CARLOS II DE NAVARRA, EL REY QUE PUDO DOMINAR EUROPA


CARLOS II DE NAVARRA, EL REY QUE PUDO DOMINAR EUROPA

Extracto del libro "Carlos II de Navarra, el rey que pudo dominar Europa" de Fernando Sánchez Aranaz (Editorial Mintzoa), capítulos donde narra la liberación parcial de la Nabarra Occidental en el siglo XIV creando dos merindades nabarras, las de Álava y Gipuzkoa.



"La reina Juana II (de Navarra) murió el 6 de octubre de 1349 en su castillo de Bréval cerca de París, víctima de la peste. Fue enterrada en Saint Denis, al lado de su padre, Luis le Hutin I de Navarra y X de Francia.

A la muerte de su madre, Carlos de Evreux, que contaba diecisiete años de edad, fue llamado por las Cortes de Navarra para jurar el Fuero y ser alzado como Rey. 

“El 12 de enero de 1494, Juan III y Catalina fueron, sucesivamente, jurados, ungidos, coronados y levantados sobre el pavés en la catedral de Pamplona, como poco antes lo había sido su predecesor Francisco Febo (1481), y Juan de Aragón y Blanca (1429), y Carlos III (1390), Carlos II (1350) etc., con regularidad desde 1329. Sin embargo, ni su heredero legítimo Enrique II (1517-1555) en la Basse-Navarre, ni el conquistador Fernando el Católico, o sus herederos Carlos y Felipe II en la Navarra española, vivieron tales ceremonias” (El uso político de una imagen: el levantamiento sobre el pavés de los reyes de Navarra 1686 y 1815” Alfredo Floristán).

 Manuscrito sobre pergamino del siglo XIV (después de 1325), impreso en París con los escudos de los Capeto, Evreux y de Nabarra. Breviario de Joana de Evreux (1310-1371), condesa de Evreux, reina consorte de Francia y Nabarra por su matrimonio con el capeto Carlos IV de Francia (1294-1328) y I de Nabarra "el Calvo".  Joana de Evreux era hija de Luis de Evreux (1276-1319), fundador de esta dinastía e hijo del rey capeto de Francia Felipe III el Atrevido, hermana de Felipe de Evreux, rey consorte de Nabarra de Juana o Joana II, padres de Carlos II de Nabarra. Por tanto, Joana de Evreux y Carlos II eran primos carnales.


En pura lógica dinástica, en un reino en el que no regia la ley sálica, debería haber sido designada para reinar alguna de sus hermanas mayores, pero la primogénita, Juana, era monja, la segunda, María, había fallecido dos años antes y la tercera, Blanca, estaba casada con el rey de Francia, Felipe VI. 

Probablemente, las Cortes decidieron prudentemente que no convenía repetir la historia de Juana I, reina de Navarra y de Francia. Por otra parte, Carlos, dada su juventud, podría ser un monarca dúctil que, pudiera ser en cierta manera educado para su tarea por las Cortes.

Carlos de Évreux llegó a Pamplona en la primavera de 1350, celebrándose la ceremonia de alzamiento el 27 de junio (...).

Coro de la Catedral de Iruñea-Pamplona  


DESCRIPCIÓN DE CARLOS II DE EVREUX, REY DE NABARRA

En una crónica contemporánea de Saint Denis se describe a Carlos de Évreux como "Hombre de pequeña estatura, pero de ingenio vivaz y ojos perspicaces, elocuente e ingenioso astuto y capaz de verdaderas, insinuante, supo conducir las negociaciones a su favor, frente a reasegurarse fidelidades de reyes avezados en el trato diplomático, pero a la vez era duro y sin escrúpulos".



Por su parte, el Padre Alesón le define como "ardiente y violento", precisando que "necesitaba mucho de la corrección de sus padres, príncipes benignísimos y muy templados, particularmente en aquella edad en que la naturaleza se declara y toma el partido de la virtud o del vicio, y el entendimiento, aunque sea claro como lo tuvo este príncipe, es como el sol de la primavera que tiene fuerza para levantar vapores y no los tiene para disiparlos" (...).


     Posesiones de Carlos de Navarra en Normandía de su familia Evreux (en marrón clarito). 
    Posesiones aquitano-inglesas de la Guyena en Gascuña que incluía el vizcondado de Lapurdi (además de una parte de Bretaña), en color rosa, durante la "Guerra de los cien años" contra Francia.
Palacios condales de Evreux y Beaumont le Roger. 
La Chateux o palacio de L´Aigle está entre Exmes y Evreux
-Wikipedia-

Claustro del monasterio de Roncesvalles, tumba de Fernando de Ayanz (1330-1393), el cual llegó a ser sargento de armas de Carlos II de Nabarra, gobernador de Normandía o alcaide de la fortaleza de Sancho Abarca en las Bardenas. Disfrazado de carbonero y acompañado de otros soldados nabarros, liberó a Carlos II del cautiverio al que le sometió el rey de Francia en su disputa por la corona francesa. Esta primera parte del reinado de Carlos II de Nabarra, se narra también en el libro de Fernando Sánchez Aranaz, pero no lo resumimos en este artículo.

Mikel Zuza Viniegra: "22/2/1358: En plena revolución burguesa de la ciudad de París, el preboste de los mercaderes, Etienne Marcel, obliga al delfín de Francia a ponerse un sombrero con los colores rojo y azul del rey Carlos II de Navarra. 

17/7/1789: En plena revolución, tres días después de la toma de la Bastilla, Lafayette coloca en el ayuntamiento de París la escarapela tricolor en el sombrero de Luis XVI de Francia -reminiscencia de la revolución de 1358 y añadiéndole el color blanco de los Borbones-.
 Los colores de la bandera francesa provienen pues, en última instancia, de los de Carlos II de Navarra".
El color rojo de la bandera de Francia, hace referencia a ese mismo color de la bandera de Nabarra desde tiempos de Carlos II.
http://cronicasirreales.blogspot.com/2022/07/rojo-y-azul-con-algo-de-blanco.html


LA GUERRA POR LA CORONA DE CASTILLA ENTRE LOS HERMANASTROS ENRIQUE II Y PEDRO I

Carlos V (de Francia), por otra parte, volvió a enviar a Bertrand de Guesclin (condestable y militar francés de Bretaña) y sus compañías de mercenarios a Castilla, en ayuda de Enrique de Trastámara, lo que le daba una ventaja sobre las fuerzas de Pedro I (...).

Carlos II había optado por apoyar a Pedro I en sus intentos de recuperación del trono, entre otras cosas porque se encontraba en una posición ventajosa, debido a que la participación Navarra en esa empresa era indispensable, ya que Navarra era el único lugar posible de acceso de las tropas a Castilla (desde Francia).


De esa manera se llegó a la firma del Tratado de Libourne, materializada el 23 de septiembre (de 1366), por el que Pedro I devolvería a Navarra parte de los territorios conquistados en 1200 por Alfonso VIII a Sancho VII, es decir Gipuzkoa y Álava, además de las plazas de Fitero y el castillo de Tudején (ambos hoy en Alta Nabarra), Alfaro, Navarrete, Calahorra, Nájera, Haro, Briones y Labastida (todas riojanas o de Rioja alavesa). El Príncipe de Gales, por su parte, recibiría Bizkaia y Castro-Urdiales. 


Además, Navarra debía aportar una tropa de un millar de hombres a caballo y otros mil de a pie, pagados por el rey de Castilla, mientras que el Príncipe de Gales aportaría 200.000 florines como compensación por los daños producidos por el paso de la tropa por Navarra.

Por su parte, el duque de Anjou, hermano de Carlos V de Francia, y Pedro IV de Aragón sellaron en Tolosa de Languedoc un acuerdo, el 29 de septiembre de 1366, por el que el francés se comprometía a apoyar al aragonés en una eventual conquista de Navarra. 

Las tierras navarras conquistadas quedarían en poder de Aragón, pero los señoríos de Carlos II en Normandía serían para Carlos V de Francia, mientras que el duque de Anjou se haría con Montpellier. Tal invasión de Navarra comenzaría en el momento en el que las tropas del Príncipe de Gales y Pedro I entrasen en Castilla.

Carlos II decidió atacar primero y lo hizo por Jaca con tropas ronkalesas, con apoyo gascón e inglés. Aragón contraatacó por Tarazona y se dio un empate, todos volvieron a sus tierras.



ENRIQUE DE TRASTÁMARA REY DE CASTILLA

Una vez Enrique de Trastámara se coronó rey de Castilla en Burgos, Pedro IV de Aragón le había enviado embajadores para reclamarle la devolución de algunas villas que Bertrand du Guesclin controlaba, y el pago de la suma acordada por su apoyo, a lo que el usurpador se negó. El rey de Aragón pudo comprobar entonces hasta que punto había sido utilizado por el Trastámara.

Bertrand du Guesclin, las tropas francesas que comandada fueron la clave en la contienda por el trono castellano


El autotitulado Enrique II de Castilla, por mediación del arzobispo de Zaragoza, Lope Fernández de Luna, se entrevistó en Santa Cruz de Kanpezu (Álava) con el rey de Navarra el 15 de diciembre del año 1366. El castellano ofreció al navarro la posesión de Logroño, así como tener en cuenta la devolución de los territorios conquistados por Alfonso VIII en 1200, además de 60.000 doblas de oro, a cambio de que bloquease los pasos pirenaicos a Pedro I y sus aliados. 

Aunque para Carlos II la suerte estaba echada y no podía dar marcha atrás en sus pactos con Eduardo de Woodstock y Pedro I, aún así pretendió sacar ganancias del conflicto, fuera cual fuera su desenlace.

Pedro I de Trastámara El Cruel

Enrique II el Fratricida de Trastámara

 

EL DOBLE PACTO DE CARLOS II PARA RECUPERAR TODA LA NABARRA MARÍTIMA

Enrique de Trastámara, confiando en su pacto con Carlos II, licenció a las compañías de Bertrand du Guesclin y de Hugh Calveley. Este último, necesitado de avituallamiento para sus hombres, tomó las villas de Puente la Reina y Miranda de Arga a mediados de enero de 1367.

Eduardo de Woodstock (Woodstock 1330-Londres 1376), llamado el Príncipe Negro, hijo primogénito de Eduardo III de Inglaterra y de la condesa Felipa de Henao.


En esas fechas las tropas del Príncipe Negro estaban dispuestas para traspasar el Pirineo. Desde Burdeos se habían trasladado a Dax, donde se encontraron con las del duque de Lancaster, que venía de Normandía. En su ausencia sus dominios quedaron bajo el gobierno del conde de Foix. 

La toma de Puente la Reina y Miranda de Arga, decidió a Carlos II a optar por el bando de Pedro I y Eduardo de Woodstock, entrevistándose en Donibane Garazi/Saint-Jean-de-Pied-de-Port con el duque de Lancaster. 

Escudo del reino de Nabarra y del ducado de Normandía.
Normandía fue ocupada durante 1346-60 y 1415-50 durante La Guerra de los 100 años por Inglaterra

Al parecer, al príncipe de Gales le habían llegado rumores del pacto entre Carlos II y Enrique de Trastámara, por lo que habría contratado al mercenario inglés Hugh Calveley y a su compañía para que presionase al rey navarro mediante la toma de las dos villas. 




A continuación, Carlos II se reunió en Peyrehorade con Pedro I y Eduardo de Woodstock, asegurándoles el apoyo acordado en Libourne. Inmediatamente Carlos II marchó a Pamplona, a donde el ejército aliado compuesto por alrededor de 10.000 hombres llegó el 21 de febrero. 

Para entonces Carlos II se había trasladado a Tudela, dejando al mando a Martín Enríquez de Lakarra, quien se había dirigido a Roncesvalles para cruzar el Pirineo y unirse al ejército de Eduardo de Woodstock en Peyrehorade.




Sello y escudo de Carlos II

CARLOS II FINGE SU SECUESTRO

Muy cerca de Tudela, en Borja, se encontraba Olivier de Mauny, primo y lugarteniente de Bertrand du Guesclin. Con él, Carlos II pactó un fingido apresamiento que se escenificó el 13 de marzo. De esa manera Carlos II podría alegar ante Enrique de Trastámara que ese apoyo a Pedro I y al Príncipe Negro, era debido a la ignorancia, por parte de Martín Enríquez de Lakarra, del pacto habido en Santa Cruz de Kanpezu, que no le habría podido ser comunicado por su rey debido a su apresamiento.


Santa Agueda en Olloki, cerca de Iruña-Pamplona, escudos de los Evreux y soldados nabarros con cotas de malla

Es posible que Carlos II y el conde de Foix y vizconde de Bearn, Gastón Febo, hubieran optado por no inmiscuirse en la guerra civil de Castilla, pero sus relaciones tanto con el rey de Francia, del que era vasallo el vizconde de Bearn por sus estados norpirenaicos, así como con los ingleses, que estaban en posesión de Gascuña, les impedían la neutralidad. En el interés de Carlos II por recuperar los territorios conquistados en 1200, residía su maniobra de pacto a dos bandas entre ambos contendientes por el trono de Castilla.

Estatua de Gastón III Febo en Pau (Bearne).
El conde Roger Benardo de Foix entre 1278-1302 (además vizconde de Cerdaña y Castellbó), fue el que creó el condominio o coprincipado de Andorra junto con el obispo de la Seu de Urgel (el Pereatje) y por tanto fue el primer copríncipe. Estuvo casado con la princesa del Bearne Margarita de Motcada (vizconcondesa además de Marsan, Oloron, Brulhes, Gabarret, Bigorra y señora de Montcada), siendo el hijo de ambos quien uniría todos los títulos y de nombre Gastón I de Foix-Bearne (1287-1315), el abuelo de Gastón III Febo (1331-1391), aliado del rey de Nabarra Carlos II de Evreux y estuvo casado con su hermana la princesa Inés de Naba

LA RECUPERACIÓN DE ÁLAVA POR NABARRA

Por esas fechas, mediados de marzo, desde Pamplona el ejército aliado siguió por la antigua calzada romana, hasta Salvatierra y Vitoria, mientras los navarros, encabezados por Arnault López, señor de Luxa, pasaban el Ebro y tomaban Logroño.

Estaba a la cabeza de ese ejército Eduardo de Woodstock, Príncipe de Gales, llamado el Príncipe Negro por el color de la armadura que portaba. Lo formaban guerreros ingleses a las órdenes del duque de Lancaster y de John Chandos, gascones encabezados por el conde de Albret, el conde de Armagnac y por Jean de Grailly, entre otros señores, también estaba Jaime IV de Mallorca (...).


Hubo un primer enfrentamiento al oeste de Vitoria, en el Alto Jundiz, llamado "Inglesmendi" (...).

Los ingleses se refugiaron en el Alto Jundiz, defendiéndose con valentía durante días, al final fueron aniquilados. Thomas hecho prisionero, mientras que su hermano William, senescal Poitou, resultó muerto. Fueron apresados también los capitanes ingleses Richard Tauton, Hugh gascón Gaillard Beguer (...)

Tras contratiempo, el ejército del Príncipe Negro, en lugar de irse hacia Castilla por la antigua calzada romana del Zadorra, avanzó por Entzia.



El 3 de abril tuvo lugar en un campo entre Navarrete y Nájera el enfrentamiento entre ambos ejércitos, en el que los partidarios de Enrique de Trastámara fueron totalmente derrotados. 

Bertrand du Guesclin, quien había vuelto al servicio de Enrique de Trastámara ante las nuevas circunstancias (...) y otros muchos caballeros fueron hechos prisioneros. Du Guesclin hubo de pagar un rescate de un millón de doblones de oro para recuperar su libertad.

Salies de Beárn


Enrique de Trastámara pudo huir a Aragón, bajo la protección del arzobispo de Zaragoza, trasladándose luego a Orthez, donde fue recibido por el vizconde de Bearn, Gaston Febo, quien había sido su enemigo en el campo de batalla. El vizconde le ayudó a llegar a Toulouse, que era territorio del rey de Francia.

El rubí del príncipe negro, de hecho una espinela grande, se pensaba tradicionalmente que era el rubí dado a Eduardo, Príncipe de Gales (1330-76), hijo de Eduardo III, y conocido como el Príncipe Negro, por Don Pedro, Rey de Castilla, después de la Batalla de Nájera, cerca de Vitoria en 1367. La piedra, que mide 170 quilates, es de origen oriental y se ha perforado en el pasado para usarla como colgante. Según la leyenda, pasó a España alrededor de 1366, donde Don Pedro lo tomó del rey moro de Granada. En 1415 fue una de las piedras que usó Henry V en su casco, en la Batalla de Agincourt. Es difícil demostrar que esta es realmente la misma piedra, pero una gran Balas (o espinela) ciertamente aparece en las descripciones de las coronas estatales históricas, y se ha restablecido cada vez que la corona fue remodelada.
Un rubí del rey de Granada en la Corona Imperial Británica | El Independiente de Granada

"La cota de malla fue la principal forma de protección corporal, que se fue complementando a lo largo de la primera mitad del siglo XIV con defensas lisas, al principio elaboradas en cuero o metal y más tarde exclusivamente en metal, que comenzaron a proteger las extremidades para acabar extendiéndose sobre todo el cuerpo. Durante la segunda mitad del siglo XIV y a lo largo del XV, las nuevas defensas de placas de metal liso de forma anatómica acabaron por reemplazar casi por completo a la malla (...). Es posible que algunos hombres de a pie no dispusieran de protecciones de metálicas salvo la cabeza (...)
Cada uno de los hombres de armas protegía su cabeza con una capelina, su cuerpo con lorigón, bajo el cual se encontraba un gambax, y su cuello con una gorguera de fojas. Las extremidades eran protegidas, en el caso de las superiores, por cuatro pares de lúas de acero, y, en el caso de las piernas por sendos pares de canberas et de geneylleras, es decir protecciones de cuero o de placas de metal que protegían el muslo y la rodilla. Los caballos también disponían de armadura, que consistía en una loriga y un perpunte" (Jon Andoni Fernández de Larrea "El equipamiento militar en una época de transición: armamento individual y colectivo en Navarra s. XIV").

LA LIBERACIÓN DE LA NABARRA OCCIDENTAL

Carlos II vio entonces la ocasión para, tras pactar su apresamiento por Olivier de Mauny, fingir su liberación. De esa manera regresó a Tudela (...).

El Príncipe Negro regresó a Gascuña en septiembre. En Pamplona fue agasajado por Carlos II, quien le acompañó hasta Donibane Garazi/Saint Jean-de-Pie-de-Port. Carlos II se disponía a reincorporar a Navarra los territorios occidentales conquistados por Alfonso VIII en 1200, así como Logroño y otras comarcas de Rioja.


Dicho acuerdo especificaba que se apoyaría a Pedro I si cumplía los acuerdos del Tratado de Libourne, en caso contrario ofrecerían su ayuda a Enrique de Trastámara con las mismas condiciones, aunque Carlos II reclamó también Rioja. Por su parte Aragón reclamó el Reino de Murcia, el Señorío de Villena y algunas otras plazas fronterizas.

Sin esperar más, Carlos II decidió recuperar los territorios que habían sido del Reino de Navarra (...).

En ese contexto, en agosto de 1368 eximió de pechos y tributos a la villa de Salvatierra durante cinco años, en consideración de los "muchos daynos, perdidas en menoscabos en los tiempos passados por la guarda e defensión de la dita billa", resaltando "la buena boluntat e afección que nos han mostrado".

Mapa del libro de Eneko Del Castillo "Atlas histórico de Navarra". Las crónicas hablan, por tanto, de un buen recibimiento del pueblo alabés a su reintegración en el reino baskón de Nabarra 


En la misma fecha, Carlos II firmó otro documento por el que reconocía a la villa de Salvatierra, "la qual antigament fue del regno e corona de Navarra et fundada e poblada por los reyes de Navarra, nuestros predecessores que fueron, et por la lealtad e naturaleza que avemos faillado en las gentes de dicha billa (...) avemos ratificado e confirmado ratificamos e confirmamos por las presentes todos los privillegios, libertades e franquezas, usos e costumbres que el concejo de la dicha nuestra billa de Salvatierra e los bezinos e moradores del dicho logar han tanto de los reyes de Navarra, nuestros predecessores, como de los reyes de Castiella".



Salvatierra-Agurain 1920

LAS MERINDADES NABARRAS DE ÁLAVA y DE SAN SEBASTIÁN (GIPUZKOA)

De esa manera, la Llanada de Álava, incluida Vitoria, la Montaña, con su centro en Santa Cruz de Kanpezu, volvieron a la soberanía navarra sin mayores complicaciones, así como Logroño y la mitad oriental de Gipuzkoa. 

También fue recuperada la villa de San Vicente de la Sonsierra que había sido ocupada por mercenarios bretones de las Compañías de Bertrand du Guesclin, así como el castillo de Ferrera, situado en el actual puerto de Herrera, en la sierra de Toloño, entre la Sonsierra y la Montaña alavesa. Sin embargo, no se pudo tomar el castillo de Buradón, que controlaba el vado de Bilibio sobre el Ebro, que estaba ocupado por Juan Martinez de Arellano "el Mozo" (...).


Castillo de Salinillas de Burandón en la Sonsierra, hoy en Alaba (Foto del libro "Navarra, castillos que defendieron el reino" de Iñaki Sagredo Garde)


Para su administración, Carlos II constituyó la merindad de Álava, con capital en Vitoria, gobernada por el alcalde de esa villa, Juan Pérez de Orduña, y la de San Sebastián que comprendía desde la desembocadura del Bidasoa a la del Oria por la costa y el valle de ese último río hasta los montes que hacen muga entre Gipuzkoa y Álava por el sur, su merino fue Pedro López de Murua, señor de Amezketa (...).

Plano de 1630 de los términos de Salvatierra, Alaiza, Luzkando, Gereñu, Txintxetru y Langarica hallado en Pares.


EL REY FRATICIDA, EL FIN DE LA CONTIENDA

El 23 de marzo de 1369 Enrique de Trastámara atrajo a su campamento con engaños a Pedro I. Allí le asesinó, con la colaboración de Bertrand du Guesclin, quien según la tradición pronunció la famosa frase: "ni quito ni pongo rey pero ayudo a mi señor". 


Bertrand du Guesclin regresó a su tierra con el título de duque de Molina, concedido por quien ya era Enrique II de Castilla.

Ilustración medieval donde se le entrega la cabeza de Pedro I el Cruel a su hermanastro Enrique II de Trastámara el Fratricida


El mediador papal, Guy de Boulogne, consiguió que ambos monarcas  (Carlos II y Enrique II) se entrevistasen en dos ocasiones en agosto de 1373. Una en San Vicente de la Sonsierra, villa navarra (zona neutra), y la otra en Briones, localidad riojana en poder de Castilla, situada en la ribera derecha del Ebro a escasos 4 kilómetros de San Vicente.

Ambos monarcas acordaron una paz a perpetuidad. Pedro, hijo del rey de Navarra de seis años de edad, fue entregado como rehén a los castellanos, quedando al cuidado de la esposa de Enrique de Trastámara y reina de Castilla, Juana Manuel de Villena. 

Además se concertó el matrimonio entre el primogénito del rey de Navarra, Carlos (Carlos III el Noble), y Leonor, hija de Enrique de Trastámara. Carlos tenía once años y Leonor diez. La boda se celebró en Soria en mayo de 1375, momento en el que Pedro de Évreux fue devuelto a su padre.

Se selló además un pacto de mutua defensa ante posibles enemigos, aunque Enrique de Trastámara pensaba prioritariamente en los ingleses. 

Leonor de Trastámara y Carlos III el Noble, primogénito de Carlos II "El Bravo", apelativo nabarro por el que también fue conocido.
Pamplona, Kathedrale, Alabastergrabmal Karl III und Eleonore (1411–1420) Filmsize: Kleinbild/24 × 36 mm

El infante Pedro de Nabarra hijo de Carlos II el Bravo y su mujer, Catalina de Alençon. Él con su cota de armas con el cuartelado Nabarra-Evreux (ampliar foto). Se conservan en el Louvre, originalmente estuvieron en la Cartuja de París. 


Las villas de Logroño, Vitoria y Salvatierra pasarían a Castilla, mientras que las de Laguardia (hoy Álava), San Vicente (hoy La Rioja), Buradón (Álava), Fitero y el castillo de Tudején permanecerían en Navarra.

Principado de Biana creado en 1423 por Carlos IV para su nieto Carlos V con las fortalezas de la Sonsierra de Buradón (Labastida, Alaba), Ferrera (Urizarra, Alaba), Toro (Lagrán, Alaba), San Vicente (La Rioja) y Marañón, además del señorío de las villas de Bernedo (Alaba), Laguardia (Alaba), Lapoblación, Biana, Aguilar, Genevilla, Peralta, Cadreita, Cabredo, Corella y Cintruénigo en Alta Nabarra





En Laguardia o Guarda de Nabarra en su nombre original, hubo un castillo derribado en las Guerras Forales o Carlistas en 1874. El castillo fue construido por el rey nabarro Sancho Abarka en el año 908 y en el siglo XIII Sancho el Fuerte le agregó otras 7 torres


De esa manera, Enrique de Trastámara desalojó a los navarros de los territorios que habían recuperado en 1367. En algunos casos como el de Salvatierra mediante engaños previos al acuerdo. 


Allí se presentó en 1371 el señor de Gebara, Beltrán Bélez de Gebara, que en la guerra civil había sido partidario de Pedro I y había aceptado el retorno de sus señoríos en Álava y Gipuzkoa al reino de Navarra, por lo cual le fueron abiertas las puertas de la villa, lo que aprovechó para hacerse con ella y pasarla al dominio castellano, con la promesa de Enrique de Trastámara de que sería siempre realenga. 

Escudo de los Gebara en el convento de San Antonio de Vitoria-Gasteiz con el escudo de Nabarra en el centro, mandado construir por Doña Mariana Vélez Ladrón de Gebara (1608).
La participación de los Gebara en la liberación de Gipuzkoa la narraremos en el siguiente artículo.

Debido a esa traición Carlos II quitó a Beltrán Bélez de Gebara todas sus posesiones en Navarra, en contraprestación Enrique de Trastámara le otorgó el señorío de Leintz. La villa de Salvatierra fue cedida en señorío por el hijo y sucesor de Enrique II, Juan I de Castilla, a pesar de las promesas de su padre, a Pedro López de Ayala, conocido como el "Canciller Ayala", en 1382. 

Tumbas del Canciller Ayala (Vitoria 1332-Calahorra 1407) y de su mujer Leonor de Guzmán (no confundir con la favorita del Alfonso XI) en el centro 
y el de su padre Fernán Pérez de Ayala en el lateral


Este personaje era natural de Vitoria, donde su familia había recalado tras la "Voluntaria Entrega". Enrique de Trastámara en 1371, le devolvió los señoríos de Artziniega, Laudio y la Torre de Orozko, para nombrarle en 1375 alcalde mayor de Vitoria y luego de Toledo.


LA ENTREGA DE VITORIA A CASTILLA

En el caso de Vitoria, su entrega a los castellanos era inevitable tras la toma del estratégico castillo de Zaldiaran. 

Ya en 1367, antes de su derrota en Navarrete, Enrique de Trastámara había confirmado la donación que su padre Alfonso XI hizo en 1332 de 45 aldeas a la villa de Vitoria, así como el privilegio de 1339 de exención de portazgos, que confirmaba otros anteriores en ese sentido. 

En 1373, una vez volvió a tomar posesión de la villa, Enrique de Trastámara emitió una curiosa orden por la que reconocía a los vitorianos el privilegio de poder importar vino de Navarra. 


Recordemos que en esa época la Sonsierra de Navarra, hoy llamada "Rioja Alavesa", aún pertenecía al Reino de Navarra. Esta nueva toma de Vitoria se produjo pacíficamente, a diferencia de la de 1200, a cambio del pago de 20.000 doblas de oro.

La firma del Tratado de Santarém, el 19 de marzo de 1373, en la que los últimos partidarios del asesinado Pedro I, apoyados por el rey de Portugal, desistieron en seguir luchando, dejó libres a gran cantidad de tropas castellanas, lo que acabó de convencer a Carlos II de su inferioridad militar frente a Enrique de Trastámara, renunciando a volver a recuperar los territorios navarros nuevamente conquistados por los castellanos".

Catedral de Iruñea-Pamplona

Carlos II ordenó que su cuerpo fuese enterrado en la catedral de Pamplona, sus vísceras fueron envidas a Orreaga-Roncesvalles y su corazón a Uxue.
En 1378 Carlos II perdió el condado de Evreux ocupado por el rey francés. En 1412 su hijo Carlos IV renunció a él.
Es más, una de las hijas de Carlos II, Juana de Nabarra (Pamplona 1368-Essex 1437), estuvo casada con el duque de Bretaña Juan V y, tras enviudad, con el también viudo Enrique IV de Inglaterra, su tumba se encuentra en la Catedral de Canterbury.
El relicario conocido como "tablero de ajedrez de Carlomagno" del Museo de la Colegiata de Orreaga-Roncesvalles, en Navarra. Lo mandó hacer Carlos II, el cual aparece en una casilla:


Nafarroako armak Karlos II.aren bihotzaren kutxan margotuta.
1404. urtea, Uxue.

NOTA FINAL:

En el siguiente artículo narramos la decisiva participación de las principales familias gipuzkoanas con Carlos II de Nabarra en la liberación de gran parte de la Nabarra Occidental e incluso en sus empresas Normandas a comienzos de su reinado: https://lehoinabarra.blogspot.com/2022/07/la-merindad-nabarra-de-gipuzkoa-en-el.html