EL ORIGEN DEL EUSKERA

EL ORIGEN DEL EUSKERA
Aitzol Altuna Enzunza

“El lenguaje es una forma antiquísima del género humano, es anterior aún a las manifestaciones más rudimentarias de la cultura material, ya sea el arte de hacer brotar el fuego o el tallar las piedras puede ufanarse de mayor antigüedad” Edward Sapic “El lenguaje”, México 1954.


Remontándonos mucho en la historia en busca del origen del hombre, encontramos que una invasión de homínidos venidos del norte de África de una zona pantanosa de la actual Senegal evolucionó en Europa hasta convertirse en el hombre de Neandertal, llamado así porque los primeros hallazgos de 300.000 años de antigüedad se produjeron en el valle alemán de Neander.

Hoy sabemos que el hombre de Neandertal era tan solo uno de los primeros homínidos plenamente europeo, pues gracias a los restos encontrados en el yacimiento de Atapuerca , podemos retrasar la aparición de los primeros homínidos en Europa a un período anterior, hace unos 800.000-1.000.000 de años.


En el actual solar vasco, la primera presencia de homínidos en tierras bizkaínas data de al menos 120.000-150.000 años, como lo demuestran los restos hallados en Lemoa (Bizkaia) en la cueva de Arlanpe. Hay restos en Gipuzkoa incluso anteriores, como un hueso de húmero neandertal encontrado en Lezetxiki (Arrasate-Mondragón) por J.M. Barandiaran, que tendría más de 164.000 años según dataciones recientes.

En Europa, a esta primera invasión de homínidos Neandertales conocida le siguió otra. Este nuevo homínido habría evolucionado en el Sureste del continente africano, era el homo sapiens sapiens (el que “sabe que sabe”), del que descendemos todos los habitantes del planeta. Este homínido conquistó el mundo y llegó a Europa quizás por el sur, por el estrecho de Gibraltar, continente en el que evolucionó para dar lugar al hombre de Cro-Magnon que desplazó al Neandertal y lo extinguió finalmente. El nombre de “Cro-Magnon” viene de la localidad francesa donde se hallaron los primeros restos, en Dordoña, cerca del río Garona.

El Cro-Magnon apareció en Europa hace unos 30.000 años y tardó 2.000 más en ocupar todas las tierras habitadas antes por el Neandertal, entre ellas los Pirineos, la costa cantábrica y toda Baskonia en general, donde había una fuerte presencia de Neandertales y donde la habrá después de Cro-Magnones de los que procedemos todos los europeos actuales; se ve que las condiciones del lugar en aquellos tiempos eran muy propicias para la vida humana.

Gorka San Martín habla del "Efecto Föhen", relacionado con el viento sur trasversal que hacía que en la Baskonia Continental aumentara la temperatura hasta 12 grados, sobre todo en otoño e invierno que era cuando se produciría este fenómeno más a menudo. Esto unido a un clima más benigno tras un aumento de la temperatura parece que fue el motivo que atrajo a estas tierras a los Cro-Magnon, frente al clima ártico, parecido al que actualmente hay en el norte Canadá, que soportaron durante milenios los Neandertales. En este duro clima, de temperaturas que alcanzaban en invierno los 19 grados bajo cero, el 50% de los niños Neandertales no llegaba a la adolescencia, además era necesario amamantarlos durante 5 años, así todo, un 20% de los Neandertales llegaba a cumplir los 40 años.

Por su parte, Maria Fernanda Sánchez Goñi, Catedrática de Evolución del clima por la Universidad de Burdeos, nos ofrece otra clave biológica de porque esa zona geográfica del Sur de Europa estuvo habitada desde hace decenas de miles de años: “A cada periodo de enfriamiento glacial se produce en el norte de España la aparición de estepas de gramíneas, mientras que en el sur aparece una estepa desértica. Los herbívoros, atraídos por las gramíneas, se instalarían en el norte, lo mismo que los humanos atraídos por su caza”


Por el Sur, los estudios del portugués Joao Ziñao señalan una frontera natural de ecosistemas en el Ebro, que coincidiría con la frontera entre Cro-Magnon y Neandertal. Al sur de ese río el clima sería euro-siberiano al que serían empujados los Neandertales por los recién llegados, un hábitat con animales como el jabalí, corzo, reno, mamut, rinoceronte lanudo etc. A finales de la glaciación Würm aumentó el frío y se perdió el ecosistema lo que afectó al Neandertal. Los últimos restos de Neandertales hallados hasta el momento son de una pareja que murió en la región de Murcia (sureste de España).

Los Neandertales vivían en comunidades de entre 8 y 25 miembros con una mayoría de hombres (¿control de la natalidad?) y habían empezado a desarrollar una cultura ornamental tardía que copian probablemente de los recién llegados Cro-Magnones. Éstos estaban dotados de una mayor capacidad para relacionarse entre clanes, que eran además de más unidades, contaban con un lenguaje mucho más evolucionado, con una mente con mayor capacidad para la abstracción, estaban mejor capacitados físicamente para el habla y tenían una forma de ser mucho más competitiva que les dio una ventaja evolutiva sobre los anteriores habitantes europeos.

Además, el hombre de Cro-Magnon trajo consigo una nueva arma: la lanza arrojadiza frente a la lanza pesada que sólo servía para matar de cerca de los Neandertales. El cambio de dieta fue también una nueva ventaja, los Neandertales tenían una dieta casi exclusivamente a base de carne (en un 85%, al igual que el lobo por ejemplo), para soportar el clima ártico necesitaban ingerir entre 4.000-7.000 calorías por día, frente a una mayor presencia de frutos en la dieta del hombre de Cro-Magnon.

Sin embargo, el Neandertal sería más robusto, con miembros más pesados y fosas nasales más grandes para aguantar mejor el frío, de aspecto más "fiero", quizás igual de alto que el Cro-Magnon y más blanco de piel al contrario de la imagen extendida, pues vivían en un clima más frío; el Cro-Magnon vino de la más cálida África, luego iría emblanqueciendo. Al Neandertal, el Cro-Magnon le recordaría un bebé con su nariz estrecha, alargada y aguileña, mentón saliente y arcadas de las cejas poco pronunciadas. Es el Cro-Magnon el que mejor se adaptó y provocó la total extinción del Neandertal hace 28.000 a. C. aproximadamente como hemos dicho.

El hombre de Cro-Magnon es el que pintó las cuevas de Altamira, Santimamiñe, Ekain, Altxerri, Isturitz o las de Lascaux-Vézerè en la Dordoña y otras 150 cuevas más en Baskonia y la costa cantábrica, este homínido desplazó al hombre de Neandertal que había evolucionado en Europa miles de años antes y que era el habitante anterior de esas mismas cuevas, ¿aniquilado o asimilado?, no se sabe con certeza, aunque lo más probable es que fuera desplazado hacia el norte y sur, donde no pudo sobrevivir.

De los aproximadamente 100.000 Neandertales repartidos básicamente por toda Europa y Oriente Medio, unos 20.000 vivían en Baskonia, siendo ésta una de las mayores poblaciones de estos homínidos en el mundo. La sustitución del hombre de Neandertal por el de Cro-Magnon en Baskonia fue radical, produciéndose en un período relativamente corto de tiempo.
J.M. Roberts en “Historia Universal” cifra en 20.000 los Neandertales de Baskonia y en 50.000 los Cro-Magnon, para un total de un millón de habitantes de la población mundial (una veinteava parte por tanto).

Para entonces el hombre era poseedor de una serie de sonidos estructurados en fonemas, palabras y frases, lo que hoy llamamos “idiomas”, que se cree datan de hace 100.000 años.


Además de en Baskonia (Altamira-Atapuerca-río Ebro-Pirineos-Alto Garona incluido Lascaux –ver Nota 3-), Telesforo de Aranzadi y Estornés Lasa nos dan los nombres de otros lugares donde vivían estos Cro-Magnon a lo largo del magdaleniense (14.000-9.000 a. C), se trata de los territorios donde ahora viven los frisones, merovingios (francos de la cuenca del río Sena), escoceses, irlandeses, palafíticos suizos, vandois holandeses (valones), Cerdeña, Calgary, georgianos y bereberes y en España cántabros, asturianos y gallegos.

El arqueólogo Telésforo Aranzadi (Bergara 1860-Barcelona 1945), cuyas investigaciones siguen vigentes, considera a los vascos como un reducto étnico de una población Europea mucho más extendida en la prehistoria a los que llamó "primos-hermanos de los vascos".

El asentamiento en zonas determinadas de las poblaciones hace que vayan tomando consistencia las familias de lenguas antes más cercanas entre sí: camitas, semitas, caucásicas (asiáticos), álticos, fino-ugrios, etc. Pero las separaciones no son tajantes, una serie de idiomas intermedios aseguran la comunicación de toda Europa según las necesidades.

Se llama Paleolítico al período más antiguo con presencia humana y que abarca el 99% del tiempo que el ser humano habita la Tierra. Durante el Mesolítico (9000-5.000 a. C., “Edad de Piedra Media” literalmente) que sucede al Paleolítico, el clima se dulcificó, se domesticó el perro, la caza desapareció y le sucedió la miseria. Grupos de cazadores emigraron hacia el Norte mientras el resto de la población vegetó acomodándose a nuevos modos de vida y arrinconando útiles y creencias ya inservibles. Junto al desuso de herramientas inútiles persistieron los cuchillos raspadores que siguieron fabricándose y empleándose sin variar de uso ni de factura. Una misma gente continuó dentro de la creciente pobreza.


Dama de Brassempouy en la Baskonia continental (Las Landas-Gascuña), cerda de Orthez. Se trata de una pieza 3.65 cm en marfil datable del Paleolítico Superior,
https://es.wikipedia.org/wiki/Dama_de_Brassempouy


Bloque de caliza de 70 kilogramos encontrada en la cueva de Arlanpe en Lemoa en el barrio Gandarias en el 2011.
Tiene grabadas varias mujeres llamadas Venus o Dama de Arlanpe. Se trata de la única Venus magdaleniense encontrada en la península ibérica de hace 17.500 años y que estaba extendido por toda Europa. La teoría más extendida es que se trata de un culto a la mujer y a la fertilidad
https://arkeobasque.wordpress.com/2015/10/19/la-dama-de-arlanpe-una-singular-representacion-femenina-del-magdaleniense/




Figuras Femeninas Esquematizadas (FFS) Magdalenienses



El hombre Cro-Magnon en Baskonia evolucionó y dio lugar al hombre vasco actual hace 6.000-4.000 años, coincidiendo por tanto con el final del mesolítico e inicio del neolítico vasco (aparición de la agricultura y asentamientos permanentes) según dataciones recientes: T. Aranzadi y J.M. Barandiaran, yacimientos de Urtiaga en Gipuzkoa, también Arrieta en Bizkaia, Aralar o en el Ronkal en Alta Navarra, así como restos humanos encontrados en las excavaciones de Atapuerca (Burgos).

Nace lo que Aranzadi llama tipo vasco, el hombre vasco actual; nace cuando el hombre de Cro-Magnon se asienta en un territorio y deja de practicar el nomadismo, se mueve por diferentes cuevas en función del período del año y la caza. Aranzadi habla de "tipo vasco", no se trata de una raza, no son más que unas características comunes a los vascos gracias a su persistencia histórica como etnia, como ocurre a su vez con latinos, nórdicos, lapones, caucásicos y un largo etc.; simplemente los vascos han conservado mejor las características de los Cro-Magnon, los primeros humanos europeos actuales.

Las características de este tipo vasco serían, en general y como curiosidad, según Telésforo de Aranzadi:
Ortognatismo: perfil recto de la cara prescindiendo de la nariz.
Rino-prosapia: gran desarrollo vertical de la cara con relación a la longitud de la boca.
Estrechez maxilar y mesocefalia, es decir, cara triangular con sienes abultadas, frente a los acrocéfalos de Catalunya o branquicéfalos del occidente cantábrico.
Orificio occipital oblicuo, de modo que el borde anterior se encuentra muy metido o hundido; la mandíbula inferior más bien estrecha y la barbilla recogida.
Los ojos más bien pequeños, pero muy abiertos, predominando los castaños, garzos y azules, sobre negros, verdes y grises.

La masa peninsular hispana, española y portuguesa, sería de "tipo" mediterráneo.

Julio Caro Baroja comenta al respecto: “Roland Dixon señaló en el tipo vasco característico un elemento urálico que consideraba como con gran influencia en Europa en el neolítico final y que, combinado con otros, produce la forma triangular de la cara peculiar del pueblo vasco”.

Koldo Mitxelena preguntado por otro ilustre vasco, Martín de Ugalde, en su libro “Hablando con los vascos”, nos dijo: “Mi impresión personal es que en un período que podemos abarcar y más o menos penetrar, y que es bastante amplio, pero que no lo es demasiado, pongamos unos seis mil años antes de Cristo (no más, porque sería demasiado arriesgado aventurar una hipótesis como ésa) el euskera o lengua vasca no ha venido de ninguna parte. Es decir, que el euskera representa aquí una especie de islote que a quedado de una familia que tuvo que estar mucho más extendida”.


Los Cro-Magnon también serían arrasados por otros hombres procedentes de Asia en lo que se denomina las invasiones indoeuropeas, eran las primeras civilizaciones que practicaban la agricultura intensiva que podían soportar grandes poblaciones creando las primeras ciudades en el IV mileno a.C., como Ur y Uruk en Sumeria en el sur del valle que forman los ríos Tigris y Eúfrates, actual Iraq, las primeras civilización humana con escrituras y ciudades, junto con una nueva organización política desconocida hasta entonces: el Estado.


Con el paso del tiempo, su lengua – la indoeuropea- iría fragmentándose dando lugar hasta un total de 150 idiomas que hablan en la actualidad 3.000 millones de personas, el 45% de la humanidad. El idioma común ancestral de todos ellos es conocido como proto-indoeuropeo. Existe desacuerdo en torno al punto geográfico en el que se originó, siendo Armenia y el sur de Ucrania los principales lugares propuestos. Esta familia está formada por las siguientes subfamilias: albanesa, armenia, báltica, céltica, eslava, germánica, griega, indoirania (que incluye las lenguas indoarias y las iranias) e itálica (que incluye las lenguas románicas y el latín). Pero hace 3.000 años las diferencias entre los indoeuropeos llegados a uno y otro lado de los Pirineos, a las islas Británicas y a la península Itálica, eran mínimas.


Los vascos somos de los pocos pueblos que conservamos una raíz mayoritariamente Cro-Magnon al no ser invadidos por los indoeuropeos en nuestra totalidad gracias a la densidad de población y la capacidad para organizarnos y hacer frente a los recién llegados , pero no somos los únicos como hemos visto, ni tampoco somos Cro-Magnon al 100%, se dio indudablemente el mestizaje, sobre todo en las zonas fronterizas.

Hoy se considera al lenguaje de esos Cro-Magnones como el protoeuskera o protovasco, el idioma de donde viene el euskera actual. Un dato innegable: la situación de esas 150 cuevas donde vivían los Cro-Magnones, de entre 10.000-30.000 años de antigüedad, se sobrepone con exactitud milimétrica con la extensión histórica del euskera a la llegada de los romanos, con la Baskonia alto medieval y después con el reino de Pamplona-Navarra de Sancho III el Mayor o de García IV el de Nájera, con los que el reino baskón alcanza su máxima amplitud y da cobijo a toda la población euskaldun .

Decía el profesor Luis Pericot en el discurso pronunciado en la clausura del XII Pleno del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en 1952: “¿Quién sabe qué es la lengua vasca? Nada puede en los países europeos devolver a un hombre del siglo XX la sensación de transponerse a 5 ó 10.000 años antes. A nosotros nos basta para ello con escuchar a unos campesinos vascos en alguna de sus fiestas populares improvisando en su vieja lengua y cerrar los ojos. ¡Estamos oyendo a unos pastores neolíticos o acaso a quienes pintaron Altamira!”.

En realidad todos los idiomas se hablaban desde una etapa arcaica desde el Paleolítico Inferior, hace unos 100.000 años como hemos dicho. Desde el Paleolítico o Edad de Piedra no se han “inventado” nuevos idiomas sino que se han transformando, adaptándose a las nuevas circunstancias: mediante préstamos areales (por contacto, sobre todo en zonas fronterizas), por la influencia de culturas más avanzadas técnicamente, por imposiciones imperialistas o por la evolución normal del idioma y la necesidad de adaptación a las nuevas circunstancias tanto de nuevos materiales como de nuevas técnicas, conceptos nuevos, animales nuevos etc. Sólo en algunos idiomas ha dejado rastro nítido esta evolución en su vocabulario hasta podernos remontar al Paleolítico, como en el caso del euskera, aunque también en las lenguas germánicas y en otras indoeuropeas :

“De la antigüedad del idioma nos da pistas el propio euskera como recogen Menéndez Pidal o Antonio Tovar: Aitz-kora (hacha, literalmente: piedra arriba), aitz-lur (azada, piedra-tierra), A(i)zkon (lanza), zulakaitz (“zulo” agujero: cincel) o aiztoa (cuchillo, boca de piedra “aitz-ahoa”) y sus derivados: basaitzur, opatxur, aitzur-sarde etc. Estas palabras nos remiten a épocas cuando estos instrumentos aún se hacían de piedra o roca (aitz).

Se consideran también muy antiguas la palabra “su” (fuego), pero es más curioso lo que ocurre con la raíz “ur” como: "lur" (tierra), "elur" (nieve o quizás "no tierra": "ez-lur"), "egur" (madera), "zur" (también madera), "euri" (lluvia), hezur (hueso) etc., todas ellas con la raíz "ur" que hoy significa "agua", quizás sufijo en el pasado. Al parecer, en un inicio, la palabra era más parecida a "hur" con "h" ("h" aspirada, con un sonido parecido a la "j", común hasta la Alta Edad Media a todos los dialectos del euskera).

De esta palabra deriva también la voz "urte" (año), literalmente deshielo, es decir, esta raíz nos habla de una época donde la abundancia de agua es mucho mayor que la actual, nos habla de épocas glaciares, quizás del magdaleniense (14.000-9.000 a. C.), cuando el euskera era la lengua de comunicación entre los europeos. En euskera verano es "uda" e invierno "negu", primavera "udaberri" (“nuevo” verano literalmente) y otoño "udazken" (fin del verano) o “udagoien” (culminación del verano); la conclusión es que sólo había dos estaciones claras, invierno y verano y las otras dos son más recientes, volvemos al comentario anterior, esto sólo es cierto hoy en zonas cercanas a los polos terrestres. También la palabra "Horma" (hielo y pared al mismo tiempo) nos remite a esas épocas glaciales donde las paredes eran de hielo”.

Pero sólo unos pocos idiomas y los pueblos que los hablan se han mantenido siempre en la misma región, y, a pesar de su contacto con otros idiomas, han permitido que nos lleguen muchos elementos de forma clara del lenguaje y de la cultura de aquellos antepasados, “asabak” o “arbasoak”, como es en el caso del euskera y de la cultura vasca.

Datos de la arqueología:

“La afirmación de que un mismo pueblo perdurado en el territorio vasco desde el Paleolítico Superior hasta hoy, se halla apoyada en un hecho comprobado por la arqueología, es decir, que en la singularidad no interrumpida de la cultura del país desde aquellos lejanos tiempos hasta los albores de las historia, y este fenómeno sólo es explicable suponiendo la continuidad o persistencia de un mismo grupo étnico en el país” J.M. Barandiaran “El libro blanco del euskera” Euskaltzaindia.


En el País Vasco hay más de 60 lugares con señales de ocupación humana durante el Paleolítico Superior (desde el 35.000 al 8.500 a.C.), la mayoría son cuevas no muy alejadas de la costa y a escasa altitud, en toda Baskonia y región cantábrica hay 150 cuevas. Muchas cuevas deben de estar bajo el mar, pues el nivel del mismo se encontraba entonces varios cientos de metros alejado de la costa actual.

La similitud de los caballos de Ekain (Zestoa) con las de otros lugares de Europa es muy evidente, lo que denota una aprendizaje común.

En las cuevas de Santimamiñe o Isturitz se cree que de continuo vivirían entre 15-40 personas lo mismo que en todas las demás cuevas vascas de la época magdaleniense, de las cuales Ekain (Zestoa), Altxerri (Aia) y Santimamiñe (Kortezubi) han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO recientemente (2008), junto a otras 12 de las actuales Cantabria-Asturias de la misma época y habitadas por una misma gente con una misma cultura e idioma (Tito Bustillo, El Pindal, Cueva de la Peña y Cueva del Quesu-, ocho de Cantabria -Chufín, Hornos de la Peña, El Castillo, La Pasiega, Las Monedas, El Pendo, La Garma y Covalanas), que se añaden a Altamira (1985, Santillana del Mar, Cantabria): "la cornisa cantábrica se erige en un centro fundamental de la creatividad humana en el ámbito de la historia universal: uno de los lugares en que tuvo lugar el nacimiento del arte" UNESCO.

Todas ellas se deben de sumar a su vez a la cueva de Lascaux, que no está en la población del mismo nombre, sino a 60 km, cerca de la aldea de Montignac en el departamento de la Dordoña, antes Perigord de la Guyena y que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en año 1979, formando parte de esta declaración los «sitios prehistóricos y grutas decoradas del valle del Vézerè».
Algunos yacimientos destacados de este valle son: el abrigo Pataud, La Micoque, Laugerie-Haute y Laugerie-Basse, los abrigos de Le Moustier y el célebre de Cro-Magnon, además de las cuevas con pinturas rupestres paleolíticas: las mencionadas famosas cuevas de Lascaux en Montignac, las cuevas de Combarelles y de Font-de-Gaume en Les Eyzies-de-Tayac-Sireuil y la de Rouffignac.

Koldo Urrutia: “Cro Mañonen aztarnak. "Cro" hitza okzitanieraz koba esan nahi du. Aurkikuntza Les Eyzies de Tayac izeneko ingurunean izan zen. Frantsesek horrela itxuraldatu dituzte gure berbak "Les Eyzies", "Leiziek" esan beharrean, "Larrun mendiari "La Rhun" esaten dioten moduan. Ez hori bakarrik, "Trou de Leize", "Leizandie", "Leissandonie", "Leisarnie", "Leizurie" eta "Leissartroux" moduko toponimoak daude inguruan”.

Como dice el prestigioso antropólogo Jesús Altuna: “La raza de Cromagnon estaba extendida y el arte rupestre franco-cantábrico (Baskonia), tienen un área bastante parecida. Y es un área que coincide en cierto modo con la máxima expansión del euskera, la lengua vasca. Existen, en efecto, mapas que hace el lingüista, y que hace el prehistoriador y que hace el biólogo con respecto al tipo humano, que resulta que se superponen y coinciden bastante bien en este sentido” (en el libro “La pelota vasca” Julio Menem).



Las primeras expresiones de arte rupestre se remontan a hace 400.000 años, pero es con el Homo Sapiens Sapiens en el Paleolítico Superior cuando se disparan, hace unos 35.000 años.

El Paleolítico Superior tiene sus raíces auriñacienses en los países orientales y algunas manifestaciones conocidas en los yacimientos vascos pueden hallarse relacionadas con las que jalonan un largo recorrido desde las regiones meridionales rusas (hace 40.000-20.000 años, herramientas de sílex, huesos y primer arte figurativo, de Aurignac, Alto Garona). Es decir, hay una técnica de labrar la piedra única en toda Europa.

Una racha de formas culturales llega posteriormente de los países centro-europeos, llamada solutrense con piedras más elaborada en forma de laurel, nombre dado por el yacimiento de Solutré (Francia) hace 20.000-15.000 años, tras las cuales vuelven a reaparecer técnicas y artes de facturas indígena, es decir, nacidas de protovascos, que se expansionan a su vez hacia el centro y sur de la península ibérica.

Es importante señalar que todos los yacimientos vascos donde hay niveles auriñaciense y solutrenses tienen superpuestos el correspondiente magdaleniense. Eso indica continuidad de cultura y gente. Y como la última fase magdaleniense enlaza con la siguiente aziliense (período de transición bajo paleolítico-neolítico) nos prueba que en esos 20.000-30.000 años un mismo pueblo y cultura vivieron en nuestra tierra y dieron lugar a los vascos actuales.

El magdaleniense (15.000-9.000 a. C.) se origina, crece y se expande a partir de los montes que circundan la tierra baskona. Hace 16.000 y 10.000 años se produce una mejora climática (fase llamada Tardiglaciar), se recuperan los bosques caducifolios como el roble.
Su esplendor en las bellas artes y seguramente en cultura oral, música y danzas, hizo que reventara y desbordara en todas las direcciones. El foco más intenso y próspero fue la cuenca Garona-Dordoña y su centro geográfico el lugar que ocupa la actual tierra vasca de Iparralde (País Vasco-continental) y Gascuña (deformación de la voz “Baskonia”) que ya no es euskaldun al crear un idioma romance desde el euskera bien avanzada la Edad Media, es decir, la Baskonia continental.

Mircea Eliade, escritor rumano (1907-1987), especialista reconocido a nivel mundial de la historia de las religiones señala que: “Dado que las condiciones ambientales eran poco más o menos las mismas que en la época glaciar, los cazadores “hiperbóreos” prolongarían en las regiones septentrionales y árticas una cultura que había desaparecido en el sur con los cambios climáticos. (…) Eurasia septentrional recibió y conservó, adoptó y enriqueció una cultura y una espiritualidad que habían conocido antes una brillante época creadora en el Paleolítico franco-cantábrico (es decir, Baskonia)”.





Respecto a este período y a las cuevas del actual territorio vasco se refiere, Estornés Lasa realiza un resumen de los resultados de T. Aranzadi, J.M. Barandiaran, Eguren y J. Altuna, no superados por nadie hasta ahora, en su libro "Los orígenes de los vascos, tomo IV": “Un mismo pueblo ha perdurado en el territorio vasco desde los comienzos del Paleolítico Superior hasta nuestros días. Lo que pone de manifiesto que muchos elementos de la industria lítica (industria de la piedra) se perpetúan desde el auriñaciense hasta la Edad de Cobre, y la continuidad evolutiva de la cultura autóctona hasta los albores de la historia en que aparece encarnada en los baskones y grupos vecinos con ellos emparentados, esto sólo es posible suponiendo la continuidad o persistencia de un mismo grupo étnico en el país. No se puede desconectar el estudio de la arqueología vasca del cuadro general de la prehistoria del Sudoeste europeo por ser parte de una misma civilización”.

Esta civilización, la primera conocida en el mundo, llamada muchas veces y desacertadamente franco-cantábrica, es la que denominamos "protovasca" y que abarca toda Baskonia y la cornisa cantábrica. Es, según el antropólogo español J. Caro Baroja, el arte de esa edad, creación de un grupo limitado, señalando además su relación con el remoto auriñaciense. Es el arte propiamente vasco o "protovasco".

Análisis genéticos

Es necesario referirse a los estudios científicos genéticos realizados en los últimos años. Los investigadores italianos Lana Scavalli-Sforza (padre e hijo), máximo referente actual mundial en éste campo, realizaron una serie de mapas genéticos que demuestran una Baskonia primitiva Cro-Magnoide, anterior a invasiones posteriores.

Una de las características de los Cro-Magnones era el tipo de sangre "O" y la inexistencia de RH, es decir, el RH negativo . Entre los vascos se da además la tasa de sangre grupo B más baja de Europa, traída por invasiones indoeuropeas desde Asia.

El RH negativo (dato menos importante pues puede explicarse también por la endogamia) y el factor “O” disminuye entre la población a medida que nos alejamos de Euskal Herria, siendo alta aún en Altos Pirineos, Beárne, Landas, Asturias, Santander y Alto Aragón (Baskonia y cornisa cantábrica), donde se dio la cultura rupestre más antigua de Europa y donde se habló euskera hasta la llegada de diferentes invasiones datables.

En el resto de Europa tienen altos porcentajes de sangre tipo "O": galeses, irlandeses, ingleses, frisones, vandois holandeses, y Cerdeña y Calglari, así como los Alpes, lugares donde se han hallado restos de hombres de Cro-Magnon como se ha dicho ya.

En un artículo de la revista "Proceedings" y recogido el 3 de Abril del 2001 por el periódico Deia, un equipo de investigadores de las universidades inglesas de la University College de Londres y la de Universidad de Oxford, así como de la Universidad de California en Davis (USA), han determinado que el cromosoma "Y" de los primeros galeses e irlandeses era igual que la de los vascos.

Según se describe en un artículo del Diario Vasco del 13 de octubre del 2003: “Hace diez mil años, poco después de la última glaciación, las poco más de 3.000 familias que habitaban las vertientes montañosas más próximas al Cantábrico trataban de sobrevivir cazando renos, ciervos, bisontes y caballos. Recolectaban frutos y bayas y, cuando llegaba la temporada, esperaban la migración de los salmones para darse el gran atracón. Vestían trajes de pieles curtidas, calzaban botas del mismo material y usaban arpones con punta de hueso y sofisticadas hachas de sílex. Era tiempo de frío, de refugiarse en cabañas de troncos y techos de paja y de vivir en cavernas como la de Santimamiñe o Arenaza. (…) Los vascos de la época hablarían un precedente muy primitivo del euskera y se agruparían en tribus y clanes familiares. (…) Pero, tal vez, lo más relevante de la investigación es comprobar de qué modo se fueron expandiendo aquellos primeros pobladores que vivían cerca del mar. Durante las glaciaciones, y debido a lo extremo del clima, las tierras al sur de los montes Gorbea, Anboto, Aitzgorri, Aralar y de los Pirineos estaban despobladas. Cuando remite el frío, los antepasados de los vascos empiezan a colonizar nuevos territorios”.

Esta investigación fue publicada en la prestigiosa revista American Journal of Physical Anthropology y dónde también remarca que los vascos «se diferencian bastante del resto de europeos», en palabras del antropólogo Iriondo. Un hecho que, en su opinión, indicaría la antigüedad de sus asentamientos y que podría ser explicable por el hecho de que «el resto de europeos se han mezclado más que los vascos con poblaciones que, desde el Oriente Medio, trajeron la agricultura y la ganadería hace 5.000 ó 7.000 años». Al País Vasco, estas técnicas llegaron más «por contacto cultural» que por mestizaje. Mikel Iriondo se apresta a matizar que «todo esto es relativo porque si algo caracteriza a los humanos es su capacidad y sus intentos por mezclarse, y por el País Vasco han pasado todos, como por el resto de Europa», remacha Iriondo.

Los genetistas confirman por tanto el origen cromagnoide de los vascos y la pervivencia de una misma población autóctona desde al menos el Paleolítico Superior con muy poca influencia indoeuropea, incluida la celta .



CONCLUSIONES:

Julio Caro Baroja deja bien claro en su libro “Baskoniana” que: “Si yo, como historiador y como etnólogo, tuviera que dar una definición del pueblo vasco, diría que, hoy, es un pueblo con una tradición cultural eminentemente europea, occidental, bastante diferenciada de las mediterráneas”.

El mismo antropólogo en “Sondeos históricos” escribió: “El (idioma) vasco sigue irreductible: igual a sí mismo. El vasco implica un orden en el pensar distinto al que siguen los que hablan castellano, francés o bearnés (…) El vasco es un idioma riquísimo, contra lo que han dicho algunos”.

El que fuera presidente de la Academia de la Lengua Española e historiador español Menéndez Pidal, en un discurso que dio en Bilbao en 1921 dijo: “...si un idioma no es el espejo del alma del pueblo, es una síntesis de la historia colectiva, de la historia del desenvolvimiento de esa alma colectiva, es un reflejo del desarrollo intelectual del pueblo que lo habla. Tenéis la fortuna de que vuestro pueblo sea depositario de la reliquia más venerable de la antigüedad hispana. Otras tendrán más valor artístico, serán más admiradas y codiciadas universalmente, pero no hay otro que tenga la importancia de esta lengua”.

Martín de Ugalde decía : “La lengua, esta obra gigantesca de generaciones que se pierde en la memoria de la histórica, es importante porque esa huella indeleble en el espíritu del pueblo vasco es parte de nosotros mismos. (…) Cabe para la lengua de los vascos aplicar casi todo lo que Jung refiere acerca del inconsciente colectivo, que es fundamental para comprender el papel que juega la lengua como elemento aglutinante, como memoria de nuestro pueblo. (…) Por que la lengua es el vehículo comunicación que va creando los vínculos entre los individuos hasta crear la conciencia colectiva del pueblo”.

El sabio más respetado sobre la arqueología y etnografías vasca, José María Barandiaran, dejó escrito: “Nosotros los vascos, hemos adquirido nuestra cultura o nuestra forma de ser particular a través del euskera y prendido de él, a nuestro idioma. No se puede creer que la cultura consiste en el aprender y el conocer que ha florecido en los siglos recientes: es algo más profundo. La cultura está constituida por las normas morales que ha ido construyendo y practicando el hombre por la forma en que percibe la vida, por la manera en la que trabaja y se gana el sustento, por la forma en que idea las relaciones sociales, por la manera en que norma sus actos, por la forma en la que elige los fundamentos de su vida espiritual, la manera en que educa los deseos y los instintos. Todo eso lo hemos recibido a través del euskera. Abandonar ese camino constituiría abandonar nuestra raíz, quedar como extranjeros en nuestra propia tierra, empequeñecer nuestra existencia”.

Que alguien piense en algo vivo, creado por el hombre, y que se pueda remontar a hace 30.000-40.000 años.


“Los vascos viven la situación contraria. Hablan un idioma único y tienen una historia también única, descendiendo directamente, de acuerdo con las teorías mayoritariamente aceptadas, del primer homo sapiens que habitó Europa hace 40.000 años.
Cualquier otro pueblo europeo, por comparación, es un advenedizo recién llegado. Cuando ves un vasco crees estar viendo al descendiente directo del hombre de Cro Magnon. Incluso hoy en día, la lengua vasca no es hablada por la mayoría de los vascos. La cultura y folklore vascos están también en riesgo de desaparición. Si la región vasca continúa siendo un apéndice de España (Francia), es muy probable que se desvanezca completamente. ¿Cuál es la única fórmula que puede salvarlo? Un estado vasco, en el que todas sus instituciones de autogobierno – la burocracia, el sistema educativo, los medios de comunicación – sean puestos a su servicio”. Hillel Halkin, THE JERUSALEM POST 10 Feb. 2005

“Besides not being french or spanish, a basque is not mediterranean, Alpine, Magyar, Celtic, Germanic, Semitic or Scaindinavian. He isn´t even Aryan, nobody know who his ancestors were” 1955 Orson Welles, cineasta.

Dr. Hans Mukarovsky (Písek, 1891-Praga, 1975) Lingüista checo fundadores del Círculo lingüístico de Praga, filólogo de la universidad de Viena: “”Que el destino de las lenguas está relacionado con la suerte política de los pueblos que la hablan. Si la suerte política hubieses favorecido a Navarra, Europa hubiese hablado hoy la lengua vasca”.


El bertsolari y poeta Felipe Arrese Beitia (Otxandiano, Bizkaia, 1841-1909), dejó escrito en lo que para Kanpion, Abaddie y Duvoisin era el mejor verso de todas ediciones de los Juegos Florales que organizaron:

“Euskaldun jayo nintzan,
euskalduna azi,
euskara utsi amak
eustan irakatsi.
Euskara maite maite
zabalitz neugaz beti,
euskara ill eskero
ez dot gura bizi”.