GITANOS Y EUSKALDUNES
Aitzol Altuna Enzunza
Los gitanos están incrustados en las tradiciones vasconabarras. En la mascarada de Zuberoa hay dos bandos: los rojos y los negros. Se trata de las
gentes del país y los extraños o de oficio ambulante.
En el grupo rojo destacan
dos personajes: el "Zamaltzain", mitad hombre mitad caballo y otro
personaje que porta agua en un barrilete. Ambos parecen representar lo divino y
sobrenatural.
El grupo negro está formado por gentes de oficio ambulante y allegadizos de países vecinos o remotos: caldereros, afiladores, gitanos y hasta un "Doctor o Mago" venido de lejanas tierras que resucita al jefe muerto.
Este
grupo avanza siempre en desorden en contraste con la simetría de los rojos o
nativos. Toda la
mascarada es un simulacro de luchas y la ejecución danzada de actos simbólicos
destinados a asegurar la prosperidad de la tribu.
En Donostia-San Sebastián desde 1828, se celebra durante el carnaval el día de los "caldereros", que eran gitanos turcos. El desfile se celebra de forma continua desde 1884 con los "caldereros de Hungría", cuadrillas disfrazadas de gitanos que salían el día de la Candelaria interpretado canciones escritas por el maestro Sarriegi. Actualmente, se celebra cada 7 de febrero. Se trata del recuerdo de los gitanos errantes que iban de pueblo en pueblo arreglando diferentes utensilios de cocina.
LOS KASKAROT
El de los Kaskarot de Ziburu y Donibane Lohitzune es un caso especial, este colectivo se fue desplazando por la costa gascona y su presencia se documenta hasta Arcachon. Se cree que eran gitanos mezclados con agotes, incluso con minorías de moriscos y judíos huidos de Las Españas, llegados a ciertos barrios de esos dos pueblos de la costa labortana tras la quema de los mismos por las tropas españolas en 1636, dentro de los conflictos entre España y Francia durante la Guerra de los 30 años.
El hecho es que esas localidades se fueron despoblando, sobre todo tras el Tratado de Utrecht a principios del siglo XVIII tras dejar Francia en manos inglesas las colonias de Acadia y Terranova, la principal fuente económica de esas localidades. Por ello, los Kaskarot se convirtieron en un núcleo de población muy importante, donde ellos eran avezados marineros y ellas vendían el pescado. En 1636 Lohitzune tenía 18.000 habitantes y Ziburu 4.000, en 1755 las cifras eran de 3.387 y 1.781 habitantes respectivamente.
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Antxon Etxeberria, gitano y euskaldun. Con 92 años y 15 hijos canta estrofas de Txirrita y de Pello Errota.
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El trato por el pueblo vasconabarro, era el mismo que el dado en otros lugares a los agotes: la exclusión social. Pero, sus apellidos no dejan lugar de su integración con los habitantes euskaldunes: Etxeberria, Iturbide, Berrio, Etxepare o Urrutia, además de otros apellidos en idiomas romances.
EL ORIGEN DE LOS GITANOS DE LA PENÍNSULA IBÉRICA
Hay varios lugares de la India (Punjab, Rajhastan o Sinth), desde donde podrían haber llegado los gitanos a África primero y a Europa después. En el propio continente indio los gitanos: "Eran nómadas y ganaderos como su dios
Krishna, que después de llevar a pastar
al ganado se dedicaba a cantar, bailar y divertirse” (Tesis de Utheesing). Este baile llamado Raas así como otros,
son muy similares al flamenco. El autor persa Hamza de Isphahan, dejó el testimonio escrito de la presencia en el siglo X en la corte persa de un grupo de 20.000 indios, que se dedicaban a las artes escénicas y el entretenimiento, lo cual podría ser la primera referencia a los gitanos
Los gitanos, llegaron a la península ibérica en el siglo XV, con sus tradiciones y su lengua romaní de la familia indo-aria relacionada con el sánscrito y a cuya variante europea occidental se llama idioma caló, su origen es indio-paquistaní.
Llegaron a través de Persia y Egipto, donde se asentaron en el siglo XI y XIV respectivamente, de ahí su nombre: gitanos, gypsi en inglés o ijitu en euskara. La primera vez que aparece escrito "ijito" es en Sunbilla (Alta Nabarra): «Berze ijitorik ere baduk Baztanen» (1597).
Entre nosotros, reciben también el nombre de “buhamea” o bohemios como en francés, por el salvoconducto del rey de Bohemia que usaron para poderse mover por Europa.
Venían los gitanos a Europa a solicitar la bendición del Papa por haberse convertido al mahometismo al asentarse en los países del Islam. Llegaron con sus “Condes y Duques de Egipto Menor” a la cabeza y el Papa les perdonó, pero les impuso como penitencia siete años de peregrinaciones. Una de las teorías sobre su masiva inmigración, es precisamente la llega del Islam a la India en el siglo X, por lo que, en realidad, habría salido huyendo.
Las primeras noticias sobre la presencia de gitanos en la península ibérica, son dentro de la corona de Aragón en el año 1415 y la segunda en tierras baskonas en 1435 en Olite, dentro del reino soberano de Nabarra.
En euskera no hay palabras procedentes del caló, pero, en castellano según la DRAE, hay más de 200 palabras que tienen su origen en esta lengua gitana (el doble de lo que la Academia reconoce que proviene del euskera en el castellano). Son palabras como: chaval, chungo, currar, camelo-camelar, curda (borrachera), chalado, cañí, chivato, chorizo (ladrón), chungo o churumbel.
LOS GITANOS EN NABARRA
En su trabajo "El pueblo gitanos vasco en el siglo XIX", David Martín Sánchez escribe que: "El 27 de abril
de 1435 se emitió una donación hecha por la Corte de la reina Blanca de
Navarra en el castillo de Olite a Tomás, conde de Egipto Menor, que, en compañía de un grupo de personas, solicitaron estancia en el reino de Navarra
para después continuar su peregrinaje a Santiago de Compostela. Es un recibo
en romance navarro descrito en la base de datos de la siguiente forma:
- 1435,
abril 27. Olite. Tomás, conde de Egipto Menor, reconoce que ha recibido de
Gil Pérez de Sarasa, tesorero del reino, 24 florines por cumplir un mandato de
la reina Blanca».
El doctor en historia David Martín Sánchez, comenta que los primeros textos que señalan a personas calificadas como gitanas en Euskal Herria, datan de los siglos XV y XVI: la mencionada de 1435 en Olite, en 1483 en Lapurdi, en 1484 en Araba (Vitoria-Gasteiz), 1510 en Gipuzkoa (Oñati) y 1517 en Bizkaia (Balmaseda). De este modo, y comparando con los textos europeos de la época, se puede establecer la hipótesis de que este fue el momento de “su llegada”.
Tenemos un registro en Vitoria-Gasteiz muy extenso, desde el año 1484 hasta 1552, donde se dan limosnas por las autoridades vitorianas a grupos de gitanos para que no entrasen en la ciudad, por lo que su presencia por la Llanada Alabesa parece que ya era continua.
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Los primeros apellidos de gitanos que aparecen en documentos del siglo XVI en Navarra son los de Bustamante, Hernández, Aragonés, Zamora, Malla, Heredia, Cortés, Campo, Ribera, Iturbide, Gaiferos, García, Navarro, Moyno y Moreno. En los siglos siguientes aparecen entre los gitanos los apellidos Barrutia, Echeberria y Aguirre (Iñaki Egaña “Mil noticias insólitas del País de los Vascos). |
Los primeros problemas registrados entre gitanos y "payos", son de un pleito de 1510 en el señorío de Oñati, entonces independiente de Gipuzkoa, es la denuncia de su vecina Inés de Osinaga contra Juan Estíbaliz de Olalde,
alcalde de la misma villa, donde le acusa por su manera de actuar en un pleito criminal que ella
había tenido contra María y Catalina: "dos egipcianas que le habían robado ropa y dinero de su casa".
En 1517, hay un texto similar al vitoriano en Balmaseda (Bizkaia) y otro en Hernani (Gipuzkoa) en 1535, se trata de pagos para alejar a los gitanos de sus jurisdicciones. Era, además, una práctica que venía haciendo en la villa hernaniarra "por la costumbre que en ella se ha tenido de muchos años a esta parte". Tenían los gitanos tan solo un día y una noche para cobrar su tributo y alejarse de Hernani.
Sin embargo, en otras villas vascas, hay anotaciones en esos siglos de pagos a gitanos para que bailen flamenco en sus fiestas.
LA TEMPRANA EUSKALDUNIZACIÓN
Sobre la euskaldunización de los primeros gitanos llegados a Euskal Herria, tenemos el texto muy representativo de un pleito donde toma parte el conde gitano del Baztan Juan de Iturbide (s. XVI-XVII) contra el conde de Etxauz, por unos robos en el valle baztanés. Juan de Iturbide respondía en euskera, probablemente el único idioma que hablaba junto al erromintxela o el caló, lo cual quedó recogido en la sentencia (1597):
"Vay guc euce verce, nic badut Vaztaneh”,
“¿Cerdioc hic uztariz?”,
“Vay eguiada amendira”,
"Vay eguiada”,
“Egiada orrelaco gauza baxuec guc ecarri guinducen”
(Florencio Idoate bere “Rincones de la Historia de Navarra, tomo I)
LAS PRIMERAS LEYES CONTRA LOS GITANOS
Pronto, su buena acogida inicial en los reinos cristianos como peregrinos a los lugares santos, cambió. Los llamados Reyes Católicos (finales del s. XV), creadores de lo que será después España, les exhortaron a “tomar asiento y servir a señores” y a que “nunca más vaguen juntos por los reinos”, pues “viven sin tener oficios ni otra manera de vivir alguna salvo pidiendo limosna, hurtando y robando, engañando y haciendo hechizos”.
Nunca fueron expulsados del reino baskón de Nabarra, pero, tras su conquista (1054-1620), según el trabajo supervisado por Julio Caro Baroja en “Etnografía de Navarra”, el texto legal que prohibía su estancia en el reino de fecha más remota es del año 1549: “pero indica claramente que ya eran conocidos, que formaban grupos a los que se unían vagabundos de orígenes distintos y que se dedicaban a hurtos, baraterías y engaños. Piden las Cortes de Tudela que una vez hallados dentro de Navarra se les den cien azotes y se les expulse. Parece que en 1556, en Estella, se volvió sobre el asunto y con mucha más prolijidad trata de una ley de 1569”.
Por esas fechas fueron también expulsados de Lapurdi en 1538, de Bizkaia en 1567 y en Gipuzkoa Las Juntas Generales celebradas en 1604 en Tolosa se acordaron su expulsión de la provincia, lo que fue ratificado en 1651 en Mutriku y en 1655 en la Juntas General celebrada en Hernani, lo mismo en 1697. Una norma foral permitía en el siglo XVI una recompensa de doscientos reales a cualquiera que cogiese a un "gitano varón, y cincuenta por cada mujer ó moza", añadiendo que si oponían resistencia a su arresto, se las podía matar lícitamente, y que la provincia saldría a la defensa del matador.
En Baja Nabarra, ya tomada por Francia (1620), fue establecida en 1722 una recompensa de 60 francos a todo aquel que atrapase a un gitano.
Sin embargo, las medidas más duras fueron las tomadas por el reino de Castilla y después por la corona de las Españas. En 1594 Las Cortes de Castilla, como órgano ejecutivo de su Estado, intentaron la primera eliminación física o exterminio conocido, así, por Real Decreto, dictaminó la separación de «gitanos de las gitanas, a fin de obtener la extinción de la raza».
En Las Españas, entre 1499 y 1783, se emitieron más de 250 providencias
formales dirigidas a su reducción social (David Martín Sánchez). Los gitanos de los siglos XVI-XVIII, no se llamaban a sí mismos así, ya que estaba tipificado como delito el serlo.
EL ENDURECIMIENTO DE LAS MEDIDAS CON LOS BORBONES
Con la llegada de los franceses borbones a la corona de las Españas, la situación del pueblo gitano empeoró: se les prohibió casarse por sus ritos, celebrar sus fiestas, hablar su idioma, dar de mamar a sus hijos internándolos en inclusas etc.
En 1749, en un solo día, se encarcelaron a 10.000 gitanos en España, se llamó “Prisión general de Gitanos”, tras la cual fueron separados los hombres de las mujeres (recluidas en Casas de la Misericordia). Otros muchos gitanos fueron deportados a América y África en ese siglo.
En Francia, según describe David Martín Sánchez en el libro mencionado, se produjo una gran redada similar a la de 1749 pero solo en "Tierra de vascos": "La conocida como rafle (redada en francés) de 1802 la ordenó el oficial Castellane, a la sazón prefecto en los distritos de Mauleon y Bayonne. Previamente, dirigió una carta al ministro de la Policía General pidiendo la captura total de los gitanos vascos y su posterior envío a las colonias de ultramar. De esta forma, pretendía erradicar lo que él veía como un mal permanente para su tierra, puesto que los consideraba criminales endémicos (...).
Las autoridades francesas se pusieron en contacto con las españolas para establecer las directrices de un acuerdo bilateral y llevar así a buen fin la redada (...) al rey (de Las Españas), quien se mostró de acuerdo y emitió una real orden para impedir que estos gitanos que estaban cometiendo «robos y delitos en el País Basco y la Baja Navarra […] se refugiaran en España.
La redada fue finalmente llevada a cabo la madrugada del 6 al 7 de diciembre de 1802, arrestando un total de 475 personas, 125 hombres, 155 mujeres y 195 menores de doce años. Como en 1749, los gitanos encarcelados fueron luego puestos en libertad paulatinamente, desechando los proyectos de envío a las colonias de ultramar, de reclusión en centros vigilados, e incluso de colonización de nuevas tierras rurales. Muchos de estos gitanos habían servido en el ejército francés (...)".
EL EXTERMINIO DEL SIGLO XX POR LOS FASCISTAS
El creador del nazismo, Adolf Hitler, también intentó acabar con el pueblo gitano, quemándolos en las cámaras de gas. Su colega el fascista español Francisco Franco, a imitación del italiano Benito Mussolini, les prohibió el uso de su lengua como a los demás pueblos peninsulares ocupados, y se les aplicó la famosa "Ley sobre Vagos y Maleantes" de 1942, que servía para la represión de gitanos, homosexuales y a los disidentes políticos del régimen franquista, “los rojos y los separatistas”.
La Guardia Civil en su reglamento, declaraba a los mercheros (de origen gitano, dedicados a la venta de metal barato o quincalla) y a los gitanos, como personas sospechosas a vigilar. Estas medidas impidieron cualquier integración del gitano en un mundo de "payos".
LA GITANA VASCA MÁS FAMOSA DE LA HISTORIA
La famosa ópera “Carmen” (1875) del compositor francés George Bizet (París 1838- Bougival 1875), estaba escrita sobre un
manuscrito previo del también parisino Prosper Mérimée (1845), comprado por el compositor de la famosa ópera. Carmen era una gitana de Etxalar (Bortziriak-Cinco Villas), por lo que probablemente hace referencia a una agote más que a una gitana, que se enamora del militar Don José de Lizarrabengoa. Los protagonistas Don José y Micaelas son vasconabarros de
Elizondo (Baztan, cerca de Etxalar); hay además un oficial Zúñiga de
apellido vasco.
Es más, la ópera "Carmen" no triunfó hasta que Bizet le añadió la música de la habanera
"El arreglito", estrenada en el Teatro Imperial Italiano de París por su autor en 1863, el entonces famoso compositor alabés Sebastián
de Iradier. Sebastián de Iradier, también fue el autor de otra
famosa habanera, "La paloma".
El compositor de Salvatierra-Agurain Sebastián Iradier
ERROMINTXELA, EL EUSKERA DE LOS GITANOS
El idioma de los gitanos euskaldunes formó un argot que no llegó a dialecto, llamado “erromintxela” o caló vasco (mezcla de romaní y euskera). Es más, se cree que la última población de euskaldunes monolingües eran los gitanos de la localidad bajo nabarra de Orzaize (https://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/eu/orzaize/ar-126430/), ya que al no ser escolarizados no sabían francés; pasaba lo mismo en algunos municipios catalanes en esas fechas.
Palabras en erromintxela: dikelatu (ikusi), kurratu (lan egin), mangatu (eskatu), txoratu (lapurtu), kamatu (maitatu), zuautu (lo egin), egaxi (Ijito ez den emakumea), fula (kaka), txau (seme), kalu (beltza), Xorkatu (lapurtu), txuri (labana), txor (lapur)…euskalduna (egaxuek).
El euskaltzain y políglota getxotarra Federico Krutwig (1921-1998), en 1986 escribió su trabajo "Los Gitanos Vascos", donde aclaraba muchas cosas:
"En
realidad, el nombre gitano está mal empleado para designar a esos grupos de
personas que, al parecer, hacia el siglo XIV aparecieron por Europa. El
nombre más exacto sería el de “zíngaros” (en euskera también se usa "tzigano"), palabra que se deriva del término
griego athinganos, en el que la th pronunciada en forma demótica daría una z
castellana. Significa “intocable”, y creo que nos encontramos ante un término
parecido al de los paryas (sic.) de la India, también llamados intocables. Los zíngaros, en efecto, son originarios de la India, y su lengua, en una gran parte, es
aún hoy en día de origen indio. Han ido aceptando luego a su paso por los
diferentes países palabras de muchas otras lenguas".
Gitanos vasconabarros inicios del siglo XX (Auñamendi Entziklopedia)
"Los athingunoi son divididos (y también ellos se agrupan) en tres diferentes ramas. La del Norte,
llamada los manushes, que al parecer llegaron en su casi totalidad por las
estepas y en cuya lengua, de origen hindustaní, han penetrado muchas palabras alemanas y yiddish (idioma de los judío-germánicos).
El grupo central, el de los “romi”, que al parecer
debió venir por Persia y Turquía... y un tercer grupo, el de los “gitanos” o
calós, que se piensa que desde Oriente, y tras haber pasado por Persia y
Mesopotamia, hayan tomado el camino de Egipto, y de aquí el nombre de
egiptanos-gitanos.
En vascuence se les llama “ijito” o “motzaile”, la segunda
denominación, un término de profesión (motxaile: esquilador de ovejas), como también en otras partes de
Europa se han empleado, tales como caldereros, “ursari”, etc"".
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Federico Krutwig hablaba castellano, euskera, francés, alemán, el latín, italiano, el árabe, el húngaro, el neerlandés, el inglés, el ruso, el copto, el hebreo, el persa, algunas lenguas de la India como el sánscrito, el persa, el chino o el georgiano. |
"Tampoco el nombre egiptano, ni ijitoak quiere decir que se trate de
egipcios, como también en algunas partes se les llama “húngaros”, y no son
húngaros, o los franceses les llaman bohémien y no son bohemios (en euskera como hemos dicho, también se usa este término como sinónimo: buhame ).
El siguiente vocabulario de los ijito vascos nos muestra que también entre
estos nómadas euskaldunes...su lengua era en gran parte de origen indio, con bastante elemento persa. En el caso vasco, como decimos, se trata de un
simple vocabulario, como también entre los calós españoles, mientras que
entre los manushes y romís se ha conservado aún una entera construcción
gramatical propia:
"Morfología: En algunos verbos se emplea el sufijo verbal vasco -tu, que corresponde
al hindustaní -na. En el lenguaje gitano vasco no existe un artículo, como
tampoco existe en hindustaní, ni en persa, pero en el lenguaje romí se ha
aceptado lo que parece ser el artículo griego... en su forma de o (masculino) y
e (femenino).
En euskara hay palabras que parece se han tomado con el
artículo griego del romi, como o-gaxo y e-gaxi (el señor y la señora). Los
femeninos en -i, parece ser que son formas del propio hindustaní o del
bengalí, aunque también pudiera ser una pronunciación demótica de la êta en
griego, p.e. kefalí (cabeza) en vez de kephalê, que es la pronunciación clásica.
En el dialecto de los gitanos vascos conservamos aún algunos términos
unidos por elementos sintácticos hindustaníes, como khere-ko o-gaxoa para
decir: el señor de la casa. Esta frase parece ser que en caló andaluz se dice o
gacho i a queré, en la que tenemos una construcción de tipo persa, empleando
el “izafet” para indicar “de”, mientras que en vasco se conserva la sintaxis y
hasta elementos morfológicos hindustaníes, puesto que el señor de la casa se
dice en persa: mâlik-i-khâne, mientras que en hindustaní es: ghar kâ mâlik.
Quizá este diferente tipo de construcción gramatical nos diga que los zíngaros
de Euskalherria no son del mismo origen inmediato que los de Andalucía.
Además de estas palabras de origen persa e hindustaní, en la lengua de
los gitanos vascos han entrado palabras procedentes de los lenguajes de
delincuentes, como el argot, que en castellano se llama germanía".
"En bastantes casos, los gitanos vascos han empleado términos compuestos
para indicar nuevas realidades, tales como panin barua (la mar, el agua
grande), panin tiñua (el arroyo, la pequeña agua), erromitzekoa (lo para casar =
el anillo), pindrotakoa (el pantalón, lo de las piernas), paninekoa (el jarro),
Zuautzekoa (= la manta). En cambio, palabras como charpâi (cuatro patas) es
ya en sí una forma persa.
La desaparición de un argot, que en sí es un nivel de lenguaje, inferior
socialmente al de lenguaje normal, es un hecho lamentable (...) Desde el punto de vista de la lengua vasca estamos, además, ante un
empobrecimiento, puesto que la lengua de gitanos, las germanías y otros
argots representan una riqueza de expresión, aunque los argots representen un
nivel inferior (...) el lenguaje de gitanos tenía en
euskara también un puesto, como tiene el caló, por ejemplo, en castellano,
como formas expresivas y giros populares o vulgares (...).
Por esta razón, la desaparición del lenguaje gitano, cuyos últimos rastros
he querido dar aquí, es tan sólo signo precursor de lo que ya nos está pasando
con la lengua vasca, y con todo aquello que los espíritus humanistas, que se
dedicaron con el estudio de la vida de los pueblos, bien sea como ethnologos o
ethnographos a salvar, o los literatos humanistas a dignificar, se ve destruido
por la limitación espiritual de los seres técnico-ingenieriles. Pronto el estudio
del euskara y del pueblo vasco será una actividad arqueológica y el euskara,
una lengua fósil y muerta, como es hoy el argot de los gitanos vascos".
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"Flamenkoa egiten dute, eta, Camaron edo Morente maitatzeaz gain, Mikel Laboa, Urko eta Imanol ere badituzte kuttun..."
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