RONCESVALLES/ORREAGA

 

RONCESVALLES/ORREAGA 

Apuntes sobre la evolución histórica del Pueblo y el Estado Vascos


Felipe Campo Ramírez 


Introducción (RESUMEN)




Las sociedades humanas, como cualquier otra, son sociedades conflictivas que deben adaptarse a los problemas que les son planteados: por la Naturaleza y, obviamente, por otras sociedades humanas. A lo largo de su existencia, los Pueblos van resolviendo esos problemas y creando sus organizaciones sociales y su cohesión interna hasta constituirse en Naciones. 

La Nación -como antes lo fue la horda, la tribu o la ciudad- es actualmente el límite máximo de cohesión, el ámbito máximo de solidaridad, de moralidad y de legalidad relativas que la Humanidad ha alcanzado (…).

Si bien nuestros antepasados no nos legaron grandes riquezas ni tampoco ilimitados tesoros científicos, no obstante hemos recibido de ellos, entre otras cosas, el permanente amor por la libertad así como también el insaciable odio hacia los enemigos de ésta. 

Gracias al mantenimiento de esos valores y a su incesante lucha en pro de la libertad, nuestros antepasados Vascones cumplieron un cometido especial para la historia de todos, estableciendo los fundamentos de una nueva democracia frente a los intentos del nuevo despotismo: el imperium o dominium mundi que volvió a extenderse por el occidente de Europa. 

En este sentido las dos victorias obtenidas sobre los Francos en los años 778 y 824 en Roncesvalles/Orreaga (o Errozabal, según la reciente investigación de Xabier Irujo: 778, La Batalla de Errozabal en su contexto histórico -2018-) por aquellos antepasados vascónicos, coaligados contra el expansionismo de aquéllos y su Imperio Franco-Carolingio, son paradigmáticas. 

Escribe Aitzol Altuna: “Así es como la victoria baskona del 15 de Agosto del año 778 [en Orreaga/Errozabal] ha pasado a los anales como una de las grandes batallas de la historia de la humanidad, y ha sido el punto de inflexión al imperialismo que ha permitido a numerosas naciones europeas sobrevivir a la Edad Media y llegar hasta el presente. 

Numerosos cantares de gesta o épicos narran esta batalla, y llegaron a su cumbre con la Chanson de Roland en el siglo XI: primer libro en romance de toda Europa. Pero hubo versiones de la batalla en poemas de los Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Alemania, Gales y Castilla; lo que da muestra del eco que tuvo la derrota franca en todo el medievo europeo y mundial”.

La orientación ideológica de la historiografía oficial europea está basada desde siempre, por instigación de la Iglesia y de los poderes establecidos bajo su bendición, sobre la ocultación/falsificación de la realidad a fin de presentar imperio e imperialismo como un hecho benéfico y positivo frente a la libertad de los Pueblos; libertad y Pueblos que se presentan por el contrario como elementos ligados a “salvajismo” y “barbarismo”.

Por ejemplo la “conversión de los Sajones al Cristianismo” por orden del rey Franco Carlos I (posteriormente Carlomagno): bendecida por la Iglesia, resultado de las dieciocho batallas llamadas “Guerras Sajonas” (772-804), y que es presentada con naturalidad y elogios por la historiografía oficialmente admitida, oculta el hecho de que fue conseguida mediante terrible coacción y decapitaciones en masa (Masacre de 4.500 Sajones en Verden, Octubre-782), y da la medida del grado de perversión o embrutecimiento moral con el que la “ciencia” histórica oficial envenena las mentes de sus pacientes como consecuencia de esa falsificación/ocultación ideológicamente orientada, la cual llega a nuestros días. 


Es así como las “autoridades” morales y académicas de Europa Occidental no han tenido ningún escrúpulo en crear un “prestigioso” premio con el nombre de este genocida avant la lettre: el “Premio Carlomagno”. 

Pero los Vascones, que habían comprendido que su nombre era sinónimo de muerte, destrucción y opresión, afortunadamente pudieron derrotarlo. 


Las victorias de la coalición de Vascones en Orreaga/Errozabal sobre el criminal imperialismo del rey franco Carlos I el Grande (778) y su hijo el Emperador Luis I el Piadoso (824) tuvieron, para la causa de la libertad y el poder del Pueblo (= demo-kratia), la misma significación e importancia que habían tenido las victorias de la coalición de Griegos en Maratón y Platea sobre el imperialismo de los Persas Darío I el Grande y su hijo Jerjes I el Grande


Es sólo que el Nazi-Fascismo, pese a su presunta derrota militar en 1945, y el Imperialismo europeos siguen aún ideológica y políticamente vigentes, ocultando la realidad, y honrando desvergonzadamente a uno de sus genocidas fundadores. 



RONCESVALLES/ORREAGA, CONTINÚA

Pueblo (no población o “ciudadanía”), territorio (no demarcación administrativa colonial), y libertad y derecho de autodeterminación (no dominación foránea), integran la Nación y fundan su Estado. La cuestión nacional de los Pueblos sojuzgados y colonizados es solo especie de la cuestión nacional en general. 

La negación de estos Pueblos y/o de su libertad o derecho de autodeterminación; de sus características, memoria y continuidad históricas que los conforman como Naciones establecidas sobre su propio territorio; eventualmente de sus propios Estados libre e históricamente constituidos: ocupados y anexados mediante agresión y violencia; así como de los crímenes cometidos contra ellos en la empresa de expansión imperialista y terrorista: todo ello es lo propio del totalitarismo y el fascismo, y la tarea de sus legistas y agentes ideológicos.

Aritz Ibarraren margoa

Decía el ilustre historiador Juan Iturralde y Suit: “un Pueblo que a sí mismo se ignora, es como si no existiera” (…) Una de las ideas más perniciosas que el imperialismo ha impregnado entre nosotros a fin de que admitamos nuestra irrelevancia y olvidemos nuestra historia e identidad, y que por tanto debemos desterrar lejos, es la de que “somos un Pueblo sin Estado”: falsedad ridícula que es sin embargo admitida hoy en día con toda naturalidad por ciertos sectores de nuestro País. 

Esa falsedad va unida también a la sistemática distorsión que, ya desde la primera infancia e incluso en los ikastola, se implementa sobre la existencia misma y la continuidad históricas de nuestro Pueblo en los libros de texto. 

En ellos los Vascones (y otros Pueblos), tras haber desaparecido en las rotulaciones de los mapas de “Hispania” (u otras regiones) bajo la dominación romana, siguen desaparecidos también tras la caída del Impero Romano bajo la rotulación y coloración que indica “Visigodos” (o “Francos”) (…)... 

En otras palabras: los mapas humanos que comentamos, con los que se enseña (?) a los niños vascos, presentan unos datos que hacen invisible a nuestro Pueblo y que -orientados deliberadamente a establecer su ocultación/inexistencia- son en cualquier caso falsos en más de un 90%. 

Esto se complementa con la reciente propaganda difundida por la televisión “vasca”; en la que, mediante programas de pretendida “altura e imparcialidad científicas”, se divulgan - dirigidas a los adultos - supercherías similares (…).

Estando todo esto claro debemos restablecer ya una idea fundamental: ni hemos sido ni somos un Pueblo sin Estado.