GALDAKAOKO ALKATEAK: FORUAK EDO HIL

GALDAKAOKO ALKATEAK: FORUAK EDO HIL

Aitzol Altuna Enzunza 

(Seguido en castellano)

"En Gernika bajo el Árbol" (Gernikan arbolapean)
 Gregorio Hombrados Oñativia (Zarautz 1902-Tolosa 1978)


Espainiako historiografian Gerra Karlistak esaten zaienei, Foru-Gerrak deitu beharko litzateke euskal historiografian, herri osoa (karlistak zein gutxiengo liberala), gure legedia eta gobernua defendatu nahi izan baitzuen, hau da, Nabarrako Estatuari zegozkion administrazio-eredua, eta ez errege edo erregina atzerritar baten alde.

Lehen Gerra Foralean (1833tik 1839ra), Karlistek porrot egin zuten eta Foruen parte handi bat berehala kendu ziguten, indar politiko guztia Madrilen zentralizatzeko asmoz. Baina, gure herriak ez zuen amore eman, 1841ean Gernikan udalerrien Bizkaiko Batzar Orokorrean gertatutakoa lekuko. Bertan, korrejidoreak (Espainiako erregeen ordezkari kolonialak), Foruak gutxi batzuk nahi zutela esan zuenean, udalen ordezkari guztiek ahots batez erantzun zioten:

-Guztiok, guztiok!

 Santa María la Antigua 1575. urtean, 
Litografia Gregorio Hombrados Oñativia (Zarautz 1902-Tolosa 1978)


Maroto jeneralarekin batera “Bergarako besarkadan” traidoretzat jotzen den Simón de la Torre jeneral Larrabetzuarrak, hitza hartu eta batzartutakoei beldurtzen saiatuz, erantzun zien:

-Zer egingo dugu (Espainako) gobernuak hogeita hamar edo berrogei mila gizon bidaltzen badizkigu, matxinatutzat joz?

Galdakaoko alkatearen eztarritik irten zen lehen oihua, baina gainerakoek ere goratu zuten:

-Hil! hil!


Handik urte batzuetara Bigarren Foru-Gerra hasi zen, ia soilik Hego Euskal Herrian. Gerra hura ere galdu zuen herri honek eta ondorio latsak ekarri zituen, gaur artekoak: Foruak ezabatu zizkiguten eta kanpotar legegileen esku gaude, autonomia eskasa daukagu gure beharrak asetzeko benetako boterea Madrilek baitu, gure hizkuntza zein kultura gainbehera doaz eta jazarriak darraie.


EL ALCALDE DE GALDAKAO: FUEROS O MUERTE!

"Iglesia juradera de Santa Maria la Antigua" remodelada en 1824
E. Delmas y la remodelación del siglo XX que del edificio actual

Pese a la derrota de los carlistas y con ello la casi inminente desaparición de los Fueros tras la Ley  española de 1839 para centralizar todo en Madrid como capital de Las Españas, el pueblo vasconabarro siguió fiel a ellos, sólo hay que leer el siguiente acta de las Juntas de Bizkaia en Gernika:

“ (….) en la sesión del 29 de marzo de 1841, en la que se debatía el delicado tema de la situación de los Fueros, tras la finalización de la guerra civil y la Ley de Modificación de los Fueros de 25 de octubre de 1839. 

Tomó la palabra el apoderado de los Tres Concejos (de Somorrostro en las enkartaciones: Santurtzi, Sestao y Trapaga), Manuel de Urioste, entre los intentos del Corregidor (representante de la reina española) para evitar que hablara y el apoyo entusiasmado de la mayor parte de los asistentes: 

«Cuando dijo que el ministerio de regencia incurría en grave error al creer que solo unos pocos deseaban por interés privado la conservación de los fueros...se oyeron estrepitosos y entusiasmadas voces de gustioc! gustioc! (todos! todos!) 

Y adviértase que estas voces salían de la parte mas numerosa de la asamblea compuesta de los honrados labradores, apoderados ó representantes de los pueblos». 

Le respondió el general don Simón de la Torre y Ormaza (carlista natural de Larrabetzu, considerado uno de los traidores al actuar junto a Maroto en el abrazo de Bergara) intentando amedrentar a la concurrencia: 

«¿Qué haremos si el gobierno nos envía treinta ó cuarenta mil hombres considerándonos como rebeldes? 

- Hil! hil! (Morir, morir) contestaban, por conservar ilesos los fueros é instituciones de nuestros abuelos». 

Según parece el grito de «hil! hil!» partió de la garganta del apoderado de la anteiglesia de Galdakao, pero fue profusamente coreado por los demás asistentes” ("Sociedad y Lengua vasca en los siglo XVII y XVIII" Juan Madariaga Orbea -2014-)

Batzarra o Asamblea ante el árbol de Gernika en la Casa de Juntas del año 1866, poco antes de la Segunda Guerra Foral 

Unos pocos más tarde comenzó la Segunda Guerra Foral, que tuvo lugar casi exclusivamente en Hego Euskal Herria. Este pueblo también perdió aquella guerra lo que trajo consecuencias terribles visibles hasta nuestros días: 


- Abolieron los Fueros por lo que estamos en manos de legisladores extranjeros, tenemos la poca autonomía que nos da Madrid para satisfacer nuestras necesidades reales, nuestra lengua y nuestra cultura se derrumban y siguen perseguidas en gran parte del territorio y por jueces extraños al país en todo él.


En palacio de Urgoiti sirvió de refugio a los carlistas así como de hospital de campaña. En él pernoctó el pretendiente Carlista. También habla sobre Galdakano en su memoria el General liberal Baldomero Espartero, el vencedor de la contienda: “sale Espartero de Bilbao a la cabeza de veintinueve batallones dirección Durango, apenas había avistado la altares de Santa Marina y Galdacano cuando divisó a la facción que las ocupaba y defendía por diferentes líneas de parapetos que comenzaron un fuerte tiroteo contra la vanguardia a cuya cabeza iba el conde de Luchana que fue herido en el brazo... prosiguiendo Espartero su marcha hacia Galdacano, cuya población encontró enteramente abandonada por sus habitantes y en la que pernoctó aquella noche del 10 y la siguiente... de vuelta Bilbao tras los sucesos funestos de Hernani... llegó el día 20 a Zornoza, al día siguiente 21 debía continua marcha por el camino real hasta Galdacano... justo al salir de Zornoza se vieron acometidos por los rebeldes descendían de las montañas y se lanzaban contra los soldados, las gargantas (rda.) que median entre los dos las de Zornoza y Galdacano paso extremadamente difícil y arriesgado... la cruenta batalla dejó más de ciento cincuenta muertos en las calles de Zornoza, pero el ejército pasó concentrando sus fuerzas en las alturas Cerleches (sic.) y Avril…” (Santa Maria de Galdakao" Amaia Aguirre y Xabier Valencia -1996-)