El historiador nabarro Peio Esarte en “Orígenes del nombre de Bizkaia”, sobre la relación entre la frontera baskona y la astur del reino de Oviedo, comenta:
Durante el reinado de este Alfonso II de Oviedo, se sitúa, a partir del año 796, la noticia de Ibn Idhari (s. XIII-XIV): "Alfonso había pedido ayuda a los países vascos y a las poblaciones vecinas". Esto nos lleva a concluir que todos los euskaros formaban cuerpo de etnia y país, y así eran vistos desde la costa cántabra al Pirineo.
Por su parte Ibn Al-Athir dice (s. XII-XIII): "Alfonso había logrado la ayuda del rey de Vizcaya, su vecino, y de los normandos que vivían por esa zona, y de los habitantes de esas regiones", lo que nos lleva a deducir que los vilipendiados normandos convivían en la zona con sus naturales, y que éstos tenían "un rey" (los bizkaínos).
Finamente Ibn Jaldun (s. XIV) habla del "rey de los vascos". Entre tanto toma fuerza el nacimiento del reino de Pamplona o Nabarra, en el que figuran, aún sin confirmación segura, Iñigo Jiménez (sin fechas), e Iñigo Iñiguez Arista (Eneko Aritza, ya en el año 824).
El historiador portugalujo Gregorio Balparda (1874-1936), comentaba: "Por aquel tiempo se poblaron Primorias (el S. O. de Asturias), Liébana, Trasmiera, Sopuerta, Carranza, la Bardulia que ahora se llama Castilla, y la parte marítima de Galicia. En cuanto a Álava, Vizcaya, Alaone y Orduña, se halla haber sido siempre poseídas por sus habitantes, como Pamplona, Estella y Berrueza" (para más información se puede consultar el libro on line https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/la-historia-oculta-de-bizkaia.html)
El arqueólogo de la Diputación de Bizkaia Iñaki García Camino, en su artículo “El nacimiento de los territorios históricos” (2013), matiza mucho esas posibles repoblaciones por parte del reino astur: “Otros territorios actualmente vizcaínos son mencionados en la Crónica diferenciados de Bizkaia. Nos referimos a Sopuerta y Carranza (actuales Encartaciones) de las que se dice que fueron repobladas en tiempos de Alfonso II por cristianos de los valles del Duero y Ebro gobernados por musulmanes. Pero no existen testimonios que lo confirmen. Es más, de haberse producido la repoblación, tendría que haber dejado huellas en la toponimia y, sin embargo, los nombres que sirven para denominar las aldeas más antiguas son mayoritariamente en euskara (Garai, Larrea, Goiuri, Ibarra…). Parece, en consecuencia, que la repoblación tuvo una escasa repercusión demográfica, por lo que debió de ser sólo un recurso literario utilizado por los redactores de las fuentes para justificar la incorporación de la comarca en el reino de Asturias”.
El historiador español Claudio Sánchez Albornoz (1893-1984), hablaba de un despoblamiento total de la comarca al Oeste de Alaba y, Ramón Menéndez Pidal (1869-1968), aceptaba la subsistencia de pequeñas poblaciones en precario, los textos árabes hablan de que las tierras que darán lugar a la Castilla primigenia fueron asoladas por una tremenda y prolongada sequía, la cual que obligó tanto a los cristianos como a los musulmanes a replegarse hacia zonas más propicias https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/alaba-hija-de-nabarra.html).
Las primeras aldeas tras la caída del Imperio Romano Occidental, aparecen en Europa en torno al año 800. En Bizkaia se abrirán claros en los bosques y en el litoral, pero éste pronto se volverá peligroso por las incursiones normandas.
Además, los bizkaínos volvieron a habitar las cuevas tras la caída del Imperio Romano buscando un refugio seguro, son el caso de Peña Forua (Forua), Santimamiñe, Sagastagorri (Kortezubi), Ereñuko Arizti (Ereño), Lumetxa (Lekeitio), Goikolau (Berriatua) y Urdillo en las Enkartaciones (Peña Mortera en Lanestosa).
Los Fueros enkartados -redactados en primera instancia en el año 1394 y finalmente en 1503-, eran mucho más restringidos que los bizkaínos -de 1452 y 1526-, de ahí que Caro Baroja hablara de “enkartado” como prófugo de la justicia y no como “cartas de privilegio” de los señores de Bizkaia que sería la explicación más plausible del término.
Los labradores “encartados” eran los que dependían de un señor laico, caballero o infanzón, le llamaban “encartado” por la escritura en virtud de la cual recibían ciertas heredades en pecha para toda su generación y con ellos el derecho de ser vecinos en los pueblos donde estaban esas heredades.
Frente a los “encartados”, también existían pecheros realengos o del rey, solariegos y de órdenes –mezquino o collazo-, éstos últimos vinculados a la tierra y sin bienes en propiedad (se compraban o vendía con las misma). Esta situación encaja mucho con la “presura” con la que fue repoblada toda la Castilla primigenia, por tanto, las tierras al Oeste del condado Alaba o el Oeste de Bizkaia salvo la costa.
Los tenentes eran nombrados por los reyes de Nabarra, a diferencia de los feudos y señores feudales. Es más, el propio rey podía "destituir" o cambiar un tenente por otro, por lo que no eran hereditarios, por tanto, eran administradores de un territorio con todas las atribuciones pero en nombre del rey.
Los tenentes tenían derecho a cobrar impuestos o parte de las rentas de la tierra (pechas) y ejercía la justicia real o ejecutaba las sentencias de los jueces y alcaldes (además de imponer multas); pero la mitad de lo recaudado era para los reyes.
LAS ENKARTACIONES, TRES TENENCIAS DIFERENTES
Las tres tenencias en las que estaba dividida las Enkartaciones, aparecen en un documento del año 1040, fecha en la que se extendió la escritura de donación de arras del rey de Nabarra Garçés el de Nájera (el hijo de Sancho III el Mayor) a su mujer dona Estefania, el texto aparece por primera vez en el libro "Historia Crítica de Vizcaya" (Tomo I de 1924) de Gregorio Balparda de Las Herrerías (Portugalete 1874-1936), donde nos dice que: “Senior Lope Bellacoz, et senior Galindo Bellacoz, cum Colindris et cum Huart, et Mena, vel Tutela (Retes de Tudela en Artziniega), et Lanteno cum omni pertinentia eorum. Garsia Ciclave cum Samanos et cum sua pertinentia”.
Por tanto, se nombran las diferentes tenencias, entre ellas Uhart y Colindres de los hermanos "Bellacoz" (cuyo apellido se ha intentado derivar de manera forzada al apellido también euskaro "Velasco"), y la de Sámano de Garsia Ciclave.
En el documento de fundación de Santa María del Puerto de Santoña del año 1047, aparecen otra vez estos tenentes. En su trabajo “La restauración de Santa Maria del Puerto y el rey García de Nájera: un caso de encomendación monástica”, María Isabel Loring García deja bien claro, tras analizar todos los textos y libros importantes sobre el tema, que los firmantes de la fundación:
“En resumen todos estos personajes no sólo están ampliamente documentados como suscriptores de los diplomas de García de Nájera en los años inmediatamente anteriores y posteriores al 1047, fecha del documento otorgado por dicho monarca al monasterio del Puerto (se refiere a Santa María en Santoña), cuando no en ese mismo año, caso de Fortún López, sino que además todos ellos desempeñan un destacado papel político y militar en territorios castellanos, alaveses y vizcaínos recientemente incorporados al reino de Navarra”.
Sigue después Loring García: "Munio Muñoz era conde de Álava; la fortaleza de Poza, de la que era señor Sancho López, se levantaba en la región septentrional de la Bureba; Tetelia, Tetega o Tedeja, tajo el mando de Fortún López, era una fortaleza de Castilla la Vieja situada en el desfiladero que va desde Trespaderne en Castilla a Oña en la Bureta; los señores Lope y Galindo Velázquez (sic.) lo eran de Colindres en Trasmiera, de Lanteno en Ayala, de Mena, donde según Lacarra se encontraba la fortaleza de Tutela o Tudela (Retes de Tudela en Artziniega) también bajo su mando, y por último de Huart, Ugarte, en tierras de Vizcaya. Por lo que respeta al senior Diego Alvarez, en la documentación no ha quedado constancia sobre qué territorio o fortaleza ejercía su señorío, sin embargo podemos afirmar que algunos de sus parientes lo ejercieron en tierras de Álava y de las Asturias de Santillana”.
“Comite Monnio Munnioz (signum) feci et confirmabi. Senior Loppe Hellakoz (signum) feci et confirmabi. Senior Galindo Bellakoz (signum) feci cf confirmabi. Senior Fortun Lopez (signum) feci et confirmabí. Senior Sancio Lopez qui (signum) feci et confirmabi. Didaco Aluariz (signum) feci et confirmabi. Gonsaluo Gideriz (signum) feci et confirmabi. Fredinando Gonsaluiz (signum) feci et confirmabi.(....).
El monasterio de San Millán de la Cogolla de Yuso, fue reedificado por el rey nabarro Sancho I Garçés (905-925), “Donemiliaga Kukulakoa” en euskera, cuculla era la capa que usaban varias órdenes religiosas, que cubrían a la vez el cuerpo y la cabeza. Se consagró el templo en el año 954 por Garçés Sánchez I, primer monarca nabarro instalado en Nájera e hijo de Sancho I Garçés. Llegó incluso San Emiliano de Berceo a ser patrono de Nabarra. Después se construyó el actual monasterio de Suso por orden de Sancho III “el Mayor" de Nabarra, tras la destrucción del anterior por Almanzor en el año 1002, donde están enterradas tres reinas nabarras y un infante de Lara.
El monasterio de San Millán de Yuso o “el de abajo”, fue mandado construir por el rey de Nabarra Sancho Garçea III “el de Nájera” en 1053, hijo de Sancho III el Mayor, tras fundar Santa María La Real de Nájera un año antes y haber liberado la ciudad baskona de Calahorra a los musulmanes, alejando con ello a la huestes de la media luna de La Rioja.
autor de "Mester de Clerecía" (s. XIV):
En el año 1051, reinando Garçés el de Nájera, en un documento de donación del monasterio de Axpe de Busturia a San Millán de la Cogolla del señor de Bizkaia Iñigo López “Ezkerra” (la firma real es Enneco) y su mujer Doña Toda, aparece como confirmante, entre otros, "senior Lope Blascoz Baracaldonensis", que podría ser otro tenente de Uharte.
“Sub nomine Christi redemptoris nostri. Ego igitur senior Enneco Lopez, gratia Dei comiti, una pariter cum uxore mea domna Tota, concedimus tibi patri spirituali Garsia Alavensis terre episcopo et condonamus omni voluntate unum monasteri iuxta maris, cui vocabulum est Sancte Marie de Izpea, subtus Penna, in territorio Busturi, cum sua decanía pernominata. Baretzi, etiam et illo decimo de Busturi, (....) sennor Lope Garceiz Arratiensis confirmans, senior Lope Blascoz (Vellacoz) Baracaldonensis confirmans, sennor Sancio Annussolz Aberancanensis confirmans, domna Leguntia Esceverrianensis confirmans, domni Galindo presbiteri confirmans”.
Por ella la condesa D. Tecla ofrece a S. Millán el monasterio de la insinuada república, junto al mar, con todo lo que le pertenecía, tierras, huertas, frutales, árboles o montes y todos sus pastos, Esta cédula la mandó escribir juntamente con sus hijos D. Diego Lopez y Sancho López, firmándola los siguientes: el abad Lope de Munguía; el de Abadiano, D. Sancho; el de Bolibar, del mismo nombre, y D. Isinario o Aznar, abad de Aranzazu, en Arratia, y luego Munio Nunnusuz de Laukiniz. Salieron fiadores los señores o ricos hombres Iñigo Diaz de Murueta, Sancho Oggandez de Lángara, Fortún Sánchez de Letona, Sancho Iñiguez de Ugarte (Uhart) y Lope Sánchez de Urquiza (…)".
Otra nueva donación al monasterio de San Millán de la Cogolla, en este caso de la iglesia de Santa María de Pobeña del año 1102 realizada por doña Elo Bellacoz, se descubre que la hoy barriada de Pobeña de Muskiz estaría en manos de los "Bellacoz" y "en territorio de Sámano", lo que le lleva a decir a E. Labayru, que la Junta de Somorrostro a la que pertenece Muskiz, estaría en esta tenencia: "María de Pubeia in territorio Samano; et esto ibi Palatio sito iuxta Sancta María". Firman el documento sus hijos, otra gente sin cargo y el merino de Mena "Lope Enneconis".
En realidad, el Valle de Somorrostro eran dos entidades: los Cuatro Concejos del documento (Muskiz, Zierbana, Abanto de Suso y Abanto de Yuso) y Los Tres Concejos (Santurtzi con Ortuella, Santa María de Sestao y San Salvador del Valle-Trapaga).
Estos documentos nos llevan a concluir:
Juan Manuel González Cembellín en su libro "Torres de las Enkartaciones" (2004), concluye que las Encartaciones en su sentido primigenio (todos los territorios al Oeste del río Ibaizabal, también llamado Nervión desde el siglo XIX), estarían divididas en tres tenencias nabarras.
- La tenencia oriental de Colindres llegaría por la costa a Laredo-Santoña y por el sur incluiría hasta Lanestosa y Karranza.
- La tenencia occidental de Uhart o Ugarte la conformarán las comarcas de: Barakaldo como principal centro poblacional y puerto de embarque del hierro, los Tres Concejos del valle de Somorrostro (Santurtzi que incluía Ortuella, Santa María de Sestao y San Salvador del Valle-Trapaga), el Valle de Salcedo (Zalla y Güeñes), Valle de Gordexola, Concejo de Sopuerta y el Concejo de Galdames, además de Balmaseda.
E. Labayru aclara que Castro Urdiales en el siglo XI estaba dentro del reino de Nabarra y pertenecía a la Junta municipal de Sámano, por tanto, dentro de esta tenencia, aunque en el propio documento de 1040 dice que en Castro mandaban Dª Munia y sus hijos.
La gesta “Regis Ricardi” del año 1190 que se conservada en el Museo Británico, habla de que en ese año Nabarra llegaba hasta Castro Urdiales: “Se sabe que toda la tierra que está cerca del mar hasta Hispania es tierra del rey inglés (Ricardi o Ricardo Corazón de León); y se prolonga hasta el puerto que se llama de Oiasouna, que divide la tierra del rey de Inglaterra de la Navarra. Y la tierra del rey de Navarra empieza en el puerto de Oiasouna, y llega hasta las aguas de Castro (Urdiales) que divide la tierra del rey de Navarra de la tierra de Castilla (…) (“Navarra sin fronteras impuestas” Tomás Urzainqui).
Tradicionalmente se pensaba que el fuero de villa de Castro Urdiales había sido entregado el día 10 de marzo del año 1163, fecha que fue aportada por el erudito vallisoletano del siglo XVII Gabriel de Henao, en su obra “Averiguaciones de las antigüedades de Cantabria”, publicada en 1689. Aunque unos años antes otro autor, Gonzalo Méndez de Silva, había fechado el fuero en el año 1173 en su obra 'Población general de España' de 1645, que encajaría mejor con la ocupación militar de una parte del reino de Nabarra, pese al Laudo arbitral de Londres de 1177, donde se exige, por parte del monarca inglés al castellano, la devolución de todas las tenencias y castillos recientemente ocupados al monarca nabarro:
“Et ego rex Aldeffonsus in tempore quo incarnationes introivi decimo quarto kalendas augusti sub era millessima ducentessima decima tertia in Sancto Dominico de la Calzada propia manu…” ("La Navarra marítima" Tomás Urzainqui).
Pero, en el año 2016, Jesús A. Solórzano, decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cantabria, hizo público el hallazgo de la copia del privilegio inserto en un privilegio del rey Alfonso X del año 1255 y conservada en el Fondo Marqués de Villarias del Archivo Histórico Foral de Vizcaya. El documento contiene una parte de la concesión del Fuero de Logroño a Castro Urdiales por los reyes Alfonso VIII y su esposa Leonor de Inglaterra, fechado el 10 de marzo de 1202. Este mismo rey dio el fuero de villa a Laredo en el año 1200.
Es más, sobre la posible ocupación de Castilla de las Enkartaciones actuales antes de 1198: “No hay testimonio alguno de esta supuesta incursión en aquella región” (Fernando Elizari en su libro “Sancho VI el Sabio, rey de Navarra” pág. 137). Es así en cuanto a las tenencias de Samano y Ugarte, sin embargo, para la de Colindres, sí que hay un documento de Alfonso VIII en los cuales entrega a San Juan de Burgos la iglesia de San Martín de Sopuerta en 1178 (Labayru "Historia de Bizcaya").
La división entre las Enkartaciones dentro de Nabarra y la que está invadida por Castilla, nos la da Juan Manuel González Cembellín: “en 1142 el emperador Alfonso VII de Castilla reorganizó su territorio y entregó a Lope Díaz I de Haro, nieto de Lope Íñiguez (Ezkerra), la tenencia de Castilla La Vieja, en la que se incluía la totalidad de la comarca, perdiendo los Velázquez-Ayala su parte. Por vez primera todas las Encartaciones estaban unidas en una misma mano, pero seguían sin formar una entidad con personalidad propia (sic.).
En esta tarea unificadora los tenentes parecen haber contado con un aliado: el monasterio de San Millán de La Cogolla. Si Lope Díaz I de Haro logró la gobernación de todas las partes de la comarca en 1142, parece que sólo un año después el redactor de los llamados Votos de San Millán –una falsa donación en favor del monasterio riojano– dividía las Encartaciones en tres bloques, de cada uno de los cuales esperaba obtener ciertos derechos: Salceto, Sopuerta, Carrantia […] cum suis villis ad suas alfoces petinentibus per omnes domus, singulas libras de cera (Salcedo, Sopuerta, Carranza… con todas las villas pertenecientes a sus alfoces, una libra de cera por cada casa)". Salcedo lo componen los municipios de Güeñes y Zalla, aunque también aparece como un Concejo él solo en 1406.
Juan E. Delmas litografía de Sodupe en Gueñes 1846A finales del siglo XVI "En efecto, las iglesias encartadas se organizarían en tercios los diezmos se cobraban por los terçios de Salçedo, Truçios y Arzentales y Carrança, y Sopuerta, Galdames y el Valle de Somorrostro" por lo que se ve que en 1142 los valles de Galdames, Turtzioz o Somorrostro no estaban dentro de Castilla y las tres tenencias nabarras se mantienen en lo eclesial.
Por tanto, toda la costa de la tenencia de Ugarte y la de costa de la de Samano, no estaba en manos castellanas o de los López de Haro y sí el interior.
"Así, el Fuero Reformado de 1503 indicaba que ciertos edictos habían de ser expuestos al público en las puertas de la iglesia parrochial del terçio de Las Encartaçiones donde el tal delito se dixiere aber acaeçido. Y durante el siglo XVI los municipios se agrupaban en los mismos tercios para escoger al síndico de las Juntas de Avellaneda".
Por tanto, las tenencias de Sámano y Ugarte, estuvieron dentro del reino de Nabarra hasta la conquista de la Nabarra Occidental entre 1199-1200 (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/bizkaia-fue-invadida-entre-1199-1200.html)
En su trabajo “Arqueología de la Alta Edad Media en Las Encartaciones” José Ángel Fernández Carvajal (2010), habla de la importancia que tendría la explotación del hierro en la misma: “Por lo tanto la disposición de una tenencia en Huart podía tener como objetivo primordial el control del hierro al encontrarse un embarcadero en este punto; lo cual parece reflejar para el siglo XI una apropiación de rentas derivadas de este producto similar a la que en plena Baja Edad Media realizarán los moradores de Muñatones con su puerto de San Martín".
Es conocida la cita de Plinio sobre los legionarios licenciados en el sentido de que en estas tierras había un monte todo él de hierro: se trataba del monte Triano en Gallarta (municipio de Abanto), en la Enkartaciones (Bizkaia), hierro que se sacaba por el puerto de Cobarón en Muskiz.
Plinio Libro XXXIV. 43. (149): “El hierro es, de todos los metales, el que tiene más abundantes minerales. En el país de los cántabros, En la zona costera que baña el océano hay una montaña muy alta, cosa increíble, que es toda entera de hierro, tal como ya lo hemos dicho en nuestro periplo alrededor de los mares". Se trata, a pesar del error de atribuirlo a los cántabros y no a los autrigones, sin duda, de Triano.
Hoy en día cuando un país tiene mucho petróleo se considera que es un país rico. Pues bien, ya desde la antigüedad, ocurría algo parecido con el hierro. El que disponía de esta materia prima y conocía la metalurgia del hierro, era capaz de fabricar diferentes herramientas utilizadas en la agricultura, pero también podía hacer clavos y otras piezas empleadas en la construcción de catedrales, barcos, presas, carros de transporte etc. De todos modos, la aplicación más importante era la elaboración de todo tipo de armas con este metal, armas más duras y flexibles que las utilizadas anteriormente. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de una época en que las batallas y guerras de todo tipo eran frecuentes. Bizkaia, que tenía mineral de hierro en abundancia y, además, de gran calidad, estaba en una posición inmejorable respecto a otros territorios.
(...) Los yacimientos más ricos de mineral de hierro se encontraban en Somorrostro/Triano, Galdames, Bilbao, Arrazola, San Miguel de Basauri, Galdakao, Durango, Bedia, Elorrio y Zarátamo, y su explotación era un derecho que los reyes concedían a sus principales servidores, hasta que con la concesión del Fuero Nuevo de Bizkaia, en 1526, se otorga tanto el dominio del subsuelo como los derechos de su explotación a todos los vizcaínos (Orella, 2005).
(...) como resultado de un trabajo de investigación realizado durante los últimos ocho años, en campos tan variados como la estratigrafía, sedimentología, mineralogía, geoquímica, ingeniería metalúrgica, etc., hemos encontrado más de 100 hornos en Bizkaia, Gipuzkoa y parte norte de Álava y de la alta Navarra".
Es en el fuero nabarro de San Sebastián del siglo XII otorgado por Sancho VI “El Sabio” de Nabarra con un alfoz que abarcaba toda la comarca de Oarso incluida Hondarribia, se trataron por primera vez los derechos del “fierro”, es decir, la primeras leyes conocidas que regulaban la explotación del mineral del hierro en Europa.
En el cuadro de arriba, se ve el Abra en el año 1760. Sobre dónde estaría el puerto nabarro mencionado en el siglo IX de donde salía el hierro:
En la margen izquierda se ve el Puerto de Portugalete y su playa hasta Santurtzi, el cuadro por la derecha empieza en la unión de los ríos Galindo e Ibaizabal-Nervión en el Puntal de Barakaldo, y, enfrente y en rojo, la playa de Sestao con su fondeadero.
En este mapa, se vislumbra por la izquierda la figura zigzagueante del río Kadagua que nace en el valle de Mena y recorre Balmaseda, Zalla, Güeñes y Alonsotegi en las Enkartaciones, para desahogar en la frontera entre Barakaldo y Zorroza. Zorroza pertenecía a la anteiglesia de Abando y fue dada a Bilbao en su alfoz de villa en 1300, lugar que también recibe el nombre del Puntal: "dende como ba el camino de Echabarri fasta la sierra de Ganguren (Galdakano) et dende fastal puntal de fondo de Deusto en derecho de Luchana (hoy un barrio de Erandio y otro de Barakaldo separados por la ría)".
José Ángel Fernández Carvajal (2010) "Para muchos autores Huart podría corresponderse al Ugarte de Barakaldo, a orillas de la antigua vega de Galindo; barriada situada junto al municipio de Trapagaran y a la que podrían unirse los actuales barrios de Kareaga y Retuerto". La proximidad de Portu-Ugaldeta o Portugalete (villa desde 1332 sobre una población anterior), da más posibilidades a la desembocadura del río Galindo.
La salida natural del mineral se haría por los viejos puertos medievales de Ugarte-Galindo o la ribera de Ansio. En ellos, aparecieron estructuras y materiales romanos en el solar en el que se levantó la antigua planta de laminación de Altos Hornos de Vizcaya. Tras el abandono de esta industria, y durante los trabajos de excavación para la cimentación del BEC, aparecieron de nuevo estos materiales.
LOS CASTILLOS DE NABARRA EN LAS ENKARTACIONES ACTUALES
En el trabajo de Fernández Carvajal comentando, se habla sobre los castillos nabarros en las Enkartaciones, y nos da la posibilidad de que existieran al menos dos castillos en la tenencia de Ugarte: "Tampoco debemos desestimar la posibilidad de detectar estructuras adscribibles a este último elemento. Un control efectivo sobre el territorio por parte de los monarcas Navarros podía haber derivado en la construcción de pequeños castillos en zonas en las que era aconsejable un control más directo. La localización de los montes La Mota y Goronillo (Barakaldo) a la espalda de Ugarte pueden arrojar luz en este aspecto, ya que al topónimo del primero podemos añadir los indicios (localización y visibilidad) detectados en el segundo”.
En las tierras nabarras de las Enkartaciones, se sabe de otros dos castillos nabarros, el castillo De la Piedra de Zalla y el de Balmaseda sobre el alto que controla el pueblo y la vía Pisorica que vendría desde Castro Urdiales, según el fraile barakaldés de Irauregi Martín Coscojales (1542-1607) en su libro “Antigüedades de Vizcaya”, tendrían el mismo origen, la defensa de la zona de los musulmanes primero, después de asturianos y castellanos, pues estarían construidos sobre el año 735. De este Castillo de Piedra, solo quedan unas ruinas tras ser volados durante las Guerra Carlistas (s. XIX):
“Balmaseda fue poblada hacia el año 735 por los naturales de la comarca, con el objeto de impedir que se internasen los moros por aquella parte de Vizcaya, reforzando con dos castillos que aún existen”. Coscojales no aporta documentación alguna, por lo que habría que habría que enclavar esta afirmación dentro de las abundantes leyendas sobre el origen de Bizkaia.
Además, según E. Delmas (Bilbao 1820-Madrid 1892), serían también nabarras, San Miguel de Zalla, fundada conjuntamente por los señores de Ayala, Salcedo y Zalla en el siglo XII.
En su trabajo “Arqueología de la Alta Edad Media en Las Encartaciones”, José Ángel Fernández Carvajal (2010), comenta las últimas excavaciones en las Enkartaciones, donde se han encontrado restos arqueológicos de los siglos IX al XII, por tanto poblaciones que existían dentro del reino de Nabarra, en lugares como: San Mamés y la Cerrada de Ranes en Zierbana, San Cipriano de Ranero, Pando, Salduero, San Esteban y Soscaño en Karrantza, bajo el subsuelo de Balmaseda, San Lorenzo de Bermejillo en Güeñes, San Pedro Zarikete en Zalla, San Mamés y el Cerrada de Ranes en Zierbana, La Casería en Trapaga (una estela) y posiblemente en San Martín de Carral en Sopuerta. También se han encontrado pequeños restos de cerámica altomedievales en Lanestosa en la cueva de Urdillo.
LOS DIFERENTES TERRITORIOS DE LA ENKARTACIONES
Se fueron uniendo los diferentes territorios de las Enkartaciones en los siglos sucesivos y la conformaban finalmente 10 repúblicas o municipios y 3 villas (Balmaseda, Lanestosa y Portugalete), con igual funcionamiento que el resto de Bizkaia. En realidad estos municipios eran Concejos y Valles más extendos que las anteiglesias bizkaínas.
Valle de Turtzioz que cuenta con los tercios del Puente, La Calera, Gordón, Cueto, Romaña y Pando.
San Pedro de Abanto. Según el historiador enkartado Lope García Salazar (s. XV), el templo se remonta al siglo XIII y fue fundado por Fernando de Abanto, hijo de Lope Díaz de Villamonte, descendiente por línea paterna del señor de Bizkaia Diego López de Haro. La iglesia fue reedificada en el siglo XVI pero fue derruida por los liberales o "peseteros" durante la Segunda Guerra Foral o Carlista al ser su loma uno de los lugares donde se atrincheraron los carlistas antes de la definitiva Batalla de Somorrostro. https://arkeohistoriatriskel.wordpress.com/2020/03/07/las-ruinas-de-la-iglesia-de-san-pedro-abanto-bizkaia/ |
Junta de Urioste |
Juan Eduardo Delmas en su libro “Guía histórica descriptiva del viajero en el Señorío de Vizcaya” sobre la fundación de Balmaseda, relata: “Hallándose en Castro Urdiales el señor de Bortedo D. Lope Saenz o Sánchez de Mena, descendiente del conde de Ayala D. Vela, y con el consentimiento de su hijo D. Diego, dio, como señal de regocijo por una victoria que el rey de Castilla D. Alonso VIII acababa de obtener, la carta puebla o privilegio de fundación de villa”.
En el año 1199 recibió Balmaseda la carta de villa tras la ocupación militar de la Nabarra Occidental (aunque la población es anterior según las diferentes catas arqueológicas llevadas a cabo en la calle conocida popularmente como La Cárcel), aunque puede que fuera en el año 1200 según otros autores como Fernando Morente (libro sobre municipios publicado por la Diputación de Bizkaia) y J.A. García de Cortázar y otros en "Vizcaya en la Edad Media" (1985), lo cual es más verosímil.
El Señor de Bortedo era pariente de los traidores López de Haro y por tanto de los Ayala. La fundación de la villa de Balmadeda sobre una población anterior, fue por tanto posterior a la de Durango cuando menos, pues esta villa adquirió tal rango con Sancho VI el Sabio de Nabarra entre los años 1150-1180 (junto a las villas de Vitoria y de San Sebastián).
Lanestosa se incorporó al señorío personal de los Haro al señorío de Bizkaia en 1287, adquiriendo la carta de villa por Lope Díaz III de Haro, por lo que tenía el último voto entre las villas bizkaínas en las Juntas: “E yo Don Lope, Conde de Haro e señor de Vizcaya, otorgo que sea mayorazgo en Vizcaya por siempre jamás”.
Tras la invasión de la Nabarra Occidental entre 1199-1200 por las tropas castellanas y las del najerense Diego López de Haro II "El Malo", las tres tenencias de las Enkartaciones fueron incorporadas al señorío de Bizkaia de los Haro en 1212 para su gobierno, tras la actuación de Diego López y su hijo Lope Díaz "Cabeza Brava" al frente del ejército castellano en la Batalla de Navas de Tolosa (Jaén), que les hizo acreedores de las mismas ante el rey de Castilla Alfonso VIII.
La lucha entre ganboínos pro-nabarros y oñacinos pro-castellanos, está muy presente en la configuración actual de las Enkartaciones, encabezados en las mismas por los Belasco (ganboínos junto con los Abendaño, Gebara o Arteaga) y los Salazar (oñacinos con los pendencieros de los Butrón a la cabeza), además de los Marroquín, Loizaga, Zamudio, Salcedo etc., presentes con sus casa-torre y parientes en las Enkartaciones.
Castillo de Muñatones donde estuvo encerrado por su hijos Lope García de Salazar |
En el preámbulo del Fuero General de Bizkaia de 1452, el Fuero Viejo, todavía se decía: “en la tierra del condado e señorío de Vizcaya é de las Encartaciones” y en la ley primera de los Fueros de Bizkaia se podía leer: “los bizkaínos, así de las villas como de la tierra llana de Bizkaia, como de las Encartaciones, como de Durango, que non deben responder al pedido (del señor de Bizkaia) ni al de su Tesorero ni Recaudador”.
Los montes bocineros servían para comunicar las reuniones de las Juntas Generales, según la leyenda tardía del historiador de Galdames Antonio Trueba (s. XIX), así como para alertar de la posible presencia de tropas extranjeras. El Kolitza era el monte bocinero de las tierras nabarras de las Enkartaciones o Enkarterriak junto al Ganekogorta.
La primera referencia escrita a una celebración de una Junta en Abellaneda, es del año 1394 cuando se escribieron los primeros Fueros antes el Veedor de las Enkartaciones Gonzalo Moro (Corregidor de Bizkaia). Sin embargo, hay indicios que permiten retrasar las primeras Juntas la segunda mitad del siglo XII.
Durante la Baja Edad Media, las Juntas eran reuniones de carácter señorial: "los parientes mayores acudían en representación de sus respectivos linajes y lo hacían acompañados por verdaderas huestes que condicionaban el desarrollo de las asambleas. Sólo a principios del siglo XVI la representatividad parece haber adquirido el carácter territorial que conservaría durante todo el Antiguo Régimen (...) partiendo del análisis del Libro becerro de las behetrías, (...) la conclusión de que los habitantes de las Encartaciones vizcaínas eran algo así como hidalgos de behetría, es decir, hombres libres que voluntariamente se habían sometido a un señor a cambio de algún tipo de contrapartida –defensa, respeto de sus derechos, no aplicación de malos usos…–" (Juan Manuel González Cembellín “Génesis de las Juntas de Avellaneda” Revista Iura Vasoniae nª 5 -2008-).
El árbol juramental de la Abellaneda fue quemado durante la ocupación francesa a principios del siglo XIX, en contra de lo que podría pensar, nos cuenta el bilbaíno J. E. Delmas a mediados de ese mismo siglo, que era un roble. Se solían usar árboles mojonales, normalmente rodeados de otros de otra clase, puede que sea el caso y el motivo de que la Junta de las Enkartaciones se celebren en la Abellaneda en Sopuerta pero frontera con Zalla. En estas reuniones, entre otras cuestiones, se decidía quién acudía a Gernika.Tal y como relatan en “Introducción a la Historia Medieval de Álava, Guipuzcoa y Vizcaya en sus textos” J.A. García Cortázar y otros, las Encartaciones: “No tiene unidad. Santurce y Gordexola son Bizkaia desde el siglo XI (sic., pero no aporta documentación), Sopuerta, Somorrostro y Carranza desde el siglo XII, Lanestosa sobre finales del siglo XIII. Baracaldo se separó de las Encartaciones en el siglo XIV incluyéndose en la merindad Vizcaína de Uribe”.
Es decir, los municipios enkartados fueron integrándose dentro de las Juntas Generales de las anteiglesias y villas de Bizkaia en Gernika, abandonando una a una las reuniones de la Abellaneda.
En tierras de Murcia guerreando junto al rey de Castilla Alfonso II en el año 1272, según la Crónica de Alfonso X de Castilla, hubo una revuelta de los nobles contra su rey, siendo los principales cabecillas de la conjura, el conde Nuño de Lara y sus hijos, exigiendo más tierras y castillos entre los conquistados. El rey de Castilla cedió en todo ante sus nobles, según un arreglo firmado en Sevilla. Entre los muchos firmantes, estaban el señor de Bizkaia Lope Díaz II.
El señor de Bizkaia consiguió le devolviese el rey castellano Orduña y Balmaseda, que se las había quitado en 1255 por haber jurado defender espadas al rey Jaime de Aragón y que era de los Haro desde el abuelo Lope Díaz II "Cabeza Brava". El territorio parece que le pertenecía desde la donación del rey Fernando de Castilla en su matrimonio en 1218 junto a Orduña. Pero, además de confirmar el fuero de la villa, Lope Díaz III incorporó Orduña y Balmaseda al "mayorazgo de Bizkaia" para siempre de manera indisoluble.
Cuando Diego López V" el intruso (fundador de la villa de Bilbao en 1300) usurpó el señorío de Bizkaia a su sobrina María Díaz de Haro (fundadora de la villa de Portugalete en 1322), en compensación, Fernando rey de Castilla, le dio a ésta la rentas de Orduña y Balmaseda y otras más fuera de Bizkaia, quedando así fuera del señorío de Bizkaia hasta finales del siglo XIV.
“(...) Santa Maria de Sestao, San Pedro de Abanto, San Vicente de Agustio, Santiago de Momeño, San Vicente de Baracaldo y San Jorge de Santurce.
Estos son los siete pueblos que forman el valle de Somorrostro, el cual en la antigüedad abarcaba, según Lope Garcia de Salazar, el concejo de Baracaldo, que con Somorrostro tenía participación en sus montes, aguas y pastos “no embargante que la rama de estos montes fueron partidas en quatro partes”; llevando la una San Julián de Musquiz, e la otra fue Cierbana, e Sant Pedro, e Santa Juliana La Santurci que es cabo Portogalete (Santa Juliana de los Cuatro Concejos), no era poblada”: otra parte llevaba Baracaldo, ≪pero las yervas, e aguas, e términos, todavía quedaron por de codos aun que en aquella sazón Santurci era la mayor puebla” (Labayru, según relató Lope García Salazar en 1476).
En el año 1366, por concesión del Señor de Bizkaia Don Tello, mediante el pago de una cantidad estipulada según Lope García de Salazar en su "Libro de las Bienandanzas e Fortunas" (1471), se sumó en calidad de Anteiglesia a la tierra llana bizkaína, Merindad de Uribe. Tenía voto y asiento 33 en las Junta Generales de Gernika. Contaba entonces la Anteiglesia con doscientas fogueras (hogares). Lope García de Salazar: “La tierra de Baracaldo de antigüedad de tiempo inmemorial fue de la jurediçion e señorio de la Encartaçion, segund que lo era de Somorrostro, e con ella auian montes e aguas e yerbas…”.
https://www.muskiz-liburutegia.org/barcos/cap2.html
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Territorios enkartados como Villaverde de Trutzioz, Castro Urdiales, Limpias o Colindres entre otros, estuvieron también dentro de Bizkaia y muchos más se regían por sus Fueros, pero finalmente no se afianzaron en el señorío (más información https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/04/territorios-de-las-enkartaciones-que-se.html)