Nació en Estella 1931, se especializa en estudios lingüísticos, historia, filosofía, educación y arte en París y en el Reino Unido. Domina las lenguas clásicas. Latín y Griego. Habla Alemán, Griego, Italiano, Francés, Inglés y Español. Gracias a su experiencia lingüística presentó textos testamentarios en el Gascón del siglo XVI que se utilizaba en la jurisprudencia del Reino Pirenáico, incluida la Alta Nabarra. Graduado en la Universidad de Nottingham (Inglaterra 1973) y Postgraduado en Cambridge. Defendió sus tesis Doctoral sobre el pensamiento Filosófico-Místico de la Reina Margari ta de Navarra (1492-1549) en la Universidad de Londres 1981. Otras obras: Estudios del Renacimiento. Estudios sobre Platón. Essencialism London 1984. Conatos de Liberación de la mujer en la corte de Navarra (Ipes n. 12). Influencia de la Conquista en el pensamiento, la cultura y literatura (Donostia 1989). Tipografía Mesiánica de la corte de Margarita de Navarra (Iruña 1990). Visión Anglosajona del Pueblo Vasco (Donostia 1991). Círculos Humanísticos en torno a Margarita de Navarra. Ha introducido al público Inglés el Simbolismo poético de San Juan de la Cruz y sus poemas (Oxford 1984). Ha cooperado igualmente con introducción a la colección gráfica Departures y con una aportación a la serie en el número 3, Images and Thought (London 1984). Ha publicado trabajos de lingüística Picture Dictionary, (London 1984). Fue profesor de estudios hispánicos en el Instituto de la City de Londres (Reyes de Navarra XIX, edit. Mintzoa) |
22.4.1518 – (gefallen) Les Andelys bei Rouen 17.11.1562
El primer intento tuvo lugar en 1540 y contaba con el apoyo de los beaumonteses, en las negociaciones se pedía la devolución de la integridad territorial de Nabarra ratificada en varios Tratados Internacionales (de los años 1016, 1127 ó 1177), lo que incluía: Alaba, Bizkaia, Gipuzkoa, La Rioja, incluida la Riojilla y los montes de Oca o Auca, hasta el olmo de Burgos (Atapuerca), además del pago de una indemnización por la usurpación del reino, así como la restitución de los entonces recientemente eliminados escudos de Nabarra en los monumentos de Logroño.
El testamento del hijo de Joana III de Nabarra y Antoine de Bourbon está en los archivos de Versalles. Se trata de Enrique III de Nabarra “el bearnés” (Pau 1553-Paris 1610), el cual se convirtió en una época convulsa en rey de Francia, subiendo al trono como Enrique IV, apodado en reino galo “el Grande”, "el gascón o el bearnés", “el buen rey” y “el nabarro”.
El día 19 de septiembre del año 1610, Louis de Bourbon (Luis XIII de Francia, hijo Enrique III “el bearnés”), educado en la Corte francesa por el cardenal Richelieu, efectuó públicamente en los parlamentos de Nabarra y Bearne, la negativa incuestionable e irrefutable, de aceptar el rango de príncipe de Biana a través de la reina regente de Francia ante su minoría de edad María de Medici y Habsburgo-Jabellón, la segunda esposa de Enrique III, lo que le obligaba a vivir en Nabarra y ser educado por su Corte. Dicho acto, le hizo perder a él y sus descendientes, el derecho a posterior de ser monarcas de Nabarra.
Así es como el llamado Edicto de Unión fue emitido por Luis XIII y aplicado de facto en 1620 por la fuerza de su ejército: “(...) por este Edicto, perpetuo e irrevocable, unimos e incorporamos dicha corona y país de Nabarra y nuestro país y soberanía de Bearne, Andorra y Donezan, y tierras que de ellos dependen y que han acostumbrado de pertenecer en nuestra corona y dominio de Francia (...)”.
Como señaló el historiador ronkalés Tomás Urzainqui en una intervención ante la Comisión de Autogobierno del parlamento español de la C.A.V. en la Nabarra Occidental en mayo del 2002: “En los siglos XVI y XVII, en España y Francia el absolutismo y la contrarreforma triunfan y se consolidan.
Fue el obispo Monseñor de Olce quien ofició la boda en la iglesia de Donibane Lohitzune o San Juan de Luz -en poder de Francia, cuya puerta de salida se tapió para que nadie más pasara por ella. Para sellar el pacto-boda, se celebró por poderes en la Iglesia de Hondarribia -en poder de España- una segunda ceremonia.
El primer Bourbon en gobernar Las Españas, el francés Philippe de Diet o el Animoso, traducido como Felipe V de Anjou (Versalles 1683-Madrid 1746, el cual se negó a aprender castellano en 46 años de reinado), nieto de Luis XIV de Francia y con importantes problemas psiquiátricos desde antes de su coronación (murió creyéndose una rana), tras una lucha por la corona con la casa Austria, en el Tratado de Utrecht de 1714 que puso fin a la sucesión dinástica, renunció ante su abuelo el rey Luis XIV de Francia a sus posibles derechos sobre las coronas de Francia y Nabarra para ser reconocido como rey de “las Españas”.
Tras una demanda impuesta ante la Corte Internacional de la Haya (Holanda) por descendientes de la familia Albert-Labrit con la ayuda historiográfica de Jon Oria Oses contra los Borbones por el intento fraudulento de usar el título de príncipe de Biana y rey de Nabarra donde participó el historiador Jon Oria Oses, hay una sentencia de mayo del 2005, donde en su página 5 se dice que:
“La Cour, ce requérant le Procureur General du Roy, a ordonné et ordonne que, sur le reply desdites lettres et sur lesdites renonciations, il sera mis qu'elles ont esté lues, publiées, l'audience tenant, et regis- trées pour estre exécutées selon leur forme et tenear, sans approba- tion des titres de Roy de Navarre, de duc de Bourgogne et autres pris par le Roy d'Espagne dans l'acte de sa renonciation qui ne pourront nuire ni préjudicier aux droits du Roy e: de la Couronne, Et que, conformément au requisitoire du Procureur général du Roy, des duplicata desdites lettres et renonciations seront envoyez aux autres parlemens du Royaume et des copies collationnées aux bail- lages et Senechaussées du ressort pour / y estre lues, publiées et regis- Pav trées, enjoint aux Substituts du Procureur Général du Roy tant desdits baillages et Sénéchaussées d'y tenir la main et d'en certifier la cour au mois”. (El Tribunal, este demandante el Procurador General del Rey -Luis XIV de Francia-, ha ordenado y ordena que, en la respuesta de dichas cartas y en dichas renuncias, se ponga que han sido leídas, publicadas, celebradas en audiencia y registradas para ser ejecutados según su forma y tenor, sin aprobación de los títulos de Rey de Navarra, Duque de Borgoña y otros tomados por el Rey de España -por Felipe V de Anjou- en el acto de su renuncia que no podrá perjudicar ni perjudicar los derechos del Rey: de la Corona , Y que, de conformidad con la acusación del Fiscal General del Rey, se enviarán duplicados de dichas cartas y renuncias a los demás parlamentos del Reino y copias cotejadas a los baillages -válidos- y Senechaussées -Senescales- de jurisdicción para ser leídas, publicadas y registradas allí. .- Pav trées, ordenó a los Suplentes del Fiscal General del Rey tanto de dichos bailies como de Senescales que tomaran la mano allí y certificaran al tribunal al respecto en el mes). |
Carta de un gentilhombre sobre la unión de Nabarra a Francia es el título de un documento único, datado en 1617, hallado y comprado hace ocho meses en un anticuario de Nápoles por Aritz Otazu, responsable de la editorial Mintzoa abril 2019:
“Se trata del único documento que existe hasta el momento en el que el jefazo de Navarra, Pierre de l’Hostal, muestra sus quejas a Jacques de la Force, jefazo de Bearne, dos territorios autónomos, diciéndole que no quieren ser franceses; es decir, que ni Navarra tiene que ser francesa ni Francia navarra. Hay que tener en cuenta que decir esto en aquella época era casi jugarse la horca. Y este texto echa por tierra la idea que se tenía de que la Baja Navarra quería desde el principio ser francesa; para nada, una gran masa de gente y los altos cargos no querían formar parte de Francia:
“Señor, recibí (carta) que usted ha querido escribirme sobre la unión de Navarra y Bearne a Francia (...). Comento esto con objeto de menospreciar la fastuosa e intolerable vanidad de España, que quería parecer más temible en el papel, que en espadas y poder (...). No tenemos derecho a decir que ni Francia es Navarra ni que Navarra es francesa (...).
Pero habiendo tenido Francia y Navarra una bella y gloriosa alianza de fortuna, la quieren romper (cambiándola) por una monstruosa y más que prodigiosa unión, por la que se engulle a Navarra como el Cíclope a los compañeros de Ulises, haciéndole perder el título y el nombre gloriosos de realeza al no seguir siendo aliada de Francia sino su sierva y su esclava. Navarra no será más un reino, sino una débil y cautiva provincia, privada de todas sus leyes, privilegios y libertades.
Creer que el hecho se ciñe solamente al nombre unión sería creencia de niños (...) Así, paso a paso, se quitarán las leyes y la justicia, se derribarán las libertades, se impondrán las gabelas, daces, subsidios e imposiciones. En resumen, viviremos como en las antípodas bajo un nuevo cielo y por medio de una metáfora y un cambio antinatural (...)
Nosotros, navarros, tomando tan solo un poco de aliento de Francia nos convertiremos en franceses, vergonzosamente y con ignominia;bajo la ruina y las cenizas de nuestro antiguo e ilustre reino, cuyas cadenas son nuestros escudos de plena y feliz libertad (...).
Somos desafortunados por dos cosas, una, que la Española, espía y profesa enemiga de Francia, ha dado el primer golpe de ruina en el principal miembro de nuestro cuerpo; la otra que el francés, nuestro nuevo asociado, quiere su trozo y nos desmiembran de tal manera que ya nada se encontrará a la manera de Navarra más que en Francia y en España (...).
¿Cómo se podría mejor agradar al español que haciendo ver a los alto navarros que uniéndonos a Francia, se observa bajo un vergonzoso secreto que se quiere sepultar entre nosotros la memoria de Navarra, haciendo revivir por toda Europa la vergüenza de Francia, como si ella no tuviese el coraje ni el poder de retirar las uñas del león”.