LAS TENENCIAS NABARRAS DE LLODIO Y AYALA
Aitzol Altuna Enzunza
La historia de los valles colindantes de Llodio-Laudio y Ayala-Aiara va unida, y es casi imposible contar la historia de uno sin nombrar al otro.
En las crónicas neogóticas de Alfonso III de Asturias del año 886, es cuando aparecen por primera vez a Bizkaia ("Biscai" se escribe) y a Alaba, pero en referencia a Alfonso II el Casto (760-854), por tanto, al período que sigue a la muerte del duque baskón Waifre a manos francas (768). En esa crónica se dice que Bizkaia junto a Alaba, Orduña y Alaone (¿Ayala?), eran "tierras poseídas por sus moradores", junto a las tierras de lo que ya era el núcleo de los “nauarri”, nombrados así por primera vez en las crónicas francas en el año 769: Berrueza, Deio y Pamplona. Es también la primera referencia a Orduña y quizás a Ayala, pero ésta es más dudosa.
En ese mismo siglo en otro par de documentos, tenemos el nombre de varios pueblos del valle de Ayala. En su “Catalogo Monumental de la Diócesis de Vitoria” la historiadora e investigadora Michaela Portilla (1988), nos decía que: “sabemos también que en el año 864 existían varias iglesias en Ayala y en el Valle de Mena, entre ellas la de San Vicente de Añes, donadas por el Conde Diego Porcelos al monasterio de San Félix de Oca del que más tarde pasarían al de San Millán; entonces estaban ya pobladas Lejarzo, Ervi, Sojo, Obaldía –la actual Madaria-, y Salmantón”.
En ese mismo año 864, sabemos de la existencia de Retes de Tudela, hoy una barrio de Artziniega,: “cuando una familia encabezada por una mujer, por Elduara, y sus hijos, (…) donaba a la iglesia de Santa María de Tudela “todos los bienes muebles e inmuebles que poseían, es decir, edificios, manzanos – pommares–, viñas –vineas– y tierras de sembrar –terras sationaviles–, “todas cuantas en este mismo valle obtuvo nuestro padre”, el marido de Elduara ya fallecido, quien habría llegado a esta elevada zona del sur de Artziniega para asentar su hogar”.
En las crónicas neogóticas de Alfonso III de Asturias del año 886, es cuando aparecen por primera vez a Bizkaia ("Biscai" se escribe) y a Alaba, pero en referencia a Alfonso II el Casto (760-854), por tanto, al período que sigue a la muerte del duque baskón Waifre a manos francas (768). En esa crónica se dice que Bizkaia junto a Alaba, Orduña y Alaone (¿Ayala?), eran "tierras poseídas por sus moradores", junto a las tierras de lo que ya era el núcleo de los “nauarri”, nombrados así por primera vez en las crónicas francas en el año 769: Berrueza, Deio y Pamplona. Es también la primera referencia a Orduña y quizás a Ayala, pero ésta es más dudosa.
Santa María Magdalena en Retes de Tudela "Estudios de arqueología alavesa" J.L. Solaun Bustiza |
La primera mención a una población del valle de Llodio, es del monasterio de San Víctor y Santiago de Gardea en el cartulario de San Millán de la Cogolla el día 5 de mayo del año 964, en el que se alude a la donación del mismo, con todas sus posesiones, al monasterio de San Esteban de Salcedo. En este caso los protagonistas son don “Scemedoño” y su hermana Marina, quienes por propia voluntad dicen: "concedemos y confirmamos al monasterio de San Esteban y Santa María de Salcedo, en la persona de su abad Nuño, nuestro monasterio de San Víctor y Santiago, situado en el lugar que decimos Gardea, con sus tierras, viñas, molinos, manzanares y demás pertenencias, tanto bienes muebles como inmuebles”. Pero el documento no es auténtico y las firmas son manifiestamente anacrónicas, por lo que habría que situarlo dentro de los documentos que los grandes monasterios llegaron a falsificar para justificar diezmos y demás contribuciones.
En un documento del año 1040, sobre la escritura de donación de arras del rey de Nabarra Garçés el de Nájera (el hijo de Sancho III el Mayor) a su mujer dona Estefania, nos dice que: “Senior Lope Bellacoz, et senior Galindo Bellacoz, cum Colindris et cum Huart, et Mena, vel Tutela (Retes de Tudela en Artziniega), et Lanteno (Ayala) cum omni pertinentia eorum. Garsia Ciclave cum Samanos et cum sua pertinentia”.
Tenencia de Llanteno y al Oeste la de Retes de Tudela (Artziniega)
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Por tanto, se nombran las diferentes tenencias de una misma comarca. Las tres de las Enkartaciones: la de Sámano de Garsia Ciclave, y las de Uhart o Ugarte y Colindres en manos de los hermanos "Bellacoz" (cuyo apellido se ha intentado derivar de manera forzada al apellido también euskaro "Velasco"). Además, estos hermanos tienen la tenencia de Mena y otras dos del valle de Ayala: la de Retes de Tudela (Artziniega) y la de Lanteno. Por tanto, a principios del siglo XI no existe la tenencia de Ayala como tal y tampoco la de Llodio.
¿HASTA DONDE LLEGABA BIZKAIA EN EL SIGLO XI?
El primer historiador de Bizkaia, Lope García de Salazar, entre leyendas y verdades, en su libro "Crónica de Vizcaya" (1454) nos habla de la frontera histórica de Bizkaia. El relato se repite, pero con nuevas variantes en su segunda obra llamada "Libro de las Bienandanzas e Fortunas" (1476). Se trata de la leyenda de Jaun Zuria, la cual se remonta documentalmente a Pedro Alfonso, hijo natural del rey de Portugal y conde Barcelós (1287-1354) en el “Livro das Linhagens”, aunque con el nombre de From, hermano del rey de Inglaterra (los datos completos en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/sobre-la-leyenda-del-primer-senor-de.html)
La leyenda sobre Jaun Zuria habla de una batalla entre astur-leoneses y bizkaínos que habría tenido lugar en Padura sobre el año 870, en el pueblo de Arrigorriaga, “pedernal de piedras rojas”, se habría llamado así tras esta batalla por la sangre derramada, aunque la traducción es también parte de la leyenda; tampoco parece acertada la posibilidad que se deba el nombre a las minas de hierro de Ollargan que convertirían las piedras de la zona en rojas o “bermejas” como dice el conde Barcelós, pues son bastante lejanas al centro del municipio.
Lo más probable es que el topónimo “Arrigorriaga” sea “pedernal de piedras peladas”, ya que “gorri” en euskera se puede traducir también como “pelado” (como el monte Aitzgorri entre Gipuzkoa y Alaba), ya que la Iglesia Parroquial de Arrigorriaga, Santa María Magdalena, está sobre un montículo de piedras cercano al río y pelado de vegetación.
La torre de Luiando |
La batalla la ganaron los bizkaínos, que persiguieron a los astur-leoneses hasta un árbol en Luiando, llamado Malato (una encina), a 2 leguas de Arrigorriaga, entre Llodio y el valle de Ayala, donde clavaron sus armas. Desde entonces, los bizkaínos defenderán ellos su territorio hasta este árbol y a partir de allí como mercenarios a sueldo.
Lope García Salazar (s. XV): "Los vizcaínos, alegres, aclamaron a Jaun Zuría por señor y Conde de Vizcaya, y repartieron a medias con él los montes y monasterios y le prometieron ir con él siempre que lo necesitase. Hasta el árbol Malato irían a costa de ellos, sin sueldo, pero que les había de dar sueldo si fuesen de allí adelante. Asimismo, los leoneses que pudieron escapar subieron por la peña Garobel que está sobre Ayala, y al llegar sobre la sierra gritaron “salvos somos” y por eso se llama Salvada”.
Lope García Salazar (s. XV): "Los vizcaínos, alegres, aclamaron a Jaun Zuría por señor y Conde de Vizcaya, y repartieron a medias con él los montes y monasterios y le prometieron ir con él siempre que lo necesitase. Hasta el árbol Malato irían a costa de ellos, sin sueldo, pero que les había de dar sueldo si fuesen de allí adelante. Asimismo, los leoneses que pudieron escapar subieron por la peña Garobel que está sobre Ayala, y al llegar sobre la sierra gritaron “salvos somos” y por eso se llama Salvada”.
La tumba del príncipe asturiano Ordoño, sería según la tradición, la que está en el pórtico de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Arrigorriaga, profanada hace dos siglos por las tropas napoleónicas en busca de tesoros, pero donde sólo aparecieron unos huesos y una espada hoy desaparecida; según el historiador Andrés de Mañaricua, sería la espada de un soldado que estaba haciendo el Camino de Santiago sobre el siglo XIV, debido a la indumentaria que se describe del caballero con la Cruz de Santiago en el pecho.
El árbol Malato, como mojón por el suroeste de Bizkaia con Alaba, aparece incluso recogido en la Ley V del Título I del Fuero Nuevo de Bizkaia de 1526, que concuerda con la Ley VI del Fuero Viejo de los Hijosdalgo de Vizcaya de 1452, que dice así: "Otrosí dijeron Que habían por Fuero y Ley que los caballeros Escuderos, hombres Hijosdalgo que dicho Condado y Señorío, así de la tierra llana como las villas y ciudad de él; y sus adherentes siempre usaron y acostumbraron ir cada y cuando el Señor de Vizcaya los llamase, sin sueldo alguno, pero esto hasta el Árbol Malato, que es en Lujaondo (Luiando).
Pero si el Señor con su Señoría, les mandase ir allende del dicho lugar, su Señoría les debe mandar pagar el sueldo de dos meses, si hubiesen de ir aquende los puertos; y para allende los puertos de tres meses, y así dando el dicho sueldo ende que los dichos Caballeros, Escuderos, Hijosdalgo usaron y acostumbraron ir con su Señoría a su servicio doquier que les mandasen; pero no se les dando dicho sueldo, en dicho lugar, nunca usaron ni acostumbraron pasar del dicho Árbol Malato; y que la dicha exención y libertad, así se les fuese siempre guardado por los Señores de Vizcaya".
El padre Manuel Larramendi (1690-1766) y después el escritor bizkaíno Antonio Trueba (1816-1889), decían que la palabra Malato es en verdad Malastu (lozanía), pero el mismo Trueba señala que es más probable que signifique “malatus” enfermo (o incluso "leproso"), justo lo contrario, pues en algunos textos se habla de que está seco o que sólo le quedan las raíces, así en las Crónicas de Lope García Salazar del siglo XV se le llama "árbol gafo", es decir, encorvado. El árbol malato se replantó en 1729 y se puso una lápida en el lugar.
En unos versos épimedievales anónimos recogidos por Juan Gorostiaga en la obra "Épica y lírica vizcaína antigua" publicada en 1952, se dice:
Pero si el Señor con su Señoría, les mandase ir allende del dicho lugar, su Señoría les debe mandar pagar el sueldo de dos meses, si hubiesen de ir aquende los puertos; y para allende los puertos de tres meses, y así dando el dicho sueldo ende que los dichos Caballeros, Escuderos, Hijosdalgo usaron y acostumbraron ir con su Señoría a su servicio doquier que les mandasen; pero no se les dando dicho sueldo, en dicho lugar, nunca usaron ni acostumbraron pasar del dicho Árbol Malato; y que la dicha exención y libertad, así se les fuese siempre guardado por los Señores de Vizcaya".
El padre Manuel Larramendi (1690-1766) y después el escritor bizkaíno Antonio Trueba (1816-1889), decían que la palabra Malato es en verdad Malastu (lozanía), pero el mismo Trueba señala que es más probable que signifique “malatus” enfermo (o incluso "leproso"), justo lo contrario, pues en algunos textos se habla de que está seco o que sólo le quedan las raíces, así en las Crónicas de Lope García Salazar del siglo XV se le llama "árbol gafo", es decir, encorvado. El árbol malato se replantó en 1729 y se puso una lápida en el lugar.
En unos versos épimedievales anónimos recogidos por Juan Gorostiaga en la obra "Épica y lírica vizcaína antigua" publicada en 1952, se dice:
"Odoldurik heldu guiñan
mallatu arbola onetara
eta urren datozenak bere
alan ikusiko gaitubela"
(Cubiertos de sangre llegamos
a este árbol Malato
y los próximos que lleguen
nos verán del mismo modo)
El último gran historiador vizcaíno, Andrés de E. Mañaricúa, considera la leyenda de Jaun Zuria cuentos familiares de la Casa de Haro que es lo más probable. Esta la leyenda nos habla sin embargo de dos cosas ciertas: de batallas entre bizkaínos e invasores astur-leoneses y de que Bizkaia termina históricamente tras el valle de Llodio en el árbol Malato de Luiando, incluso así se consideraba en el siglo XVI cuando se escribe el Fuero Nuevo de Bizkaia. Hay quien asegura que el árbol de escudo de Bizkaia es éste y no el de Gernika.
Estela altomedieval de Luiando
Tiene aproximadamente unos 60 cm de diámetro, lo que la convierte en un ejemplar
de tamaño considerablemente grande. Está decorada por ambas caras. En una de ellas, se aprecian una sene de cinco círculos concéntricos. En el más Interno -de unos 15 cm de diámetro- se halla incisa una
cruz griega. En la parte posterior, se reproduce una decoración caótica que parece reflejar motivos
vegetales (Revista AVNIA nº 1).
Casa torre de Murga seguido de Luiando, controlaría la muga en el señorío de Ayala, surge de un hijo bastardo del señor de Ayala
NACIMIENTO DE LAS TENENCIAS NABARRAS DE LLODIO, AYALA, OROZKO Y ORDUÑA
Las tenencias de Ayala y Llodio, nacieron del hermano del señor de Bizkaia Eneko López “Ezkerra”, llamado Sancho López, y de sus hijos Lope Sánchez y Diego Sánchez, que tendrían las tenencias de Ayala, Mena, Orduña y Llodio, y de ellas nació también la de Orozko, del hermano más joven o Garçea.
E. Labayru cuenta como: “Sancho López, el hermano del verdadero Iñigo López, que cito, aparece poseyendo muchas propiedades en Alaba y en los señoríos de Ayala, Mena, Llodio y Orduña. Así es que ya en 1075 D. Lope Sánchez dona a San Millán de la Cogolla la parroquia de Nanclares y los manzanares de todas las posesiones que tenía en el valle de Orduña: “Ego igitur senior Lope Sangiz…domino meo Sancto Emiliano et tibi abbate Blasio…concedo el confirmo Jacobi monasterio de Langreiz (hoy Berberana) cum pertinentia totum ad integritatem…Et in valle de Urdunia in totas villas suos manzanares”. En el mismo documento se donan además bienes de varias poblaciones burgalesas. Pero no dice que sea señor de Ayala o de Lodio, lo cual también es significativo.
Ruinas de Santiago de Langreriz en Berberana
Es uno de los hijos, Lope Sánchez, el que firma por primera vez como tenente nabarro de Ayala y Mena en 1095 y su hermano Diego, ese mismo año, firma en una escritura de Santa María de Nájera con “Ayala” como apellido y, desde entonces, así fueron conocidos los condes de Ayala: “Sennior Lope Sanxoz obteniente (sic.) Mena et Ayala” y Diego o “Didaco Sanxoz obtinente Castella usque Tetega”, por tanto, en la Castilla Vieja, dentro del reino de Nabarra. Un tercer hermano, Garçea o García Sánchez, gobernará el valle de Orozko. Por tanto, parece que la tenencia de Ayala, nace a finales del siglo XI.
Las Juntas del valle de Ayala serán “presididas por el señor de Ayala o por sus delegados, se reunían los infanzones, escuderos e hidalgos ayaleses para abordar las cuestiones inherentes a la administración de un territorio dividido en cinco circunscripciones menores o cuadrillas: Sopeña, Lezama, Amurrio, Llanteno y Oquendo”, a la que se uniría la tenencia nabarra de Artziniega-Retes de Tudela (sobre las Juntas de estos valles, haremos otro artículo).
Camino Real por Sopeña
En un documento de San Millán de la Cogolla de 1085 que alguno fecharon en 1095, se habla claramente por segunda vez de un señor de Ayala en la consagración de la iglesia San Pedro de Lamuza de Llodio o Laudio por el obispo Pedro Aznar. Un señor de Ayala que representaba a las aldeas que pagaban al obispado de Nájera, sustituida por la de Calahorra-La Calzada, una cantidad de bienes para poder mantener la propiedad de la iglesia: “Et si episcopus voluerit concilium tenere cum abbate de Ayala veniat a Harriestaria et ibi veniant ad concilium suum”.
El texto de 1085 dice que: “Ita ut de illo flumine qui venir de Angulo ad iuiaçabal”, es la primera vez que aparece este hidrónimo pero en referencia al río Llaneteno-Ibaltzibar, al que le dedicamos un artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2023/02/el-nombre-del-rio-nervion-es-un-fake.html.
Tal y como explica Andrés E. Mañaricúa, se trataba de consagrar San Pedro de Lamuza y hacer una concordia con los señores y demás moradores de estas tierras sobre presentación de clérigos, diezmos y otros tributos que debían pagar los pueblos de Kexana (Lujana), Perea, Arispaldiza (Respaldiza), Murga, Olahuezanahar (Alabeza), Orube, Derendano, Marrieka y Obaldia, todos ellos ayaleses. Por tanto, no implicaba la pertenencia de Llodio al señorío de Ayala, demuestra más bien lo contrario. También es significativo que no esté firmado por el señor de Llodio, lo que da a entender que todavía no existía el señorío.
Años más tarde, en un documento de 1143 conocido como los “falsos votos del conde castellano Fernán González del año 939”, sobre el mismo monasterio, aparece otra mención al señor de Ayala.
Es más, el nombre romano de "Nerua" (que seguramente no era al Ibaizabal), solo se usaba en los libros de historia o en ambientes intelectuales desde Florian Ocampo, cronista del Empreador Carlos V, y no fue de uso habitual por la población bizkaína y ayalesa hasta el siglo XIX-XX, hasta entonces, todo el río era Ibaizabal con dos ramales, el que venía del duranguesado y el que venía del valle de Ayala, a modo de una "Y".
Fernán Pérez de Ayala nombra en 1371 el río como "Ibaizabal" (Ybayçabal), en su libro sobre su genealogía familiar |
Moneda del emperador Nerva (96-98 d.C.), similar a la hallada en Plentzia, familia Antonina de alta aristocracia romana con Tiberio o Cesar Augusto donde ocuparon altos cargos en el Senado o como cónsules llegando Marco Coceyo Nerva a emperador (tenía el mismo nombre que su padre y que su abuelo)
"IMP.NERVA.CAESAVG."
Estela romana de Llodio con el nombre AVNIA, hallada en el barrio de Isasi (otra inscripción con el mismo nombre ha aparecido en Iruña de Oka-Veleia). Su hallazgo fue casual y se produjo en un movimiento de tierras posterior a la tala de un pinar en el año 1987. Se encontraba junto a un gran número de losas. Siglos II-III, Se trata de Aunia o Avnia, una madre afligida por la muerte de su hija. Nombre también se documenta en los alaveses llarduia e Iruña de Oka-Veleia. D M / SE AVNIA / LIC LICOlOM / FILIAE SV / M V POS AVNNIA aldizkaria 1.zkia (2002) |
Estela del siglo I-II de la ermita incrustada en la Magdalena de Llodio -más conocida como Santa Águeda- situada un el monte Larraño de Laudio de procedencia desconocida. El tejado de dicha ermita se derrumbase en julio de 1992 sin que nada se hiciese para recuperarlo. Posteriormente, en mayo de 2001 se procedió al derribo de sus muros y en dicha operación fue extraviada la parte inferior de dicha estela vertiéndose como material de relleno junto al resto de escombros en una zona anexa. D M /CAL . M O N / SVL . REGALI / MARI / TO . AN / LX . S |
LA APARICIÓN DEL SEÑORÍO DE LLODIO Y EL ENCUMBRAMIENTO DE LOS AYALA
Tras la traición de los López de Haro (1076), el señorío de Bizkaia no seguía en manos de los descendientes de Iñigo López "Ezkerra", sino de los Gebara (familia alabesa de los Vela o Bela), ni era parte del reino de Castilla, sino que en poco tiempo volvió al reino de Nabarra (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2018/12/la-felonia-de-los-lopez-de-haro-y-como.html).
Tras la traición de los López de Haro (1076), el señorío de Bizkaia no seguía en manos de los descendientes de Iñigo López "Ezkerra", sino de los Gebara (familia alabesa de los Vela o Bela), ni era parte del reino de Castilla, sino que en poco tiempo volvió al reino de Nabarra (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2018/12/la-felonia-de-los-lopez-de-haro-y-como.html).
Este hecho quedó reflejado en una escritura de Nájera, cuando Doña Urraca de León-Castilla y Alfonso I “El Batallador” estaban en 1110 preparándose para la conquista de la Zaragoza musulmana, aparece en un documento “Didacus Lupus dominante in Naxera et Granione”, Diego López I, el nieto de Iñigo López “Ezkerra", pero no como señor o conde de Bizkaia. En la toma de Zaragoza, junto a Alfonso I, estaban también García Galíndez de Ayala, Ladrón de Gipuzkoa o su cuñado Gastón de Bearne y Lapurdi.
En 1085 confirmó documentos junto a "los más poderosos Ricoshombres de Navarra" y en 1087 sin embargo aparece documentado en Burgos junto a tu tío Lope Íñiguez, Alfonso VI de León y Castilla y el Cid y otros magnates castellanos. Se casó con su prima Sancha Díaz de Frías, hija de Diego López señor de Bizkaia en 1098.
Cuando el rey de Nabarra, Alfonso I el Batallador, tomó Zaragoza el 18 de diciembre de 1118 a los musulmanes, avanzó la frontera del reino de Nabarra hasta Garray (la antigua Numancia), mandó la repoblación de Soria a Eneko o Iñigo López señor de Llodio e hijo de Lope Sánchez, el cual también ayudó a el Batallador en la toma de Tudela, Cervera y Galipienzo, designándole la gobernación de Soria y de Burgos: “Senior Enegus Lupi in Soria et in Burgos”. Este señor sería Eneko López de Llodio según E. Labayru, uno de los sobrinos de Eneko López "Ezkerra".
Es en otro documento de 1124, aparece el mismo tenente de Llodio, llamado “Ego igitur sennior Enneco Lopez de Llodio”, en una escritura de confirmación de la parroquial de Nanclares a San Millán de la Cogolla, otorgada por éste y calcada sobre la que su padre había otorgado en 1075 que hemos visto con Langreiz o los manzanares de Orduña".
El mismo Eneko, firmó en 1127 en calidad de testigo en una donación de Santa Cruz de Fresnada a San Millá de la Cogolla, diciendo que era “dominante Llodio y Castela Vetula (o Vieja)”. Sería el primer señor de Llodio documentado ya en el siglo XII.
Por tanto, dentro del reino de Nabarra, el valle de Llodio el de Ayala y el de Llodio, eran dos tenencias diferentes.
Por tanto, dentro del reino de Nabarra, el valle de Llodio el de Ayala y el de Llodio, eran dos tenencias diferentes.
Torre de Mendoza, a finales del siglo XII se enemistaron con los Gebara, tenentes de la Nabarra Occidental, en la mítica Batalla de Arrato.
Se puede leer la historia en:
Es en 1135 cuando aparece el primer Mendoza como señor de Llodio, era uno de los hijos del mencionado Eneko o Iñigo López de Llodio. Se trata de la confirmación de la donación de la villa de Alesón al monasterio de Santa María de Nájera, tras haber traicionado a Nabarra y bajo el emperador castellano Alfonso VII: “Lope Lopez de Mendoza testis”. Estas títulos en Castilla y su parentesco con los López de Haro, familia de la cual proceden los Ayala, nos hace sospechar de su traición a Nabarra.
Aunque, "En sus primeros años de actividad pública, Íñigo evidenció una lógica vinculación con la Monarquía navarra, gobernante en sus territorios familiares, y con los Haro, linaje titular del señorío de Vizcaya y emparentado con los Mendoza. Entre 1194 y 1197 poseyó Zaitegui en nombre del rey Sancho VII de Navarra", por tanto siguió fiel al reino baskón hasta la invasión de 1199-1200 https://dbe.rah.es/biografias/44018/inigo-lopez-de-mendoza
Casa torre de los Gebara
El castillo de Gebara estaba en la cumbre, del que no quedan más que unos lienzos de muros tras su voladura en el año 1839 por el coronel cristino Zurbano tras la Primera Guerra Carlista, donde fue un bastión muy importante de los foralistas
El último señor legítimo de Bizkaia fue Juan Belez de Gebara, los demás, lo fueron por conquista y usurpando el señorío a Nabarra quien lo había creado. Señala la Enciclopedia Auñamendi, como los señores de Bizkaia "D. Pero Vélez, hijo de D. Vela Ladrón (familia Gebara), Sr. de Vizcaya y Guipúzcoa, fue Sr. del castillo de Malvecin, en la frontera castellana (en Arrigorriaga, dando a entender que ya había caído Ayala y Llodio), a cuyo asedio y toma asistió (1174). La tradición le quiere casado en dos ocasiones: primero con D.ª María Álvarez, y en segundas nupcias con D.ª M.ª Sánchez de Salcedo, Sra. de Ulibarri-Gamboa, e hija de Sancho García de Salcedo, Sr. de Ayala.
Por lo que este matrimonio significaría de enraizamiento profundo de los Ladrón en tierra alavesa, podríamos suponer con fundadas razones de verosimilitud que en épocas de D. Pedro Vélez o de sus más inmediatos antecesores o sucesores, se asientan los Ladrón en tierras de Guevara y obtienen el señorío de Oñate. Tuvo D. Pedro Vélez dos hijos (uno con cada mujer), reseñados en todas las crónicas. De la primera tuvo a D. Ladrón, a quien nos atreveremos a denominar Sr. de Guevara y Oñate, y de la segunda a Sancho Pérez, Sr. de Gamboa y cabeza de la casa de Gamboa, por haberlo heredado sus padres en tierras de la madre".
Por tanto, los banderizos de los Ganboa (asentados en esta población alabesa de Ulibarri y Ganboa), cabeza de los pronabarros, serían descendientes de los Bela e indirectamente de los Ayala.
Juan Eustaquio Delmas en su libro “Guía histórica descriptiva del viajero en el Señorío de Vizcaya” sobre la fundación de Balmaseda, relata: “Hallándose en Castro Urdiales el señor de Bortedo D. Lope Saenz o Sánchez de Mena, descendiente del conde de Ayala D. Vela, y con el consentimiento de su hijo D. Diego, dio, como señal de regocijo por una victoria que el rey de Castilla D. Alonso VIII acababa de obtener, la carta puebla o privilegio de fundación de villa”. La invasión de Bizkaia empezó por las Enkartaciones desde el valle de Mena en 1199 y desde Ayala-Llodio por el castillo de Malvecín o Malmasín.
Juan Eustaquio Delmas en su libro “Guía histórica descriptiva del viajero en el Señorío de Vizcaya” sobre la fundación de Balmaseda, relata: “Hallándose en Castro Urdiales el señor de Bortedo D. Lope Saenz o Sánchez de Mena, descendiente del conde de Ayala D. Vela, y con el consentimiento de su hijo D. Diego, dio, como señal de regocijo por una victoria que el rey de Castilla D. Alonso VIII acababa de obtener, la carta puebla o privilegio de fundación de villa”. La invasión de Bizkaia empezó por las Enkartaciones desde el valle de Mena en 1199 y desde Ayala-Llodio por el castillo de Malvecín o Malmasín.
EL ESCUDO DE LOS HARO Y DE LOS AYALA
Los corderos atravesados en las bocas de los lobos hacen alusión a la participación en la batalla de las Navas de Tolosa y el botín allí conseguido en 1212 por Diego López II “el Bueno o el Malo". La bordura con aspas de San Andrés, a la toma ese día de Baeza en 1227, de su hijo Lope Díaz II de Haro “Cabeza Brava”.
El primer texto donde aparece incorporado el topónimo "Haro" al apellido de la familia López, se ha encontrado en una escritura de 1117, en la cual Diego López I "El Blanco" es nombrado: "Donus Didacus Lópiz de Faro".
Los Haro y los Ayala son la misma familia y comparten escudo familiar. Diego López II de Haro "el Malo" (1152-1214, "el Bueno" en Castilla) fue el que invadió Bizkaia por el Oeste en 1199-1200. Además, fue el primero de su familia que usó el apellido Haro, lo que consta en los documentos a partir de 1184, añadiéndo al escudo los primitivos lobos de sable en campo de plata, en alusión al nombre «Lope» y que eran padre e hijo, Lope Díaz II de Haro "Cabeza Brava", el cual acompañaba a su padre en todas las batallas.
Los corderos atravesados en las bocas de los lobos hacen alusión a la participación en la batalla de las Navas de Tolosa y el botín allí conseguido en 1212 por Diego López II “el Bueno o el Malo". La bordura con aspas de San Andrés, a la toma ese día de Baeza en 1227, de su hijo Lope Díaz II de Haro “Cabeza Brava”.
Hasta aquí es también el escudo de Bizkaia junto al árbol de Gernika que se añadió en el siglo XV, pero se sustituyeron las aspas de la bordura por cinco Leones rampantes además de añadirse un León soporte que asoma la cabeza por el frente. Desde 1986 se han quitado los lobos y los leones del escudo de Bizkaia.
Son significativas también las cadenas del escudo de los Haro (aunque en algunas representaciones se omitan), ya que hacen alusión a su procedencia Nabarra (Tierra Estella-Lizarra). El propio Diego López II "El Malo", se exilió en Nabarra hasta tres veces, tras enfrentarse otras tantas veces a su rey castellano (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2018/12/la-felonia-de-los-lopez-de-haro-y-como.html)
Beato de Saint-Sever 1050-1070 ("Caput Vasconiae", reino de Nabarra)
TRAS LA CONQUISTA CASTELLANA (1173-1200)
Tras la conquista de la Nabarra Occidental por Castilla que finalizó en el año 1200, la siguiente mención al señor de Llodio, es en tierras de Murcia con el rey de Castilla Alfonso II en el año 1272, cuando, según la Crónica de Alfonso X de Castilla, hubo una revuelta de los nobles contra su rey, siendo los principales cabecillas de la conjura, el conde Nuño de Lara y sus hijos, exigiendo más tierras y castillos entre los conquistados. El rey de Castilla cedió en todo ante sus nobles, según un arreglo firmado en Sevilla. Entre los muchos firmantes, estaban el señor de Bizkaia Lope Díaz III y Lopez de Mendoza, señor de Llodio. Desde esta época, los Ayala se trasladaron a la Corte castellana en Toledo.
Lope Díaz III incorporó Orduña al señorío de Bizkaia como veremos en otro artículo |
LLODIO Y AYALA DENTRO DE ALABA
Poco después, es la primera vez que aparece Llodio dentro de Alaba, es en un documento del año 1291, cuando Lope de Mendoza, señor de Llodio, representa a el valle en la Junta de Arriaga. Su hijo, otro Lope de Mendoza señor de Llodio, llegó a almirante en el ejército castellano y estaba entre los alzados reinando Alfonso el Sabio en 1332, en las revueltas señoriales contra el concejo de Vitoria encabezada por Juan Martínez de Leyva.
La Cofradía de Arriaga era la unión de las grandes familias alabesas: “Las Juntas Generales de los cofrades se celebraban en el campo de Arriaga (actual parque de Arriaga en Vitoria-Gasteiz, dentro del cual se encuentra la ermita de San Juan de Arriaga, en memoria de aquellas). En estas Juntas se elegía al señor de la Cofradía, se impartía justicia y se trataban los problemas que les concernían como grupo. En definitiva, esta institución refleja la capacidad de autogobierno de una parte del territorio alavés durante la Edad Media.
La Cofradía tenía un carácter eminentemente nobiliar, como se constata al repasar la condición social de los cofrades, entre los que hay miembros de la alta nobleza (ricos omes), alto clero (obispo de Calahorra) y baja nobleza (infanzones, caballeros o escuderos). Todos ellos disponían de inmunidad fiscal (hidalguía) que les eximía de pagar pechos o tributos y servicios. Micaela Portilla estudió a estos cofrades, entre los que encontramos a Guevaras, Haros, Mendozas, Hurtado de Mendozas, Velascos, Salazares, Ayalas...” Joxe Garmendia.
Nos cuenta el historiador de Salvatierra-Agurain, Fernando Sánchez Aranaz, como se produjo la "Voluntaria entrega" de la cofradía de Arriaga al rey de Castilla Alfonso XI y el motivo de que muchos nobles, como los Ayala y los Haro, hubieran traicionado a Nabarra: "La creación de nuevas villas y los favores concedidos a Vitoria, que adquirió la centralidad política y económica del territorio alavés, provocaron una situación de crisis en la Cofradía de Arriaga. La citada crónica de Alfonso XI, nos dice que “desque fue conquistada la tierra de Álava et tomada a los navarros, siempre ovo señorío apartado”, es decir, distinto al del rey, de donde se deduce que antes, con Navarra, no lo tenía.
La "Voluntaria entrega" |
La Cofradía tenía un carácter eminentemente nobiliar, como se constata al repasar la condición social de los cofrades, entre los que hay miembros de la alta nobleza (ricos omes), alto clero (obispo de Calahorra) y baja nobleza (infanzones, caballeros o escuderos). Todos ellos disponían de inmunidad fiscal (hidalguía) que les eximía de pagar pechos o tributos y servicios. Micaela Portilla estudió a estos cofrades, entre los que encontramos a Guevaras, Haros, Mendozas, Hurtado de Mendozas, Velascos, Salazares, Ayalas...” Joxe Garmendia.
Nos cuenta el historiador de Salvatierra-Agurain, Fernando Sánchez Aranaz, como se produjo la "Voluntaria entrega" de la cofradía de Arriaga al rey de Castilla Alfonso XI y el motivo de que muchos nobles, como los Ayala y los Haro, hubieran traicionado a Nabarra: "La creación de nuevas villas y los favores concedidos a Vitoria, que adquirió la centralidad política y económica del territorio alavés, provocaron una situación de crisis en la Cofradía de Arriaga. La citada crónica de Alfonso XI, nos dice que “desque fue conquistada la tierra de Álava et tomada a los navarros, siempre ovo señorío apartado”, es decir, distinto al del rey, de donde se deduce que antes, con Navarra, no lo tenía.
Es de reseñar como la rapacidad y actitud oligárquica de los señores alaveses, extensiva al resto de sus homónimos vascongados, quienes en 1200 traicionaron a su reino, el de Navarra, a cambio de la obtención de privilegios feudales en sus señoríos, fue capaz de cambiar de forma en 1332 para seguir manteniendo su poder. Tal proceso habría sido inviable en el Reino de Navarra, regido por el derecho pirenaico (los Fueros de Nabarra)". Para más información: https://martinttipia.com/2016/06/20/que-fue-la-voluntaria-entrega/
EL SEÑORÍO DE AYALA Y SU EXTENSIÓN POR BIZKAIA CON LOS SALCEDO
Tras la muerte de Juan Sánchez de Salcedo, señor de las casas de Ayala y Salcedo en las Enkartaciones (en Güeñes, hacía donde se había desplazado la familia), acaecida hacia el año 1332, y a falta de descendientes varones, se disputó la herencia de este poderoso linaje entre las facciones ganboina y oñacina, representadas respectivamente por los Murga (bastardos de los Ayala) y los Ayala de Toledo, resultando victoriosa esta última, de cuyo bando eran dependientes todas las casas y solares de Somorrostro. El poder de los Ayala se manifestó especialmente en el valle de Barakaldo, en el que dispusieron de casas censuarias, torres, ferrerías y monasterios. En especial, el monasterio de Burtzeña y las torres o castillo de Lutxana (Goio Bañales "El mundo naval de las Encartaciones").
Al de poco, en 1349, Fernán Pérez de Ayala (Toledo 1305-Vitoria 1385), sobrino del difunto Juan Sánchez de Salcedo, consiguió heredar el señorío de Ayala (tras ser asesinado su hermano por los Murga y Abendaño en una masacre de 200 personas). Fernán Pérez de Ayala volvió a comprar el señorío de Llodio con la ayuda de los Abendaño (sus enemigos), los principales señores de Bizkaia desde su solar en Igorre-Arratia, que aportaron la tercera parte. Fernán Pérez de Ayala vivía entonces fuera del señorío, en la capital de Castilla de entonces, que era Toledo.
Desde finales del siglo XII hasta 1332, estuvo Llodio dentro de la Cofradía alabesa de Arriaga como señorío de los Mendoza. Pocos después, el valle pasó a los Guzmán para acabar finalmente en la línea principal de los Ayala. Tal y como señala la Enciclopedia Auñamendi: “Fernán Pérez de Ayala, padre del canciller, compró los derechos sobre Llodio a Leonor de Guzmán, favorita del rey Alfonso XI de Castilla, por escritura extendida en Gibraltar el 27 de diciembre de 1349. Doña Leonor los poseía a su vez por compra efectuada anteriormente a su legítimo detentador Lope de Mendoza”.
El texto de la venta fue: "Sepan cuantos esta carta vieren como io, doña Leonor de Guzmán otorgo e conosco que vendo e do por juro de heredat para siempre jamás a vos Ferrand Pérez de Ayala que rescibides e comprades para vos e para vuestros herederos el valle de Llodio con el monesterio de Lamuza e con el señorío e con la justicia e con los labradores e heredades segund que lo compré a don Lope de Mendoza e con el palacio de Arçua e con las heredades, solares e labradores que a dicho palacio pertenesce segund lo io compré a dicho don Lope, el qual monesterio et palacio son dentro en el valle de Llodio; el qual valle de Llodio, que vos io vendo e doy como dicho es, ha linderos de la vna parte Viscaia e de la otra parte el valle de Horosco e de la otra parte Ayala e de la otra parte el valle de Oquendo".
"E vendo vos más la casa fuerte de Horosco con la justicia e señorío del dicho valle de Horosco, segund que io é e lo poseo e la casa fuerte de Oquendo e la casa fuerte de Marquina (Zuia) e el palacio de Derendano que es en Ayala, con los labradores e solares poblados e por poblar e el palacio de Burgena que es en Varacaldo, las quales casas fuertes e palacios io compré de Lope García de Salazar y de Martín Urtiz de Atharte, cauezaleros que fueron de don Juan Sanchez de Salzedo...".
El rey de Castilla Enrique II (Toro, a 5 de septiembre de 1371), confirmó la donación de Artziniega, valle de Llodio, valle de Orozko y el monasterio de Arespaldiza a Pedro López de Ayala (el canciller Ayala), esta vez sí que el documento está bien documentado: "...damos vos en donación pura y no revocable, por juro de heredat, para agora y para siempre jamás, para vos y para vuestros herederos y para aquellos que de vos descendieren de línea derecha, que lo vuestro ouieren de haber y de heredar, la nuestra puebla de Arce niega e otrosí vos damos el valle de Llodio e otrosí vos damos el nuestro valle y tierra de Horozco e otrosí vos damos el monasterio de Arespaldiza, que es en Ayala...".
EL SEÑORÍO DE AYALA Y SU EXTENSIÓN POR BIZKAIA CON LOS SALCEDO
Conjunto monumental de Quejana o Kexaa, fundado por Fernán Pérez de Ayala |
El último descendiente directo de los Ayala, Juan Sánchez de Salcedo "el Negro", murió en 1322, en esa fecha, Leonor de Guzmán, la favorita de Alfonso XI de Castilla, compró el señorío de Orozko y el de Llodio.
Una rama de los Ayala se había desplazado a Güeñes en las Enkartaciones a finales del siglo XII. Así lo describe Lope García Salazar, "Libro de las Bienandanzas e Fortunas" (s.XV), donde cuenta como “Muerto este don Galindo Velasques, dexó por fijo eredero a don Garci Galindes, que fue el quarto señor de Ayala e el primero que dellos tomó las armas e el nombre de Salsedo, porque fue a morar a Salsedo (en Güeñes, las Encartaciones) e eredó aquel solar e vienes de aquel conde don Rubio, su aguelo, que eran dos salses verdes en campo amarillo, que así las traya aquel su aguelo",
Una rama de los Ayala se había desplazado a Güeñes en las Enkartaciones a finales del siglo XII. Así lo describe Lope García Salazar, "Libro de las Bienandanzas e Fortunas" (s.XV), donde cuenta como “Muerto este don Galindo Velasques, dexó por fijo eredero a don Garci Galindes, que fue el quarto señor de Ayala e el primero que dellos tomó las armas e el nombre de Salsedo, porque fue a morar a Salsedo (en Güeñes, las Encartaciones) e eredó aquel solar e vienes de aquel conde don Rubio, su aguelo, que eran dos salses verdes en campo amarillo, que así las traya aquel su aguelo",
Tras la muerte de Juan Sánchez de Salcedo, señor de las casas de Ayala y Salcedo en las Enkartaciones (en Güeñes, hacía donde se había desplazado la familia), acaecida hacia el año 1332, y a falta de descendientes varones, se disputó la herencia de este poderoso linaje entre las facciones ganboina y oñacina, representadas respectivamente por los Murga (bastardos de los Ayala) y los Ayala de Toledo, resultando victoriosa esta última, de cuyo bando eran dependientes todas las casas y solares de Somorrostro. El poder de los Ayala se manifestó especialmente en el valle de Barakaldo, en el que dispusieron de casas censuarias, torres, ferrerías y monasterios. En especial, el monasterio de Burtzeña y las torres o castillo de Lutxana (Goio Bañales "El mundo naval de las Encartaciones").
Vista de Lutxana por Luis Paret (1785) con las torres de Lutxana
Torre de Lutxana de los Ayala en Barakaldo, su primera mención escrita es de 1384 cuando eran de Fernán Pérez de Ayala, que sería el que mandó la construcción de la orden de la Merced (donde hoy se alza la iglesia se hallaron 47 tumbas y los restos del monasterio).
Monasterio de las mercedarias de Burtzeña (Barakaldo) |
Desde finales del siglo XII hasta 1332, estuvo Llodio dentro de la Cofradía alabesa de Arriaga como señorío de los Mendoza. Pocos después, el valle pasó a los Guzmán para acabar finalmente en la línea principal de los Ayala. Tal y como señala la Enciclopedia Auñamendi: “Fernán Pérez de Ayala, padre del canciller, compró los derechos sobre Llodio a Leonor de Guzmán, favorita del rey Alfonso XI de Castilla, por escritura extendida en Gibraltar el 27 de diciembre de 1349. Doña Leonor los poseía a su vez por compra efectuada anteriormente a su legítimo detentador Lope de Mendoza”.
El texto de la venta fue: "Sepan cuantos esta carta vieren como io, doña Leonor de Guzmán otorgo e conosco que vendo e do por juro de heredat para siempre jamás a vos Ferrand Pérez de Ayala que rescibides e comprades para vos e para vuestros herederos el valle de Llodio con el monesterio de Lamuza e con el señorío e con la justicia e con los labradores e heredades segund que lo compré a don Lope de Mendoza e con el palacio de Arçua e con las heredades, solares e labradores que a dicho palacio pertenesce segund lo io compré a dicho don Lope, el qual monesterio et palacio son dentro en el valle de Llodio; el qual valle de Llodio, que vos io vendo e doy como dicho es, ha linderos de la vna parte Viscaia e de la otra parte el valle de Horosco e de la otra parte Ayala e de la otra parte el valle de Oquendo".
"E vendo vos más la casa fuerte de Horosco con la justicia e señorío del dicho valle de Horosco, segund que io é e lo poseo e la casa fuerte de Oquendo e la casa fuerte de Marquina (Zuia) e el palacio de Derendano que es en Ayala, con los labradores e solares poblados e por poblar e el palacio de Burgena que es en Varacaldo, las quales casas fuertes e palacios io compré de Lope García de Salazar y de Martín Urtiz de Atharte, cauezaleros que fueron de don Juan Sanchez de Salzedo...".
Pero el documento o es falso o estaba falseado en parte, tal y como se demostrará siglos después en el juicio incoado por el valle de Orozko ante la Chancillería de Valladolid en 1768 junto con el señorío de Bizkaia contra el duque de Veragua y Berwick y conde de Ayala.
El rey de Castilla Enrique II (Toro, a 5 de septiembre de 1371), confirmó la donación de Artziniega, valle de Llodio, valle de Orozko y el monasterio de Arespaldiza a Pedro López de Ayala (el canciller Ayala), esta vez sí que el documento está bien documentado: "...damos vos en donación pura y no revocable, por juro de heredat, para agora y para siempre jamás, para vos y para vuestros herederos y para aquellos que de vos descendieren de línea derecha, que lo vuestro ouieren de haber y de heredar, la nuestra puebla de Arce niega e otrosí vos damos el valle de Llodio e otrosí vos damos el nuestro valle y tierra de Horozco e otrosí vos damos el monasterio de Arespaldiza, que es en Ayala...".
Este documento sí es cierto, lo que parece invalidar el anterior, ya que estos valles de Llodio y Orozko, no podían estar en manos de Enrique II y de Fernán Pérez de Ayala a la vez.
Tumbas en alabastro del Canciller Ayala (Vitoria 1332-Calahorra 1407) y de su mujer Leonor de Guzmán (no confundir con la favorita del Alfonso XI) en el centro
y el de su padre Fernán Pérez de Ayala en el lateral. Leonor de Guzmán decidió ser enterrada en el
convento vitoriano de San Francisco junto a otras mujeres
El mayorazgo de Ayala realmente se funda en 1573 sobre el solar de los Ayala en Quejana-Kexaa, alrededor de una primitiva iglesia y por Fernán Pérez de Ayala, el recopilador del Fuero ayalés, el cual le añadió una casa-palacio, un torreón y fundó un monasterio dominico para monjas de clausura en 1378.
Fernán Pérez de Ayala, era señor de Ayala, Llodio, Arrastaria, Urkabustaiz y Kuartango en Alaba donde era miembro de la Cofradía de Arriaga, merino mayor de Gipuzkoa, en el reinado de Pedro I de Castilla, y merino mayor de Castilla en el Enrique II. También fue señor de Torrejón de Velasco, adelantado mayor de Murcia y merino mayor de Asturias.
Su hijo es conocido como el Canciller Ayala, Pedro López de Ayala (Vitoria 1332-Calahorra 1407) era señor de Ayala y Salvatierra, canciller mayor de Castilla, camero mayor del rey Pedro I de Castilla, corregido y merino mayor de Gipuzkoa, alcalde mayor de Toledo, merino y alcalde mayor de Vitoria-Gasteiz, oidor de la Audiencia Real de Castilla con Juan I.
Por tanto, con la compra a Leornor de Guzmán por Fernán Pérez de Ayala del señorío de Llodio, desapareció el mismo de sus títulos y parece que quedara inserto en el mayorazgo de Ayala.
Fernán Pérez de Ayala, era señor de Ayala, Llodio, Arrastaria, Urkabustaiz y Kuartango en Alaba donde era miembro de la Cofradía de Arriaga, merino mayor de Gipuzkoa, en el reinado de Pedro I de Castilla, y merino mayor de Castilla en el Enrique II. También fue señor de Torrejón de Velasco, adelantado mayor de Murcia y merino mayor de Asturias.
Tumba de Fernán Pérez de Ayala en Quejana
Su hijo es conocido como el Canciller Ayala, Pedro López de Ayala (Vitoria 1332-Calahorra 1407) era señor de Ayala y Salvatierra, canciller mayor de Castilla, camero mayor del rey Pedro I de Castilla, corregido y merino mayor de Gipuzkoa, alcalde mayor de Toledo, merino y alcalde mayor de Vitoria-Gasteiz, oidor de la Audiencia Real de Castilla con Juan I.
Por tanto, con la compra a Leornor de Guzmán por Fernán Pérez de Ayala del señorío de Llodio, desapareció el mismo de sus títulos y parece que quedara inserto en el mayorazgo de Ayala.
Fernán Pérez de Ayala y su hijo el Canciller Ayala, museo de Quejana
LA GUERRAS DE LAS COMUNIDADES DEL CASTILLA, EL FINAL DE LOS AYALA
Un siglo después, tuvo lugar la Guerra de Comunidades de Castilla contra el nombramiento de flamencos como gobernantes de Castilla por el emperador Carlos V de Alemania, nuevo rey de Las Españas, Pedro López de Ayala, conde de Salvatierra y Señor de Ayala (Castilla 1485-Burgos 1524), será uno de sus cabecillas.
Fue designado en 1520 «Capitán General en las tierras, é Provincias
de Guipúzcoa, é Alaba, y en las Encartaciones del Condado de Vizcaya, que está,
é de todas las Ciudades, é Villas, é Lugares, Behetrías, é Merindades que en
ello caben, y está en los Puertos de la Mar”, contra la línea monárquica de apoyo a Carlos V del Diputado General de Alaba,
Diego Martínez de Álava.
La carta real despachada contra él, en Burgos el 7 de mayo
de 1521, ordenaba a los vasallos del conde, que eran los de los valles de Orozko,
Llodio, Okendo y Luyando, que se alcen contra él, le desconozcan, le nieguen la
obediencia, le retiren sus rentas, incumplan sus cartas, e incorporadas a la
Corona, estén sujetos al señorío de Bizkaia, disfrutando de sus Fueros, como ya
lo estaban antes, prometiéndoles no tomarlos ni ponerlos bajo la jurisdicción
de Pedro López de Ayala, ni la de sus sucesores.
Ejecución de los cabecillas Comuneros
Pedro de Ayala, vio desbaratada su facción comunera el viernes
19 de abril de 1521 en el puente de Durana, entre Gamarra y Retana, por Martín
Ruiz de Abendaño (cabecilla de los ganboínos, descendiente de Juan de Abendaño),
quien le cogió seiscientos prisioneros incluido su jefe, Gonzalo de Barahona,
que sería ajusticiado en abril del año 1522 en la plaza de la Leña (Vitoria).
Tras la derrota, comenzó su peregrinaje de exiliado hasta su
muerte de forma natural en 1524. En 1525, tras la muerte del conde de
Salvatierra, la corona llegó a un acuerdo con su hijo Atanasio de Ayala, en
virtud del cual se le devolvía todo lo confiscado a su padre, salvo lo que se
hubiese vendido.
LOS AYALA QUEDAN FUERAN DEL SEÑORÍO DE BIZKAIA
Con el canciller Ayala, esta familia llegó a su máximo poderío y comenzó su declive. Encabezaba, junto con los Butrón, el bando oñacino procastellano en Bizkaia, con sus parientes los Salcedo de las enkartaciones, recibiendo el vasallaje de importantes linajes, entre los que se contaba el de Salazar y Muñatones, pero el auge de estos en la segunda mitad del siglo XV, provocó el enfrentamiento por el dominio en el valle de Somorrostro y Barakaldo, a pesar de pertenecer a la misma parcialidad y bando.
Las guerras entre ambos afectaron seriamente a la comarca, sobre todo en los años 1450-1480. El resultado final, en cierta forma inesperado, fue la pérdida casi total por parte de los Ayala de sus propiedades en Somorrostro en beneficio de los Salazar y, sobre todo, de los Velasco, quienes supieron aprovechar los vaivenes de la situación para hacerse con las importantes fortalezas y preeminencias de los Ayala en Barakaldo.
De esta forma, sumaron esta anteiglesia a su imperio que ya contaba en Las Enkartaciones con claro dominio en las zonas de Trucíos, Zalla y Balmaseda, más Castro Urdiales (sacada por Pedro Fernández de Velasco de la Hermandad de las Marismas), que le sirvieron de cabeza de puente en su intento de hacerse por las armas con el Señorío de Bizkaia en 1471 (Goio Bañales en el libro mencionado). Es así como los Ayala desaparecen de la historia de Bizkaia.
Con el canciller Ayala, esta familia llegó a su máximo poderío y comenzó su declive. Encabezaba, junto con los Butrón, el bando oñacino procastellano en Bizkaia, con sus parientes los Salcedo de las enkartaciones, recibiendo el vasallaje de importantes linajes, entre los que se contaba el de Salazar y Muñatones, pero el auge de estos en la segunda mitad del siglo XV, provocó el enfrentamiento por el dominio en el valle de Somorrostro y Barakaldo, a pesar de pertenecer a la misma parcialidad y bando.
Las guerras entre ambos afectaron seriamente a la comarca, sobre todo en los años 1450-1480. El resultado final, en cierta forma inesperado, fue la pérdida casi total por parte de los Ayala de sus propiedades en Somorrostro en beneficio de los Salazar y, sobre todo, de los Velasco, quienes supieron aprovechar los vaivenes de la situación para hacerse con las importantes fortalezas y preeminencias de los Ayala en Barakaldo.
De esta forma, sumaron esta anteiglesia a su imperio que ya contaba en Las Enkartaciones con claro dominio en las zonas de Trucíos, Zalla y Balmaseda, más Castro Urdiales (sacada por Pedro Fernández de Velasco de la Hermandad de las Marismas), que le sirvieron de cabeza de puente en su intento de hacerse por las armas con el Señorío de Bizkaia en 1471 (Goio Bañales en el libro mencionado). Es así como los Ayala desaparecen de la historia de Bizkaia.
Casa torre de los Salcedo en Güeñes
LLODIO Y SU INTEGRACIÓN EN BIZKAIA
Llodio, sin embargo, volvió a integrarse en Bizkaia. En la Jura de Fernando de Aragón “El Falsario” o “El Católico” de los Fueros Viejos de Bizkaia en 1470, en nombre de su mujer Isabel "La Católica" que era la señora de Bizkaia, están sus apoderados, Fernández de Ugarte y Pero Ortíz de Anuncibay, como “representantes por la merindad de Llodio" y no ya por el señorío. Por tanto, las dos familias propietarias de los dos grandes palacios de Llodio. También estaban en la misma los representantes de Orozko, así como Castro Urdiales.
En el siglo XV, aparece Llodio incorporado a Bizkaia, pero por poco tiempo. En 1491, Los Reyes “Católicos de Castilla y Aragón, a petición de los vecinos del valle de Llodio que decía recibir “injusticias y daños” de los bizkaínos, concedieron que Alaba recogiese y amparase al valle de Llodio".
A principios del siglo XV, se crearon las Hermandades de Alaba "para el control de malhechores, contra el abuso de los señores y para impartir justicia", a la que se incorporó el valle de Ayala hacia 1463 y el de Laudio-Llodio en 1491.
Es así como Llodio volvió a Alaba y, junto a Orozko y Ayala, conformaron una única Hermandad dentro de la misma, estando sus gobiernos en manos de la misma familia.
A principios del siglo XV, se crearon las Hermandades de Alaba "para el control de malhechores, contra el abuso de los señores y para impartir justicia", a la que se incorporó el valle de Ayala hacia 1463 y el de Laudio-Llodio en 1491.
Es así como Llodio volvió a Alaba y, junto a Orozko y Ayala, conformaron una única Hermandad dentro de la misma, estando sus gobiernos en manos de la misma familia.
Palacio Anuncibai: ... El linaje de Anunçiuay, su fundamjento fue vn escudero que fue fijo dalgo de Alaua, que era nieto de don Gastea de Arburu de Alaua, que fue noble e mucho esforçado cauallero en armas e era francés, quel seyendo mançeuo fue criado de don Diego Lopes de Aro, el bueno, señor de Bizkaia e fue mucho preçiado en su casa ("Libro de las Bienandanzas e Fortunas" Lope García Salazar, s. XV)
Pese a estar insertados en las Hermandades de Alaba y en la Cuadrilla de Ayala (creadas en 1567), Llodio se regía por el Fuero de Bizkaia (y no por el de Ayala), desde siempre. Tampoco se integraron en las Juntas de Ayala de Zaraobe, manteniendo las suyas en las campas de Basalarrina, frente a la iglesia de San Pedro de Lamuza, como veremos en otro artículo.
Hermandades Alabesas, la 17 es Llodio y la 54 Orozko
Tanto Llodio (12) como Orozko (54) y Aramaiona (49), no estaban en la primeras Hermandades de Alaba pero se incorporaron en ese mismo siglo XV
En el año 1661, Bizkaia concedió a los habitantes de Llodio y a los de Orozko, la posibilidad de adquirir la vecindad bizkaína con solo demostrar su procedencia.
En 1663 los representantes de Llodio Luis Zubiaur y Andrés de Acha, solicitaron a las Junta Generales de Bizkaia por las injusticias que padecían, esta vez por parte alabesa, su incursion en Bizkaia. La Junta de admisión se celebró el 21 de octubre de 1664 y la petición fue aceptada al año siguiente, en 1665, atendiendo a la “bizkainía” (sic.) del valle, el cual siempre acudía a la defensa de los puertos bizkaínos en caso de guerra o alarma.
El señorío de Bizkaia intentó que se aceptará a Llodio como parte de Bizkaia saliéndose de las Hermandades y Cuadrillas alabesas, pero no parece que tuvieran éxito en sus gestiones con la corona castellana.
Curiosamente, a Okendo en Ayala, a Orozko y a Llodio, se les encuentra en 1688 pagando los impuestos o albalá de las ferrerías al señor de Bizkaia y rey de Castilla.
No parece que Llodio entrase de nuevo en las Juntas de Bizkaia, pero como tantos otros municipios, sí que disfrutó de sus Fueros o leyes, las más avanzadas de su época en derechos universales y de seguridad jurídica. Así, en la Junta General de Bizkaia del 20 de julio de 1740, se ordenó que no se diese el pase o uso de los reales despachos obtenidos por Llodio, por más que no contribuían a los gastos del señorío hacía a la defensa de usos, costumbres y leyes, y no convenía que Bizkaia se empeñase en nuevos dispendios. Por este tiempo, Limpias, Colindres u Orozko entre otros muchos, se encontraban en las mismas condiciones que Llodio.
Llodio se quedó definitivamente en Alaba, en la Cuadrilla de Ayala, que se compone los municipios de Laudio-Llodio, Amurrio, Ayala-Aiara, Okondo y Artziniega.
Dentro de la iglesia de la virgen de la Encina de Artziniega, se han encontrado restos de un poblamiento tardorromano de los siglos V y VI. Alteradas por un pequeño reciento superpuesto de la primera iglesia altomedieval. En la necrópolis exterior del templo, se localizó una estela discoidea con decoración incisa de motivos astrales, datada de los siglos IX-X.
Menoio
San Juan de Erbi
Soxo
También sería románica la base de la iglesia de Nuestra Señora del Yermo o Ermu. La ermita de Santa Lucía forma parte, junto con la iglesia de Santa María y el campanario exento, del conjunto de Nuestra Señora del Yermo o Ermu. Hubo hasta tres iglesias consecutivas en el mismo emplazamiento. La del nivel más bajo, sería la levantada en los siglos XI-XII, y desde su origen estuvo asociada a una necrópolis.
Un equipo de arqueólogos encabezados por Sergio Escribano del Grupo de Investigación en Patrimonio Construido, descubrió varias sepulturas, una de ellas de cubierta monolítica, que no se alinea con los muros de las dos últimas iglesias, sino con los restos del aludido templo primigenio (2017).
Un equipo de arqueólogos encabezados por Sergio Escribano del Grupo de Investigación en Patrimonio Construido, descubrió varias sepulturas, una de ellas de cubierta monolítica, que no se alinea con los muros de las dos últimas iglesias, sino con los restos del aludido templo primigenio (2017).