GUERRA DE BANDOS, EL OCASO
Aitzol Altuna Enzunza
Aitzol Altuna Enzunza
Torre Martiartu y su ermita de San Antonio |
Castilla, tras la conquista de la Nabarra occidental, siguió la política emprendida por el rey nabarro Sancho el Sabio, reafirmando los fueros de villa dados por Nabarra a San Sebastián-Donostia, Getaria o Vitoria-Gasteiz y concediendo otros nuevos, para contrarrestar de este modo el poder de los señores de cuya codicia se había servido la propia Castilla para conquistar la Nabarra Occidental, y aumentar de paso las arcas castellanas.
Los motivos de la Guerra de Bandos lo tratamos en el artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/09/origen-de-la-guerra-de-bandos-en-bizkaia.html
Las nuevas villas que creó Castilla en la nueva frontera entre la Nabarra Occidental y el territorio nabarro que se mantenía independiente (villas amuralladas como Kanpezo, Salvatierra-Agurain, Tolosa, Ordizia, Segura, etc.), buscaban dominar la frontera mediante verdaderas fortalezas que eran estas villas, dependientes directamente del rey castellano y con obligación de defenderla por los villanos contra una posible recuperación del territorio por sus reyes naturales, a cambio de los privilegios otorgados en el fuero de villa, por eso Castilla multiplicó el número de las mismas.
El escudo antiguo de los Salazar era una "torre almenada con su cortijo, pero en el siglo XIV gracias a la valentía en la lucha en berbería recibió un nuevo escudo del rey de Fernando rey de Castilla con 13 estrellas de 8 puntas arrancadas "a un moro gigante" al que cortó la cabeza, según describe el propio Lope García de Salazar (cuadros sacados del libro "Lope García de Salazar, El primer historiador de Bizkaia (1399-1476) de Sabino Aguirre Gandarias
En la costa bizkaína y gipuzkoana también, hubo una proliferación de villas costeras (Portugalete, Plentzia, Bermeo, Lekeitio, Ondarrua, Mutriku, Deba, Zumaia, Zarautz y Hondarribia), los López de Haro como señores de toda la Nabarra Occidental al principio y luego solo de Bizkaia, dieron carta de villa a las principales poblaciones costeras en el siglo XIII y fundaron una nueva villa comercial en 1300 sobre el puerto de Begoña llamado Bilbao, todo ello con el único objetivo de aumentar su patrimonio y contra los intereses de los bizkaínos y su Junta General de Bizkaia (toda la información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/11/la-lucha-entre-las-anteiglesias-y-las.html).
Se trataba el castellano de un gobierno de un Estado imperialista y descentralizado, donde el poder soberano está muy alejando del territorio (ningún Haro y después Trastámara que gobernó o reinó nació o murió en la Nabarra Occidental), que queda en manos de las familias más pudiente y sus soldados, con pocos funcionarios estatales (jueces, militares, recaudadores, administración...) y cuya unidad se basaba en la lealtad comprada de estas élites locales.
El nombre de los bandos viene del lugar en el que partieron los principales cabecillas: Ganboa (Alaba) y Oña (Burgos), “al pie” en castellano (en el sentido de mojón), donde está enterrado Sancho III el Mayor (como en Oñati-Oñate= ate=paso, a pie de las montañas, inicio del paso).
Son oñacinos:
Las familias de Butrón y los Billela en Bizkaia, Lazkano en Gipuzkoa, Mendoza en Alaba (Mendiotza, la más pudiente de todas) y Senpere (Saint Pée) o Amezkoa en Lapurdi (conocidos como los “Sabel Gorri”, cintos rojos).
También son importantes la familia de los Amezketa, Loiola y Zabaleta (Gipuzkoa), Domezain y Luxe-Tardets (Baja Nabarra y Zuberoa, después beamonteses), Lizarazu, Usua y Santa María (Cize y Baigorri, en Baja Nabarra).
Ganboínos:
Las principales familias ganboínas eran las de: Abendaño en Bizkaia, Olaso en Gipuzkoa, Gebara en Alaba-Oñate y Urtubi en Lapurdi (“Sabel Xuri”, cintos blancos).
También los Ugarte (Errenteria), Alzate (Bera), Ezpeleta y Garro (Lapurdi), el país de Mixe y parte de Zuberoa.
El último tenente nabarro de toda la Nabarra Occidental, Pedro Belez Ladrón de Gebara, se casó dos veces. De su primera mujer, María Álvarez, tuvo a su primogénito, otro Ladrón de Gebara, señor de Oñati y Gebara. Éste Ladrón de Gebara es el que medró en Aragón con Jaime I "el Conquistador", tras casarse con su cuñada Leonor Gil de Bidaurre, del que vienen los Ladrón de Gebara ricohombres de Castilla y Alaba. Toda la información sobre el origen de esta familia en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/09/los-gebara-tenentes-de-la-nabarra.html
De este matrimonio nació además Martín de Abendaño, el primero de los Abendaños que pasó a finales del siglo XII a habitar en Galdakano, Bizkaia y después en Urkizu (Igorre). Toda la información sobre esta familia en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/07/origen-de-los-abendano-cabeza-los.html
Los Abendaño serán los cabeza de los ganboínos en Bizkaia, al casarse Martín de Abendaño de Urkizu (Arratia, Bizkaia), con su pariente lejana Mencía de Gebara a finales del siglo XIII (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/07/origen-de-los-abendano-cabeza-los.html).
La segunda mujer Pedro Belez Ladrón de Gebara fue María Sánchez de Salcedo, señora de Ullibarri-Ganboa (hija del señor de Ayala Sancho García de Salcedo), tuvo Pedro Belez a Sancho Pérez, el cual fue el fundador de la Casa Ganboa de Alaba. Un hijo bastardo suyo se afincó en Zumaia, donde se creó la rama gipuzkoana de los ganboínos.
“Oinaz eta Ganboaren
errierta handia
ikusirik lur zelaia
jota dago mendia
…….
Mondragoe hartu dute
Oinaztarrek traizioz
Gero salduko Bizkaia
urrearen prezioz”
Gabriel Aresti
“Los conflictos, las guerras privadas, que agitaron la existencia de la nobleza vasca en los siglos finales de la Edad Media, y que conocemos de forma común como la Lucha de Bandos, se desarrollaron dentro de un marco referencial de gran similitud con el resto de los espacios de Europa Occidental.
Las causas, las manifestaciones, las formas organizativas, incluso las manifestaciones culturales emanadas de la misma no hacen sino mostrarnos cómo la nobleza vasca bajomedieval actuaba en unos parámetros no muy diferentes de sus homólogas europeas. Estas similitudes refuerzan la idea de una nobleza europea que comparte un fondo común de usos, prácticas e ideología más allá de las fronteras políticas” (Jon Andoni Fernández de Larrea “Las guerras privadas: el ejemplo de los bandos oñacino y gamboino en el País Vasco”).
Toda la información en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/12/el-modelo-semifeudal-de-castilla-en-la.html
Mapa de Arsenio Dacosta
EL PRINCIPIO DEL FIN
La creación de las Hermandades de las villas para la lucha banderiza y funcionarios reales de los reyes de Castilla afincados en el país, fueron los que acabaron con las Guerra de Bandos. Comentaba al respecto Gregorio Monreal Iza en "Fuentes del derecho histórico de Bizkaia" (2021):
"Hay
vestigios de una Hermandad de Bizkaia en 1326 y 1329. Y una mención incidental
en el inicio del Cuaderno de Juan Núñez de Lara de 1342 acerca de la asistencia a la
Junta de los alcaldes de la Hermandad (primer Cuaderno de las Hermandades).
Debía de tratarse de una institución poco
eficaz puesto que Juan I, siendo Infante y Señor de Bizkaia, instó en 1376 a las autoridades normales del Señorío –prestamero, alcaldes, prebostes, jurados y justicia
del Señor– a la adopción de medidas contra los bandos. Tales medidas estaban
dentro del esquema del Derecho ordinario del Señorío".
De hecho, las Hermandades villanas que atendía directamente a los mandatos del rey de Castilla, nunca cuajaron en Bizkaia, siendo el Corregidor o representante del señor de Bizkaia el principal pacificador del señorío desde la época Gonzalo Moro desde finales del siglo XIV (1394-1427), pero sin mucho éxito.
Gregorio Monreal: "La iniciativa partió de los habitantes de la Tierra Llana y de las Villas que pidieron al rey Enrique II que constituyera una Hermandad para impartir Justicia.
El Rey accedió y encargó a Gonzalo Moro, oidor de su Audiencia y Corregidor de
Bizkaia y de las Encartaciones, que la llevara a efecto, es decir, que convocara la
Junta de la Tierra Llana, y consultara a los reunidos si querían o no Hermandad, y
que la constituyera si todos o la mayor parte de ellos estaban de acuerdo".
Así surgio el segundo Cuaderno de las Hermandades de 1394 sobre penas impuestas a malechores, los cuales se integrarán en el corpus del Fuero Viejo de Bizkaia de1452 y se extendió a las Enkartaciones y a Gipuzkoa donde Tomás Moro eta también Veedor o Corregidor, creando la Hermandad de las villas de Gipuzkoa en 1397:
"Porque la mayor parte de los del Condado de Vizcaya, así de las Villas como de
la Tierra Llana, aviendo grande amor e deseo de Justicia por los malfechores que en
la dicha tierra avía e ha, en tanto que se non entendía vevir entre ellos.
Por la qual razón les fué forçado suplicar al mui alto Prínçipe, el Rei Don Henrique, nuestro señor, que pluguiese a la Su Magestad de les procurar de Hermandad,
porque los coraçones de los homes eran departidos para que en la justicia en el dicho
Condado fuesen abonados en una contra los malfechores".
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"En cuanto a la persecución de los delincuentes resulta original el procedimiento
del apellido vecinal o convocatoria general a los residentes. Cometido el delito, todos
los hombres de la anteiglesia están obligados a perseguir al delincuente hasta el
término del municipio. Allí tomarán el relevo los habitantes de la población siguiente, y así sucesivamente los demás concejos hasta los límites del Señorío de Bizkaia (...)
De no
dar con el malhechor, se abre un procedimiento característico del Derecho vizcaíno,
el llamamiento a la cadena o so el árbol de Gernika. El alcalde de Hermandad convoca a la Junta General, que llama a los delincuentes. De no comparecer en los
plazos señalados sufrirán las penas previstas en el Cuaderno." (Gregorio Monreal).
LA HERMANDAD DE GIPUZKOA
Tenemos que esperar un siglo para ver la fuerza de las Hermandades de la villas de Gipuzkoa contra los banderizos hasta acabar con su poder.
Juan II de Castilla, dio permiso para rehacer Hermandad a las villas de Bizkaia, Gipuzkoa y Enkartaciones en 1449 y hecho que fue confirmado por su hijo Enrique IV en 1454, las cuales derribaron varias casas fuertes y llanas de los banderizos gipuzkoanos, lo que provocó la reacción violenta de los mismos.
El ultimo sábado de julio del año 1456 los Lazkano, los Olaso y los Balda de Gipuzkoa, se unieron a los Butrón, Abendaño y Arteaga de Bizkaia, por tanto los Oñaz y Ganboa unidos, firmaron un acuerdo otorgado ante escribano que se fijó en la puerta de la villa de "Miranda de Iraugui", Azpeitia, desafiando a la Hermandad de la villas de Gipuzkoa que se había alzado contra ellos.
Tomó el desafío en nombre de las villas Juan Martínez de Olabarria. Los bandos, acusaban a las villas gipuzkoanas de "haber hecho Hermandad...e haberles hecho derribar sus casas fuertes".
Los campesinos y las Hermandades, temerosos de las pendencias y desmanes de los Parientes Mayores -los únicos interesados en mantener las discordias- acudieron al señor de Bizkaia y rey de Castilla Enrique IV (1425-1474) en busca de ayuda.
Instado por las Hermandades, siete meses después del desafío ya en marzo del 1457, Enrique IV visitó Bizkaia, donde juró los Fueros en Gernika, y también Gipuzkoa. Tan solo un mes después de este viaje, mandó primero detener a los "malechores" que violentaban a la población y, después, dio la orden de derribar o quemar numerosas torres o privarlas de sus elementos guerreros. Fueron Iñigo de Gebara y Juan Alonso de Butrón (otros dos banderizos) los encargados de llevar a cabo las órdenes regias.
En el año 1457 en el Cuaderno de la Hermandad de Gipuzkoa aparece escrito: “Bien sabedes las causas del desafio...haver hecho hermandad e ligas e monopodios contra ellos, é haverles hecho derribar sus casas fuertes e muertoles sus deudos e parientes, é tomándoles sus vienes e puestolos a mal con el rey; e finalmente, haver procurado desfacerlos e quitarles sus nombres de la tierra, e queridoles quitar sus Ante Iglesias e Monasterios e otras muchas cosas (...) Quien tome parte en los bandos de Vizcaya, Encartaciones, Oñate, Aramayona, Alava, Navarra y Labort será privado de sus casas, y si no las tuviere, perderá la vida”.
Según el historiador y banderizo Lope García de Salazar (1399-1476), en Gipuzkoa solamente quedaron intactas la de Olaso (Bergara) y la de Untzueta (Eibar). Muchos de sus dueños fueron desterrados o condenados a luchar contra los hispano-musulmanes, incluidos los cabezas de los Bandos o el propio Lope. En concreto, fueron los 22 los banderizos desterrados, incluidos los 6 desafiadores, tras ser convocados previamente en Santo Domingo de la Calzada para informarles de la orden de destierro en el plazo de 90 días, aunque algunos no se presentaron.
Algunos banderizos de más edad, como Barroeta de Bizkaia y Ladrón de Balda, fallecieron en el viaje por el calor y la insalubridad de las marismas sevillanas.
Antigua casa-torre y palacio de Untzueta en Eibar |
En el libro "El triunfo de las élites guipuzcoanas (1412-1539), Ernesto García Fernández comenta como: "Ciertamente, el enfrentamiento de los Parientes Mayores con las hermandades y villas guipuzcoanas fue importante a mediados del siglo XV. A este respecto interesa traer a colación que los señores de Lazcano, Olaso y Balda, por sí mismos y en nombre de otros linajes, desafiaron en 1456 a los vecinos de las villas guipuzcoanas de Azcoitia, Azpeitia, Deva, Motrico, Guetaria, Tolosa, Villafranca y Segura, por haber hecho hermandad o ligas e monipodios contra ellos, e haberles hecho derribar sus casas fuertes y muértoles sus deudos y parientes, y tomándoles sus bienes, e puéstoles mal con el Rey y, finalmente haber procurado deshacerlos e quitar sus nombres de la tierra y queriéndoles quitar sus anteiglesias y monasterios e otras muchas causas.
Es especialmente relevante en relación con este asunto la carta regia emitida por el monarca Enrique IV de Castilla y fechada el 21 de abril de 1457. Según el contenido de este documento, se desterró a las villas andaluzas de Estepona y Jimena por dos, tres o cuatro años a veintidós Parientes Mayores, en su mayoría guipuzcoanos. Tan sólo unos días antes, el 30 de marzo de 1457, este mismo monarca había aprobado 146 leyes o capítulos a la Hermandad de la Provincia de Guipúzcoa, en buena parte dirigidos contra los abusos de los Parientes Mayores. Asimismo, Enrique IV ordenó este mismo año que se desmochasen y destruyesen las casas fuertes de los banderizos y que, en adelante, no se consintiese su reedificación en Guipúzcoa ni en Vizcaya".
Torre Madariaga en Busturia (Urdaibai), perteneciente a los señores de Bizkaia Eneko López "Ezkerra" y Toda Ortiz, antes de quemarse en 1928 |
EL REINADO DE LOS REYES CATÓLICOS
Durante el reinado de los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, las medidas ordenadas por estos, recortaron drásticamente el poder de los Parientes Mayores, potenciando o relanzado las Hermandades y dictando nuevas ordenanzas en los pueblos y villas para que no se siguiese "voz ni apellido" de Pariente Mayor. Estas medidas, significaron el definitivo declive de los banderizos y de sus fortalezas.
Las conocidas como “Capitulaciones de Chinchilla” (1483-1487), pusieron casi el punto final a las confrontaciones. Pedro de Abendaño y Juan Alonso de Mugica, cabecillas oñacinos y ganboínos respectivamente, fueron condenados a destierro a Andalucía, para allí luchar contra los musulmanes españoles durante varios años, después tuvieron que rendir vasallaje y pedir perdón al rey castellano.
Pero no se acabó ahí todo. Existe un documento sobre el intento de los Reyes Católicos de acabar con la lucha de bandos dentro de la villa de Bilbao en particular y en Bizkaia en general, recogido en el trabajo "Sangre en Bilbao: Familia, Linaje y Bando (1472-1587)", de Álvaro Cartajena de este modo:
Desde 1435 se había intentado dejar fuera de los cargos concejiles a los banderizos, proponiéndose volver a la insaculación universal para la misma, sin éxito alguno. El 28 de febrero 1484 los Reyes Católicos confirman las ordenanzas realizadas por Chinchilla para la extinción de los males de la villa. La tarea fue ardua, ya que era bastante difícil trasladar las ordenanzas vitorianas a dos grupos amparados por leyes distintas: los hidalgos y aquellos que se regían por las legislaciones de las villas.
Infografía Ismael García-Gómez
Aunque inicialmente las ordenanzas iban a ser otorgadas solamente para Bilbao, el licenciado Chinchilla decidió integrar al resto de villas en el proceso de composición del Capitulado. Como resultado de este proceso resultó el Cuaderno de Ordenanzas de Bilbao:
“El Cuaderno fue mal acogido por los linajes de la Tierra Llana y de otras villas; […] En Bilbao mismo hubo problemas con su alcalde y regidores, hasta el punto de que Chinchilla fue enviado de nuevo con orden de tomar la vara y obtener una rigurosa sobre lo que en Bilbao y en las demás villas ocurría”.
Debido a estos hechos, el 30 de febrero de 1484, (Doc. Nº 164) se emitirá una iniciativa al Corregidor y a las demás justicias para que amparen la villa de Bilbao ante el temor de que se reanudaría la guerra de bandos, como así fue.
Casa-torre de los Murga en el valle de Ayala |
"El 2 de mayo 1487, en una carta personal del licenciado Chinchilla al condestable Pedro Fernández de Velasco, quien actuaba como presidente del Consejo de Castilla, era manifiesta su frustración ante la situación del Señorío. Este Fernández de Velasco no era otro que antiguo Condestable de Castilla de Vizcaya, al cual, habían derrotado los bandos (unidos ganboínos y oñacinos) en 1471 en la batalla de Mungia, teniendo que renunciar el propio Señorío a la construcción de un puerto y sus torres en Lutxana (en Barakaldo).
Chinchilla manifiesta que había obtenido un éxito pírrico, y a pesar de que había obtenido el compromiso de los alcaldes, procuradores y fieles de 15 villas, entre ellas la de Bilbao, la amenaza de los vecinos de Bermeo, quienes se había negado a acudir a la reunión, había provocado que la junta de villas acudiese a la de la Tierra Llana en la anteiglesia de Idoibalzaga (Errigoiti)".
El llamamiento de los Reyes Católicos se repitió en los años 1494 y 1500, prohibiendo los bandos en los cargos municipales siendo éstos por insaculación universal y prohibiendo también el uso de todo tipo de armas.
Fernando II, llamado el Falsario en la historiografía Nabarra, prohibió en 1498, que en adelante se construyesen en Bizkaia nuevas casas fuertes.
Los últimos conflictos armados de importancia se dieron poco antes de la Guerra de las Comunidades (1520-22) tras la muerte de los Reyes Católicos, en el reinado del Emperador Carlos I de Alemania y V de Castilla (el título de Carlos I de España es inexistente), donde aún se ve claro su poder, como el de los Ayalas y el de los Abendaño, los cuales se enfrentaron abiertamente. Los Parientes Mayores desaparecieron en aquel tiempo porque su función también desaparecerá, aunque siguieron denominándose durante algún tiempo.
La situación se prolongó realmente hasta la Concordia de 1630 que se produce la paz definitiva, cuando las 21 villas que tenía para entonces Bizkaia toman parte de las Juntas Generales encabezadas por Bermeo, con asiento y voto primero por las villas, y en las mismas condiciones que las anteiglesias o Tierra Llana, encabezadas por la anteiglesia de Mundaka, con asiento y voto primero por de éstas, tal y como vimos en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/11/la-lucha-entre-las-anteiglesias-y-las.html