EL PENSAMIENTO MENDIGOXALE

 

EL PENSAMIENTO MENDIGOXALE

Aitzol Altuna Enzunza




Elias Gallastegi “Gudari”: "Behin baino gehiagotan belaunaldi berrietako abertzale askok euren iraganari buruz ezer jakin nahi ez dutela ikusi dut, ezta egon ziren alderdi eta taldeei buruz ere, haien arteko liskarrei buruz mespretxuz mintzatzen dira, baita haien leloei buruez ere, azken hauek gaur egunerako zaharkituak eta desegokitzat jo ohi dituzte. Hau, halere, beste atzerriko gizon, antzinako mugimendu eta herrialdeei buruzko jakin-mina izateko ez da beraintzentzat eragozpena izaten".




A finales de 1934, a las puertas del alzamiento militar de extrema derecha en España, nació en el seno del PNV-EAJ una corriente nuevamente independentista, criticando la vía estatutista de sus dirigentes de ese momento, Agirre e Irujo.




Su principal ideólogo fue Elías Gallastegi "Gudari" (Bilbao 1892-Donibane Lohitzune 1974). El ideario de Gallastegi quedó reflejado en textos como el siguiente: “Somos nacionalistas vascos amantes de la libertad; de una libertad propia -respetuosa con la libertad ajena- que nazca en el hogar y se extienda a la escuela y a la calle y al taller, y cristalice en el instrumento de gobierno que pueda conducir a nuestro pueblo, a Euzkadi, -con plena facultad de soberano que ejerció en el pasado hacia un desarrollo espléndido-, siguiendo la ruta propia en cuyo cauce se fraguan las siguientes creaciones.

Gudaris del batallón Lenago il en un refugio del monte Gorbeia 

"Podemos invocar este derecho basado en la tradición. Mas, prescindimos si se quiere y si se puede, de tales derechos históricos (…)
Y si no nos amparan toda clase de derechos, pudiéramos aun invocar el nuevo derecho de nuestra voluntad: los vascos queremos ser libres, gobernar nuestro hogar.
No tiene objeto comparar patrias y naciones.
¡Sienta cada uno orgullo de su propia nacionalidad!”.



El movimiento Mendigoxale no se configuró como partido y abogaba abiertamente por la no participación en las elecciones montadas por el imperialismo en tierras vascas, pues la consideraban incompatible con la independencia que era su objetivo. 

Los ejes ideológicos de Euskal Mendigoxaleen Batza (EMB) se pueden resumir en cuatro puntos (“Euskadi Mendigoxale Batza” Durante la Guerra Civil Española 1936-1939” Lorenzo Sebastián García):

1.      Independentismo. Como modelo a seguir para lograr la independencia toman el caso irlandés. En su revista Jagi-jagi número 111 de julio de 1936 los mendigoxales dicen: “Nada pedimos, la independencia nos pertenece por derecho”.

2.      Antiimperialismo. Como consecuencia directa de ser independentistas, son antiimperialistas, dado que al ponerse a favor del derecho que tiene cada pueblo a su independencia y al derecho de todas las naciones a ser libres, se oponen consecuentemente "a la política que admite que una nación continúe expoliada por otra ajena, es decir, al imperialismo. De esta forma, rechazan las políticas coloniales que desarrollan varios estados europeos en Marruecos, Abisinia y País de Gales”.

El antiimperialismo se ejercía primeramente en la propia Euskadi, ya que, para los Mendigoxales, el primer problema social era la derivada de la falta de independencia: "el primer problema del trabajador vasco, son el imperialismo español y el francés, que oprimen a nuestro Pueblo y a él como parte integrante del mismo".


3.     Antifascismo. Los Mendigoxales y ANV compartieron lema: “Aberri libre, gizon libreentzat”, clara imitación del lema de los Infanzones Nabarros: "Pro libertate Patria, gens libera state”. Un Estado propio libre para que las personas puedan ser libres en él. 

4.  Anticapitalismo. Ideológicamente no eran considerados como una agrupación socialista-marxista pese a su anticapitalismo. Compartían los mendigoxales un ideario social y económico basado en “pequeños empresarios autónomos y cooperativas”, donde “(…) la reforma agraria en nuestra patria no debe fundarse en la abolición de la propiedad privada, ni tampoco en la supresión de la propiedad comunal sino en una coordinación entre ambas”.


Grupo de Mendigoxales en el Aberri Eguna de 1932, ala independentista del nacionalismo vasco


     Euzkadiko Mendigoxaleen Batza decía que: “Así como la independencia social de los vascos no podrá ser real hasta tanto que la independencia nacional sea un hecho, tampoco la independencia nacional será realmente efectiva mientras haya un solo vasco que gima bajo las garras del capitalismo. Nuestro objetivo es hacer una patria libre, con vascos libres, políticamente libres socialmente libres”. Esta idea ya estaba en los escritos de Marx y Lenin. 

Hablaban de un “Salario humano”, aquel que sea “lo suficiente para que el hombre satisfaga todas sus necesidades humanas, todas: materiales, morales, espirituales, familiares y sociales” (“Patria Libre- Aberri Azkatuba” Nº7). En cuanto al paro, propugnan la creación de una “Bolsa de trabajo en Euzkadi” en la que estén representadas proporcionalmente todas las organizaciones sindicales vascas y donde se repartan las colocaciones atendiendo a las necesidades y al tiempo que llevan en paro los obreros vascos.


La concepción económica de EMB da más valor a lo común que a lo particular, siguiendo la tradición secular vasca del “Auzolan” y del cooperativismo:

“a) Respetará la esencia de la propiedad privada como elemento necesario, necesario y fundamental para la prosperidad general de Euzkadi.
b) Conjugará la propiedad colectiva con la privada (...)
c) Se reconocerá a los ciudadanos vascos la autonomía más amplia en el uso de sus bienes, siempre que ello sea compatible con el derecho del otro, con el interés social y la seguridad nacional. (...)
d) Se restringirá la libertad de contrato, se impondrá la tasación de precios y se irá a la nacionalización de los servicios de interés público, con toda circunspección, y siempre que el bienestar social o nacional de Euzkadi lo exija” (“Ideario Social del EMB. El régimen actual de la propiedad”, órgano de comunicación de “Patria Libre-Aberri Azkatuba” Nº 9).



“(...) el Euzkadi Mendigoxale Batza ha de solucionarlo conjugando la propiedad y la iniciativa individual con el colectivismo que exija la seguridad nacional, el bien común y el particular, a base todo ello de la copropiedad y de una representación proporcional y demócrata en los Consejos de Administración del capital mayoritario y cuentacorrentistas y empleados. Es decir, nada de gestoras gubernamentales, que coartan iniciativas y supeditan todo al estatismo: armonía y bienestar común. En una palabra, comunidad de intereses nacida de la comunidad de derechos. Amos que son obreros y obreros que son amos, y desaparición del amo “hombre” y “amo” Estado”.


Consideraban, por tanto, la independencia como paso un previo para lograr la igualdad social (el imperialismo es el primer enemigo del proletariado), eliminaban del nacionalismo vasco el "etnicismo aranista" y hacían de todo el Pueblo vasco el sujeto político para alcanzar la libertad. Consideraban al Estado como un mal necesario, por lo que abogaban por un Estado poco intervencionista en la economía y en la vida social.

Además, aunque católicos, el catolicismo para los mendigoxales quedaba en el plano privado y concebían el nacionalismo-independentista como una teoría liberadora del ser humano en pro de la igualdad social, pero incardinado en un socialismo autóctono-pirenaico basado en las tradiciones propias.


Las mujeres quedaban englobadas dentro de “Aberri Emakume Batza”, su propuesta era similar a las asociaciones irlandesas y las otras dos corrientes del nacionalismo vasco (el PNV y ANV), donde se les pedía a las mujeres ayudar en la independencia del país, participar en el trabajo social y al sostenimiento de la familia tradicional, aspecto este último donde sí se seguía la doctrina católica, aunque avanzada para su tiempo: 

“Nos abruma la porquería y la desvergüenza que ha ido adueñándose de nuestro pueblo. Quisiéramos volver a los tiempos de nuestras madres. No porque seamos reacias al adelanto, sino simplemente porque entonces el ambiente se hallaba más lleno de cristianismo y moralidad. La frivolidad de hoy, ha barrido totalmente todo resto de las costumbres no lejanas todavía. Además de cristianas y sin dejar de serlo, nos sentimos íntimamente patriotas. Emakumes, en una palabra” Erroze (“Acción Patriótica”, P.C. Nº 9, 26-II-1937).

Este nuevo enfoque de los Mendigoxales, supuso una reforma ideológica profunda del nacionalismo, haciéndolo más acorde a su época y que será llamado "nacionalismo humanista".

Los Mendigoxales estaban en contra del estatuto que se estaba gestando: “No nos vengan ustedes con el estatuto en las manos para hacernos callar en su nombre. Nosotros no mendigamos. (...) En cuanto a lo del estatuto les hemos dicho que es cosa que en nada nos afecta como organización. No hemos tomado parte en su confección, ni tomamos parte en su Gobierno. No nos confundan. Nosotros somos nosotros, es decir, ni autonomistas, ni estatutistas: nuestra concepción nacionalista nos llevó a esto. A ser separatistas”.

“(...) los pueblos no se conforman con autonomías, ni remedios pasajeros. Y su derecho no lo admiten ni mermado, ni cercenado por facultades que el dominador concede, por amplias que sean. No quiere hipotecar la libertad que sólo es suya” (Patria Libre –Aberri Azkatuba” nº 5).


Y más adelante: “Nada que provenga de un ejecutivo español resolverá los problemas vascos porque ellos son el origen de las desdichas de nuestro Pueblo.

Si no admitimos que España pueda inmiscuirse en los asuntos vascos, de la misma forma rechazamos que cualquier nacionalista vasco intervenga en los españoles. Esta actitud, además, reconoce de forma implícita la subordinación a los intereses estatales (españoles).
España jamás aceptará la existencia de los vascos como Pueblo, por ello, España nunca dará la solución al problema que reclamamos los nacionalistas. 

Queriendo salir de este círculo cerrado, ante el sistema electoral español proponemos: concurrir a las elecciones para evitar que otros candidatos españoles puedan copar la representación institucional del conjunto de los vascos. No acatar la Constitución española. En todo caso, no acudir al parlamento español. Tomar posición de los escaños con dos únicos fines: reclamar la independencia de Euzkadi y presentar una oposición total a cualquier ley española”.

El destacado miembro del movimiento Mendigoxale Trifón Echebarría decía que el Estatuto era: “una maniobra del Gobierno de Madrid, que cedió un simulacro de autonomía para asegurarse nuestro apoyo en la guerra (...)” (Eugenio Ibarzábal en "50 años de nacionalismo vasco 1928-1978" ).


Cuando José Antonio Agirre fue nombrado Lehendakari el 7 de octubre de 1936 en Gernika, desde las filas de los Mendigoxales se oyeron gritos de “estatuto no, independencia sí” y “no queremos huesos roídos”, Agirre respondió: “Gora Euzkadi” y los presentes respondieron “Askatuta”. 

Los Mendigoxales eran contrarios a la República española y a un Gobierno vasco con partidos españoles, por lo que abandonaron la Sala de Juntas de Gernika y no participaron del recién creado “Gobierno vasco”.

EL GOLPE DE ESTADO DEL FASCISMO ESPAÑOL

En la Guerra que se produjo tras un nuevo golpe de Estado de los generales españoles disidentes en julio de 1936 y en post de un régimen fascista-católico, los Mendigoxales no lucharon por la República Española, sino por la independencia del país. 

Para lograr la independencia, en plena guerra y tras no poder publicar su revista Jagi-Jagi, los escritos llegaron de su órgano de prensa “Patria Libre-Aberri Azkatuba”. Esta publicación, llevaba también el significativo subtítulo: “Vascos, uníos y haced libre a Euzkadi”, dirigida por Tifón Echebarría “Etarte”, donde una cuarta parte estaba en euskara, en esos años, la revista que más espacio publicaba en la lengua nacional. EMB proclamaba la obligación de saber euskera para toda la administración nacional y la extensión del idioma y la cultura vasca toda la ciudanía.

Mendigoxales desfilando por Bilbao a finales de junio de 1936, poco antes de la toma de los fascistas españoles de la villa



En el “Patria Libre-Aberri Azkatuba” de febrero de 1937 (Nº 7), se proponía la creación de un “Frente Nacional por la Liberación de Euzkadi”, al modo que proponía STV (Solidaridad de Trabajadores Vascos, hoy ELA-STV), para el cual se crearía un gobierno provisional o “Comité Superior Vasco”, compuesto por el PNV, Acción Nacionalista Vasca (ANV), Solidaridad de Trabajadores Vascos (STV) y Euzkadi Mendigoxale Batza, cuyo objetivo sería “(...) la unión de los patriotas para lanzarnos a una cruzada pro independencia”.

En su obra inédita “La cuestión vasca” (1966), el getxotarra Federico Krutwig, comentaba: “Entre todos los seguidores de Sabino de Arana, se puede decir que Elías de Gallastegui ocupa una posición preeminente. De él se puede decir lo que generalmente nunca se puede decir de un discípulo, que sobrepasó en calidad al maestro. Pues si bien es verdad que Luis de Arana Goiri es el padre de la idea, como decían los nacionalistas del Mendigoixale Batza, no cabe duda de que sólo bajo Sabino de Arana Goiri, adquiere esta idea cuerpo…Pero todo este proceso del nacionalismo, con ser una fase muy importante, se desarrolla bajo tierra”.


Luis Arana Goiri (Abando 1862-Santurtzi 1951) en el balcón de su casa en Abando el día del primer Aberri Eguna en el año 1932, cuando se puso la placa en recuerdo de ambos hermanos y su conversación en el patio de su casa que supuso el nacimiento del nacionalismo vasco.
Siempre en tensión entre la independencia y el autonomismo español, tras morir Sabino Arana, se llegó a fragmentar el PNV en Comunión Nacionalista (1910), mayoritario, y un PNV-Aberri refundado poco después por Luis Arana y Eli Gallastegi “Gudari” (1915). 
De Comunión Nacionalista (que no de Aberri como cabría esperar), el día de San Andrés de 1930, nació Acción Nacionalista Vasca-Eusko Abertzale Ekintza (ANV-EAE)




Mendigoxaleen sorrerari buruzko Informazio gehiago: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/jagi-jagi-mendigoxales.html