LA DECLARACIÓN UNILATERAL DE INDEPENDENCIA DE 1794
Aitzol Altuna Enzunza
INTRODUCCIÓN
Tras la Revolución Francesa en el año 1794, las tropas francesas con unos 40.000 contingentes invadieron la Nabarra peninsular así como Aragón y Catalunya, en represión al ataque del ejército español previo a Tierra de Vascos (que es como se llamaba Iparralde) y al Rosellón catalán en manos francesas.
En amarillo los ataques españoles por Lapurdi hasta Baiona y a Baja Nabarra que provocaron la guerra |
Con esta invasión, España quiso evitar la entrada de las nuevas ideas ilustradas y liberales en su suelo, para lo cual, el Bourbón Carlos IV de Las Españas mandó cerrar las fronteras, donde situó a su ejército con 18.000 soldados pero que tomaron pueblos fronterizos de Baja Nabarra como Aldude, el cual quemaron completamente.
El pueblo bajo nabarro de Aldude en Tierra de Vascos, fue tomado y quemado en junio de 1794 por las tropas españolas, parece que también Hendaia y Sara, lo que provocó el ataque francés,: “en 1792 se nombra una Diputación extraordinaria que organiza el alistamiento en el ejército foral. En cualquier caso, este ejército entiende su función en clave defensiva, lo que se refleja en el hecho de que tras la toma de Hendaia, Sara y Aldude en 1793 —la ofensiva que había hecho sospechar a los Revolucionarios de la actitud «reaccionaria» de estas poblaciones—, y contra toda orientación táctica de la guerra, las tropas se negasen a penetrar más en territorio vasco-francés (“El viaje de la identidad y el nacionalismo vasco en Iparralde 1789-2005” Igor Ahedo Gurrutxaga). Hechos similares ocurrieron en el Rosellón catalán |
En Gipuzkoa, la ciudad de San Sebastián-Donostia con su alcalde a la cabeza, pidió negociar a las tropas francesas, estaban dispuestos entregar la ciudad a los invasores si estos prometían respetar los Fueros que los reyes Bourbones atacaban constantemente desde la corona española.
A esta petición se unió poco después las Juntas Generales de Gipuzkoa reunidas en Getaria -primera capital de Gipuzkoa bajo el reino nabarro-, Juntas que reclamaban la soberanía de la provincia anterior a 1200, año de la invasión castellana de la Nabarra Occidental, así como el respecto a la religión católica y a los Fueros.
Al principio, Gipuzkoa proclamó su adhesión a la República francesa, los nabarros de Gipuzkoa, Alaba o Bizkaia, pese a la invasión y ocupación castellana de su Estado, podían pactar con otros Estados acuerdos internacionales según los Fueros, incluso de no agresión, de hecho así lo hicieron varias veces con Inglaterra, pero no podían llegar a proclamar su separación de Castilla como hicieron en esta guerra.
LA DECLARACIÓN UNILATERAL DE INDEPENDENCIA
"Las Juntas Generales de la Provincia, reunidas el 14 de agosto, plantearon a los convencionales un nuevo estatus basado en el respeto a la religión, a los Fueros y la independencia de Gipuzkoa, con vuelta a la situación anterior a 1200, amén de la neutralidad en la presente guerra".
Las Juntas Generales de Gipuzkoa y el alcalde de San Sebastián se quedaron solos ante las tropas francesas, a las que manifestaron su intención de declararse unilateralmente independientes de España y Francia, sacando un comunicado con estos cuatro puntos:
1. Respeto del culto religioso Católico.
2. Guardar los Fueros, buenos usos y costumbres.
3. Declarar Gipuzkoa independiente como lo fue antes de 1200 (año de la invasión castellana de la Nabarra Occidental).
4. No obligar a los gipuzkoanos a tomar armas en la presente guerra.
Seguía explicando Antonio Mendizabal: "Puede suponerse el escándalo sin límites que en el mundo hispano y de los madriles provocaron primero la claudicación sin guerra y segundo el paso de Gipuzkoa al Estado francés. Pero no solo esto, pues lo que se proyectaba era que Gipuzkoa fuera un Estado independiente, o unido a Bizkaia, Álava y (Alta) Nabarra y también la resurrección del viejo Reino con Zazpiak Bat, como antes del 1200, decían".
Atribuían todos los males al Seminario de Bergara y la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País de los Munibe, Narros y Altuna y que tuvo relación tan directa con el Enciclopedismo francés de Volteire, Diderot y sobre todo Rousseau, amigo personal de su mecenas Ignacio Manuel Altuna Portu al que le mostró su deseo de venirse a vivir Azkoitia (https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/07/ignacio-manuel-de-altuna-y-portu.html).
La Enciclopedia francesa tenía más suscriptores en la Nabarra Occidental que en toda España.
Pero, Francia no aceptó estas condiciones y detuvo a los emisarios de las Juntas, lo que dio lugar a una guerra abierta.
"Los comisarios de guerra de la Convención, los jacobinos Pinet y Cavaignac, despreciaron la propuesta y solamente aceptaron la mera unión con Francia. Por otra parte, disolvieron la Junta General deteniendo a una parte de los apoderados".
"Con ello se vinieron abajo las expectativas existentes en ciertos sectores de Álava, Bizkaia y Navarra de llevar adelante una propuesta similar a la planteada en la Junta General guipuzcoana.
Por otra parte, Chaudron, representante de la Convención, prometió a las Juntas Generales reunidas el 10 de mayo en San Sebastián que la República francesa prestaría su apoyo a los republicanos guipuzcoanos para mantener la independencia de la provincia y para defenderla de nuestros enemigos comunes".
El Diputado General de Gipuzkoa afirmará días más tarde: Viva la Convención nacional que ha humillado el crimen, hecho triunfar la virtud, devuelto al fiero cántabro guipuzcoano sus derechos primitivos de separarse y de pactar de igual a igual.
Seguía Mendizabal: "Durante esta fase de la guerra, Godoy (Primer ministro español) se sintió alarmado por la exaltación fuerista que se advierte en Álava y en Bizkaia, y por la voluntad que manifiestan de que se conduzca la guerra siguiendo los procedimientos establecidos en el Fuero (…).
Un segundo amago de incorporación se produjo el año siguiente, tras la pérdida de peso en París de destacados jacobinos. El Comité de Salud Pública publicó en Gipuzkoa en el mes de abril de 1795 una proclama excusándose por las actuaciones erróneas de los convencionales en el año precedente y restableció en sus puestos a las autoridades provinciales".
Un segundo amago de incorporación se produjo el año siguiente, tras la pérdida de peso en París de destacados jacobinos. El Comité de Salud Pública publicó en Gipuzkoa en el mes de abril de 1795 una proclama excusándose por las actuaciones erróneas de los convencionales en el año precedente y restableció en sus puestos a las autoridades provinciales".
ALGUNAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA
En el trasiego de la guerra, 4.000 vasconabarros de Tierra de Vascos fueron deportados a Las Landas por complicidad con los gipuzkoanos, la mitad murió en el trayecto por el trato recibido o en los pantanos de Las Landas, infectados de insectos que provocaron numerosas enfermedades, al igual que había ocurrido poco antes en la Revolución francesa:
“Los habitantes de las comunas infames de Sare, Itxassou y Ascain serán secuestrados de sus domicilios y conducidos a una distancia de al menos 20 leguas de las frontera. Esta medida, obligada por la perversidad de monstruos indignos de ser franceses, no afectará a los ciudadanos que, en las comunas señaladas, hayan dado pruebas constantes y auténticas de civismo y amor por la patria (francesa)”.
En Baiona se impuso a todas las mujeres el llevar la nueva bandera tricolor francesa en los sombreros, los colores de París, frente a las flores de lis de los reyes Borbones y el escudo con cadenas de Nabarra de la anterior bandera real francesa.
Autor López, Tomás (1730-1802) "Título Mapa de la M.N. y M.L. Provincia de Guipúzcoa [Material cartográfico] / construido sobre las memorias de los Naturales, y sobre el Mapa de la Costa manuscrito levantado por los Ingenieros, Por el Geógrafo D. Tomás López, Pensionista de S.M., de la Academia de S. Fernando" |
FRANCIA ACEPTA LA INDEPENDENCIA DE GIPUZKOA COMO PROTECTORADO FRANCÉS |
Pero, poco después, la política francesa cambió tras la muerte del sangriento dictador Robespierre, el nuevo gobierno francés reconoció los deseos de las cuatro territorios nabarros forales del sur de ser independientes, liberó a los presos vasconabarros, lanzó octavillas en francés y en euskera sobre la capital gipuzkoana (en Donostia-San Sebastián por aquel entonces no se hablaba castellano, sólo euskera y gascón).
Francia estableció un Gobierno ejecutivo en Gipuzkoa con dos naturales de la provincia y un representante francés (el también vasconabarro Larralde-Diustegi), con el pleno respeto a los Fueros a los que ensalzaban por democráticos -cuando, contradictoriamente, los acababan de suprimir en Tierra de Vascos-, y se postró una representación francesa ante el árbol de Gernika, símbolo de las libertades vasconabarras.
E. Delmas "Iglesia juradera de Santa Maria la Antigua" remodelada en 1824, debajo la remodelación del siglo XX que dio lugar al edificio actual. |
Pero, Francia finalmente invadió Gipuzkoa y llegó a la frontera bizkaina, Ondarroa y Ermua fueron devastadas por el ejército francés llamado de la “Convención Nacional”.
La provincia de Gipuzkoa proclamó: “El pueblo guipuzcoano es digno de asociarse a la brillante suerte de la República (francesa) y al acercarse vuestras falanges victoriosas proclamando de nuevo su independencia, que durante quinientos años supo defender contra insidiosas pretensiones de un astuto gobierno…
Las bayonetas de los republicanos franceses sabrán ayudar los deseos de los republicanos guipuzcoanos para la independencia y defender su territorio de la invasión de nuestros enemigos comunes”.
Los enemigos comunes eran los españoles, claro está, y también queda patente la nula adhesión de Gipuzkoa a la corona castellana o española, ya que preferían una República propia o incluso la francesa.
LA GUERRA DE LA CONVENCIÓN EN BIZKAIA
El ejército profesional español fue mandado a defender los diferentes territorios en los que había dividido el reino de Nabarra tras invadirla en diferentes años, pero huyó de nuevo, dejando toda Bizkaia incluido su puerto estratégico de Bilbao en manos francesas, y se refugió en tierras españolas de Pancorbo (Burgos), antigua frontera Nabarra.
El señorío de Bizkaia y la provincia de Gipuzkoa comenzaron sus preparativos. De su cuenta debían de correr los gastos de la defensa de su territorio, el mantenimiento de las tropas de apoyo enviadas por la Corona española y el alistamiento de todos los hombres hábiles comprendidos entre los 18 y 60 años, que dada su inexperiencia en armas debían de ser formados previamente.
El pueblo de Bizkaia no aceptó estas medidas pues la amenaza francesa parecía lejana y menos que se le quisiera llevar fuera de su provincia en claro contrafuero.
En Abando, Miravalles-Ugao o en Gautegiz-Arteaga, como en otros muchos municipios bizkainos, los vecinos se opusieron a ejecutar las maniobras municipales en clara matxinada o alzamiento popular, aduciendo que “la instrucción les distraía de sus ocupaciones y les privaba del descanso dominical y todos estaban de acuerdo en que aquella guerra era que no podía afectarlos”.
Los hoy bilbaínos de Abando, argumentaban que la suya era “una ciudad mercantil (que) sufre con los ejercicios de instrucción y el retumbar de los tambores es una molestia para todos”.
En Sopuerta (Enkartaciones), los vecinos salieron con palos, cuchillos y machetes, asegurando que no saldrían a servir fuera de Bizkaia “aunque lo mandase S.M. (que Dios guarde), el Señorío, ni los Señores de su Gobierno (…)”.
Es más, se posicionaban a favor de la invasión francesa: “mejor estarían y librarían con que viniesen a este País los franceses y seguir las máximas de su Asamblea (…)”.
Es más, Bizkaia y Alaba prepararon un acuerdo parecido al gipuzkoano con Francia, por lo que sus capitales, Bilbao y Vitoria-Gasteiz, capitularon sin lucha.
Alta Nabarra por su parte (que entonces aún tenía el titulo de reino), no quiso entregar el cupo de soldados que les correspondía al ejército español que las solicitaba para luchar contra Francia y las tropas de los valles pirenaicos desertaron en masa al bando francés, negándose los 15.000 nabarros reclutados a la fuerza a luchar fuera de Alta Nabarra, tal y como marcaban por otra parte los Fueros.
OTRO RELATO SOBRE LA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA
Tenemos otra descripción de lo ocurrido en la Guerra de la Convención por el historiador Gregorio Monreal Zia en la revista Iura Vasconiae nº8 (2011), bajo el título "Los Fueros vascos en la Constitución de Bayona", el cual nos aporta nuevos datos:
"En la primavera de 1794 los franceses ocuparon la parte oriental de Gipuzkoa, sacando ventaja de la actuación defectuosa del ejército español y de la falta de entusiasmo de la población. El 28 de julio se instalaba el Thermidor, y a primeros de agosto el vascófilo La Tour de Auvergne consiguió la rendición negociada de San Sebastián.
José Fernando Echave Asu, ilustrado y de simpatías republicanas, que había sido nombrado Diputado General de Gipuzkoa días antes de la entrada de los franceses en la provincia, se aprestó a negociar una vez que el ejército de la Convención llegó a la línea del río Deba (...).
Cuadro de Gregorio Hombrados Oñativia (Zarautz 1902-Tolosa 1978). Juntas de Usarraga en Bidania, lugar originario de las Juntas de las Hermandades Gipuzkoa antes de su rotación por la villas más importantes. Grabado: Juntas de 1470, documentadas entre los años 1440 y 1700. https://lehoinabarra.blogspot.com/2022/10/el-origen-de-los-fueros-de-gipuzkoa.html |
"En junio Moncey entraba en Bizkaia expulsando al ejército español, y prometiendo el respeto de los Fueros y propiedades. El 19 de julio los convencionales tomaron Bilbao, Vitoria y Miranda, y se aproximaron a Pamplona. Bilbao y otras poblaciones vizcaínas capitularon prometiendo neutralidad. Moncey habría entrado en negociaciones con diputados de las tres provincias y del Reino de Navarra, a la que se le ofrece la incorporación a Francia sobre la base del respeto de los Fueros (...).
Enterados en San Sebastian, decidió la Foru Aldundia (Diputación) trasladarse a Guetaria en barco, a donde inmediatamente llegaron para mejor pensar y decidir. El 3 se presentó en las puertas de San Sebastián el general Moncey con las salvadoras tropas francesas ofreciendo paz sin enfrentamiento. No venía contra los vascos, pueblo sufrido y batallador que venía sufriendo las constantes envestidas del gobierno de Madrid, sino contra éste”.
Moncey dijo: "Sabéis que el pueblo de este país ejerce su soberanía… todo es democrático entre
ellos. Por ello sería rendir un homenaje a la soberanía del pueblo de Gipuzkoa, que
siempre la ha ejercido, restaurar su gobierno anterior: que el pueblo continúe reuniéndose como en el pasado… los habitantes de estos lugares se aferran a sus leyes".
Moncey no ocultó el riesgo a una posible sublevación en forma de guerra de guerrillas. Moncey propuso la unión de Gipuzkoa,
Bizkaia y Alaba un Estado independiente bajo la protección de
Francia, prometiendo a respetar las costumbres, libertades y religión de sus
habitantes, tal y como pedían sus Juntas Generales.
"La Diputación en Pleno y Ayuntamiento en pleno, haciendo uso de lo que sentían como instinto primario del ser humano, cual es el Derecho de Autodeterminación que le define como ente libre y ciudadano, decidieron tranquilamente, no solo no enfrentarse sino, prácticamente identificarse con la Revolución, por lo que Gipuzkoa pasó a ser Francia, más bien se unió con mayor intensidad a Lapurdi, Zuberoa y Behe Nabarra qué más da. Total que Gipuzkoa por decisión de sus máximos representantes pasaba a quedar bajo la égida francesa”.
VARIAS OPINIONES SOBRE ESTOS LOS HECHOS
Manuel Godoy, primer ministro español y amante oficial de la reina dijo: “La ocupación de San Sebastián no fue un hecho de armas. Varios politicastros guipuzcoanos se dejaron seducir por el general Adrien de Moncey, quien les prometió convertir la provincia en República independiente. Estos crédulos hombres...entregaron la ciudad a los franceses...”.
Godoy siguió en su intento de atacar los Fueros que tanto enfurecía al pueblo vasconabarro, así, en junio de 1796 pidió un informe a su Corregidor o representante en Bizkaia Juan Mariño de Barrera, el cual le comunicó que:
“…Puedo asegurar a Vuestra Excelencia que nada he notado de nuevo con esta ocasión, que me persuada que el humor republicano se conserva y consiente en este País (vasconabarro):…Nada contribuyen; no admiten tropa no siendo de tránsito y gozan de una igualdad absoluta, acaso mayor que la de los griegos y romanos en las épocas pasajeras del gobierno popular…Los naturales del Señorío aman mucho a su Patria, con exclusión de las demás provincias de España….”.
El que fuera presidente español, el liberal moderado Cánovas del Castillo (1828-1898), lo tenía muy claro al comentar aquellos hecho: “no habiendo dado el apellido de guerra, las clases que allí suelen y pueden darlo, porque de corazón estaban más con los invasores (franceses) republicanos que con los españoles monárquicos, las Provincias vascongadas hicieron la guerra no más que por cumplir, en 1795, o lo que es lo mismo sin fe, unanimidad, ni constancia; y, aprovechándose de ello, Moncey paseó impunemente sus columnas por el país….
(…) los liberales vascongados simpatizaban más con la república extranjera que con la monarquía propia (sic. se ve claramente que no la tenían por tal) y que los republicanos franceses hallaron inteligencias y connivencias en las provincias vascongadas (Gregorio Monreal Zia en Iura Vasconiae nº8 -2011-).
Durante la guerra, las heladas de 1794 y 1795 así como las epidemias, se calcula que provocaron la muerte de 20.000 ocupantes franceses. |
LA PAZ DE BASILEA: GIPUZKOA A LA VENTA
Finalmente, se llegó a un acuerdo de paz entre los imperialistas españoles y franceses de la que quedaron excluidos los vasconabarros.
La “Paz de Basilea” fue firmada en Madrid en 1795. En la misma, el primer ministro Godoy en nombre del Gobierno español, ofreció a la representación francesa los territorios de Gipuzkoa y Bizkaia a cambio de recuperar las tierras ocupadas por Francia en la isla caribeña de Santo Domingo (hoy Haití), por ser estas tierras nabarras menos interesantes y más conflictivas.
Antonio Mendizabal: “Al año, en Agosto de 1795 con M. Bartelemy por parte de París y Domingo Iriarte por parte de Madrid, se firmó la Paz en Basilea de Suiza por la que Gipuzkoa era devuelta a España a cambio de que España diera a Francia la isla de Santo Domingo como así se hizo. Como consecuencia todas la figuras dichas fueron procesadas.”
Finalmente, el gobierno de París no aceptó el cambio que sí había aceptado la representación francesa en Basilea.
Tras la Paz de Basilea, numerosos mandos gipuzkoanos fueron condenados a muerte por entregar San Sebastián y Gipuzkoa sin lucha, pese a que España había prometido no tomar represalias.
Godoy pasará a ser apodado el “Príncipe de la Paz” por su negociación con Francia. Pocos años después, en 1807, vendió España a los franceses (junto a los propios reyes de Las Españas Carlos IV y su hijo Fernando VII), a cambio del principado del Algarve en Portugal, pero bajo soberanía del nuevo Emperador francés Napoleón Bonaparte.
Fotomontaje de San Sebastián-Donostia https://www.diariovasco.com/san-sebastian/viaje-virtual-donostia-20220728101836-ga.html#imagen3, antes de su quema y asesinato masivo de sus vecinos por los anglo-portugueses con el consentimiento-orden de los militares españoles e ingleses, Generales Castaños y Wellington, el 31 de agosto de 1813 https://www.diariovasco.com/v/20120704/cultura/libro-revela-malaria-asolo-20120704.html Las declaraciones de los donostiarras acusando directamente al General Castaños se pueden leer en https://donostia2013.wordpress.com/ |
EL MOTIVO DE LA DECLARACIÓN UNILATERAL DE INDEPENDENCIA
El trasfondo de estos hechos estaba el descontento de los vasconabarros por el centralismo bourbónico que entró a gobernar en España en 1700 con el francés Philippe o Felipe V de Anjou, la nula identificación del pueblo vasconabarro con la incipiente nación española también era manifiesta como hemos visto, por todo ello, la Primera Guerra Foral o Carlista solo era cuestión de tiempo.
“No hay norma en el derecho internacional que prohíba la declaración de independencia", Corte Internacional de Justicia de la Haya, máxima instancia judicial de Naciones Unidas (ONU), julio del 2010.