NOVA VICTORIA Y VICTORIA VIEJA

NOVA VICTORIA Y VICTORIA VIEJA

Aitzol Altuna Enzunza



Sancho VI el Sabio de Nabarra fundó en 1181 una villa sobre la puebla de Gastehiz, población arqueológicamente constatada desde la Alta Edad Media y que ya estaba amurallada en el siglo XI, su existencia está documentada reinando Sancho III el Mayor en la Reja de San Millán del año 1025, donde Gastehiz aparece escrita con “h” aspirada. 



Tal y como señalan Xabier Otsoa de Alda y Estibaliz Breñas Gonzalez de Zarate en su trabajo “Antecedentes del euskera en Álava”, el nombre de los pueblos alrededor de Gastehiz eran todos euskaldunes (en su grafía original): Elhorriaga, Adurzaha, Gardellihi, Ehari, Ihurre, Hurivarri, Haztegieta etc.

Toda la información sobre el euskera en Alaba y Vitoria-Gasteiz la podemos leer en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2015/04/alaba-y-la-perdida-del-euskera.html


Le dio el rey Sancho VI el Sabio de Nabarra a la nueva villa el nombre de Nova Victoria con "c", la cual finalmente perdió, seguramente por la dificultosa pronunciación para sus habitantes, casi todos euskaldunes o nabarros monolingües. El rey Sancho VI dejó escrito en latín: 

“Os doy esta Villa que se dice Victoria Nova, con todos sus términos, poblados, yermos, los que al presente posee o en otro tiempo poseyó (…) el nuevo nombre de Victoria a la que antes se llamaba Gastehiz”.


Hay quien cree que el nombre se lo puso el rey Sancho en recuerdo de “Victoriacum”, ciudad fundada por el rey visigodo Leovigildo en algún lugar no determinado aún, el cual pudiera ser Vitoriano en el valle de Zuia a las faldas del monte Gorbea, idea que apoyó en 1927 Adolf Schulten (historiador, filósofo y arqueólogo alemán). Sería un intento frustrado de dominar estas tierras baskonas por los bárbaros germánicos de origen escandinavo. 

Pero esta posibilidad no tiene mucha consistencia, es más, la posibilidad de que los godos llegaran a Alaba no tiene base documental cierta y nula base arqueológica de momento. 

En realidad, la duda se basa en una escueta frase de Juan el Biclarense, cronista godo de lusitania nacido en el año 540 y fallecido en el 621, el cual dejó escrito que, en el año 581: “Leovigildus Rex partem Vasconiae occupat et Civitatem quae Victoriacum nuncupatur condidit".

Las batallas entre visigodos y baskones en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2016/04/los-baskones-dominamos-los-godos-una-y.html


En el mismo texto el cronista sitúa poco antes a su rey Leovigildo conquistando Ejea de los Caballeros (Egessa escribe), hoy Cinco Villas de Aragón pero que entonces era una ciudad baskona. Siete años antes, Leovigildo se encontraba en Amaya, Burgos: “Leovigildo en el año 574 tomó la ciudad de Amaya, hoy existe Peña Amaya lejos del País Vasco, en Burgos-sur”, así lo escribe Santiago Segura Munguía en su libro “Mil años de historia vasca a través de la literatura greco-latina”. Por tanto, las dos ciudades casi seguras, Ejea y Amaya, están muy lejos del valle de Zuia fronterizo entre Alaba y Bizkaia (cerca del puerto de Altube), pero también o más, de la puebla de Gastehiz.

Es más, la situación tras la muerte de este rey, mejoró mucho para los baskones. En el libro “Historia General de España, Crónica del Señorío de Vizcaya” (año 1865), el historiador Francisco Rodríguez García, comentaba que, según San Isidoro de Sevilla (599-636), Recadero, hijo de Leovigildo, tan poco éxito obtuvo contra los baskones que “más parecía, haberse propuesto ejercitar los pueblos en la disciplina militar que alcanzar la victoria sobre las gentes con quienes guerreaba” (pág. 17) “Los vascos no estaban sujetos al imperio (godo), sino absolutamente independientes, libres y obrando en todo como declarados enemigos de los godos y francos” (pág. 18).





Tumbas en San Prudencio de Armentia s. X-XI

El arqueólogo bizkaíno Agustín Azkarate explica las diferentes opiniones de la historiografía sobre la posible ubicación de Victoriacum: “El ilustre historiador alemán [Adolf Schulten] se dejó influenciar sin duda por una corriente de opinión mayoritaria que, ya desde antiguo (P. Flórez, P. Henao, P. Risco, etc.), venía ubicando la vieja fundación de Leovigildo con algún lugar de la Llanada alavesa, identificado unas veces con Vitoria y otras con Vitoriano (Zuia) o Armentia (hoy a las afueras de Vitoria-Gasteiz)”.


Mapa de Eneko Del Castillo con las diócesis dentro del reino de Nabarra, s. IX-XI.La Diócesis de Armentia sustituyo a la de Veleia o Vitoria Veterem o vieja, de Iruña de Oka en el siglo IX.


La idea de que el nombre de la ciudad provenga de la contraposición a una “Vitoria la Vieja” goda de la Llanada es sostenida por la Enciclopedia Auñamendi o por Tomás Urzainqui en su libro “La voluntaria conquista”: “La fundación de la nueva Victoria o Vitoria, fue acompañada del correspondiente Fuero otorgado en Estella el mes de septiembre del año 1181. Sancho VI el Sabio la llamó Nova Victoria, tal vez por diferenciarla de aquella otra Vitoria, llamada Victoriacum, que el año 581 levantó Leovigildo, situada sobre la Iruña (de Oka) del extremo occidental de la llanada alavesa”.

Documental "Memoriaren Lekukoak" de Nabarralde, con la colaboración de Iñaki Sagredo Garde

El propio Agustín Azkarate habla de los autores que propusieron la ubicación de “Victoriacum” en Iruña de Oka en la Llanada alabesa, antigua ciudad romana de Veleia: “(…) la opción alavesa ha ido ganando adeptos incluso en fechas recientes. En la actualidad, y desde que A. Barbero y M. Vigil propusieran una nueva ubicación para Victoriaco en Veleia (la vieja Iruña próxima a Trespuentes), la idea ha ganado adeptos, convenciendo al parecer a historiadores de prestigio como A. E. Mañaricúa o el propio J. A. García de Cortázar (…)”.

Es difícil de vislumbrar el interés de los godos por una posible puebla remota en las faldas del Gorbea de escaso valor estratégico como sería Vitoriano y tiene mucho más sentido que la histórica y gran ciudad romana de Iruña-Veleia tuviera interés para los godos, pero tiene un problema hasta el momento insuperable… para entonces Veleia estaba semi-abandonada, quemada por los pueblos bárbaros que precedieron a los visigodos en la invasión del Imperio Romano, lo que nos devuelve al mismo punto de origen.


Diputación Foral de Álava: “La irrupción de los bárbaros en la península a principios del siglo V d.C. no supuso un corte total en la historia de Veleia. Los últimos datos arqueológicos sobre la ciudad corresponden a enterramientos de finales del siglo V d.C. ocupando espacios de habitación ya abandonados”. 

Por tanto, no parece a tenor de los datos arqueológicos recientes, que Veleia fuese una gran ciudad o estuviera siquiera poblada para finales del siglo VI, cuando se escribe el texto de Juan el Biclarense. 

El dato seguro nos lleva ya del siglo IX, cuando se instala en Veleia (Vellegia) una sede episcopal, de la cual sabemos que uno de sus primeros obispos, de nombre Álvaro, falleció según la Crónica nabarra de Albelda, en el año 888 .

Otros autores han propuesto otras soluciones, como alguna población cercana a Ejea de los Caballeros o en la ribera de Alta Nabarra, tal y como comenta Azkarate: “(…) siempre hubo voces discordantes -como las de E. Garibay, Moret, Caro Baroja o Balparda- que mostraron su disconformidad con estas reducciones”. 




Como se ve perfectamente en los mapas, la actual Llanada Alabesa con Iruña de Oka o Gastehiz, quedaban lejos del frente de guerra de finales del siglo VI. El dato seguro más cercano lo tenemos 40 años después, con la fundación de Olite por Suintila en el año 621 y la respuesta baskona con Froya que fue la toma de Zaragoza, hechos bélicos de un frente de guerra que sigue estando muy alejado de Alaba nuclear en la Llanada Alabesa. 



El hecho bélico más cercano documentado, sería la ocupación temporal de Iruña-Pamplona (681-683) de la que sería rápidamente expulsados de la capital baskona septentrional, por tanto, un siglo después del comentario de Juan el Biclarense, por lo que la presencia de visigodos en Alaba ni está documentada ni parece probable.


MÁS DATOS HISTÓRICOS

En todo caso, lo que sí es del todo improbable, es que esta discusión tan tardía sobre los godos en Alaba, tuviera influencia alguna a la hora de elegir el nombre de la villa de Gastehiz por el rey nabarro Sancho VI “el Sabio”, pues es muy improbable que éste pudiera conocer la cita de Juan el Biclariense y menos que la relacionase con una "Vitoria Vieja" a una población de Gastehiz, la cual en realidad ya estaba amurallada al menos desde el siglo XI, alrededor del castillo que se alzaba donde hoy está la iglesia de San Vicente, según los datos arqueológicos que poseemos.


Es más, la corona nabarra nunca se consideró sucesora de la goda, al contrario, los baskones que fundaron el reino nabarro fueron manifiestos enemigos de los godos, a los que no estuvieron sometidos pese a las coletillas “perdomuit feroces vascones” y similares de la documentación de la época.


"San Vicente ha sido el último templo que se edificó en el casco histórico. Se levantó sobre la antigua fortaleza de San Vicente, que defendía el extremo sureste de la villa. Es el único ejemplo alavés de iglesia de planta de salón. El templo se construyó sobre una de las fortalezas de la Vitoria de la época del rey Sancho VI de Navarra, entregada para tal fin al Concejo de la ciudad y al entonces Alcaide, Juan de Mendoza, por los Reyes Católicos en el año 1484. Desde el siglo XIII existiría en el emplazamiento un templo de pequeñas dimensiones que fue derribado para dar lugar a la nueva iglesia. De su antiguo pasado fortificado se conservan vestigios en algunos restos del paso de ronda. La torre, de 54,2 metros de altura, fue levantada entre 1860 y 1872 en estilo neobizantino, en sustitución de una anterior, posiblemente de origen medieval denominada la torre Vieja, en la que, hacia 1854, estuvo instalado un telégrafo óptico militar. La construcción de la torre como la conocemos en la actualidad comenzó a finales de 1860 y sufrió varios avatares hasta culminarse después del trabajo de tres arquitectos diferentes y más de doce años de obras. Problemas económicos primero y el levantamiento carlista después retrasaron pero no impidieron dotar a San Vicente de una esbelta torre neobizantina, la más alta de Vitoria sobre el nivel del mar. En la imagen operarios elevan una campana mediante poleas, para ser colocada en la Torre de la Iglesia de San Vicente" 
Año 1914 - Autor Enrique Guinea.


Toda la información de estas luchas y de las diferentes expresiones recogidas de los textos visigodos contra los baskones en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2016/04/los-baskones-dominamos-los-godos-una-y.html


Parece acertada, sin embargo, la idea de que el nombre de “Nova Victoria” fuese una contraposición a “Victoria Vieja” (sino, no tendría sentido el adjetivo), pero se trataría de una población renacida en Iruña de Oka a la sombra de lo que fue la antigua Veleia romana, seguramente gracias a la sede episcopal allí fundada en el siglo IX.







La existencia de una población llamada Vitoria Vieja en la Llanada tiene una base sólida en la crónica “De rebus Hispaniae” del garés Ximénez de Rada, coetáneo a los hechos y cronista del rey invasor Alfonso VIII que destruyó Vitoria en 1200, el cual habla de que "el noble rey Alfonso obtuvo (sic) Vitoria, Ibida, Alava y Guipúzcoa y sus lugares fortificados y castillos, a excepción de Treviño que le fue entregado más tarde a cambio de Inzura. Asimismo entregó Miranda (de Arga) a cambio de Portilla. Adquirió San Sebastián, Fuenterrabia, Beloaga (Oiartzun), Zeguitagui, Aizcorroz, Aslucea, Arzorocia, la vieja Vitoria (Victoriam veterem), Marañón, Aussa, Athavit, Irurita y San Vicente ”. 


El propio Tomás Urzainqui en su libro “Continúa la irracional conquista” (Pamiela 2012), comenta que el sustituto del cronista castellano Ximénez de Rada, Gonzalo de Hinojosa, dejó escrito que: “Alfonso VIII ganó (sic) Sant Vicente e Sant Sebastián, a Fuenterravía, a Beloaga, a Aleuni, Arlucea, e Azcorrociam que llaman Vitoria la Vieja”.



El arqueólogo bizkaíno y experto en esta época, el mencionado Agustín Azkarate, encontró las importantes tumbas de Aldaieta (Nanclares de Ganboa), que, junto a otras en Aistra (Haiztara), Zornoztegi o Alegria-Dulantzi (todas ella en la Alaba nuclear), demuestran el dominio continuo de baskones sobre toda la Llanada alabesa o “A-laua” y la nula influencia goda. 

El trabajo de José Luis Solaun Bustinza, recogido en su tesis doctoral sobre la cerámica alabesa alto medieval, remarca que “la necrópolis de Aldaieta evidencia ya un predominio absoluto de la cerámica común local”. No hay documento alguno coetáneo a los godos que nos haga siquiera sospechar de su presencia en Alaba.
Soldado de Aldaieta con su ajuar guerrero 
Los godos no se enterraban con armas



EPÍLOGO

José Rodríguez Fernández "Agua, Poder y Sociedad"


Lo curioso de la obsesión goda de las historiografía española, son las esculturas de reyes visigodos que se instalaron en el céntrico parque vitoriano de la Florida, 4 enormes estatuas de 13 toneladas de los reyes Ataúlfo (supuestamente el primer rey godo peninsular, a pesar de que no estuvo ni 3 meses en la península), Teudio, Sigerico y Liuva I, los cuales probablemente no pisaron territorio baskón. 




Estas esculturas de reyes godos eran parte de 14 estatuas que se habían construido para la balaustrada del Palacio Nuevo de Madrid del primer Bourbon en gobernar Las Españas, el francés Philippe V en el año 1734, pero que no fueron del agrado de su hijo Carlos III, el cual mandó quitarlas en el año 1787, para, finalmente, ordenar esculpir otras 94 y repartirlas por Toledo, Ronda, Aranjuez, Burgos, El Ferrol o San Fernando de Henares. 

El culto a la Virgen Blanca y su origen, lo explicamos en: 
https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/origenes-del-culto-la-virgen-blanca_4.html


Varias de las esculturas fueron a parar a Iruña-Pamplona y en 1821 a Vitoria-Gastehiz, mediante la gestión de Ignacio María de Álava (Capitán General del ejército español, natural de Vitoria), aunque estas ciudades baskonas nunca fuesen sometidas por los godos como hemos visto.