ORIGEN DE LAS PALABRAS "ESPAÑA" Y "ESPAÑOL"

ORIGEN DE LAS PALABRAS "ESPAÑA" Y "ESPAÑOL"


Aitzol Altuna Enzunza



El hecho de que un Pueblo tenga un nombre internacional (exónimo) diferente al que se da a sí mismo (endónimo) es muy frecuente. Por ejemplo, Grecia en griego moderno sería Hellás o Elláda, Alemania o Germany sería Deutchland, ocurre lo mismo con Albania (Shqiperia), Georgia (Kartveli), Armenia (Hayastan), Corea Sur (Daehan Minguk) o Corea Norte (Joseon Minjujuei).

La palabra “Japón” estaría en chino y en japonés sería algo parecido a “Nipón”, mientras que “China” tampoco es una palabra china-mandarina pues sería Zhongguó. Un caso curioso es el de Hungría, nombre proveniente de los Hunos que allí se asentaron antes de invadir el Imperio Romano Occidental, siendo el nombre en el idioma magiar de sus actuales habitantes Magyarország.


Joseba Ariznabarreta Garabieta

Los “vascos” (basques) tenemos este nombre internacional solo desde que W. Humboldt lo extendiera en el siglo XIX, siendo anterior el de “baskones” que tampoco estaría en euskera (aunque sí tienen ambos la raíz “-sko” como eusko/euskera), mientras que a nosotros mismos nos llamamos euskaldunes si sabemos euskera y nafarra si se trata de nuestro Estado o nación política (nabarro, navarrese), nombres que sí están en lingua navarrorum o euskera.

Ocurre también con los nombres que damos a muchos Pueblos sin Estado e incluso de manera despectiva, como el ejemplo conocido de llamar esquimal a los inuit, bereber a los Imagizen o en el caso de los Pueblos indígenas americanos: Navajos (Dineh), Apaches (Inder) etc. Estos y otros nombres son explicados en diferentes artículos por Iñigo Larramendi en el blog de Martin Ttipia (https://martinttipia.com/2015/10/18/dime-como-te-llamas-y-te-dire-quien-eres-ii/).


Sin embargo, es más curiosa la procedencia y significado de la palabra “España” así como del gentilicio “español”.

IBERIA ESTÁ EN EUSKERA Y EBRO TAMBIÉN 

Es conocido que el nombre anterior de Hispania era Iberia o península ibérica, llamada así por primera vez por el griego Piteas en el año 330 a. C. 

A la palabra Iberia se la relaciona con el río Ebro por los griegos asentados en el mediterráneo. Parece razonable lo que recoge la Wikipedia sobre la procedencia de la voz “Ebro”: “Su nombre deriva del antiguo topónimo Hiber (Hiberus Flumen), que da también nombre a la Península Ibérica y a los pueblos íberos, adaptación latina del término griego Ίβηρ (Íber), que recogen las numerosas fuentes historiográficas griegas, probablemente a partir del original en lengua vasca “ibar”, que significaría ribera o margen del río”. 

Por tanto, iberia y Ebro están en euskera. 

Monedas romanas con una dama recostada que porta una rama de olivo y la inscripción Hispania

Pero, como deja bien claro el antropólogo español Julio Caro Baroja (Madrid 1945- Bera 1995) en su libro “Sobre la lengua vasca”: “(...) la palabra hispano, como íbero, tienen un sentido geográfico y no otro”. 

LA PALABRA HISPANIA o ESPAÑA

La palabra “Hispania” evolucionó a “España” en época medieval, sobre el significado de “Hispania”, el escritor eibarrés Juan Antonio Moguel (Eibar 1745- Markina 1804), propuso que “Hispania” vendría de la voz vasca “Izpania” (Iz+bania), que traduce como “mar partido”, o sino de “iz+bat+enia”, que significaría “un lenguaje mío”, lo cual es muy forzado y absurdo. 

Aita Larramendi 

El jesuita Manuel Larramendi (Andoain 1690- Azpeitia 1766), propuso el mismo origen euskaro, pero desde “ezpaña” (ezpañak en plural), equivalente a “labio”. 


Incluso el “euskaldunberri”, ilustre filósofo y escritor bilbaíno Miguel de Unamuno en el año 1902, seguía valorando esta posibilidad cuando señaló que: "La única dificultad que encuentro (...) es que, según algunos paisanos míos, el nombre España deriva del vascuence “ezpaña”, labio, aludiendo a la posición que tiene nuestra península en Europa".


Pero, el propio Aita Larramendi en el prólogo del “Diccionario trilingüe” sobre su propuesta del origen de la palabra “España” de la vasca “Ezpaña”, decía: “Confieso que me retoza la risa acordándome del ceño con que oirán todo esto los Diaristas, sin más recurso ni desahogo que llamarlo violencia, voluntariedad, disparate, pero se hallarán atajados, no hallando razón ni motivo para tanto mal nombre”.

HIPANIA: TIERRA DE CONEJOS


En realidad, la palabra “Hispania” es de origen fenicio de Cartago y está en su idioma, el púnico, en el cual  significa “Tierra de conejos”, según recoge la Enciclopedia Larousse de Historia. 

El historiador español y miembro de la Real Academia de la Historia de España, Antonio García y Bellido, aseguraba también el origen cartaginés de la palabra “Hispania” con ese significado, que la podrían haber tomado de los fenicios asentados en la península ibérica, los cuales fundaron Cartago en el norte de África primero y Cartagena Nova en Murcia después sobre el siglo II a. C. 

La primera vez que aparece la palabra Hispania, es en una moneda acuñada  en la ciudad de Morgantina en la isla de Sicilia en época de Hyeron II, entre finales siglo III a.C. y principios del siglo II a.C., en el anverso muestra una cabeza femenina y en el reverso un lancero a caballo. Procede de mercenarios hispanos al servicio de Merico.
Wikipedia: MericoMeric o Mericus fue el caudillo de un grupo de mercenarios hispanos al servicio de Siracusa en el tiempo que esta ciudad estaba controlada por los cartagineses y bajo el asedio del ejército romano de Marco Claudio Marcelo en el año 212 a. C. https://es.wikipedia.org/wiki/Merico#:~:text=Merico%2C%20Meric%20o%20Mericus%20fue,C.

Es así como con el emperador hispano Adriano (con el que el Imperio Romano alcanzó su máxima extensión), el símbolo de Hispania era una mujer con un conejo a sus pies, tal y como puede verse en las monedas que acuñó, conejos los cuales portaban sus legiones en sus estandartes (s.I-II d.C.).


Monedas de diferentes siglos con la leyenda Hispania con una dama vestida con una túnica a la romana, la cual porta una rama de olivo y un conejo a sus pies  www.tesorillo.com

Comentaba en el artículo “Lugar de origen del conejo” el Dr. Jaume Camps (1994), que los conejos desaparecieron con la glaciación de Würm (110.000-10.000 a. C.), excepto en la península ibérica (J.A. Gibb "The European Rabbit" 1990). El lugar de origen del conejo, o al menos donde existían en abundancia en el albor de la historia, fue en la Península Ibérica (Fox, "Genetics of the rabbit''' 1979). 

Fueron los escritores e historiadores grecorromanos como Polibio y Varron (siglos I-II a. C.) quienes "inventaron" la denominación "conejo", en referencia al nombre que daban a las guaridas bajo tierra o "cuniculus". 

El poeta de Verona Cayo Valerio Catulo en el siglo I a. C. llegó a llamar a la península, que acababan de conquistar los romanos tras la Guerras Cántabras, "cuniculosa celtiberia". Por otro lado, el naturalista itálico Plinio el Joven, tuvo que argumentar y solicitar a la curia romana, planes de ayuda para las islas Baleares, por la carestía que el exceso de población cunícola o conejera provocaba en las cosechas.


Pero, fueron los fenicios quienes primero testimoniaron en sus escritos la enorme cantidad de conejos que habitaban la península ibérica, por lo que denominaron a las costas levantinas "tierra de conejos", de cuyo nombre púnico I-SHEFAN-IM, una vez latinizado, derivó hacia Hispania y de aquí la actual de España ya en la Edad Media. 

Damán https://es.m.wikipedia.org/wiki/Procaviidae
"Una teoría bastante aceptada postula que esta similitud, habría llevado a los fenicios que alcanzaron las orillas de la península ibérica en el 1100 a.C., a llamar al nuevo país I-sephan-im, el país de los damanes, al confundirlos con los conejos que eran abundantes en la costa, nombre que con el tiempo se convertiría en Hispania".

Los fenicios desconocían los conejos, por lo que pusieron el nombre del animal que más se le parecía, que es el damán o conejillo del desierto, el cual habita las zonas rocosas del Mediterráneo oriental, animal de un tamaño parecido al del conejo, termina argumentando el mencionado Jaume Camps.




ESPAÑOL NO ESTÁ EN ESPAÑOL

Es más, el gentilicio “español” tampoco está en castellano o en latín como cabría esperar. 


Lo describe así la Real Academia Española de la Lengua Castellana (RAE), la cual fue creada por el francés Phillipe V “de Las Españas” para unificar todos los dialectos del castellano, para que pudieran así entenderse todos los habitantes del imperio castellano. 


La R.A.E. de la Lengua Castellana señala que la voz “español” era como nombraban a los habitantes romanzados de la península ibérica en su lengua provenzal los peregrinos del sur de Francia que recorrían el Camino de Santiago, ya que,  como es lógico, al pertenecer a diferentes reinos o Estados, los peninsulares romanzados no se veían como un sólo colectivo y menos como una nación.

Lo curioso es que el primer Bourbón en reinar en la península ibérica, Philippe o Felipe V de Las Españas, jamás quiso apreder castellano en 46 años de reinado y siempre habló su idioma materno, el francés, el cual se convirtió en el idioma de su CortePhilippe era un enfermo mental que murió creyéndose una rana, antes fue un ermitaño por lo que se encerraba en un armario donde vivía; los últimos años no se aseaba por creer que podían asesinarle con algún tipo de veneno


El término español no incluía a los baskones ni al Pirineo en un sentido más amplio que el actual, ya que entonces Hispania empezaba en los textos medievales en las llanuras a los pies de las cadenas montañosas del norte peninsular, tal y como relatan los textos medievales que explicamos en https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/eramos-hispanos-o-galos.html).


Monedas con la leyenda ESPAÑA, en singular por primera vez en la historia en una moneda o documento oficial, que se trasladará también al nombre del Estado nacido de los diferentes Estados de la corona de Las Españas.
Moneda con la misma dama con túnica y con la rama de olivo romana, acuñadas por primera vez en 1869, durante el Gobierno Provisional y el alzamiento "La Gloriosa" contra Isabel II de "Las Españas" www.tesorillo.com
Estado”.



CONCLUSIONES 

Por tanto, "Hispania" y su derivación medieval "España", es como llamaban los fenicios de Cartago a la península ibérica y significa "tierra de conejos", y "español" es como llamaban los provenzales del sur de Francia a los habitantes romanzados del sur del Pirineo.