ORREAGA O EL DÍA DE NUESTRA INDEPENDENCIA

ORREAGA O EL DÍA DE NUESTRA INDEPENDENCIA

Aitzol Altuna Enzunza



Todas las naciones tienen un día nacional donde conmemoran un hecho histórico. Los estadounidenses celebran el 4 de julio su “Independece day”, los franceses el día de la toma de la cárcel y polvorín de la Bastilla por el Pueblo el 14 de julio o los españoles el 12 de octubre, cuando Cristóbal Colón llegó al continente americano. 

El nacionalismo vasco ha elegido celebrar el día en el que el padre del nacionalismo vasco, Sabino Arana, tras una conversación en el patio de su casa en Abando con su hermano Luis, fue consciente a los 17 años (por tanto en el año 1882), de que no éramos españoles. 

Es lo que se celebra el Aberri Eguna todos los domingos de Pascua desde 1932; se tomó ese día por ser el de la independencia de Irlanda de Inglaterra tras más de 700 años de ocupación, hecho que se produjo en el año 1921. 

Los irlandeses, a su vez, eligieron ese día por el pasaje de la Biblia donde los judíos lograron de manos de Moisés su liberación de la esclavitud que padecían en Egipto, siendo también la fiesta de la independencia nacional judía.

Es evidente que la conciencia nacional vasconabarra fue resurgiendo durante todo el siglo XIX con las Guerras Carlistas de telón de fondo, ahí están los textos de Agosti Xaho o Antoine d'Abbadie por ejemplo, y tiene su culminación con Sabino Arana, cuyas ideas, no se puede negar, han dado el aliento a este Pueblo durante el último siglo. 

El historiador español Manuel Tuñón de Lara en su libro “Historia de España en el siglo XIX” (1974), comentaba sobre esta cuestión: “Por encima de hechos aislados anecdóticos, el rasgo esencial y original que tienen la Guerra Carlista en Euskalerria es su dimensión popular que viene a ser, ni más ni menos, que el primer signo de formación de una conciencia nacional”.


Pero, si cogemos la historia de los vasconabarros desde que tenemos documentación escrita, la conciencia nacional aparece muchísimos siglos antes. 

La clave parece estar en los movimientos sociales y políticos que continuaron a la caída del Imperio Romano Occidental y que se llamaron movimientos bagaudas (“gente errante” en idioma celta), los cuales tuvieron su momento álgido durante los siglos V-VI. 

Es difícil pensar que estos baguadas fueran simples campesinos descontentos y que pudieran tomar ciudades amuralladas tan importantes como Zaragoza; que tropas romanas, después visigodas, no pudieran con ellos y que la rebelión se mantuviese durante un período tan largo de tiempo hasta el siglo VII. 

El origen del núcleo del movimiento bagauda lo explicaba así el Catedrático en Historia Medieval José Luis Orella (Historia de Euskal Herria Tomo I): “El saltus (vasconum) permanece inalterable a lo largo de la historia romana sirviendo de soporte lingüístico y cultural de los vascones, los cuales encontraban en el saltus sus raíces más antiguas y el lugar refugio en los momento de acoso”.


Se puede considerar el movimiento bagauda como el inicio de la defensa de los Pueblos euskaros de su territorio y origen de su unidad, que tendría su continuidad con el nacimiento del ducado de Baskonia sobre el año 600 y que culminará con la creación del Estado baskón de Pamplona y de Nabarra entre los años 778 y 824 tras las Dos Batallas de Orreaga. 


En las crónicas francas ya se recoge esa unidad nacional, como en este texto del cronista franco Gregorio Tours del año 587 donde todos los euskaros aparecen bajo un solo nombre: “Irrumpieron los baskones (uuascones) de entre las montañas, bajaron a los llanos, devastaron viñas y campos, incendiando las casas, llevándose a muchos cautivos con sus ganados. Contra los cuales actuó a menudo el duque Austrovaldo, pero causándoles poco daño”.


La conciencia nacional de los baskones ya fue comentada en el siglo XIX por la Asociación Euskara de Iruñea-Pamplona, como en el libro de Arturo Campión (1854-1937) “Nabarra en su vida histórica” (1929): 
“Los baskones se nacionalizaron en forma de reino de Nabarra. Durante un tiempo, difícil de acotar, baskón y nabarro fueron términos equivalentes (…) El edificio histórico se asentaba sobre la base étnica en cuanto esta se exteriorizaba mediante el idioma, las costumbres, las instituciones y la conciencia nacional colectiva”. 

Éste hecho histórico también fue descrito por el historiador estellés José María Lacarra (1907-1987) en su libro “Historia del Reino de Navarra en la Edad Media” donde comentaba que: “Las presiones exteriores acentuarán la unión y contribuirán a formar la conciencia nacional”. 

La evidencia de que las conciencias nacionales surgen en la profunda Alta Edad Media, es sostenido por historiadores como el anglosajón Adrian Hastings (1929-2001) en su libro “The Construction of Nationhood” (1997) o por el Catedrático emérito de Historia del Arte Moderno y Contemporáneo de la Universidad de Zaragoza Gonzalo M. Borrás (Teruel 1940).


El propio Lehendakari Agirre fue consciente de nuestra realidad histórica cuando en el exilio pudo estudiar la historia del Pueblo baskón: “(…) juzgo el reinado de Sancho el Mayor (1005-1030) sostengo que su genio indígena no solo sintió la unidad nacional sino que supo realizar una Confederación de Estados nacionalmente homogénea. (…) 

Esta tesis no solo encuentra eco en los tiempos del Mayor sino también en los que precedieron a la Monarquía Pirenaica en esos trescientos años de lucha contra el invasor germano que es cuando se forma realmente la nacionalidad vasca con voluntad de existencia y de lucha”.


La Primera Batalla de Orreaga-Roncesvalles tuvo lugar el 15 de agosto del 778 y fue la base Estado baskón y soberano de Nabarra, sería nuestro “Askatasun Eguna”, hecho épico recogido en todos los cantales de gesta europeos. Según el historiador artajonés Jimeno Jurio (1927-2002), en esta batalla habrían participado baskones de lo que hoy son Gipuzkoa, Alaba o Alta Nabarra, baskones del norte como bearneses o gentes de Bigorre. 

Así lo atestiguaría un documento lapidario de Pasaia. La lápida actual de Pasaia es del siglo XVI y está en el barrio de San Juan (Donibane) dentro de un humilladero, por tanto es muy tardía, pero a sentir del lezotarra Lope Isasti (1565-1626) historiador contemporáneo a la misma, era una copia de otra más antigua. 

La lápida dice en latín: "En acción de gracias por la victoria obtenida y cumpliendo el voto hecho a Dios y a Santa María siempre Virgen por sí y sus compañeros de Pasajes (Pasaxe), vencedores, en la era (hispana) del 814 (año 778 d.C.), cuando fuimos a Orreaga (Orrierriaga) y al monte Pirineo, ahora llamado de Roncesvalles (Roncos Valles), a luchar contra el ejército de Carlo Magno, rey de los francos, con nuestro Pueblo de Basconia (Basconie popvulo)”.



Federico Krutwig Sagredo “Aberri-Egunaren erran-nahia orain eta lehen” (1978): "Euskalherriaren garhaipen historiko bat hospatzen den egun batetan finkatu behar lizateke. Neure aburuz hunelako fetxa historikoa Euskalherrian, Orstaroaren (abuztuaren) 15a izan da, noiz euskaldunek Frantziaren harmada Orreagan suntsitu bait zuten. Euskaldunen viktoria hau mundu osoan ezagutzen da”.

EL MOVIMIENTO NAFARZALE ANTE LOS NUEVOS TIEMPOS

EL MOVIMIENTO NAFARZALE ANTE LOS NUEVOS TIEMPOS

Aitzol Altuna Enzunza


George Orwell en su libro “1984”: “Quien controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado”.


Gracias a la coyuntura política actual se ha abierto un período de reflexión política que puede ser muy interesante si tenemos humildad y sentido nacional (lo que se ha venido llamando “patriotismo”). En esta coyuntura, el movimiento nafarzale -Nabarra Estatu Mugimendua-, está cumpliendo una importante misión, pues sus reflexiones están siendo tremendamente acertadas.


Hay quien coge el "rábano por las hojas" y ve en el movimiento nafarzale sólo la reivindicación histórica del reino de Nabarra, de ahí la frase de “nacionalismo historicista” con la que ningún nafarzale nos identificamos y que es una crítica más propia de un foro banal de Internet, la cual roza el absurdo cuando se quiere hacer mofa afirmando que se persigue crear un nuevo “reino” baskón (incluso desde los que sin sonrojo aceptan y participan del reino español). 

Ninguno de esos críticos parece recordar que el primer libro del nacionalismo vasco fue “Bizcaya por su independencia. Cuatro Glorias patrias”, publicada en 1892 por Sabino Arana, al cual nadie juzga de historicista o de buscar un “señorío”.


Winston Churchill: “Quien carezca de sentido de la historia que se dedique a otra cosa pero no a la política”.

Es verdad que la primera “victoria” del movimiento nafarzale ha sido en el terreno interpretativo de nuestra historia, la cual estaba muy desenfocada y escondida tras la lucha foral del siglo XIX. Pero “al César lo que es del César” y pronto hará un siglo que varios historiadores y políticos de todas las familias políticas vascas adelantaron ésta cuestión, aletargada después por la lucha “más física” contra el fascismo español. 

Entre estos políticos e historiadores estaban gentes tan significativas del nacionalismo vasco como Anacleto Ortueta, José Antonio Agirre, Manuel Irujo, Telésforo Monzón, Federico Krutwig o el recientemente fallecido Joseba Álvarez Enparantza “Txillardegi” entre otros.


El V Centenario de la invasión de la Nabarra nuclear (2012) está siendo un triunfo para el movimiento nafarzale como ya se pudo comprobar en la pasada Azoka de Durango. Sobre todo, gracias a las recientes aportaciones de los últimos historiadores alto nabarros: Jon Oria Oses, Peio Esarte, Tomás Urzainqui, Mikel Sorauren, Vicente Serrano Izko, Peio Monteano y otros más jóvenes como Joseba Asiron o Alvaro Adot. 

Finalmente se ha doblegado el discurso españolista de nuestra historia, que han tenido que adecuar a las evidencias de la conquista armada del reino nabarro. 

Incluso han querido acallar a su propia gente y aleccionarla, como con la carta personalizada titulada significativamente “Evitar la polémica” de las recientes órdenes del partido regionalista español UPN a sus afiliados.


Pese a todo, falta mucho por escribir de nuestra historia, sobre todo en el caso de la Nabarra Occidental, donde no contamos con la tradición de los grandes historiadores de los siglos XIX y XX de la Nabarra nuclear como los Juan Iturralde y Suit, Arturo Campión, José María Jimeno Jurio, Julio Altadill, José María Lacarra, Bernardo Estornés Lasa, María Puy Huici Goñi, Pablo Antoñana etc., precursores de los mencionados en el párrafo anterior. 

La historia de la Nabarra Occidental no está lo suficientemente trabajada, salvo pequeñas islas que se antojan insuficientes, como el fallecido José María Olaizola o, más recientemente, Aitor Pescador, Iñaki Sagredo con los castillos nabarros o Peio Guerra con sus historias noveladas.

Hoy, dentro del nacionalismo vasco, no hay otra interpretación de nuestra historia que no sea la nafarzale, los pocos libros que intentan evitar enfocar nuestra historia con el hilo conductor del reino baskón, caen por su propio peso, mapas incluidos.


Bernardo Atxaga: "Nos separan sólo 6 abuelas del reino de Navarra".

El movimiento nafarzale ha devuelto la centralidad de nuestra política a Nabarra, el Estado baskón, y por ende a nuestra capital Iruña, lo que tiene importantes consecuencias políticas: al interpretar correctamente la situación histórico-política, la conclusión que a muchos les está costando digerir, es que: no necesitamos construir una nación, ni siquiera un Estado nuevo: ya somos una nación, ya somos un Estado. 

El nacionalismo vasco pasa “de la lucha para la creación y la reivindicación de la nación vasca” del abertzale, a la “lucha para la liberación de nuestro Estado” del nafarzale.


Esto es revolucionario para nosotros, supera el “Euskadi da euskaldunen aberria” de Sabino Arana. “Euskadi” es un término reciente sin apenas historia e inventado por una persona que habla de una nación a construir, derechos “históricos” difíciles de ejercer al enredarlos en la maraña judicial imperialista mezclados junto con revisiones forales y/o estatutos, lo que ha hecho pasar a “Euskadi” de un proyecto de nuevo Estado vasco a un nombre de una Comunidad Autónoma española más.

El intento de cambiar el término “Euskadi” por el varias veces centenario aunque lingüístico “Euskal Herria” (literalmente “tierras o país del euskera”), usado con un sentido político desde hace menos de 10 años, desenfoca aún más la cuestión, al perderse totalmente la referencia histórica común y lo políticamente fundamental: recuperar nuestro Estado, ser dueños de nuestro futuro, de lo cual depende el propio euskera y su pueblo Euskal Herria.



Carl Von Clausewitz (1780-1831): “El aspirante a conquistador es un amante de la paz (como Bonaparte), pues la gustaría entrar en nuestro Estado y ocuparlo sin oposición”.

Otra consecuencia política del movimiento nafarzale, es que para el Derecho Internacional, hoy somos una nación con un Estado conquistado e invadido y que por tanto podemos declarar unilateralmente nuestra independencia según la sentencia del 22 de julio de 2010 del Tribunal de la Haya (organismo oficial de la ONU): 

“No hay norma en el derecho internacional que prohíba la declaración de independencia". Ya no somos un pueblo con “derecho de autodeterminación” y menos con el nuevo "derecho a decidir" para “votar o no por la independencia”, sino que ya estamos autodeterminados hace muchos siglos (al menos desde el 15 de agosto del año 778) y exigimos a los imperialistas que abandonen inmediatamente nuestras tierras.


Dentro de esa maraña imperialista a la que muchos atribuyen poderes mágicamente “democratizadores”, ni siquiera terminamos de entender el derecho de autodeterminación (síndrome del colonizado): Iñaki Aginaga IPARLA nº4 año 2005: 

“Un régimen democrático sólo puede constituirse sobre los derechos fundamentales. No hay democracia donde no hay derechos, y no hay derechos donde falta el derecho de autodeterminación de los pueblos, primero de los derechos humanos y condición previa de los demás. El derecho de libertad, libre disposición o autodeterminación de todos los pueblos es el derecho de independencia incondicional e inmediata frente al imperialismo”.


Estas fundamentales correcciones en nuestros análisis políticos, son las principales aportaciones del movimiento nafarzale hoy (y más que vendrán), el cual amplía el nacionalismo vasco, lo enriquece y lo que es más importante: nos ayuda a tomar las decisiones correctas –estrategia- que nos llevarán a la acumulación de todas las fuerzas de nuestra nación -pueblo y poder-, para liberar nuestro Estado: la institucionalización política de ese pueblo y de su poder.

ABUZTUAREN 15EAN, ASKATASUNAREN EGUNA PASAI DONIBANEN

ABUZTUAREN 15EAN, ASKATASUNAREN EGUNA PASAI DONIBANEN

Aitzol Altuna Enzunza



Nafarzale guztiak, abuztuaren hamabostean, Pasai Donibanen hitzordua dugu gure Estatuaren sorreraren urteurrena ospatzeko. Gure Herriak, inperialismoaren aurka mantendutako borrokan, 778 eta 824 urteetan Orreagan gertatu ziren batailen ondorioz, Estatua eratu genuen. 

Gure Herriaren nortasuna gure hizkuntzan, “lingua navarrorum”ean, isladatzen da. Gure Herriaren izaera politikoa berriz, Nabarrako Erreinuaren mendeetako iraupenak erakusten du, bere jatorria VII. mendeko Baskoniako dukerrian zuelarik: Europako Herririk zaharrena gara, bai, baina baita, askotan ahaztu edo jakiten ez dena, Europako lehenengotariko Estatuetako bat ere, eta gehien iraun zutenetarikoa gainera: IZAN ETA UKAN.


Nafarron zorionerako, gure askatasun historikoaren garra ez da itzali, hainbat Herri inperialistei aurre egitea lortu diegulako: erromatarrei, frankoei, godoei, musulmanei, gaztelar-aragoarrei, eta gaur, espainiar eta frantziar inperialismoak: EZ DA GUTXI!


Horixe dugu jarraitu beharreko bidea: indarrez menperatutako gure Estatuaren errealitatea askatzeko etengabeko borroka. Hauxe da gure egungo errealitate historikoa azaltzen duen inflexio puntua, eta beraz, gure egoera politikoa argitzen duena. 

Ez karlismoak, ezta euskal nazionalismoak ere, ez dute jakin gure historia, gure esperientzia gizarteratzen, beraz, jatorriz murriztuak eta gaizki bideratuak jaio ziren proiektu politikoak izan ziren.

Euskal nazionalismo edo abertzalismoak karlismoa bere egin zuen modura (gogora ditzagun Jaungoikoa eta Lagizarra), nafarzaleok gure egin behar ditugu abertzalismoa edota karlismoaren alderdirik onenak, hala nola Foruen edo ohituratan oinarritutako Zuzenbide Piriniotarraren ideiak eta gure hizkuntzaren defentza, baina, haien akatsengandik ere ikasiz: gure Estatua Askatzeko eta Herri libre bat bezala bizitzeko, estrategia propioa behar dugu.


Karlismoak, lau estatu euskaldun ezberdinen ideia bultzatzen zuen (Bizkaia, Gipuzkoa, Alaba eta Nafarroa Garaia), Estatu bakoitzak errege gaztelar-espainiarrekin paktatu zutela ere defendatzen zuten. Euskal nazionalismoak berriz, “Euzkadi” Estatuaren berri baten ideia sortu zuen, eta gaur, berez historikoagoa den Euskal Herria terminoarekin batera erabiltzen du. 

Euskal Herria definizio kultural edota etnikoa da, germaniar, luso edo anglosajoi-ren maila berean; baskoi edo euskaldunak, horixe da garena. “Euskal Herria” nazioarteko oihartzun txikiko terminoa da, ibilbide politiko motzekoa, euskaldunok modu askean sortutako batasun politiko milenarioaren ukapena. 

Gure batasun politikoaren izena, Nabarrako Estatua da: egun inbaditua eta menderatua dagoena, hauxe da gure abiapuntua. Ez dugu beste Estaturik sortzeko beharrik, baizik eta duguna ondo ezagutu, askatu ahal izateko.


Gure antolamendu juridikoari dagokionez, nafarzaleok, gure legeen funtsa berreskuratu behar dugu: Zuzenbide Piriniotarra, Nabarrako Estatuaren zuzenbidea, “Foru” izenarekin ezagunagoa. 

Lege hauek Herriak egindakoak dira, ohiturak egindakoak, hasi ustiapen komunalak, auzolanak edota gizartearen bizitza antolatzen duen auzotik, eta gure nazioaren Konstituzio orokorraraino. 

Gure Herriak sortutako lege-sorta dira Foruak, ohiturak lege bihurtuta, behetik gorantz, bere sorlekua duen gizartean guztiz errotuak: HAU DA GURE IZANA.

Atarrabia-Villavako monumentua Sancho VI Jakintsuari, 1174an Nafarroako Lehen Konstituzioa edo Nabarrako Foruak idaztea agindu zituenak.


Euskal Autonomi Erkidegokoa, Nafarroako Komunitate Forala eta Iparraldeko Euskal Hirigune Elkargoa, euskal nazionalismoak eta erregionalismo nafar-espainiarrak defendatuak, Espainiak eta Frantziako egindako zatiketak eta emandako legepean ari dira, euren antolamendu juridikoan oinarrituak, eta gu, betetzera behartuak gaude: inperialismoaren legeak dira, inposizioak, euskal nazionalismoak lorpen bezala saldu dizkigun lege totalitarioak eta euren proiektuaren porrotaren erakusle, boterearen galera absolutua, gure Herriaren eta bere izaera demokratikoaren ukapena: EZ IZAN, EZTA UKAN.


Gure gobernuari dagokionez, nafarzaleok Herriaren indarrean oinarritzen gara. Nabarrako Estatuaren sortze beretik, inperialismoaren aurkako Orreagako bigarren batailan. 

Herriak, lurraldea defendatzeko helburuarekin, bere burua gobernatu eta Estatua sortu zuen; ez zen errege baten okupazioa izan, edota jaun batzuen gaineko boterea eta hauen lurren anexioa. 


Gure historia egitura politiko demokratiko baten eboluzioa da: Herria erregearen edo behin-behineko gobernarien gainetik. Gure auzokoen totalitarismo inperialistaren aurrean, nafarron demokrazia: IZAN ETA UKAN UZTARTURIK.

Gure estrategiari dagokionez, iruzurraren, ezkutaketaren eta Estatu totalitarioek beharrezko dituzten kolaboratzaileen bitartez ez bada, ezinezkoa da gaur egun Herri baten gehiengoaren iritziaren kontra gobernatzea. 

Estatu moderno hauetan “ideia guztiak” eta nazionalitate guztiak sartzen dira, baina paperean soilik: ez dago tokirik Herri baten eskubide printzipalarentzat, autodeterminazio eskubidearentzat. Eskubide honetatik beste guztiak jaiotzen dira. 


 Anso Jakitunaren aitaren txanponetan, Gartzea Ramiritz Berrezarlea (1134-1150),  "Navarra" erresumaren izena bezala agertzen da, izar baskoia, ilargia eta Eneko Aritza lehen erregearen gurutze hankaduna baita 

Hau, gizaki baten existentzia onartzea bezala da, baina geldi, paralizatuta, iraganik gabe, bere ohean badirau, inork bere izena esan barik, hor egongo delarik, nahi duena pentsatuz, baina isilik, hil arte. 

Herri baten autodeterminazio eskubidea onartzen ez bada ez dago demokraziarik, beste eredu bat dago: inperialismoaren eredu totalitarioa.


Totalitarismo modernoak, munduaren begiradapean aurrera egin ahal izateko, demokrazia itxura hartu du. Demokrazia baten elementuak hartu ditu horretarako: alderdi politikoak, parlamentuak, bozkaketak, erregioentzako autonomia ekonomiko maila bat, prentsa askatasuna, elkartzeko askatasuna…baina inposatutako demokrazia da, eta pentsatuta dago menderatutako Herri eta Estatuek ezin dezaten askatasunez erabaki zer izan nahi duten, Herri bezala zer egin nahi duten edo haien lurraldea nola antolatu nahi duten. 


Estatu totalitarioak beretzat hartu du indarkeria fisikoaren monopolioa, lege, epaile, polizia eta ejerzitoan ezkutatuta dagoena; eta biolentzia psikologikoarena, menderatutako Herriaren mespretxua lortuz, heziketa legeen, hezitzaileen, kolonizatzaileen eta komunikabideen bidez. Komunikabideak, inperioaren hizkuntzan bonbardeo psikologiko latz bat barneratzen diguten inperialismoaren tresnak besterik ez dira.

Karlismoak edo euskal nazionalismoak ez bezala, nafarzaleok ez dugu onartuko guk geuk sortutakoa ez den egitura politikorik. Gure egitura politikoak gure Herriaren lanaren fruitu izan behar dira, eta ez inperialisten indarraren ondorio.


Gure nazioaren mugei dagokienez, Nabarrako Erreinuak bere balore handienetariko bat Ebroko mugan zuen, han zeuden gaztelu gehienak, eta han aberriaren maitale handienak, inbasio espainiarraren ostean jazarpen gogorrena jasan zutenak. Saltus Vasconum edo Euskal Herri berdea erretagoardia izan zen XII mendera arte.

Ezin dugu gure kultura Euskal Herri berdearen kulturara murriztu, honek gure nazioa pobretu egiten duelako. Onartu behar dugu, harrotasunez eta inolako konplexurik gabe, euskaldun edo baskoi izateko era guztiak, gaur egunera heldu direnak, eta guzti hauek biltzen dituen Nabarra, nazionalitate “nafar” batean sartuta: espainol eta frantziarrek, godo eta frankoen oinordekoek, oraindik ere oinperatzea lortu ez dituzten baskoiak gara.


Nafarzaleok, naturaltasunez barneratu behar ditugu gure amankomuneko proiektuan bai gure Ebroko aberrikideak, “baskoi geldiezin horiek”, baita gure aberikide gaskoi eta bearnesak ere, “baskoi erromantzatuak”, hauek ere, franko eta akitaniar-ingelesei aurre egin baitzieten, eta gaur egun inperialismo frantsesa jasan behar baitute.

Gure nazioaren egungo helburuari dagokionez, Nafar nazio honen helburua gure Estatua berrezarri edo martxan jartzea izan behar da. 

Estatua soberanoa da, beraz bere lurraldean beste Estatu baten presentzia ezin dezake onartu. Estatua ondo definitzen ez dakigun ideia bat da, baina igarri egiten dena egunero hor dagoelako: pasaporteak ematen baititu, hauteskundeak deitzen baititu, funtzionari eta epaile armada bat baitu, lurraldea defendatzen baitu bere polizia ezberdinen eta ejertzituaren bidez, bandera bat baitu, kirol selekzioak nazioartean parte hartzeko… “Estatua” ez da errez manipulatu edota gutxitu daitekeen termino bat: “indar ideia” bat da, bateratzailea eta oso argia.


Nabarrako Herriak, subjektu politiko bihurtuz gero berreskuratu dezake soilik bere askatasuna, Herri honen buruzagiek, indarrak batu eta pausoak markatu beharko lituzkete; baina indarra Herriak sortzen du, Herri honen idarrean sinisten ez duena ez dadila etorri. Goitik beherako proiektu bat, edo inperioek onartutako alderdi politikoek bideratutako proiektu bat, inperioek haien intereserako erraz okertu dezaketen proiektu bat da, gure kontra doazen interesendako.

Herri honetako indar guztien helburu bakarra, gure Estatuaren aktibazioa izan behar da. Herri-nazioa badugu, baina ilusioa itzuli behar diogu, bide onera eraman, eta honetarako gidariak falta ditugu.

Gure estrategiari dagokionez, Herri honetako indar guztien bateratzea Gobernu Nafar baten eraketara bideratua egon behar du, eta ezin dezakegu ezer baztertu, une historiko bakoitzak eta gure indarrek erakutsiko dizkigute momentu bakoitzean ditugun aukerak.


Oinarrian adostasun zabal bat izanez gero bakarrik lor dezakegu Gobernu hori gure Herriaren erreferentzia eta ahotsa izatea. Horretarako, beharrezkoa dugu gure gidariek, nazionalista edo abertzalek egin ez duten moduan, Espainia eta Frantziako politiketan parte hartzeari uztea.

Gogoan izan dezagun, Nazioarteko Zuzenbidearen babesa dugula, Haya-ko Justizia Auzitegiaren 2010eko uztaileko 22ko ebazpenak erakusten duen bezala, Nazio Batuetako organo judizial garrantzitsuenak esandakoa laburtuko dut: “Nazioarteko Zuzenbidean ez dago araurik, Independentzia Deklaraziorik debekatzen duenik”.




Nafarzaleok aldarrikatzen dugu, nazio honek beharrezkoa duela gobernu bat eratzeko, oinarri sozial zabal bat duen gobernu bat, 778eko abuztuaren 15ean eta 824 urtean baskoiok sortu genuena modukoa. 

Orduan jaiotako Estatuaren sortzea ospatzen dugu Pasai Donibaneko portuan, zera dioen plakaren aurrean:

"En acción de gracias por la victoria obtenida y cumpliendo el voto hecho a Dios y a Santa María siempre Virgen por sí y sus compañeros de Pasajes, vencedores. en la era de 824, cuando fuimos a Orrierriaga (Orreaga) y al monte Pirineo, ahora llamado de Roncesvalles, a luchar contra el ejército de Carlo Magno, rey de los francos, con nuestro pueblo de Vasconia."

“Lortutako garaipenagatik eskerrak emanez eta Betiko Birjin Santa María eta Jaungoikoari egindako eskaintza beteaz, haien eta Pasaiko lagunen izenean, 824an Orreagara eta Piriniora joan ginenean irabazle, Vasconia gure Herriarekin Carlo Magno errege frankoaren ejerzitoari aurre egitera”

Gora Nafarroa Osoa!

LOS PRIMEROS ESTADOS VASCOS

LOS PRIMEROS ESTADOS VASCOS

Aitzol Altuna Enzunza



No fueron el romano o el griego los primeros Estados europeos. Del mismo modo que las grandes pirámides de Egipto nos hablan de grandes civilizaciones y por tanto de Estados (pues sin Estados no hay civilizaciones), los círculos de piedras que conforman Stonehenge o los monumentos de Carnac (Morbihan, Bretaña), nos estarían hablando de estructuras sociales más desarrolladas, de clases sociales, religiones con una casta sacerdotal, constructores y beneficiados de esos trabajos, es decir, de los primeros Estados europeos en el sentido que aquí se relata. 

Lo mismo cabe decir de la cultura que entre el valle de Leitzaran (Gipuzkoa, frontera baskones y bardulos, aunque recientemente también en el duranguesado en Bizkaia -2022-) y Andorra crean a los dos lados del Pirineo donde se han encontrado alrededor de 1.104 crómlech, que por su tipología (círculos de 3 a 6 metros de diámetro, a veces de forma radial) y cronología (1000 a.C. al año 1) no se parecen a ningún otro crómlech del mundo.

Revista BERTAN de la Diputación de Gipuzkoa "Burdin Aroko herri harresituak Gipuzkoan" Xabier Peñaver y Sonia San José

Se han hallado palabras en euskera en estelas funerarias:
Gascuña-Aquitanoa: más de 400
Zuberoa: Atharratze-Tardets, Pueblo de los aquitanos o ausko (Herauscorritsehe).
Gipuzkoa: Oiartzun baskón (conocida como Andrearriaga, “Valerio Beltesonis”).
Bizkaia: Forua, «ara votiva» karistia con un teónimo en euskera (Iviliae). Ara funeraria encontrada en los terrenos del convento que en la localidad poseen los franciscanos, la cual durante un tiempo realizó las funciones de pila de agua bendita bautismal en el pórtico de la iglesia parroquial de San Martín de Forua: «Iviliae sacrum M(arcus) Caecilius Montanus pro salute Fusci fili(i) sui posuit. Rai(us) quintio fecit» (Marco Cecilio Montano, de la Sagrada Ivilia, estableció aquí a su hijo Fusco por su seguridad. Lo hizo Raio Quint”). Datable del siglo I d. C. tallada en mármol rojo del cercano monte Ereño.





Forua. Museo Arkeologikoa

Alaba: Llodio-Laudio karistio (Avnia, también en Iruña de Oka-Veleia), Miñao Goien karistio (Helasse), Iruña de Oka karistio (Illuna), Ollabarre karistio (Aittia), S. Román de S. Millán bardulo (Lutbelscottio, Luntbelsar), Angostina bardulo, Alegria-Dulantzi bardulo, Araia bardulo y Artziniega en Ayala autrigón (teónimo Vinumburus) etc.


Goi Nafarroa, baskones: Uxue (Lacubegi), Barbarin (Selatse), Gares, Lerga, Izkue (Itsacvrrinne), Andion (Errensae), Lerate (Losae), Zirauki (Losae/ Loxae), Argiñariz de Guirguillano (Urde), Larraga (Errensae), Izkua (Itsacurrinne), Gesalaz (Larahe/ Larrahi), Eslaba, Zangotza, Lerga (Abisunhari), Urbiola (Edsuri), Muez (Or[du]netsi), Andelos-Mendigorria (Urchatetelli), Tafalla (Agirseni), Ziraurki (Losae), Arguiñáriz (Loxae) etc.
Se haya en 413 conjuntos, de los cuales 291 están en Euskal Herria sobre todo en Alta Navarra y más aún en Baja Navarra en proporción a su territorio.

Castejón
Irulegi (Aranguren)
Murugain (Berria 2023)

De una estructuración social importante (quizás no de un Estado), nos habla la existencia paralela en el tiempo a los cromlech baskones de al menos 72 castros vascos amurallados y prestos para la defensa del territorio vasco desde el neolítico (5.000 a.C. hasta la llegada de los romanos). Castros autónomos en recursos naturales, pastoriles y agrícolas pero no exentos de comercio entre ellos y con otros pueblos, todos ellos en las actuales provincias occidentales de Bizkaia, Gipuzkoa y norte de Alaba, pero también en el norte de Lapurdi, Baja Nabarra y Zuberoa, a imitación de los que hacían sus vecinos celtas, astures y cántabros.



Entre los años 800-700 a.C. el clima era igual actual, época donde se han datado las primeras talas de bosques para el pastoreo:

“A lo largo de los siglos IX y VIII a.C. tendrán lugar en Europa una serie de transformaciones de gran calado. P.Brun (1987) recoge tres de los hechos que revelarían estos cambios, el aumento numérico y de tamaño de los poblados, la tendencia a la jerarquización social con la aparición de la aristocracia guerrera con posible estatus hereditario y el desarrollo de la metalurgia del hierro que facilitaría la autarquía de las comunidades. Todo ello generaría una competencia entre las distintas élites, lo que quedará documentado tanto en los poblados como en las necrópolis”. Xabier Peñalver “Los vascones y sus vecinos”.

Restos romanos en Illuntzar frente al castro karistio de Arrola (fotos de abajo) que conquistaron




https://arkeohistoriatriskel.wordpress.com/

Recreación de las puertas de entrada al castro karistio de Marueleza

Cercana a Marueleza está Gastiburu, santuario con cuatro graderíos de la Edad de Hierro donde se realizarían diferentes cultos quizás al sol y a la luna, no hay otro similar en toda Europa


Son los primeros poblados en altura frente a los anteriores en espacios abiertos que empiezan a acumular necrópolis con cámaras muy ricas, junto con un aumento de la alfarería y de a orfebrería y la circulación de las mercancías de gran importancia entre el mediterráneo, Europa Central y Europa hiperbólica, como el bronce, el ámbar, el oro, el vidrio o la sal) que surge desde el área alpina oriental, conocida como época hallstática (primera Edad de hierro).

En Baskonia sobre el s. XV a.C, Bronce medio-final, aparecen los primeros asentamientos y poblados fortificados como el de la Hoya (Biasteri-Laguardia), Henaio (Alegria-Dulantzi), Berbeia (Barrio en Alaba, cerca de Pobes), y en el Alta Navarra en el Alto de la Cruz (Cortes) o en Fitero. 

Poblado de La Hoya (Laguardia, Alaa, la parte excavada en color marrón, en gris sin excavar todavía

La Segunda Edad de Hierro o La Tené (comarca Suiza), s. V a.C. Sobre el año 150 al 50 a.C. se produce un cambio radical en la política, social y económica, se fortalecen relaciones y aparecieron grandes centros urbanos amurallados, los “oppida”. Se sitúan cerca de la materia prima en altos que controlan los valles y se de una especialización económica. Ejemplos de esta época son: el Castro de la Lastra (Karanka, Alaba), El Castillar, Berreaga (Bizkaia, Mungia), Basagain (Anoeta, Gipuzkoa), Intxur (Albiztur-Tolosa), y Munoaundi (Azkoitia-Azpeitia). En la ribera del Ebro se observa una “celtiberización” o invasión.



De los 307 poblados hallados hasta el momento en Euskal Herria anteriores a la invasión romana, 73 están en la vertiente atlántica y 234 en la mediterránea.

Estela de Berreaga Museo Vasco, castro prerromano, triskel y la cruz latina indígena con doble trazado

Berreaga I A.C.

“La forma de ocupar el territorio, la estructuración interior de los poblados y sus sistemas defensivos, entro otras cosas, nos hace pensar en la existencia de un considerable estado de organización social dentro de la poblaciones que habitaban en esta parte de Europa durante el primer milenio anterior a nuestra Era” X. Peñalver “Los vascones y sus vecinos”.

Revista BERTAN de la Diputación de Gipuzkoa "Burdin Aroko herri harresituak Gipuzkoan" Xabier Peñaver y Sonia San José


LA LLEGADA DE LAS LEGIONES ROMANAS

A la llegada de los romanos en el siglo II a.C. sus cronistas cuentan que en el sur aquitano, hasta los Pirineos, gobernaba el rey Pisón (rey por tanto de la tribu vasca de los que habitarían el territorio de los crómlech), citado por Julio César como nieto de un rey aquitano aliado de Roma (Bello Gallico III, 12,4).


Bolonburu, castro o ciudad amurallada prerromana de Zalla


La batalla definitiva por el territorio tuvo lugar en Sos de Albert en el 56 a. C. (cerca de Mont Marsan), a la sazón lugarteniente de Julio César, con 6.000 hombres de infantería y una fuerza de caballería importante, fue el vencedor frente al jefe aquitano Adietuanus que se rindió con sus mejores 600 hombres. Existen monedas aquitanas con el nombre "Rex Adietuanus", con una loba en el reverso, símbolo de la conquista romana (la loba que amamantó a Rómulo y Remo, fundadores de Roma). En la batalla Julio César dice que los aquitanos tuvieron la ayuda de los "cántabros", en este caso, se refiere sin duda a otras tribus vascas del sur de los Pirineos.