SERAFIN OLAVE: EL FUERISTA Y REPUBLICANO ESPAÑOL DE LA NABARRA OSOA

SERAFÍN OLAVE:  EL FUERISTA Y REPUBLICANO ESPAÑOL DE NABARRA

Aitzol Altuna Enzunza


 LA ABOLICIÓN DE LOS FUEROS

Las llamadas Guerras Carlistas en la historiografía española, estarían dentro de las Guerras Forales en la historiografía vasca, ya que, en esta tierra, todo el Pueblo se levantó para defender sus leyes, usos, costumbres y el modelo administrativo heredado del Ducado de Baskonia y del reino de Nabarra, y no porque reinaase un rey o una reina.

Juan Antonio Llorente (Rincón de Soto, La Rioja, 1750 - Madrid, 1823  https://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/llorente_juan.htm
Retrato del también afrancesado Goya 

A principios del siglo XIX, el padre oficial de Fernando VII de Borbón, Carlos IV de España, dictó la orden definitiva contra los Fueros de enviar al inquisidor francés JA Llorente "Noticias históricas de las tres provincias vascongadas", con la finalidad exclusivo para: 

"Preparar a la opinión pública para recibir sin escándalo todos los cambios que se procedan en estas provincias para uniformar su legislación con la del resto de España", para ello debían demostrar que las Leyes no habían sido "pactos y contratos, sino privilegios". concedido por los reyes" -aunque no duermo uno, duermo otro-. 

Como diría más tarde el principal defensor del liberalismo, el presidente del Gobierno, Cánovas del Castillo: "antes de trabajar, pon la razón de tu parte". 

Cánovas del Castillo fue el máximo representante del liberalismo en la España del siglo XIX. Siendo adolescente ingresó en un ministerio como "erudito" en un puesto inventado para él, gracias a su estrecha relación con el Marqués de Salamanca (que así se llama una famosa calle de Madrid). Posteriormente llegó a ser ministro, gracias al general canario, golpista, conservador-moderado y Grande de España Leopoldo O'Donnell, a quien escribía sus discursos. Fue varias veces presidente del Gobierno español y el miembro más destacado de los conservatorios o  "liberales moderados".
Borbón acérrimo, puso a Alfonso XII en el trono durante la Segunda Guerra Foral. Pero, sobre todo, fue un gran corruptor, mandó falsificar todo tipo de documentos en todo tipo de votaciones y contiendas públicas, creando una gran España tiránica y servil, a la que envió a unos cuantos ricos como él y sus partidarios: los militares de alto rango.

Llorente era francés (como el famoso pintor Francisco de Goya), y juró lealtad en Bayona durante la Asamblea de Notables de España al francés José o José I Bonaparte. 

A su regreso, en lugar de ejecutarlo por traidor, lo hicieron inquisidor y fue panegirista e intelectual de la unidad de España, escribiendo libros antiforales para los que manipulaba documentos, ocultaba datos conocidos o creaba otros nuevos  ad hoc. , tal y como se refleja en el libro y tesis doctoral "Bizkaia en la Edad Media" de José María Gorordo . 

Manuel Godoy y Álvarez de Faria (Badajoz 1767- París 1851) 

El valedor de todas las falsedades de Llorente fue el ministro, amante de la reina y padre biológico de Fernando VII: 

"Godoy programó la abolición de las jurisdicciones vascas. Le preocupaba que se desarrollaran dos obras de gran envergadura encaminadas a debilitar los fundamentos históricos del sistema regional, una -el  Diccionario Geográfico-Histórico- que trataba de las cuatro provincias en las que tratado como un conjunto en la disposición de las voces, y el segundo -La  Noticia Histórica- , encomendado a Juan Antonio Llorente, y que se centraba en las Provincias Vascas (...).

El 1 de septiembre de 1796 una Real Orden dispuso la clausura de las Cortes de Navarra y la formación de una Junta de Ministros para examinar las Leyes de Navarra"  ( Gregorio Monreal Iza en Iura Vasconiae nº8 -2011- "Las Leyes Vascas en la Constitución de Bayona").

Estado_español_apertura_del_Parlamento_1834

Una nota del "Informe de la Junta de Abusos" del año 1815, órgano creado por Fernando VII de España para atacar a las Provincias Vascas, nos sirve para ver cómo se vivían y sentían en aquella época los movimientos de los Gobiernos Forales Vascos. en España los órganos de gobierno autonómico: 

"Puedes asegurar que todo lo que hay allí (las provincias forales de Nabarra Occidental y Alta Nabarra) se considera ilegal, si no está disponible o enviado por las autoridades naturales del país. 

El consejo permanente ejerce en ellos un poder colosal; no parece haber sido establecido con otro objeto que el de oponerse a las medidas gubernamentales y conservar a ese país aislado de toda relación con la autoridad soberana de Vuestra Majestad y con los dos generales del Reino (de España)".


Las monedas con la leyenda ESPAÑA en lugar de LAS ESPAÑAS fueron acuñadas por primera vez en 1869, durante el Gobierno Provisional y el levantamiento precisamente contra Isabel II de España En estas monedas aparece la dama con túnica y rama de olivo acuñada en época romana para Hispania, pero sin el conejo, símbolo de Hispania que significa “Tierra de conejos”.

La nota sigue de manera muy esclarecedora con mis aclaraciones entre paréntesis: "¿Qué hay en común con las demás provincias de España? Absolutamente nada. Las diferentes leyes; el gobierno, todo propio; las aportaciones, ninguna (esto era falso, eran levas, Cajas, Alcabalas, etc.); las aduanas, infructuosas (para el imperialismo, estamentos, universales (lo que suponían ser iguales ante la ley de discriminación social de Castilla); de esta suerte pueden una parte integrale de la Monarquía española, si no están sujetos a sus leyes, ni a sus cargas, ni a sus obligaciones?” 

En estas frases se ve la verdadera intención: recaudar un impuesto importante al País Vasco colonizado por el imperialismo español y sus nuevos caciques mediante la centralización absoluta de todo.

Luis Carlos de Legrand, “Cuádruple Alianza celebrada el 22 de abril de 1834”  Museo del Romanticismo Madrid.  Por encima la española Isabel II con su madre italiana Mª Cristina de Borbón y la portuguesa María de Braganza, por debajo el inglés Guillermo IV, el francés Luis Felipe de Orleans y el también portugués Pedro de Braganza.
EL LIBERALISMO VASCONABARRO

Mientras los liberales en España eran enemigos de los Fueros, en Nabarra los propios liberales redactaron un informe en 1820 y otro en 1833 que destacaban la eficiencia de la administración y la gestión rigurosa de los recursos públicos que asumían.

Miguel Antonio Zumalacárregui, líder de la banda liberal vasca y hermano del general carlista: "En su época de diputado también fue comisario del Ayuntamiento de San Sebastián, con el cometido de defender los intereses de la ciudad en Madrid. Es bien sabido que la ciudad sufrió el asedio de los carlistas y que fue punto de encuentro de todos los liberales de la provincia. La modificación de las Leyes Miguel Antonio defendió estas ideas con ahínco al año siguiente desde que continuó como diputado por Guipúzcoa en las Cortes (...)
Este hecho no fue obstáculo para que Miguel Antonio fuera reelegido diputado por Guipúzcoa en 1839. En octubre de ese mismo año fue nombrado vicepresidente de las Cortes, miembro de la Comisión Jurídica que sentó las bases de la célebre ley del 25 de octubre de 1839. Por tanto, se mostró partidario de la modificación de las Leyes, defendiendo los intereses de San Sebastián y contra la voluntad de la provincia.
Al finalizar la guerra Miguel Antonio fue elegido alcalde de San Sebastián desde el primer día de 1840” (“Estudios Históricos” Mikel Alberdi, Museo Zumalakarregi 2005)


La opción liberal era minoritaria entre el pueblo vasco, como lo demuestra el hecho de que incluso después de ganar la Primera Guerra Carlista en provincias como Bizkaia o Gipuzkoa, no consiguieron ningún escaño y sólo uno de siete en la Alta Nabarra, la mitad de los vascos. Votos carlistas en Alaba, y que tenía derecho a votar la población más acomodada y por tanto más cercana a quienes gobernaban el Imperio español. 


La mayoría de los liberales vascos no lucharon por la supresión de las Leyes, sino por una adaptación de las mismas a sus intereses económicos, sobre todo, la implantación de aduanas marítimas como en el caso de San Sebastián-Donostia y la burguesía de las ciudades de general.

Los Vasconabarros Peninsulares negociaron a través de sus Diputaciones la Constitución española de Bayona de 1808, defendieron ante Napoleón que los territorios territoriales no estaban incluidos en esa Constitución porque, como escribió Juan José Yandiola en una memoria enviada al propio Napoleón el 26 de julio de 1808: " tiene uno que ha hecho feliz a su gente natural durante varios siglos"
Así, en el artículo 144 de la Constitución de Bayona se señalaba a las Cortes como materias a recomponer "según los intereses de las provincias vascas y de la nación francesa", por supuesto. 





En 1861 el liberal Pedro Egaña utilizó por primera vez en las Cortes Españolas la expresión “nacionalidad vasca” con la consiguiente revolución

SERAFÍN OLAVE:  EL FUERISTA Y REPUBLICANO ESPAÑOL DE NABARRA

El liberal del partido republicano federalista de Pi y Maragall, el militar Serafín Olave, en 1883 (Sevilla 1831-La Rioja 1884, de padre alto nabarro), escribió un libro de título "Reseñas históricas y análisis comparativo de las Constituciones Forales de Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia" donde fue aún más allá.

Sobre el origen de las Guerra Carlistas y la ideología del primera carlismo, hablamos extensamente en el artículo "Foralistas e independentistas": https://lehoinabarra.blogspot.com/2019/01/carlistas-e-independentistas.html


Olave era Diputado por Alta Nabarra y pedía una confederación de repúblicas con la Nabarra plena. Al año siguiente tuvo que abandonar el partido, el modelo confederal era odiado por la mayoría de los políticos y militares españoles, incluido la mayoría de los pocos republicanos existentes. 

Lizarra-Estella, el gran bastión carlista

Olave: "Navarra está dispuesta a admitir una libre reincorporación de los territorios de La Rioja, Vascongadas y la Sexta Merindad de Ultrapuertos (hoy francesa), que antes fueron navarros; constando ya que, en algunos de ellos, existe la patriótica tendencia a tan fraternal y conveniente unión, cuando las circunstancias lo permitan". 



Sigue Serafín Olave: “Una Constitución nacional basada en el derecho de autonomía completa regional de Navarra, dentro de la comunidad nacional española [que] arranca legal y legítimamente del pacto establecido al incorporarse a Castilla, quedando Navarra estado de por sí; pacto que en nada ha perdido su validez legal por las violaciones del mismo, consumados en virtud de fuerza mayor". 


"Conste para siempre que, siendo los derechos especiales y positivos de Navarra al goce de su autonomía regional [Fueros] anteriores a los que puedan declararse por la República democrática Federal, Navarra debe aspirar al planteamiento del presente constitución regional".


"Se constituirá en Región, pero está dispuesta a admitir la libre reincorporación de los territorios de Rioja, Vascongadas, y Sexta Merindad de Ultrapuertos, que antes fueron navarros, contando ya que, en algunos de ellos, existe la patriótica tendencia a tan fraternal y conveniente unión, cuando las circunstancias lo permitan.

Con el fin de estrechar los lazo de simpatía existentes entre Navarra y los territorios que antes fueron navarros, o sea La Rioja, Vascongadas y Navarra francesa (...), se conceden los derechos de ciudadano navarro a los riojanos, vascongados y franceses de la Sexta Merindad de Ultrapuertos que lo soliciten”.

Eneko Del Castillo nabarlur.blogspot.com


Es decir, Olave quería que Alta Nabarra recupera el estatus anterior a la "Ley Paccionada" de 1841, cuando aún era reino a aparte con sus Fueros, y que se incorporasen a ella gran parte del resto de territorios históricos nabarros.


La  Diputación foral de Alta Nabarra fundó la Biblioteca Olave "para destinar cada año a la misma una obra escrita premiada en concurso literario. Estas obras debían versar sobre Historia del Derecho, arte, costumbres, personas, asuntos y cosas de Nabarra y no contener conceptos o palabras contrarios a la Religión, la Moral o la Patria" (Enciclopedia Navarra).

Legionarios franceses atacando trincheras de voluntarios carlistas en 1836 en apoyo del Ejército español o liberal


Pero, hubo liberales nabarros que fueron aún más allá. Es bastante desconocido el suceso que tuvo lugar en agosto del año 1835, cuando estalló una sedición en el bando liberal de la fortificación de Zizur Menor (población a las afueras de Pamplona), encabezada por el coronel pamplonés León de Iriarte Erburu y por el comandante ronkalés Pablo Barricart que proclamaron la independencia de Nabarra, tal y como veremos en el siguiente artículo.