EL CULTO A LAS DIOSAS EN TIERRAS BASKONAS

EL CULTO A LAS DIOSAS EN TIERRAS BASKONAS

Aitzol Altuna Enzunza

Mari en el film "Irati" de Paul Urkijo (2023)


Es imposible conocer todas las creencias de la religión o religiones de los Pueblos euskaros a la llegada romanos, incluso si éstas eran iguales o habían evolucionado o cambiado desde los milenios anteriores, lo cual es muy probable. Sin embargo, muchos elementos de aquellas creencias, han llegado hasta nuestros días en forma de mitos o mezclados con la propia religión católica como vamos a ver.

Mari en el film "Irati" de Paul Urkijo (2023)


RESUMEN DE LAS DIOSAS PRINCIPALES

Maya, Maddi, Mayi o Mari era una diosa y principal numen de la religión precristiana en tierras de Baskonia. Representaba la fecundidad, se la trataba de Dama y vivía en las cuevas de donde salía en forma de fuego atravesando el cielo; provocaba la lluvia y la tormenta. Sería la reencarnación de Amalur, la madre tierra.

Mari en el film "Irati" de Paul Urkijo (2023)
"Amalur: Euskal mitologian Lurra, izaki eta gizaki ororen bizilekua, Ilargiren eta Eguzkiren ama da. Europa osoko mitologian bezala, jainkosatzat hartu da bizi iturria baita. Gure arteko Mari, esaterako, Lurraren irudikatzea dateke, Erromako Terra eta Greziako Gea edo Gaia bezala. Berarekiko lotura hartzuloen alderako jaieran ikusten da" (
Euskaltzaindia)
Azpian, Anbotoko Mariren Leizea:
 
Mari cambiaba de morada cada 6 meses, por ejemplo, en Bizkaia pasaba del monte Anboto a su cueva de Supelegor en el monte Gorbea. En Anboto, los pastores llevaban a Mari (la Dama de Anboto) un carnero para que el pedrisco y la tormenta no perjudicaran a los rebaños. 

Según las diferentes leyendas, eran hijos de Mari el primer Señor de Bizkaia, el primer duque de Baskonia y el primer rey de Pamplona-Nabarra, Eneko Aritza.

Mari en el film "Irati" de Paul Urkijo (2023)

Eki y Eguzki (con sus variantes iguzki-iruzki), son los nombres dados al sol en euskera, pero también era una diosa femenina. Junto a la diosa E(guz)ki está la luna o Ilargi (literalmente "luz de muertos"), que también era femenina. El sol y la luna, a las que se las trata de "amandreak" (señora madre/abuela), son hijas de la Amalur, donde se esconden cuando sale su hermana.


Sincretismo pagano-cristiano, miniatura de la Biblia historiada de Guyart des Moulins, realizada en Francia en torno al año 1420 


Ama-Itsaso era el mar, también femenina, la cual recogía todas las aguas de la tierra. Venus es otro astro femenino del celeste que tendría su propio culto y a la que se le llama en euskera "artizarra" (luz vieja). 


EL PALEOLITO

El hombre de Cro-Magnon habría llegado a Europa hace unos 40.000 años según las nuevas dataciones, formando grupos de entre 50 y 200 individuos que tendrían una esperanza de vida de unos 30 años.

Los Cro-Magnon, además de en las tierras que configurarán Baskonia en la Edad Media, se asentaron en gran parte del territorio europeo, siendo más reducida su extensión en la península ibérica.

Mapa Wikipedia

En aquellas tierras de lo que hoy es Europa, durante el Paleolítico (del 40.000 al 10.000 a. C.), se dio una cultura en la cual se desarrolló la pintura, la escultura mobiliar, los grabados en piedra y, posiblemente  también la música, como lo demostraría el hueso con tres orificios encontrado por Joxe Miguel Barandiaran en Isturitz -Baja Nabarra- de la época auriñaciense de entre 20.000 y 40.000 años.

Instrumentos musicales de Isturitz y Otsozelaia Museo d’Archéologie Nationale de Saint Germain en Laye.

Las Venus paleolíticas:

María Isabel Rodríguez López, profesora titular de arqueología en la universidad Complutense de Madrid, en su trabajo “El arte del paleolítico superior” escribía: “Las estatuillas femeninas que se conocen genéricamente con el nombre de "Venus paleolíticas" forman uno de los conjuntos de mayor interés entre los vestigios culturales de la Edad de Piedra; esta designación fue dada por algunos arqueólogos, considerando que estas figurillas eran modelos característicos del tipo femenino del hombre de Cro-Magnon (...)”.

Las Venus paleolíticas se dividen en un grupo pirenaico-aquitano, grupo italiano, grupo renano-danubiano, grupo ruso y grupo siberiano, donde se ve su extensión por toda la vieja Europa. 

La venus de Lespugue de 14,7 cm en marfil y de entre 26.000-24.000 años de antigüedad, paleolítico gravítense, fue hallada en la Cueva de Les Rideaux en el Alto Garona, se encuentra en el Museo del Hombre de París. El Alto Garona (Occitania) es uno de los lugares donde se han encontrado más lápidas con nombres en euskera de época romana.
Toda la información sobre estas primera palabras en euskera se pueden leer en:

En el Museo Saint Germain en Laye, tenemos a la conocida como la Poire (la pera) de Brassempouy de entre 31.000 y 22.000 años, también del paleolítico gravítense, por lo que sería la primera diosa encontrada en tierras de lo que será Baskonia. Recibe este nombre por sus muslos con forma de pera, siendo una figura naturalista, muy bien modelada y de aspecto juvenil, la cual presenta un vientre flácido con las mamas colgantes, quizás como signo de su reciente maternidad.

María Isabel Rodríguez López: "Su significado ha sido objeto de no pocas controversias entre los especialistas. El profesor Ripoll ha apuntado que son, principalmente, un testimonio del importante papel de la mujer en la sociedad del Paleolítico. Estos testimonios pueden, asimismo, ponerse en relación con la idea de santuarios femeninos, quizás los más arcanos testimonios materiales de la religiosidad humana, quizás exvotos de agradecimiento o petición, tal vez imágenes en relación con determinados ritos".

Dama de Brassempouy o Dama de la Capucha en la Baskonia continental (Grotte du Pape, Las Landas, cerca de Orthez), museo Saint Germain en Laye. Se trata de una pieza 3,65 cm en marfil de mamut de hace 26.000-24.000 años del paleolítico gravetiense, sería la segunda diosa encontrada en Baskonia
https://es.wikipedia.org/wiki/Dama_de_Brassempouy


Las Venus paleolíticas tienen entre 3 y 22 centímetros por lo que parecen estar pensadas para ser llevadas consigo como amuleto. Tienen los atributos femeninos muy desarrollados con formas muy redondeadas y muy voluminosas en general, por lo que se las relaciona con cultos a la fertilidad; aunque pudiera ser que este perfil de mujeres fuese las que más éxito tenían entre los hombres (ideales de belleza en tiempos de hambruna).

El uso de un material tan escaso como como el marfil de mamut, nos da la idea de su enorme valor, algunas de ellas cuando se observan al detalle, tiene señales de llevar ropas (gorros, bandas en la cintura o en el pecho, faldas de cuerdas) o adornos personales (https://mujeresconciencia.com/2015/09/21/una-nueva-lectura-de-las-estatuillas-paleoliticas/)

Vulvas de Alkerdi II de 25.000 años en las cuevas de Urdax (Alta Nabarra)

Es más, no está claro que sus autores fueran hombres, ya que los antropólogos Leroy McDermott y Catherine Hodge McCoide de la universidad Central de Missouri, plantearon que:Estas aparentes distorsiones de la anatomía se convierten en representaciones adecuadas si consideramos el cuerpo visto por una mujer que se mira a sí misma” (1996), es decir, estarían hechas por las propias mujeres según observan su propio cuerpo.


Un bloque de caliza de 70 kilogramos encontrada en la cueva de Arlanpe en Lemoa en el barrio Gandarias en el año 2011, tiene grabadas varias mujeres llamadas Venus o Damas de Arlanpe. Se trata de las únicas figuras femeninas encontrada en la península ibérica y son de hace 17.500 años, comienzo del paleolítico magdaleniense, junto al colgante de Praileaitz que vamos a ver a continuación (Deba, Gipuzkoa)

No entrarían en la categoría de "Venus paleolítica" por el material y por ser un friso escultórico y no arte mueble o que se pueda llevar por su propietario de forma cómoda. La teoría más extendida es que se trata también de un culto a la mujer y a la fertilidad, por tanto, tendría la misma función que las Venus paleolíticas. 

En la cueva de Praileaitz en Deba (Gipuzkoa) excavada por el equipo del gipuzkoano Xavier Peñalver a principios del siglo XXI, se encontraron 29 colgantes pertenecientes a 5 collares, entre los que destaca uno de 12 centímetros con un agujero y con forma romboidal que se puede tratar de una Venus, las piezas tendrían unos 15.500 años de antigüedad. Además se encontraron lápices para pintarse y pinturas. 

Probablemente todas la piezas eran de un solo chamán, el único que habitó la cueva de difícil acceso, sin que se pueda determinar el sexo de su ilustre habitante, aunque, los arqueólogos creen que se trataba de una mujer. 



Extracto de la entrevista a Javier Castro, colaborador del departamento de etnografía de la Sociedad de ciencias Aranzadi:

    ¿Y porque habría de ser mujer el chaman de Praileaitz?
    […] Sólo una mujer podría crear los ritos y pulir las piedras que asegurasen a la parturienta un buen parto. Una mujer que hubiera sido madre y a quien la suya le habría ayudado a parir, a conocer su cuerpo. […] Aquí se trata de propiciar el buen nacer. Y, acaso, el buen morir. Son ritos de fertilidad, de fecundidad. Tal vez algunos amuletos sirvieran incluso para identificarse como miembros del clan. Acaso acudieran de muchas partes para ser recibidos por la chamana. Para ser protegidos y reconocidos. Diríamos entonces que Praileaitz sería un templo donde ella repartía los colgantes" Diario Vasco, 03-01-2008.

Llama también la atención la forma de vulva de la entrada a la cueva de Praileaitz.


Las sacerdotisas:

Las pinturas rupestres europeas que conocemos, se desarrollaron en las profundidades de las cuevas, en las capillas paleolíticas. En ellas aparecen representados los diferentes animales de cada época, pero también contornos de manos de aquellos que los dibujaron. 


Se ha demostrado que, muchas manos de las cuevas magdalenienses, son de mujeres de hace 18.000-10.000 años. Además, sabemos que muchas de las figuras de animales o figurativas fueron pintadas por ellas, lo que supone que también formaban parte de la casta sacerdotal.

Cueva de Isturitz en Baja Nabarra, Pirineo, con las marcas de los dedos y una cavidad muy femenina


LA EDAD DE LOS METALES

Las estelas son lápidas funerarias con símbolos astrales, cuya principal característica es la simetría de las mismas. Son concéntricas, es decir del centro salen el resto de las figuras (con alguna excepción).


Sólo en la actual Euskal Herria hay 5.000 estelas localizadas de diferentes siglos y otras rotas o semiderruidas de hace más de 2.000 años, una cantidad muy superior al resto de Europa. Existen unas 2.500 perfectamente catalogados y otras 2.500 a la espera de serlo, muchas en manos de particulares. Aunque se usaron profusamente desde hace más de 2000 años, de esas primeras piezas solo unas pocas han llegado hasta nuestros días


https://magicospirineos.com/museo-de-estelas-hilarriak

Comentaba Pedro Zarrabeitia Miñaur en el libro “Estelas discoidales de Euskal Herria” que, aunque la mayoría están desubicadas, se cree que miraban al Este, al nacimiento de la diosa Eki o Eguzki, dentro de la religión matriarcalista baskona. 

Se puede leer sobre el matriarcado y matriarcalismo https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/apuntes-sobre-el-matriarcalismo-vasco.html



Las estelas funerarias o “gizon-harri” se asemejan a cabezas enterradas por su forma, donde según la religión precristiana baskona estaba "gogoa", el alma. Todos los seres vivos tienen alma (gogoa), ésta es inmortal y reside en la cabeza, la parte más importante del cuerpo: "nere buruaz beste egin" (suicidar mi cabeza), "burua lurrera bota" (tirar mi cabeza al suelo), "burua ispiluan ikusi" (mirar mi cabeza en el espejo) etc. –modo reflexivo-. 


Al morir, el alma va al cielo hasta llegar a la luna (ilargi=luz de muertos), luego vuelve a la tierra en forma de lluvia y entra en otro ser: la rueda de la vida, muy parecido al hinduismo. La luna, según el mitólogo Juan-Eduardo Cirlot, es también una figuración simbólica del Paraíso ("Diccionario de símbolos" Ed. Labor, S.A.1969 Barcelona).



Pedro Zarrabeitia explicaba que en Zuberoa las estelas son “hilargiak”, de donde viene “hilarriak”, pues eran, según la tradición, representaciones de la luna llena para que el alma de los difuntos no volasen hacia el astro nocturno. 


Pero, lo más aceptado, es que son antropomorfas, muy semejantes a representaciones del cuerpo humano, serían “envolturas antropomorfas de símbolos astrales”.


 

“En un proceso mental muy esquemático y representativo, con una capacidad para la abstracción sorprendente, nuestros antepasados identificaban la forma y el movimiento del sol, la luna y los astros con círculos, arcos, ruedas, lazos y espirales sin principio ni fin; la luz solar con flores de seis o más pétalos y estrellas de múltiples puntas; los ciclos y ritmos del día y de la noche o la estaciones y los períodos lunares con líneas onduladas  o en zig-zag, con trazos repetidos y cenefas de pequeñas triángulos alternados”.


Iglesia d'Ore, Comminges (Alto Garona, pueblo prerromano de los ausko o aquitano -ausko+i (pl. lat.)+tano-), símbolo solar prerromano euskaro habitual hasta el presente y desconocido entre otros pueblos, después fue cristianizada la lápida creando una cruz latina.
Foto Jean-Luc Laplagne.


Estela incrustada en la iglesia de Antignac (Commiges), era la base de una ara votiva en mármol: “A los dioses Manes (dioses del hogar), a Andostennus, hijo de Andosus, Bihoxsus su hijo" (mandó hacer este monumento). Tiene una flor hexapétala como símbolo solar.
Foto: Jean-Luc Laplagne

 Museo de Navarra 2024

Inscripción funeraria de Santacara (Alta Navarra), época romana


Símbolos solares y cruz hexapétala que se hallaban en las vigas de la desaparecida ermita medieval de San Antón Txikerra de Arteta en Galdakano (Revista Kobie 11, Francisco Javier González de Durana Isusi y M. Barañano Letamendia -1981-) 




Pila bautismal medieval de Andra Mari de Zeanuri (fotos propias).
Aunque la iglesia fue totalmente reformada en el siglo XVI y tiene una torre barroca posterior, la iglesia original era probablemente del siglo XI, de la que se conserva esta pila bautismal
 

Las flores hexapétalas aparecen en muchas civilizaciones ya desde la Edad de Bronce, es el símbolo protector astral más representado en las estelas, por delante de la luna (normalmente creciente) y la cruz precristiana, sólo superada por el sol, al cual parece también representar.

De la Edad Media, la más espectaculares son las del conjunto que se encuentra en Argiñeta, Elorrio, que aún no eran cristianas y las de la foto parecen representar a Eguzki. 

El griego Estrabón en el siglo I d.C., nos dio la única referencia a un culto de los Pueblos euskaros prerromanos, pero no nos aclaró gran cosa: “según algunos autores, los galaicos son ateos, mas no así los celtíberos y los otros pueblos que lindan con ellos por el Norte (de Hispania, donde estarían algunos de los pueblos euskaros), todos los cuales tienen cierta divinidad innominada a la que en las noches de luna llena, las familiares rinden culto danzando hasta el amanecer, ante las puertas de sus casas”.

Las estelas tabulares son otro tipo de lápidas de época romana reutilizadas a posteriori, típicas del suroeste de Baskonia, como ésta de Elorriaga en Lemoa del pueblo prerromano de los karistios o karietas, donde podemos ver símbolos como el "aspa de San Andrés", dos flores hexapétalas que parecen representar soles, una luna creciente y una cruz griega, todos ellos son símbolos que se siguieron usando durante toda la Alta Edad Media por los baskones.

 

LAS DIOSAS BASKONAS EN ÉPOCA ROMANA

En el territorio actual de Euskal Herria, se han hallado 9 nombres de teónimos en euskera en 17 inscripciones. Se trata de manes o lares, es decir, dioses o diosas de los antepasados protectores del hogar en altares o aras votivas romanas de entre los siglos I-III, donde se sacrificaban animales a estos dioses y diosas. 

"Hauek dira hamazazpi epigrafeetan irakur daitezkeen izenak (beren horretan, desinentzia eta guzti), ondoan, parentesi artean, bakoitza edirendako (aurkitutako) herriarekin eta argitara emandako urtearekin: ERRENSAE (Larraga, 1989), HELASSE (Miñao, 1970), HERAVSCORRITSEHE (Atharratze-Sorolüze, 1638), ITSACVRRINNE (Izkue, 1960), LACVBEGI (Uxue, 1929), LARAHE (Iruxo, 1996, Larunbe 2023), LARAHI (Erre- zu, 2022), LARRAHI (Muruzabal Andion, 1940), LOSAE (Lerate, 1946), [L]OSAE? (Zirauki, 1979), LOSAE (Burumendi, 1981), LOXAE (Argiñaritz [Girgillao], 1943; desagertua), LOSAE (Anitz [Zirauki], 2022), SELAITSE (Barbarin, 1911), SELATSE (Barbarin, 1911), S(ELA[I]TSE?) (Barbarin, 1946), VRDE (Muzki, 2012)".

Fotos propias: Museo de Navarra 2024




En su libro "Euskal Herriko Antzinaroko Jainko eta Jainkosen Izenak" (2022) Luis Mari Zaldua Etxabe, filólogo y miembro de Euskaltzaindia, escribe:

"Amaieran -tse edo -(s)se dutenen (Sela[i]tse-ren, Helasse-ren) kasuan ezin bazter daiteke -x(s)o/-so-ren (maskulinoaren) pareko atzizki femeninoa egotea eta, apika, -e bokala genero mozioa izatea. Ikerbide horren alde hitz egiten du Soriako iparraldeko Ae(milius) Onso, Pontia Onse eta Antestia Onse antroponimo hirukoteak, cognomina (familiaren deitura) horien argitan pentsa baitaiteke -o eta -e bokalek generoa bereizten dutela"

("En el caso de los que terminan en -tse o -(s)se (Sela[i]tse, Helasse), no se puede descartar que haya un sufijo femenino igual a -x(s)o/-so (masculino) y que, quizá, la vocal -e sea una noción de género. El trío antropónico Ae(milius) del norte de Soria, Onso, Pontia Onse y Antestia Onse, a la luz de estas cognóminas (nombre de la familia), parece que las vocales -o y -e distinguen el género").

 HELASSE, Miñao Goien (BiBat Museoa, Gasteiz)
Heravuscorritsehe en Zuberoa


Por tanto, parece que la mayoría eran diosas: Errensae, Helasse, Heravuscorritsehe, Itsacvrrinne, Losae-Loxae, Urde, Selatse...donde incluso aparece la diosa "itsas".

Izquierda: ERRENSAE (Larraga, 1989)
Derecha: 
SELATSE (Barbarin, 1911) 
https://euskeraenvaldizarbe.blogspot.com/2013/11/euskarazko-jainkotasunaren-izenak.html

Dentro de Baskonia pero fuera de la actual Euskal Herria, tendríamos la diosa Onse en las Tierras Altas de Soria como menciona Zaldua  (baskones prerromanos), así como las diosas Oandiseen y Laurce  (para más información sobre el euskera en Soria se puede leer https://lehoinabarra.blogspot.com/2023/01/el-euskera-en-soria.html). 

"Tierras, gentes y voces" Eduardo Aznar Martínez
Haurce, voz femenina en las Tierras Altas de Soria

Izquierda: LOSAE (Zirauki)
Derecha: LARRAHI (Muruzabal Andion 1940, en Mendigorria), museo de Andelos
Izquierda:  LACVBEGI (Uxue, 1929)
Derecha: VRDE (Muzki, 2012)
Larunbe "Larahe" (2023)




A estas estelas, habría que añadir las estelas epigráficas encontradas entre los ausko o aquitanos en la actual Gascuña y Alto Garona de época romana, que llevan incisos 70 teónimos y más de 400 nombres de persona en euskera, donde habría otras diosas que requerirían de un estudio similar al de L.M. Zaldua Etxabe.

AMOENAE:,
lo que parece confirmar la hipótesis planteada por Zaldu
a