LOS SELES Y LOS CRÓMLECH EN EUSKAL HERRIA

LOS SELES Y LOS CRÓMLECH EN EUSKAL HERRIA


Aitzol Altuna Enzunza

"Los seles de Urdaibai" Daniel Rementeria Arruza


Se calcula que en toda Euskal Herria había unos 40.000 seles para la Baja Edad Media, se trataba de lugares para pacer el ganado vacuno, siendo distintos los de verano y los de invierno, lo que suponía desplazamientos cortos y mucho menores que la trashumancia del ganado ovino. 

Aunque su existencia se remonta a la prehistoria como vamos a ver, fue en Alta Edad Media cuando se empezaron a crear de forma masiva las conocidas como: “korta-gorta” (Bizkaia), “(x)sala-xarodi” (Gipuzkoa), busto-bustizal-bustaliza, "olha, cayolar, Bullta" (Iparralde) o “sarobe, saroi” (Alta Nabarra), que es “sel-redil” en Castilla o la "braña-branea" en Asturias. 

"La vivienda rural en Euskadi, presente y futuro" Ibon Tellería Julián y Daniel Luengas-Carreño

Munegoiko del barrio Urigoiti de Orozko, Bizkaia de principios del siglo XVI
 
Se trataba de un prado con una piedra en medio como señal de que pertenecía temporalmente a una familia y a su ganado (sobre todo el vacuno), el cual apacentaba en él; no era un símbolo de propiedad sino un simple derecho de pasto: 

“Terrenos pacederos en círculo perfecto que tienen en su centro un mojón llamado piedra cenizal” y que también comprendía albergue y una arboleda (“Historia de Euskal Herria Tomo II”). La explotación incluía árboles como los castaños, robles o encinas, los cuales también eran aprovechados por la familia.

"Los seles de Urdaibai" Daniel Rementeria Arruza

Daniel Rementeria Arruza en su trabajo "Los seles de Urdaibai" explica: "Luis Mari Zaldua (2010) recoge una práctica ritual en el sel-sarobe de Akola en Hernani, según la cual y siguiendo la costumbre ancestral, una vez al año el pastor Joxe Susperregi coloca una pequeña cruz, hecha con dos palos de madera entrecruzados, apoyada junto al mojón central de la korta o sarobe con el objetivo de proteger todo ese período. 

El mismo autor señala que muchos mojones centrales disponen de un pequeño agujero en el centro de su cara superior, cuyo significado desconocemos, pero podría haber sido realizado, entre otras funciones, para poder introducir una pequeña cruz de madera de espino o de otra especie".

"Los seles de Urdaibai" Daniel Rementeria Arruza

EL ORIGEN DE LOS SELES

En 1990 se excavó en un sel de Urnieta (Gipuzkoa) y bajo él se hallaron trozos de carbón del siglo II. Es decir, este tipo de explotación temporal del comunal se remonta a tiempos prehistóricos.

"Los seles de Urdaibai" Daniel Rementeria Arruza


"A pesar de haber sido estériles en restos materiales, las primeras intervenciones arqueológicas realizadas en algunos seles, permiten considerar la posibilidad de que su existencia pueda datar de los primeros siglos de nuestra era y por lo tanto no sean un fenómeno de origen estrictamente medieval". 

Alvaro Aragón Ruano Iura Vasconiae 18 (2018) "Circulación y ganado vías pecuniarias"


Por tanto, los seles no surgen en la Alta Edad Media, sino que desde la prehistoria se han ido utilizando los mismos lugares con las mismas funciones y de manera muy similar: "Por lo tanto, opinamos que algunos seles corresponden a emplazamientos pastoriles de la Prehistoria" (Luis María Zaldua Etxabe trabajos "Seles en Vasconia" -2000- y "Los seles: nodos de la red pastoril" -2010-).

LOS PRIMEROS SELES DOCUMENTADOS

Los primeros dos seles documentos son del Cartulario del Monasterio de San Juan de la Peña en Huesca. El primero del año 828 en el que Gartzea Semenoitz, rey nabarro, y el Conde Galindo de Aragón, donaron al Monasterio de San Juan de la Peña el monasterio y el pueblo de San Martin de Ciellas, y en el que se hace referencia a una estructura similar al sel con el término de pardina.

"Atlas Histórico de Navarra" (2016) Eneko del Castillo

En el segundo documento del año 850, Gartzea Enekoitz, rey nabarro (Eneko Garçea), el obispo Gilesindo de Iruñea-Pamplona, y el Abad Fortun Prior de Leire, fundaron y consagraron el monasterio de Fuenfría con su iglesia de Santa Maria. En este documento se utiliza el término "cubile" (Luis Mari Zaldua "Saroiak eta Kortak" 2006)

"Los seles de Urdaibai" Daniel Rementeria Arruza


Desde ese siglo XIII, la propiedad de los seles está en manos en muchas ocasiones de los monasterios o parroquias laicas, infanzones, Parientes Mayores y del señor de Bizkaia, aunque los explotaba el pueblo; no se cerrarán los mismos hasta el siglo XV.


"Los seles de Urdaibai" Daniel Rementeria Arruza


SELES DE VERANO Y DE INVIERNO

El escribano e historiador bizkaíno J. R. Iturriza y Garate en su "Historia General de Vizcaya" de finales del siglo XVIII decía: "Algunas son de término redondo, como las fundadas en seles, con su correspondiente mojonera; tendrán aproximadamente una media legua de terreno de circunferencia, habiendo muchas que solo tienen un cuarto de legua, y en ellas cogen de cincuenta a sesenta fanegas de trigo, cien de maíz y bastante cantidad de castaña y manzana (...)".


"Sel es un terreno pacedero en círculo perfecto que tiene en su centro un mojón llamado piedra cenizal, de los que hay en Vizcaya infinitos; unos son llamados veraniegos y otros invernizos; aquellos son nominados vulgarmente corta chiquijac o corta erdijac, lo mismo que cortizos menores o medios seles; y los invernizos corta nagusiac corta osoac, seles mayores o enteros (…).

El sel invernizo tienen un semidiametro, esto es, desde la Piedra Cenizal hasta cualquier parte de la circunferencia, 126 estadios, o brazas de siete pies de a tercia de vara castellana, y el veraniego 63, de estos escribe don Pedro Bernardo de Villarreal y Berriz, Caballero del Hábito de Santiago, haber de 84 estados".
Mojón para un sel, cubilar, ergues o majada, en euskera: "korta, kortabaso, xala, sala, sarobe (saro belarbeteak), bustos-bustizal, uesa, usa, cayolar (Barandiaran)" en textos antiguos "pardina, cubile", "gel, cel, ergues, sebe", todos para el pastoreo de vacas. Los había de verano (más pequeños, "korta-erdia" de 84 estados en el monte a media ladera, cada estado en Bizkaia eran 49 pies cuadrados y cada pie 0,0776 metros cuadrados lo que nos da 320 metros cuadrados) y de invierno ("korta-osoa" en el valle, de 126 estados o 480 metros cuadrados), están documentados desde el siglo IX. La deforestación y acotación del terreno, se hacía desde un centro a modo de una compás desde el "austarri" edo "errauts-harria" (austerritza, artamugarri, kortarri), después se limpiaba el comunal para la explotación privada. A veces, el centro lo marcaba un árbol o "Austarriaretxa". 
El Fuero de Bizkaia penaba con el destierro de 2 años y "a pagar con el cuatro tanto, y por haber quitado dicho mojón en seiscientos maravedíes" por daños sufrido al que cortase este árbol (AFB-JR0719/008 del año 1700).
"Los seles de Urdaibai" Daniel Rementeria Arruza

"Las dimensiones de los seles varían de una región a la otra. En Vizcaya existían dos clases de seles: el de invierno o korta-nagusi "sel grande" (principal), que era un coto circular, cuyo diámetro medía 494 metros, y el veraniego o korta-txiki "sel pequeño", cuyo diámetro era de 244 metros. 

Zuaznabar Haundi de Altzo (Gipuzkoa), s. XVI
https://eu.wikipedia.org/wiki/Zuaznabar_Haundi_baserria

LOS SELES Y LOS CRÓMLECH

Los seles recuerdan o reproducen la forma de los viejos crómlech pirenaicos con su austarri «piedra cenizal» que ocupa el centro, como la urna de cenizas en aquellos monumentos, las semejanzas son evidentes. 

El crómlech de tipo pirenaico se dan desde Andorra hasta Bizkaia (llamados comúnmente en euskera mairubaratz jentilbaratz), es un tipo de crómlech o mejor dicho de estructura microlítica de círculos de piedra en territorios veraniegos relacionados probablemente con el ganado no estabulando o criado al aire libre. 


Existen más de 1.000 crómlech de estilo pirenaico y la mayoría tienen de 3 a 6 metros de diámetro, siendo el más pequeño de 1,2 metros y el más grande de 21 metros, aunque es raro que lleguen a los 15 metros. Se componen de piedras inhiestas de entre 30-50 centímetros (pero con excepciones), que no pretenden cerrar del todo el círculo. 

Sociedad de Ciencias AranzadiEl círculo de piedras o crómlech pirenaico de Elurzulo (Urnieta, Gipuzkoa) se sitúa en la ladera norte del monte Adarra. En la estación megalítica de Onddi-Mandoegi se localizan numerosos monumentos megalíticos, algunos de los cuales se conservan en buen estado y se ubican en espectaculares entornos.


"El área de las zonas del país donde hay seles veraniegos corresponde a los pastos de altura, como también la de los dólmenes y, en gran parte, la de los crómlech de la edad de hierro" (Jose Miguel Barandiaran 1972:214 "Diccionario ilustrado de mitología vasca y algunas de sus fuentes).

Errenga (Alta Nabarra)

El antropólogo y folclorista Juan Antonio Urbeltz (Iruñea 1940) en su artículo “Mairubaratz. Moros y cromlechs pirenaicos” (Revista Kobie nº6 año 2004), explicaba: 

"Eran por tanto: espacios en los que se protegía el ganado mayor sin tabular, como vacas y caballos de genios y seres malvados (…) La presencia masiva de ceniza de carbón de leña (con una ausencia casi total de restos humanos), sería consecuencia del acto de consagración de cada crómlech, como espacio protector del ganado familiar dentro de los pastos comunales. 

La ceniza del hogar (como en otros casos la teja -o la cruz mencionada de los seles-) sería aquí un símbolo de esa propiedad familiar (según Barandiaran, ha habido costumbre de enterrar en los mojones trozos de teja y restos de carbón como símbolo de propiedad) (…).

Lo que sí coincide con los lugares de estos crómlech sin embargo, son los lugares de pastoreo dentro de la trashumancia veraniega, pero no de ovejas”.

El origen de los crómlech pirenaicos y su posible relación con el pastoreo del ganado mayor lo relatamos en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2016/05/el-enigma-de-los-mairubaratz-una.html

"Los seles de Urdaibai" Daniel Rementeria Arruza