LOS VASCOS Y LA INDEPENDENCIA DE AMÉRICA

LOS VASCOS Y LA INDEPENDENCIA DE AMÉRICA

Aitzol Altuna Enzunza


“(…) Estamos presentes para decirles qué significa para nosotros el 12 de octubre (de 1492): el inicio de la usurpación de los derechos de los pueblos indios y la imposición de una civilización europea única. (…)” Octubre de 1986, extracto del manifiesto de las naciones indias aymará, koya, kamsá, kuna, maya-cakchiquel, purépecha y quechua ante la Comisión española del V Centenario.


El político e historiador mexicano Lucas Alamán (1792-1853), en “Historia de México”, escribe y demuestra que la mayoría de los conquistadores de América eran de Extremadura, en concreto de Badajoz y de Medellín, y que los que provocaron la caída del Imperio Español fueron de las provincias vascas.

Mural 'Retablo de la independencia' de México del pintor Juan O'Gorman

Los vasconabarros llegaron a América y fueron creando las “Euskal Etxeak” o Casas Vascas para ayudar a los compatriotas que inmigraban en su primera toma de contacto con el nuevo país. 

Sus referentes son las antiguos Cofradías del siglo XVII, como la de México de 1681 o la de Perú de 1681, a imitación de la que los vasconabarros ya tenían en Sevilla en el siglo XVI. 



Según el estudio de Meter Boyd-Bowman, el porcentaje de los inmigrantes a América entre 1493 y 1600 -aun sabiendo lo dificultoso de lograr la información sirve de orientación-, es el siguiente: Andalucía (36,9%), Extremadura (16,4%), Castilla Nueva (15,6%), Castilla Vieja (14%), León (5,9%), vasconabarros (3,8-4%) y Galicia (1,2%).

Como el alemán Humboldt dejó escrito sobre los vasconabarros en 1801 en su libro “Los Vascos”: “Allí donde se encuentren en el extranjero, se apoyan unos a otros, aun sin más conocimiento”. 

La inmigración vasca será masiva tras la Guerra de la Convención (1794), Las Guerras Napoleónicas (1808-12, llamadas “Guerras del Imperio” en Francia y “De la Independencia” en España) y, sobre todo, tras la Guerras Forales o Carlistas durante el siglo XIX que arrasaron el país y donde columnas enteras de soldados prefirieron la deportación a América que aceptar el "Abrazo de Bergara", que significaba la pérdida de los Fueros (leyes mediante el uso y la costumbre y un sistema político descentralizado con la familia como base) y la centralización en Madrid de todos los poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), así como la uniformidad idiomática con el castellano como único idioma en la escuela, periódicos, cultura, actos políticos etc., una situación muy parecida a la que padecían las colonias americanas.

Destacó en la Segunda Guerra Foral el guerrillero gipuzkoano "el Cura Santa Cruz", Manuel Ignacio Santa Cruz Loidi (Elduaien 1842-Colombia 1926), que al empezar la Segunda Guerra Carlista contaba con 30 años. Se hizo fuerte en los montes y bosques gipuzkoanos y se puso al frente de los carlistas en una guerra de guerrillas que rechazaron sus mandos. Santa Cruz personalmente nunca disparó tiró alguno ni mató a nadie. 
Finalmente tuvo que volver a huir a Francia, donde recibió la noticia de la pérdida de la guerra, entrevistándose con Don Carlos, al que le explicó porqué se perdió la guerra, después pasó a Inglaterra y América, donde logró el perdón del Papa y se hizo misionero en Jamaica y Colombia entrando al final de su vida en la Compañía de Jesús.
 

Lope de Aguirre

Entre los vasconabarros que fueron con Castilla a la conquista del Nuevo Mundo, ha pasado a la historia la forma brutal de ser del banderizo de Oñate (entonces un condado) del siglo XVI Lope de Agirre, cuya visión medieval (y sin duda también actual) del “más valer” ha pasado a la historia. En una carta al rey Felipe II le hace saber que: “Dios tiene el cielo para quien le sirva, y la tierra para quien más pueda; que muestre el Rey de Castilla el testamento de Adán, si le había dejando a él esta tierra de las Indias”. 




El mismo Simón Bolívar, Libertador de América, consideraba esta carta de Lope de Agirre como la “primera declaración de independencia” de América. 


Lope de Aguirre comentaba que “Si algunos de los soldados nos llaman traidores, hay que reprenderles, porque hacer la guerra a D. Felipe, rey de Castilla, no es sino de generosos y de gran ánimo”. La firma de la carta fue también significativa: “Hijo de fieles vasallos tuyos vascongados, y rebelde hasta la muerte por tu ingratitud, Lope de Aguirre, el Peregrino”.

Diego Gardoqui y Arriquibar

Las colonias de ultrapuertos aprovecharon la coyuntura favorable de la toma por el ejército napoleónico de España en 1808 para lograr su independencia, gracias a la traición a España de los reyes franceses de la familia de los borbones y de su primer ministro Godoy.


El referente de las colonias americanas españolas era la independencia conseguida por Estados Unidos en 1776 de Inglaterra. El bilbaíno Diego Gardoqui de Arriquibar (que tiene una calle en su Bilbao natal), entregó al padre de la patria estadounidense George Washington: 215 cañones, 30.000 mosquetes, 30.000 bayonetas, 51.314 balas, 137.000 Kg. de pólvora, 12.868 granadas, 30.000 uniformes y 4.000 tiendas de campaña para luchar por la independencia de su país.

Casa torre de Arrikibar en Zeanuri
Foto Ybarra y Garmendia "Torres de Vizcaya" (1946)


Jean Lafitte

Jean Lafitte salió rumbo a América desde el puerto de Pasaia (Gipuzkoa). Este vasco de Baiona nacido en 1791, fue nombrado “héroe de la patria” por Estados Unidos por su colaboración en su guerra de la independencia, pues, pese a dedicarse al pirateo, luchó con sus hombres el 8 de enero de 1815 durante el intento de invasión británica a Nueva Orleáns. 

Laffite puso a disposición de Jackson más de mil hombres, armas y municiones, defendiendo el sitio desde el llamado French Quater y con su flota desde la costa (Wikipedia). Fue a luchar a Texas en la guerra con México en 1817 e incluso intentó crear un Estado propio al que llamó “República de Baratalla” en Nueva Orleáns.

Jean Lafitte

Martín de Alzaga

En enero de 1809 el primer proyecto independentista para América del Sur corrió a cargo del alabés Martín de Alzaga (nacido en Ibarra de Aramaiona 1755-Buenos Aires 1812), el cual propuso la independencia de España del Virreinato de Río de Plata en Buenos Aires para convertirse en una República democrática. 

Martín de Alzaga viajó de crío a Argentina donde se instaló y donde, a pesar de desconocer inicialmente el idioma, hizo fortuna. Alzaga luchó y expulsó a los ingleses que habían tomado Buenos Aires de la que era alcalde de primer voto en 1807, invasión dirigida por el general inglés Whitelocke. 


Organizó milicias de voluntarios de la ciudad, un ejército de más de seis mil hombres, y pagó con sus propios fondos la formación de un regimiento de asturianos y otro de vasconabarros. 

Después, padeció un "proceso por independencia" al sublevarse contra el virrey español. Pese a que aparece a veces en biografías como defensor del virreinato español, participó en las negociaciones que formaron la Primera Junta de criollos contra España y colocó en ella a tres miembros de su partido: Mariano Moreno, Domingo Matheu y Juan Larrea. 

Alzaga fue fusilado y posteriormente ahorcado el cadáver en 1812 por una supuesta conspiración contra el Primer Triunvirato argentino. Su cuerpo reposa en la iglesia Ntra. Sra. del Rosario y Convento de Santo Domingo en la Ciudad de Buenos Aires.

Agustín de Iturbide

La independencia de México tiene un montón de nombres vasconabarros como el de Pedro Celestino Negrete (Karrantza –Bizkaia-), los oriundos de Okendo de Alaba Mariano Abasolo y Juan de Aldama (así como su tío y hermano), el alto navarro Agustín de Iturbide o José Antonio Etxebarri. 


Agustín Iturbide, por ejemplo, presidió la regencia del primer gobierno provisional mexicano, en mayo de 1822 fue proclamado emperador y coronado dos meses más tarde con el nombre de Agustín I de México.

Mina el Mozo


Un sobrino del guerrillero alto nabarro Espoz y Mina conocido como Mina el Mozo (1789 Otano, Alta Navarra -1817 Méjico), tuvo en jaque a las tropas francesas en Nabarra hasta que fue arrestado. 

Tras pasar por las cárceles francesas, desembarcó en América, donde se reunió a Simón Bolívar, con quien se repartió los frentes. Mina acaudilló la independencia de México y allí fue fusilado como traidor por los mismos españoles que lo habían considerado héroe de la Guerra de la Independencia o napoleónica. Apenas tenía 28 años cuando entró en la historia de América.

Simón Bolivar

Pero el más destacado de los descendientes de vasconabrros en la independencia de América fue Simón Bolívar, que era quinta generación de un rico bizkaíno, "Bolívar el Viejo", natural de la Puebla de Bolibar. Bolibar en euskera significa “molino en la vega”.


Simón Bolívar estuvo en Bilbao durante los años 1801-1802, en casa de unos amigos, en sus cartas relata la emoción que le produjo visitar el pueblo de sus antepasados. 

Durante su viaje a Bilbao antes de su boda en Madrid, Simón Bolívar conoció al científico de origen labortanos Fausto Elhuyar, insigne miembro de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País Vasco (RSBAPV), y a Valentín Foronda del “Seminario Patriótico de Vergara” y de la Real Compañía de Filipinas, hombres cultos e impregnados de las ideas revolucionarias de la ilustración francesa que introdujeron en la península y con la que mantenían estrecha relación, sobre todo con Rousseau, amigo personal de Manuel Ignacio Altuna fundador junto a Javier de Munibe (conde de Peñaflorida) y José María Egia (marqués de Narros) de la RSBAPV. 


Bolivar pasó un año de su vida en Bilbao donde conoció la ilustración y visitó a sus familiares:
https://lehoinabarra.blogspot.com/2016/09/bolivar-se-hizo-independentista-en.html

Estos ilustrados vasconabarros mantenían relación con el enciclopedismo francés de Volteire o Diderot; incluso uno de los revolucionarios más importantes, Ministro del Gobierno Revolucionario francés hasta 1799 -entre otros muchos cargos que tuvo-, era el vasco de Baiona, Joseph-Dominique Garat, que había intervenido en la redacción de los Derechos del Hombre en el Frontón de Versalles junto a sur hermano y personalmente leyó la sentencia de muerte al rey de Francia, el Borbón Luis XVI.


Bolívar conocía muy bien la valía de estos gipuzkoanos, no en balde la sociedad caraqueña y toda Venezuela se había enriquecido gracias a que en 1728 el conde de Peñaflorida (abuelo de Javier de Munibe) fundara en San Sebastián-Donostia la Compañía Guipuzcoana de Caracas, por idea de Olabarriaga y a petición de la Provincia de Gipuzkoa, que obtuvo permiso para comerciar con las colonias americanas, frente al anterior monopolio de Sevilla y Cádiz. 

La Compañía Guipuzcoana de Caracas quebró tras ser trasladada por orden regia a Madrid en 1785 al grito de: “¡que se vayan estos vascos que ni españoles son!”.


Museo en Bolibar dedicado al Libertador y su familia 


Luciano Elhuyar

Estos ilustrados vasconabarros tendrán un papel fundamental en las ideas del Libertador de América y le ayudaron a crear los equivalentes americanos de la RSBAPV y del Seminario de Bergara para la introducción de las ideas ilustradas en América y a los que el Libertador dio el nombre de “Sociedad de Amantes del País” y la “Escuela de Minería”.

Luciano Elhuyar luchó junto a Bolívar por la independencia de Colombia. Luciano derrotó a dos mil soldados “realistas” en la Batalla de las trincheras en octubre de 1813. El 10 de mayo de este año 2010, Monseñor Fabio Suescúm, Obispo Castrense de Colombia, consagró una Capilla “al Batallón Luciano D`elhuyar” en el municipio de San Vicente de Chucurí, en el departamento de Santander en Colombia. En Colombia había muerto Juan José Elhuyar en 1796, uno de los hermanos descubridores en el Seminario de Bergara del elemento químico llamado wolframio o tungsteno y padre de Luciano.




COROLARIO

“La imprenta es la artillería del pensamiento”, Simón Bolívar, Libertador de América.

Simón Bolívar aprovechó su viaje al País Vasco para visitar el árbol de Gernika, símbolo de las libertades vascas, junto a su pariente Pedro Antonio Bolívar de Mungia, y conoció de primera mano el intento de la Juntas Generales de Gipuzkoa de crear un Estado independiente durante la Guerra de la Convención contra Francia.





Pocos años después, Simón Bolívar visitó nuestro país, entre 1801-1802 como hemos dicho, y fue partícipe de la represión española, pero también de la forma de actuar de las Juntas Generales (similares a las Juntas criollas). Tras la temprana muerte de su mujer en 1803 viajó a París y en 1805, El Libertador juró en una visita al Vaticano que no descansaría hasta lograr la independencia de su país.

La Diputación de Bizkaia concedió en el 2010 una beca al joven venezolano Alejandro Cardozo Uzcátegui, para investigar sobre ese tiempo que el Libertador pasó en nuestras tierras y que ha titulado “El año velado de Simón Bolívar Bilbao 1801-1802”, publicado y presentado en Ziortza-Bolibar a finales del mes de julio.


El pasado mes de julio nació también la ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS BOLIVARIANOS para fomentar el pensamiento del Libertador de América, tendrá su sede final en Bolibar, junto a la casa origen de la familia del Libertador. 




Simón Bolívar: "Cuando en el curso de los acontecimientos humanos se hace necesario para un pueblo disolver los vínculos políticos que lo han ligado a otro y tomar entre las naciones de la tierra el puesto separado e igual a que las leyes de la naturaleza y el Dios de esa naturaleza le dan derecho, un justo respeto al juicio de la humanidad exige que declare las causas que lo impulsan a la separación.

Sostenemos que estas verdades son evidentes en sí mismas: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad”.



Hoy, dos Estados americanos llevan un nombre en euskera gracias a Simón Bolívar: Bolivia y la República Bolivariana de Venezuela. En Europa uno lo lleva, Andorra, y otros tres Estados libres lo llevaron: Aragón, Baskonia y su hija Nabarra, hoy sojuzgada por el imperialismo español y francés.


Los pueblos y Estados libres de América que celebran el bicentenario de su libertad, tienen una gran deuda con los vasconabarros, cuyo Estado fue invadido en diferentes fases, de una de las cuales, la más importante por ser sobre su núcleo principal, se cumple en el año 2012 el V Centenario al ser invadida 20 años después de la llegada de Colón a América, arribada que marcó la brutal colonización del continente comenzada por el mismo rey que invadió y colonizó Nabarra: Fernando de Aragón, el Falsario para Nabarra el Católico para España.


El coetáneo Nicolás Maquiavelo en su libro “El príncipe” dice al respecto sobre Fernando el Falsario: “para poder llevar a cabo empresas mayores, siempre sirviéndose de la religión, recurrió a una devota crueldad (…) “El rey de España ha querido fortificarse en el reyno de Navarra, que ha conquistado y cuya posesión deseaba (…)” “Los españoles, por el contrario, ocultan y se llevan cuanto han hurtado, de tal suerte que no se vuelve a ver nunca nada de lo que han hurtado.”


Días y año de la independencia:

México 16 de septiembre de 1810
República bolivariana de Venezuela el 5 de julio de 1811
Argentina 9 de julio de 1816
Chile 12 de febrero de 1818
Colombia 7 de agosto de 1819
Perú 28 de julio de 1821
15 de septiembre de 1821 se declaran independientes: Honduras, Costa Rica, Guatemala, El Salvador y Nicaragua
Ecuador 24 de mayo de 1822
Bolivia 6 de agosto de 1825
Uruguay 25 de agosto de 1825
Paraguay 25 de noviembre de 1842
Panamá se separa de Colombia el 3 de noviembre de 1903
¿¿NABARRA??

“Estamos aquí para demostrar que nosotros, descendientes y herederos de aquellas naciones territorialmente invadidas y políticamente colonizadas, estamos volviendo a organizarnos con nuestros propios valores para volver a ser lo que fuimos antes de la colonización: ¡Libres!”. Octubre de 1986, extracto del manifiesto de las naciones indias aymará, koya, kamsá, kuna, maya-cakchiquel, purépecha y quechua ante la Comisión española del V Centenario.