EL CONTEXTO POLITICO EUROPEO DE LA CONQUISTA DE LA NABARRA OCCIDENTAL DE 1200 (III de V)
"Ausente Sancho el, Fuerte en África, Alfonso VIII de Castilla y Pedro II de Aragón -que había sucedido a su padre Alfonso II- atacaron al reino de Navarra consiguiendo la desmembración definitiva de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava del viejo tronco de Pamplona" José Antonio Agirre Lekube, Lehendakari del Gobierno de Euzkadi entre 1936-1960.
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Escudo de Nabarra en Tudela |
Escrito literal de José Antonio Agirre Lekube, Lehendakari del Gobierno de Euzkadi (1936-1960), en su libro "FIN DE LA DINASTIA PIRENAICA. Reinado de Sancho el Fuerte", publicado en 1966 por la editorial Erein de Buenos Aires (Argentina).
"Pero más importantes son los siguientes problemas
históricos: ¿En qué época realizó el viaje a África Sancho Fuerte Navarra? ¿Cuáles
fueron los motivos fundamentales del mismo?
Ambas cuestiones están íntimamente enlazadas,
siendo obligado ordenar con un poco de lógica los documentos existentes, por
haber sido estudiado este periodo de la historia vasca, con lamentable
descuido.
Sabemos como punto de partida, que Sancho de Navarra estaba ausente
en África cuando reino vasco fue invadido año 1200. Conocemos también que en
julio de 1198, el rey Sancho estaba en Navarra y que regresó de África por el mes de
marzo de 1201, porque se le ve en esa fecha haciendo una donación la Iglesia de
Santa María Tudela.
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Antonio Loperena, Tudela en tiempos de Sancho el Fuerte cuando era la capital política del reino baskón, al residir en la misma los reyes de Nabarra |
Hoveden nos dice que Sancho llegó África cuando emperador
Jakub murió el 22 de enero de 1199. Añade el analista inglés que el sucesor de
Jakub, Mohamed el Naser utilizó la valía militar del rey vasco, que gracias a él fueron reducidas en Marruecos las sublevaciones producidas contra su autoridad.
El
Arzobispo de Toledo confirma el relato de Hoveden cuando dice que Sancho estuvo en tierras de los árabes corriendo varias ciudades por causa de que "la
reducción" (de los sublevados), alzamientos que produjeron entrado el año
1199 duraron algún tiempo". La crónica inglesa va siendo confirmada en casi
todas sus referencias (19).
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Infografía de Tudela |
Finalmente el marqués de Mondejar fija la fecha
del viaje cuando nos dice: "Este viaje del rey don Sancho África ponen
todos nuestros escritores executado en fines del año M.C.XCIX (1199), añadiendo
que en su ausencia continuando la alianza que tenían contraída los reyes de
Castilla y Aragón, le ganaron el siguiente de M.CC (1200) diferentes plazas,
quedando desde entonces incorporada a nuestra Corona las provincias de Álava y
Guipúzcoa" (20).
Nos inclinamos a aceptar que el viaje del rey de Navarra
al África se verificó, si no a fines del año 1199, por lo menos bien entrado el
mismo año.
Pero, ¿Cuál fue el motivo fundamental de este
viaje? La lucha ya crónica, principalmente con Castilla, fue una de las causas
que impulsaron al monarca vasco a realizar su viaje al África, pero no fue a nuestro
juicio ni la más importante de las razones, ni la que decidió al fin el viaje.
LA MUERTE DE RICARDO, DUQUE DE AQUITANIA-GASCUÑA
Nadie que sepamos, ha fijado su atención en la repercusión que tuvo para el
reino vasco la muerte de Ricardo Corazón de León, ocurrida, el 12 de marzo de
1199 en un ligero accidente de guerra en el Limousin, La importancia
continental de este hecho, nos obliga a estudiarlo, haciendo además una somera
descripción de la política internacional, en los comienzos del siglo XIII (21).
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Tumba de Ricardo en la Abadía de Fontevrault, en Francia |
Luchaba victoriosamente Ricardo Corazón de
León contra Felipe Augusto de Francia, cuando murió sin hijos de su matrimonio
con Berenguela de Navarra. Ocupó el trono de Londres su hermano Juan Sin
Tierra, dando origen este hecho a cruentas luchas civiles en los dominios de la
corona inglesa, fomentadas por Felipe Augusto de Francia, el enemigo permanente
del poder inglés en el continente.
La lucha se extendió desde Normandía a
Aquitania. El desorden producido a la muerte de Ricardo y la hostilidad que
provocó el nuevo monarca, despertaron las ambiciones de Alfonso VIII de
Castilla a la sucesión del monarca inglés, invocando supuestos derechos de su
mujer, la reina Leonor, hermana de Ricardo.
Pero para llegar a Gascuña, era
preciso destruir o desmembrar el reino vasco, aliado de Inglaterra, que cerraba
el paso de los Pirineos y guardaba el mar. La ausencia de Sancho el Fuerte en África,
ofreció ocasión propicia a Alfonso VIII para atacar al reino vasco,
desmembrarlo, cerrarle la salida al mar y poner en marcha sus planes
ultrapirenaicos.
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Estatua ecuestre en bronce de Ricardo I realizada por Carlo Marochetti y situada en palacio de Westminster de Londres. |
Estos hechos produjeron la reacción de vascos
e ingleses traducida en firmes alianzas: pero realizada la desmembración vasca
fácil le fue a Alfonso de Castilla atacar a Aquitania empleando procedimientos
de astuta preparación y corrupción que alcanzaron esta vez a los magnates de
las tierras vascas ultrapirenaicas. Sin embargo, la resistencia vasca impidió
que las tierras de Aquitania fueran arrebatadas a la corona inglesa. Su
ocupación por Francia y Castilla hubiera supuesto no sólo la pérdida total del
dominio inglés en el continente, sino la inmediata extinción del reino de
Navarra.
Todo este conjunto de episodios ha sido pasado
en silencio en casi todas las obras históricas. Sin su examen, carece de
sentido uno de los más fundamentales periodos de la historia vasca y no es
fácil comprender la permanencia inglesa en Aquitania.
En tres años cambió la suerte de Europa de tal
modo que un nuevo orden sucedió al viejo. Los factores determinantes fueron las
prematuras muertes del Emperador Enrique VI de Alemania en 1197, de Ricardo
Corazón de León en 1199 y la subida al trono pontifical en 1198 de un gran
estadista, el Papa Inocencio III.
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Gran sello real de Ricardo Corazón de León 1189 |
Desde 1194 venían luchando Ricardo Corazón de
León y Felipe Augusto de Francia. Ricardo había organizado la gran guerra de
venganza por tanto agravio recibido durante su cautiverio en Alemania. Su
campaña de 1194 a 1199 fue fructífera, restableciendo la autoridad de la casa de
Anjou en todos sus dominios continentales (22).
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En la cima de la montaña las ruinas del castillo de Dürstein en Austria, donde supuestamente estuvo cautivo Ricardo, aunque esta parte es una leyenda
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Recordaremos que a la llegada de Ricardo de su
cautiverio, Sancho de Navarra luchaba en tierras de Aquitania y Toulouse,
defendiendo la autoridad y derechos de su cuñado Ricardo. La alianza vasco-inglesa
se fortificó a medida que las circunstancias la hacían más necesaria, el reino
vasco quedó en virtud de ella, adscripto prácticamente al bando angevino. La
alianza con un gran capitán como Ricardo, que luchaba ventajosamente en el
Norte, daba al reino vasco el apoyo de autoridad y fuerza que necesitaba para
mantener a raya el perpetuo ataque de los reinos hispánicos, sus vecinos.
También Ricardo favorecía la alianza vasca, que mientras estuvo ausente había
demostrado ser útil, defendiendo las tierras de Aquitania que de otra suerte
hubieran pasado inmediatamente bajo el dominio de Felipe Augusto. Pero la lucha
entre angevinos y capetos vino a agravarse considerablemente con motivo de la
muerte del Emperador Enrique VI de Alemania, en 1197.
La sucesión de Enrique VI para la corona
imperial, abrió un período de turbulencias en Europa. Los electores del Imperio
se negaron a reconocer a Federico II, hijo de Enrique VI, por ser todavía un
niño de tres años. Los magnates alemanes presentaron la candidatura de Felipe
de Suavia, hermano menor de Enrique VI que representaba la fracción de los
Hohenstaufen. Levantóse un grupo de oposición que favoreció la elección de
Otto, hijo segundo de Enrique de Sajonia, cuñado de Ricardo de Inglaterra. Otto
representaba. fracción güelfa (23).
Ricardo Corazón de León y más tarde Juan Sin
Tierra, se inclinaron por Otto su sobrino. Felipe Augusto de Francia
inmediatamente se adhirió a la causa contraria de Felipe de Suavia. En esta
forma la lucha entre los angevinos y capetos vino a ser un episodio de la que
se reanudaba entre los Hohenstaufen y los Güelfos extendiéndose por toda Eu
ropa la guerra civil.
El Papa Inocencio III vio llegada la ocasión
de poner en juego sus excepcionales cualidades de hombre de estado conteniendo
las ambiciones de gloria imperial germánica sobre las tierras de Italia y
Sicilia, sobre todo en esta última, que constituía por el Sur la defensa de los
dominios papales.
El Emperador Enrique VI al casarse con
Constanza, trece años mayor que él, pero heredera del reino de Sicilia, unió políticamente
por primera vez la Germania y Sicilia. Un matrimonio había conseguido lo que el
Emperador Federico Barbarroja, padre de Enrique, no había podido obtener por
las armas. Ni al Pontífice, ni a los pueblos de Italia, satisfacía este
resultado.
Hijo de Enrique VI y Constanza, fue Federico II, el niño de tres
años rechazado por los magnates alemanes para suceder en el trono imperial.
Pero mantenía por su madre el derecho a suceder en el reino de Sicilia.
Inocencio III logró que fuera reconocido heredero y luego rey, a la muerte de
la reina Constanza, su madre. La reina había preparado bien este resultado
reconociendo bien el alto dominio del Papa sobre Sicilia. Inocencio había
logrado romper el cerco germánico.
Por su parte los principados italianos
comenzaron a sacudir el yugo imperial, aprovechando la muerte del Emperador
Enrique VI.
Les favoreció en sus propósitos la lucha civil entre los
pretendientes imperiales: Otto de Sajonia y Felipe de Suavia. Inocencio III
tardó tres años en decidirse por ninguno de ellos, hasta que en 1201 se inclinó
por la causa de Otto, después que éste le prometió desentenderse de Sicilia y
reconocer el dominio papal en la Italia central. Felipe de Suavia, su rival,
representaba las viejas ambiciones imperiales germánicas sobre Italia,
siguiendo la tradición de los Hohenstaufen.
A quien favorecieron principalmente estas
disensiones, fue a Felipe Augusto de Francia, cuyo poder contenido hasta entonces
por Ricardo y en cierta forma por su aliado circunstancial el Emperador Enrique
VI, apareció amenazador en el continente para 1198.
La muerte inesperada de
Ricardo, en marzo de 1199 y la impopularidad de su hermano sucesor el rey Juan,
rompió definitivamente el equilibrio de Europa, provocando el alzamiento contra
el yugo inglés de los magnates de diversas provincias -Anjou, Maine y Touraine,
entre otras- que prestaron homenaje a
Arturo, Duque de Bretaña, hijo y sucesor de Godofredo, hermano mayor de Ricardo
(24).
Fomentaba estas rebeliones Felipe Augusto de
Francia, quien apoyando al pretendiente Arturo, contra su tío Juan Sin Tierra,
perseguía arrojar a los ingleses del continente. Normandía y las tierras
nórdicas quedaron de esta forma separadas de Aquitania y Gascuña. La corona
inglesa no tenía otro apoyo en el Sur que el reino de Navarra, su aliado y
amigo. Viendo a Aquitania aislada y al reino vasco desamparado, comenzó a
madurar sus planes Alfonso VIII de Castilla.
Invocó Alfonso los derechos a la
sucesión de Ricardo Corazón de León en nombre de su mujer Leonor, aspiraciones
que la disputa entre Juan y Arturo hacían posibles o por lo menos servían de
pretexto, como más tarde lo comprobaremos, para extender su dominación en las
tierras aquitanas.
Estatua de Alfonso VIII de Castilla en Madrid
Completaba Alfonso VIII sus planes ultrapirenaicos con el
matrimonio de su hija Blanca, con Luis, heredero de la Corona de Francia, con
quien casó el año siguiente de 1200, sellando una alianza, uno de cuyos
objetivos iba dirigido contra el reino vasco, Estado intermedio entre Castilla
y Aquitania.
En rojo los territorios del imperio angevino aquitano-inglés
Fue entonces cuando Sancho el Fuerte de
Navarra determinó marchar a África. Desamparado por el Norte, hubo de encontrar
el contrapeso en el Sur. Por esta razón admitimos la opinión del Marqués de
Modejar que sostiene haberse realizado este viaje bien entrado el año 1199, es
decir, siempre después de la muerte de Ricardo Corazón de León. Y la causa
fundamental fue su indefensión y el peligro para la propia existencia del reino
vasco.
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Sancho VII de Nabarra |
Es aceptable, aunque no completa, la
explicación de Garibay entre los historiadores antiguos, cuando nos dice
siguiendo el Arzobispo de Toledo, que "la ida del rey Sancho a África fue
por causa de la guerra de los Reyes de Castilla y Aragón deseando con su
presencia personal conmover al Miramamolín a la guerra contra sus
enemigos", o, como en otro pasaje nos dice, "compelido de guerra que
el Rey D. Alfonso y el Rey de Aragón le querían hacer, pretendiendo
conquistarle el Reyno según tentaron primero. lo mismo los Reyes sus progenitores...",
"por lo cual fue a buscar favor para la defensa de su Reyno contra estos
dos poderosos príncipes vecinos suyos..." (25).
Campión apunta el motivo cuando nos dice que
el viaje del rey vasco al África fue para "buscar alianzas siguiendo las antiguas
aficiones denunciadas por el Papa". Pero a esta búsqueda de alianzas se le
otorga un carácter puramente peninsular, porque estos historiadores no han
examinado la vinculación europea del reino de Navarra con lo que la relación
resulta incompleta (26).
Mientras vivió Ricardo Corazón de León, el
reino vasco se sintió suficientemente protegido por el Norte. Su amistad con el
Emperador de Marruecos sirvió al rey vasco de excelente arma política para contener
las ambiciones de Alfonso VIII de Castilla y de Pedro II de Aragón, por sus
fronteras meridionales. La intervención del Papa Celestino III, prueba suficientemente
los temores del monarca castellano.
Pedro II de Aragón (Huesca 1178-1213 Muret, Occitania)
Muerto en la Batalla de Muret a las puertas de la ciudad de Toulouse, que puso fin a la cruzada albigense contra los cátaros, de donde salió vencedor Simón de Monfort. Esta batalla marca el fin de la expansión aragonesa por Occitania y la definitiva posesión de las mismas del rey de Francia.
Sea que las relaciones vasco-musulmanas
tuvieran por origen el enamoramiento de la hija de Jakub, o fuera sólo una
aventura amorosa del gallardo Sancho de Navarra, que llegaran hasta la corte
inglesa con exagerado aire legendario, o que las relaciones obedecieran
inicialmente a planes políticos de interés reciproco como es lo más probable,
es indudable que alguna relación vasco-árabe existió y que ella sola fue
suficiente para mantener relativamente seguras las fronteras peninsulares del
reino vasco.
Pero alterado súbitamente el panorama europeo
y sobre todo muerto Ricardo, Sancho de Navarra sintió que fallaba el apoyo del
Norte y viéndose aislado de su aliado inglés y cercado de poderosos rivales, en
guerra civil el suelo de Francia, despiertas las ambiciones de Alfonso VIII de
Castilla sobre las posesiones meridionales inglesas que para realizarlas hacían
necesaria la eliminación del reino vasco, Sancho de Navarra buscó sin pérdida
de tiempo la alianza con el Emperador de Marruecos.
Toda Aznar, reina de Nabarra
Repetía Sancho con Jakub,
lo que su antepasada la Reina Toda de Larraun verificó con Abderrahmán III y
Almanzor. Así se comprende que unas relaciones comenzadas por lo menos en 1196
no se perfeccionaran hasta 1199. Los acontecimientos posteriores no harán sino
confirmar estas conclusiones.
Creemos por ello que la muerte del rey Ricardo
y en todo caso la nueva situación europea, desfavorable para el reino vasco,
determinaron definitivamente el viaje de Sancho el Fuerte al África, con
trayendo compromisos, cuyo enlace y significación estudiaremos al ocuparnos de
los tratados de alianza de Sancho el Fuerte y Juan Sin Tierra.
Ausente Sancho el, Fuerte en África, Alfonso
VIII. de Castilla y Pedro II de Aragón -que había sucedido a su padre Alfonso
II- atacaron al reino de Navarra consiguiendo la desmembración definitiva de
Vizcaya, Guipúzcoa y Álava del viejo tronco de Pamplona.
Esta agresión, era el
primer paso obligado para la realización de ulteriores propósitos sobre las
tierras de Aquitania, según hemos señalado.
La ocasión era propicia para acabar
con el reino vasco, o por lo menos para disminuir notablemente su poder,
privándole de regiones vitales y de su salida natural al mar. Al mismo tiempo,
quedaba satisfecha la vieja ambición visigótica, a la que no se dio descanso en
ninguna época".
LOS EPISODIOS ANTERIORES DE "FIN DE LA DINASTIA PIRENAICA" DE JOSE ANTONIO AGIRRE LEKUBE:
ORIGEN DE BAJANABARRA (I)
LA LEYENDA DE LA PRINCESA MORA Y SANCHO EL FUERTE POR LA QUE SE PERDIÓ LA NABARRA OCCIDENTAL (II)
LA RESISTENCIA DE LA NABARRA OCCIDENTAL CONTRA EL IMPERIALISMO CASTELLANO EN 1200 (IV)
TRAS LA CONQUISTA DE LA NABARRA OCCIDENTAL (V)
(15) La redacción del analista inglés, aparece
según Moret, confirmada: 1º Por la Bula del Papa Celestino III que alude a las
relaciones del rey Sancho con el emperador de Marruecos; 2º Por el testamento
otorgado en 1196 por un tal Rodrigo de Argaiz que se conserva en el archivo de
Leyre y que comienza así: "Testamento que hizo Rodrigo de Argaiz en la
salida de los sarracenos". En estas palabras ve Moret una alusión a la
embajada que envió a Pamplona el emperador de Marruecos; 3º Por el texto de una
sentencia pronunciada el 2 de enero de 1235, es decir, un año después de la
muerte del rey Sancho, por D. García Artiga, gran comendador de la orden de San
Juan de Jerusalén en España, por D. Juan Iñiguez, Prior de la misma Orden de
Navarra y otros dignatarios escogidos como árbitros por Teobaldo I, sucesor de
Sancho, para dirimir un pleito sobre el pago de los diezmos pendientes en la
Iglesia de Tudela. Moret citó el pasaje siguiente: "Supimos en verdad que
el rey D. Sancho (el Sabio), abuelo del rey Tibalt, muyto tiempo entro que vino
de Marruecos.... etc.". Este documento prueba la persistencia del recuerdo
de este viaje que sirve de efemérides aún para asuntos ajenos al mismo.
Seguimos en estos comentarios el severo estudio crítico de Arturo Cambión: Euskariana.
Parte 3: "La jornada al África del rey D. Sancho el Fuerte", Bilbao.
(16) Ver Jaurgain: La Vasconia, tomo II,
páginas 231 y 232. José Yanguas (Diccionario de las Antigüedades del Reino de
Navarra, Pamplona, 1840, tomo III, páginas 24-28), dice que Sancho de Navarra
"posteriormente dio señales de haber adquirido grandes riquezas que pueden
atribuirse a su expedición al África con las cuales compró muchos pueblos, castillos y otras posesiones".
En efecto, desde 1209 a 1232 Sancho de Navarra
empleó más de 340 mil sueldos sanchetes (seis sueldos de moneda navarra
equivalían a un maravedís de oro). Prestó entre otros al rey Pedro de Aragón.
primero 2,000 maravedís de oro en 1209 y 10.000 mamuntines de plata. en 1212
Más tarde el propio Jaime de Aragón en 1231, tomó en préstamo 14.2865 maravedís
alfonsinos de oro.
(17) Marqués de Mondejar: Obra citada, página
205.
(18) Rodrigo de Toledo: De Rebus Hispanias,
libro capítulo 32: Arzobispo de Toledo, don Rodrigo Ximénez de Rada, nacido de
Gares (Puente la Reina) en el reino de Navarra, fue gran panegirista de su
amigo protector Alfonso VIII de Castilla, quien debió mitra de Toledo. Olvidado
de su extirpe vasca, recordó en Con cilio de Letrán de 1215, en que pronunció
un discurso en lengua vasca. (P. Estrella: Apuntes de Historia Vasca. Buenos
Aires, página 31, nota 10). Quizá la atención que despertó tal originalidad fuese
el motivo fundamental del recuerdo dirigido a su Patria, harto olvidada en sus
escritos.
(19) Dice Campión, estudiando el relato del
árabe Abd Hamin (Rud el Kartas, traducción de M. Beaumier, Paris, 1860):
"En lo que sí concuerdan el inglés y el árabe es en que hubo revueltas al comenzar
el reinado; dice el Rud que ese mismo año de 595 (1199 de Cristo) se
insurreccionó Haludan el Shumary quien atacó el nuevo Emir en el Djebel
Chumara. A esta sublevación podrían referirse, acaso, las victorias ganadas por
D. Sancho frente de las tropas del Emi rato", ("La jornada de África
del rey don Sancho Fuerte", Euskariana. Parte tercera, páginas 78-79).
(20) Marqués de Mondejar, obra cit., pág. 206.
(21) Por diversas causas, este episodio como
tantos otros de la historia vasca ha sido estudiado parcialmente, con
desfiguramiento de la verdad histórica. Ha faltado la investigación que
rompiera definitivamente el criterio estancado de los historiadores que hasta
el día, copiándose unos a otros, han unido estos episodios exclusivamente a la
lucha de cristianos y moros, considerándolos además un problema peninsular y
además típicamente hispánico. Han olvidado la vinculación europea del Reino
vasco, sus alianzas orientadas al Norte, y la repercusión directa que en el
Reino vasco tuvieron los sucesos de Europa. El factor último y de terminante
hay que encontrarlo al Norte del Pirineo.
(22) Recordamos que Guillermo Plantaganet, de
la Casa de Anjou, abuelo de Ricardo, ocupó el trono de Londres cuando casó con
Matilde, heredera del trono de Inglaterra. Les sucedió Enrique II, padre de
Corazón de León. La casa de Anjou unió sus extensas posesiones de Normandía,
Bretaña, Main y Anjou, a la corona inglesa. El creciente poder de Felipe
Augusto de la dinastía de los Capetos, al disputar los dominios continentales a
los monarcas ingleses, dio origen a la conocida lucha de angevinos contra capetos,
que durará aún bastantes años.
(23) Los Hohenstaufen y los Güelfos eran dos
poderosas casas de la vieja Germania, encarnizadamente rivales. Los primeros
tomaron su nombre del Castillo de Hohenstaufen, situado sobre el Danubio. Los
Güelfos derivaron su nombre de los Güelfos Welf enemigos de los Hohenstaufen.
Más tarde a los Hohenstaufen se les conoció con el nombre de Gibelinos
(Ghibelline) corrupción de Wailingen, nombre de uno de los estados asociados
con la familia Hohenstaufen. Los Gibelinos o imperiales favorecían el poder
secular del Imperio en sus ambiciones principalmente sobre Italia, mientras los
Guelfos o papales se oponían a ellos en nombre de los derechos del Pontífice.
Famosos en la lucha de bandas europeos durante mucho tiempo, el motivo de su
adscripción a una u otra fracción no fue adhesión al Imperio o al Papa sino
razones de otra índole nacidas de conveniencias políticas particulares.
(24) "A su muerte (de Ricardo) se
desencadenó feroz la enemistad de una provincia contra otra. Juan fue
reconocido como rey de Inglaterra y Normandía, mientras Anjou. Main y Turena
prestaron homenaje a Ar turo, el hijo de su hermano Geoffrey, último Duque de
Bretaña". J. R. Green: A Short History of the English People, New York,
1876, pág. 139.
(25) Esteban de Garibay: Compendio Historial.
Barcelona, 1628, T. III, L. XXIII, Cap. XVII, pág. 68 y L. LXII, Cap. 29.
(26) Hemos advertido anteriormente del defecto
limitativo que el Pirineo ha tenido en general para muchos escritores,
principalmente españoles y franceses. De este defecto no se han salvado ni los
escritores vascos que siguieron sus huellas. Para el apasionado Marqués de
Mondejar la causa del viaje de Sancho el Fuerte es perversa. Replicando airado
al Cronista de Navarra José Moret, le dice, que de la excomunión lanzada contra
Sancho el Fuerte por Celestino III "resulta la nota de la continua alianza
que tuvo D. Sancho con los infieles y se acredita la conjetura que dexamos
advertida de que su pasaje a África no fue el motivo que pretende el cronista
(las bodas con la princesa) sino para traer a España a su Miramamolín a que
executase en ella los estragos que refieren nuestros escritores" (Marqués
de Mondejar, obra editada, pág. 221). Como ha sucedido corrientemente, este
aire de cruzada localiza y simplifica en tal forma los sucesos que la Historia
no sólo resulta falseada sino que a veces resulta imposible de ser entendida.