2021/07/euskadi-vs-euskal-herria.html

Eneko Del Castillo, Gaurko Nafarroa Osoko lurren zatiketa