IGNACIO MANUEL DE ALTUNA y JEAN JACQUES ROUSSEAU

IGNACIO MANUEL DE ALTUNA y JEAN JACQUES ROUSSEAU

Aitzol Altuna Enzunza



Ignacio Manuel Altuna y Portu nació en Azkotia (Gipuzkoa) en 1722 y falleció en 1762 a los 40 años. Ignacio Manuel llegó a ser alcalde de su villa natal (1746) y uno de los fundadores de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País (RSBDPV), fue uno de los tres "caballeritos de Azkoitia".

Altuna Portu 1988, antes Zornostarizaga

Se trata del primer edificio a la izquierda sobre el muro, en frente de Jausoro (ambulatorio actual de Azkoitia)


Según la propia RSBDPV: "Estaba llamado a desempeñar un papel decisivo en el proyecto ilustrado de la Sociedad Bascongada pero la muerte prematura se lo impidió, privando a sus amigos y compañeros de viaje, Peñaflorida y Narros (Xabier de Munibe e Idiaquez y Joaquín de Eguía y Aguirre, ambos también azkoitiarrras), de una mente lúcida, avanzada y conocedora de las novedades llegadas de Francia, en especial, en materia educativa y científica. 


Cumplió su primera formación en el Colegio de los jesuitas de su villa natal (1732-1734), para pasar en 1736 al Real Seminario de Nobles de Madrid, institución educativa también regentada por los padres de la Compañía de Jesús que en aquel entonces trataba de modernizarse al amparo del primer reformismo borbónico.



Los ejes principales de esta actividad fueron las inquietudes por la educación de la juventud y la práctica científico-técnica, dos de los principales desvelos que alumbrarían años después el ideario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País.

Enciclopedia Auñamendi:
Real Seminario Patriótico Bascongado de Vergara a fines del siglo XVIII, según dibujo de Gregorio Hombrados Oñativia

Se le considera además co-autor, junto con los anteriores, de Los Aldeanos Críticos, o cartas críticas sobre lo que se verá (1758) una réplica en toda regla a los presupuestos escolásticos y aristotélicos del Fray Gerundio de Campazas del P. José Francisco de Isla, publicado ese mismo año; y una defensa de la ciencia experimental y del reformismo pedagógico de autores como el teólogo portugués Luis Antonio Verney".

El propio presidente del gobierno español Cánovas del Castillo, señalaba que había más suscriptores a la Enciclopedia francesa en las "provincias vascongadas" que en toda España.

Enciclopedia Auñamendi:
Real Seminario Patriótico Bascongado de Vergara. Ramón María de Munibe y Areyzaga en una lección experimental de física y química, en 1774, según dibujo de Gregorio Hombrados Oñativia (Gipuzkoa 1902-1978)

La  Enciclopedia Auñamendi comenta que Ignacio Manuel: "Había vivido en el extranjero donde tuvo ocasión de relacionarse con las personalidades más inquietas y preocupadas por el progreso de la sociedad tal como se entendía en su tiempo. Trabó amistad con Jean Jacques Rousseau (Ginebra 1712-Ermenonville 1778) a quien ayudó económicamente en momentos de penuria. Gracias a la semblanza apologética que le hizo Rousseau, su nombre se ha perpetuado. Dicha semblanza, fue publicada en sus Confesiones (...)".


Dijo Rousseau de Ignacio Manuel Altuna en un extenso texto que reproduzco en gran parte: "Este joven (se llevaban en realidad tan solo 10 años), nacido para todos los talentos y todas las virtudes, acababa de dar la vuelta a Italia, para adquirir el gusto en las bellas artes, y no imaginando alcanzar otro objeto, quería regresar derechamente a su patria. Yo le dije que las artes no eran más que el recreo de un genio como el suyo hecho para cultivar las ciencias, y le aconsejé, para que fuese tomando gusto a esta idea, un viaje y una estancia de seis meses en París". 

París s. XVIII

Sigue Rousseau: "Él me creyó y fue a París. Estaba allá, y me esperaba, cuando yo llegué. Su habitación era excesivamente grande para él; me ofreció la mitad, y acepté. Lo encontré en el fervor de las ciencias profundas. Nada estaba fuera de su alcance; devoraba y digería todo con una prodigiosa rapidez. ¡Cuántas veces me dio las gracias por haber procurado este alimento a su espíritu que el deseo de saber consumía sin que él mismo se diera cuenta! ¡Qué tesoros de luces y de virtudes encontré en esta alma esforzada! 



Conocí el que era el amigo que me hacía falta; nos hicimos íntimos. Nuestros gustos no eran los mismos; disputábamos todos los días. Obstinados ambos, jamás estábamos acordes en nada, y con todo no podíamos separarnos, y contrariándonos sin cesar, ninguno de los dos hubiera querido que el otro fuese distinto de como era (...).

Después de sus viajes casó, murió joven y dejó hijos, y estoy persuadido, como de mi existencia, de que su mujer es la primera y la única que le hizo conocer los placeres del amor. En su aspecto exterior era devoto como un español; pero en su corazón abrigaba la piedad de un ángel". 

Azkoitia 1915

Rousseau, siguió alagando a Altuna: "A excepción mía, no he visto desde que existo otra persona más tolerante que él. Jamás se informó de cómo pensaba hombre alguno en materia de religión. Poco le importaba; que su amigo fuese judío, protestante, turco o ateo, como fuese un hombre honrado. Obstinado, testarudo sobre todos los demás asuntos, cuando se trataba de religión o moral, se recogía, callaba, o decía simplemente: -Yo únicamente estoy encargado de mí mismo.

Es increíble que pudiese reunir tanta elevación de alma con un espíritu de detalle llevado hasta la minuciosidad. Distribuía y fijaba de antemano el empleo del día por horas, por cuartos de hora, y hasta por minutos, y seguía esta distribución con tal escrupulosidad, que si sonaba la hora en tanto que leía una frase, cerraba el libro sin acabarla. Todos estos intervalos de tiempo, así interrumpidos, los utilizaba para éste o el otro estudio; los tenia señalados para la reflexión, para el rosario, las visitas, la música, la pintura, y no había para él ni placer, ni tentación, ni complacencia que le hiciese variar este orden. Solamente el cumplimiento de un deber hubiera sido bastante para tal resolución".

Fachada del Seminario de Bergara, sede investigadora de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País

"Cuando me mostraba la lista de sus distribuciones a fin de que le manifestase mi conformidad, comenzaba yo por reírme y acababa por llorar de admiración. Jamás molestaba a nadie, pero despedía sin contemplación a las personas que; por cortesía, querían incomodarle. Era arrebatado sin ser de mal genio. Le vi muchas veces colérico pero jamás enojado. Nada mas festivo que su humor; sabía recibir bromas y gustaba de darlas, y aun brillaba en ello, pues poseía el talento del epigrama. 

Cuando se le incitaba era bullicioso y alborotador de palabra, su voz escuchábase desde lejos, pero en tanto que gritaba se le veía sonreír, y en medio de sus arrebatos de cólera le ocurría cualquiera dicho agudo que hacía soltar la risa a todos". 
Escudo de los Altuna (realizado por Nestor Lertxundi Beñaran Altuna)
Linaje muy noble y antiguo de Gipuzkoa. Su casa solar primitiva radicó en el barrio de Urrestilla, del Ayuntamiento de Azpeitia, y fue de las originarias y pobladoras. Sus individuos, que fueron tenidos siempre por buenos hijosdalgo, pasaron a establecerse a Azpeitia, Elgeta, Urnieta, Bergara y Zumarraga (todos en Gipuzkoa). También se extendieron por Bizkaia en la Edad Media.
Ya en el año 778, Sancho de Altuna se halló en la famosa batalla de Orreaga-Roncesvalles, en la que murió el valeroso Roldán; Altuna. peleó al frente de soldados de Cantabria ("cántabros" es como se llamaba a los baskones).
Todo sobre el origen real y mitológico de los Altuna en:


Seguía Rousseau con la descripción de su amigo con algo obvio para nosotros pero no tanto para un suizo: "No tenía ni el color, ni el aspecto, ni la flema española. Su piel era blanca, su mejilla sonrosada, los cabellos de un color castaño claro, y era alto y bien formado. Su cuerpo había sido hecho para alojar su alma. Este sabio, así de corazón como de cabeza, era conocedor de los hombres, y fue mi amigo"

La Casa Altuna de Azpeitia fue construida en el siglo XVI por la familia de los Altuna. El edificio es de piedra sillar hasta el segundo piso donde, mediante una composición de rombos y dientes de sierra realizados en ladrillo, muestra la típica estructura mudéjar tan común en antiguas edificaciones de Azpeitia y Azkoitia.

"Hé aquí mi respuesta a quien no lo es. Nos llevábamos tan bien que hicimos el proyecto de pasar juntos nuestros días. Yo debía, durante algunos años, marchar a reunirme en Azkoitia para vivir con él en su tierra natal. Este proyecto quedó completamente arreglado entre nosotros la víspera de su partida. No faltó más que lo que no depende de los hombres en los proyectos mejor concertados. Los sucesos posteriores, mis desastres, su casamiento, su muerte, en fin, nos han separado para siempre. Diríase que solamente alcanzan éxito los negros complots de los malvados; los inocentes proyectos de los buenos casi nunca obtienen cumplimiento" (traducción, J. Manterola).
Ignacio Manuel Altuna fue por tanto amigo y sostenedor económico de Jean Jacques Rousseau (1712-1778), el cual conocía el árbol de las libertades vascas y del que decía no sin cierta ironía: “Gernika es el pueblo más feliz del mundo. Sus asuntos los gobierna una Junta de campesinos que se reúne bajo un roble y siempre toman las decisiones más justas”.

El Lehendakari Agirre en septiembre de 1956 en Rue Sprite en el número especial 24 Demain l'Espagne, escribió:

Les Basques se penchent sur le monde de la culture, sans abandonner leur vieille conception de la civilisation. Ils sont accusés d'être les amis des Encyclopédistes et taxés de déviations hérétiques. Altuna, maire d'Azcoitia, est, en effet, un grand ami de Rousseau; il se rend à Paris, aux réunions des intellectuels de cette époque. Rousseau tient Altuna en grande estime et, dans ses Confessions, il assure n'a voir jamais rencontré d'homme aussi tolérant et, pourtant, remarque-t-il, tous les jours il récitait le rosaire. Rousseau avait promis à Altuna d'aller vivre en pays basque. La mort prématurée d'Altuna déjoua ce projet. Chez Altuna, se rejoignaient le sentiment de la liberté et de la tolérance avec une conviction chrétienne, profonde et pratique. Les "Caballeritos de Azcoitia" sont les prédé cesseurs, dans leurs idées et dans leur conduite, des Basques contemporains. Suivant leur vieille tradition, ils ont préparé la route au "cas basque" de nos jours (Obras Completas Tomo II, editorial Sendoa 1981).

(Los vascos miran al mundo de la cultura, sin abandonar su antigua concepción de la civilización. Se les acusa de ser amigos de los enciclopedistas y se les acusa de desviaciones heréticas. Altuna, alcalde de Azcoitia, fue de hecho un gran amigo de Rousseau; fue a París a las reuniones de los intelectuales de la época. Rousseau tenía a Altuna en gran estima y, en sus Confesiones, aseguró que nunca había conocido a un hombre tan tolerante y, sin embargo, comentó, todos los días recitaba el rosario. Rousseau había prometido a Altuna irse a vivir al País Vasco. La muerte prematura de Altuna frustró este proyecto. En Altuna, el sentimiento de libertad y tolerancia se unió a una convicción cristiana, profunda y práctica. Los "Caballeritos de Azcoitia" son los predecesores, en sus ideas y en su conducta, de los vascos contemporáneos. Siguiendo su antigua tradición, han preparado el camino para el "caso vasco" hoy en día) 

LAS MENCIONES DE ROUSSEAU



En su famoso libro “El contrato social” (1762), el filósofo ginebrino trató sobre la libertad e igualdad de los hombres ante el Estado. Se considera este libro la base del Estado de Derecho y de la democracia moderna, e incluso de las ideas socialistas. 


Si leemos atentamente su contenido, muchos de sus pasajes describen nuestra realidad histórica y política, como si de una carta al árbol de Gernika se tratara:

“Se han visto Estados de tal modo establecidos que la necesidad de conquistar entraba en su misma constitución, y que para mantenerse se veían obligados a ensancharse sin cesar. Acaso se regocijasen demasiado por esta feliz necesidad, que les señalaba, sin embargo, con el término de su grandeza, el inevitable momento de su caída".

Los Fueros de Nabarra: "Leyes antes que reyes"


Seguía Rousseau: "El más fuerte no es nunca bastante fuerte para ser siempre el señor, si no transforma su fuerza en derecho y la obediencia en deber. De ahí, el derecho del más fuerte; derecho tomado irónicamente en apariencia y realmente establecido en principio.

Convengamos, pues, que fuerza no constituye derecho, y, que no se está obligado a obedecer sino a los poderes legítimos".



"Toda ley que el Pueblo en persona no haya ratificado es nula, y ni a un puede llamarse ley.

En efecto; si no hubiese convención anterior, ¿dónde radicaría la obligación para la minoría de someterse a la elección de la mayoría, a menos que la elección fuese unánime? Y ¿de dónde cierto que los que quieren un señor tienen derecho a votar por diez que no lo quieren? La misma ley de la pluralidad de los sufragios es una fijación de convención y supone, al menos una vez, la previa unanimidad".

El síndico de la embajada de baja nabarra en París, el Sr. Polverel 1789:
1.- Nabarra es una nación libre y soberana.
2.- Solo la nación es soberana y sus derechos están condensados en las leyes fundamentales del Reino (los Fueros).
3.- El Reino de Nabarra no fue fundado ni por conquistadores extranjeros ni mediante la usurpación de la soberanía. Los nabarros siempre han sido un pueblo soberano y libre.
4.- El Reino de Nabarra es un estado independiente desde hace mil años.

El texto completo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/05/que-es-nabarra.html


"Mientras un pueblo se ve obligado a obedecer y obedece, hace bien; mas en el momento en que puede sacudir el yugo, y lo sacude, hace todavía mejor.

También se vive tranquilo en los calabozos; ¿es esto bastante para encontrarse bien en ellos? Los griegos encerrados en el antro del Cíclope vivían tranquilos esperando que les llegase el tumo de ser devorados".


"Renunciar a la libertad es renunciar a la cualidad de hombres, a los derechos de humanidad e incluso a los deberes. No hay compensación posible para quien renuncia a todo. Tal renuncia es incompatible con la naturaleza del hombre, e implica arrebatar toda moralidad a las acciones el arrebatar la libertad a la voluntad.

Los esclavos pierden todo en sus cadenas, hasta el deseo de salir de ellas; aman su servilismo, como los compañeros de Ulises amaban su embrutecimiento; si hay, pues, esclavos por naturaleza es porque ha habido esclavos contra naturaleza. La fuerza ha hecho los primeros esclavos; su cobardía los ha perpetuado.

Jamás se corrompe al Pueblo, mas se le engaña a menudo”.


En el propio “Contrato Social”, el libro clave para entender la democracia moderna, se hace mención indirecta al árbol de Gernika: “Vemos en el pueblo más dichoso del mundo que los aldeanos en cuadrillas arreglan los negocios del Estado a la sombra de una encina y que siempre obra con juicio”. Incluso nos daba Rousseau una pista de cómo romper las cadenas: “En fin, cada Estado no puede tener como enemigos sino otros Estados y no hombres, puesto que entre cosas de diversa naturaleza no puede establecerse ninguna relación verdadera”.