LA CASTILLA DE NABARRA
Aitzol Altuna Enzunza
El territorio entre el nacedero del río Ebro y el río Ibaizabal-Nervión habría quedado muy despoblado tras los ataques o razias de los musulmanes entre los siglos VIII-IX, se trataba de una comarca sin una unidad política que en las crónicas árabes se llama de manera genérica Al-Kile (los castillos), subsistiendo en las montañas pequeños núcleos aislados entre sí que eran llamados en las crónicas cristianas “foramontanos”.
En esta extensa comarca del norte peninsular, a partir del siglo IX, se crearon los diferentes condados que se irán uniendo y conformando el que llamará precisamente condado Castilla, fue un largo proceso que no finalizó hasta el siglo XII como vamos a ver.
LA REPOBLACIÓN CON ASTURES Y BASKONES
A finales del siglo VIII comienzos del siglo IX, empezó una rápida repoblación de este territorio por presura u ocupación de las comarcas de las riberas de los ríos así como la roturación de estas tierras, donde pugnaron por su colonización el reino astur por el Oeste y el ducado de Baskonia por el Este, el cual desde el siglo IX será llamado reino de Pamplona primero y de Nabarra después.
En la parte nororiental, la gente refugiada en la montaña que volvió al llano una vez pasado el peligro musulmán, era principalmente de origen baskón como demostraremos, a los que se unieron nuevas aportaciones de baskones que repoblaron las comarcas de:
- El Valle de Mena (hoy dentro de las Merindades).
- Trasmiera, entre los ríos Asón en Santoña hasta el castillo de Cudeyo en la bahía de Santander, poblaciones actuales como las de Santoña, Noja, Argoños, Liérganes o Medio Cudeyo.
Mapa del geógrafo francés Nicolás de Fer del año 1705. Algunos mapas hasta el siglo XIX recogen el territorio histórico de Nabarra hasta la bahía de Santander (St André)
- Belorado como centro principal de la que se llamará riojilla burgalesa, con poblaciones como Bascuñana, Herramélluri o Grañón.
- La Bureba con poblaciones como Briviesca, Oña o Poza de la Sal.
-La cuenca del Ebro hasta su nacedero, con las poblaciones actuales de Báscones de Ojeda, Báscones de Valdivia o Báscones del Ebro en Palencia y en la provincia actual de Burgos las de Miranda de Ebro, Pancorbo o Ameyugo.
- Castilla Vetula, hoy llamada Merindades, con poblaciones como: Bricia, Arija, Berberana, Espinosa de los Monteros, Trespaderne, Berberana, Frías, Medina de Pomar, Villarcayo, Merindades de Cuesta-Urria, de Sotoscuevas, de Valdeporres, de Valdivieso, de Montija, Valles de Losa, de Tobalina, de Valdebezana y de Zamanzas.
- Valpuesta en el valle de Valdegovía-Gobiaran (hoy incluida en Merindades).
Los baskones eran sobre todo alabeses y en menor medida bizkaínos, por ser ésta última una tenencia o demarcación administrativa nabarra mucho menos importante y de menos población en esos siglos que Alaba. Bizkaia, además, comenzaba en la Alta Edad Media al Este del río Ibaizabal-Nervión, sin la comarca actual de las Enkartaciones como hemos dicho.
Los tenentes fueron hasta mediados del siglo XIII los recaudadores de impuestos, ejecutores de justicia y defensores del reino de Nabarra en nombre del rey, sin derecho a herencia y de manera temporal. Esta figura no existía en ningún otro reino donde los condes y duques tenían un carácter nobiliario y hereditario.
Toda la Nabarra Occidental, Bizkaia hasta Cudeyo en Santander-Gipuzkoa-Alaba y La Rioja, agrupada como "Bizcaye" en el mapa de Philippe Pretot de 1773:
"Cosmographie universelle, physique, et astronomique, pour l'etude de touts les ages de l'histoire dirigee par m.r Philippe"
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"Terres de Vieille Castille" |
LAS MONJAS DE SAN MIGUEL DE PEDROSO
La Castilla primigenia se hallaba ocupada en gran parte por el rey astur cuando se creó en el año 759 cerca de Belorado el convento de San Miguel de Pedroso con 28 monjas (hoy desaparecido), en el cual abundaban los nombres baskones o en euskera como los de: Amunia, Munia, Ximena, Uma, Munoza, Sancha, Auria, Andirazo, Anderkina, Gometiza, etc.
Por estos nombres de las monjas, es más probable que esta región fuese baskona antes que astur y que se hubiera conservado libre de la invasión musulmana gracias al refugio natural que da la sierra de la Demanda o Arandio.
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El texto completo San Miguel de Pedroso dice: CL VIII De decanias et de divisas er de colaceos et de hereditates de monasterio Sancti Micaelis de Petroso. Sub nomine sancte et individue Trinitatis. Ego igitur abbatissa Nonna Bella pactum feci, et corpues y anima huic sancto monasterio offerre eyt comendare curavi, quem iuxta Tiri abtavi, et ex reliquias almi Dei arcangeli Micaeli et sanctorum apostolorum Petri et Pauli es sancti Prudencii sacrare disposui, et meum sororumque soram predictis patribus, id est, gioriosi Froilani regis et Valentín pontificis nomina nostra in hac regula sancta roboravimus sub die VIII kalendas madias, era DCCz. Lxa. VIIa. Maria hiz roboravi. Amunna hic roboravi. Monnia hoc roboravi. Eilo hic roboravi. Donna hic roboravi. Scemena hic roboravi. Umma hix roboravi. Munnoza hic roboravi. Scemena dis Roboravi.... Urbana... Cinta... Alduara... Sancia... Maria...Auria...Anderazo...Munnata... Eugenia...Clarea... Susanna... Mumadonna... Tota.... Anderquina... Flagina... Guntroda... Gometiza... Urraca hic roboravi. Luponi presbiter hii omnes roboravit in Christo, amen |
En esos momentos, la diócesis a la que pertenecía toda la región era la de Valpuesta en el valle de Valdegobia, hoy provincia de Burgos pero rodeada del territorio alabés. El historiador Fray Justo Pérez de Urbel (Pedrosa del Río Urbel 1895- Valle de los Caídos 1979), en su obra "Los vascos en el nacimiento de Castilla", lo tenía muy claro:
"Valpuesta es el centro más importante de la onomástica eusquérica; pero desde Valpuesta la vemos extenderse por todos los centros de a repoblación de esa zona occidental de Castilla, por Tovilla, Losa, Tobalina, San Millán, Cerezo, las riberas del Oja y los montes de Oca, hasta cerca de Burgos las tierras que nace el Arlanza.
Aquí es frecuente encontrar nombres como Vigila o Vela (cuervo), Velasco (cuervo pequeño), Amunna (abuela), Eita (padre), Jaunti (Señor), Anderezo o Andregoto (de andra, señora); o estos otros de cuño evidentemente vasco: scemenus, Sancius, Hurraca, Anderquina, Ennecus, Ulaquides, Analso, Amusco, Uzanco, Azanus, García (Garcea-Garçea, Garçes-Garcés), Herramel y Oggoiz o Lupus (…)".
El doctor en historia José Luis Orella Unzué en su libro Sancho III el Mayor (edición “Reyes de Navarra” año 2003 pág.66), añadía:
"Estas tierras del noroeste de Castilla
eran en la cultura anterior a la romanizada como igualmente lo testifica la
arqueología tierras autrigonas por tanto en estrecha relación con el ámbito de
la lengua vasca. Además estas tierras gozaban en su derecho privado unas
instituciones típicas del sistema jurídico pirenaico, lo mismo que todas las
tierras que estaban a su costado oriental” “Sancho III el Mayor”.
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En su trabajo “Origen y evolución de las Encartaciones de Bizkaia”, Goio y Julen Bañales comentan: “Los aforados de Moneo y los de Losa consiguieron integrarse en Bizkaia (en realidad, que se les aplicaran sus Fueros: legislación y sistema político), y fueron incluidos en su jurisdicción natural, en el corregimiento de la Avellaneda (Juntas de las Enkartaciones). El “Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal” llama a estos pueblos “desaforados” por haber perdido “sus fueros de provincia” a principios del siglo XVIII". En el trabajo “Ruta por los enclaves extraterritoriales aforados al Fuero de Bizkaia”, José Ángel Lecanda habla de que: Los aforados de Moneo, entre Medina de Pomar y Trespaderne, contaban con cuatro núcleos de población sin solución de continuidad entre ellos: Bustillo y Moneo como núcleo central, Villarán y Bascuñuelos (cuyo nombre no deja lugar a dudas del origen de sus primeros pobladores), espacialmente insertos en otras unidades administrativas. Éstos, al igual que algunos otros de esta misma comarca, como Nofuentes, capital de la Merindad de Cuesta Urria, estuvieron aforados".
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Es decir, además de los testimonios indubitables de que se hablaba euskera en la Alta y Baja Edad Media como vamos a ver, se testifica la estructura política de asambleas vecinales, comarcales y las tenencias propias de Baskonia o del reino de Nabarra junto con el derecho foral pirenaico hasta el siglo XVIII. Es más, en Belorado, aún hoy se baila un paloteado "a lo nabarro".
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El castellano que se originó tardíamente entre los siglos IX-XI como lengua pidgin o de entendimiento en la marca castellana entre León y Nabarra, se empezó a expandir con Fernando I el Grande y sobre todo con su hijo segundo Sancho (llamado como su abuelo Sancho III el Mayor), el primer rey Castilla como vamos a ver. El castellano nació en esta fronteriza Castilla de Nabarra, tal y como explicamos en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2016/07/el-origen-nabarro-del-romance-castellano.html
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Claudio Sánchez-Albornoz (Madrid 1893-Ávila 1984), catedrático de historia en las universidades de Madrid, Barcelona y Buenos Aires y presidente en el exilio de la Segunda República Española, afirmó en “Vasconia o la España sin romanizar” que “el pueblo castellano nació de la matriz vasco-cantábrica. No soy el primero en lanzar la idea de la acción vasconizante castellana. Menéndez Pidal al estudiar los Orígenes del español, defendió ya la teoría de que Castilla había metido una cuña vasca en Hispania. Aludía al castellano, claro está. Cabe ampliar su tesis de lo lingüístico a lo social y a lo vital”.
Costa nabarra en el siglo XI, de Baiona hasta el castillo de Cudeyo en Santander. Mapa de principios del siglo XVIII
EL REINADO DE SANCHO III EL MAYOR
Sancho Garcés III el Mayor
fue el 8º rey de Nabarra, hijo de Sancho García (o Garcés) II "el
Tembloroso" y de la leonesa Ximena Fernández. Sancho se casó con
Doña Munia o Muniadona la Mayor, hermana del conde de Castilla.
Con Sancho III el Mayor el reino baskón alcanzó su máxima extensión (1004-1035). Creó el título “rex Dei gratia” y fue llamado por los cronistas árabes "Señor de los Baskones" (amir
al-bashkuns). También se le nombra como rey de “Wasconum gens” y de “Wasconum
nationem”.
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"Atlas histórico de Navarra" Eneko Del Castillo |
Sancho se hizo cargo del gobierno del condado de su cuñado el conde castellano Garçés o García Sánchez ("el joven hijo de Sancho") al ser éste un infante, pero pasó a gobernarlo directamente al ser asesinado en el año 1029, cuando contaba con tan solo 7 años de edad, por los alabeses de la familia Bela (cuervo en euskera), de nombres Rodrigo
y Eneko (latinizado como Iñigo), en venganza por la disputa que tuvo esta importante familia alabesa con la familia condal castellana.
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Infografía turística de la ciudad de Palencia |
Hay historiadores que acusan a Sancho de
este regicidio, pero no se han encontrado pruebas al respecto. Sancho III el
Mayor tomó a los musulmanes con su ejército las tierras entre los ríos Cea y Pisuerga, repoblándolas y creando la sede episcopal de Palencia con ellas, entre las de Burgos y León, entre otras muchas decisiones políticas que tomó en Castilla.
En el documento 166 del Cartulario del monasterio de San Millán de la Cogolla del año 1016 sobre privilegios y propiedades entre el conde de Castilla Sancho y su yerno Sancho III el Mayor, aparecen las fronteras del reino de Nabarra con el condado de Castilla.
El documento dice: "Una concordia y acuerdo acerca de la división del reino entre Pamplona y Castilla, como ordenaron Sancho conde de Castilla y Sancho rey de Pamplona (el Mayor), tal como les pareció. Esto es, desde la suma cima de la sierra de la Cogolla (Cuculla) al río Valvanera (Valle Venarie) y a Gamneto a donde está el mojón sito y collado Muño, y desde Biciercas (Viciercas en Montenegro de Cameros) y Penna-nigra (peñón de 2.017 metros cercano a Montenegro de Cameros en Soria de Peñanegra) desde siguiendo hacia el río Razón (norte de Soria entre las Tierras Altas y Cameros), donde nace; después por medio del monte de Calcaño (quizás la sierra Carcaña en Soria), después por la cima de la cuesta y por medio de Gazala (comarca soriana de Almarza en las Tierras Altas), y allí está el mojón, y hasta el río Tera, allí esta Garrahe, antigua ciudad abandonada (Garray en Soria), y hasta el río Duero.
Don Nuño Álvaro de Castilla y el señor Fortún Oggoiz de Pamplona, testigos y confirmantes. Año 1016"
(Cartulario de San Millán de la Cogolla, La Rioja, reino de Pamplona-Nabarra, doc. 166.
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De divisione regno. De divisione regno inter Pampilona et Castella, sicut ordinaverunt Sancio comite et Sancio regis pampilonensem, sicut illis visum fuit una concordia et convenientia. Id est: de summa Cuculla ad rivo Valle Venarie, ad Gramneto, ibi est molione sito; et a Collato Monnio, et a Biciercas et a Penna Nigra; deinde ad flumen Razon, ubi nascit; deinde per medium monte de Calcanio, per sumo lumbo et media Gazala, et ibi molione est sito; et usque ad flumen Tera, ibi est Garrahe, antiqua civitate deserta, et ad flumen Duero. Duenno Nunno Alvaro de Castella, et sennor Furtun Oggoiz de Pampilona, testes et confirmantes. |
Es decir la frontera occidental entre el reino castellano-leonés, que sustituyó al astur, y el reino baskón-nabarro reconocida por ambas partes, iba desde los montes de Cudeyo en la bahía de Santander (Trasmiera) hasta Arreba (Castilla Vetula hoy Merindades), Urbel (Basconcillos del Tozo), Ubierna y los montes de Oca con frontera en Atapuerca cerca de Burgos capital. Pertenecían también al reino nabarro las tierras del norte de Soria desde Montenegro de Cameros hasta Garray (antigua Numancia) y la confluencia entre los ríos Tera y Duero, quedando como frontera la Extremadura soriana hasta San Esteban de Gormaz.
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Mapa de Eneko del Castillo. Como escribió el historiador bilbaíno Anacleto Ortueta (siglo XIX) sobre este gran rey Europeo: “Sancho III el Mayor eligió sabiamente las fronteras del Estado Vasco, pues los límites que dio a Navarra fueron los geográficos naturales. Es el genio tutelar de la nacionalidad vasca. Gracias a él vivimos como pueblo”. |
OTROS DOCUMENTOS SOBRE LÍMITES DE LA CASTILLA DE NABARRA
Según el historiador de las Merindades Sainz de Baranda, el valle de Arreba
perteneció al conde Salvador González por su esposa doña Munia (nacedero del río Ebro), el cual representó el dominio más avanzado del rey nabarro Sancho Garçés IV el de Nájera (el hijo primogénito de Sancho III el Mayor), tal como
figura en el documento de fundación de Santa María la Real de Nájera (1052):
“ex dia vero parte ex Alabe terminis usque in Arrepan et Cuteliun Castrum in
Asturiis”.
Sancho III el Mayor y su hijo Sancho Garçea el de Nájera
En el Cartulario de
Santillana del Mar, en un documento se da fe de una donación
testamentaria de varias heredades localizadas en los lugares de Igollo de
Camargo y Santa Cruz de Bezana efectuada a la Abadía de Iliana (Santillana)
por doña Eylo y su esposo, Vellido Monioz:
“Comite Monnio Munnioz (signum) feci et
confirmabi. Senior Loppe Hellakoz (signum) feci et confirmabi. Senior Galindo
Bellakoz (signum) feci cf confirmabi. Senior Fortun Lopez (signum) feci et
confirmabí. Senior Sancio Lopez qui (signum) feci et confirmabi. Didaco Aluariz (signum) feci et confirmabi. Gonsaluo Gideriz (signum) feci et confirmabi.
Fredinando Gonsaluiz (signum) feci et confirmabi.(....)
Todos estos
tenentes e importantes personajes están ampliamente documentados como suscriptores de los
diplomas del rey nabarro Garcés de Nájera en los años inmediatamente anteriores y
posteriores al año 1047, además, todos ellos desempeñaron un
destacado papel político y militar en territorios castellanos, alabeses y
bizkaínos del reino de Nabarra.
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Frías en Castilla Vetula hoy Merindades, era la capital del norte de Castilla, donde aún a su castillo se le dice "nabarro" Ayuntamiento de Frías: "Traspasado el año 1000 aparece por estas tierras el rey navarro Sancho III el Mayor, cuya base de actuación será Oña. Como consecuencia de la división del reino, esta parcela burgalesa quedará dentro de Navarra. Las luchas con Castilla obligarán a levantar castillos enriscados en los más importantes pasos: Santa Gadea del Cid (Término, municipio cercano a Oña), se pone a punto Pancorbo y se levantan ex profeso los de Tedeja (en la Horadada, cerca de Trespaderne) y Petralata (en lo alto del Portillo de Busto). Frías pudo servir de defensa complementaria" http://www.ciudaddefrias.es |
Por tanto, estos documentos y otros muchos más, nos marcan las fronteras
del ducado de Baskonia en el siglo VI-VII como vamos a ver y después del reino de Pamplona-Nabarra
entre los siglos IX-XI, tierras dadas por Sancho III el Mayora a su hijo primogénito Sancho Garçea “el joven” el de Nájera (latinizado como García), y gran parte de ellos siguieron en Nabarra con Alfonso I el Batallador hasta su muerte en 1134.
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Mapa de Iñaki Sagredo con las tenencias nabarras y sus castillos que marcaban la frontera del reino baskón. Por el occidente, en el siglo XI, la tenencia de Trasmiera iba desde la Bahía de Santander hasta la tenencia de Colindres en el río Asón (que empezaba Laredo), con los castillos de: Cudeyo, Cueto y Camargo. Por la Castilla mesetaria habría varias tenencias, en ellas se situaban los castillos nabarros de: Urbel, La Piedra, Briviesca, Poza de la Sal, Oña, Término (Terminón o Santa Gadea del Cid), Piedralada, Rodilla, Cuevarana, Ubierna, Frías, Tedeja, Mijangos, Berberana, Cigüenza y Berberana (Villarcayo), Castrobarto, Bricia, Arreba, Pancorbo, Ameyugo, Valluércanes, Mena e Ibrillos. |
| Castillo del Monasterio de Rodilla, testigo de los enfrentamientos entre el reino nabarro de Pamplona y el condado y después reino de Castilla. En 1048 lo señoreaba Lope Fortunionis en nombre del rey nabarro Garçea el de Nájera, tras la muerte de éste en la Batalla de Atapuerca en 1054, fue ocupado por Castilla y recuperado después por Nabarra como vamos a ver, ya que en 1065 aparece como tenente el nabarro Fortún Jiménez
"Atlas histórico de Navarra" Eneko Del Castillo
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TRAS LA MUERTE DE SANCHO III EL MAYOR
Tal y como recogen los historiadores nabarros Iribarren y Campión, Sancho III el Mayor dejó a su primogénito “toda la población euskara”.
El historiador español más importante del siglo XX, Menéndez Pidal (La Coruña 1869-Madrid 1968), en el libro "España y su Historia" explicaba que el rey nabarro Sancho III el Mayor en el año 1035: «reparte sus estados entre sus cuatro hijos, apareciendo como uno de los más audaces estadistas estructuradores de fronteras y de pueblos, dejando al primogénito García el solar de la dinastía, el antiguo reino de Nabarra, homogéneamente vascón por su lengua (...)"
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Cuadro que representa el testamento de Sancho y el reparto de los territorios entre sus hijos |
Respecto a la herencia de su segundo hijo, según explica José Luis Orella Unzué: “A Fernando se le dio parte de Castilla, porque la otra parte de la misma Castilla como eran las mandaciones de Castella Vetula o Castilla Vieja entre Trasmiera y la Bureba hasta el Arlanzón, pasaron como herencia materna al primogénito García (el de Nájera)" (“Sancho III el Mayor” edición “Reyes de Navarra” pág.67).
Otro importante historiador nabarro, José María Lacarra (Estella-Lizarra 1907-Zaragoza 1987), comentaba lo mismo, cómo Sancho III el Mayor dejó para su primogénito García IV el de Nájera “los territorios cis-pirenaicos de habla vasca, más una marca fronteriza, que era precisamente la que constituyó el núcleo originario de Castilla, desde la bahía de Santander hasta los montes de Oca con la Bureba incluida hasta Atapuerca, a las mismas puertas de la capital burgalesa, las mandaciones de Castella Vetula".
Se trataba de casi la mitad del territorio o comarca sin unidad política de lo que se llamaba Castilla como hemos visto, de fuerte presencia de gentes baskonas o euskaldunes.
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Monasterio de Oña donde está enterrado Sancho III el Mayor, es una de las tenencias nabarras más occidentales del que dependían varios castillos como veremos en otro artículo |
LA HERENCIA DE FERNANDO I EL GRANDE
El segundo hijo de Sancho III el Mayor, Fernando I el Grande (1035-65), heredó por tanto en el año 1029 el condado de Castilla de su tío por parte de madre y la "potestas" o gobernación de la Castilla de Nabarra. Por estas tierras nabarras de Castilla, Fernando I el Grande fue vasallo de su padre primero y después de su hermano mayor Sancho Garçés IV el de Nájera, rey de Pamplona-Nabarra que tendrían sin embargo el "imperium" o soberanía sobre ellas.
Un documento del año 1037 del monasterio de Leire, cuna del reino baskón, dice que Sancho Garçés IV el de Nájera era soberano en Pamplona y Castilla y su hermano bastardo Ramiro gobernaba en Aragón y su hermano pequeño Gonzalo en Sobrarbe, se resumían así los territorios de la corona Nabarra donde estaba Castilla Vieja: “Garsia, in Christi gratia princeps in Pamplona et in Castella, Ranimirus, in Christi auxilium regulus in Aragone, Gondesalbo, regulus superarbe”. Sin embargo, el documento no alude al otro hermano, al conde de Castilla Fernando, ya que es un condado de soberanía leonesa.
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Torreón mozárabe del conde Fernán González o de Doña Urraca, hija del conde que estuvo encerrada en él según la leyenda (Covarrubias, Burgos) |
Fernando estaba casado con la hermana del rey de León Bermudo III, al que se enfrentó, venció y mató en la Batalla de Tamarón en ese año 1037 con la ayuda precisamente de su hermano mayor Sancho Garçés IV el de Nájera. Es así como, el que era un simple condado o marca (tierra de disputa) entre los dos poderosos reinos cristianos de León y de Pamplona-Nabarra, tomó un inesperado protagonismo en la historia que ni su conde más importante hasta entonces, Fernán González (932-970), hubiera esperado, llegando incluso a anteponerse en la denominación a León, pues será más conocido en la historia como el reino de Castilla y León.
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Beato del rey Fernando I y de la reina doña Sancha León, año 1047 d.C. Ilustración de los cuatro jinetes del Apocalipsis, atribuida al 'scriptor' y 'pictor' "Facundus" (Ilustración BNE, Ms. Vitr/14/2) |
EL FRATRICIDIO DE FERNANDO EN ATAPUERCA
Pero, Fernando I nunca estuvo de acuerdo con la división de Castilla y el reparto con su hermano de la herencia castellana que dispuso su padre, lo que les llevó finalmente a una guerra fratricida.
El fatal desenlace tuvo lugar el 1 de septiembre del año 1054 en Atapuerca, a tan solo 8 kilómetros de Burgos capital, en el que era entonces el mojón entre Nabarra y el reino de León donde habría un Olmo (el olmo de Burgos o Atapuerca).
El rey nabarro Sancho Garçés el de Nájera murió en esta Batalla, recibiendo la extrema unción de San Iñigo de Oña allí mismo y fue llevado por su propio hermano Fernando a Nájera para que ser enterrado en Santa María la Real, ciudad riojana donde estaba la Corte Nabarra. En Atapuerca hay un Monolito que hace de mojón y que reza así: “Fin del rey don García de Nabarra Batalla de Atapuerca 1054”.
Su sepulcro en el monasterio castellano de Oña (al menos el escudo es muy posterior)
Debajo la lápida que le puso su hijo Fernado I el Grande en San Isidro de León.
Tras esta batalla el monasterio de Oña en la Bureba pasó al condado de Castilla y a soberanía leonesa, lo que aprovechó Fernando I para llevar el sepulcro de su padre de Oña a la catedral románica de San Isidoro de León que había mandado construir. Los monasterios de San Salvador de Oña y San Millán de la Cogolla, fueron agasajados tanto por castellanos como por nabarros.
Fernando dejó de rendir definitivamente vasallaje a Nabarra por la parte occidental de Castilla, aunque probablemente lo había hecho desde que fuera nombrado rey de León en 1037, aunque la verdadera heredera del reino era su mujer y él era tan solo el rey consorte.
Los leoneses se hicieron con toda la comarca llamada de los castillos o Castilla del reino de Pamplona o Nabarra tras la Batalla de Atapuerca. Nabarra perdió los territorios de Urbel, Ubierna y La Piedra en ese año 1054; poco después, en el año 1057 le tocó el turno a Valpuesta (Valdegobia) y en el año 1058 a la Bureba.
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Castilla y el reino de Pamplona-Nabarra en el reinado de Fernando I de León-Castilla y de su hermano Sancho Garcés el de Nájera (Wikipedia), aunque por la costa el reino de Pamplona-Iruñea llegaba realmente hasta Cudeyo en la bahía de Santander
"Atlas histórico de Navarra" Eneko Del Castillo
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Fernando I el Grande marcó el Ebro como frontera con Nabarra y a su muerte en el año 1065 dividió su reino entre sus hijos como lo hiciera su padre, pero con una peculiaridad muy entendible.
Al primogénito, Sancho le dio el condado de Castilla pero como rey-soberano, creando así el reino de Castilla; a su hijo Alfonso VI que se auto-apodó "el Emperador", su favorito, le dio el reino de León que era "la parte más extensa, valiosa y emblemática"; a su hijo otro García le hizo rey-soberano de Galicia (entre los ríos Duero-Miño), al que despojaron después del título sus hermanos, volviendo a integrarse en León.
Finalmente, dejó las rentas de Zamora a su hija Urraca y a su otra hija Elvira las de la población zamorana de Toro, pero ambas sometidas a su hermano el rey de León.
LA RECUPERACIÓN DE LA CASTILLA DE NABARRA
Sin embargo, el heredero del rey nabarro Sancho Garcés IV el de Nájera y de Estefanía de Barcelona, Sancho García IV el de Peñalén (1054-76), recuperó las tierras castellanas arrebatas a Nabarra por Fernando I el Grande tras su muerte, salvo la comarca de Urbel y Ubierna, restableció las fronteras del reino, gracias sobre todo al tenente de Pancorbo Sancho Fortuñón o Fortuniones, el cual dominaba los montes Obarenes, y después a Jimeno Fortuniones desde 1071.
Pero, los castellanos no se cesaron de sus intenciones y cayó toda la Castilla de Nabarra de nuevo en manos castellano-leonesas tras el regicidio de Peñalén en el año 1076, mediante la conspiración de los nobles castellanos, los López de Haro junto a otros tenentes nabarros que querían las tenencias en propiedad (como los señores feudales de Castilla) y los hermanos del propio rey.
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Paso de Pancorbo, lugar donde estaría el castillo viejo llamado de Santa
Marta en el Valle del Ebro, por lo que controlaba el paso angosto entre la
Ribera del Ebro y la tenencia nabarra de Treviño hacia la Bureba, por donde discurría anteriormente una
calzada romana. El castillo se habría construido sobre un emplazamiento romano
y estaría en el llamado precisamente Monte del Castillo Viejo. El castillo de Pancorbo debió de
sobrevivir muchos siglos con los arreglos pertinentes, ya que seguía en pie
durante la invasión francesa y fue definitivamente derribado en las Guerras
Carlistas o Forales en el siglo XIX.
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En 1099 había un único gobernador castellano desde la Bureba hasta Pancorbo de nombre Gómez González. Pero, 10 años después, en el año 1109, el rey de Nabarra y Aragón Alfonso I el Batallador recuperó el territorio histórico de Nabarra tras su boda con Doña Urraca de León (nieta de Fernando I el Grande e hija de Alfonso VI el Emperador).
Alfonso I el Batallador logró restaurar en gran parte las fronteras, y castellanos y nabarros firmaron el pacto de Tamara en el año 1127, la Castilla de Nabarra volvió por última vez al reino baskón, no así Trasmiera hasta la bahía de Santander ni la comarca de Urbel-Ubierna.
El historiador estellés José María Lacarra (1907-1987), en su
libro “Historia del Reino de Navarra en la Edad Media”, explicaba el contenido
de este documento y nos daba la nueva frontera entre Castilla y Nabarra:
“En
el Pacto de Tamara de 1127, Alfonso I el Batallador entregó a su hijastro el
reino de León-Castilla que tenía por ser rey consorte, a cambio de que le
devuelva todo lo invadido y se restituyan las fronteras Navarra de Sancho III
el Mayor: Belorado, Soria, y la Extremadura Soriana hasta San Esteban de
Gormaz. La frontera sería Atienza, Sigüenza y Medinaceli que quedaron para
Castilla”.
Alfonso I dejó por escrito en un documento de 1131, que el territorio soberano de Nabarra iba “desde Belorado hasta Pallars y desde Bayona (Lapurdi) hasta Monreal (de Teruel)”.
Los tenentes nabarros documentados y alcaides del castillo de Belorado en la riojilla burgalesa así lo confirman, sus nombres eran: Aznar Sánchez en el año 1116, Fortún Garcés Cajal en 1120, Gassion entre 1129 y 1131 y Fortún Iñiguez en el año 1133.
El nuevo tenente de la Bureba, sería uno de los hombres de confianza y grandes del reino nabarro, el mencionado Fortún Garcés Cajal en el año 1129, que lo había sido también del castillo de Grañón en la frontera con La Rioja en el paso del Camino de Santiago entre Santo Domingo de la Calzada y Belorado (en los años 1116 y 1133); después, Garcés Cajal fue tenente de la importante villa y tenencia de Nájera (1134). Los últimos tenentes nabarros documentados de la tenencia de Pancorbo fueron Bernardo Gómez en 1110 y Orti Ortiz en el año 1129.
Por tanto, Nabarra recuperó con Alfonso I el Batallador todos sus territorios castellanos menos los de las tenencias de Urbel-Ubierna y la Trasmiera. A la muerte de este rey en el año 1134, Castilla volvió a atacar a Nabarra y se hizo con toda la parte castellana, oficialmente, desde el año 1136.
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Eneko Del Castillo nabarlur.blogspot.com Testamento de 1131 de Alfonso I durante el asedio a Baiona: “En nombre del bien más grande e incomparable, que es Dios. Yo Alfonso, rey de Aragón de Pamplona de Sobrarbe de Ribagorza de Pallárs y Arán, pensando en mi muerte y reflexionando que la naturaleza hace mortales a todos los hombres, me propuse, mientras tuviera vida y salud, distribuir el reino que Dios me concedió y mis posesiones y rentas de la manera más conveniente para después de mi existencia (...). De igual modo, dono a Santa Maria de Nájera y a San Millán, el castillo de Nájera con todas las cosas u honores que pertenecen a este castillo, también el castillo de Tribia con todo su honor; y todo esto, media parte sea de Santa María y la otra media de San Millán. Ofrezco, también, a San Salvador de Oña el castillo de Belorado con todo su honor (...)".
"Atlas histórico de Navarra" Eneko Del Castillo Territorios de Alfonso I el Batallador de Navarra y de Aragón más los que conquistó o que le rendían vasallaje (en color más claro)
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EL FINAL DE LA CASTILLA DE NABARRA
No acabó ahí todo, Sancho VI el Sabio de Nabarra recuperó parte de la Castilla de Nabarra con casi toda La Rioja que también había sido ocupada en el año 1160, pero Alfonso VIII de Castilla contraatacó en el año 1173 y recuperó todo el territorio perdido.
Entre los castillos que había recuperado Sancho VI el Sabio, según el Laudo Arbitral de Londres de 1177, estaban los riojanos de Quel, Ocón, Pazuengos, Grañón y Treviana, los castellanos de Cerezo de Río Tirón (cercano a la Bureba), Valluércanes (también en el Ebro), Ameyugo (al otro lado del paso de Pancorbo en los montes Obarenes) y Santa Gadea (Oña), también Miranda (se cree que Miranda del Arga y no del Ebro, aunque por la enunciación del laudo quedan dudas), Murillo (hay varios posibles), Leguín (Alta Nabarra), los alabeses de Salinas, Portilla y el castillo de Godín (posiblemente en La Puebla de Labarca), así como el bizkaíno de Malvecín o Malmasín (Arrigorriaga).
Anacleto Ortueta historiador y político bizkaíno (1931) escribía: “Así en 1179, Sancho VI el Sabio, perdió otra vez La Rioja y Bureba, que parcialmente había recuperado en 1160, y también perdió la Álava Occidental y Vizcaya menos Durango, y por fin, caída Vitoria en 1200, se consumó la obra de desmembración”.
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Argazkia (Zarautz) eta bideoa (Beloaga, Oiartzungo gaztelu nafarra): Joseba Ariznabarreta Garabieta Según explica el historiador E. Labayru, el felón Diego López de Haro II llegó a mandar todo este territorio de "La Bureba, Rioja, Castilla la Vieja (1210), Valpuesta, Belorado, Grañón, Aguilar de Campóo, Monteagudo, Logroño, Soria, Calahorra, la prestamería de Nájera, la merindad mayor de Castilla y la alferecía Real (…)" también lo hizo sobre Trasmiera hasta Santilla del Mar (1211) y sobre Bizkaia, Gipuzkoa y Alaba, aunque sobre estas dos últimas durante poco tiempo. Fue enterrado en el claustro del monasterio de Santa María la Real de Nájera en La Rioja en 1214.
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LA NUEVA FRONTERA ENTRE CASTILLA Y NABARRA
Rufino Gómez Villar, experto divulgador de la toponimia y cultura de la comarca de Belorado en su trabajo "Toponimia vasca en la comarca de Belorado", explicaba como:
“En la larguísima contienda militar navarro-castellana, librada por el control de este extremo noroccidental de la depresión del Ebro, deben buscarse algunas de las causas de su pujanza económica medieval -en Belorado se creó una aduana que controlaba el tráfico comercial entre La Rioja y Burgos- y la confirmación de una personalidad fronteriza que se ponía de manifiesto incluso en las normativas municipales: todavía en 1470 los vecinos de Belorado estaban obligados a enviar mensajeros a la frontera de Navarra para la guarda y defensa de la Tierra. Aún hoy el nombre de un pago rústico del pueblecito de Castidelgado -Castilla- recuerda que, durante el reinado de Alfonso VIII (1170-1214), los límites entre ambos reinos estaban marcados por las aguas del río del lugar, el arrollo Roblillos".
Sigue Rufino explicando: "La comarca beliforana osciló entre uno y otro reino hasta que, en 1177, Sancho VI el Sabio de Navarra y Alfonso VIII de Castilla acordaron aceptar el arbitraje del rey de Inglaterra, Enrique II Plantagenet, sobre los territorios disputados. La zona quedó definitivamente para Castilla pero es obligado advertir que una de las alegaciones presentadas por los negociadores navarros reclamaba expresa y puntualmente Belorado, la vieja aldea de Foratu, que posteriormente se convertiría en sede de una tenencia Navarra”.Ruinas del castillo nabarro de Belorado (su ubicación sobre el pueblo se ve en la foto de arriba). El castillo estaba sobre la misma
población sobre la roca labrada con un torreón y un recinto adosado. Lo más
espectacular es el grosor de sus muros de 4 metros, el doble o más de la mayoría
de los castillos nabarros de la época, así como su altura, de entre 25-30
metros con 4 plantas.
La población se encuentra a orillas del río Tirón en su paso natural del Valle del Ebro a la meseta por la Bureba.
DÓNDE, DESDE CUÁNDO Y HASTA CUÁNDO SE HABLABA EUSKERA EN LA CASTILLA DE NABARRA, LO EXPLICAMOS EN ESTE ARTÍCULO:
https://lehoinabarra.blogspot.com/2022/12/la-castilla-de-nabarra-euskaldun.html