SOBRE LA LEYENDA DEL PRIMER SEÑOR DE BIZKAIA

SOBRE LA LEYENDA DEL PRIMER SEÑOR DE BIZKAIA

Aitzol Altuna Enzunza


La leyenda de un primer señor de Bizkaia al que llamaron Juan Zuria (el Señor Blanco), sitúa a este caballero en el siglo IX como hijo de un normando.

La leyenda es recogida por primera vez por el literato Pedro de Alfonso (1288-1346), Conde de Barcelós, en su libro "Nobiliario de Linajes" ('Livro das Linhagens'), el cual era hijo bastardo del rey Dionis de Portugal, así como amigo de la casa López de Haro. 

Por tanto, la leyenda, aparece escrita más de tres siglos después de los supuestos sucesos. 


Según el historiador bilbaíno Andrés de Mañaricúa (1911-1988), el Conde de Barcelós conoció la leyenda cuando fue desterrado a Castilla donde se hizo amigo de don Juan Núñez de Lara, Señor de Bizkaia tras su matrimonio con doña María Díaz de Haro (se reproduce íntegra al final del artículo), al volver a Portugal escribió el libro entre 1322 y 1344. 


Las siguientes dos versiones de la leyenda, son del primer historiador bizkaíno, el banderizo muñatón Lope García de Salazar. La primera en su "Crónicas de Vizcaya" del año 1454, por tanto conocedor de lo escrito por el Conde de Barcelós.


Ernesto García Fernández "La Edad Media en los mitos y leyendas de la historiografía vasca":
"Lope García de Salazar, conocedor del contenido del Fuero General de Navarra (segunda mitad del XIII) y del Fuero de Sobrarbe (de Aragón), debió verse influido por estos textos para completar el relato de la batalla de Arrigorriaga con el pacto de Jaun Zuria con los vizcaínos, teniendo referencia de los pactos paralelos existentes en Navarra y Aragón. Quizá, esa misma idea de carácter pactista pudiera haber sido recogida por algunos cronistas castellanos desde fines del siglo XIV, cuando se refieren a la jura que los reyes o sus delegados hacen de los fueros.
La victoria de Jaun Zuria y el pacto que se realizó con los vizcaínos se convertirá en un mito no cuestionado por los cronistas y hombres cultos, los cuales lo utilizarán con cierta periodicidad para defender los derechos de Vizcaya. En particular es esto patente en el cronista Esteban de Garibay o en otros pensadores y escritores que se extienden a lo largo del siglo XVI -como el Licenciado Andrés de Poza- y de los siglos siguientes. Según Esteban de Garibay, los vizcaínos se habrían levantado
contra la represión a que se vieron sometidos por Ordoño, segundo hijo de Alfonso III y habrían tomado como caudillo a don Zuria, nieto del rey de Escocia y yerno de Don Zeno, presunto señor de Vizcaya, teniendo lugar la batalla de Arrigorriaga
el año 870".


El propio banderizo García Salazar, escribe después una tercera versión de la leyenda de “Jaun Zuria”, en su "Libro de las Bienandazas e Fortunas", finalizada sobre el año 1476 (se reproducen íntegras al final del artículo).


Según explica el euskaltzain Juan Manuel Etxebarria Ayesta, la primera versión, la del Conde Barcelós, dice: "Biscaya fue Señorio aparte antes que huviesen Reyes de Castilla i después estuvo sin Señor. Avia en Asturias el conde don Moniño, que vexando a aquella tierra le obligó a pagarle cada año una vaca, un buey i un cavallo blancos. Poco después deste acuerdo llegó allí, una nave, en que venía un hombre bueno, hermano del rey de Inglaterra, expulsó de allá; y se llamava From: traía consigo a Fortun Froes su hijo”.

Torre Salazar de Portugalete y el monumento al banderizo Lope García de Salazar


Por su parte, García Salazar en "Crónicas de Vizcaya" introduce, un siglo después muchos más detalles, algunos contradictorios: "Una hija legítima del Rey de Escocia arribó en Mundaca en unas naos y vinieron con ella muchos hombres y mujeres...y aquí [en Mundaca] se dice que esta doncella se preñó, y que [por eso] la dejó en destierro su padre, y que la dejaron en Mundaca aquellas gentes que con ella vinieron y que se tornaron para Escocia con sus naos salvo algunos que quedaron con ella" (…).

"Que cuando el [rey] de Escocia padre de esta doncella murió (que fincó un su hijo por rey) [hizo rey a su hijo] y que [por] esto su hermana no quiso quedar[se] en el reino y que tomó aquellas naos...y que arribó allí en Mundaca...y que las naos se tornaron para Escocia y la infanta con las más de las gentes se quedó allí [en Mundaca] y que hicieron alli su puebla. Y que estando allí...durmió con ella en sueños un diablo que llaman en Bizcaya Culebro, Señor de la casa y que la empreño...y parió un hijo, que fue mucho hermoso y de buen cuerpo y llamáronle don Zuria, que quiere decir en castellano don Blanco...".


En su segunda obra llamada "Libro de las Bienandazas e Fortunas"(1476), Lope García de Salazar añade, sobre las dos primeras versiones, algún detalle más: “Seyendo este don Çuria ome es/ forçado e valiente con su madre allí en Altamira cavo Mondaca en edad de XXII años entró vn fijo del Rey de león con poderosa gente en Vizcaya quemando e Robando e matando/ en ella porque se quitaran del señorío de Leon e llegó fasta Baquio”.

Andres de Poza s. XVI “De nobilitate in proprietate”“Con esta batalla allanaron y asentaron los vizcaínos su primera y antiquísima libertad que avían gozado desde Augusto Cesar exclusive asta entonces, ochocientos y más años, y fue esta batalla año de nuestro señor 870 y en este mismo año los vizcaínos lebantaron por su señor o caudillo a don Zuria, nieto del rey de Escocia y le dieron título de señor no absoluto ni soberano, sino sob çiertas capitulaçiones y condiçiones y entre ellas las siguientes...”.

Otra versión oral, habla de que en la lucha destacó “por su bravura entre los vizcaínos el joven noble Lope Fortún de Mundaca, hijo de una princesa escocesa y de un noble de Mundaca. Después de la batalla, los vizcaínos aclaman a este noble, y en 888 le nombran su Señor, siendo el primer Señor de Vizcaya bajo el nombre de Señor Blanco (Jaun Zuria)”. 

Así, este mítico Froom de la leyenda del conde Barcelós, sería para el historiador Ibargüen, de finales del s. XVI, el noble Lope Fortún, llamando por su blancura Jaun Zuria, que estaría casado en primeras nupcias con doña Iñiga, hija del conde don Cena y en segundas nupcias con Dalda Estíguiz, hija del Señor de la Merindad de Durango Sancho Estíguez Ortúñez (todo según la Crónica de Ibargüen-Cachopín).

Podemos resumir así el comienzo de la leyenda: el rey Alfonso III de Asturias-León quiso guerrear con los bizkaínos para dominarlos, pues no se sometían, y mandó a su hermano Ordoño a la cabeza de su ejército; como los bizkaínos no tenían un dirigente de noble cuna, el rey asturiano no quería comenzar la batalla. 

Los bizkaínos nombraron su Señor para la guerra a From, hijo del rey normando (vikingo) de Inglaterra que había llegado a las costas bizkaínas; otra versiones habla de la hija del rey de Escocia que llega a Mundaka embarazada de un rey normando conocido como “culebro” (Sugaar en euskera) y que parió a un hijo, que por su blancura fue llamado “Jaun Zuria”, “El Señor Blanco”.

La torre de Luiando
Se alzó una cruz donde estaba el árbol Malato


En la Wikipedia se comenta incluso una versión más y con nuevos detalles contradictorios: “Jaun Zuria era un príncipe heredero irlandés que se llamaba Lemor MacMorna. En un accidente de caza mató al rey, su padre, por lo que perdió el trono y fue obligado a exiliarse en una pequeña embarcación, llegando a Mundaka con dos de sus sirvientes. Allí fue recibido por el rey Lekobide, con cuya hija se casó. Las tropas asturianas atacaron Vizcaya, y Lemor luchó contra ellas, venciéndoles en Padura. Por ello recibió el nombre de Jaun Zuría”.


Antón Erkoreka, experto conocedor de tema, sintetiza  en un extenso artículo del mundakés Jon Bilbao en su obra "Los Vikingos en Euskal Herria", donde dice textualmente: "Jon Bilbao (1982) en un sugestivo e interesante estudio sobre la figura mítica del primer señor de Bizkaia, Jaun Zuria, es el primero en plantear una sólida hipótesis de trabajo que se apoya en una investigación previa de Smyth (1977) “Los reyes escandinavos en las Islas Británicas desde el año 850 al 880”, publicados por la Universidad de Oxford. 

Porcentaje de ADN vikingo-nórdico


Según Jon Bilbao (1982, 253): "en la segunda mitad del siglo IX se establece en la ría de Mundaka una base vikinga que tiene relación con los reyes vikingos de Dublin: Olafrel u Olafr el blanco e Ivarr el Culebro”. 

Por tanto, según el historiador Jon Bilbao, ambos personajes del mito de Jaun Zuria, coinciden con los reyes normandos-vikingos que gobernaban Dublín por esos años, 850-853, Ivarr “el Culebro y Olafr “el Blanco” (Olafr inn hvíti e Ivarr inn beinlausi 850-873).


Antón Erkoreka, sitúa la morada de Jaun Zuria en la torre de Montalbán en Mendata y en el barrio Altamira de Busturia en la torre Torrezarreta (siguiendo a Lope García de Salazar). 

Mundaka (“Munaca” en los primeros documentos), es la anteiglesia que ocupó el asiento y voto número uno en las Juntas Generales de Bizkaia; de las primeras reseñas históricas que se tiene sobre este municipio, sería precisamente la existencia del palacio Altamira. 


No hay restos de Bizkaia ni en toda Europa de naves o asentamiento vikingos o normandos, aunque es más que probable que hicieran incursiones por tierras bizkainas desde su base en Baiona.

Torre Montalbán de Mendata



Fotos: Ybarra y Garmendia "Torres de Vizcaya" (1946)


Pero no acaban aquí todas las posibilidades. el historiador nabarro Tomás Urzainqui, en su libro “Nabarra, sin fronteras impuestas”, señala que: 

“(…) a tenor de la genealogía de Lope García de Salazar, la princesa de Escocia correspondería a la princesa Nabarra Belasquita, hija del rey Sancho I y de la reina Toda –como dice el Códice de Roda-. Y según la genealogía del conde de Barcelós, portugués, el “duende-casa” (como se le llama también al padre de Jaun Zuria) que la fecundó habría sido el primer señor de Vizcaya (tenente), que no es otro que el nabarro Fortún Galindones, tenente de Nájera y tercer esposo de la princesa Belasquita, según nos descubre el mismo Códice de Roda. 

El afán genealogista de dar antecedentes ilustres y exóticos a las familias gobernantes, unido al juego de las etimologías, convirtió a Belasquita o Belascota (Bela-Scota) en princesa escocesa, al conde Mome en “duende-casa” (en euskera “momo” es fantasma), y a Fortún Galindones en príncipe galés (viendo en Galindones la raíz galen o galense, Gales)”.


Belasquita y Momo (llamado también Don Manso, Munio o Nuño) tuvieron tres hijos varones: Aznar, Lope y Sancho, de apellido Momiz todos ellos, y una hija, de nombre Belasquita, como su madre. 

En una de las dos tumbas con inscripciones del siglo IX halladas en Argiñeta (San Andrés de Etxebarria, anexionado a Elorrio en 1630), tras ser recuperadas de los alrededores junto a otras posteriores, aparece la inscripción de Momo, datado en la era hispana de 921, que corresponde al año 883 -según el cómputo actual-, de la que nada más se puede afirmar, pues Momo con sus posibles variantes era un nombre muy común, tal y como recoge Andrés E. de Mañaricúa: Munio, Mome, Momi, Meme, o Munioz, Monioz, Munoz, Nuño etc.

Torre Madariaga en Busturia (Urdaibai), 
alcázar de los primeros señores de Bizkaia, 
antes de quemarse en 1928



Tres últimas fotos: Ybarra y Garmendia "Torres de Vizcaya" (1946)

La única documentación escrita, nos habla de la Torre de Madariaga de la familia oñacina del mismo nombre, que está situada en lugar predominante en una loma desde la que se dominan amplias perspectivas como el estuario de a ría de Mundaka-Gernika o Urdaibai, la cual es muy apta para ejercer el control físico del territorio y su explotación económica, y que podría ser una de las casatorre originaria de los primeros gobernantes bizkaínos dentro del reino de Pamplona-Nabarra.

Se sabe que en el año 1070 Iñigo López, señor de Bizkaia bajo el reino de Pamplona-Nabarra y su mujer la princesa nabarra doña Toda, donaron al monasterio nabarro de la Rioja de San Millán de la Cogolla en sufragio de su hijo Sancho Iñiguez: “in Gorrikiz illos palacios de Madariaga cum ovni pertenentia, terras, et manzanares (…)” (los palacios de Madariaga con sus pertenencias, tierras y manzanares). En Gorrikiz, hoy Gorritiz, llamada también Torre de Urdaibai, del reloj o del “perejil” (“Gernikazarra historia taldea”).



La leyenda sobre Jaun Zuria, continúa con una batalla que habría tenido lugar en Padura sobre el año 870, en el pueblo de Arrigorriaga, “pedernal de piedras rojas”, se habría llamado así tras esta batalla por la sangre derramada, aunque la traducción es también parte de la leyenda; tampoco parece acertada la posibilidad que se deba el nombre a las minas de hierro de Ollargan que convertirían las piedras de la zona en rojas o “bermejas” como dice el conde Barcelós, pues son bastante lejanas al centro del municipio.


Lo más probable, es que el topónimo “Arrigorriaga” sea “pedernal de piedras peladas”, ya que “gorri” en euskera se puede traducir también como “pelado” (como el monte Aitzgorri entre Gipuzkoa y Alaba), pues la Iglesia Parroquial de Arrigorriaga, Santa María Magdalena, está sobre un montículo de piedras cercano al río y pelado de vegetación.

Santa María Magdalena de Arrigorriaga

En todas las versiones, la batalla la ganaron los bizkaínos, que persiguieron a los astur-leoneses hasta el árbol Malato en Luyando (una encina), a 2 leguas de Arrigorriaga, donde clavaron sus armas. Desde entonces los bizkaínos defenderán ellos su territorio hasta este árbol y a partir de allí como mercenarios a sueldo.

El padre Manuel Larramendi (1690-1766) y después el escritor bizkaino Antonio Trueba (1816-1889), dijeron que la palabra Malato es en verdad Malastu (lozanía), pero el mismo Trueba señala que es más probable que signifique “malatus” enfermo (o incluso "leproso"), justo lo contrario, pues en algunos textos se habla de que está seco o que sólo le quedan las raíces, así en las Crónicas de Lope García Salazar del siglo XV se le llama "árbol gafo", es decir, encorvado. El árbol malato se replantó en 1729 y se puso una lápida en el lugar.

Santa Magdalena de Arrigorriaga y la supuesta tumba de Ordoño II de Asturias

La tumba del príncipe asturiano Ordoño, sería, según la tradición, la que está en el pórtico de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Arrigorriaga, profanada hace dos siglos por las tropas napoleónicas en busca de tesoros, pero donde solo aparecieron unos huesos y una espada hoy desaparecida; según el historiador Andrés de Mañaricua, sería la espada de un soldado que estaba haciendo el Camino de Santiago sobre el siglo XIV, debido a la indumentaria que se describe del caballero con la Cruz de Santiago en el pecho.

En unos versos épicos medievales anónimos, recogidos por Juan Gorostiaga en la obra "Épica y lírica vizcaína antigua" publicada en 1952, se dice:

"Odoldurik heldu guiñan
mallatu arbola onetara
eta urren datozenak bere
alan ikusiko gaitubela"

(Cubiertos de sangre llegamos a este árbol Malato y los próximos que lleguen nos verán del mismo modo)

El último gran historiador bizkaíno, Andrés de E. Mañaricua, sin embargo, considera la leyenda de Jaun Zuria cuentos familiares de la Casa de Haro.





EL SERVICIO MILITAR ERA OBLIGATORIO

En el reino baskón de Nabarra: "El servicio militar obligatorio, gratuito e indefinido de los súbditos y vasallos del rey era práctica habitual en toda Europa occidental (incluido Castilla, Aragón y León). A partir del último cuarto del siglo XI los fueros locales del reino de Pamplona comenzaron a plantear excepciones a esa norma general, bien limitando el tiempo de la prestación gratuita, o reemplazándola por el pago de una cantidad en metálico. Esta práctica se generalizará a partir de los siglos sucesivos en la totalidad de los territorios de Vasconia (...).

El Fuero General de Navarra (s. XIII) que, recordémoslo, establecía para la guerra ofensiva la obligación de los nobles a prestar sus armas al rey por un período máximo de tres días, a sus expensas, y nueve días más a cargo del monarca  (llamada hueste); mientras que para la defensiva del reino obligaba a nobles y pecheros a acudir a la llamada del soberano ("al apellido", un hombre por casa) o bien pagar un equivalente que les liberaba de la participación activa." Roldán Jimeno Aranguren (Revista Iura Vasoniae nº 4 "Servicios de Armas en los Fueros Medievales de Vasconia" -2007-). 


Pero, tanto las obligaciones militares defensivas como ofensivas para la nobleza nabarra, eran siempre dentro de las fronteras del reino, de donde vendría el Fuero bizkaíno (S. Segura Urra, "Nobles, ruanos y campesinos en la Navarra medieval, Iura Vasconiae, 3  -año 2006-).

Carlos II "el Bravo" de Nabarra desde mediados del siglo XIV para defender sus intereses sobre todo en sus condados de Evreux o Normandía, introdujo el servicio de armas voluntario y retribuido económicamente dentro y fuera del reino, llamados también "feudos de bolsa", al que pronto se adherieron buena parte de los Parientes Mayores de Gipuzkoa. Modelos imitado en el Ordenamiento de Lanzas de 1390 por Castilla, el llamado "juro" de “ballesteros y lanças, mareantes”.

En el Fuero Viejo de 1452: Otrosi dixieron que los cavalleros e escuderos e fijosdalgo, así de las Villas como de la Tierra Llana de el dicho Condado de Vizcaia, siempre usaron e acostumbraron de yr cada e quando el Sennor de Vizcaya los llamase, sin sueldo alguno, por cosas que a su servicio los llamase, fasta el Arbol Malato que es en Lujando. E si el Sennor con su sennoria les mandase yr allende de el dicho logar de el Arbol Malato, que el Sennor deve el sueldo de dos meses, si ovieren de yr aquende los puertos, e para allende los puertos de tres meses. E asi dando el dicho sueldo en el dicho lugar, que los cavalleros, escuderos y fijosdalgo de el dicho Condado acostumbraron e acostumbran de yr con el Sennor a su serviçio, a doquier que los mandase. E si el dicho Sennor no les diese el dicho sueldo, en aquel de el dicho Robre Malato, que dende adelante nunca usaron ni acostumbraron yr con el Sennor sin reçivir el dicho sueldo. E que los dichos cavalleros e escuderos, fijosdalgo, así usaron e acostumbraron, e siempre así les fue goardado por los sennores de Vizcaya"

El Fuero Nuevo de 1526, la parte donde ponía a los caballeros, escuderos e hidalgos del los amplió a "los hombres" (hidalguía universal) y en la parte de las villas y Tierra Llana sumó la Ciudad (de Orduña, título alcanzado a finales del siglo XV).


EL MOTIVO DE LA LEYENDA

En el trabajo "Teoría y praxis política en el País Vasco a fines de la Edad Media: los gobiernos urbanos y los vecinos de la tierra", del historiador alabés Ernesto García Fernández, se puede leer el siguiente texto, donde se ve que la leyenda de Jaun Zuria era considerada una "patraña" incluso en el siglo XV: 

"La sentencia del licenciado Cueto del año 1500 significó la pérdida de la jurisdicción sobre la Tierra donde ejercía su dominio económico-comercial el concejo de Bilbao (anteiglesias de Abando, Deusto y Begoña), que de influir sobre un territorio de unas sesenta hectáreas, quedó circunscrito a unas 8 hectáreas, tan sólo un poco más de las 6,07 hectáreas del perímetro amurallado. Lógicamente los gobernantes de Bilbao para recuperar sus presuntos derechos jurisdiccionales emprendieron una serie de pleitos que perduraban en tiempos de Carlos V.

Las anteiglesias contaron con el paraguas institucional de las Juntas Generales de la Tierra Llana. El procurador de la villa de Bilbao, Juan Martínez de Marquina, se opuso a la sentencia del licenciado Cueto y pidió que se retiraran los mojones que mandó poner dicho corregidor. Le acusó de haber acuchillado a tres clérigos de orden sacra, siendo excomulgado por ello, y sostuvo que por este motivo había sido anulada su capacidad para emitir sentencia alguna. Quería conseguir con este discurso la nulidad de la sentencia". 

Bilbao 1575


"En este discurso el procurador de los bilbaínos cuestionó el pactismo político de los vizcaínos fundamentado en la leyenda de Jaun Zuria recogida en las crónicas de la época y defendió por encima de todo que la autoridad en el Señorío descansaba en los Señores de Vizcaya, miembros de la Alta Nobleza y más adelante también reyes de Castilla. El concejo de Bilbao acusó al corregidor, que sentenció a favor de los moradores de la Tierra, de servirse de crónicas viejas y patrañas que no venían al caso. 

El texto es de una expresividad manifiesta: (…) porquel dicho liçençiado Cueto disando de mirar e seniar por los dichos prebillejos presentados por los dichos mis partes tomo otro camino que fue de cronicas e viejas e patrannas que dizen que un ynfante don Çuria que vino de Ascoçia e fue capitán de los viscaynos e peleo con el rey de Castilla (sic.) sobre sus libertades e porque bençio le dieron la mitad de la tierra e la otra mitad quedo con ellos con toda la juridiçion (...).

Sigue el procurador bilbaíno, señalando que, aunque así fuese y hubiese existido Jaun Zuria, ello no quitaba legitimidad a los señores de Bizkaia, a dar a la villa de Bilbao una legua de territorio bizkaíno para su fundación y vuelve a insistir que la leyenda de Jaun Zuria no son más que "patrannas": 

(...) lo qual aunque algo dello oviese pasado e paresçiese por las coronicas de Viscaya faze muy poco en este caso especialmente para quebrantar sus prebillejos a la dicha villa porquel señor de Viscaya pudo tener una legua enderredor de donde poblo la dicha villa de Vilvao e la juridiçion de todo el condado por su mismo fuero e por uso e costumbre se prueba ser del señor e no de los hijosdalgo de la dicha tierra que claro es que los alcaldes del fuero e prestamero e merinos los ponían los sennores de Viscaya e endespués que fue encorporada Viscaya en la Corona Real han puesto los dichos alcaldes del fuero e prestamero los reyes de gloriosa memoria vuestros progenitores e fasen merçed del los dichos ofiçios a quien quieren e de manera quel dicho señor rey don Iohan el primero pudo muy bien dar el dicho termino e juridiçion a la dicha villa e en querer el dicho corregidor dar mas fee e credito a las dichas patrannas que a los dichos prebillejos e uso e exerçicio dellos notoriamente lo herro e aun tento atribuir la juridiçion a los escuderos de la dicha Tierra Llana e la quitar a vuestra altesa sy es cierto lo que dice que los sennores del dicho condado non tenian juridiçion porquel dicho señor rey don Iohan suçedio en el sennorio del dicho condado en la misma forma e manera que lo tenían los sennores que fueron della e aun asy segund dicho comun commo segund los ordenamientos destos reynos vuestra altesa tiene la juridiçion fundada". 

El propio Ernesto Fernández en su trabajo sobre Mitos y Leyendas mencionado, comenta que "Llama la atención que el primero que negó credibilidad a la batalla de Arrigorriaga fuera Arnaldo de Oihenart, de Mauleón (historiador de Zuberoa), en 1638, el cual creyó que se trataba de una fábula sin ninguna representatividad histórica", pero, en realidad, está claro que la crítica e incredulidad era muy anterior.



Conclusión sobre la leyenda de Jaun Zuria:

Una tradición oral parecida a la Batalla de Padura y mucho más desconocida, es recogida por el historiador bizkaino Juan E. Delmas (s.XIX), y da cuenta de una batalla en la comarca de Lea-Artibai en el siglo X, en la pequeña anteiglesia de Ibaibaso, en la que los bizkaínos habríamos infligido una severa derrota a los "franceses" (a los francos lógicamente), desde entonces este pueblo se llamaría Gizaburuga, "lugar de los hombres sin cabeza".

Estas leyendas, en general, nos hablan de que la defensa del territorio bizkaíno en la Alta Edad Media probablemente se ejercería como en la Edad de Hierro (1.000 a.C. al siglo I a.C.), mediante las familias lugareñas cabeza de linaje, con ciudades amuralladas o simples poblaciones a media ladera a donde vuelven los bizkaínos tras la caída del Imperio Romano Occidental -que los bajó al llano para su mejor control-. 

Lugares de gran visibilidad que permitían prevenir mejor las acometidas de los bárbaros entre los que estaban los hérulos y muchos siglos después los vikingos, que devastaban la costa cantábrica e incluso llegando al mar mediterráneo, ciudades o poblaciones confederadas y reforzadas, ya que la costa bizkaína y gipuzkoana era la más interesante dentro del “salto vasconum”, incluido Busturia (“Bost-uri”, Cinco Ciudades según K. Mitxelena, topónimo atestiguado desde 1051).

El propio príncipe de Nabarra o de los baskones, Eneko Gartzea o Gaztea (860-882), hijo del primer rey Eneko Aritza Ximenez, fue secuestrado por una incursión normanda en el siglo IX.
La incursión vino probablemente desde el Bidasoa, más cercano a la capital que el Ebro, o incluso por el Errobi-Nive hasta Garazi-San Juan de Pie de Port. El secuestro acabó con un rescate que ascendió a 70.000 dinares o 90.000 según otras fuentes. Nowari, cronista árabe dice: "…los madjus (adoradores del fuego o 
"paganos" en general, en referencia a los vikingos) fueron a la ciudad de Pamplona y allí cogieron prisionero el franco García, señor de la ciudad, que pagó por su rescate noventa mil dinares". Otro historiador, Ibn-Jaldun, cifra el rescate en 70.000 dinares, lo mismo que A-Mutqtabis: "…hicieron algaradas contra los baskunis, matando a muchos y haciendo prisionero a su emir Garsuya ibn Wannaqo. El rescate se fijó en 70.000. Por diferirse el pago del rescate, quedaron rehenes sus hijos, y a él lo soltaron”.

Estas poblaciones servían como defensa del territorio, nombrando un jefe o caudillo en cada ocasión, el más poderoso del momento dentro de las grandes familias, lo que explicaría la leyenda de “Jaun Zuria”, al no tener los bizkaínos un verdadero “Señor” o soberano permanente desde la caída del duque baskón Waifre en el año 768 hasta su incorporación al reino de Pamplona-Nabarra, probablemente a comienzos del siglo X o finales del siglo IX, que ya se había constituido como un Estado pleno tras la Segunda Batalla de Orreaga en el año 824 con el veterano líder Eneko Aritza como el primero de una nueva dinastía real baskona, la pirenaica.

Jaun Zuria
Oleo del siglo XVI 
de la Sala de Juntas de Gernika


OTROS FALSOS SEÑORES DE BIZKAIA:


LAS PRIMERAS TRES VERSIONES DE JAUN ZURIA COMPLETAS

Conde Barcelós:

“...oprimía a los vizcaínos obligándoles a pagar una vaca, un buey y un caballo blancos”, luego llegó a las costas vizcaínas “un hombre bueno, hermano del rey de Inglaterra, llamado Froom, con su hijo Fortam Frooez, arrojados de Inglaterra por el rey. Y habiendo conocido la contienda con don Moninho se ofreció a defenderlos si lo tomaban por señor. Y ellos, viéndole hombre de pro y conocida su alta sangre, le tomaron por tal. Días después don Moninho envió a pedir el tributo y Froom se negó a dárselo. Entonces el conde asturiano vino con sus gentes y lucharon en una aldea llamada Vusturio (Busturia) y vencieron don Froom y los vizcaínos y murió don Moninho y muchos de los suyos, en forma que todo el campo y piedras quedaron llenos de sangre. Y por esta mortandad recibió el nombre de Arguriega (Arrigorriaga) “que tanto quer dizer por seu linguagem de vascomço como pedras vermelhas per lo noso e oje em este dia assi ha nome”. Muerto don Froom, le sucedió como señor de Vizcaya su hijo Furtam Froóez, que casó con Elvira Bermúdez, hija de Bermudo Laínez y nieta de Laín Calvo. A él le sucedió su hijo Lope Ortiz que combatió con Fernán González. A éste, Diego López Ortiz”.


 

Crónica de Vizcaya de 1454 de Lope García Salazar:

En aquél tiempo hera Bizcaya cinco merindades como es agora, ca estonces la Encartación y Somorrostro y Baracaldo del rreino de León heran y Durango estonces Señorío sobre sí y hera Señor della don Sancho Astegurez y después la ganó don Iñigo Esquerra, Señor de Bizcaya, ca trucó otra tierra con el rrey de León en Asturias e juntóla con el Señorío de Bizcaya con aquellas franquezas e libertades que Vizcaya avia; y en esta sazón se alzó Castilla Vieja contra los rreyes de León, porque les mató a los condes sus señores y el rrey de León guerreaba mucho con Bizcaya porque hera de Castilla y haziales mucho daño a ellos a él también y tanto ovo de ser que un hijo del rrey de León entró a correr a Bizcaya y llegó hasta Vaquio, haciendo mucho daño en la tierra e juntáronse las cinco merindades y ovieron consejo que le diesen batalla y el hijo del rrey de León respondióles que les non daría batalla a ellos ni a otro ninguno que no fuese rrey o hijo de rrey o de la sangre rreal, y sobre esto ovieron su consejo e, pues don Zurian hera nieto del rrey de Escocia, que fuesen por él e le tomarían por capitán y diesen con él la batalla, para en Arrigorryaga, que se llamaba estonces Padura, y bino allí en ayuda de los biscaynos don Sancho de Estegures, señor de Durango y obieron allí su pelea mucho porfiada y recia y fue allí vencido y muerto el yjo del rrey de León y muchos de los suyos yacen enterrados en Arrigorriaga, que quiere decir en castellano peña bermeya ensangrentada y fueron en el alcance asta el arbol gafo de Luyando y porque non pasaron adelante en el alcance, le llamaron el árbol gafo y con la gran alegría que ovieron y porque el dicho don Zuria provó mucho bien por sus manos tomáronlo por señor y alzáronlo por conde de Bizcaya y partieron con él los montes y los monasterios a medias y prometieronle de ir con él cada y cuando que menester lo obiesen asta aquel árbol gafo a su costa dellos y con armas y sin sueldo y que, si dende allí les quisiese llevar, que les diese sueldo. Y los leoneses quando fueron encima de la peña, dixeron: En salvo estamos, y por eso la llamaron la peña salvada, ca de primero la llamaban la peña de goruel”.



Lope García Salazar en el Libro de las Bienandanzas y Fortunas (1471-76):


“...oprimía a los vizcaínos obligándoles a pagar una vaca, un buey y un caballo blancos”, luego llegó a las costas vizcaínas “un hombre bueno, hermano del rey de Inglaterra, llamado Froom, con su hijo Fortam Frooez, arrojados de Inglaterra por el rey. Y habiendo conocido la contienda con don Moninho se ofreció a defenderlos si lo tomaban por señor. Y ellos, viéndole hombre de pro y conocida su alta sangre, le tomaron por tal. Días después don Moninho envió a pedir el tributo y Froom se negó a dárselo. Entonces el conde asturiano vino con sus gentes y lucharon en una aldea llamada Vusturio (Busturia) y vencieron don Froom y los vizcaínos y murió don Moninho y muchos de los suyos, en forma que todo el campo y piedras quedaron llenos de sangre. Y por esta mortandad recibió el nombre de Arguriega (Arrigorriaga) “que tanto quer dizer por seu linguagem de vascomço como pedras vermelhas per lo noso e oje em este dia assi ha nome”. Muerto don Froom, le sucedió como señor de Vizcaya su hijo Furtam Froóez, que casó con Elvira Bermúdez, hija de Bermudo Laínez y nieta de Laín Calvo. A él le sucedió su hijo Lope Ortiz que combatió con Fernán González. A éste, Diego López Ortiz”.

En  un informe que se mandó en1898 a los conocidos historiadores Estanislao de Labayru y Carmelo Echegaray para dilucidar sobre e la vidriera que presidiría el atrio del palacio de la Diputación de Bizkaia, éstos afirman “No debe en manera alguna figurar el asunto de la jura de los fueros por Jaun Zuria...porque equivaldría a sostener y confirmar casi oficialmente, con desdoro del país, un hecho que no es verdadero”. El 31 de julio de 1900 se inauguró la nueva sede de la Diputación Provincial de Vizcaya. En la vidriera citada se sustituyó el juramento de Jaun Zuria por una alegoría de Vizcaya diseñada por el pintor Anselmo de Guinea”.


AÑADIDOS A LA LEYENDA DE JAUN ZURIA, SU HIJO ESTÁ ENTERRADO EN SAN PEDRO DE TABIRA EN DURANGO


En su trabajo “San Pedro de Tabira de Durango (Bizkaia)” de Teresa Campos López y de Belén Bengoetxea Rementería (Revista arqueológica Kobie 33 -2014-) se lee al respecto: 

"La primera referencia a su antigüedad (de San Pedro de Tabira en Durango) puede leerse en la obra de Otalora y Guissasa (1636), en su “Micrología Geográfica….”, donde se dice que Manso López, hijo de López Zuria y de Dalda fue bautizado en San Pedro y que dicha Dalda fue enterrada en el templo. Se remonta así hacia el siglo X la existencia de San Pedro (no su fundación o primera construcción).

Pero son Veitia y Echezarreta (publicado en 1967 pero escrita 100 años antes, "Noticias históricas de Tavira de Durango") quienes más visten y completan la leyenda, señalando que atendiendo a lo escrito en algunos viejos cuadernos que existían en el archivo de la anteiglesia de Berriz, la iglesia de San Pedro de Tavira fue mandada edificar por Andeca, primer señor de Vizcaya, por lo que concluyen que data de fines del siglo VII o principios del VIII, ya que su hijo, también llamado Andeca, que fue segundo Señor de Bizkaia, murió en la batalla de Guadalete al acudir en apoyo de D. Rodrigo. Según estos autores, este hecho acaeció entre 711 y 714".

Una falsa genealogía empezaba con un ficticio primer señor de Bizkaia: Andeca López de Baskonia de la familia Ximeno (por tanto, de la futura familia real Nabarra), el cual habría muerto en la Batalla de Guadalete en Cádiz en la lucha contra los musulmanes en el año 711 (hoy se sabe que el lugar de la batalla fue otro, en La Laguna de Algeciras y quizás en el 712). 

"Los autores, que escriben su obra hacia 1860, continúan con la tradición que une la presencia de la iglesia con la existencia de una torre-palacio de los señores del Duranguesado muy cerca del templo, y con la figura de D. Sancho Esteguiz, señor del Duranguesado, que casó con Dª Toda, hija menor del Señor de Vizcaya, quien murió de parto al dar a luz a la hija de ambos, Dalda. Es entonces cuando D. Sancho Esteguiz la hace enterrar dentro de la iglesia de San Pedro".

Embarcación con timón de codaste del siglo XII o XIII de San Pedro de Tabira (Durango), muy similar a las nórdicas. Itsas Museoa de Bilbao
 
Sigue el texto: "Después de varias vicisitudes que los autores narran, colocan a Sancho Esteguiz en el escenario de la famosa y legendaria batalla de Arrigorriaga, luchando con el no menos mítico Lope, denominado Jaun Zuria. Luchaban contra el infante D. Ordoño, hijo del rey D. Alonso. 

Nuestro personaje, Sancho Esteguiz, murió en la batalla de un saetazo en la frente, no sin antes ordenar que le enterrasen junto a su mujer, dentro del templo de San Pedro de Tabira; deseo que cumplió el propio Jaun Zuria o Lope Zuria, primer señor de Bizkaia, hacia la segunda mitad del siglo IX (Veitia y Echezarreta 1967: 21-22). 

Con estos enterramientos se han querido relacionar los dos sarcófagos que aún se pueden ver dentro de la iglesia. Esta leyenda es la que explica la presencia de los sepulcros en el interior de la iglesia, que se han atribuido a esos personajes míticos".

Arkupe de San Pedro de Tabira, Durango (Bizkaia). Fot. Garikoitz Estornés Zubizarreta, 1988


NOTA FINAL:

El Catedrático, arqueólogo, historiador y académico de número de la Real Academia de la Historia de España Martín Almagro Gorbea (Barcelona 1946), al ingresar como miembro de número en la Real Academia de Doctores de España (RADE) en el año 2017, leyó un discurso bastante extraño (por ser prudente), el cual lleva por título “Las raíces celtas de la literatura castellana”. 

En él, afirma el barcelonés que mediante la transmisión oral,  la  cultura celtíbera 1.000 años después de su desaparición: "Su influencia es evidente en libros de caballerías que inspiraron la obra máxima de nuestra literatura, Don Quijote de la Mancha, cuyas remotas raíces celtas tantas veces pasan desapercibidas". 

En lo que respecta a los bizkaínos, hace una afirmación también extraña recogida en prensa: “Diversos relatos histórico-míticos sobre el origen de los señores de Vizcaya confirman el profundo carácter celta del País Vasco, que conservó hasta la Alta Edad Media la tradición épico-histórica hispano-celta, como evidencian los protagonistas, la trama y numerosos detalles, según ha explicado el nuevo académico de la RADE. Del personaje heroico histórico-mítico, fundador de una dinastía y de un pequeño Estado existen varias versiones, como Froom, Juan Zuria o Diego López, Señor de Vizcaya, quienes, en su época, serían considerados como un rikx o rey celta, pues se asocian a ritos de entronización real relacionados con el Árbol de Guernica, característicos de la ideología y la religión celtas”.

¿Qué podemos decir al Sr. Almagro sobre la leyenda de Jaun Zuria? La leyenda es tardía, bajo medieval y no alto medieval (lo cual es muy relevante), por tanto, de ser cierta, tiene relación con el posible contacto entre baskones del ducado independiente de Baskonia de la comarca de Bizkaia con los vikingos o gentes llegadas desde Escocia más que con leyendas prerromanas. Además, la leyenda habla del árbol Malato y no del árbol de Gernika que ni se menciona. 

Por tanto, con su remota y rebuscada conexión con el mundo celta prerromano de la que serían herederos "todos los españoles" como sostenía ya su padre, el Sr. Almagro hijo ha superado en imaginación al mito original.