PAISAJE DE LA ARRATIA MEDIEVAL

PAISAJE DE LA ARRATIA MEDIEVAL

Aitzol Altuna Enzunza


Nire aitite Andrés Enzunza Isasiri eskeinia, harek esaten eustan umetan: “arratiako zekorra txikerra bañe gogorra”.




www.arratia.net: “Esta Mancomunidad esta formada por los municipios de ARANTZAZU, AREATZA, ARTEA, BEDIA, DIMA, IGORRE, LEMOA, UBIDE, ZEANURI. Territorialmente abarca una extensión aproximada de 206,70 Km.2 y una población de 12.167 habitantes”.




EL COMUNAL y EL CASERÍO ARRATIANO

Parte de la idiosincrasia vasca y arratiana por extensión era el “auzolan”, el “trabajo vecinal”, por el cual los vecinos se ayudaban a la hora de labrar la tierra, para arreglar un caserío o creaban caleros comunales en los barrios. 


Era también característica la tierra comunal, donde todos compartían la explotación de los bosques, de la cual se beneficiaban y tenían la obligación de limpiarlos para evitar fuegos, estando reglado por ejemplo la cantidad de leña que cada uno podía obtener de los mismos. Estas tierras comunales son uno de los principales rasgos distintivos de los Fueros, el derecho pirenaico que los regulaba.

El Camino Real o Errege Bidea (errepidea), pasaba por la parroquia Andra Mari y atravesaba por el actual humilladero, construido en el siglo XVIII

Las tierras comunales eran muy numerosas y servían a muchos pobres para no pasar hambre, siendo la castaña el principal elemento de subsistencia durante siglos. Las ericeras, cerco redondo de tres metros de diámetro y uno de alto por término medio donde se dejaban a secar las castañas, era una construcción común en todos los bosques hasta que en el siglo XIX la tiña mermó los castañares vascos. 

Zeanuri en auzolan
Foto: Felipe Manterola principios del siglo XX

De esos bosques, de sus robles y encinas, se sacaba el pan de bellota que era comido por los vascos desde tiempo inmemorial, tal y como recogen los cronistas romanos y, en menor medida, se plantarían manzanos y se produciría sidra en la vertiente cantábrica. Los alrededores de las numerosas ermitas eran también tierras comunales, por lo que no hay construcciones en sus inmediaciones en la Edad Media (salvo la casa del clérigo o de la serora).

Kirikiñausiak o ericeras de Orozko, donde se guardaban las castañas de los comunales.

Respecto a la configuración social de la Bizkaia medieval, estando como estaba dentro de su reino nabarro o Estado propio hasta el año 1200, tal y como se señala en la enciclopedia histórica dirigida por Estornés Lasa “Historia de Euskal Herria, Tomo I”: “no puede negarse que el País Vasco conociera un tipo de feudalismo, si bien éste era apenas conciliable con las formas de organización de la sociedad vasca tradicional, estructurada con base en las asambleas de barrio, pueblo, país o valle; auténtico contrapoder popular frente a los derechos feudales de los señores. Otro factor que vino a atenuar el carácter del feudalismo local fue la condición originaria libre o alodial, es decir, exenta de toda servidumbre (señorial o real), al menos del territorio vasco de la vertiente oceánica”.


Existían dos zonas bien diferenciadas, serían el “saltus” (zona boscosa y con mayor número de tierras comunales) y el “ager” (zona agrícola al sur), donde el mayor arraigamiento de las instituciones romanas dio lugar a una temprana aparición de un tipo de sociedad feudal, al conocerse desde época romana la propiedad privada sobre la tierra, con excepciones como los pastizales comunes de las Bárdenas reales (facerías y parzonerías) que también se daban en el Pirineo, Aralar o en el Gorbea en el caso de Arratia. Finalmente, la Iglesia católica, con sus “comanderías” o tierras de su propiedad, crearon otra forma de feudalismo.


Parroquia de Santiago de Ipiña (Zeanuri), 
la primera con registro bautismal de Bizkaia del año 1501,
en el antiguo Erregebidea-Camino Real 
de subida por el puerto de Barazar, 
ejemplo de una ledanía o cofradía.
Cofradía de Ipiñaburu, ermita de Santa Agueda cercana a la anterior pero que agrupa a otros caseríos o caserías, siendo su base política de funcionamiento

2022ko Santa Ageda eta azpian youtuben 2023koa kalitate hobean

En el "saltus" donde habría que situar toda Bizkaia, continúa el citado libro: “el modelo de feudalismo que se dio en este ámbito de Vasconia pudo ser similar al que se originó en otros países de Europa, poco o nada romanizados (Alemania, Inglaterra, Países Escandinavos), cuyos rasgos específicos en el conjunto feudal fueron: 
a) Proceso lento en la conversión de los campesinos libres, que oponen resistencia a la cristianización y a la servidumbre, en campesino dependiente; 
b) La organización sociopolítica prefeudal de esta comunidades constituyó un contrapunto fuerte al poder de la nueva clase de señores feudales, formada a partir de la aristocracia de los clanes. 

Ipiñaburu
Felipe Manterola 1904- 36, Museo de Bellas Artes
Ipiña, subida al cementerio 

Esta serie de factores diferentes dio lugar a un modelo de feudalismo original en los países mencionados, entre los que se puede incluir probablemente una amplia zona de la País Vasco (incluida Arratia). Como características más destacables de esta modalidad de feudalismo se señalan, su tardía aparición y la debilidad del poder personal de los señores (…)".

Cofradía de Ozerin-mendi en la ermita de San Justo en Zeanuri

Los alodianos, es decir, los campesinos que disponían de tierras alodiales, constituían una auténtica aristocracia rural, no sometida a la servidumbre de los amos, integrada por individuos, normalmente de condición humilde, que eran propietarios de pleno derecho. Las exacciones señoriales, o reales de carácter público, como los impuestos, no destruían el alodio.” Los alodios o campesinos libres, fueron muy numerosos en toda la Baskonia húmeda o “saltus”, después reino de Pamplona-Nabarra, y por extensión en toda Arratia.

Todas las tierras comunales pertenecían a los condes o señores, los cuales durante el reino nabarro eran llamados “tenentes” –meros administradores en nombre del rey-, y nunca llegaron a ser señores feudales en el “saltus”, por lo que los campesinos podía hacer uso libre de esas tierras, era el llamado “dominio eminente” frente al “dominio útil” de los campesinos.

Caserío  Artabene de Bedia, antes llamado Arteabaso y Arteabaroene, en el barrio Eroso-Ugarte. Está documentado en las foguerizaciones del año 1514 de los labradores censuarios acogidos a la jurisdicción de Bilbao (no está en la de 1375): "En la casa (tachado: de) nueba de Martin de Helorça ay vn fuego y bybe en él Juan de Arteabaro, I fuego".
Es de estilo arratiano, de patín externo para la entrada a la vivienda y con las cuadras debajo, esquineras de piedra labrada a una altura baja y gran parte de sillarejo, con un armazón de entramado y de madera en la "ganbara" para secar, airear y almacenar los productos agrícolas. Es un tipo de caserío mucho más económico que el de los hijosdalgo.


Las primeras aldeas tras la caída del Imperio Romano aparecen en Europa en torno al año 800. En Bizkaia se abrirán claros en los bosques y en el litoral, pero éste pronto se volverá peligroso por las incursiones normandas o vikingas. Se han encontrado estas aldeas en Gerrika, Arta, Bolibar y Iturrieta en Lea-Artibai y en Bermejillo y San Esteban de Karranza en las Enkartaciones, en los hoy barrios de Miota, Gazeta, Santo Tomás de Mendraka (Elorrio), San Martín de Finaga (Basauri), Abrisketa (Arrigorriaga), Gerekiz (Morga) o Momoitio (Garai) en el duranguesado, en Otzerinmendi, Arzuaga, Artea, o Elgezua en el valle de Arratia (antigua parroquia de Igorre).

De ser todas las tierras comunales y la población dispersa en el “saltus vasconum”, tras la paz impuesta por las Juntas y Hermandades contra los linajes, se empezaron a crear lo que se llamaban “korta”, “(x)sala” o “sarobe” -“sel” como decían en Castilla-, que era un prado con una piedra en medio como señal de que una familia y su ganado apacentaba en ella; no era símbolo de propiedad sino un simple derecho de pasto frente a las construcciones temporales anteriores: “terrenos pacederos en círculo perfecto que tienen en su centro un mojón llamado piedra cenizal” y que también comprendía albergue y arboleda (“Historia de Euskal Herria Tomo II”). Desde ese siglo XIII, la propiedad de los seles están en manos de los monasterios, infanzones o parientes mayores -aunque los explotaba el pueblo-, no se cerrarán los mismos hasta el siglo XV.

Mojón para un sel o majada, "korta, xala, sala, bustos" en euskera, la deforestación y acotación del terreno, se hacía desde un centro a modo de una compás, después se limpiaba el comunal para la explotación privada. 


Por mediación de la propiedad privada que suponían los seles aparecieron, cogiendo la forma de los hórreos en algunos casos y debajo de ellos (arriba el granero), las viviendas vascas del “saltus”: los caseríos o baserri. 

Las construcciones de las primeras casas en las aldeas eran de madera, se las denomina “caserías” (en realidad, como el baserri, se refieren al conjunto de bienes inmuebles y muebles, así como animales), con techos de brezo y arbustos, por lo que no se han conservado, aunque se han podido encontrar restos de su asentamiento en el suelo y en la roca cerca de la parroquia del municipio costero de Gorliz. Por tanto, son el antecedente de los posteriores caseríos vascos del siglo XIV en adelante, donde se va introduciendo la piedra. Incluso cabe hablar de una evolución natural en el tiempo de la construcción popular vasca, A.Llanos 2002: “es fácil reconocer en las construcciones de nuestros pueblos y caseríos actuales unas técnicas (aparejos, de mampuesto, adobes, manteados de barro y entablamentos) exactamente igual que los utilizados en aquellos poblados de los que nos separan aproximadamente 3.000 años”.


Los caseríos más sencillos en su forma actual, primero de madera y con las esquinas de mampuesto o incluso de sillería, y después casi totalmente de piedra con o sin entramado de madera, se empezaron a construir sobre los siglos XV.




Los hórreos se conocen desde época romana. La primera noticia de un hórreo que se tiene es su descripción por Marco Terencio Varrón, jefe del ejército pompeyano en el s.I a.C. como “granjería sublimia”: “Otros construyeron en sus campos unos graneros suspendidos sobre el suelo, tal como en la Hispania Citerior (…)”.

Sin embargo, los majestuosos caserío de finales del siglo XV, están emparentados con las casas-torre, de los que tenemos varios ejemplos en Arratia.


Errandonea en Ipiñaburu

Uno de los caseríos más antiguos de Arratia sería el Errandonea en Ipiñaburu (Zeanuri), probablemente de labradores alodios, a media ladera en la antigua subida de Barazar por Ipiña. 

Además de la misma época, sería el caserío Urberka-Ugarka (derruido, hoy solo quedaría la base). 

Caserío Ugarka del siglo XVI

Tenía tres plantas: planta baja, planta principal y desván.  La planta baja era de mampostería. En la parte inferior de la primera planta podía distinguirse madera recubierta de argamasa y relleno. El resto (es decir, la parte superior de la primera planta y el desván) estaba cerrada con tablones de madera. El desván tenía un ala y estaba cerrado con tablones.



Pero, en el mismo Zeanuri, tenemos la casa-torre de Akeuri del siglo XIV, remodelada y adaptada para la labranza en el siglo XV. Además, está la "nueva casa-torre" de Altzibar, pensaba solo para esta función del siglo XVI-XVII.


La ferrería y molino en Olabarri, cercano en la "uria" al comienzo de la antigua subida a Barazar, sería de los Rotaetxe, propietarios del palacio Zubiate del siglo XVII.

Foto: Ybarra y Garmendia "Torre de Vizcaya" (1946) Akeuri
Casa-torre Akeuri de Zeanuri (s. XIV-XV)

Casa torre de Arrikibar en Zeanuri
Foto Ybarra y Garmendia "Torres de Vizcaya" (1946)

Casa-torre Altzibar de Zeanuri (s. XVI-XVII)


Altzibar 1983. Felipe Manterola : argazkiak, 1904-1930. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao

Palacio rural de Zubiate, barroco, del siglo XVII y XVIII, evolución de los caseríos de los grandes señores 


La majestuosidad de las construcciones populares del “saltus vasconum”, nos muestra un pueblo que vive mucho mejor que en los territorios colindantes de Cantabria, Asturias, Castilla etc. y que en la mayoría de los países europeos, donde las viviendas, salvo las de los nobles y las de algunas villas, eran mucho más modestas en general. El caserío es la más importante construcción popular de los vascos del “saltus” o zona boscosa-montañosa y una de las más importantes de toda Europa, a lo que contribuyó sin lugar a dudas su situación de alodios y el derecho pirenaico consuetudinario o basado en la costumbre y por tanto en el pueblo. 

Arratiar agurea 1900. urtean, arratiar janzkeragaz, "longaina" kapela buruan.(Eulalia Abaitua Allende)

El baserri (el caserío, el ganado, los terrenos y demás construcciones), tenía como característica principal el ser casi autosuficiente, es decir, podía casi subsistir sin necesidad de comercio.

El boom del caserío vasco se produjo a finales del siglo XV (1490-1500) gracias a la bonanza económica del momento y el final de la Guerra de Bandos, son éstos, los banderizos, lo que empezaron a hacer los primeros grandes caseríos, favorecidos por la protoindustria, molinos y ferrerías para la fabricación de armas y todo tipo de productos de hierro. 

Baserri vendría de “baso-herri”, “baso” bosque y “herri” en su significado antiguo de “tierra”. El caserío o edificio sería “etxe” y toda la heredad con terrenos, animales, habitantes, aperos etc., conformaría el “baserri”.

Toda la información sobre el origen del baserri en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/origenes-del-caserio-vasco.html


Caserío Besoitaormaetxea de Berriz, el caserío vasco datado más antiguo al haberse encontrando cimientos del siglo XI. 

Hoy existen 24 tipos de caserío vasco, 10 de ellos en Bizkaia, uno de ellos típicamente arratiano: sin soportal, con patín o entrada a la vivienda por el segundo piso, cuadra en la planta de abajo para aprovechar el calor de los animales, actualmente encalado y con piedras entresacadas a la vista. 

Caserío Uriarte de Basauri antes de ser arreglado, de estilo arratiano tardío


«No puede ni debe buscarse la existencia de un caserío originario» ya que surgen de manera conjunta, por centenares, en la última década del siglo XV (1490-1500), explica el arquitecto Juan Ángel Larrañaga, uno de los autores del libro “La arquitectura del caserío en Euskal Herria”: «Esto no significa que no existieran caseríos anteriores a esta fecha, pero eran otro tipo de edificaciones, de pequeñas dimensiones y cada una con su función: una para vivienda, otra para el grano.». 


"TARJETA POSTAL / UNION POSTAL UNIVERSAL / ESPAÑA / Sr. Dn. Justo de Aguirre / Ceánuri"
Kanpokoa. Zeanuriko Arregia kalearen ikuspegi orokorra, elizara doan bidea aldapan. Aldapa horretatik talde bat ari da jaisten, gizon eta emakume ugari, beharbada mezatatik atera ondoren. Etxeen deskribapena, goienean daudenetatik hasita. Lehenbizikoa eta ezkerretara dagoen bakarra Albakoa etxea. Parean, eskuinetara, Frantxine etxea, jaisten esku berean, ilarako lehen etxea, begiratokia duena, erizainaren etxea da, ondoren Llalo etxea dago eta zurezko baserri handia Kamiñaetxea da (beheko su handia zuen erdian). Aurrean, etxe txikiari Purirena esaten zioten, bertan igarotzen baitzituen udak Puri Bengoetxeak, lau etxeen jabeak, eta Kamiña eraitsi eta gero udak igarotzeko erabiltzen hasi zen. Lehen mailan dagoen harrizko etxeari Esperantzaetxea edo Markesanetxean esaten zioten, Mercedes Urretxa eta Arriolarena baitzen. Egun, Lejartza esaten diote eta bertan Salustianok oinetako denda zuen (informazio hori XX. mendearen azken laurdenekoa da, eta argazkien emaileak jakinarazitakoa).

La principal característica del caserío o “baserri” es la «autosuficiencia» (…) «hay que romper el mito de que los caseríos los construían los propios labradores. Es falso. Los artesanos, actuales arquitectos, que también hacían otro tipo de edificaciones, como catedrales, son los verdaderos constructores del caserío».

Caserío Antzune, Foto: Felipe Manterola


Tras la invasión castellana y francesa del reino de Nabarra, el derecho pirenaico en el que se sustentaba el Estado baskón también en lo comunal, fue atacado constantemente, con un “contrafuero” tras otro lo que dio lugar a las “matxinadas” o alzamientos encabezados por los “matxinos” o ferrones, llamados así por ser su patrono San Martín.


Portugalete (Bizkaia). Esculturas, representando las cuatro estaciones, ejecutadas por Adolfo Areizaga en 1878. Siguiendo a Juan de Pagoeta, en su obra Portugalete y su gente: ".. Representan con sus trajes tradicionales a la neska del Txorierri (primavera), al baserritarra de Orozko (verano), a una etxekoandre (otoño) y al jauntxo arratiano (invierno)". (de izquierda a derecha). Fots. Bernardo Estornés Lasa, 1970
Arratiarrak, Alberto Arrue (1925)

LAS FERRERÍAS, MOLINOS y CALEROS

Por otra parte, como soporte a la economía arratiana y bizkaína en general, estaba la siderurgia junto con el molino. Los molinos de agua o hidráulicos (de aceñas o de rodete, según fueran las ruedas de las aspas verticales u horizontales) son introducidos en el siglo VIII en Tudela por los musulmanes, llegando poco después al reino de Pamplona-Nabarra, así en el siglo IX a Alaba y en el X-XI a Gipuzkoa y Bizkaia, todos territorios del reino baskón.

Calero
Calero o Karobi comunal  de la Cofradía de San Justo de Ozerin-mendi de Zeanuri. La piedra caliza se echa por la abertura superior, similar a un pozo, y se recoge la cal en la abertura inferior.

En el Cartulario de San Millán de la Cogolla se habla de la primera exportación del hierro de Bizkaia, en una donación de “Arroncio” en el 871 a la iglesia alabesa de “Ocoizta” (Acosta). Se tiene constancia escrita que a finales del siglo IX que en Alaba había una “industria siderúrgica” y que durante el siglo X se exportaba mineral de hierro desde el puerto de “Uhart” (Ugarte, río Galindo, Barakaldo, Bizkaia).

Las ferrerías de viento o de monte, “haizeolak”, aparecen en el País Vasco en el siglo VI a.C., en plena Edad de Hierro, mejoradas sensiblemente en época romana, según los yacimientos arqueológicos de ferrerías de esta época como la de Forua (Bizkaia) y las ancestrales minas de hierro de las que ya hablaban los propios romanos, como la de Triano en Gallarta (Bizkaia).




En esta torre, tuvo su residencia el Merino o Juez Mayor de la merindad, por lo que adoptó el nombre de Merindad de Zorrontza o Zornotza. La torre fue quemada y reconstruida en el año 1450, según narra Lope García de Salazar: "fueron el lugarteniente de corregidor e el prestamero e los alcaldes de la Hermandad a Arratia, e tomaron e su poder el cadalso de Çornoça (cadalso equivalía a torre), e la torre de Urquiçu (Igorre, de los Abendaño), e las casas fuerte de Arratia de los parientes de Pedro d´Abendaño, e quemaron la casa de Lope d´Atucha (Lemoa), e otras tres en Vedia".

Casa torre de Ibarra del siglo XVI, la cual tiene ya forma de un caserío
La evolución de las casas torre hasta convertirse en caseríos así como el origen de éstos, la explicamos en: 
Torre Andrandegi, al igual que la anterior, reconvertida en caserío:
La "torre" de Berna en la merindad de Zornotza, está junto al río Ibaizabal y el Camino Real de Bilbao a Durango, pertenecía al linaje de los Berna. Esta familia segundona, era acusada de robar constantemente a los mercaderes que se dirigían a la villa de Tabira de Durango, por lo que los villanos le quemaron la torre y se la "derrocaron" en 1442. Los Berna volvieron a construirla ya con la forma actual de caserío en 1463 y con la financiación de sus parientes Mayores los Muxika, cabeza del bando Ganboino.
Ferrería de Berna en Amorebieta-Etxano
Solaguren-bekoa 1959, barrio San Juan

El merino más importante de Zornotza y propietario de la Casa Fuerte de Zornotza, fue Martín Ruiz de Abendaño en el siglo XVI, señor de Abendaño, Ganboa, 8º señor de Villareal de Alaba, señor de la torre Urkizu en Arratia, señor de Olaso en Gipuzkoa, Ballestero Mayor del emperador Carlos V de Alemania I de Castilla, Coronel de infantería de Bizkaia. 

Casa torre de Urgoiti o Puentelatorre en Galdakano origen de los Abendaño de Bizkaia, era la construcción que se ve en la foto a la derecha, la cual fue bombardeada en 1936 por aviones fascistas por orden del General español Francisco Franco. 

Escudo de los Abendaño e Urgoiti. Sobre su origen se puede leer: 
https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/07/origen-de-los-abendano-cabeza-los.html


Los Abendaño eran Cabeza del Bando ganboíno y en ese momento, la familia más importante de Bizkaia, con heredades en Alaba (Villarreal de Alaba-Legutiano) y en Gipuzkoa (bienes de la torre Olaso), con ramificaciones en Arteaga, Galdakano o Aramaio. Fundó el mayorazgo de la familia para su hijo Prudencio de Ganboa.

Banderizos ante el Corregidor Gonzalo Moro a finales del siglo XIV

"Casa Fuerte de Zornoza con sus heredades fue Señor don Martín Ruiz de Avendaño y Gamboa, que también fue Señor de Villarreal de Alava y que murió en 1539, dejando al hijo primogénito que hubo en sus nupcias con doña Isabel de Velasco, el Gentilhombre del Emperador y Ballestero Mayor del Señorío de Vizcaya desde 1546 don Prudencio de Avendaño, la Casa Solar de Urquizu y los Patronatos de Ubidea, Céanuri, Villaro, Ceberio, Aránzazu, Dima, Yurre, Zumelzu, Lemona, Galdácano, San Vicente de Abando, San Bartolomé de Alonsótegui, Santa Magdalena de Arrigorriaga, San Miguel de Basauri y Arrancudiaga, Baracaldo y Zoilo y la Casa Fuerte de Zornoza con sus heredades y otros heredamientos y Patronatos, entre ellos el de San Miguel de Bernagoitia, que en 1567 donó al propio templo, ante el Escribano don Juan de Usaola, hallándose en la Casa Torre Mayor de Arbieto, en Abando, en la que habitaba el donante, que por tener impedida su mano derecha, pidió que firmara en su nombre a su segunda esposa, doña María Mendoza" (Ybarra y Bergué "Escudos de Vizcaya"). 



EL DOCUMENTO MÁS ANTIGUO DE LA MERINDAD 

En un documento del monasterio de San Millán de la Cogolla, se habla de la población de Etxano en el siglo XI, como localidad importante y un asiento de abad: “domno Monnio Egganno” en referencia a Etxano, el cual aparece como testigo en una donación a San Vicente de Ugarte por el señor de Bizkaia


Foto FOAT 1984

En Etxano se cuenta que: «En su jurisdicción se levantaron, durante el medievo varias casas solares y armeras: las de Larrea, Alzaibar y Arechaga de 1038, las de Belaustegui o Belaostegui y Nafarroa, enclavada esta última a 500 mts de la parroquia de Amorebieta (pero en la margen derecha del río Ibaizabal), en uno de cuyos ángulos estuvo plantada la mojonera o limite divisorio entre el señorío de Bizkaia y el ducado de Durango, los bizkaínos de común acuerdo, la arrancaron el 28 de Enero de 1150", ante la ocupación castellana de gran parte de la Nabarra Occidental, que pretendía usarlo como mojón entre ambos reinos. 

La torre de Belaostegi es la torre primigenia de los Amorebieta como vamos a ver, hoy desaparecida y que estaba junto a la parroquia de esta anteiglesia.




En su libro "Historia de Bizcaya", el historiador Esteban Jaime de Labayru (Batangas –Filipinas 1845 - Bilbao 1904), nos habla de que: "Echano, de quién nacieron Amorebieta y Gorocica (...)", por tanto, gran parte de la merindad de Zornotza nace de una primera Junta Vecinal e iglesia de Etxano.


El propio Labayru da credibilidad a la noticia de la crónica de Ibargüen-Cachopín (1558-1610), que se apoyaba en el licenciado Peña y Galdocha (siglo XVI) y en otros textos antiguos, que aseguraba haber leído, cuando decía que “la jurisdicción de Nabarra llegaba hasta Nafarroa, donde se halla la venta de Nabarra y el mojón término de Echano, cerca de la casa Zubiaur de Zornoza hacia la parte de Amorebieta”. 

Casa Zubiaur merindad de Zornotza, 
en segundo plano el puente que nos lleva a la parroquia de Amorebieta:
"...el escudo de Jáuregui
y Coste, de la Torre de Zubiaur, de Amorebieta, consideramos
tiene su origen en los Ayala, de quienes derivó
la Casa de Zornoza" Ybarra y Bergué


LOS ESCUDOS DE NABARRA 

Los escudos heráldicos con cadenas o borduras con eslabones, así como los que tenían hojas de álamo, eran los habituales entre los parciales de familia de los Gebara y de los Ganboa-Abendaño, las principales familias leales a Nabarra, incluso siglos después de la invasión castellana.  

La panela, según la tradición heráldica, vendría de los Gebara y la Batalla de Arrato contra los Mendoza de finales del siglo XII, cuando las aguas del río Zaya o del Zadorra, quedaron teñidas de rojo por la sangre derramada y cubiertas de hojas de álamo o "panela".



LAS MERINDADES 

Existen tenentes nabarros y merinos a sus órdenes probablemente desde Sancho I Garcés, a principios del siglo X y hasta Teobaldo II a mediados del siglo XIII, el cual impuso el modelo de la Champaña de solo merinos y merindades de menos atribuciones; pero la Nabarra Occidental ya había sido invadida para entonces.



Eran muy parecidas físicamente las haizeolas a los caleros comunales de los barrios en “auzolan” o a los individuales de algunos caseríos que se usan incluso hoy en día, por tanto siempre cerca de poblaciones. En los caleros, el interior estaba reforzado con la propia piedra caliza (sin tierra) y los restos son de este material y no de escorias de hierro.


Estas ferrerías de monte o “haizeolas”, junto con los molinos, eran vitales para la supervivencia de los bizkaínos del interior, al estar alejados de las actividades marinas y al ser estas tierras malas para los grandes cultivos, siendo esta actividad protoindustrial precursora ancestral de nuestra industria siderúrgica, así como una buena alternativa a la actividad pastoril y una fuente de excedentes para comerciar y adquirir aquellos alimentos escasos en la región: desde el vino, trigo y demás productos agrícolas del interior, hasta el pescado de la costa bizkaína. 

Estas haizeolas fueron tremendamente abundantes desde la Alta Edad Media en el “saltus vasconum” o baskonia boscosa, estaban situadas en zonas apartadas que han permitido su supervivencia, aunque muy mal conservadas entre la maleza, en Arratia todavía no se ha llevado a cabo esta labor que Xabier Orue-Etxebarria ha empezado en Galdakano-Bedia, siendo con ello el primero en toda Europa.

Dentro de la haizeola de Eitzaga

Eran construcciones de piedra de 4-5 metros de altura, se hallaban estas explotaciones en zonas de monte conocidas como “egurbides” (caminos de leña), por tanto en bosques para aprovisionarse de maderas que quemaban con profusión, siempre cerca de pequeños riachuelos de monte tan abundantes en el paisaje arratiano y bizkaino en general, y cerca también de las metas de hierro. La técnica era bastante precaria en su resultado, pues en las paredes interiores rellenas de arcilla de los hornos, quedaban impregnados restos del preciado metal y las escorias contenían todavía gran cantidad del mismo. 

La rica toponimia terminada en “-ola” (“ferrería) en Arratia o en Bizkaia en lugares donde no se ha conservado documentos o restos de ferrerías, nos daría una pista de su abundancia.

Horno Vasco de Azarola (Galdakao)
Primera Haizeola o ferrería de monte documentada, 
está en Olabarri (Galdakano)

A veces son confundidas las haizeolas con caleros por su similar apariencia, pero los caleros solían ser de uso comunal o de un caserío cercano, por tanto cerca de éstos y no requieren de riachuelos. Las zonas de las “haizeolas” serían también zonas propicias para los carboneros, de donde se sacaría otro excedente tras un arduo trabajo en las “txondorrak” que aún se hacían en el valle de Arratia a mediados del siglo XX.





Es en el siglo XII cuando aparece en Italia la ferrería hidráulica como una pequeña empresa, llegando poco después al País Vasco. Su uso se disparó a partir de los siglos XIII-XIV y era muy normal que estuvieran junto a la casa-torre de los rico-hombres de Bizkaia.

Un historiador dejó escrito "no hay en Bizkaia riachuelo o arroyo que no haya tenido en sus orillas ruinas de aceña". Para las ferrerías y molinos de agua se requerían presas y ríos de más caudal que los pequeños riachuelos de las “haizeolas,” que fueron abandonadas poco a poco por el mejor resultado de esta nueva explotación ferrona.



En 1540 el bizkaíno Marcos Murualabe de Balmaseda y el milanés Fabriario introducen el martinete en la Península Ibérica. Se dispara la industria naval y armera vasca (bosques y costa lo propician), donde habrá rápidamente más de 300-400 ferrerías que trabajarán las 24 horas del día, aprovechando la fuerza de los numerosos ríos y nuestras ancestrales minas de hierro. Las ferrerías mayores o “zearrola” son verdaderas empresas donde se maleaban los “tochos” de hierro y las ferrerías menores o “martinetes” se usaban para trabajos más sencillos como herramientas, azadas, palas y otros aperos de labranza (o armas en tiempos de guerra).

Muchos molinos y ferrerías compartirían instalaciones y las ferrerías desaparecerán finalmente o se convertirán en simples molinos para moler grano al aparecer los altos hornos.


En Arratia todos estos elementos, molinos, ferrerías de monte y fluviales y caleros, son muy abundantes, especialmente en Zeanuri, donde está el calero San Justo en el barrio Ozerinmendi, el cual aún se pone en funcionamiento una vez al año en “auzolan”, o como la ruta de los molinos que se hace cada año en el mes de mayo, recorrido que pasa por los 18 molinos que se conservan en esta localidad a las faldas del monte Gorbea:

“De aquí se ascenderá hacia el conjunto de caseríos de Urretxi, para seguidamente descender hacia la barriada de Undurraga y dirigirse al molino de Ibargutxi; se trata de un molino rehabilitado por la familia Larrazabal, donde aquellos que lo deseen tendrán la oportunidad de acceder a su interior para contemplarlo en funcionamiento. 


Desde Ibargutxi caminarán hacia el molino de Lanbreabe, y desde aquí se volverá hacia el embalse de Undurraga para bordearlo, en esta ocasión, por la margen opuesta, y dirigirse hacia la ermita de San Lorenzo donde estará ubicado el punto de avituallamiento, que correrá a cargo de Gastronomía Cantábrica. Tras reponer fuerzas, los caminantes pasarán junto a los molinos de Intxaurbe, Axpe y Zulaibar, y ya en el último kilómetro del recorrido, se encontrarán con el molino de Olabarri, un molino totalmente rehabilitado y acondicionado para recibir visitas; se accederá al interior para contemplar las diferentes dependencias y verlo en funcionamiento, y, finalmente, enfilar los últimos 300 metros que restan para alcanzar la meta situada en la plaza de Zeanuri.


Fermín Pujana Intxaurbe (Zeanuri 07-07-1946- Galdakano 11-08-2022), del molino y ferrería de Olabarri de Zeanuri.
La ferrería está documentada en el siglo XVI en poder de los Abendaño: ver ANEXO I



Los participantes que hayan completado los aproximadamente 18 kilómetros del recorrido habrán tenido la oportunidad de conocer el patrimonio de los molinos de Zeanuri y gozar de la sinfonía de colores que por estas fechas primaverales ofrece la naturaleza” http://www.pasionporinnovar.com/2009/04/zeanuri-de-molino-en-molino.html.


Caserío Zulaibar antes de su reparación, Javier de Ybarra y Bergué "Escudos de Vizcaya": "Al pie del escudo que fue policromado, aunque ya casi no quedan restos del color, en un sillar se lee la inscripción: - Estas son mis propias armas de la Casa de Zulaybar y pusieron piedra MA G n. y doña Manuela de Sarria Zulaybar. Año de 1707", aunque, el caserío es anterior.



Fotos: Felipe Manterola

Escudo de los Gortazar en Zulaibar (Zeanuri)
Ybarra y Garmendia "Torres de Vizcaya" (1946)




LAS ANTEIGLESIAS Y LAS VILLAS

Las Juntas de Bizkaia finalmente la formaban 72 anteiglesias junteras (elizate o elizaurre), 20 villas, 1 ó 2 representantes de Durango y 2 de las Enkartaciones. La merindad de Durango en 1740 pasó a tener 7 votos en Junta. La representación de las Juntas Generales de Gernika se estructuró sobre la base de los municipios, a finales del siglo XV.

Además, el Señorío de Bizkaia estaba dividido en merindades, que eran: Arratia, Bedia, Busturia, Durango, Markina, Uribe y Zorroza, más las villas y la ciudad de Orduña, así como las Enkartaciones. Al frente de las merindades se hallaba un merino o juez que impartía justicia. Las merindades también celebraban sus Juntas o reuniones. Las fronteras entre las merindades eran las lomas de los montes.


La primera de todas las iglesias de Bizkaia según la tradición recogida por Iturriza, es Santa María de Garai en Gerrikaitz (Munitibar), a los pies del monte Oiz por la ladera Norte, según esta tradición, el día de la virgen del año 968, el 15 de agosto, durante la celebración de la misa, tras la comunión, un águila tomó una calavera de una osera cercana y tras llevarla por los aires, la dejó caer en un campo de hierbas en Bolibar, al otro lado del monte Oiz, "cenaorriac", y allí se erigió la colegiata de Zenarruza (Ziortza), Bolibar. Sin embargo, su datación más antigua se remonta al siglo XI.

(Cementerio de San Juan Bautista de Momoitio en Garai)

Antes del siglo XI se creen cristianas varias sepulturas de Argiñeta al estar enterrados los cuerpos en posición de decúbito supino, mirando al Este y sin ajuar, frente a otras cercanas de la misma época como en Momoitio (Garai), Zengoitia (Durango a Markina), Andikoa (Berriz) o Zenarruza (Bolibar), donde los enterramientos aparecen bajo losas sobres las que se han realizados rituales con hogueras y los muertos llevan todo tipo de amuletos como cuentas de collar o dientes de animales totémicos.

(Foto "Erdi Aroko Artea/Arte Medieval -Bizkaia- de la Diputación de Bizkaia)


Julio Caro Baroja: “En suma, hasta el siglo IX no hay datos que permitan pensar que hubiera cristianos en parte de Guipúzcoa, Vizcaya y el extremo norte de (Alta) Navarra. En el siglo X puede ser que se empezara la cristianización sistemática”. “Los pueblos del Norte” (1973, p.137).



En Bizkaia existen pocos restos o vestigios anteriores a la arquitectura de estilo románico nabarro introducido por Sancho III el Mayor a comienzos del siglo XI, sobre todo por que se construía en madera que no resiste el paso del tiempo.

El arte románico de la Nabarra occidental, pero también el de los Pirineos y el del resto del reino, es el arte de estilo románico nabarro introducido por Sancho III el Mayor (1005-35) y sus descendientes mediante la reforma Cluny (Borgoña), que convirtió a nuestro reino en puntero en toda Europa. Este arte se extiende durante los siglos XI, XII y XIII desde el monasterio de Leire. En el siglo XIII, pero sobre todo XIV, es sustituido por el arte de estilo gótico.

Virgen de Arantzazu en Arratia (Bizkaia)

"Diócesis y Arciprestazgos de Bizkaia en el siglo XII", F. García Cortázar (2018), Arratiako artzapezgoak, Bedia-Lemoa merindadea eta Arratiakoa eukazan barne, eta Galdakanoko elizatea.


“Y resulta innegable que el iniciador de ese movimiento fue un gran rey de Nabarra (Sancho III el Mayor), al que todo el norte de España, y no solamente su Reino, le debe una verdadera explosión espiritual y artístico.
Los monumentos de arte románico, en concreto, todavía en la actualidad, dan testimonio de esa explosión” Pierre Narbaitz “Nabarra o cuando los vascos tenían reyes” (edit.Txalaparta pág 127).



Sancho el Mayor de Nabarra, lápida de su tumba (1005-1035)

En el año 1025, Sancho III reunió en Leire a todos los obispos y grandes hombres del reino, al conde de Barcelona y a su pariente y cortesano el conde de Gascuña Sancho VI Guillermo, para hacerles partícipes de la reforma benedictina, resumible en “ora et labora”, de los “monjes negros” franceses de Cluny y en la que además participó el abad -y amigo personal de Sancho el Mayor-, San Odilón. La orden cluniacense ya se había instalado un año antes en San Juan de la Peña (jacetania, norte de Aragón, reino de Pamplona), mediante monjes nabarros que se formaban en la famosa abadía de la Borgoña francesa. Es, además, el impulsor definitivo del Camino de Santiago el cual conduce de la costa al interior por los grandes cenobios del reino nabarro.

Todo el patrimonio nabarro del valle de Arratia se puede leer en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/patrimonio-nabarro-en-el-valle-de.html


Con este rey, el reino baskón alcanzó su máxima extensión y se consolidó definitivamente en Europa, todos los territorios de habla vasca estaban bajo su poder (salvo la comarca de Tudela), será llamado por los cronistas árabes "Señor de los Vascos" (amir al-bashkuns). También se le nombra como rey de “Wasconum gens” y de “Wasconum nationem”.

Conjunto de sepulturas de Argiñeta en Elorrio

El origen de la mayoría de las iglesias y ermitas de las provincias vascas, territorios del viejo reino baskón, están construidas por orden de reyes nabarros o caballeros nabarros en este estilo románico nabarro, aunque la mayoría de la gente del lugar lo desconoce, son ellas el centro aglutinador de poblaciones dispersas.

Foto "Erdi Aroko Artea/Arte Medieval -Bizkaia- de la Diputación de Bizkaia


Sobre Orozko, por ejemplo, Pedro Mari Ojanguren comenta en “Paseos por Orozko”: “¿Cuándo se constituyeron las parroquias de Orozko como tales? No hay noticias de ello, como tampoco las hay del resto de Bizkaia. Pero si situamos la creación de los arciprestazgos, entre ellos el de Orozko, a finales del siglo XII, podemos aventurar que las parroquias también son de ese mismo tiempo”.

En el caso de los actuales territorios de Bizkaia, Gipuzkoa o Alaba (existen 240 ermitas e iglesias catalogadas en éste último territorio), cabe afirmar que todo el arte románico que esconden son arquitectura Nabarra, pues estos territorios pertenecen al reino hasta las navidades del año 1200.

No es extraño que entre las más antiguas ermitas o pequeñas iglesias haya muchas de advocación a San Martín, pues según la tradición, fue el que evangelizó estas tierras (San Martín de Tours, Francia, murió en el 397), al igual que de advocación a San Miguel, patrono de Nabarra y del ejército nabarro, con San Miguel de Aralar como máximo exponente. Así en Arratia tenemos la ermita de San Miguel de Turture (Artea, Castillo de Elejabeitia), la ermita de San Martín y la Parroquia de San Miguel (Igorre).

“El culto a San Miguel debió de propagarse y arraigar con fuerza en Bizkaia gracias a la política de organización del territorio emprendida por Sancho III el Mayor, quien en 1017, al fundar el monasterio de Aralar, convirtió al arcángel en el protector de la monarquía de Pamplona.” Iñaki García Camino, Doctor en historia, Diputación de Bizkaia.

Lauda Martín Otsoa Bildosola edo Bildosolorena (1400. urtekoa)

En Arratia muchas iglesias y ermitas como las de San Cristóbal y San Andrés de Zumeltzu de Igorre o la mencionada de San Miguel de Turture en Elejabeitia, podrían remontar sus orígenes a este románico nabarro, así como las iglesias de San Pedro de Elorriaga (Lemona), San Pedro Apóstol de Aranzazu o San Lorenzo de Zeanuri, que dieron lugar a estas anteiglesias. Además existen en Arratia tallas de vírgenes románicas en Artea-Castillo de Elejabeitia y Arantzazu.


Zeanuri, por ejemplo, tiene una iglesia (Santa María), una Parroquia (Santiago Apóstol) y una veintena de ermitas diseminadas por las barriadas del municipio muchas de las cuales se pueden remontar al siglo XII.

Por tanto, la introducción definitiva del cristianismo en toda Gipuzkoa y Bizkaia y por extensión e Arratia, se produce dentro del reino de Pamplona-Nabarra (s.X-XI), aprovechando la plenitud a la que llega el reino baskón en esos siglos y el impulso comercial y cultural que suponía el Camino costero de Santiago, que tiene un Camino principal (dos en el caso de Gipuzkoa) pero numerosos ramales que impregnan todo el territorio bizkaíno y gipuzkoano con templos del románico nabarro.

Casi todas las ermitas e iglesias actuales bizkaínas y gipuzkoanas fueron mandadas construir por reyes y señores del reino de Pamplona-Nabarra de forma masiva en los dos siglos que duró el románico (siglos XI hasta principios del XIII) y no por la Iglesia católica. Muchas de esas ermitas e iglesias aún conservan rasgos o restos arquitectónicos del románico nabarro, en otras no se han conservado, aunque sí se sabe que hubo ermitas o iglesias anteriores sobre las que se construyeron las actuales.

Foto "Erdi Aroko Artea/Arte Medieval -Bizkaia- de la Diputación de Bizkaia

Los problemas de rango municipal se dirimían en los "Consejos Vecinales", elemento peculiar del Fuero nabarro. Eran los consejos de la villa, anteiglesia, valle o reino, eran orales y sin testimonio escrito al principio, de aquí surgirían los ayuntamientos o “ajuntamientos”. 

Entre todos los vecinos que querían un cargo público se sorteaba en Asamblea Municipal o Cruz Parada mediante insaculación en sufragio universal por “fuegos” (lo que coincidiría con un representante por caserío) y por turnos. El nombramiento era público, se hacía a principios de año y era para dos años, su aceptación era obligatoria. 

Varias generaciones bajo un mismo techo. Zeanuri (B), c. 1910. Fuente: Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa: Fondo Felipe Manterola.

El Consejo municipal se celebraba el domingo a la salida de misa mayor presididos por los “fieles regidores”, bajo el pórtico de la iglesia, de ahí los preciosos pórticos de las iglesias vascas que no hay en otros lugares, con sus mesas de piedras de cuando se empezó a levantar acta de las reuniones, por tanto los municipios actuales fueron creados alrededor de las iglesias románicas.


En estos Consejos Vecinales se dirimían disputas, se emitían sentencias y se resolvían problemas comarcales o municipales de toda índole, y se resolvía quién iba a representar al municipio en Juntas Generales. Cualquier sentencia leve se suspendía si se daba fianza o se señalaba fiadores; existía la "validez de la palabra dada" (la famosa palabra de vasco) siempre que se realice en los lugares convenidos. En el fuero de Durango, por ejemplo, se dice así: "ninguno no sea osado de entrar en la huerta agena, nin llebar hortaliza ninguna agena, et qualquiere que lo hiciere peche 80 mrs (maravedíes) al dueño, et quatro mrs al ortelano, et si el tal fechor negare, jure a la puerta de San Vicente de Yurreta (…)".


Los Fueros no son más que las leyes consuetudinarias que nos dimos los vascos para nuestra convivencia y que terminaron de desarrollarse bajo el amparo del Estado vasco o reino de Nabarra: es el conocido como Derecho Pirenaico, que bien se puede llamar nabarro.

El Fuero de Bizkaia se sabe que es vigente al menos desde 1110 y se escribe el 21 de julio de 1452 el Fuero Viejo, reescrito de nuevo en 1526, tal y como relata Andrés de Mañaricua. Si el rey no juraba los Fueros, en la ley primera de los mismos establecía que: “los vizcaínos, así de las villas como de la tierra llana de Vizcaya, como de las Enkartaciones, como de Durango, que non deben responder al pedido (del rey) ni al de su Tesorero ni Recaudador”. Este es uno de los grandes hechos diferenciales de los Fueros o derecho pirenaico que se mantendrá pese a la invasión castellana: “Leyes antes que reyes”.

Layando en auzolan o lorra

Frente a las anteiglesias o “Tierra Llana, sin amurallar”, estaban las villas, concedidas por los reyes con su carta de privilegios que recibía el nombre de “fuero de villa” .

Las villas de Bermeo (ratificado su fuero por Castilla en 1285), Plentzia (ratificado su fuero por Castilla en 1299), Otxandiano (ratificado en 1239) o Durango (1150), ya lo serían con Nabarra, al igual que probablemente muchas villas costeras gracias a su importancia debido al comercio naval con el Norte de Europa y sus astilleros, pero no se han encontrado sus cartas pueblas originales y sólo se sabe de las posteriores castellanas de los siglos XIII-XIV. Hoy, el derecho Pirenaico o nabarro (los Fueros), sobrevive en el derecho privado de la Tierra Llana o anteiglesia, en la legislación de las herencias por ejemplo.

En la actualidad, tienen el carácter de villa en Bizkaia: Bilbao (1300), Lekeitio (1325), Ondarroa (1317) y Gernika (1366) en la costa (la ría de Gernika era navegable hasta esta villa con puerto), en el interior Gerrikaitz (1366, Munitibar), Mungia (1376), Errigoiti (1376), Larrabetzu, (1376, con el nombre de Villanueva de Berresonaga), Elorrio (1356), Ermua (1297), Markina (1355), Ugao-Miravalles (en 1375 y pese a la oposición de Bilbao, que veía en ella una importante competencia, pues se convertía en importante villa en el camino a Orduña y después por Altube ya comentado) y las enkartadas de Portugalete (1322), Lanestosa (1287) y Balmaseda (1199). Orduña tiene categoría de Ciudad, la única de Bizkaia.

La carta puebla de la villa de Villaro de 1338 dice sobre el Camino Real a Alaba: "Otrosi tenermos por bien que las azemilas que andovieren de aquí adelante con sus cargas desde Bilbao y Bermeo e de Bilbao a Vitoria acosadamente, ansí alaveses como otros homes cualesquier que bayan por la dicha Villa de Haro e non por otros lugar". Más de cinco siglos después, la innauguración en 1847 de los baños sulfurusos de Villaro, le dieron un último auge a la villa arratiana.

En Arratia la única villa sería Areatza-Villaro (1338). Villaro es el nombre de la villa de la semidespoblada Areatza, cuya carta puebla fue dada por la traidora familia de Haro, en concreto por el marido de María Díaz de Haro II en 1338 (de ahí el nombre “Villa-Haro”), D. Juan Núñez de Lara. 

El casco urbano de Areatza responde a la tipología habitual de las pueblas medievales, con dos calles largas paralelas -Bekokalea y Goikokalea- cortadas transversalmente por los cantones de Zubizarra e Ilargi y fue declarado Bien Cultural con la categoría de Conjunto Monumental en 1996.


LAS CASAS TORRE:

Toda Bizkaia estaba jalonada de pequeños señores emparentados en linajes que se alzarían por su rey a “la llamada del apellido”. La escasa población bizkaina de finales del siglo XII, haría de esta maraña de pequeñas fortalezas una forma efectiva de control del territorio. La señal de guerra vendría dada desde los montes bocineros, y la orden de guerra correría como la pólvora por todo el señorío, en poco minutos no habría rincón de Bizkaia que nos supiera de la invasión extranjera.

Estos “Señores de la Guerra” poseerían los molinos y ferrerías de aire, controlarían los puentes de pago, tendrían arrendadas algunas caserías, con su hacienda y rebaños, siendo el resto pequeños propietarios y sobre todos bosques y pastos comunales.


Otro tipo de construcción típico de la Bizkaia medieval son las casas torres de estos señores, las cuales tienen especial relevancia en el origen de algunos pueblos arratianos. Igorre o Iurre, es un nombre proveniente de la torre del linaje de los "Yurregoikoa", instalados en la anteiglesia en 1198, poco antes de la invasión castellana, actual palacio Vildósola o Bildosola y procedentes de Iurreta, junto a la villa de Tabira de Durango, por tanto dentro del reforzamiento de la frontera Nabarra, en ese momento amenazada por Castilla. 

Iurregoikoa o Bildosola
Foto: Ybarra y Garmendia "Torres de Vizcaya" (1946)
El historiador bizkaíno Sabino Aguirre Gandarias, en su trabajo sobre “Bizkaia medieval en defensa de sus Fueros” (1992), relataba como, en el año 1491 (la parte del texto que transcribimos se repite en las pesquisas de 1492), los habitantes de Bizkaia se movilizaron cuando el licenciado y pesquisidor Cristóbal del Toro con apoyo de los diputados del Señorío, por su cuenta trató de introducir ciertas enmiendas (como la tortura a los encausados), pues los bizkaínos juzgaron que se quebrantaban con el Fuero sus libertades, revolviéndose Bizkaia entera contra pesquisidor y reforma, y consiguiendo que la revocase. 
Si bien a los dirigentes del movimiento, sin justa causa, se les incoó sobre lo sucedido un inmediato proceso, cuyos declarantes, hombres de calidad, algunos con cargos públicos (prestamero, alcalde del Fuero, procurador de la Junta, etc.)", entre ellos, están muchos arratianos, entre ellos los Bildosola o Vildosola:
 "Sepades que Urtuño de Lixaracu, vecino de Ratia en nombre e como procurador que dis que es de los escuderos del linaje e solar de Urquiçu, que es en ese dicho condado, especial e señaladamente de Juan Sanches de Vasurto e de sus parientes, e de Iñigo Ortis de Artunduaga e de sus parientes, e del bachiller Martín Sanches de Isasa (Isasi) e de sus parientes, e de Ortuño de Vedia e de sus parientes, e de Martín Ruis de Avendaño e de sus parientes, e de Martín Ivañes de Ubrichaaa e de los parientes del linaje de Ubrichaga, e de Sancho Martines de Castillo (Artea) e de Martín Sanches de Vildosola e de sus parientes, e de-los escuderos de linaje de Cortaçar (de los que hablaremos en otros artículo, cuando compraron la torre de Tosubando), e de los escuderos del linaje de Garay e Larrea, e de los otros parientes del dicho solar de Urquiço".


Pero habría más familias con sus casas torres hoy desaparecidas, como los Urkizu, que dan nombre al barrio de entrada a Igorre:

“El historiador del siglo XV Lope García de Salazar, experto conocedor de los linajes de Bizkaia, nos informa de algunos aspectos: al calificar a los Usún-solo de "antiguos'" y "buenos" escuderos, únicos por él enseñados, con los de Isasi, dentro de la anteiglesia; y al encuadrarlos entre los parciales de Abendaño el de Urkizu, en Igorre. (…)”.



www.arratia.net: “En Igorre, Durante la Baja Edad Media (s. XI-XV) destacaron los núcleos de Elexalde, Elgetxu, Urkizu y los surgidos en torno a la ermita-parroquia de Sta. Lucía y San Cristóbal. En este último caso se observan enterramientos cristianos cerca del templo erigido entre el s. XI y XII.

Durante el Medievo eran constantes los abusos y las guerras internas de los señores feudales o jauntxos (Ugarte, Ubiritxaga, Irazabal...) sobre todo los de los Zumeltzu. La población se vio empujada a pedir ayuda a los Abendaño de Álava, dirigidos por Pedro Ortiz de Abendaño. Al llegar asolaron la casa Zumeltzu (s. VIII) reconstruida posteriormente fundada por Sancho Díaz de Noreña cerca de la iglesia de San Andrés. Los Abendaño edificaron ahí mismo la torre Urkizu, desde donde controlaban sus posesiones. Así, estos “Parientes Mayores” o nobles, se convirtieron en los jauntxos más poderosos al Sur de Bizkaia, dominando todo el valle de Arratia hasta el s. XVII”.

Barrio Urkizu de Igorre (Enciclopedia Auñamendi),
donde no quedan restos de las antiguas torres mencionadas.

San Andrés de Zumeltzu en Urkizu, reestructurada en el siglo XVIII sobre la anterior del siglo XV


Caserío Urkizu
La torre de los Abendaño estaba en una cima, entre los actuales Urkizujauregi y el caserío Torrealde, donde se construyeron dos chalets sobre los restos de la torre (Antton Arrieta Valverde "Euskal Herriko Gazteluak, Bizkaia" (2020, pág. 210)

Toda la información sobre los Abendaño, su origen así como su asentamiento en Igorre: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/07/origen-de-los-abendano-cabeza-los.html

Castillo de Elejabeitia proviene de la unión de las repúblicas de San Miguel de Elejabeitia con su ermita del siglo XI, y Santa María del Castillo, llamada así por el castillo que el capitán nabarro Fortunio Martínez de Zumelzu mandó levantar en el 869, hoy conocido como "gaztelu o torrea", reedificado en el siglo XVI, y que controlaba el camino a Barazar.


San Cristóbal de Eleguza o Elgetxu

www.arratia.net: “Castillo fundada en 869 por Fortunio Martínez de Zumelzu y su mujer María Iñiguez De Elejabeitia; las casas de Ugarte, Ugartezaharra y las torres de Gallano y Vildosola construida en 1190.Había además dos ferrerías, dos molinos, una fuente de agua sulfurosa y una ermita bajo la advocación de Santa María. 

Las treinta casas restantes eran feligresías de la parroquia de Elejabeitia, cuya iglesia estaba dedicada a San Miguel. Tenía para su servicio un beneficiado presentado a partes iguales por el dueño de la casa solar de Elejabeitia y por el de la de Urízar de Dima, repartiéndose entre ambas el producto de los diezmos. La primera fue fundada el año 827 por Sancho Moro”.

El comienzo del valle de Arratia con el Gorbea al fondo desde las cercanías de Tosubando (barrio Eroso)

Bedia perteneció a Galdakano, se desanexionó en 1742 cuando la hasta entonces ermita de San Juan pasa a ser parroquia, con una estética que recuerda a la de Andra Mari de Elexalde (Galdakano). El amojonamiento de sus montes se produce en 1765. 

Está documentada tardíamente, en el siglo XVIII por Milagros Esteban Delgado ("El País Vasco atlántico en época romana -1990-), el pastoreo de trashumancia entre Galdakano-Bedia y los pastores de Zenauri, yendo los primero en verano a Gorbea y los segundos en invierno a Gumuzio-Sierra de Ganguren. En 1821, Galdakano, Bedia y Zeanuri, fimaron una concordia mediante la cual tenían que pagar un real de vellón anual por cabeza de ganado que pastara en el comunal del otro.


Respecto a su origen, éste se remonta a los linajes de los siglos XI-XII. Las guerras contra el intento de conquista por Castilla y las numerosas muertes de vascos que conllevaron, hizo que tras el laudo arbitral de Londres de 1177 los reyes de Nabarra tuvieran que repoblar estos territorios y reestructurar las vías comerciales para evitar el paso por la cercanías de la fortaleza de Malmasín (Arrigorriaga), plaza militar ocupada como cabeza de puente por Castilla con la intención de una posterior ocupación de todo el señorío nabarro de Bizkaia.


Así fue como Sancho de Galdakano y Torrezabal, emparentado con los reyes de Nabarra, vino desde la capital del reino y repobló la comarca por mandato del rey de Nabarra; se asentó primero en Bedia, población que entonces pertenecía a la parroquia de Galdakano como hemos dicho, y después pasó su casa solariega a Galdakano, donde mandó construir una “torre o castillo”, conjunto defensivo cercano a Malmasín (unos 5 Km en línea recta separaban ambos castillos). 

En Bedia pudo quedar el hijo de Sancho, del mismo nombre que el padre, en la casa-torre de Tosubando, aún hoy en pie, cuya existencia está constatada desde 1075 y que fue fundada por Sancho Ortiz de Bedia, el cual da nombre al municipio. En el municipio existían otras casas torre como Gortazar, Jauregizuria, Hutxarain o Barrueta.

Caserío Tosubando que esconde la torre en su interior, foto desde el monte Erosomendi. 
Todo el texto sobre los Bedia y Tosusando se puede leer en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2016/09/la-torre-nabarra-de-tosubando-en-bedia.html

Sancho Ortis de Bedia se sabe que era contemporáneo del primer historiador bizkaino García Salazar del siglo XV (preboste de Bilbao y merino en Bedia), esas “siete generaciones” nos llevarían a finales del siglo XII: “El linaje de Vedia e de Usansolo son de buenos escuderos antiguos e de Vedia es agora principal del Sancho Ortis de Vedia, que se falla que aviene en siete generaciones del cauallero de Galdaño, que fue natural de Nauarra, e vino a poblar allí, e viene del de padre en padre”.

Torre de los Legizamon en Villaro-Areatza, hoy derruida,  foto de la Editorial  Auñamendi.

EL CAMINO REAL, ERREGEBIDEA

El Camino Real -Erregebidea o “Errepidea”-, existió cuando menos hasta finales del siglo XIX, pero sus inicios se puede remontar a la Edad Media. Los caminos que venían desde Bermeo, principal puerto pesquero y capital de Bizkaia hasta 1602, y desde Castro Urdiales-Bilbao, hacían uno en Etxebarri, que hasta 1502 perteneció a Galdakano. A la vuelta, la recua de mulas, traía productos de La Rioja, ribera Nabarra o Castilla, especialmente trigo y vino. En el “Libro del Buen Amor” del Arcipreste de Hita (1343), se describe la batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma y se dice: “cuantos en el mar viven vinieron al torneo, arenques y besugos vinieron de Bermeo”.

Villa de Bermeo, "cabeza de Bizkaia", 
de su muralla, hoy solo queda la puerta de San Juan (de Gaztelugatxe) 
Bermeo, principal puerto bizkaíno y 
lugar de residencia tanto del tenente o señor de Bizkaia como del Juez Mayor de Bizkaia dentro del reino baskón de Nabarra. 
Fernando II de Aragón "el Falsario" ("el Católico" en Castilla y Aragón), en 1475, todavía se refería a Bermeo como: "cabeza de Vizcaya" ("caput Biscaiae") y "la villa principal, primera y más importante, la más poblada, la más rica y poderosa"  (para más información https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/bermeo-y-urdaibai-nucleo-de-la-bizkaia.html). A finales del siglo XVI Bilbao le disputaba ya el título de Cabeza de Bizkaia que obtuvo en 1602 cuando las Juntas Generales le retiraron el título.


Con el tiempo, Bilbao se hizo más poderoso que la villa bermeana, así tomó más fuerza el camino Real que siguiendo la comarca del Ibaizabal llegaba a Bedia, tomando camino Lemona y el valle que abre el río Arratia, el cual vierte sus aguas en este municipio al Ibaizabal. 


Por tanto, es en Bedia-Lemona donde comienza el valle de Arratia, siguiendo el Camino Real hacia Igorre, dirección Artea (Castillo de Elejabeitia) por el puente de Aranzazu, hacia la villa de Areatza (Villaro) y Zeanuri, para subir el puerto de Barazar por Ipiña-Ipiñaburu y alcanzar Alaba. 

El camino que subía a Barazar, lo hacía por un trazado muy diferente al actual, empezando en el barrio de Ozerinmendi de la anteiglesia de Zeanuri, para seguir por Undurraga y dirigirse hasta Ipiñaburu y Abarakorta, para aparecer en Saldropo por una calzada empedrada hasta la meseta. 

Primer asfaltado del actual camino del puerto de y la llegada el autobus al alto de Barazar
Fotos: Felipe Manterola (Museo de Bellas Artes Bilbao)

Ipiñaburu, barrio de Zeanuri que llegaba hasta Ibargutxi, pese a presentar candidatura, no llegó a contar con asiento en las Juntas de Bizkaia con parroquia en Ipiña, la primera en tener registro bautismal en Bizkaia (1501).  Recientemente se ha recuperado una parte ínfima del Camino Real o Erregebide a su paso por Ipiñaburu. 

Juego de Bolos en Ipiñaburu (aunque parece Ipiña, frente a la parroquia de Santiago, donde aún recientemente se juega el día del santo). Foto: Felipe Manterola


Acaba Arratia lejos de sus orígenes en Bedia-Lemona, en el municipio de Ubidea, antiguo barrio de Zeanuri separado en 1540 al conformarse la parroquia de San Juan Bautista, y que debía su importancia a las numerosas ferrerías de herraje y clavazón que funcionaron en la comarca como las de Zuazola, Aurtenola, Sartenera y la que da nombre al municipio, la de Ubidea. Así, el camino real entraba en Alaba por la villa de Legutiano.



Otra alternativa menos frecuentada, sería salirse del valle de Arratia en Igorre, y por el puerto de Dima tomar hacia la villa Nabarra de Vitoria-Gasteiz, siempre pasando por Otxandiano, Ubidea y Legutiano, para ello se habrían construido numerosos puentes sobre el río Arratia, los cuales estarían controlados por las familias más poderosas que cobrarían en muchos casos por el paso por los mismos.
Litografía Juan E. Delmas puente Arzubia de Dima en el año 1846


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ANEXO I FERRERÍA DE OLABARRI DE ZEANURI Y VARIOS PATRONATOS DE LOS ABENDAÑO EN ARRATIA EN EL SIGLO XVI

 

Prudencio de Ganboa y Abendaño era hijo de Martín Ruiz de Abendaño, el que fue señor de Abendaño, Ganboa, 8º señor de Villareal de Alaba, señor de la torre Urkizu en Arratia, señor de Olaso, Ballestero Mayor del Rey Carlos V de Alemania I de Castilla.

"Casa Fuerte de Zornoza con sus heredades fue Señor don Martín Ruiz de Avendaño y Gamboa, que también fue Señor de Villarreal de Álava y que murió en 1539, dejando al hijo primogénito que hubo en sus nupcias con doña Isabel de Velasco, el Gentilhombre del Emperador y Ballestero Mayor del Señorío de Vizcaya desde 1546 don Prudencio de Avendaño, la Casa Solar de Urquizu y los Patronatos de Ubidea, Céanuri, Villaro, Ceberio, Aránzazu, Dima, Yurre, Zumelzu, Lemona, Galdácano, San Vicente de Abando, San Bartolomé de Alonsótegui, Santa Magdalena de Arrigorriaga, San Miguel de Basauri y Arrancudiaga, Baracaldo y Zoilo y la Casa Fuerte de Zornoza con sus heredades y otros heredamientos y Patronatos, entre ellos el de San Miguel de Bernagoitia, que en 1567 donó al propio templo, ante el Escribano don Juan de Usaola, hallándose en la Casa Torre Mayor de Arbieto, en Abando, en la que habitaba el donante, que por tener impedida su mano derecha, pidió que firmara en su nombre a su segunda esposa, doña María Mendoza" (Ybarra y Bergué "Escudos de Vizcaya"). 


Archivo de la Real Chancillería de Valladolid SALA DE VIZCAYA. Leg. 762-3 (2ª parte)

 

1543, septiembre, 27. Galdakao.

Contrato dotal de Juan de Salazar, hijo de Luis de Salazar y Sancha de Guebara, de una parte, y de la otra Mencia de Ganboa y Abendaño, hermana de Prudencio de Ganboa y Abendaño.

En el lugar de Calla (sic) ques en la anteyglesia de Santa María de Galdacano, a veynte e siete días del mes de setienbre de año del naçimyento de nuestro salvador Jesuchristo de mil e quinientos e quarenta e tres años en presençia de mí, Martín Saez de Noja escrivano de su magestad e su escrivano público del número de la merindad de Urive, e testigos de yuso escriptos, paresçieron presentes, de la una parte el señor don Prudençio de Ganboa e Abendaño, cuyas son las casas de Urquiçu e Olaso con sus pertenençias, e de la otra el señor don Luis de Salazar cuya hes la casa de Muñatones, por sí y en nombre de la señora doña Sancha de Guevara, su legítima muger, por bertud del poder que con su liçençia mostró tener della en presençia de Pero Gutierrez (….)

E asimysmo, el señor don Prudençio de Ganboa e Abendano, conosçió e otorgó que por ser la dicha señora dona Mençia, su hermana, e por conplir la última boluntad e mandad[o] del dicho señor Martin Ruiz de Abendano e Ganboa, su padre, que para la sustentaçión de las cargas del dicho matrimonio de los dichos don Joan e dona Mençia dotaua e doté (sic) a la dicha senora dona Mençia con ochoçientas e doze mil e quinyentos maravedís (…)

Asimysmo queda que desde el día que se casaren los dichos senores don Joan e dona Mençia (…) E para mayor firmeza e corroboraçión de lo susodicho e de lo en el dicho capitulado prometido e contenydo, e cada una de las dichas partes por lo que les toca e atane, el dicho senor don Prudençio por sí e para seguridad de la dicha dote que promete,allende de la fiança según de yuso será contenydo de dar, que para mayor conplimyento obliga e ypoteca para pagar la dicha dote a los plazos suso contenidos los bienes seguientes: los diezmos e rentas de los patronazgos de Arrigorriaga e Arrancudiaga, e Sollo, e Varacaldo (sic), Myraualles, Alonsotegui, Abando, Caldacano, Yvorre, San Pedro de Dima, Santa Maria de Llanuri  (Zeanuri?) e la ferrería de Olauarria de Çeanuri, con la rueda y herrería de Villaro, con las ruedas della e la ferrería e molino con el patronazgo de Arançaçu, e la ferrería e los molinos de Vrquiçu, y el patronazgo de Çumelçu, e los molinos Hortuçabe, // (Fol. 23 vº) e la herrería e molino de Larrabeti de Bedia, e la renta de los tributos (...)

(“Encartaciones, documentos para su historia 1297-1821” Goio Bañales García pág 934 y sucesivas)